sábado, 26 de octubre de 2013

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO


ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN 
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

¡Virgen Santa! Durante toda mi vida habéis sido mi tierna Madre; Vos me habéis obtenido gracias sin número en todos los peligros y en todas mis penas, y Vos no me abandonaréis en la hora terrible de mi muerte. Mas hoy os pido una gracia especial, como bondadosa consoladora de los afligidos, y es la de que tengáis piedad de las desgraciadas almas que el reato de culpas retiene cautivas en el fuego del Purgatorio. Vos, amantísima Reina del Carmelo, me habéis permitido que os llame mi buena y dulce Madre: sedlo también de las infortunadas almas por las cuales yo suplico a vuestro corazón tan compasivo. Dejaos conmover por mis lágrimas y mis plegarias, para que los sufridos lamentos que parten de aquel lugar de tristeza y de miseria lleguen hasta Vos, y, cual piadosa medianera entre Dios y las almas que están allí detenidas, obtener su pronta liberación. Esta es la gracia que os solicito ¡oh Madre de Dios! y que os ruego concedáis á vuestros hijos.

No dejéis de utilizar el poder que se dignó concederos vuestro Unigénito Hijo, especialmente en el día vuestro del sábado. Amén.

IMAGENES DE ROSTRO DE LA VIRGEN MARÍA













DE MARÍA SIEMPRE HAY ALGO MÁS QUE DECIR - LETANIAS DEL SANTO ROSARIO

Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
De María siempre hay algo más que decir
Las letanías del Rosario. Son alabanzas, piropos de amor, de ternura a María.
 
De María siempre hay algo más que decir

Madre admirable
De María nunca se dirá todo. No se puede. Siempre hay algo más que decir de hermoso, de dulce, de grande. Las letanías son un amable intento de decir todas las grandezas de María, pero se quedan cortas.
Admirable por sus privilegios: gentilezas de Dios para su Flor: Inmaculada es su nombre, lo que la distingue y la hace brillar en la noche del mundo. Admirable por su sencillez: Tan grande y tan chica. Con una mano toca a Dios Omnipotente y con otra a sus niños de la tierra. “He aquí la esclava del Señor”. Queremos conocer a la esclava más maravillosa del mundo. Sirve en los atrios del Señor. Nos han contado tantas cosas de su santidad, de su belleza. Dicen que sus manos son las más bellas y que las usa solamente para servir, para hacer el bien... Admirable como el paisaje que se mira y se vuelve a mirar y nunca se quiere dejar de contemplar, porque infunde alegría, ternura, admiración.
Oh Madre admirable, maravillosa...Todos los adjetivos se quedan chicos porque eres demasiado grande, santa y hermosa. Quiero mirarme en tus ojos purísimos, en ese océano de amor y pureza para que, por contagio, algo de Ti se pase a mí: algo de tu pujreza, de tu amor, de tu santidad.
Eres un paisaje que han admirado millones de seres antes que nosotros, y detrás de nosotros seguirán admirándote sin cansarse jamás. ¿¡Qué tienes, criatura celestial, que todos se enamoran de Tú...?


Madre del buen consejo
Gentil Pastora que sabe guiar a la vida eterna y a la vida digna de vivirse. “El Señor es mi Pastor”.También quiero decir : María es mi pastora. Maestra insuperable: Dichosos los alumnos de tu escuela, María. Consejera única, porque le asiste el Espíritu Santo en persona.
Yo necesito tu maravilloso consejo para los mil asuntos que ignoro. Yo tengo los problemas y Tú tienes las soluciones. Guíame a la vida eterna, mi destino final, aquello por lo que existo y para lo que fui creado.
Dame algo de tu sabiduría para resolver amablemente las dificultades de miles de hermanos míos que sufren, que lloran y no saben para qué sirve el vivir. Enséñame cuál es el sentido del vivir, de sufrir, de morir. Ayúdame a amar mucho esta vida, pero infinitamente más la otra.
Aconseja al Jesús de la tierra, al Vicario de tu Hijo, a los obispos, sacerdotes...Enséñanos a discernir los engaños del Padre de la Mentira de las luces del Espíritu Santo. Madre del buen consejo, te necesitamos tanto en un mundo lleno de confusión y de sombras...


Madre del Creador
El Creador quiso ser creado en su naturaleza humana y por eso requirió de una madre. Eres madre del Creador por eso, porque le diste la naturaleza humana, un cuerpo de hombre. Madre del que creó el mundo. Por un lado criatura y por otra creadora de la vida humana del Creador. Tú tuviste entre tus brazos y alimentaste al Creador niño. Lo acunaste, le enseñaste a caminar, a hablar, a rezar, a vivir como hombre. Y te obedeció durante treinta años.
Engendradora del Camino, la Verdad y la Vida. Cuánto nos diste a nosotros al darla la vida a Él. Porque hiciste hermano nuestro al Dios, nuestro Salvador. Y Él, a su vez, te convirtió en Madre nuestra también. Y todo por amor de Dios a Ti y a nosotros. Estableciste un parentesco inusitado: Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu Santo, Madre nuestra.


Madre del Salvador
Como el Creador de mundos se hizo Salvador del Hombre, Tú adquiriste un nuevo título y parentesco: Madre del Salvador. Cuando otra mujer escuchó a tu Hijo Salvador pensó amorosamente en Ti. “Bendito el seno que te llevó y los pechos que te criaron”. Te llamó bendita. Te llamamos bendita porque eres la fuente de la fuente de aguas vivas y eres la Madre de la salvación que se llama Jesús. Al dar las gracias a Cristo, volvemos la mirada a quien fue su Madre.
El Salvador debía morir en una cruz< y en una montaña. En esa montaña estuviste Tú. No podías faltar. Allí fuiste nombrada solemnemente madre de todos los salvados. Tu maternidad es inmensa; tus hijos incontables. No sólo fuiste madre del Redentor, sino Corredentora, compañera de martirio como nueva Eva junto al nuevo Adán. Jesús ha salvado al hombre con tu ayuda, con tu sufrimiento. Colaboraste en la salvación de tus hermanos, antes de ser Madre de todos ellos.


Virgen prudentísima
Hablas cuando se requiere y callas cuando debes callar. No hablaste cuando José, ignorante del milagro que crecía en Ti, sufría sin saber. A los doce años de Jesús le preguntaste por qué. Pero cuando Él te respondió con otro por qué, callaste, aunque no tenías la respuesta. Conservabas todas aquellas palabras y misterios en tu corazón.
Pero en Caná hablaste, insististe, porque era necesario el milagro. No sólo conseguiste el mejor vino del mundo, para alegría de los comensales, sino que hiciste crecer la fe de los apóstoles.
Yo suelo hablar cuando debo y también cuando no debo. Y callo, por cobardía, muchas veces que debida hablar. ;e sobra cobardía y me falta prudencia. Virgen prudente, me inscribo en tu escuela para aprender esta difícil virtud.
Te apareces a gente sencilla y humilde, porque no quieres inquietar a los poderosos Eso es también prudencia, Sigues siendo en el cielo la Niña eterna que aquí fuiste..En los primeros siglos de la Iglesia dejaste actuar a Pedro y a los Apóstoles, y Tú actúas y ayudas desde la segunda fila. No quieres ser protagonista.

Virgen digna de veneración, de alabanza
He visto cientos de fervorosas procesiones de la Virgen, altares adornados con millares de flores, las flores más bellas, desde niño. En el calendario abundan las fiestas dedicadas a María, comenzando por la del primero de enero, María Madre de Dios, Esta fiesta invita a colocar el nuevo año en sui corazón.
Un mes primaveral, Mayo, se le dedica entero a la Virgen María. ¿Quién no ha llevado flores a la Virgen en el mes de Mayo? Tanto derroche de flores, ¿por qué? La flor es en sí hermosa, pero además es portadora de cariño, de ternura. En los altares de María hay infinidad de bellas flores, porque es mucho el amor de sus hijos.
Y las advocaciones tratan de obligar a María a quedarse en una región, a emparentar con un pueblo. Y así, la Virgen del Carmen, del Perpetuo Socorro, La Virgen de Guadalupe, Fátima, Lourdes... Así, la Madre de todos se convierte especialmente en Madre de los habitantes de un pueblo, añadiéndole su título particular.
El amor también canta. No podían faltar las hermosas canciones a la Virgen, que, si las juntáramos, serían miles y miles. Lo mejor dela cariño se muestra cantando. Millones de cristianos cantan a diario a su Madre del cielo. El que nunca te lleve una flor o te entone una canción, no sabe nada del amor...


Letanias 1a. Parte 
Letanias 2a. Parte 
Letanias 3a. Parte 
Letanias 4a. Parte 
Letanias 5a. Parte 



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  • P. Mariano de Blas LC 

    viernes, 25 de octubre de 2013

    LA RELACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA Y DIOS



    La Relación de la Virgen  María y Dios
    Padre Tomás Rodríguez Carbajo


    - María identificaba el amor a su Hijo con el amor a Dios.

    - María estaba unida a Jesús por vínculos físicos, espirituales y sobrenaturales.

    - Dios se hizo el regalo de tener una Madre Inmaculada y Virgen.

    - María no es sólo dichosa por ser Madre de Dios, sino también por escuchar su Palabra y ponerla en práctica (Lc. 11, 27-28).

    - Todo un designio de Dios de salvar a los hombres estuvo pendiente de los labios de María.

    - María es la única criatura consanguínea de Dios.

    - El "Fiat" de María es una muestra de su total disponibilidad a la voluntad de Dios.

    - María es la mujer por excelencia, porque salió de las manos de Dios como El quiso.

    - En María el Hijo de Dios se hizo hombre.

    - Cristo se pareció físicamente a María y María espiritualmente a Cristo.

    - El misterio pascual ha efectuado en María su realidad plena desde su Inmaculada Concepción a su Asunción en cuerpo y alma al Cielo.

    - Si no podemos concebir a Cristo sin María, tampoco a la Iglesia (Cristo más nosotros) la podemos concebir sin Ella.

    - Dios es deudor de María por haber recibido de Ella la humanidad.
    - El amor misericordioso de María supera la multitud de nuestros pecados.

    - María nunca dijo "no" a las insinuaciones de la voluntad de Dios.
    - María es eficaz en sus recomendaciones ante su Hijo.

    - Dios pudo hacer un mundo más acogedor, pero no una Madre mejor que María.

    - Todo lo salido de las manos de Dios es perfecto, si no lo estropea el demonio, como María.

    - El amor de María removió todos los obstáculos para cumplir fielmente los mandatos y deseos de Dios.

    - María supo acoplar sus planes al Plan de Dios.

    - En María Dios unió su poder y su amor para hacerla su Hija, su Madre y su Esposa.

    - María se hace eco de la voluntad del Padre (Mt. 17,5) Y nos recomienda que escuchemos a su Hijo.

    - Cuando María estaba en la tierra cuidaba de su Hijo Jesús, ahora que está en el Cielo cuida de nosotros, que también somos sus hijos.

    - La Eucaristía es don precioso de Cristo y a su vez lo es de María, pues, de Ella El recibió su cuerpo y su sangre.

    - Dios tiene motivos especiales para amar a María más que a ninguna otra criatura.

    - La primera procesión del "Corpus" la hizo María, cuando fue a visitar a su prima Isabel.

    - El primer viril que tuvo Jesús fueron los brazos de María.

    - Los ojos de María fueron la primera cámara que captó la presencia física de Dios hecho hombre.

    - María sirvió de eslabón de paso del A. T. al N. T.

    - Las grandes manifestaciones marianas son un canto de gloria referido a Cristo.

    - La maternidad de María fue plenamente humana precisamente por ser divina.

    - Las manos de María fueron el primer atril en donde se colocó la Palabra de Dios.

    - El Hijo de Dios tuvo por maestra a María. 

    - Tanto guardó María la Palabra de Dios dentro de sí, que llegó a encarnarse en sus entrañas.

    - El silencio de María en el Evangelio nos habla de las grandes maravillas que en Ella ha hecho Dios.

    - María dejó a un lado sus planes para acomodar su vida a los de Dios.

    - Dios realizó un gran sueño: Tener a una madre, María.

    - María depende totalmente de Dios: Por su condición de criatura y por el sometimiento a la voluntad de Dios.

    - María es la persona de confianza de Dios, pues, a Ella le confió el cuidado de su Hijo.

    - Los brazos de María alcanzaron el cielo para bajamos de allí al Hijo de Dios.

    - María estuvo siempre muy atenta a los silencios de Dios.

    - María fue la primera, la última y la que más tiempo contempló a su Hijo Jesús.

    - María dio su SI a Dios sin condiciones y con prontitud.

    - María es la aurora que nos anuncia la llegada de la luz, Cristo.

    - María con el mismo amor amaba a Dios y a su hijo.

    - Entre todas las mujeres Dios prefirió a María,.para que fuera su Madre.

    - El Magníficat es un canto de amor, humildad, agradecimiento y alabanza de María.

    - El manifiesto de la Alegría cristiana lo hizo María en el Canto del Magníficat.

    - La omnipotencia suplicante de María es la consecuencia de que es Madre de Dios. y Madre nuestra.

    - María tiene un solo nombre, pero muchos apellidos.

    - Entre todas las bellezas del mundo sobresale la "llena de gracia ".

    - A Jesús se le encuentra en el regazo de María.

    - María es aurora y estrella de la Iglesia.

    - Nuestros pensamientos sobre la grandeza de María nunca llegarán a ser como Dios la soñó y la hizo.

    - María es un oasis de gracia en medio de un mundo de pecadores.

    - La dignidad de Madre de Dios no le ofuscó su condición de criatura.

    - María fue la mejor discípula que tuvo Cristo.

    - La humildad de María es el cimiento de su grandeza.

    - Jesús de Nazaret sólo se podía parecer físicamente a María.

    - María siempre tuvo una asignatura pendiente, "el pecar".

    - Lo hermoso del mundo queda eclipsado ante la belleza de María.

    - Con fe y obediencia libres María aceptó el ser Madre del Mesías.

    - A María no se le escapaba ningún mensaje que Dios le enviaba, los guardaba todos en su corazón y los meditaba.

    - El amor maternal de María estaba coronado por su santidad.

    - María fue plenamente "una" de nosotros, precisamente al ser toda para Dios.

    - La fidelidad de María alcanzó su cima en el Calvario.

    - Muchas veces comprendemos mejor a Dios y sus cosas, pensando expresamente en María.

    - Quien se refugia en el regazo de María es para impregnarse de amor para con los hombres.

    - María supo guardar el secreto más sagrado de la Historia: Dios hecho hombre en sus entrañas.

    - Dios nunca se arrepintió de como hizo a María, pues, Ella cumplió siempre la voluntad de Dios.

    - La entereza del corazón de María ante la prueba duró toda su vida.

    - María estuvo guiada por la oscuridad de la fe, alentada por la esperanza y animada por la caridad.

    - María, siendo la Madre de Dios, tiene la sencillez de una aldeana.
    - María en el canto del Magníficat reconoce que su grandeza no es un fruto personal, sino una pura gratuidad de Dios.

    - María es reina de los Mártires ¿qué sentido tiene el dolor en la mente de Dios, cuando no se lo quita a su Madre?

    - Junto a la dignidad de Madre de Dios, María tuvo su cruz de corredentora.

    - El advenimiento del Mesías, que durante siglos vivió el Pueblo de Dios, María de manera intensa, única y excepcional lo vivió en nueve meses.

    - María fue la primera en saborear la realidad de la alegría mesiánica.

    - María es cristificadora y cristiana, colaboradora de la Salvación y salvada al mismo tiempo.

    - María fue el quicio en el que se apoyó el gran giro de la Historia.
    - María arriesga toda su vida con un SI, que no sabe a donde le llevará.

    - María pasó toda su vida en la penumbra de la fe: Por una parte se fiaba de Dios, y por otra no comprendía lo que decían de su Hijo.

    - En la contemplación de Jesús se traslucen los rasgos de María.

    - María es una mujer agraciada por Dios y agradecida a Dios.

    - María no rompió nunca el proyecto que Dios tenía sobre Ella.

    - Dios emprendió la aventura de ser hombre en el seno de María.

    - María guardó en su corazón lo que la fe le decía, sin llegar a comprenderlo.

    - El "hágase" de María tiene alguna relación con el "hágase" de la creación.

    - El nacimiento de María avivó la esperanza en el mundo.

    - María colaboró a restaurar lo que Eva había estropeado.

    - María fue digna Madre de Dios, porque Ella ,escogió y la hizo como quiso.

    - La Palabra de Dios estuvo pendiente de la palabra de María.

    - María tuvo a su Hijo como prestado, pues, le pertenecía totalmente al Padre por ser Dios, además María lo había ofrecido por ser su primogénito.

    LETANÍAS A LA VIRGEN MARÍA


    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura
    Las Letanías del Rosario. ¿Te aburres rezándolas? No amas, no comprendes. Sólo quien ama a María las entiende.
     
    Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura
    Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura. ¿Te aburres rezándolas? No amas, no comprendes. ¿Te gustan? Sí amas, sí comprendes.

    El que las inventó sí amaba, sí comprendía. Son, en definitiva, un poema de amor; sólo quien ama a María lo entiende. Dile a los enamorados que son aburridos porque repiten con frecuencia frases de amor.

    Santa María
    Es el nombre de la mujer más maravillosa... ¡Cuantas iglesias dedicadas a su nombre!¡Cuantas mujeres llevan este nombre de María! Por algo será. Yo me llamo Mariano y me alegro de llevar ese nombre. Cuanta gente canta, reza, dice ese nombre que a los mismos ángeles impresiona y enternece el corazón de Dios. Los ángeles obedecen a Dios y luego a su Reina, a una mujer, una criatura humana, a María.

    Nosotros le hemos puesto un sobrenombre llamándola Santa María de Guadalupe. Cuanto significa este nombre para los mexicanos.

    María es amor, toda amor; es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios para nosotros.

    Santa Madre de Dios
    Esta es su grandeza incomparable, Nos merece un respeto tremendo. Pero su amor y humildad la convierten en una Madre incomparable, única. Podía el Hijo de Dios habérsela quedado. Era suya, solo suya y toda suya. Pero el amor es donación y entrega. Y por amor -¡qué grande amor!- nos la regaló. Cristo nos dio el derecho de ser sus hijos.
    La sangre que Cristo derramó en el Calvario esa la sangre de una mártir,, era su propia sangre. Dios lleva en sus venas la sangre de María.

    Santa Virgen de las vírgenes
    Es la inmaculada, la llena de gracia, La hicieron las manos del tres veces santo para ser digna morada del Hijo de Dios.
    Está a la cabeza de todas las vírgenes, es reina de todas ejemplo para cada una de ellas.

    Madre de Cristo
    La sangre que derramó en el Calvario era la sangre de una mártir, María, la Corredentora. Madre del Niño Jesús que nació de Ella en Belén. Madre del Cristo que predicó en Palestina. Madre del Cristo del Calvario: Madre mártir.

    Madre de la Iglesia
    Pablo VI le otorgó ese título durante el Concilio Vaticano II. Madre de Cristo Cabeza, Madre de su cuerpo, la Iglesia. Madre de todos nosotros: madre tuya, madre mía. Una prueba de que Jesús nos ha tomado en serio como hermanos es que nos ha dado a su Madre, y para siempre.
    Te cuida y te ama como si fueras el único. Pero María no puede besar al hijo que la rechaza, no puede curar al hijo que no la quiere, no puede ayudar al hijo que la rehuye. No puede ser Madre de quien no quiere ser su hijo. Y es más madre de quien desea con toda su alma ser hijo suyo.
    Madre que cuida de una manera especial a sus hijos enfermos, pecadores, tristes... Madre de las almas consagradas. Para Jesús son sagrados, para María también.
    Mexicano, si alguna vez has sentido en tu corazón un algo de ternura por la Morenita del Tepeyac, ten cuidado, te la quieren arrebatar. Te habrán quitado mucho. Ya solo nos falta que nos quiten la fe en Dios y en la Virgen de Guadalupe. Y a ver qué nos queda de mexicanos.

    Madre de la divina gracia
    No en el sentido de productora de la gracia, sino distribuidora, medianera de la misma. Todas las gracias que recibes pasan por las manos de una Madre, por voluntad de Dios. Al ser la Madre de Cristo m de alguna manera es la madre de esa gracia que Cristo nos dio. Porque el sí de María pondría en marcha la Redención de los hombres, la redención que nos otorgaría la gracia.

    Madre purísima. Castísima, virginal, inmaculada
    Un abismo de pureza. La Mujer con mayúscula fue una mujer purísima. Cualquier mujer que quiera conservar su grandeza, no puede menospreciar esta virtud. La impureza te hace menos mujer y te acerca al reino inferior de la naturaleza. Las mujeres, las muchachas que hoy aman la pureza y la tratan de vivir tienen el beneplácito de Dios y la sonrisa de la Mujer ideal.
    Con ello no quiero decir que las caídas en este campo no se puedan reparar. Como nadie dice que un vestido manchado no se puede lavar.
    Los gustos del cielo tan distintos a los del mundo. ¿Qué han hecho de la mujer? Hoy la mujer ideal es totalmente distinta. Si eres mujer, escoge el perfil del cielo o el de la tierra.
    La pureza no roba belleza a una persona, al contrario, la realza. El rostro más bellos y los ojos más hermosos son aquellos en los que se refleja Dios. La mujer pura tiene un encanto adicional, un toque de cielo azul, aunque hoy no se le quiera tener en cuanta. Si se quiere rescatar al mundo debe ser desde la mujer, Y gran parte del recate de la mujer se llama castidad.

    Madre amable
    Digna de todo nuestro amor.
    Por lo buena que es
    Por lo santa
    Por ser mi Madre
    Por todo lo que le debo
    Porque, después de Dios, nadie me quiere tanto
    Por su encantadora sencillez.
    María es digna de todo nuestro amor. Totus tuus. Todo tuyo y para siempre.
    Te quiero, madre dela cielo, como quiero al mismo cielo, como quiero los bellos paisajes, los mares, los ríos, las montañas... Te quiero en los amaneceres y puestas de sol, en las flores de la pradera. Lo mismo que siento a Dios, te siento a Ti en cada rosa, en el canto del jilguero, en las estrellas de la noche. Algo de tu hermosura ha quedado en la naturaleza. Y por eso te veo en todas partes.


    Letanias 1a. Parte
    Letanias 2a. Parte
    Letanias 3a. Parte
    Letanias 4a. Parte
    Letanias 5a. Parte



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  • P. Mariano de Blas LC 

    miércoles, 23 de octubre de 2013

    IMAGENES DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA









    VIVIR NUESTRA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    ¿Cómo debe vivir una Familia consagrada al Corazón Inmaculado de María?

    -Fidelidad a la Iglesia y a los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Confesión habitual.

    -Oración, personal y familiar, especialmente el rezo del Santo Rosario con frecuencia.

    -Tener una imagen del Corazón Inmaculado de María en un lugar destacado del hogar

    -Apoyar a su parroquia de la manera que ustedes puedan (con su tiempo, con recursos, etc.)

    -Ser generosos en las necesidades de los demás.

    -Renovar regularmente la oración de Consagración de la familia al Corazón Inmaculado de María.

    FRUTOS DE LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



    ¿Cuáles son los frutos de la Consagración 
    al Inmaculado Corazón de María?

    Permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de su familia en la gracia.

    La Virgen  respeta la voluntad de cada uno y por eso espera a que la familia se consagre libremente para entonces ejercer su misión plenamente. Primero hay que abrir las puertas y luego responder fielmente a todo cuanto pide la Virgen para acercarnos al Corazón de Jesús.

    La Virgen María será Fuente de Protección: Por la decisión libre que han tomado, su familia pertenece a al Corazón de María, y serán protegidos espiritualmente.

    Les obtendrá gracias para vivir en la virtud y les ayudará a abrir sus corazones para vivir las virtudes que se encuentran en los Corazones de Jesús y María. Especialmente la humildad, la mansedumbre, el amor sacrificial, la pureza y la obediencia

    También les ayudará a ejercer las virtudes que construyen y mantienen la unidad de familia, como la  paz, el orden, el respeto, la delicadeza, el pensar primero en el otro, la abnegación, la comunicación y sobre todo la caridad.

    ¿QUÉ ES LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA?


    ¿Qué es la Consagración al Inmaculado Corazón de María?


    Una promesa de amor en donde se le da todo lo que la familia es, tiene y hace a Jesús a través del Corazón Inmaculado de la Virgen María, para vivir plenamente entregados a la voluntad del Padre.

    La familia se abandona en las manos de la Virgen María para que ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de las gracias, de Abogada y de Reina.

    La meta final de toda consagración es Jesús; La Virgen María es el medio eficaz para alcanzar mayor unión con Cristo y es fuente de protección maternal contra Satanás.

    Por medio de la consagración, los miembros de la familia han de llegar a ser como San José, totalmente dedicados a Jesús y a María. Deben pedir a Dios la gracia de vivir fieles a esta consagración, reconociendo que pertenecen a los Corazones de Jesús y de María, quienes han de ser el centro de cada aspecto de sus vidas, decisiones, relaciones, etc.

    CONSAGRACIÓN DEL HOGAR Y LA FAMILIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    Consagración del hogar y la familia
     al Inmaculado Corazón de María


    ¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
    Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
       -  el cumplimiento de la voluntad de Dios,
       -  la práctica de la caridad,
       -  y el abandona a la Divina Providencia,

    ¡Que nos  amemos  todos como Cristo  nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

    Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

    ¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos! 

    CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



    CONSAGRACIÓN AL 
    INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, 
    yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
    y te consagro mi cuerpo y mi alma,
    mis pensamientos y mis acciones.

    Quiero ser como tú quieres que sea, 
    hacer lo que tú quieres que haga.
    No temo, pues siempre estás conmigo.
    Ayúdame a amar a tu hijo Jesús, 
    con todo mi corazón y sobre todas las cosas. 

    Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.

    lunes, 21 de octubre de 2013

    EL ÁNGELUS


    EL ÁNGELUS

    V. El Ángel del Señor 
    lo anunció a María.
    R. Y concibió por obra 
    del Espíritu Santo.
         
    Dios te salve, María… 
    Santa María…

    V. He aquí la esclava 
    del Señor.
    R. Hágase en mí según 
    tu palabra.
       
    Dios te salve, María… 
    Santa María…

    V. El Verbo se hizo carne.
    R. Y vivió entre nosotros. 
         
    Dios te salve, María…
    Santa María…

    V. Rogad por nosotros,
    Santa Madre de Dios.
    R. Para que seamos dignos 
    de alcanzar las
        promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
      
    Amén.

    ORACIÓN: 
    Infundid, Señor, vuestra gracia en nuestras almas, para que, pues hemos creído la Encarnación de vuestro Hijo y Señor nuestro Jesucristo anunciada por el Ángel, por los merecimientos de su Pasión y Muerte, alcancemos la gloria de la Resurrección.  Amén.

    LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR - MEDITACIÓN DEL SANTO ROSARIO

    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    Los éxitos del Hijo son también de su madre
    Meditaciones del Rosario. Segundo Misterio Glorioso. La Ascensión del Señor.
     
    Los éxitos del Hijo son también de su madre
    Tú estuviste allí, no podías faltar. Con los apóstoles: tus nuevos hijos, la Iglesia naciente que Jesús dejó a tu cuidado.
    Lo viste subir, triunfar para siempre. Subía y regresaba al cielo como triunfador. Derrotados quedaban sus enemigos: la muerte, el demonio, el mundo.

    Era tu triunfo también. Si los éxitos del hijo son también de su madre, la ascensión de Jesús tú la vivías como propia; era el anticipo de tu asunción.

    Aquel Hijo tuyo, nacido en Belén, que había venido a la tierra a través de tu carne, ahora se iba a la patria definitiva. Aquel hijo, perdido durante la eternidad de tres días en el templo, ahora no sabías cuantos años estarías sin verlo. ¡Qué dolor, dolor nuevo, que hacía casi intolerable, insufrible, la separación del Hijo amado!

    A partir de entonces tu corazón estaría más en el cielo que en la tierra. Allí estaba José, tu esposo, el compañero maravilloso de la infancia y juventud de Jesús. ¡Qué ratos tan inefables, tan difíciles también, en su compañía! Él se te había adelantado. Él vería llegar a Jesús al cielo, y recibiría de Él las más sentidas gracias por haber cumplido tan perfectamente su misión de padre. Allí estaría desde ese momento Jesús. Pero Tú te quedabas en la tierra sola, muy sola. Porque tu amor se iba, y te dejaba sola en la tierra.

    Sólo quien ha estado locamente enamorado y pierde a la persona amada sabe de este dolor. Tú eras la enamorada por excelencia de Jesús. Por eso, tu dolor no tenía límites ni comparación.

    Pero tu voluntad no se sumergía en la tristeza, porque Jesús te había entregado una nueva misión: la Iglesia naciente. Con cuánto amor repetiste tu oración favorita: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.

    Con tu oración, tu amor, tus consejos y tu prudencia, la Iglesia niña crecía incontenible. Crecía en sabiduría y en gracia ante Dios y ante los hombres, como en otro tiempo tu Jesús. ¡OH Madre de la Iglesia, que acunaste nuevamente en tus brazos aquella criatura que Jesús te entregó!

    Se mezclaban la nostalgia –la fuerza que te lanzaba hacia el cielo- y el amor a la Iglesia que necesitaba tu cariño, tu presencia, tu oración. La nostalgia era desgarradora, la esperanza larguísima. Tú veías en la Iglesia la continuación de Jesús en la historia como ningún teólogo lo ha visto. Toda la Iglesia estaba llena de la presencia de Jesús.

    Tus nuevos hijos eran más débiles que Jesús. Los lobos acechaban. Satanás, que había devorado a Judas, seguía esperando matar a toda la grey, cuando aún era débil e indefensa. Pero contaba con tu defensa irresistible. Nostalgia, espera y certeza de llegar al cielo para ti y tus hijos. Él ya, faltamos nosotros...

    Ahora Tú también estás en el cielo. Faltamos nosotros...Acuérdate de nosotros.

    Nueva etapa de fe: Volviste a encender la lámpara que había alumbrado tu caminar por la vida, con aceite nuevo, con nuevo vigor. Era el comienzo fresco y pujante del cristianismo. Tú eras la primera cristiana, la que debías vivir y contagiar a todos la alegría recién estrenada del hombre y mujer nuevos, del nuevo estilo de vida, la religión del amor.


    Oh Madre, se nos ha olvidado muy pronto que la religión fundada por tu Hijo es la religión del amor, la religión de las bienaventuranzas. Nos hemos quedado con unas pocas ideas rancias y con un aburrimiento vital. Resucita en nosotros la alegría del “mirad cómo se aman” que avasalló a los primeros.

    ¿Qué hemos hecho de la religión del amor? Los cristianos hemos vaciado la religión del amor para quedarnos con los mandamientos mal cumplidos. Y nos resulta aburrida, pesada, inaguantable.

    La misma religión que a los primeros los entusiasmó hasta el extremo, los arrastró hasta el martirio sin pestañear, a nosotros nos resulta sosa y aburrida. ¿No será que hemos perdido la savia vital? Y ¿qué somos, que queda de nosotros si nos falta el amor? Nada. Pura fachada.

    Tú comulgabas con más fe que ninguno, llegando a sentir a Jesús en tus entrañas como cuando crecía en tu seno. Te absorbías, te elevabas de la tierra, te ibas...Vivías de la comunión anterior y vivías para la siguiente, como la enamorada que no puede separarse del Amado.

    Enséñanos a comulgar con el fervor con que Tú lo hacías en los años de tu soledad. Los cristianos observaban con respeto y emoción tu actitud. Y seguro que, como a Jesús, te pedían: “Enséñanos a comulgar con el fervor con que Tú lo haces”.En la forma de recibir a Jesús se confirma el amor o la indiferencia de los cristianos de hoy.

    Quiero imaginar las palabras que dirigías a los apóstoles: El primer evangelio pasado por la mente y el corazón de su Madre. Y así entendían de manera entrañable las enseñanzas de Jesús: Tú les abrías el sentido, pero, sobre todo, encendías sus corazones. Cuantas veces Pedro, Juan y los demás debían comentar como los discípulos de Emaús: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos explicaba María los misterios de la vida de Jesús?"

    Cuanto necesitamos, María, que nos vuelvas a explicar los misterios y la enseñanza de Jesús, sobre todo el amor que nos tiene, para que nuestro corazón arda de amor por Él y por Ti. ¡Cómo motivarías a Pedro, cada vez que el pesimismo y las dificultades de guiar a la Iglesia querían doblarlo! ¡Qué firme y gentil pastora guiaba al primer Papa, lo mismo que al actual Benedicto XVI! ¡Cómo les hablarías del cielo, repitiéndoles con apasionado acento las palabras de Jesús: ”Alegraos de que vuestros nombres están escritos en el cielo”! Hay que merecerlo, hay que ganarlo. Ahí estaremos juntos para siempre...


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  • P. Mariano de Blas LC 

    domingo, 20 de octubre de 2013

    PLEGARIA MISIONAL A LA VIRGEN MARÍA


    PLEGARIA MISIONAL A LA VIRGEN MARÍA

    Oh María, Auxilio de los Cristianos: ayuda a la Iglesia misionera. Oh María, Madre de la divina gracia, 
    Oh María, Reina de las misiones:


    para que aumente en los países paganos el número de conversiones a nuestra Fe;

    para que los catecúmenos que han de recibir el bautismo se preparen e instruyan debidamente;

    para que los nuevos cristianos venzan las dificultades y aprendan con fervor la vida cristiana;

    para que en todas partes surjan nuevos templos y sagrarios de Dios;
    para que los niños y los ancianos sean regenerados en las aguas salvadoras del Bautismo;

    para que se forme en ciencia y santidad el clero indígena en todas las misiones católicas;

    para que aumente el número de Misioneros que difundan la luz de la Verdad;

    para que crezca el número de los Seminarios de Misiones en que se formen nuevos apóstoles;

    para que aumenten las vocaciones a las Ordenes religiosas dedicadas a las Misiones;

    para que se desarrollen rápidamente en las naciones católicas las obras misionales;


    Reina de las misiones
    ruega por nosotros
    Ruega por nosotros, Reina de las Misiones:
    Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo. Amén.

    sábado, 19 de octubre de 2013

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA


    ORACIÓN 
    A LA VIRGEN DE FÁTIMA

    Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.

    Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

    Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.

    Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

    Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.

    Padre nuestro, Avemaría y Gloria

    Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.

    ¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
    ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

    MARÍA, AHORA ES TODO LUZ

    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    María, ahora es todo luz
    Meditaciones mes del Rosario. Primer Misterio Glorioso. La Resurrección.
     
    María, ahora es todo luz
    No dudo que la primera aparición fue para ti, Madre Corredentora. ¡Qué distinto del Cristo deshecho sobre tus brazos en el Calvario, Ahora es todo de luz. Le quedan cinco heridas, pero heridas de amor. Lo abrazas todavía con cuidado, temiendo hacerle daño por las heridas del Viernes. Tu mente no se hace a la idea de que se curen tan pronto tan terribles heridas. El dolor había sido tan profundo que necesita mucho tiempo para curarse.

    Tan honda y despiadadamente había entrado la espada en tu alma que extraerla supuso un esfuerzo impresionante. ¿Es posible en tan corto espacio de tiempo pasar del abismo de dolor al abismo de gozo? ¿Qué te dijo tu hijo resucitado? Lo adivinamos: “¡Gracias, Madre, por tu ayuda, por tu oración, por tu presencia. Gracias a mi Madre pude realizar la redención. Gracias, porque no sólo me ayudaste a nacer, sino también a morir”.

    Jesús, una vez resucitado, resucita a los apóstoles: A Pedro le cura el temor mortal de sus negaciones mediante una aparición a él solo. A los dos de Emaús les hace exclamar: “¿No ardía nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” A Tomás le arrancó su racionalismo infundiéndole la fe. María completa la tarea. Me la imagino muy bien animando con sus mejores formas a Pedro, haciéndole ser humilde pero confiado.

    ¡Qué palabras diría a Tomás, el incrédulo, Ella que había aprendido a creer heroicamente, aquella Mujer de la que se dijo: “Dichosa Tú que has creído”. Ella completaría la explicación de la Escritura a Cleofás y a su amigo, al narrarles cómo Ella llevaba años meditando en su corazón los misterios de Jesús.

    Jesús se les aparecía de vez en cuando iluminándolos como un relámpago en la noche; pero luego les dejaba el vacío de su ausencia. María era una luz de día y de noche: A todas horas disponible, para responder a todas las preguntas, para iluminar las conciencias, para fortalecerles en la futura vida apostólica. La presencia y solicitud de María fue algo único, irrepetible en la vida de los apóstoles.¡Qué envidia de la buena!

    María ya no era la mujer discreta y oculta que dejaba actuar a su Hijo. Ahora Ella comenzaba a ejercer su plena maternidad sobre la Iglesia niña, comenzaba a ser Madre de la Iglesia.

    Resucítanos, OH Madre, como a los primeros apóstoles; acompáñanos ahora que lo necesitamos como entonces o más que entonces; sigue ejerciendo tu maravillosa y oportuna maternidad sobre estos hijos tuyos que deben vivir rodeados de lobos y de constantes peligros. OH Madre bendita de la Pascua, infúndenos la alegría de vivir, de ser tuyos y de Jesús de tal forma que llenemos de alegría pascual al mundo entero.


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  • P. Mariano de Blas LC 

    jueves, 17 de octubre de 2013

    GRATITUD A SANTA MARÍA


    GRATITUD A SANTA MARÍA

    Gracias por ser Santa María.
    Gracias por haberte abierto a la gracia,
    y a la escucha de la Palabra,
    desde siempre.
    Gracias por haber acogido
    en tu seno purísimo
    a quien es la Vida y el Amor.
    Gracias por haber mantenido
    tu “Hágase” a través de todos
    los acontecimientos de tu vida.
    Gracias por tus ejemplos
    dignos de ser acogidos
    y vividos.
    Gracias por tu sencillez,
    por tu docilidad,
    por esa magnífica sobriedad,
    por tu capacidad de escucha,
    por tu reverencia,
    por tu fidelidad,
    por tu magnanimidad,
    y por todas aquellas virtudes
    que rivalizan en belleza
    entre sí y que Dios nos permite
    atisbar en Ti.
    Gracias por tu mirada maternal,
    por tus intercesiones,
    tu ternura,
    tus auxilios y orientaciones.
    Gracias por tantas bondades.
    En fin,
    gracias por ser Santa María,
    Madre del Señor Jesús
    y nuestra.
    Amén.

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