viernes, 25 de octubre de 2013

LA RELACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA Y DIOS



La Relación de la Virgen  María y Dios
Padre Tomás Rodríguez Carbajo


- María identificaba el amor a su Hijo con el amor a Dios.

- María estaba unida a Jesús por vínculos físicos, espirituales y sobrenaturales.

- Dios se hizo el regalo de tener una Madre Inmaculada y Virgen.

- María no es sólo dichosa por ser Madre de Dios, sino también por escuchar su Palabra y ponerla en práctica (Lc. 11, 27-28).

- Todo un designio de Dios de salvar a los hombres estuvo pendiente de los labios de María.

- María es la única criatura consanguínea de Dios.

- El "Fiat" de María es una muestra de su total disponibilidad a la voluntad de Dios.

- María es la mujer por excelencia, porque salió de las manos de Dios como El quiso.

- En María el Hijo de Dios se hizo hombre.

- Cristo se pareció físicamente a María y María espiritualmente a Cristo.

- El misterio pascual ha efectuado en María su realidad plena desde su Inmaculada Concepción a su Asunción en cuerpo y alma al Cielo.

- Si no podemos concebir a Cristo sin María, tampoco a la Iglesia (Cristo más nosotros) la podemos concebir sin Ella.

- Dios es deudor de María por haber recibido de Ella la humanidad.
- El amor misericordioso de María supera la multitud de nuestros pecados.

- María nunca dijo "no" a las insinuaciones de la voluntad de Dios.
- María es eficaz en sus recomendaciones ante su Hijo.

- Dios pudo hacer un mundo más acogedor, pero no una Madre mejor que María.

- Todo lo salido de las manos de Dios es perfecto, si no lo estropea el demonio, como María.

- El amor de María removió todos los obstáculos para cumplir fielmente los mandatos y deseos de Dios.

- María supo acoplar sus planes al Plan de Dios.

- En María Dios unió su poder y su amor para hacerla su Hija, su Madre y su Esposa.

- María se hace eco de la voluntad del Padre (Mt. 17,5) Y nos recomienda que escuchemos a su Hijo.

- Cuando María estaba en la tierra cuidaba de su Hijo Jesús, ahora que está en el Cielo cuida de nosotros, que también somos sus hijos.

- La Eucaristía es don precioso de Cristo y a su vez lo es de María, pues, de Ella El recibió su cuerpo y su sangre.

- Dios tiene motivos especiales para amar a María más que a ninguna otra criatura.

- La primera procesión del "Corpus" la hizo María, cuando fue a visitar a su prima Isabel.

- El primer viril que tuvo Jesús fueron los brazos de María.

- Los ojos de María fueron la primera cámara que captó la presencia física de Dios hecho hombre.

- María sirvió de eslabón de paso del A. T. al N. T.

- Las grandes manifestaciones marianas son un canto de gloria referido a Cristo.

- La maternidad de María fue plenamente humana precisamente por ser divina.

- Las manos de María fueron el primer atril en donde se colocó la Palabra de Dios.

- El Hijo de Dios tuvo por maestra a María. 

- Tanto guardó María la Palabra de Dios dentro de sí, que llegó a encarnarse en sus entrañas.

- El silencio de María en el Evangelio nos habla de las grandes maravillas que en Ella ha hecho Dios.

- María dejó a un lado sus planes para acomodar su vida a los de Dios.

- Dios realizó un gran sueño: Tener a una madre, María.

- María depende totalmente de Dios: Por su condición de criatura y por el sometimiento a la voluntad de Dios.

- María es la persona de confianza de Dios, pues, a Ella le confió el cuidado de su Hijo.

- Los brazos de María alcanzaron el cielo para bajamos de allí al Hijo de Dios.

- María estuvo siempre muy atenta a los silencios de Dios.

- María fue la primera, la última y la que más tiempo contempló a su Hijo Jesús.

- María dio su SI a Dios sin condiciones y con prontitud.

- María es la aurora que nos anuncia la llegada de la luz, Cristo.

- María con el mismo amor amaba a Dios y a su hijo.

- Entre todas las mujeres Dios prefirió a María,.para que fuera su Madre.

- El Magníficat es un canto de amor, humildad, agradecimiento y alabanza de María.

- El manifiesto de la Alegría cristiana lo hizo María en el Canto del Magníficat.

- La omnipotencia suplicante de María es la consecuencia de que es Madre de Dios. y Madre nuestra.

- María tiene un solo nombre, pero muchos apellidos.

- Entre todas las bellezas del mundo sobresale la "llena de gracia ".

- A Jesús se le encuentra en el regazo de María.

- María es aurora y estrella de la Iglesia.

- Nuestros pensamientos sobre la grandeza de María nunca llegarán a ser como Dios la soñó y la hizo.

- María es un oasis de gracia en medio de un mundo de pecadores.

- La dignidad de Madre de Dios no le ofuscó su condición de criatura.

- María fue la mejor discípula que tuvo Cristo.

- La humildad de María es el cimiento de su grandeza.

- Jesús de Nazaret sólo se podía parecer físicamente a María.

- María siempre tuvo una asignatura pendiente, "el pecar".

- Lo hermoso del mundo queda eclipsado ante la belleza de María.

- Con fe y obediencia libres María aceptó el ser Madre del Mesías.

- A María no se le escapaba ningún mensaje que Dios le enviaba, los guardaba todos en su corazón y los meditaba.

- El amor maternal de María estaba coronado por su santidad.

- María fue plenamente "una" de nosotros, precisamente al ser toda para Dios.

- La fidelidad de María alcanzó su cima en el Calvario.

- Muchas veces comprendemos mejor a Dios y sus cosas, pensando expresamente en María.

- Quien se refugia en el regazo de María es para impregnarse de amor para con los hombres.

- María supo guardar el secreto más sagrado de la Historia: Dios hecho hombre en sus entrañas.

- Dios nunca se arrepintió de como hizo a María, pues, Ella cumplió siempre la voluntad de Dios.

- La entereza del corazón de María ante la prueba duró toda su vida.

- María estuvo guiada por la oscuridad de la fe, alentada por la esperanza y animada por la caridad.

- María, siendo la Madre de Dios, tiene la sencillez de una aldeana.
- María en el canto del Magníficat reconoce que su grandeza no es un fruto personal, sino una pura gratuidad de Dios.

- María es reina de los Mártires ¿qué sentido tiene el dolor en la mente de Dios, cuando no se lo quita a su Madre?

- Junto a la dignidad de Madre de Dios, María tuvo su cruz de corredentora.

- El advenimiento del Mesías, que durante siglos vivió el Pueblo de Dios, María de manera intensa, única y excepcional lo vivió en nueve meses.

- María fue la primera en saborear la realidad de la alegría mesiánica.

- María es cristificadora y cristiana, colaboradora de la Salvación y salvada al mismo tiempo.

- María fue el quicio en el que se apoyó el gran giro de la Historia.
- María arriesga toda su vida con un SI, que no sabe a donde le llevará.

- María pasó toda su vida en la penumbra de la fe: Por una parte se fiaba de Dios, y por otra no comprendía lo que decían de su Hijo.

- En la contemplación de Jesús se traslucen los rasgos de María.

- María es una mujer agraciada por Dios y agradecida a Dios.

- María no rompió nunca el proyecto que Dios tenía sobre Ella.

- Dios emprendió la aventura de ser hombre en el seno de María.

- María guardó en su corazón lo que la fe le decía, sin llegar a comprenderlo.

- El "hágase" de María tiene alguna relación con el "hágase" de la creación.

- El nacimiento de María avivó la esperanza en el mundo.

- María colaboró a restaurar lo que Eva había estropeado.

- María fue digna Madre de Dios, porque Ella ,escogió y la hizo como quiso.

- La Palabra de Dios estuvo pendiente de la palabra de María.

- María tuvo a su Hijo como prestado, pues, le pertenecía totalmente al Padre por ser Dios, además María lo había ofrecido por ser su primogénito.

LETANÍAS A LA VIRGEN MARÍA


Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura
Las Letanías del Rosario. ¿Te aburres rezándolas? No amas, no comprendes. Sólo quien ama a María las entiende.
 
Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura
Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura. ¿Te aburres rezándolas? No amas, no comprendes. ¿Te gustan? Sí amas, sí comprendes.

El que las inventó sí amaba, sí comprendía. Son, en definitiva, un poema de amor; sólo quien ama a María lo entiende. Dile a los enamorados que son aburridos porque repiten con frecuencia frases de amor.

Santa María
Es el nombre de la mujer más maravillosa... ¡Cuantas iglesias dedicadas a su nombre!¡Cuantas mujeres llevan este nombre de María! Por algo será. Yo me llamo Mariano y me alegro de llevar ese nombre. Cuanta gente canta, reza, dice ese nombre que a los mismos ángeles impresiona y enternece el corazón de Dios. Los ángeles obedecen a Dios y luego a su Reina, a una mujer, una criatura humana, a María.

Nosotros le hemos puesto un sobrenombre llamándola Santa María de Guadalupe. Cuanto significa este nombre para los mexicanos.

María es amor, toda amor; es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios para nosotros.

Santa Madre de Dios
Esta es su grandeza incomparable, Nos merece un respeto tremendo. Pero su amor y humildad la convierten en una Madre incomparable, única. Podía el Hijo de Dios habérsela quedado. Era suya, solo suya y toda suya. Pero el amor es donación y entrega. Y por amor -¡qué grande amor!- nos la regaló. Cristo nos dio el derecho de ser sus hijos.
La sangre que Cristo derramó en el Calvario esa la sangre de una mártir,, era su propia sangre. Dios lleva en sus venas la sangre de María.

Santa Virgen de las vírgenes
Es la inmaculada, la llena de gracia, La hicieron las manos del tres veces santo para ser digna morada del Hijo de Dios.
Está a la cabeza de todas las vírgenes, es reina de todas ejemplo para cada una de ellas.

Madre de Cristo
La sangre que derramó en el Calvario era la sangre de una mártir, María, la Corredentora. Madre del Niño Jesús que nació de Ella en Belén. Madre del Cristo que predicó en Palestina. Madre del Cristo del Calvario: Madre mártir.

Madre de la Iglesia
Pablo VI le otorgó ese título durante el Concilio Vaticano II. Madre de Cristo Cabeza, Madre de su cuerpo, la Iglesia. Madre de todos nosotros: madre tuya, madre mía. Una prueba de que Jesús nos ha tomado en serio como hermanos es que nos ha dado a su Madre, y para siempre.
Te cuida y te ama como si fueras el único. Pero María no puede besar al hijo que la rechaza, no puede curar al hijo que no la quiere, no puede ayudar al hijo que la rehuye. No puede ser Madre de quien no quiere ser su hijo. Y es más madre de quien desea con toda su alma ser hijo suyo.
Madre que cuida de una manera especial a sus hijos enfermos, pecadores, tristes... Madre de las almas consagradas. Para Jesús son sagrados, para María también.
Mexicano, si alguna vez has sentido en tu corazón un algo de ternura por la Morenita del Tepeyac, ten cuidado, te la quieren arrebatar. Te habrán quitado mucho. Ya solo nos falta que nos quiten la fe en Dios y en la Virgen de Guadalupe. Y a ver qué nos queda de mexicanos.

Madre de la divina gracia
No en el sentido de productora de la gracia, sino distribuidora, medianera de la misma. Todas las gracias que recibes pasan por las manos de una Madre, por voluntad de Dios. Al ser la Madre de Cristo m de alguna manera es la madre de esa gracia que Cristo nos dio. Porque el sí de María pondría en marcha la Redención de los hombres, la redención que nos otorgaría la gracia.

Madre purísima. Castísima, virginal, inmaculada
Un abismo de pureza. La Mujer con mayúscula fue una mujer purísima. Cualquier mujer que quiera conservar su grandeza, no puede menospreciar esta virtud. La impureza te hace menos mujer y te acerca al reino inferior de la naturaleza. Las mujeres, las muchachas que hoy aman la pureza y la tratan de vivir tienen el beneplácito de Dios y la sonrisa de la Mujer ideal.
Con ello no quiero decir que las caídas en este campo no se puedan reparar. Como nadie dice que un vestido manchado no se puede lavar.
Los gustos del cielo tan distintos a los del mundo. ¿Qué han hecho de la mujer? Hoy la mujer ideal es totalmente distinta. Si eres mujer, escoge el perfil del cielo o el de la tierra.
La pureza no roba belleza a una persona, al contrario, la realza. El rostro más bellos y los ojos más hermosos son aquellos en los que se refleja Dios. La mujer pura tiene un encanto adicional, un toque de cielo azul, aunque hoy no se le quiera tener en cuanta. Si se quiere rescatar al mundo debe ser desde la mujer, Y gran parte del recate de la mujer se llama castidad.

Madre amable
Digna de todo nuestro amor.
Por lo buena que es
Por lo santa
Por ser mi Madre
Por todo lo que le debo
Porque, después de Dios, nadie me quiere tanto
Por su encantadora sencillez.
María es digna de todo nuestro amor. Totus tuus. Todo tuyo y para siempre.
Te quiero, madre dela cielo, como quiero al mismo cielo, como quiero los bellos paisajes, los mares, los ríos, las montañas... Te quiero en los amaneceres y puestas de sol, en las flores de la pradera. Lo mismo que siento a Dios, te siento a Ti en cada rosa, en el canto del jilguero, en las estrellas de la noche. Algo de tu hermosura ha quedado en la naturaleza. Y por eso te veo en todas partes.


Letanias 1a. Parte
Letanias 2a. Parte
Letanias 3a. Parte
Letanias 4a. Parte
Letanias 5a. Parte



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC 

    miércoles, 23 de octubre de 2013

    IMAGENES DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA









    VIVIR NUESTRA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    ¿Cómo debe vivir una Familia consagrada al Corazón Inmaculado de María?

    -Fidelidad a la Iglesia y a los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Confesión habitual.

    -Oración, personal y familiar, especialmente el rezo del Santo Rosario con frecuencia.

    -Tener una imagen del Corazón Inmaculado de María en un lugar destacado del hogar

    -Apoyar a su parroquia de la manera que ustedes puedan (con su tiempo, con recursos, etc.)

    -Ser generosos en las necesidades de los demás.

    -Renovar regularmente la oración de Consagración de la familia al Corazón Inmaculado de María.

    FRUTOS DE LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



    ¿Cuáles son los frutos de la Consagración 
    al Inmaculado Corazón de María?

    Permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de su familia en la gracia.

    La Virgen  respeta la voluntad de cada uno y por eso espera a que la familia se consagre libremente para entonces ejercer su misión plenamente. Primero hay que abrir las puertas y luego responder fielmente a todo cuanto pide la Virgen para acercarnos al Corazón de Jesús.

    La Virgen María será Fuente de Protección: Por la decisión libre que han tomado, su familia pertenece a al Corazón de María, y serán protegidos espiritualmente.

    Les obtendrá gracias para vivir en la virtud y les ayudará a abrir sus corazones para vivir las virtudes que se encuentran en los Corazones de Jesús y María. Especialmente la humildad, la mansedumbre, el amor sacrificial, la pureza y la obediencia

    También les ayudará a ejercer las virtudes que construyen y mantienen la unidad de familia, como la  paz, el orden, el respeto, la delicadeza, el pensar primero en el otro, la abnegación, la comunicación y sobre todo la caridad.

    ¿QUÉ ES LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA?


    ¿Qué es la Consagración al Inmaculado Corazón de María?


    Una promesa de amor en donde se le da todo lo que la familia es, tiene y hace a Jesús a través del Corazón Inmaculado de la Virgen María, para vivir plenamente entregados a la voluntad del Padre.

    La familia se abandona en las manos de la Virgen María para que ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de las gracias, de Abogada y de Reina.

    La meta final de toda consagración es Jesús; La Virgen María es el medio eficaz para alcanzar mayor unión con Cristo y es fuente de protección maternal contra Satanás.

    Por medio de la consagración, los miembros de la familia han de llegar a ser como San José, totalmente dedicados a Jesús y a María. Deben pedir a Dios la gracia de vivir fieles a esta consagración, reconociendo que pertenecen a los Corazones de Jesús y de María, quienes han de ser el centro de cada aspecto de sus vidas, decisiones, relaciones, etc.

    CONSAGRACIÓN DEL HOGAR Y LA FAMILIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    Consagración del hogar y la familia
     al Inmaculado Corazón de María


    ¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
    Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
       -  el cumplimiento de la voluntad de Dios,
       -  la práctica de la caridad,
       -  y el abandona a la Divina Providencia,

    ¡Que nos  amemos  todos como Cristo  nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

    Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

    ¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos! 

    CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



    CONSAGRACIÓN AL 
    INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, 
    yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
    y te consagro mi cuerpo y mi alma,
    mis pensamientos y mis acciones.

    Quiero ser como tú quieres que sea, 
    hacer lo que tú quieres que haga.
    No temo, pues siempre estás conmigo.
    Ayúdame a amar a tu hijo Jesús, 
    con todo mi corazón y sobre todas las cosas. 

    Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.

    lunes, 21 de octubre de 2013

    EL ÁNGELUS


    EL ÁNGELUS

    V. El Ángel del Señor 
    lo anunció a María.
    R. Y concibió por obra 
    del Espíritu Santo.
         
    Dios te salve, María… 
    Santa María…

    V. He aquí la esclava 
    del Señor.
    R. Hágase en mí según 
    tu palabra.
       
    Dios te salve, María… 
    Santa María…

    V. El Verbo se hizo carne.
    R. Y vivió entre nosotros. 
         
    Dios te salve, María…
    Santa María…

    V. Rogad por nosotros,
    Santa Madre de Dios.
    R. Para que seamos dignos 
    de alcanzar las
        promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
      
    Amén.

    ORACIÓN: 
    Infundid, Señor, vuestra gracia en nuestras almas, para que, pues hemos creído la Encarnación de vuestro Hijo y Señor nuestro Jesucristo anunciada por el Ángel, por los merecimientos de su Pasión y Muerte, alcancemos la gloria de la Resurrección.  Amén.

    LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR - MEDITACIÓN DEL SANTO ROSARIO

    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    Los éxitos del Hijo son también de su madre
    Meditaciones del Rosario. Segundo Misterio Glorioso. La Ascensión del Señor.
     
    Los éxitos del Hijo son también de su madre
    Tú estuviste allí, no podías faltar. Con los apóstoles: tus nuevos hijos, la Iglesia naciente que Jesús dejó a tu cuidado.
    Lo viste subir, triunfar para siempre. Subía y regresaba al cielo como triunfador. Derrotados quedaban sus enemigos: la muerte, el demonio, el mundo.

    Era tu triunfo también. Si los éxitos del hijo son también de su madre, la ascensión de Jesús tú la vivías como propia; era el anticipo de tu asunción.

    Aquel Hijo tuyo, nacido en Belén, que había venido a la tierra a través de tu carne, ahora se iba a la patria definitiva. Aquel hijo, perdido durante la eternidad de tres días en el templo, ahora no sabías cuantos años estarías sin verlo. ¡Qué dolor, dolor nuevo, que hacía casi intolerable, insufrible, la separación del Hijo amado!

    A partir de entonces tu corazón estaría más en el cielo que en la tierra. Allí estaba José, tu esposo, el compañero maravilloso de la infancia y juventud de Jesús. ¡Qué ratos tan inefables, tan difíciles también, en su compañía! Él se te había adelantado. Él vería llegar a Jesús al cielo, y recibiría de Él las más sentidas gracias por haber cumplido tan perfectamente su misión de padre. Allí estaría desde ese momento Jesús. Pero Tú te quedabas en la tierra sola, muy sola. Porque tu amor se iba, y te dejaba sola en la tierra.

    Sólo quien ha estado locamente enamorado y pierde a la persona amada sabe de este dolor. Tú eras la enamorada por excelencia de Jesús. Por eso, tu dolor no tenía límites ni comparación.

    Pero tu voluntad no se sumergía en la tristeza, porque Jesús te había entregado una nueva misión: la Iglesia naciente. Con cuánto amor repetiste tu oración favorita: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.

    Con tu oración, tu amor, tus consejos y tu prudencia, la Iglesia niña crecía incontenible. Crecía en sabiduría y en gracia ante Dios y ante los hombres, como en otro tiempo tu Jesús. ¡OH Madre de la Iglesia, que acunaste nuevamente en tus brazos aquella criatura que Jesús te entregó!

    Se mezclaban la nostalgia –la fuerza que te lanzaba hacia el cielo- y el amor a la Iglesia que necesitaba tu cariño, tu presencia, tu oración. La nostalgia era desgarradora, la esperanza larguísima. Tú veías en la Iglesia la continuación de Jesús en la historia como ningún teólogo lo ha visto. Toda la Iglesia estaba llena de la presencia de Jesús.

    Tus nuevos hijos eran más débiles que Jesús. Los lobos acechaban. Satanás, que había devorado a Judas, seguía esperando matar a toda la grey, cuando aún era débil e indefensa. Pero contaba con tu defensa irresistible. Nostalgia, espera y certeza de llegar al cielo para ti y tus hijos. Él ya, faltamos nosotros...

    Ahora Tú también estás en el cielo. Faltamos nosotros...Acuérdate de nosotros.

    Nueva etapa de fe: Volviste a encender la lámpara que había alumbrado tu caminar por la vida, con aceite nuevo, con nuevo vigor. Era el comienzo fresco y pujante del cristianismo. Tú eras la primera cristiana, la que debías vivir y contagiar a todos la alegría recién estrenada del hombre y mujer nuevos, del nuevo estilo de vida, la religión del amor.


    Oh Madre, se nos ha olvidado muy pronto que la religión fundada por tu Hijo es la religión del amor, la religión de las bienaventuranzas. Nos hemos quedado con unas pocas ideas rancias y con un aburrimiento vital. Resucita en nosotros la alegría del “mirad cómo se aman” que avasalló a los primeros.

    ¿Qué hemos hecho de la religión del amor? Los cristianos hemos vaciado la religión del amor para quedarnos con los mandamientos mal cumplidos. Y nos resulta aburrida, pesada, inaguantable.

    La misma religión que a los primeros los entusiasmó hasta el extremo, los arrastró hasta el martirio sin pestañear, a nosotros nos resulta sosa y aburrida. ¿No será que hemos perdido la savia vital? Y ¿qué somos, que queda de nosotros si nos falta el amor? Nada. Pura fachada.

    Tú comulgabas con más fe que ninguno, llegando a sentir a Jesús en tus entrañas como cuando crecía en tu seno. Te absorbías, te elevabas de la tierra, te ibas...Vivías de la comunión anterior y vivías para la siguiente, como la enamorada que no puede separarse del Amado.

    Enséñanos a comulgar con el fervor con que Tú lo hacías en los años de tu soledad. Los cristianos observaban con respeto y emoción tu actitud. Y seguro que, como a Jesús, te pedían: “Enséñanos a comulgar con el fervor con que Tú lo haces”.En la forma de recibir a Jesús se confirma el amor o la indiferencia de los cristianos de hoy.

    Quiero imaginar las palabras que dirigías a los apóstoles: El primer evangelio pasado por la mente y el corazón de su Madre. Y así entendían de manera entrañable las enseñanzas de Jesús: Tú les abrías el sentido, pero, sobre todo, encendías sus corazones. Cuantas veces Pedro, Juan y los demás debían comentar como los discípulos de Emaús: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos explicaba María los misterios de la vida de Jesús?"

    Cuanto necesitamos, María, que nos vuelvas a explicar los misterios y la enseñanza de Jesús, sobre todo el amor que nos tiene, para que nuestro corazón arda de amor por Él y por Ti. ¡Cómo motivarías a Pedro, cada vez que el pesimismo y las dificultades de guiar a la Iglesia querían doblarlo! ¡Qué firme y gentil pastora guiaba al primer Papa, lo mismo que al actual Benedicto XVI! ¡Cómo les hablarías del cielo, repitiéndoles con apasionado acento las palabras de Jesús: ”Alegraos de que vuestros nombres están escritos en el cielo”! Hay que merecerlo, hay que ganarlo. Ahí estaremos juntos para siempre...


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC 

    domingo, 20 de octubre de 2013

    PLEGARIA MISIONAL A LA VIRGEN MARÍA


    PLEGARIA MISIONAL A LA VIRGEN MARÍA

    Oh María, Auxilio de los Cristianos: ayuda a la Iglesia misionera. Oh María, Madre de la divina gracia, 
    Oh María, Reina de las misiones:


    para que aumente en los países paganos el número de conversiones a nuestra Fe;

    para que los catecúmenos que han de recibir el bautismo se preparen e instruyan debidamente;

    para que los nuevos cristianos venzan las dificultades y aprendan con fervor la vida cristiana;

    para que en todas partes surjan nuevos templos y sagrarios de Dios;
    para que los niños y los ancianos sean regenerados en las aguas salvadoras del Bautismo;

    para que se forme en ciencia y santidad el clero indígena en todas las misiones católicas;

    para que aumente el número de Misioneros que difundan la luz de la Verdad;

    para que crezca el número de los Seminarios de Misiones en que se formen nuevos apóstoles;

    para que aumenten las vocaciones a las Ordenes religiosas dedicadas a las Misiones;

    para que se desarrollen rápidamente en las naciones católicas las obras misionales;


    Reina de las misiones
    ruega por nosotros
    Ruega por nosotros, Reina de las Misiones:
    Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo. Amén.

    sábado, 19 de octubre de 2013

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA


    ORACIÓN 
    A LA VIRGEN DE FÁTIMA

    Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.

    Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

    Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.

    Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

    Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.

    Padre nuestro, Avemaría y Gloria

    Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.

    ¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
    ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

    MARÍA, AHORA ES TODO LUZ

    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    María, ahora es todo luz
    Meditaciones mes del Rosario. Primer Misterio Glorioso. La Resurrección.
     
    María, ahora es todo luz
    No dudo que la primera aparición fue para ti, Madre Corredentora. ¡Qué distinto del Cristo deshecho sobre tus brazos en el Calvario, Ahora es todo de luz. Le quedan cinco heridas, pero heridas de amor. Lo abrazas todavía con cuidado, temiendo hacerle daño por las heridas del Viernes. Tu mente no se hace a la idea de que se curen tan pronto tan terribles heridas. El dolor había sido tan profundo que necesita mucho tiempo para curarse.

    Tan honda y despiadadamente había entrado la espada en tu alma que extraerla supuso un esfuerzo impresionante. ¿Es posible en tan corto espacio de tiempo pasar del abismo de dolor al abismo de gozo? ¿Qué te dijo tu hijo resucitado? Lo adivinamos: “¡Gracias, Madre, por tu ayuda, por tu oración, por tu presencia. Gracias a mi Madre pude realizar la redención. Gracias, porque no sólo me ayudaste a nacer, sino también a morir”.

    Jesús, una vez resucitado, resucita a los apóstoles: A Pedro le cura el temor mortal de sus negaciones mediante una aparición a él solo. A los dos de Emaús les hace exclamar: “¿No ardía nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” A Tomás le arrancó su racionalismo infundiéndole la fe. María completa la tarea. Me la imagino muy bien animando con sus mejores formas a Pedro, haciéndole ser humilde pero confiado.

    ¡Qué palabras diría a Tomás, el incrédulo, Ella que había aprendido a creer heroicamente, aquella Mujer de la que se dijo: “Dichosa Tú que has creído”. Ella completaría la explicación de la Escritura a Cleofás y a su amigo, al narrarles cómo Ella llevaba años meditando en su corazón los misterios de Jesús.

    Jesús se les aparecía de vez en cuando iluminándolos como un relámpago en la noche; pero luego les dejaba el vacío de su ausencia. María era una luz de día y de noche: A todas horas disponible, para responder a todas las preguntas, para iluminar las conciencias, para fortalecerles en la futura vida apostólica. La presencia y solicitud de María fue algo único, irrepetible en la vida de los apóstoles.¡Qué envidia de la buena!

    María ya no era la mujer discreta y oculta que dejaba actuar a su Hijo. Ahora Ella comenzaba a ejercer su plena maternidad sobre la Iglesia niña, comenzaba a ser Madre de la Iglesia.

    Resucítanos, OH Madre, como a los primeros apóstoles; acompáñanos ahora que lo necesitamos como entonces o más que entonces; sigue ejerciendo tu maravillosa y oportuna maternidad sobre estos hijos tuyos que deben vivir rodeados de lobos y de constantes peligros. OH Madre bendita de la Pascua, infúndenos la alegría de vivir, de ser tuyos y de Jesús de tal forma que llenemos de alegría pascual al mundo entero.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC 

    jueves, 17 de octubre de 2013

    GRATITUD A SANTA MARÍA


    GRATITUD A SANTA MARÍA

    Gracias por ser Santa María.
    Gracias por haberte abierto a la gracia,
    y a la escucha de la Palabra,
    desde siempre.
    Gracias por haber acogido
    en tu seno purísimo
    a quien es la Vida y el Amor.
    Gracias por haber mantenido
    tu “Hágase” a través de todos
    los acontecimientos de tu vida.
    Gracias por tus ejemplos
    dignos de ser acogidos
    y vividos.
    Gracias por tu sencillez,
    por tu docilidad,
    por esa magnífica sobriedad,
    por tu capacidad de escucha,
    por tu reverencia,
    por tu fidelidad,
    por tu magnanimidad,
    y por todas aquellas virtudes
    que rivalizan en belleza
    entre sí y que Dios nos permite
    atisbar en Ti.
    Gracias por tu mirada maternal,
    por tus intercesiones,
    tu ternura,
    tus auxilios y orientaciones.
    Gracias por tantas bondades.
    En fin,
    gracias por ser Santa María,
    Madre del Señor Jesús
    y nuestra.
    Amén.

    LA VIRGEN MARÍA Y SU AMOROSA PROTECCIÓN


    LA VIRGEN MARÍA Y SU AMOROSA PROTECCIÓN

    Madre bondadosa,
    protege a los tentados,
    auxilia a los pecadores,
    ayuda a los pusilánimes,
    socorre a los necesitados,
    conforta a los atribulados,
    intercede por los consagrados,
    cúbrenos con tu manto protector
    y obténnos el don de experimentar
    tu maternal y amorosa protección.
    Que así sea.

    ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA ANTE LAS TENTACIONES


    ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA ANTE LAS TENTACIONES


    Madre querida
    acógeme en tu regazo,
    cúbreme con tu manto protector
    y con ese dulce cariño
    que nos tienes a tus hijos
    aleja de mí las trampas del enemigo,
    e intercede intensamente
    para impedir
    que sus astucias me hagan caer.
    A Ti me confío
    y en tu intercesión espero.
    Amén.

    IMAGENES DE LA VIRGEN MARÍA PARA COLOREAR






























    EJEMPLOS MARIANOS


    EJEMPLOS MARIANOS

    San Marcelino Champagnat, el fundador de los Hermanos Maristas, tuvo que ir en Febrero de 1823 a visitar a un moribundo en una montaña en pleno invierno. Él y su acompañante se perdieron del camino, porque todo estaba lleno de nieve y era de noche.
    Después de andar y mucho rato por entre la nieve, cuando estaba ya para morirse de frío, el viento era cada vez mas fuerte y helado, Marcelino le dijo al hermano que lo acompañaba:

    "Amigo mío, estamos perdidos si la Virgen no viene a socorrernos;
    acudamos a Ella y pidámosle que nos saque del peligro en que nos hallamos de perder la vida en medio de estos montes y de esta nieve".
    Con todo fervor rezaron aquella oración:

    «Acordaos oh Madre Santa que jamás se ha oído decir que alguno que haya implorado vuestra ayuda, haya quedado sin tu auxilio recibir. Por eso con fe y confianza humilde y arrepentido, lleno de amor y esperanza este favor os pido»

    Unos momentos después el otro hermano cayo desmayado de asfixia y de frío y cansancio.

    El Padre Champagnat trataba de reavivarlo para que no fuera a morir allí entre la nieve, y cuando llevándolo casi en peso, había caminado como cien metros, de pronto vio una luz que se movía. Dio gritos, y al poco rato llegó un campesino, los llevó a su ranchito que estaba allí cerca, escondido entre la nieve, y los salvo de morir aquella noche entre la nieve.

    La Virgen los había salvado.
    Preguntado después el campesino por que salió aquella noche de su casa con una antorcha encendida, respondió: "Yo nunca salgo de noche fuera de mi casa en invierno. Pero esa noche sentí una inspiración, como una voz dentro del alma que me urgía a dar una vuelta con la antorcha encendida alrededor de la casa, y apenas estuve fuera empecé a escuchar los gritos del Padre que pedía auxilio. Si no los hubiera llevado aquella noche a mi casa, habrían amanecido muertos por congelación en aquel páramo".
    Nuestra Señora nunca deja una oración sin atenderla.

    P. Eliécer Salesman
    Extraido de: “Ejemplos Marianos”

    EL VALOR DEL AVEMARÍA


    EL VALOR DEL AVE MARÍA 
     Reflexión.

    El Dr. Laemer sabio protestante recibió este consejo de un amigo:

    Dígale una vez cada día a la Virgen el saludo que le dio el ángel: " Salve María , llena eres de gracia, el Señor está contigo"... Lo hizo y al mes pidió ser instruido en el catolicismo y pasó a la verdadera religión.

    El Avemaría había obtenido su conversión.

    La primera Avemaría , que el ángel Gabriel le dijo a Nuestra Señora el día de la Anunciación, produjo el milagro más grande de la historia, la Encarnación del Hijo de Dios. Y fue el origen de nuestra salvación. Por eso los católicos jamás nos cansamos de rezarla.

    El Beato Simón Rojas, gran misionero decía : " Hasta ahora no ha habido una sola gracia que no haya logrado conseguir con el rezo fervoroso del Avemaría ".

    ORACIÓN A LA VIRGEN DOLOROSA


    Oración a la Virgen Dolorosa
    Beato Miguel Pro

    Déjame pasar la vida a tu lado, Madre mía. Acompañando tu soledad amarga y tu dolor profundo.
    Déjame sentir en el alma el triste llanto de tus ojos y el desamparo de tu corazón.
    No quiero en el camino de mi vida saborear las alegrías de Belén adorando en tus brazos virginales al niño Dios.

    No quiero gozar en la casita de Nazareth de la amable presencia de Jesucristo no quiero acompañarte en tu asunción gloriosa entre coros de Angeles.

    Quiero en mi vida, las mofas y burlas del calvario; quiero la agonía lenta de tu Hijo; el desprecio, la ignominia, la infamia de la cruz, quiero estar a tu lado virgen Dolorosísima; fortaleciendo mi espíritu con tus lágrimas, consumando mi sacrificio con tu martirio, sosteniendo mi corazón con tu soledad, amando a mi Dios y tu Dios, con la inmolación de mi ser.
    Amén

    SIGNIFICADO DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO


    Significado de la imagen
    Nuestra Señora del Perpétuo Socorro

    El icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso, muy cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
    El icono de la Virgen, pintado sobre madera, de 21 por 17 pulgadas, muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza.


    Examina el cuadro. Atemorizado por la visión de dos ángeles que le muestran los instrumentos de la Pasión, el Niño Jesús ha corrido hacia su Madre, perdiendo casi una de sus pequeñas sandalias en su precipitada huida. María lo sostiene en sus brazos de manera protectora y amorosa. Pero presta atención a sus ojos. Su mirada esta fija no en Jesús sino en nosotros. ¿No es este detalle un toque de genialidad? ¿Qué mejor manera de expresar el interés de Nuestra Señora en nuestras vidas y crecimiento espiritual?

    Las pequeñas manos de Jesús también están sujetas a las de María como una forma de recordarnos a nosotros que, así como en la tierra él se puso enteramente en su manos buscando protección, así ahora en el cielo él nos confía a cada uno de nosotros en sus tiernos y amorosos cuidados.

    Este es el mensaje principal del cuadro, un icono bizantino, que no obstante, esta repleto de otros símbolos. He aquí algunos de ellos:
    1. Iniciales en griego para "Madre de Dios"

    2. Corona. Fue añadida al cuadro original por orden de la Santa Sede en 1867. Es un tributo a los muchos milagros obrados por Nuestra Señora bajo la advocación del "Perpetuo Socorro".
    3. Estrella en el velo de la Virgen. Ella es la Estrella del Mar… que trajo la luz de la luz al mundo en tinieblas… la estrella que nos conduce al puerto seguro del Cielo.
    4. Inicial griega para "San Miguel, el arcángel". Sostiene la lanza y la esponja de la Pasión de Cristo.
    5. Inicial griega para "San Gabriel, el arcángel". Sostiene la cruz y los clavos.
    6. La boca de María. Es pequeña para significar un recogimiento silencioso. Ella habla poco.
    7. Los ojos de María. Son grandes para todos nuestros problemas. Están vueltos siempre hacia nosotros.
    8. Túnica roja. Los colores que llevaban la vírgenes en los tiempos de Cristo.
    9. Iniciales griegas para "Jesucristo".
    10. Las manos de Cristo. Con las palmas boca abajo y dentro de las de su madre, indican que las gracias de la redención están bajo su custodia.
    11. Fondo amarillo. Es el símbolo del cielo, donde Jesús y María están ahora entronizados. El amarillo también brilla a través de sus ropas, mostrando así la felicidad celestial que puede traer a los cansados corazones humanos.
    12. Manto azul oscuro. Es el color que usaban la madres en Palestina. María es las dos cosas a la vez: virgen y Madre.
    13. Mano izquierda de María. Sostiene de manera posesiva a Cristo. Ella es su madre. Es una mano consoladora para todo el que acuda a ella.
    14. Sandalia caída. ¿Ha casi perdido Jesús su sandalia corriendo hacia María en busca de consuelo ante el pensamiento de su Pasión?

    ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN



     Oración a la Virgen del Carmen

    ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu Santo Escapulario diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Te rogamos, Señora, que seas nuestra defensa poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros encontremos la seguridad, y en las tentaciones salgamos victoriosos, logrando siempre tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplicamos humildemente, diciendo:

    Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

    MEDITACIONES DEL ROSARIO: QUINTO MISTERIO DOLOROSO, JESÚS MUERE EN LA CRUZ

    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    Aceptó ser madre tuya por siempre
    Meditaciones del Rosario. Quinto Misterio Doloroso. Jesús muere en la cruz
     
    Aceptó ser madre tuya por siempre

    La agonía de Jesús no fue un deslizarse sin retorno hacia la muerte. Su agonía fue consciente y eficaz; pues durante la misma hizo su testamento, maravilloso testamento.

    Al llegar a la cima la cruz yace sobre el suelo. Ya no le pesará más. Espera el abrazo de clavos en manos y pies. De ahora hasta el fin cruz y crucificado se harán uno en un abrazo de muerte. Le arrancan las vestiduras, tan pegadas estaban a la carne viva. Y ya no es dueño de nada, salvo de su humanidad desnuda, arada por los latigazos y la cruz. Así se presenta como espectáculo al mundo. ¿Qué le quedaba de dignidad a este Hombre-Dios? Su dignidad era un amor infinito, escondido tras aquella telaraña del desprecio infinito de los hombres.

    El primer clavo penetró en la mano izquierda, rompiendo todo a su paso y salpicando sangre a los ojos de los verdugos. Luego la mano derecha: Dolor sobre dolor hasta el máximo de la resistencia. Pero faltan los pies. Carne sensible, leño seco, clavo inerte ensamblados de tal forma que la carne se vuelve seca e inerte como el clavo y el leño.

    Si fueron tres horas de dolor, resultaron eternas para el que las sufría, como eterno era el amor por quienes lo soportaba. Tres horas de dolor sublime, eternidad de amor divino. ¿Será tan difícil amar entrañablemente a un ser que de forma tan heroica, tierna y total nos ha amado? Ese amor es tan tuyo como mío, hermano que caminas por la vida. Toda la existencia lo tendrás y, si no lo matas, será tuyo por toda la eternidad. Dios te amó y se entregó a la muerte por ti.

    Había dicho grandes mensajes al mundo. Parecía haber concluido de hablar. Pero no. Todavía le quedaban en el corazón sublimes revelaciones. María había sido hasta ese momento la fiel Eva que le acompañó siempre: A Belén, a Egipto, hasta el Calvario. Era su Madre, su joya, su fortaleza. Pero ahora se le ocurre –divina ocurrencia- regalárnosla a nosotros. El regalo impresiona por el donador: Dios; y por el receptor: pobres pecadores; y por la joya misma: María. Regalo sublime es poco decir. La joya más preciosa es un mineral; la flor más bella es un vegetal. El regalo aquí tiene vida y un corazón, el que más y mejor ha amado en la tierra. ¡Cuánto amor supuso este regalo! Realmente nos quiere Jesús.

    Y María, acostumbrada a la obediencia total, dijo nuevamente a Jesús: “Sí. He aquí la esclava del Señor, he aquí la madre de los hombres”. Y dijo sí a cada uno de sus hijos. Me dijo a mí: “Acepto ser madre tuya por siempre”. De Madre del Primogénito a madre de millones ... Un gracias inmenso debería oírse a lo largo y a lo ancho del mundo de parte de sus pobres, miserables, felicísimos hijos. La herencia recibida de María enriquece inmensamente al más pobre ser humano, pues puede decir con verdad: “¡Madre mía!”

    De pronto se escucha una petición, una queja, una súplica: Tengo sed”. El Creador de mundos pedía un poco de agua, porque estaba realmente muriendo de sed. Sed del amor de los hombres. Dios-Amor desea que los hombres le digan: “Te amo, Dios mío” ¿Quién no se lo puede decir?

    Sed de que todos se salven, de que todos sin excepción se santifiquen, se arrepientan. Es una sed de que otros se sacien. No es sed para Sí mismo. Dios tiene sed de que los sedientos hallen el agua viva; de que los sedientos de paz, de amor, de felicidad beban a raudales en la fuente inmortal que salta hasta la vida eterna. Lo dijo muy claro en la cruz: Tiene sed de que tú y yo nos salvemos. Y como muchos no le harían caso, por eso Jesús murió de sed en la cima del monte Calvario. La libertad humana que le dijo no fue el golpe de gracia, y lo que le hizo morir en el Gólgota.

    “¡Dios mío, Dios mío!¿por qué me has abandonado? Esta pregunta taladró el cielo y resonó en las puertas del Paraíso. Se la dirigía a quien había proclamado: “Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias”. Da por hecho el haber sido abandonado. ¿Por qué...? Era, más bien, el grito doloroso de todos los desesperados, suicidas, abandonados, moribundos sin esperanza. Jesús quiso sentir lo que sentirían todos esos desgraciados en los momentos más trágicos de su vida, para obtener de su Padre un alivio y una esperanza. Jesús quiso pedir al Padre en nombre de todos los desgraciados del mundo que se compadeciera. El Padre le respondió: “Todo el que tenga fe en Ti, Hijo predilecto, encontrará la paz y la salvación”.

    A ese mismo Padre al que al inicio de su vida le dijo: “He aquí vengo para hacer tu voluntad”, le susurra ahora, en la antesala de la muerte: “Misión cumplida. He reconciliado a la Humanidad contigo. He cumplido tu voluntad hasta los azotes, la corona de espinas, los clavos y el estertor de la muerte. ¿Estás complacido de tu Hijo predilecto?”

    Tan complacido estaba que le extendió sus brazos y su pecho para que reclinara su cabeza y así muriera, pronunciando la última palabra que brotó de su alma: “En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu”. Luego se dejó caer en aquellos brazos, y expiró. Dios murió, Dios murió, La Vida murió. ¿Por qué tenía que morir? ¿Por quién murió el Hijo de Dios? Por sus hermanos, por todos, por amor a ellos. Cristo me amó y se entregó a la muerte por mí.


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  • P. Mariano de Blas LC 
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