jueves, 14 de agosto de 2014

LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA A LOS CIELOS - VIERNES 15 DE AGOSTO


Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid 
Asunción de Nuestra Señora
"María, levántate, te traigo esta rama de un árbol del paraíso, para que cuando mueras la lleven delante de tu cuerpo, porque vengo a anunciarte que tu Hijo te aguarda". 
15 de agosto

Asunción de Nuestra Señora
Solemnidad

Solemnidad de la Asunción de la bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, acabado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950.
Un ángel se aparecía a la Virgen y le entregaba la palma diciendo: "María, levántate, te traigo esta rama de un árbol del paraíso, para que cuando mueras la lleven delante de tu cuerpo, porque vengo a anunciarte que tu Hijo te aguarda". María tomó la palma, que brillaba como el lucero matutino, y el ángel desapareció. Esta salutación angélica, eco de la de Nazaret, fue el preludio del gran acontecimiento.

Poco después, los Apóstoles, que sembraban la semilla evangélica por todas las partes del mundo, se sintieron arrastrados por una fuerza misteriosa que les llevaba a Jerusalén en medio del silencio de la noche. Sin saber cómo, se encontraron reunidos en torno de aquel lecho, hecho con efluvios de altar, en que la Madre de su Maestro aguardaba la venida de la muerte. En sus burdas túnicas blanqueaba todavía, como plata desecha, el polvo de los caminos: en sus arrugadas frentes brillaba como un nimbo la gloria del apostolado. Se oyó de repente un trueno fragoroso; al mismo tiempo, la habitación de llenó de perfumes, y Cristo apareció en ella con un cortejo de serafines vestidos de dalmáticas de fuego. 

Arriba, los coros angélicos cantaban dulces melodías; abajo, el Hijo decía a su Madre: "Ven, escogida mía, yo te colocaré sobre un trono resplandeciente, porque he deseado tu belleza". Y María respondió: "Mi alma engrandece al Señor". Al mismo tiempo, su espíritu se desprendía de la tierra y Cristo desaparecía con él entre nubes luminosas, espirales de incienso y misteriosas armonías. El corazón que no sabía de pecado, había cesado de latir; pero un halo divino iluminaba la carne nunca manchada. Por las venas no corría la sangre, sino luz que fulguraba como a través de un cristal.

Después del primer estupor, se levantó Pedro y dijo a sus compañeros: "Obrad, hermanos, con amorosa diligencia; tomad ese cuerpo, más puro que el sol de la madrugada; fuera de la ciudad encontraréis un sepulcro nuevo. Velad junto al monumento hasta que veáis cosas prodigiosas". Se formó un cortejo. Las vírgenes iniciaron el desfile; tras ellas iban los Apóstoles salmodiando con antorchas en las manos, y en medio caminaba san Juan, llevando la palma simbólica. Coros de ángeles agitaban sus alas sobre la comitiva, y del Cielo bajaba una voz que decía: "No te abandonaré, margarita mía, no te abandonaré; porque fuiste templo del Espíritu Santo y habitación del Inefable". Acudieron los judíos con intención de arrebatar los sagrados despojos. Todos quedaron ciegos repentinamente, y uno de ellos, el príncipe de los sacerdotes, recobró la vista al pronunciar estas palabras: "Creo que María es el templo de Dios".

Al tercer día, los Apóstoles que velaban en torno al sepulcro oyeron una voz muy conocida, que repetía las antiguas palabras del Cenáculo: "La paz sea con vosotros". Era Jesús, que venía a llevarse el cuerpo de su Madre. Temblando de amor y de respeto, el Arcángel San Miguel lo arrebató del sepulcro, y, unido al alma para siempre, fue dulcemente colocado en una carroza de luz y transportado a las alturas. En este momento aparece Tomás sudoroso y jadeante. Siempre llega tarde; pero esta vez tiene una buena excusa: viene de la India lejana. Interroga y escudriña; es inútil, en el sepulcro sólo quedan aromas de jazmines y azahares. En los aires una estela luminosa, que se extingue lentamente, y algo que parece moverse y que se acerca lentamente hasta caer junto a los pies del Apóstol. Es el cinturón que le envía la virgen en señal de despedida. 

Esta bella leyenda iluminó en otros siglos la vida de los cristianos con soberanas claridades.

Nunca la Iglesia quiso incorporarla a sus libros litúrgicos, pero la dejó correr libremente para edificación de los fieles. Penetró en todos los países, iluminó a los artistas e inspiró a los poetas. Parece que resurgió, una vez más, en el valle de Josafat, allá donde los cruzados encontraron el sepulcro en el que se habían obrado tantas maravillas y sobre el cual suspendieron tantas lámparas. Como la piedad popular quiere saber, pidiendo certezas y realidades, la leyenda dorada aparece con los rasgos con que el oriental sabe tejerlos entre el perfume del incienso y azahares, adornada con estallidos y decorada con ángeles y pompas del Cielo. Se difunde en el siglo V en Oriente con el nombre de un discípulo de San Juan, Melitón de Sardes, Gregorio de Tours la pasa a las Galias, los españoles la leen en el fervor de la reconquista con peregrinos detalles y toda la Cristiandad busca en ella durante la Edad Media alimento de fe y entusiasmo religioso.

Ni fecha, ni lugar. ¿Cómo fue el prodigio? Escudriñando la Tradición hay un velo impenetrable. San Agustín dice que pasó por la muerte, pero no se quedó en ella. Los Orientales gustan de llamarla Dormición con ánimo de afirmar la diferencia. ¿Tránsito? Separación inefable. Ni el Areopagita, ni Epifanio, ni Dante acertaron a describir lo real indescriptible, inefable: el último eslabón de la cadena que se inicia con la Inmaculada Concepción y, despertando secretos armónicos, apostilla la Asunción con la Coronación que el arte de Fra Angélico se atreve a plasmar con pasta conservada en el Louvre. La Iglesia celebra, junto al Resucitado Hijo triunfante, a la Madre, singularmente redimida, Glorificada desde la Traslación.

miércoles, 13 de agosto de 2014

EL PAPA FRANCISCO VIAJA HOY MIÉRCOLES 13 DE AGOSTO A COREA


El Santo Padre comienza su viaje Corea
Francisco toma el avión este miércoles por la tarde, llegará a Seúl el jueves 14 y regresa al Vaticano el lunes 18

Ciudad del Vaticano, 13 de agosto de 2014 (Zenit.org) 

El santo padre Francisco inicia este miércoles el tercer viaje internacional de su pontificado. Tras acudir a Río de Janeiro con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud 2013 y a Tierra Santa el pasado mes de mayo para conmemorar el histórico encuentro entre el papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras, este miércoles por la tarde Francisco saldrá desde el aeropuerto romano de Fiumicino con destino Seúl.


Fue el pasado 13 de abril, tras la oración del ángelus, cuando el Papa anunció públicamente su viaje a este país asiático. "Tengo la alegría de anunciar que si Dios quiere, el próximo15 de agosto en Daejeon, en la República de Corea, encontraré a los jóvenes asiáticos en su gran concentración continental”. Después, se supo también que otro de los eventos más significativos de este viaje será la beatificación de Paul Yun Ji-Chung y 123 compañeros mártires.

En el primer día en Corea, el Santo Padre se reunirá con la presidenta, la señora Park Geun-hye, las autoridades institucionales y una representación del cuerpo diplomático. Por la tarde, será el encuentro con los obispos coreanos.

Francisco será el segundo Pontífice en visitar Corea del Sur, pero será el tercer viaje de un Papa, ya que Juan Pablo II acudió en dos ocasiones. La primer vez lo hizo en el año 1984 y la segunda fue en 1989. El primer Papa en visitar el continente asiático fue Pablo VI, cuando en 1970 realizó un visita a Irán, Pakistán, Filipinas y Samoa occidental.

La constitución de la República de Corea fue promulgada en 1948 y en diciembre de 1963 la República estableció relaciones diplomáticas con la Santa Sede. En el año 2007 el presidente de la República de Corea, fue recibido en el Vaticano por Benedicto XVI y en el 2009 su sucesor, Lee Myung Bak.

La República de Corea cuenta con una superficie de 99.268 km2 y una población de 50.220.000 de habitantes de los que 5.393.00 son católicos, el 10'7 por ciento de la población. Las circunscripciones eclesiásticas son 16, hay 1.673 parroquias y 843 centros pastorales. Realizan las tareas de apostolado 35 obispos, 4.261 sacerdotes, 516 religiosos y las religiosas son 9.016; los diáconos permanentes son 10. Hay 56 miembros laicos de Institutos seculares, 123 misioneros laicos y 14.195 catequistas. Los seminaristas menores son 395 y los mayores 1.489.  

Por otro lado, la Iglesia Católica cuenta en la República de Corea con 328 centros educativos de todos los niveles, en los que cursan poco mas de 221 mil estudiantes, además de 49 centros de educación especial. Existen también 200 centros asistenciales de propiedad de la Iglesia o dirigidos por eclesiásticos: 40 hospitales, 4 consultorios, 9 leprosarios, 513 casas para ancianos y minusválidos, 277 orfanatos y guarderías y 83 consultorios familiares y centros para la protección de la vida.

El crecimiento de la Iglesia católica en Corea del Sur ha sido muy notable. En 1949 se calculaba que la población católica era en torno al 1'1 por ciento, con apenas 81 sacerdotes y 46 parroquias. Justo después del Concilio Vaticano II era el 2'5 por ciento y a cincuenta años del acontecimiento, los católicos  en Corea son el 10'7 por ciento, de la población, los sacerdotes más de 4.600, los religiosos y las religiosas más de 10.000.

Un país, en el que el cristianismo fue introducido por los mismos coreanos, antes de la llegada de misioneros extranjeros. Fueron algunos jóvenes intelectuales, que a través de la lectura de algunos libros sobre el cristianismo, llegados de China, comenzaron a interrogarse sobre esta fe. En 1592, un misionero español, el padre Gregorio Céspedes, llego a territorio coreano, donde se quedó durante seis meses junto a un religioso japonés como capellán para los soldados. Y así, celebró y administró sacramentos a los soldados recuperados y moribundos. Precisamente en el campamento militar japonés, enseñó el catecismo a algunos prisioneros coreanos bautizándoles.

En una entrevista reciente, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, hablando sobre el viaje a Corea del Santo Padre, explicaba al Centro Televisivo Vaticano que "la importancia de este viaje está unida esencialmente a tres factores: el primero es el hecho de que el Papa, por primera vez, se dirige a Extremo Oriente, una región del mundo que adquiere una relevancia cada vez más acentuada en la política y en la economía mundial". De este modo, especifica que "va el Papa para dirigirse a todo el continente, no solamente a Corea. Sí, el viaje es a Corea, pero tiene como destinatarios todos los países del continente, gracias precisamente a esta celebración de la jornada asiática de la juventud, que se celebrará en Corea y en la que participarán representantes de jóvenes de los países cercanos". Finalmente, añade el purpurado, "el tercer aspecto es el del futuro, la juventud representa el futuro, por tanto el Papa se dirige al futuro de este continente, se dirige al futuro de Asia".

(13 de agosto de 2014) © Innovative Media Inc.

martes, 12 de agosto de 2014

GRACIAS A DIOS POR LA VIRGEN MARÍA


Gracias a Dios por la Virgen María 
Rafael Matesanz



Gracias, Señor, la Virgen
nazarena es tu Madre y mi Madre
juntamente.
A ti, te dio su carne confidente;
a mí, me da su savia de azucena.

Tú la llenaste con la gracia plena.
Ella te dio su ser enteramente.
Yo nada puedo darle: solamente
llamarla Madre inmensamente buena.

Gracias, Señor, tu dimensión materna
se llama Virgen de mirada tierna.
y es albergue de cálido cariño.

GLORIA DE MARÍA


Gloria de María
Rafael Ángel Marañón


Triunfante, en paz, de gloria ya vestida; 
 En el sublime trono recibida 
En el amor divino sumergida 
Gozas libre de mal, libre de herida. 

En la paz inefable de los Cielos 
Tienes amor y abundan tus consuelos 
Por los años fecundos que en desvelos 
Sufriste soportando luengos duelos. 

Cesó tu soledad, cesó tu llanto; 
La espléndida misión quedó cumplida 
Y eternamente gozas de su encanto. 

En el Cielo de Dios que como un manto 
Te cubre con su amor y su acogida 
Eres reina sin par y eres mi canto. 

Sin pena ni quebranto, 
A ti que eres señora y madre mía 
Te rindo mi alabanza, fiel María.

TEMAS DE CATEQUESIS: TÍTULOS DE LA VIRGEN MARÍA


TEMAS DE CATEQUESIS: LOS DOGMAS DE LA VIRGEN MARÍA


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TEMAS DE CATEQUESIS: EL ARCÁNGEL GABRIEL Y LA VIRGEN MARÍA


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TEMAS DE CATEQUESIS: ¿QUIÉN ES LA VIRGEN MARÍA?



viernes, 8 de agosto de 2014

UNA SONRISA



UNA SONRISA

Cuando pensamos en las cosas que pueden pasar en la vida, las preocupaciones, los problemas, el estrés y las luchas, nos olvidamos de una cosa que puede cambiarlo todo: y esa es una sonrisa que puede ser hallada en abundancia.

En el Hospital Christie en Manchester, lo primero que uno ve es una sonrisa en un rostro dirigida a un extraño—a mí.  Y no es algo extraño dondequiera que vayamos, hay siempre una sonrisa, un rostro cálido y un brillo. El personal es fantástico y provee un sentimiento de paz haciéndonos sentir que no nos sobrevendrá ningún daño.  ¿Y cómo es que lo logran?

Con serenidad y astucia, mientras realizan sus labores diarias con una eminente sonrisa. Pero una cosa inspira a cada uno de los pacientes, a pesar del estado de su salud, ninguno de ellos—una mezcla de todas las razas y sexos—será atendido sin una sonrisa de “oreja a oreja”. Al mirar alrededor, me animo y cobro fuerzas.

Me sumaré a este grupo sin importar por cuánto tiempo para salir de esto una persona mucho más fuerte.  Planeo sonreír más cada día ahora que he aprendido su verdadero significado.

La reflexión de hoy, escrita desde la perspectiva de un paciente en un hospital, no es en realidad tan sólo un llamado a un grupo de profesionales de la medicina, sino más bien un desafío a todos nosotros.  Y es que el autor, a pesar de su estado de salud, reconoce el valor espiritual y terapéutico que una sonrisa puede ofrecer.  ¡Caramba!

No es tan sólo que el sonreír nos bendiga a nosotros mismos—ya hemos escuchado que sonriendo, tensamos muchísimos menos músculos que frunciendo el ceño—sino que a través de la sonrisa cálida y genuina podemos compartir paz y sanidad a quienes tanto lo necesitan.  Obviamente, el énfasis está en la calidez y genuinidad de una sonrisa que nace en el corazón y no simplemente en la intención de pasar por socialmente correctos.

Tal vez sea ese parte de nuestro servicio a Dios: sonreír a los demás y alegrarles el día.  Pero tal vez Ud. piense que la sonrisa no brota tan rápidamente en su rostro y que necesita ayuda.

 Entonces, ¿por qué no dedicar un tiempito este fin de semana para acercarnos—junto con tantos otros que necesitan al Señor—a una congregación y adorar con ellos, abriendo nuestros corazones para recibir no sólo la paz, poder y sabiduría que todos necesitamos, sino también la gracia para bendecir a cuantos nos rodean…con una sonrisa del corazón?

DEJÉMONOS QUERER POR LA VIRGEN MARÍA


Dejémonos querer por María
Padre Tomás Rodríguez Carbajo

. Se nos propone como prototipo del amor, el de la madre, persona con la que primero tuvimos contacto sensible en esta vida y quien siempre llevaba ella la iniciativa en las muestras de amor, besos, caricias, abrazos, etc...

. De “pequeñines” nos dejábamos querer por la nuestra madre, después ya iba buscando que tuviéramos nosotros la iniciativa en las muestras de amor y cariño.

. En nuestros años infantiles nuestra piedad mariana venía arropada por el ambiente del hogar y de la escuela: Las Tres avemarías rituales al levantarnos y al acostarnos. En fechas señaladas como en Mayo se respiraba un ambiente mariano con el “ejercicio de las flores” ante el altar construido dentro del aula, en cuya parte más alta se había colocado una imagen o cuadro de la Virgen.

. Al llegar a la adolescencia se nos proponía a María como guía, modelo para nuestra vida de acercamiento a Cristo. Con el entusiasmo de la entrega le cantábamos: “Mientras mi vida alentare todo mi amor para Ti...”

. Los años pasaban y aquellos fervores se iban debilitando o apagando. Se seguía a falaces sirenas, que prometían una felicidad inmediata, pero que nunca llegaba a llenar plenamente nuestras ansias de felicidad. Fueron los años de alejarse de la mayoría de las prácticas religiosas, de la incoherencia entre lo que pedíamos a los otros y lo que nosotros nos exigíamos.

. Como hay tiempo para todo, cuando se llega a la adultez no sólo de los años, sino también del interior, uno echa una mirada retrospectiva para ver las cosas que han cambiado a nuestro alrededor con el paso de los años y también de lo que nosotros hemos cambiado.

. Descubrimos que siempre estuvo pendiente de nosotros María, nuestra Madre,, vamos recorriendo nuestra historia y le tenemos que decir con la canción: 

¡ Cuántas veces siendo niño te recé, con mis besos te decía que te amaba! Poco a poco con el tiempo olvidándome de Ti por caminos que se alejan, me perdí
Hoy he vuelto, Madre, a recordar ¡cuántas cosas dije ante tu altar! y al rezarte puedo 
comprender que una madre no se cansa de esperar

. La tónica del comportamiento de María es la de estar siempre cerca de nosotros para llevarnos a su Hijo.. Ella nos ha contemplado con gozo y alegría, cuando de pequeños acudíamos a su regazo; nos ha mirado con tristeza al vernos que nos alejábamos. Ella siempre ha sido la Madre de la misericordia, siempre pronta a salir a nuestro encuentro para ayudarnos a levantarnos y a limpiarnos:

“Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso.
Que el regalo más hermoso, que a los hijos da el Señor,
es su Madre y el milagro de su amor”.

. Los años para una madre no cuentan, siempre seremos los hijos de María y mientras más niños nos sintamos, con mayor presteza y confianza acudiremos a su regazo. No es necesario que le contemos nuestros equívocos, errores, fallos, etc... sólo hace falta caer en sus brazos y dejarnos querer por Ella.

ORACIONES A LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO



ORACIONES A LA VIRGEN 
DEL PERPETUO SOCORRO


ORACIÓN I

¡Santísima Virgen María, que para inspirarme confianza habéis querido llamaros Madre del Perpetuo Socorro! Yo os suplico me socorráis en todo tiempo y en todo lugar; en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte. Concédeme, ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a Vos; porque estoy cierto de que, si soy fiel en invocaros, Vos seréis fiel en socorrerme. Alcanzadme, pues, la gracia de acudir a Vos sin cesar con la confianza de un hijo, a fin de que obtenga vuestro perpetuo socorro y la perseverancia final. Bendecidme y rogad por mí ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Rogad a Jesús por mí, y salvadme.

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ORACIÓN II

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro!, en cuyos brazos el mismo Niño Jesús parece buscar seguro refugio; ya que ese mismo Dios hecho Hijo tuyo como tierna Madre lo estrechas contra tu pecho y sujetas sus manos con tu diestra, no permitas, Señora, que ese mismo Jesús ofendido por nuestras culpas, descargue sobre el mundo el brazo de su irritada justicia; sé tú nuestra poderosa Medianera y Abogada, y detenga tu maternal socorro los castigos que hemos merecido. En especial, Madre mía, concédeme la gracia que te pido.

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ORACIÓN III

Santísima y siempre pura Virgen María, Madre de Jesucristo, Reina del mundo y Señora de todo lo creado; que a ninguno abandonas, a ninguno desprecias ni dejas desconsolado a quien recurre a Ti con corazón humilde y puro. No me deseches por mis gravísimos e innumerables pecados, no me abandones por mis muchas iniquidades, ni por la dureza e inmundicia de mi corazón me prives de tu gracia y de tu amor, pues soy tu hijo. Escucha a este pecador que confía en tu misericordia y piedad: socórreme, piadosísima Madre del Perpetuo Socorro, de tu querido Hijo, omnipotente Dios y Señor nuestro Jesucristo, la indulgencia y la remisión de todos mis pecados y la gracia de tu amor y temor, la salud y la castidad y el verme libre de todos los peligros de alma y cuerpo. En los últimos momentos de mi vida, sé mi piadosa auxiliadora y libra mi alma de las eternas penas y de todo mal, así como las almas de mis padres, familiares, amigos y bienhechores, y las de todos los fieles vivos y difuntos, con el auxilio de Aquel que por espacio de nueve meses llevaste en tu purísimo seno y con tus manos reclinaste en el pesebre, tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo, que es bendito por los siglos de los siglos. Amén.

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ORACIÓN IV

Oh Madre del Perpetuo Socorro, concédeme la gracia de que pueda siempre invocar tu bellísimo nombre ya que él es el Socorro del que vive y Esperanza del que muere. Ah María dulcísima, María de los pequeños y olvidados, haz que tu nombre sea de hoy en adelante el aliento de mi vida. Cada vez que te llame, Madre mía, apresúrate a socorrerme, pues, en todas mi tentaciones, y en todas mis necesidades propongo no dejar de invocarte diciendo y repitiendo: María, María, Madre Mía.

Oh qué consuelo, qué dulzura, qué confianza, qué ternura siente todo mi ser con sólo repetir tu nombre y pensar en ti, Madre Mía. Bendigo y doy gracias a Dios que te ha dado para bien nuestro ese nombre tan dulce, tan amable y bello. Mas no me contento con pronunciar tu bendito nombre, quiero pronunciarlo con amor, quiero que el amor me recuerde que siempre debo acudir a ti, Madre del Perpetuo Socorro.



¿DE QUIÉN ES LA VIRGEN MARÍA?


¿De quien es  la Virgen María?
Padre Tomás Rodríguez Carbajo


La madre tiene capacidad para amar a todos sus hijos, el número de ellos no disminuye el que les profesa a cada uno en particular, aunque según la necesidad así derrocha más amor.

1. - Maria es de Dios. Lógico. Es su criatura. Cristo le preservó de que naciera con pecado, porque la había escogido para que fuera su Madre.

2.- Maria es de los hombres. Es de su misma raza. Pasó las estrecheces que cada hombre tiene que pasar en esta vida.
La mujer del "montón" que con la sencillez que tenia no llamó la atención de ningún hombre 'importante, pero si llamó la atención de Dios para fijarse en Ella haciéndola su Madre.

3.- María es de los cristianos. Ellos la tienen como Madre, Cristo así lo quiso, era lo único que le quedaba en la cruz y también nos lo dio.
A Ella acuden como refugio en la tentación, auxilio en la necesidad y siempre como Madre, pues, al serlo de la Iglesia lo es de cada uno de los cristianos, ante su imagen se postran en la lejana y solitaria ermita de la montaña como en el camarín de su más concurrido santuario
En el templo del alma de cada cristiano se levanta un altar en honor de Madre.

4. - Todos la reclaman para sí
El niño que ha aprendido de la madre de la tierra a invocar a la Madre del Cielo.
El joven que en sus borrascosos años la siente como el faro que le orienta a puerto seguro.
El adulto que con el paso de los años no ha dejado de sentirse niño invocándola como Madre.
La mujer que ve claro la igualdad y dignidad de la persona por parte de Dios, ya que El ha elegido a María para esa dignidad tan grande.

María es de todos, en su corazón de Madre tienen cabida todos los hombres con sus necesidades, sus preocupaciones, sus ilusiones. Su mismo nombre nos indica esa riqueza, ya que más de 70 etimologías distintas le han sacado a su nombre. i Y todas le cuadran bien!.
María es de todos, nadie se la puede apropiar, las riquezas de sus advocaciones nos muestran el gran amor que María nos tiene, pues, quien a Ella acude, no queda defraudado.

¿De quién es María? De todos, porque es Madre de todos los hombres.

miércoles, 6 de agosto de 2014

LA INTERCESIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


Intercesión de la Virgen María
Fray Ángel Martín Fernández


Madre de Dios que acoges amorosa
nuestra piedad, 
tú que estás a la diestra
de Jesús, y conoces
su lado bueno, atiende 
a quien acude a ti, cansado
de tanto andar, no siempre
por las piedras más llanas del camino.

Hoy me llego hasta ti, Madre, seguro
de tu favor. Nadie mejor, Señora,
para mediar ante la bondadosa
mano del Hijo. 
Pon un beso
en mi nombre en la llaga desangrada
que le clavó al madero
encarnizado de mi ingratitud.
Necesito sentirme tan cercano
a su dolor, que el mismo clavo
que destrozó su mano, clave el pulso
desconcertado de mi sufrimiento.

Tú que estás a la diestra
de Jesús, no distraigas
la mirada de amor con que mirabas
sus ojos, protegiendo
sus días claros y sus claras noches.

ROSA MORENA - POEMA A LA VIRGEN MARÍA


Rosa Morena 
Alfonso Escárcega


Rosa Morena, del Rosal divino
que Cristo con sus lágrimas regara,
Rosa de barro fresco y cantarino
que el Cielo sólo a México donara...

Rosa-canela, hermosamente obscura,
que el sol besara tanto, tantas veces,
que transformó su virginal blancura
en el color trigueño de las mieses...

Rosa nuestra, pintada por las rosas
que Juan Diego tomó de los rosales
nacidos entre peñas venturosas:

¡Dame, Rosa de rosas, una rosa
que arome mis tristezas y mis males
tan huérfanos de rosas, Rosa hermosa...!

RUEGA POR NOSOTROS, VIRGEN MARÍA


Ruega por nosotros 
Padre Juan Manuel del Río C.Ss.R


Ruega por nosotros, 
Virgen santa, 
porque de Dios eres amada
y de santidad inspiradora.

Ruega por nosotros,
Virgen santa,
porque de Dios eres la sierva
y Él que eleva a los humildes 
a la gloria te ha ensalzado.

Ruega por nosotros, 
Virgen santa, 
porque de Dios luz eres radiante 
en Cristo Muerto y Resucitado.

Ruega por nosotros, 
Virgen santa,
porque en Dios eres puente 
para llevarnos al cielo 
a nosotros pecadores.

Ruega por nosotros, 
Virgen santa,
porque de Dios eres Madre
cuando en ti se hizo Hombre 
y Cristo se embarcó para siempre
en el devenir de la historia.

PENSAMIENTO MARIANO 52


martes, 5 de agosto de 2014

QUIERO ESCUCHAR TU VOZ

Quiero escuchar tu voz

Jesús,
quiero escuchar tu voz
y seguir tus enseñanzas.
Quiero conocer tu vida, tus palabras,
tus gestos de amor verdadero.
Quiero prestar mucha atención
a lo que nos decís cada domingo en la Misa.
Quiero aprender a vivir como discipulo
y seguir tus pasos.
Abrí mi corazón,
mis oídos y mi inteligencia,
para que pueda recibir tu mensaje
y cambiar mi vida.
Quiero escuchar tu voz
para vivir cada día
más cerca de Dios.

¡Que así sea, Señor!


Marcelo A. Murúa

EL AMOR DE LA VIRGEN MARÍA LLENA NUESTRO CORAZÓN


Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
El amor de María llena nuestro corazón
El amor de María llena nuestro corazónSi uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado?

Dios es amor.

María Santísima es también amor.

Podríamos decir que María es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios.
“Tú sola, Virgen María, le curas a Dios de todas las heridas que le hacemos los hombres. Por ti sola valió la pena la redención, aunque, afortunadamente, hay otras y otros que se han tomado en serio la redención ".

Este amor tuyo que, por un lado, sube hasta Dios y, por lo tanto, tiene toda la gratitud de una creatura, toda la profundidad de una madre, toda la pureza de una virgen; por otro lado, se dirige a nosotros, hacia la tierra, hacia tus hijos.

Cómo me impresionó -y aparte al principio no lo creí- leer aquellas palabras de San Alfonso María de Ligorio: "Si juntáramos el amor de todos los hijos a sus madres, el de todas las madres a sus hijos, el de todas las mujeres a sus maridos, el de los santos y los ángeles a sus protegidos: todo ese amor no igualaría al amor que María tiene a una sola de nuestras almas". Primero, no lo creí porque era demasiado grande para ser cierto. Hoy, lo creo, y posiblemente estas palabras de San Alfonso se quedaron cortas.

Yo me pregunto: si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado? ¿Podrá vivir una vida sin alegría, sin fuerza, sin motivación? ¿Podrá alguna vez, en su apostolado, llegar a decir "no puedo, me doy"? ¿Podrá algún día decir : "renuncio al sacerdocio y lo dejo"? Si Cristo, por nosotros, dio su sangre, su vida, ¿qué no dará la Santísima Virgen por salvarnos? Ella ha muerto crucificada, espiritualmente, por nosotros. A Cristo le atravesaron manos y pies por nosotros; a ella una espada le atravesó el alma, por nosotros. Si Él dijo: "He ahí a tus hijos" ¿cómo obedece la Santísima Virgen a Dios? Entonces, cuánto nos tiene que amar. Y si somos los predilectos de su hijo: "vosotros sois mis amigos", somos también los predilectos de Ella.

El amor de María llena nuestro corazón, debe llenarlo. El amor de una esposa no es el único que puede llenar el corazón de un hombre como yo. El amor de María Santísima es muchísimo más fuerte, rico, tierno, confortante, que el de todas las esposas de la tierra. El amor de mi madre celestial llena, totalmente, mi corazón. Una mirada, una sonrisa de María Santísima, me ofrecen más que todo lo que pueden darme todas la mujeres de la tierra juntas.

¿Cuál debe ser mi respuesta a tan grande y tierno amor?

Como Juan Pablo II debemos decir cada uno de nosotros, también, "totus tuus": todo tuyo y para siempre. Aquella expresión que el Papa nos decía: "Luchando como María y muy juntos a María", que le repitan siempre: "totus tuus".

¿Por qué no llevarme a todas partes a la Santísima Virgen? En el pensamiento, en el corazón, y también, en una imagen, en un cuadro: su presencia es benéfica. Yo tengo en mi despacho y en mi cuarto una imagen de la Santísima Virgen. Con mucha frecuencia la miro, con mucha frecuencia le hablo y, también, la escucho. Siento su presencia y su amor a través de esa imagen.

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE SANTA MARÍA, 5 DE AGOSTO

Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Dedicación de la Basílica de Santa María
Llamada también Santa María de las Nieves. 5 de agosto
 
Dedicación de la Basílica de Santa María
Dedicación de la Basílica de Santa María

Santa María La Mayor

Dedicación de la basílica de Santa María, en Roma, construida en el monte Esquilino, que el papa Sixto III ofreció al pueblo de Dios como recuerdo del Concilio de Efeso, en el que la Virgen María fue saludada como Madre de Dios (c. 434).

Una vez que el Concilio de Éfeso, en el año 431, proclamó la maternidad divina de María, el Papa Sixto III erigió en Roma, sobre el monte Esquilino, una basílica dedicada a la Santa Madre de Dios. Recibe también el nombre de Santa María de las Nieves porque el sitio donde había de construirse quedó señalado de modo milagroso con una fuerte nevada en pleno verano.

Es la iglesia más antigua dedicada en Occidente a la Virgen María y uno de los templos más visitados de Roma y de toda la cristiandad.

NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES, ADVOCACIÓN MARIANA, 5 DE AGOSTO


Autor: . | Fuente: Corazones.org
Nuestra Señora de las Nieves
Advocación Mariana, 5 de agosto



Nuestra Señora de las Nieves
Nuestra Señora, Protectora de Roma o Auxilio del Pueblo Romano 

En el siglo IV d.C. vivía en Roma una piadosa pareja. Él se llamaba Juan Patricio mientras que el nombre de su esposa se desconoce. Habían sido bendecidos con abundancia de bienes y también de fe. Sin embargo, su gran dolor era no tener hijos con los que pudieran compartir sus dones. Durante años habían rezado por un hijo y heredero. En esta situación pasaron muchos años sin ningún resultado. Por fin decidieron nombrar como heredera a la Santísima Virgen y le rezaron con devoción para que los guiara en la asignación de la herencia. 

Nuestra Señora les agradeció sobremanera y la noche del 4 de agosto, se le apareció a Juan Patricio y a su esposa, diciéndoles que deseaba que construyeran una basílica en el Monte Esquilino (una de las siete colinas de Roma), en el punto preciso que ella señalaría con una nevada. También se le apareció al Papa Liberio con el mismo mensaje. En la mañana siguiente, el 5 de agosto, mientras brillaba el sol en pleno verano, la ciudad quedó sorprendida al ver un terreno nevado en el Monte Esquilino. La pareja, feliz, se apresuró al lugar y el Papa Liberio marchó hacia el mismo en solemne procesión. La nieve cubrió exactamente el espacio que debía ser utilizado para la basílica y desapareció una vez señalado el lugar. Pronto se construyó la Basílica de Santa María la Mayor. 

Grandes devotos de la Santísima Virgen 

El Papa Liberio buscaba una imagen de la Santísima Virgen que fuera digna de esta espléndida Basílica de Sta. María la Mayor. El mismo donó la famosísima Madonna, Nuestra Señora y el Niño, la cual, según una tradición había sido pintada por San Lucas sobre una gruesa tabla de cedro de casi cinco pies de alta y tres y un cuarto de ancha, y llevada a Roma por Santa Helena. Esta obra es venerada en el oratorio pontificio. 

A lo largo de los años, el pueblo de Roma ha sido muy devoto de la Madonna. Cada vez que Roma se encontraba en peligro de calamidades o de pestilencia, corría en bandadas al santuario de Nuestra Señora para pedirle auxilio. La imagen era llevada en procesión solemne, con gran devoción. La Virgen Santísima les demostró ser una poderosa protectora con grandes milagros. 

Durante el pontificado de San Gregorio el Grande, una peste terrible arrasó con la ciudad de Roma. El Pontífice ordenó que se hiciera una procesión penitencial desde Santa María la Magiore, en la cual el mismo llevaba una estatua de la Virgen. Durante la procesión 80 personas murieron, pero el pontífice continuaba sus oraciones. Cuando llegaron al puente que cruza el río Tiber, oyeron cantos de ángeles en el cielo. De pronto sobre el castillo (que hoy se llama "de San Angelo"), se apareció el arcángel San Miguel. En su mano derecha llevaba una espada que metió en su vaina. En ese mismo momento ceso la peste. 

En la actualidad, esta advocación se le llama Nuestra Señora, Protectora de Roma o Auxilio del Pueblo Romano. El Señor también ha obrado milagros --por medio de la Stma. Virgen-- a través de numerosas réplicas, particularmente sobre una que pertenecía a los Padres Jesuitas. 

Los Papas siempre han sentido una tierna devoción por esta imagen de la Virgen María. Algunos han pasado incluso noches enteras en oración ante él. Benedicto XIV hizo el compromiso de hacerse presente para el canto de las letanías de Sta. María la Mayor todos los sábados. El Papa Pablo V, la noche en que iba a morir, manifestó el deseo de que lo llevaran a la capilla de Nuestra Señora para así poder morir a sus pies. 

Instauración de la fiesta de María, Reina 

El 1º de noviembre, de 1954, al final del Año Mariano, el Santo Padre Pío XII colocó una corona enjoyada sobre la pintura de Nuestra Señora, Protectora de Roma. En ese momento, se levantó un fuerte llanto de entre la gran multitud congregada en Sta. María la Mayor: "¡Viva la Reina!". El Papa nombró a la Virgen Reina de cielos y tierra y decretó que se celebrara una fiesta especial para honrarla bajo ese título. 

No era éste un nuevo privilegio para la Madre de Dios. Ella siempre ha sido considerada nuestra Reina, como lo testifica el arte Mariano desde los primeros siglos y las oraciones, especialmente la Letanía de Loreto. Sin embargo, no había hasta entonces fiesta en particular que lo conmemorara. En la actualidad esta fiesta se celebra el 22 de agosto. 

La fiesta de Nuestra Señora de las Nieves, 5 de agosto, se celebraba, en principio, solamente en la basílica, se extendió en el siglo XIV a toda Roma y, finalmente, San Pío V la declaró fiesta de la Iglesia universal en el siglo XVII. 

domingo, 3 de agosto de 2014

LA ACTITUD DE LA VIRGEN MARÍA



LA ACTITUD DE LA VIRGEN MARÍA

Tres palabras sintetizan la actitud de María: escucha, decisión, acción; palabras que indican un camino también para nosotros frente a lo que nos pide el Señor en la vida. 

María, mujer de la escucha, abre nuestros oídos; haz que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, cada persona que encontramos, especialmente aquella que es pobre, necesitada, en dificultad. 

María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús, sin titubeos; dónanos el coraje de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida. 

María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan "sin demora" hacia los otros, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, en el mundo la luz del Evangelio. Amén”.

ORACIÓN A LA REINA DEL CIELO, LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN A LA REINA DEL CIELO

Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles, a Ti que has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, pedimos humildemente que envíes legiones celestiales para que, bajo Tus ordenes, persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y los precipiten en los abismos.
Quien como Dios?
!Oh buena y tierna Madre, siempre serás nuestro amor y nuestra esperanza!
!Oh Divina Madre, envía a los Santos Ángeles para defenderme, y aleja de mi al cruel enemigo!
Santos Ángeles y Arcángeles defendednos y guardadnos.
Amen.

EL NO PERDONAR


El no perdonar...

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.

El perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.


El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas con el resentimiento.
Te tiene encadenado.
La falta de perdón es el veneno mas destructivo para el espíritu ya que
neutraliza los recursos emocionales que tienes.
El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario. Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.
"La declaración del Perdón es la clave para liberarte".
¿Con qué personas estas resentido?
¿A quienes no puedes perdonar?
¿Tu eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?
Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda que con la vara que mides, serás medido...

"Aliviana tu carga y estarás mas libre para moverte hacia tus objetivos"...

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Madre: 

Mientras el sábado santo se libraba el combate entre la Luz y las tinieblas,  el Espíritu Consolador invadía tu corazón, aliviando tu dolor,  el Padre terminaba su obra maestra: Cristo Resucitado, 
y tú en silenciosa espera... 

¡Cuánto aprendo de tu silencio sonoro! 
Gracias, Madre, por permitirme entrar en el jardín de tu alma y acompañarte en tu dolor. 
No me cabe la menor duda de que fuiste tú la primera a quien buscó Jesús resucitado. 

¿Qué pasó en tu corazón cuando al tercer día brilló el Sol Naciente con toda su gloria? 
¿Cómo celebraron juntos aquél momento? Me imagino lo que sentiste. 

Déjame ver con tu mirada el rostro de tu Hijo Resucitado, 
alegrarme y regocijarme en Él como tú lo hiciste. 

A ti te constituyó en Madre de la Iglesia, 
que a mí me conceda resucitar con Él; 
que me haga un hombre nuevo, 
que piense en las cosas de arriba, 
y las busque por encima de todo 
Amen .

BENDICIÓN DE MARÍA AUXILIADORA


BENDICIÓN DE MARÍA AUXILIADORA

(con esta bendición, Don Bosco invocó y obtuvo
la protección de la Virgen en incontables ocasiones)

-Nuestro auxilio nos viene del Señor.
-Que hizo el cielo y la tierra.
(rezar un Ave María)
-Bajo tu amparo nos refugiamos,
Santa Madre de Dios,
no desatiendas las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita.
-María Auxilio de los cristianos.
-Ruega por nosotros.
-Señor, escucha nuestra oración
-Y llegue a ti nuestro clamor.
-Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, con la ayuda
del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma
de María, la Virgen Madre, para ser digna morada
de tu Hijo; al recordarla con alegría, líbranos
por su intercesión de los males presentes y de la muerte eterna. Por Jesucristo,nuestro Señor.
-Amén.
-La bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
-Amén

ORACIÓN POR LA PAZ - JUAN PABLO II



ORACIÓN POR LA PAZ
 Juan Pablo II 


Oh, Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación; reconocemos tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo dividido por la disputa y la discordia, Tú nos haces preparar para la reconciliación. 

Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los adversarios puedan estrecharse las manos; y para que las personas puedan encontrar entre sí la armonía. Para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz; para que se eliminen todas las disputas, para que la caridad supere el odio, para que el perdón venza el deseo de venganza.

Amén.

sábado, 2 de agosto de 2014

OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA



OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA

Oh Madre mía!
Yo me ofrezco todo/a a ti,
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos.
mi lengua, mi corazón:
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo/a tuyo/a

NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES, PATRONA DE COSTA RICA, 2 DE AGOSTO

Autor: . | Fuente: Corazones.org
Nuestra Señora de los Ángeles
Patrona de Costa Rica, 2 de agosto
 
Nuestra Señora de los Ángeles

Patrona de Costa Rica

La ciudad de Cartago, como muchas otras en la época colonial, segregaba a los blancos de los indios y mestizos. A todo el que no fuera blanco puro se le había prohibido el acceso a la ciudad, donde una cruz de piedra señalaba la división y los límites.

Estamos en los alrededores del año 1635, en la sección llamada "Puebla de los Pardos" y Juana Pereira, una pobre mestiza, se ha levantado al amanecer para, como todos los días, buscar la leña que necesita. Es el 2 de agosto, fiesta de la Virgen de los Angeles, y la luz del alba que ilumina el sendero entre los árboles, le permite a la india descubrir una pequeña imagen de la Virgen, sencillamente tallada en una piedra oscura, visiblemente colocada sobre una gran roca en la vereda del camino. Con gran alegría Juana Pereira recogió aquel tesoro, sin imaginar que otras cinco veces más lo volvería a hallar en el mismo sitio, pues la imagen desaparecía de armarios, cofres, y hasta del sagrario parroquial, para regresar tenazmente a la roca donde había sido encontrada. Entonces todos entendieron que la Virgen quería tener allí un lugar de oración donde pudiera dar su amor a los humildes y los pobres.

La imagen, tallada en piedra del lugar, es muy pequeña, pues mide aproximadamente sólo tres pulgadas de longitud. Nuestra Señora de los Angeles lleva cargado a Jesús en el brazo izquierdo, en el que graciosamente recoge los pliegues del manto que la cubre desde la cabeza. Su rostro es redondeado y dulce, sus ojos son rasgados, como achinados, y su boca es delicada. Su color es plomizo con algunos destellos dorados como diminutas estrellas repartidas por toda la escultura.

La Virgen se presenta actualmente a la veneración de sus fieles en un hermoso ostensorio de nobles metales y piedras preciosas, en forma de resplandor que la rodea totalmente, aumentando visualmente su tamaño. De la base de esta "custodia" brota una flor de lis rematada por el ángel que
sostiene la imagen de piedra. De esta sólo se ven los rostros de María y el Niño Jesús, pues un manto precioso la protege a la vez que la embellece.

La "Negrita" como la llama el cariño de los costarricenses, fue coronada solemnemente el 25 de abril de 1926. Nueve años más tarde, su Santidad Pío XI elevó el Santuario de la Reina de los Angeles a la dignidad de Basílica menor.

A Cartago llega un constante peregrinar de devotos que vienen a visitar a su Madre de los cielos; muchos entran de rodillas, como acto de humildad y de acción de gracias y luego van a orar ante la roca donde fue hallada la bendita imagen. Esta piedra se ha ido gastando por el roce de tantas manos que la acarician agradecidas mientras oran, dan gracias y piden alivio a su dolor, sus sufrimientos o sus necesidades. Debajo de esta piedra brota un manantial cuyas aguas recogen los que acuden en busca de la misericordia y la salud. El agua es signo del bautismo. No hay otra cosa que mas quiera la Virgen a que vivamos profundamente las gracias de nuestro bautismo. 

VIRGEN MARÍA, DANOS TU MIRADA



Autor: SS Francisco | Fuente: Catholic.net
¡Madre, danos tu mirada!
¡Llevemos al corazón de Dios a través de María, toda nuestra vida, cada día!



Fragmento de la homilía del Papa Francisco en la Santa Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria. 22 septiembre 2013 


En (Cfr. Hc 1, 12-14) nos muestra a María en oración en el Cenáculo, junto a los Apóstoles, en espera de la efusión del Espíritu Santo (Cfr. Hc 1, 12-14). María reza, reza junto a la Comunidad de los Discípulos y nos enseña a tener plena confianza en Dios, en su misericordia. ¡La potencia de la Oración! No nos cansemos de llamar a la puerta de Dios. ¡Llevemos al corazón de Dios a través de María, toda nuestra vida, cada día! 

Jesús nos confía a la custodia materna de su Madre, en cambio, en el Evangelio, acogemos sobre todo la última mirada de Jesús hacia su Madre. Desde la cruz, Jesús mira a su Madre y a ella le confía el Apóstol Juan, diciendo: "Éste es tu Hijo". En Juan estamos todos, también nosotros, y la mirada de Amor de Jesús nos confía a la custodia materna de su Madre. María habrá recordado otra mirada de Amor, cuando era una jovencita: la mirada de Dios Padre, que había mirado su humildad, su pequeñez. María nos enseña que Dios no nos abandona, puede hacer grandes cosas también con nuestra debilidad. ¡Tengamos confianza en Él! Llamemos a la puerta de su corazón. 

Encontremos la mirada de María, porque allí está el reflejo de la mirada del Padre que la hace Madre de Dios, y la mirada del Hijo desde la cruz, que la hace Madre nuestra. Y con aquella mirada hoy María nos mira. 

Tenemos necesidad de su mirada de ternura, de su mirada materna que nos conoce mejor que cualquier otro, de su mirada llena de compasión y de cuidado. María, hoy queremos decirte: ¡Madre, danos tu mirada! Tu mirada nos lleva a Dios, tu mirada es un don del Padre bueno, que nos espera en cada encrucijada de nuestro camino. Es un don de Jesucristo en la cruz, que carga sobre sí nuestros sufrimientos, nuestras fatigas, nuestros pecados. Y para encontrar este Padre, lleno de amor, hoy le decimos: ¡Madre, danos tu mirada! Lo decimos todos juntos: ¡Madre, danos tu mirada! 

En el camino, muchas veces difícil, no estamos solos, somos tantos, somos un pueblo, y la mirada de la Virgen, nos ayuda a mirarnos entre nosotros de modo fraterno. ¡Mirémonos de un modo más fraterno! María nos enseña a tener esa mirada que busca acoger, acompañar, proteger. ¡Aprendamos a mirarnos, los unos a los otros, bajo la mirada materna de María! Hay personas que instintivamente no tenemos en cuenta, y que sin embargo tienen más necesidad: los más abandonados, los enfermos, aquellos que no tienen de qué vivir, aquellos que no conocen a Jesús, los jóvenes que están en dificultad, que no tienen trabajo. No tengamos miedo de salir y mirar a nuestros hermanos y hermanas con la mirada de la Virgen. Ella nos invita a ser verdaderos hermanos. Y no permitamos que alguna cosa o alguno se interponga entre nosotros y la mirada de la Virgen. 

¡Madre, danos tu mirada! ¡Que ninguno nos esconda tu mirada! Nuestro corazón de hijos sepa defenderla de tantas palabras que prometen ilusiones; de aquellos que tienen una mirada ávida de vida fácil, de promesas que no se pueden cumplir. Que no nos roben la mirada de María, que está llena de ternura. Que nos da fuerza, que nos hace solidarios entre nosotros. Digamos todos: ¡Madre, danos tu mirada! 
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