viernes, 14 de febrero de 2014

FELIZ SAN VALENTÍN - 14 DE FEBRERO

Autor: Edward Alberto Grullón Pimentel
Se acerca San Valentín
Si amas solamente a quienes te aman, ¿Qué mérito tiene? Y si saludas sólo a tus amigos, ¿Qué tiene de especial?

Se acerca San Valentín
Se acerca San Valentín


Ya estando muy cercanos a la celebración del día de San Valentín, “el día de la amistad y del amor”, es posible que muchos se estén cuestionando ante el hecho: ¿Qué le regalaré a "x"? ¿Qué le podrá gustar a "x"? Otros, los comerciantes, están preparando sus ofertas, estratégicas, propagandas y demás movimientos para acaparar la atención de quienes en esos días se lanzan en busca de adquirir aquel objeto que sirva para hacer sentir bien a la persona que le despierta sentimientos de amor, aprecio o cariño, ya sea su pareja o un amigo (a) cercano (a).

Ciertamente el acontecimiento es una costumbre que ha traspasado la barrera de los años logrando así configurar cierta esfera de afecto y cercanía entre las personas que practican dicha costumbre; intercambio de regalos, declaraciones de amor (tanto anónimas como públicas), declaraciones de perdón, disposición de reconciliación, entre otros son algunas de las características que rocían este tiempo, el cual gira en torno a un sólo día: el día de San Valentín.

Es precioso ver el ambiente que se forma en los centros de estudios, lugares de trabajo, núcleos familiares o cualquier otro grupo que congregue personas con la llegada de esta fecha. Es precioso el rostro de los amigos que, luego de varias semanas de intercambio secreto logran descubrirse el uno al otro y darse de mano a mano aquel obsequio tan esperado; es precioso el sentimiento que acompaña en el interior de la persona que de su pareja recibe un especial "cariñito" que de seguro otorgará una bella velada a ambos.

Encontramos, sin lugar a dudas, personas que nos alegran y que se entristecen con nosotros, que nos comprenden, que nos apoyan, que nos corrigen; que nos aman; encontramos amigos. Tanto es el amor que nos demuestran que quisiéramos expresarle nuestro afecto recíproco con un detalle, que en la mayoría de los casos es material, pero que definitivamente significa y dice mucho.

No muy distante ni distinto es nuestro San Valentín. Hacemos un bello obsequio a esa persona que tanto queremos en honor al cariño que le tenemos y esa persona que tanto nos quiere nos favorece con igual expresión de estima.

Este esquema es el que ha permanecido interno dentro de la celebración del día de San Valentín. Podemos decir que el mismo es el regente de tal acontecimiento.

Hoy día, mirando lo delicado de la realidad de las relaciones interpersonales, es necesario trascender tal esbozo; es necesario romper con lo plástico de algunos parámetros que nos rigen: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿Qué mérito tiene? Y si saludan sólo a sus amigos, ¿Qué tiene de especial? (Mt. 5, 46a.47a)

La contradicción y la duda puede acercarse a nuestra mente: “¿Cómo no premiar con un detalle especial para el día de San Valentín a aquella persona que tanto hace por mí, que tanto me comprende.....?”

Es normal que a algunos les choque y les contradiga la propuesta, y de ello no son totalmente culpables, porque es lo que la sociedad nos ha enseñado, es el molde con el que nos han venido encauzado durante nuestra vida, al menos desde que tenemos uso de razón. Entonces, ¿Es una mala práctica obsequiar un presente a alguien que queremos mucho en el día de San Valentín? Claro que no, por supuesto que no.

No estamos en contra de tan sublime práctica
!Jamás!, pero lo que sí buscamos es aquel "trascender" (al que anteriormente hicimos alusión) la mera ejecución de la misma: Dar y recibir, recibir y dar, dar a quien da; doy ya que me dan.

La invitación es a la reflexión para tan especial y esperada fecha:

¿Quién se sentirá mejor con recibir un regalo mío (sea una llamada, una visita, especialmente si esta persona está enferma, etc.) aquel a quien a menudo le sonrío, le manifiesto mi cariño, acompaño..., o aquel que necesita de mi perdón, de mi comprensión, de mi atención, de mi cercanía, de mi mano, de mi voz...?

La respuesta real, más que por pura lógica, sin lugar a dudas, está basada en el ejemplo de aquel que supo amar de verdad, que supo, con la donación de su vida al servicio de los menos atendidos, de los olvidados, "vivir un san Valentín en cada día": "No es la gente sana la que necesita médicos, sino los enfermos" (Mt. 9, 12)

Ciertamente la decisión es arriesgada, incluso, para muchos podría ser un escándalo. No es sencillo lidiar con nuestros hermanos; personas de carácter fuerte, de personalidad inestable, de sonrisa engañosa, de blanda fe, en fin, personas que tienen tanto valiosas virtudes como marcados defectos. La verdad que para muchos no lo es.

Pero, "nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado." (Heb. 4, 15) Confiemos en él, en Jesús, quien llevando el peso de su propia debilidad supo comprender a los impacientes, a los gruñones, a los mal hablados, en fin a todos (cfr. Heb. 5, 2b), para que nos ayude, nos conceda y renueve cada día el don del amor en nuestra vida.

En este próximo San Valentín, y más aún todos los días, fijémonos un poco más en aquellos a quienes menos prestamos atención, a quienes necesitan de nuestra compañía, de nuestra comprensión, de nuestro apoyo, y también fijémonos y celebremos (porque no es un error hacerlo) con nuestros más cercanos allegados, con nuestros amigos.

Queridos, si Dios nos amó aún siendo nosotros unos ingratos, unos mal geniosos, unos inmisericordes, unos egoístas, también nosotros debemos amarnos mutuamente. (cfr. 1 Jn. 4, 11)

"Pero Yo les digo, amen a aquellos con quienes es difícil la convivencia, traten de hacerlo, para que así sean hijos de su Padre que está en el Cielo. (cfr. Mt. 5, 44-45)

SAN VALENTÍN, PRESBÍTERO Y MÁRTIR, 14 DE FEBRERO



Autor: . | Fuente: MultiMedios.org
Valentín, Santo
Presbítero y Mártir, 14 de febrero

Valentín, Santo
Patrono de los Enamorados


Mártir en Roma a finales del siglo III. Entre el pueblo, el día de San Valentín está considerado como «día de la suerte», sobre todo en Alemania; y en Francia, Bélgica, Inglaterra y especialmente América, como «día de los enamorados», en que éstos se hacen promesas, felicitaciones y regalos. Esta costumbre y aquella supersticiosa idea, obedecen a diversos orígenes folklóricos y también al prestigio popular del Santo como milagrero. — Fiesta: 14 de febrero. 

El árbol maravilloso del Cristianismo necesita siempre del riego fertilizante de la sangre de los mártires. Árbol que brotó de las ondas de un manantial divino en la cima del Calvario, sus primeros brotes adquirieron vigor y frescura en las rojas oleadas que alzaron las persecuciones de los primeros siglos de la Iglesia. 

En sus tiempos primitivos, como en el siglo XX, en que vivimos, el cristianismo sigue vigorizándose con la sangre de sus héroes. Nunca han faltado ni jamás faltarán en la Iglesia de Cristo estos testigos de fe, que llegan hasta la generosa entrega de la vida. 

La mayor parte de noticias que de San Valentín romano han llegado hasta nosotros proceden de unas actas apócrifas; por esta causa se hace difícil conocer con exactitud su vida e incluso distinguir entre los hechos que realmente le pertenecen y los de las vidas de otros varios santos que llevan su mismo nombre y que la iglesia desde muchos siglos venera también como mártires. Reseñaremos los que se le atribuyen unánimemente. 

Con todo, lo importante en la historia de San Valentín, como en la vida de cuantos cristianos han sido elevados por la Iglesia al honor de los altares, es que seamos capaces de captar la lección que nos traen y que es, en definitiva, el fin principal que la ha movido a darles culto. 

San Valentín es para nosotros una ciertísima lección de vida cristiana, llevada hasta el heroísmo, hasta la más plena identificación con Cristo: el martirio. 

Situémonos a finales del siglo III. Es la era de los mártires. Por todo el Imperio romano corre el huracán de la persecución. 

Valentín, presbítero romano, residía en la capital del Imperio, reinando Claudio II. Su virtud y sabiduría le habían granjeado la veneración de los cristianos y de los mismos paganos. Por su gran caridad se había hecho merecedor del nombre de padre de los pobres. 

No podía ser desconocida de la corte imperial la influencia que ejercía en todos los ambientes romanos, y quiso el mismo emperador conocerlo personalmente. Valentín, en aquella entrevista, no dejaría de interceder en favor de su fe católica y contra el estado de persecución en que a menudo se encontraba sumida la Iglesia. 

El soberano, que estaba interesado en granjearse la amistad y la colaboración del inteligente sacerdote cristiano, escuchó con agrado sus razones. Por eso intentó disuadirle del que él creía exagerado fanatismo; a lo que replicó Valentín evangélicamente: «Si conocierais, señor, el don de Dios, y quién es Aquel a quien yo adoro, os tendríais por feliz en reconocer a tan soberano dueño, y abjurando del culto de los falsos dioses adoraríais conmigo al solo Dios verdadero». 

Asistieron a la entrevista, un letrado del emperador y Calfurnio, prefecto de la ciudad, quienes protestaron enérgicamente de las atrevidas palabras dirigidas contra los dioses romanos, calificándolas de blasfemas. Temeroso Claudio II de que el prefecto levantara al pueblo y se produjeran tumultos, ordenó que Valentín fuese juzgado con arreglo a las leyes. 

Interrogado por Asterio, teniente del prefecto, Valentín continuó haciendo profesión de su fe, afirmando que es Jesucristo «la única luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo». 

El juez, que tenía una hija ciega, al oír estas palabras, pretendiendo confundirle, le desafió: «Pues si es cierto que Cristo es la luz verdadera, te ofrezco ocasión de que lo pruebes; devuelve en su nombre la luz a los ojos de mi hija, que desde hace dos años están sumidos en las tinieblas, y entonces yo seré también cristiano». 

Valentín hizo llamar a la joven a su presencia, y elevando a Dios su corazón lleno de fe, hizo sobre sus ojos la señal de la cruz, exclamando: «Tú que eres, Señor, la luz verdadera, no se la niegues a ésta tu sierva». 

Al pronunciar estas palabras, la muchacha recobró milagrosamente la vista. Asterio y su esposa, conmovidos, se arrojaron a los pies del Santo, pidiéndole el Bautismo, que recibieron, juntamente con todos los suyos, después de instruidos en la fe católica. 

El emperador se admiró del prodigio realizado y de la conversión obrada en la familia de Asterio; y aunque deseara salvar de la muerte al presbítero romano, tuvo miedo de aparecer, ante el pueblo, sospechoso de cristianismo. Y San Valentín, después de ser encarcelado, cargado de cadenas, y apaleado con varas nudosas hasta quebrantarle los huesos, unióse íntima y definitivamente con Cristo, a través de la tortura de su degollación. 

¿Por qué el folklore se ha venido aliando tan intensamente y en tantos países con la festividad de San Valentín romano? Y reduciendo la cuestión: ¿Por qué se atribuye a San Valentín el patronazgo sobre el amor humano, atribución que es, evidentemente, el origen y la explicación de todas las restantes manifestaciones de la devoción o de la simpatía popular al Santo? 

Aparte la posible trasposición de algún hecho, tradición o leyenda, de otros Valentines al mártir de Roma, que explicaría ciertas expansiones, dicha atribución puede ser debida a dos motivos, separadamente considerables o perfectamente conjuntables: 

1º Nuestro San Valentín fue martirizado en la Via Flaminia hacia el año 270, seguramente en los inicios de la primavera, cuando en la naturaleza se anticipa el júbilo expectativo de la fecundidad y de la pujanza. En los siglos antiguos y medievales, empiezan a venir a Roma numerosos peregrinos, entrando por la Puerta Flaminia, que se llamó Puerta de San Valentín, porque allí, en recuerdo de su martirio, el Papa Julio I, en el siglo IV, mandó construir en su honor una basílica. 

Esos romeros coincidían con los días del aniversario del Santo; y de retorno a sus países, se llevarían de él o de su templo alguna reliquia o memoria. Ahora bien: no es cosa rara en la primitiva Iglesia el empeño de cristianizar fiestas o costumbres de matiz pagano, y en primavera no faltaban en la Roma gentílica festejos dedicados al amor y a sus divinidades. Fácilmente se inclinaría a los fieles a invocar a San Valentín —mártir primaveral— como protector del amor honesto. La invocación brotaría en Roma y sería transportada por los romeros a sus tierras y naciones, principalmente por los que cruzaban la Puerta Flaminia, norte arriba de Europa. 

2º motivo: Hemos hecho notar el prestigio de que gozaba el Santo como sacerdote. ¡En cuántas familias sería efectiva su influencia, cuántos enlaces matrimoniales habría bendecido! Positivamente, no faltan noticias biográficas tradicionales que así lo afirman. 

En las Catacumbas y en casas de cristianos, no sumarían cantidad exigua los que habían sido asistidos por su presencia presbiteral al unirse, por el Santo Sacramento que los hizo esposos. Es natural que, después de su martirio, se le adjudicase la advocación de Patrón de los hogares y del amor conyugal. 

Trábense estas consideraciones, y quedarán perfectamente señalados los orígenes de la devoción típica y del costumbrario en homenaje al Santo. 

Lo cierto es que éste se conserva floreciente en los países del Norte europeo y americano. 

Cosa curiosa: ya en el siglo XVII, ciertos protestantes lo censuraban como de cuño papista y, al mismo tiempo, pagano. Le reconocía cierto matiz pagano, San Francisco de Sales. Pero, saturado como siempre de buen juicio y de exquisita prudencia, lo que hace él es aconsejar a los jóvenes prometidos que imiten las virtudes de San Valentín. Esto es lo que hay que desear, principalmente; rogando al excelso presbítero mártir que alcance del Señor, a la juventud cristiana que al matrimonio camina, el don del puro amor, santificador de la vida familiar.

¿QUÉ CELEBRAS TÚ EL 14 DE FEBRERO?



Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
¿Qué celebras tú el 14 de febrero?
Hay que rescatar un amor que dure, que resista, que no se rompa con el paso del tiempo.


El 14 de febrero se celebra el día del amor y la amistad. Lástima que una realidad tan hermosa se haya denigrado tanto. Porque hoy se llama amor a cosas sublimes y a cosas denigrantes. ¿Qué celebras tú el 14 de febrero? 

Hay que rescatar el amor, ese valor maravilloso que existe en el mundo. Rescatar el verdadero amor en tantos noviazgos. Rescatar el auténtico amor en los esposos. Un amor que dure, que resista, que no se rompa con el paso del tiempo. 

Y digo rescatar, porque se mezcla la perla con el barro, el egoísmo con el más puro amor. Y unos se quedan con el barro y otros se quedan con el amor. Por ello, hay que separar el oro del barro, hay que purificarlo. Porque el día que perdamos el amor, el día que no haya amor en la tierra, estaremos totalmente perdidos.

Todo depende de la fuente de ese amor, el corazón. Nadie da lo que no tiene. Si el corazón es limpio, si el corazón es puro, si el corazón está sano, el amor que de él proceda será auténtica perla, auténtico amor. Si el corazón está podrido, no podemos pedir que brote de él un amor auténtico sino puro egoísmo. 

Preguntémonos: ¿Qué clase de amor es el que hay en nuestro corazón? 

¿Dónde está el verdadero amor? Que me lleven allí, o me muero.

jueves, 13 de febrero de 2014

LA VIRGEN MARÍA ES LÁMPARA ENCENDIDA

María, lámpara encendida
SS. Juan Pablo II


En ella se realizan
las promesas de nuestra salvación;
en Ella se refleja la belleza primera
con la que Dios concibió a la humanidad.

En Ella se restablece el coloquio de los
Angeles con el hombre inocente;
en Ella reaparece la integridad virginal
que el mundo admira y que no tiene.

En Ella se cumple el misterio soberano
de la Encarnación que glorifica a Dios
y trae la paz a la tierra.

En Ella, el silencio profundo del alma perfecta y
abierta hacia el infinito, se transforma en amor,
en palabra, en vida, se hace Cristo.

En Ella, toda piedad, gentileza,
soberanía y poesía es viva;
en Ella el dolor se hace tan acerbo que
ningún otro corazón de madre puede igualarlo.

En Ella, tanto la fe como la esperanza, la fortaleza y la bondad, la humildad y la gracia con esa estela de realismo y misterio tienen expresiones
sobrehumanas.

En Ella cual cirio encendido,
se irradia a Cristo y su Espíritu.

ORACIÓN POR LAS MADRES

ORACIÓN POR LAS MADRES

Señor: tu también tienes una Madre. La tuya está en el cielo. Es María, pero en algún tiempo estuvo en la tierra. Ayúdanos. pues, a pedir por nuestras madres, aunque tu no necesitas pedir por la tuya. Ellas -nuestras madres- siempre están pidiendo por nosotros. Justo es que nosotros alguna vez pidamos por ellas.

De las madres se han dicho cosas bellísimas. Todas se las merecen ellas.
Ojalá nunca pudiera decirse nada malo de las madres. Sin embargo..., y para que no se diga. Señor. concédenos madres que sepan cuál es e1 fin principal de ellas: la maternidad. Que jamás traicionen esa misión tan maravillosa.

Concédenos madres que sepan amar a sus hijos con amor intenso, con amor cristiano. El amor de instinto no basta.
Que amen a Dios en sus hijos. Que todo su amor sea para encaminarlos a Él.
Con amor que lleve hasta el sacrificio. La madre debe ser toda para sus hijos. Tiene que ser capaz de sacrificar por ellos su cuerpo, su belleza.
Olvidarse de todo menos de que es madre.

Siempre para sus hijos. No sólo madre al traerlos al mundo, si no siempre. Hasta la muerte.
Que críen a sus hijos con esmero y delicadeza, y que sean ellas quienes los eduquen directamente. No hay pretexto que las exima de ese deber.

Educándolos. vigilándolos; con una educación completa, con una vigilancia llena de amor y caridad.
Haz, Señor, que el modelo de nuestras madres sea tu Madre bendita. Que la protectora de nuestras madres sea ella, Maria. Que a ella acudan en sus afanes. Que a ella imiten en sus acciones. Ella, Maria, tu Madre -también nuestra Madre- siguió todos tus pasos, sin dejar un instante de manifestar.. Madre. Así necesitamos a nuestras madres: ¡siempre madres!

Lo más sublime de una mujer es ser madre buena.
Señor, haz que así sean ellas. Amén.

SI ME DEJO ENVOLVER POR DIOS


Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Si me dejo envolver por Ti
Sólo cuando deje a Dios ser mi Amigo, mi Redentor, me abriré a las dimensiones más hermosas y alegres de la existencia humana.



¿La enfermedad más insidiosa? Construir la propia vida desde mí o desde aquello que está a mi alcance. Pensar que yo decido y yo actúo. Creer que el cambio está en mis manos. Confiar en que encontraré en este mundo el auxilio necesario para llevar a cabo todos mis deseos y proyectos.

Es una enfermedad, porque me hace centrarlo todo en este mundo contingente, frágil, pasajero; porque me hace suponer que soy autosuficiente o que basta con recibir la ayuda de quienes viven a mi lado.

Ciertamente, hay muchas personas buenas junto a mí, he encontrado mil manos amigas que me han levantado y sostenido en mi camino. Pero nadie puede llegar a lo más íntimo de mi alma, ni limpiar ese desorden profundo que me encierra en la soberbia, en la codicia, en los rencores, en la sed de actividad o de diversiones superficiales y egoístas.

Desde esa enfermedad, cierro los ojos del alma a las mil señales que Dios me lanza. Porque el único médico que puede lavarme del pecado es Cristo. Porque sólo la muerte no es un absurdo si Alguien nos espera más allá de la frontera. Porque las flores, los jilgueros y los ancianos viven y reflejan cariño porque han sido antes cuidados, de manera tierna y constante, por las manos del Dios bueno.

Por eso, para salir de mis enfermedades, para romper con la soberbia, para aprender el humilde y magnífico camino del servicio, necesito dejarme envolver por Ti.

Sólo cuando Te deje ser mi Amigo, mi Redentor, mi Dios, me abriré a las dimensiones más hermosas y más alegres de la existencia humana. Sólo cuando acoja tus palabras, tus susurros, tus silencios, estaré listo para iniciar una vida nueva. Sólo cuando Te deje rodearme con tus manos heridas descubriré que toda vida puede salir del fango del pecado y entrar en el mundo, magnífico, de la misericordia divina...

CRONOLOGÍA DE FÁTIMA

Cronología de Fátima

13 de mayo, de 1917 -Primera aparición de la Virgen a los tres pastorcitos en Fátima.

13 de octubre, de 1917 -Ultima aparición de la Virgen a los tres pastorcitos y milagro del sol.

28-04-1919 -Se inicia la construcción de la Capillita de las Apariciones.

13-10-1921 -Se permite por primera vez celebrar la Santa Misa.

13-10-1930 -El obispo de Leira declara dignas de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.

13-05-1931 -Primera consagración de Portugal al Inmaculado Corazón de María, hecha por el Episcopado Portugués, siguiendo el mensaje de Fátima.

31-10-1942 -Pío XII, hablando en portugués por la radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María, haciendo mención velada de Rusia, según pedido por Nuestra Señora.

13-05-1946 -La estatua de Nuestra Señora de Fátima ubicada en la capillita es coronada por el Cardenal Marsella, Legado Pontificio. La corona fue ofrecida por las mujeres portuguesas en agradecimiento por haber librado a Portugal de la Segunda Guerra Mundial.

13-05-1967 -El Santo Padre Pablo VI viaja a Fátima en el cincuentenario de la primera aparición para pedir la paz del mundo y la unidad de la Iglesia.

12-13 de mayo, de 1982 -El Santo Padre Juan Pablo II viaja a Fátima como peregrino para agradecer el haber salido bien del brutal atentado sufrido exactamente un año antes en la plaza de San Pedro y de rodillas consagra la Iglesia, los hombres y los pueblos, al Inmaculado Corazón de María, haciendo veladamente mención de Rusia.

25-03-1984 -En la Plaza de San Pedro, delante de la Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el mundo al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los obispos del mundo que previamente habían sido notificados para que se uniesen con Su Santidad en esta consagración. Mas tarde Lucía confirma que esta consagración satisface la petición hecha por la Virgen.

12 al 13-05-1991 -El Santo Padre Juan Pablo II vuelve a Fátima por segunda vez como peregrino, en el 10mo aniversario de su atentado.

13 de mayo, del 2000 - El Santo Padre Juan Pablo II, en su tercera visita a Fátima y ante mas de 1 millón de peregrinos (entre ellos nosotros), beatifica a Francisco y Jacinta y revela la tercera parte del "secreto de Fátima". Un momento histórico de gran trascendencia. El Papa confirma una vez mas la importancia de los mensajes y de la santidad heroica de los niños videntes. Los presenta como importantísimo ejemplo oración, amor y penitencia. Reconoce la trascendencia los mensajes que la Virgen les comunicó.

Actualmente en Fátima hay unas 50 casas de religiosas femeninas y unas 15 congregaciones masculinas incluyendo seminario.-

Anualmente el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima es visitado por cuatro millones de peregrinos

ODA A LA AMISTAD


Oda a la amistad

Los amigos se ayudan entre ellos y se comprenden.
Hacen lo imposible el uno por el otro.
Te dan la mano.

Te sonríen con afecto cuando mas lo necesitas.
Te escuchan y entienden lo que acaso no digas con palabras.
Te quieren y recuerdan siempre en sus plegarias...
Un amigo sabe que hay que hacer.
Puede ahuyentar las nubes de tu vida con sus palabras sabias.

A veces te parece que los dos tienen un idioma propio, secreto entre los dos
Un amigo sabe apoyarte, darte fuerza, y alumbrar tu vida con la risa.
Un amigo comprende lo que sientes y lo que quieres.
Un amigo sabe tus sueños mas secretos.
Cuando tu alma rebosa de ilusiones y necesita decírselas a alguien sin fingir, ni mentir, las compartes con un amigo.

Al recibir buenas noticias, el amigo es el primero a quien llamas.
Cuando estas amargado, el amigo es el que trata de secar tus lagrimas.
Los amigos alumbran tu vida.
Te alientan con su presencia, no importa si están lejos o cerca.
Un amigo es un precioso regalo y un tesoro
Que todo el oro del mundo no puede comprar.

LA FÁBULA DEL SANTO ROSARIO

Fábula del rosario

Paseaba un día el apóstol Santo Tomás por los jardines del cielo, cuando vió pasar un alma que no resplandecía tanto como las demás... y luego vió otra... y una más... De inmediato fue a reclamarle a San Pedro...

“Oye, Pedro, ¿por qué andan por ahí algunas almas que luego luego se ve que no tienen tantas cualidades y virtudes como las demás?”
Pedro le contestó un tanto nervioso, ya que Tomás era capaz de armarle un escándalo que hasta el puesto le podía costar.
“¿Dónde, tú?” “Por todos lados” indicó el quejoso.
“Vamos a ver” dijo Pedro, y saliendo de la portería se dirigieron a los jardines...
en efecto por doquier se veían almas que no resplandecían tanto, sin embargo se veían felíces de estar ahí.

“Pues mira, esos no han pasado por la puerta.
Yo no los hubiera dejado entrar...” puntualizó Pedro.
“Pues entonces aquí está pasando algo raro, y más nos vale que investiguemos.”
Dijó con determinación Tomás, el cual necesitaba ver el origen de la situación.
Decidieron recorrer las bardas del Paraíso, y para su sorpresa encontraron un gran agujero en un de las bardas, la que quedaba más cerca de la Tierra.

“¡Andale, por aquí se están colando¡” dijo con aire triunfal Tomás.
“El que hizo esto lo va a pagar caro con nuestro Dios, que aunque bueno, es muy justo...” sentenció Pedro.

Se acercaron ambos al agujero, y con sorpresa descubrieron que había atado de ahí un inmenso rosario que llegaba hasta la Tierra, y muchas almas por ahí venían subiendo.

apóstoles se voltearon a ver con cara de sorpresa y consternación... tras un silencio, Pedro dijo: “Ay, María no ha cambiado nadita... desde que la conocí en Caná supe que era de esa gente que no deja de estar ayudando...” (Jn 2, 1-11)
Tomás resignado dijo: “Si ni su Hijo se le escapa, ¿te acuerdas que no quería hacer aquel milagro, y con una sola mirada de Ella se dobló?”
Pedro concluyó diciendo: “Mira, Tomás, tú y yo no hemos visto nada...” .

“¿Ustedes también?” resonó una voz que los sobresaltó...
Con cara de asustados voltearon hacia el Trono de la Majestad de Dios...
pero lo que percibieron fue una gran sonrisa...

APARICIONES DEL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA


Apariciones del Ángel de La Paz en Fátima

Un tiempo antes de la manifestación de Nuestra Señora de Fátima, los niños Videntes, tuvieron tres apariciones de un Angel. La primera tuvo lugar en la primavera de 1916 en la cueva "Loca de Cabeco".

El Angel les dijo: " No teman. Soy el Angel de la Paz. Recen conmigo."

Luego se arrodillo en la tierra, se inclino y dijo :
"Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te adoro y Yo te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen , que no te adoran y no te aman."

Lo repitió tres veces, se levanto y le dijo a los pequeños "Recen de esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a sus súplicas." Luego desapareció.

En la segunda aparición, entre otras cosas, el Angel les dijo: "Yo soy el Angel de su guardia, el Angel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe".

En la tercer aparición: El Angel nuevamente se apareció en la cueva Loca de Cabeco, llevaba consigo un cáliz y sostuvo sobre él, una Hostia. Repitió tres veces esta oración:

"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en acto de reparación por los sacrilegios, ultrajes e indiferencia por la cual Él Mismo es ofendido. Y mediante los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo le pido la conversión de los pobres pecadores."

Después le dio la Hostia a Lucía y ofreció el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco para que lo bebieran. Volvió a repetir la oración y se marcho.

ORACIÓN A JESÚS SOLITARIO EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO


Oración a Jesús solitario en el Santísimo Sacramento
 (antes de acostarse)

¡Oh Divino Jesús! que durante la noche estáis solitario en tanto tabernáculos del mundo, sin que ninguna de vuestras criaturas vaya a visitaros y adoraros. Yo os ofrezco mi pobre corazón, deseando que todos sus latidos sean otros tantos de amor y adoración. Vos, Señor, estáis siempre en vela bajo las especies Sacramentales, vuestro amor misericordioso nunca duerme ni se cansa de velar por los pecadores.

¡Oh Jesús amantísimo!, ¡Oh Jesús solitario!, haced mi corazón cual lámpara encendida; en caridad se inflame y arda siempre en vuestro amor. Vela ¡oh centinela Divino!, vela por el mísero mundo, por los sacerdotes, por las almas consagradas, las extraviadas, por los pobres enfermos cuyas noches interminables necesitan tu fortaleza y tu consuelo, por los moribundos y por ésta tu humilde sierva que, para mejor servirte, descansa pero sin alejarse de Ti, de tu Sagrario... donde vives en la soledad y el silencio de la noche.

Sea siempre bendito, alabado, adorado, amado y reverenciado el Corazón Sagrado de Jesús en todos los Sagrarios del mundo. Amén.

miércoles, 12 de febrero de 2014

LA FELICIDAD


La felicidad

En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces uno de ellos dijo: esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaremos creando nuevos dioses.

Debemos quitarles algo, pero, ¿Qué les quitamos?
Después de mucho pensar uno de ellos dijo:
Ah,¡ ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la encuentren jamás.

Propuso el primero:
Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo; a lo que inmediatamente repuso otro: no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.

Luego propuso otro:
Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y otro contestó:
no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va construir una esquina por la que pueda entrar y bajar y entonces la encontrará.

Uno más dijo:
Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.
Y le dijeron:
No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien va construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.

El último de ellos, era un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo: creo saber a donde ponerla para que realmente nunca la encuentren, todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:

¿En dónde?
La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.
Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

ORACIÓN A SANTA BERNADETTE SOUBIROUS


ORACIÓN A SANTA BERNADETTE SOUBIROUS


¡Oh bienaventurada Bernardita! Acuérdate que la Virgen te dijo en la Gruta: "Ruega por los pecadores", para que se conviertan y hagan penitencia. Ruega por mí, pecador, para que Dios perdone mis pecados. Ruega por mí a María Inmaculada, pues confío en que te concederá cuanto la pidas, porque fuiste su confidente en la Gruta de Lourdes. Así como Ella te prometió "hacerte feliz en el otro mundo", te concederá que hagas felices a los que devotamente acudan a ti. A ti, pues, acudo humildemente, suplicándote no me dejes ni me abandones hasta verme contigo en el cielo. Amén.

ORACIÓN DE MISERICORDIA A LOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA


Oración de Misericordia a los Corazones de Jesús y María
San Juan Eudes

Oh benevolísimo y misericordísimo 
Corazón de Jesús, 
estampa en nuestros corazones 
una imagen perfecta de tu gran misericordia, para que podamos cumplir el mandamiento que nos diste: 
"Serás misericordioso como lo es tu Padre ".

Madre de la misericordia, 
vela sobre tanta desgracia, tantos pobres,tantos cautivos, tantos prisioneros, tantos hombres y mujeres que sufren persecución en manos de sus hermanos y hermanas, 
tanta gente indefensa, 
tantas almas afligidas, 
tantos corazones inquietos.
Madre de la misericordia,
abre los ojos de tu clemencia
y contempla nuestra desolación. 
Abre los oídos de tu bondad 
y oye nuestra súplica.
Amorosísima y poderosísima abogada, 
demuéstranos que eres en verdad
la Madre de la Misericordia.

EL AGUA MILAGROSA DE LA GRUTA DE LOURDES

ME CURÉ MILAGROSAMENTE
CON EL AGUA DE LA GRUTA DE MASSABIELLE, LOURDES

Ha dicho el Papa Juan Pablo II recordando su peregrinación a Lourdes en l983: "Donde está la Virgen presente, allí abunda la gracia y allí se registra la curación del hombre: curación en el cuerpo y en el espíritu".
De estas palabras del Papa nos da testimonio ERNEST JUNQUÉ TORT, al que devolvió la vida la Virgen María en sus tiernos años. Reproducimos sus palabras trasmitidas en una conversación con nuestro Consiliario.


Era el mes de julio de l963, cuando contaba yo solamente siete meses. De repente se me presentaron los terribles síntomas de una enfermedad que parecía desconocida. Luego se diagnosticaría como leucemia. ¡Dios mío, leucemia a mis siete meses! Entre tanto la medicación nada conseguía en mi pequeño y débil cuerpo. El mal avanzaba. Cada vez estaba peor. Finalmente al comprobar que los tratamientos médicos nada conseguían para detener el avance del mal, el Dr. Pedrerol, muy buen médico pediatra de Vilafranca, que llevaba mi caso, les dijo a mis padres que hicieran el esfuerzo de llevarme a Barcelona, para que las eminencias del Hospital Clínico de aquella ciudad tal vez encontraran una solución a mi enfermedad y recobrara la salud.

Trasladado urgentemente al Clínico de Barcelona, comenzaron los doctores de aquel centro una larga serie de pruebas para dictar seguros qué enfermedad tenía y el proceso necesario para mi curación. Los resultados fueron fatales. No había posibilidad alguna de curación. 

Efectivamente la leucemia me consumía. Cada día que pasaba en el Hospital Clínico se arruinaba más mi pequeño organismo de siete meses. Mis padres, que eran y son unos modestos agricultores –mi padre pastor, que conoce todos los caminos de la montaña y aun del llano de Tarragona– y que nunca se habían visto en un problema semejante pasaron unos días de angustia. ¡Cuánto debo a la bondad de mis padres y a su sacrificio! El caso es que tenían que vivir en Barcelona a mi lado, y entrar en unos gastos muy superiores a lo que ellos podían. Ahora comprendo lo que son los padres con los hijos antes de que tengamos conocimiento. Siguieron las pruebas y al final le dijeron claramente a mi padre, que no había remedio humano y que necesariamente moriría en pocas horas. Parecía un pequeño cadáver como esos que se ven hoy de los pobres países donde se mueren niños de pura hambre. Mi pobre cuerpo –me dicen mis padres– tenía solamente un hilo de vida. Los médicos aconsejaron a mis padres que ya no se movieran de Barcelona y que si querían llevarme a enterrar a mi pueblo, que podrían hacerlo a las pocas horas. Viajar en este estado era obligarme a morir en el viaje de regreso. Yo, Ernesto, me moría sin remisión a mis siete meses de vida.

El tiempo urgía. Trasladar mi cuerpo muerto desde Barcelona les hubiera costado días, dinero y una larga tramitación de gestiones, pues no es fácil trasladar un cadáver sin muchas cosas previas. Por eso mis padres decidieron que les entregaran a su hijito y en apariencias aún con vida llevarme a enterrar en el sencillo cementerio de mi pueblo. Aunque los doctores del Clínico desaconsejaban el traslado en tales condiciones, gracias a la influencia de un gran sacerdote, mosén.José Bachs Cortina, que era amigo de mi padre y era uno de los fundadores de Asociación Sacerdotal de San Antonio María Claret, se consiguió que entregaran mi cuerpecito a mis padres. Un colaborador de los ministerios de caridad de mosén Bachs, el taxista Marcelino, que luego había de emparentar con mi familia, me tomó en su taxi. Su madre me llevaba en brazos en la parte trasera del coche. Mis padres iban en otro vehículo. Así comenzó el viaje de Barcelona a nuestro pueblo. Pero aquella santa mujer que me llevaba en sus brazos llevaba con ella un tesoro. Una botellita con agua de Lourdes. Pese a darme ya por muerto, invocó a la Virgen Santísima y dejó caer una gotas del agua de la Virgen en mis labios sin vida. Con sorpresa comprobó que entraba el agua en mi garganta. Prosiguió entonces en darme más veces traguitos de agua y empecé a respirar con suavidad y a volver a mí la vida que parecía había huido ya. Cuando llegamos a mi casa el panorama había cambiado completamente. Yo, Ernesto vivía y dentro de mi debilidad vivía sin tratamiento alguno. Nadie podía creerlo. La sorpresa del bueno del Dr. Pedrerol no es para descrita. A pesar de todo y de apreciar mi mejora, como buen médico le pareció muy prudente seguir poniendo los medios humanos, pues el Señor quiere que colaboremos con sus gracias poniendo todos los medios a nuestro alcance. Se me fueron haciendo pequeñas trasfusiones de sangre de mi padre que era el único que podía hacérmela. Pero yo ya lo recibía todo, sin reacciones extrañas porque asimilaba lo que se me administraba, porque en realidad estaba ya curado de mi enfermedad por la Virgen María. Así año tras año, me revisaban los doctores y no encontraron ya residuos de mi antigua leucemia. A mis diez años me examinaron de nuevo muy a fondo y se vio que era un muchacho completamente normal, fuerte, lleno de salud. Fui con mis padres a Lourdes para dar gracias a la Virgen. ¡Qué emoción! Llevo a Lourdes en mi pecho. Siempre que puedo voy allá con mi mujer y mi hija, o solo con los enfermos y para ayudar a los necesitados de consuelo. El pequeño arbolado de nuestra finca familiar está presidido por la imagen de la Inmaculada como en Lourdes. Me siento consagrado a Ella.

Hoy han pasado 36 años de aquel terrible día en el que mis padres escucharon en el Hospital Clínico de Barcelona, que tenía leucemia y que no había curación para mí en la ciencia médica. Vivo en la actualidad feliz con mi esposa Dolores, con mi hija Jesica y con mis padres. A todos los amo de todo corazón. Amo la revista AVE MARIA que me habla de la Virgen. Sigo siendo lo que mi familia ha sido. Un trabajador de bien y honrado. Pero hay algo grande en mi vida. La Virgen me ha curado. A Ella le debo mi vida. Quiero que mi vida y la de los míos sean para Ella también.


Ernest Junqué Tort
La Bisbal del Penedès, Tarragona



ORACIÓN A LA ROSA DE GUADALUPE


martes, 11 de febrero de 2014

LOS SIGNOS DE LOURDES - 11 DE FEBRERO

LOS SIGNOS DE LOURDES

Lourdes propone también varios signos de Fe, como la luz, el agua, las peregrinaciones, la oración y la reconciliación ....


La oración.-
Todos los encuentros de la Virgen María con Bernardita se dan en un clima de oración: la señal de la cruz; el rezo del rosario que la Señora sólo desgrana sin pronunciar palabra; la insistencia de la Virgen de rezar por los pecadores .... La oración nos es un refugio que nos aleja de nuestros deberes, sino justamente un compromiso y una fuerza para cambiar el mundo.

Peregrinos de la fe.-
Multitudes de peregrinos acuden diariamente a los santuarios marianos dispersos por todo el mundo. Desde la Gruta de Lourdes, María nos invita a la peregrinación: “Vengan aquí en procesión ...”. Toda nuestra vida es un caminar con Cristo hacia el Padre. El cristiano no puede quedarse cómodo y egoísta; no puede encerrarse en sí mismo, tiene que caminar con sus hermanos. Como el pueblo de Dios en la Biblia, como María, como Jesús, como la Iglesia de todos los tiempos, estamos invitados a ser peregrinos, pueblo de hermanos en camino ...

Reconciliación.-
Como en Lourdes de Francia, también el Santuario de la Gruta es un lugar de reconciliación y de paz. A la invitación de la Virgen María que muchas veces pide “Penitencia”, una verdadera conversión de vida y de corazón. El sacramento de la Reconciliación, donde confesamos nuestras faltas, nos da el perdón y la paz con Dios y con los hermanos.

El agua de la vida.-
El agua es un signo sencillo y claro, de vida y de fecundidad. El agua común y corriente es de por sí un prodigio de vida, un símbolo de salud y pureza ... pero para los cristianos es también símbolo de Bautismo y de la vida nueva en Cristo. La invitación de la Virgen de Lourdes a beber y lavarse en el agua de la fuente, nos hace renovar nuestro deseo de vida nueva, nuestras promesas bautismales: aceptar que Jesús, la Vida verdadera, viva en nosotros.

La Luz de la Fe.-
Cuando un peregrino deja una vela encendida en un santuario es para simbolizar que deja su corazón delante del Señor y de la Virgen, y es un gesto muy delicado y respetable. Pero en la liturgia de la Iglesia el verdadero significado de las velas encendidas converge en el Cirio pascual, signo de Cristo Resucitado, que es la Luz del mundo. En el Bautismo se nos dio esta luz con las palabras “Recibe la luz de Cristo”, y a María le podemos pedir que nos ayude a acrecentar nuestra fe y a ser luz para los demás.

Los Pobres.-
La Virgen María se apareció en un lugar pobre, una gruta humilde que recordaba la del nacimiento del Niño Dios en la pobreza; se apareció a una niña pobre, recordando que el mensaje del Evangelio es buena noticia para los pobres. Toda la historia de las apariciones, es una historia de niños pobres, enfermos y necesitados ... y es por eso que los santuarios se transforman en lugares de solidaridad y esperanza. En este sentido también las promesas y ofrendas de los peregrinos tienen que poseer un carácter de entrega y agradecimiento a Dios y a la Virgen, pero también de comunión y solidaridad con los hermanos más pobres.

Los Enfermos.-
Bernardita fue una niña pobre y enferma. Por estas características todos los niños, los pobres y los enfermos pueden considerar al santuario de Lourdes como su casa.
Es por eso que el Papa, Juan Pablo II, ha querido proclamar el Día Mundial del Enfermo justamente en la fiesta de las apariciones de Lourdes el 11 de Febrero. También en el Santuario de la Gruta en Montevideo, se explicita este amor preferencial por los enfermos. Se reza y se intercede por los que no pueden venir y se reciben y bendicen a los que pueden acercarse.

La Cruz de Cristo.-
La Virgen María en sus apariciones a Bernardita hace la señal de la cruz. Ella participó y sigue participando de la obra de redención de su Hijo Jesús.
La imagen de Cristo, con sus brazos clavados, la cabeza inclinada, el Corazón abierto por la lanza, todo nos confirma que: “No hay AMOR más grande que dar la vida”.
Los peregrinos pasan unos instantes frente a la Cruz del Calvario para recobrar fuerza en su camino de fe y de amor. Al pie de la cruz, como María expresa su compromiso de querer participar con Cristo en la redención del mundo.

Una Promesa de Felicidad.-
Lourdes nos habla de felicidad. No la felicidad pasajera de quien vive en un mundo de fantasía, no la felicidad de las propagandas comerciales o de los poderosos de este mundo, sino la felicidad verdadera del Evangelio de Jesús. María participó de esta felicidad “por haber creído”, participó de las bienaventuranzas de su Hijo por ser pobre y humilde, recta y solidaria, hambrienta de justicia y de paz. María cantó esta felicidad en su canto hermoso, el Magníficat.
Cuando hacemos una promesa para pedir una gracia estamos deseando la felicidad y el bien.
Lejos de ser una pretensión sin méritos, las promesas deben manifestar la humilde postura del cristiano, que pone su vida y confianza en las manos del Padre Providente.

LA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, 11 DE FEBRERO

Autor: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net
La aparición de Nuestra Señora en Lourdes
Aparición de la Virgen, 11 de febrero
 
La aparición de Nuestra Señora en Lourdes
La aparición de Nuestra Señora en Lourdes

¡La Virgen se aparece a una muchacha de 14 años en Lourdes!

">Nos llena de alegría el saber que la Virgen vino a presentarse a unos niños y darnos un mensaje a toda la humanidad.

Un poco de historia

El 11 de febrero de 1858, tres niñas: Bernadette de 14 años, su hermana Marie-Toinette, de 11 y su amiga Jeanne Abadie, de 12 años, salieron de su casa en Lourdes, Francia para recoger leña. Para llegar al lugar que se les había dicho a orillas del río Gave, tenían que pasar ante una gruta natural. Las dos niñas pequeñas cruzaron el arroyo por una parte segura pero dando chillidos porque el agua estaba muy fría. Bernadette no se atrevía a pasar porque padecía de asma. Las otras dos se negaban a ayudarla y entonces ella decidió quitarse las medias. En eso estaba cuando oyó a su lado el ruido de un murmullo, como el que produce una ráfaga de viento. Levantó la cabeza y comprobó que que los arbolillos de la otra orilla estaban quietos; sólo que le pareció advertir un leve movimiento en las maleza que crecía ante la gruta, muy cerca de ella, al otro lado del arroyo. Se quedó mirando fijamente hacia la gruta y vio agitarse con fuerza las ramas de las zarzas, pero además, en un nicho dentro de la cueva, detrás y encima de las ramas, estaba la figura de una joven vestida de blanco saludando con ligeras inclinaciones de cabeza. Vestía túnica blanca, ceñida por una banda azul y llevaba un largo rosario colgado del brazo. Al verla, le pareció que hacía signos como invitándola a orar. Bernadette se arrodilló, sacó su rosario y comenzó a rezarlo. La visión también lo rezó pero sin mover los labios, sólo pasando las cuentas. No se hablaron, pero al terminar los cinco misterios, la figura sonrió y, retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció. Las otras dos niñas regresaron de recoger la leña y se echaron a reir al ver a Bernadette de rodillas. La amiga le reprochó que no hubiera ido a buscar leña y la hermana le dijo que la veía asustada, que si había visto algo que le diera miedo. Ella le contó todo, pero le pidió no decir nada a nadie. Toinette se lo dijo a su madre al regresar a casa. La mamá le dijo a Bernadette que se había engañado y que seguramente había visto una piedra. Ella le dijo que no, que era una joven y muy bella.

La madre le prohibió a Bernadette volver a la gruta. Muchos de sus vecinos que se habían enterado de lo que había pasado, le decían que debía regresar al lugar. La mamá le dijo a su hija que le fuera a pedir consejo al Padre Pomian quien no le hizo caso. Su madre le dijo que fuera a hablar con su padre y éste accedió a que volviera al lugar. Varias niñas emprendieron el camino a la gruta, llevando una botella con agua bendita y, al llegar, todas se arrodi-llaron a rezar el Rosario. Cuando iban en el tercer misterio “la misma joven blanca se hizo presente en el mismo lugar de antes”. Bernadette dijo “¡Ahí está!” a la que estaba junto de ella, pero ésta no vio nada. Otra niña le dio el agua bendita y levantándose, arrojó algunas gotas sobre la visión; la figura sonrió e hizo la señal de la cruz. Bernadette le dijo “si vienes de parte de Dios, acércate”. La figura avanzó un paso. En ese momento, Jeanne Abadie con otras niñas lanzaron una piedra que cayó en los pies de Bernadette. La visión desapareció. Pero Bernadette se volvió a arrodillar y permaneció inmóvil con los ojos fijos en la gruta. No se podía mover, su madre la regañó y nadie le creía. Pensaba que había visto un alma del purgatorio.

La tercera aparición tuvo lugar el 18 de febrero, cuando una dama llamada Millet y su hija, llevaron a Bernadette a la gruta. Llevaban una vela bendita, pluma y tinta. Las tres se arrodillaron a rezar y cuando Bernadette dijo que la había visto, le entregaron papel y tinta. Bernadette le pidió a la señora escribir su nombre y lo que quisiera. Entonces, habló por primera vez diciendo que no tenía necesidad de escribir para lo que tenía que decir y le pidió si podía ir todos los días durante una quincena. Luego añadió que no prometía hacerla feliz en esta vida pero sí en la otra y elevándose hacia el techo de la gruta desapareció.

El domingo 21 de febrero gran número de personas la acompañaron a la gruta. Esta vez la visión le pidió que orara por los pecadores. Las autoridades la interrogaron y el jefe de policía le dijo que si volvía a ir sería bajo sus propias consecuencias. A ellos les preocupaba que se estaba perturbando el orden público y que el lugar de la gruta no era un lugar seguro para las multitudes.

El día 22, Bernadette fue a la gruta a pesar de las prohibiciones, pero este día no hubo aparición. El día 23 a las 6 de la mañana, Bernadette llegó al lugar y ya había unas 200 personas. Vio la aparición y cayó en trance que duró casi una hora. Al día siguiente sucedió lo mismo.

El jueves 25, después de rezar un misterio del rosario, Bernadette comenzó a avanzar de rodillas por la subida de la cueva. Al llegar a ésta se quedó viendo el nicho y la Virgen le dijo que fuera a beber en la fuente y a lavarse en sus aguas. Le señaló con el dedo donde estaba la fuente. Encontró un charquito de agua sucia y metió las manos, pero no había suficiente agua para beber. Comenzó a escarbar pero salió turbia. Después de tres veces de sacarla con las manos, ya se podía beber. Las gentes vieron que la niña tenía la cara sucia con lodo. Parecía que mordisqueaba las hojas de una planta. Después se enderezó y se fue caminando a Lourdes. Al principio la gente se burlaba. Pero ese mismo día en la tarde, brotó un manantial de agua en la gruta y su corriente desembocaba en el río Gave. Antes de una semana, el manatial estaba produciendo 102,200 litros diarios, como sigue haciéndolo hasta hoy. El día 26 había unos 800 testigos que vieron a Bernadette inclinarse a besar el suelo.

Las visiones del 27 y 28 siguieron el curso de costumbre, aunque la muchedumbre creció. Para el primero de marzo ya habían unas mil personas, entre ellas un sacerdote. Ahí tuvo lugar una curación aunque la noticia se dio dos meses después. El 2 de marzo la Señora le pidió a Bernadette que le dijera a los clérigos que le construyeran una capilla y se realizara una procesión. El señor cura la despidió fríamente y le dijo que no. El día 3 apareció cuando la mayoría de los espectadores ya se habían ido. El 4 también se apareció y hasta el 25 de marzo que Bernadette visitó la gruta en la madrugada, le preguntó quién era y ella le respondió que era laInmaculada Concepción. Luego le pidió que le construyeran una capilla y ella le dijo que ya les había dicho pero que no le habían hecho caso y que querían un milagro como prueba de su deseo. Luego se desvaneció.

La penúltima de las apariciones tuvo lugar el 7 de abril. La última aparición tuvo lugar el 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Carmen.
Bernadette ingresó a una orden religiosa de hermanas enfermeras en 1886, a los 22 años de edad murió de tuberculosis en 1898.
A partir de esta fecha la devoción por la Virgen y las visitas a la gruta adquirieron gran importancia. Con el agua del manantial han habido muchas curaciones. Acuden miles de enfermos cada año.
El papa Juan Pablo II ha visitado este santuario.

Algunas personas te podrán decir que esto de ir a las peregrinaciones no tiene sentido, que lo mismo se le puede rezar a la Virgen en cualquier iglesia. Esto es cierto, pero también lo es el que se pueden recibir gracias especiales asistiendo con devoción a estos lugares, como se ha demostrado con las numerosas curaciones que acontecen en esos santuarios.

¡Oración!

María de Lourdes, continua tu labor de cuidado materno a nosotros tus hijos necesitados para que seamos siempre fieles a Dios.

VIRGEN DE LOURDES, INTERCEDE POR LOS ENFERMOS




AUNQUE NO PUEDAS LLEGAR A LOURDES...

Aunque no puedas llegar a Lourdes, tu fe es el verdadero instrumento que te acerca a Dios. La siguiente oración a la Virgen de Lourdes puede ayudarte a pedir la intercesión de la Virgen por la sanación de otra persona o por tu propia sanación.

¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes,
Madre de Dios y Madre nuestra!
Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos,
acudimos en las horas amargas de la enfermedad a tu maternal corazón,
para pedirte que derrames a manos llenas
el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches:
pero acuérdate de que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Ti
haya sido abandonado.
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima!
Ya que Dios obra por tu mano curaciones innumerables en la Gruta prodigiosa de Lourdes,
sanando tantas víctimas del dolor,
guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo…(dígase el nombre del enfermo/a).

Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud,
si ha de ser para mayor gloria de Dios.
Pero mucho más, alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados,
paciencia y resignación en los sufrimientos
y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios,
prisionero por nosotros en los Sagrarios.
Amén.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES



ORACIÓN A NTRA. DE LOURDES

Dóciles a la invitación de tu voz maternal, oh Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a tus pies en la humilde gruta donde aparecisteis para indicar a los extraviados el camino de la oración y penitencia, dispensando a los que sufren las gracias y prodigios de tu soberana bondad.

Recibid, oh reina compasiva, las alabanzas y súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.

¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los espíritus las tinieblas del error con la luz de la fe! ¡Oh mística rosa, socorre las almas abatidas, con el celeste perfume de la esperanza! ¡Oh fuente inagotable de aguas saludables, reanima los corazones endurecidos, con la ola de la divina caridad!

Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en las penas, protegidos en los peligros, apoyados en las luchas, amemos y sirvamos a tu dulce Jesús, y merezcamos los goces eternos junto a Ti. Amén.

Oración compuesta por Pío XII
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