martes, 11 de noviembre de 2014

LA VIRGEN MARÍA CORREDENTORA


María Corredentora
Padre Tomás Rodríguez 


Hay verdades que tal vez a simple vista nos pueden dejar un poco confusos, como puede ser María Corredentora.

La impresión de rechazo nos puede venir, porque no precisamos bien el significado.

1. María es corredentora por su condición de Madre. Cuando decimos que María es corredentora, no negamos que el único Redentor que hemos tenido y tenemos es Cristo, sino que queremos decir: El papel de María en nuestra redención ha sido de subordinación respecto a Cristo. María corredentora porque Cristo quiso redimirnos siendo hombre y no lo podía ser sino nacido de una mujer, que ésta fue María. Pudo redimirnos de muchas maneras, pero quiso hacerlo haciéndose hombre en el seno de María.

2. María es corredentora por su total entrega a su Hijo.

2.1. Disponibilidad. María estuvo a la total disposición para cumplir la voluntad de Dios. Cualquier insinuación que Dios le manifestara, Ella la cumplía inmediatamente. Todo tenía relación con los planes redentores de Dios. Jesús se quejaría “este pueblo me honra con los labios, pero no con el corazón”. María “todo lo que le decían de su Hijo, lo guardaba en su corazón” y de esta manera podía estar más en sintonía con Él.

2.2. Desprendimiento. Nos llama la atención el desprendimiento que tuvo, para que su Hijo pudiese cumplir plenamente el plan que había traído a esta mundo, no lo quiere retener junto a sí, aunque el corazón de madre se lo pidiese, pues, Ella sabía que no podía obstaculizar el camino que su Hijo tenía que recorrer, había aprendido muy bien aquella “reprimenda” que Jesús, siendo niño, le había hecho, cuando le encontró en el templo: “¿No sabíais que debo de ocuparme de las cosas de mi Padre?”.

2.3. Presencia dolorosa. Cualquier acto de la vida de Jesús podía habernos salvado, pero Él quiso ordenar toda su vida a su muerte y resurrección. María que había dicho “sí” en la anunciación, tuvo esta misma actitud en toda su vida, no sólo en los momentos gozosos, sino también en los dolorosos, y de manera especial al pie de la cruz. Allí supo unir todos sus dolores físicos y psíquicos al lado de los de Cristo, consciente de que de esa manera estaba en plena sintonía con su Hijo. Los sufrimientos de Cristo eran suficientes y sobreabundantes para redimirnos, pero quiso unir a los suyos los de su madre. 

La presencia dolorosa al pie de la cruz (Jn. 19, 25-27) como su integración en la primera comunidad cristiana (Hch 1,14) son señales muy expresivas de su misión corredentora. 

María se entregó en alma y vida a la causa de Jesús, que en el Reino de Dios, supo poner sus sentimientos y dolores junto a los de su Hijo, nuestro Redentor. 

PENSAMIENTO MARIANO 65


PENSAMIENTO MARIANO

Mi espejo ha de ser María. Puesto que soy su hija, debo parecerme a Ella y así me pareceré a Jesús. 

Santa Teresa de los Andes

lunes, 10 de noviembre de 2014

MI NOMBRE ES EL AMOR


Mi nombre es el amor



Mi nombre es amor y no tengo sexo,edad ni raza.
Nadie pudo jamás verme ni oirme ni tocarme.
Y sin embargo todos saben que existo porque alguna
vez sintieron mi presencia

Naci con el hombre y aun ya fui antes, porque el
hombre mismo fue producto del amor, o sea de mi mismo.

Habito en el corazón de los hombres y comparto mi
hogar con otros sentimientos como la alegria,la
tristeza,la ira y el odio.

No tengo brazos y sin embargo soy tan fuerte que
muchos dieron la vida en mi nombre.
No tengo piernas,más sin embargo,puedo unir
continentes sin mediar distancias.

Nunca tuve ojos,para que los quiero si sólo me
interesa la belleza interior y para verla no los
necesito.

No tengo boca y a pesar de ello ,los más grandes
poetas crearon los versos más hermosos que se
pronuncian por culpa mia.

No tengo oidos , pero soy capaz de escuchar la voz del
corazón.

Como me alimento, podras preguntarte?.
Me gustan las palabras dulces y los gestos cariñosos.
Me encantan las miradas tiernas, el eco de las risas,
el valor de la amistad.

Me robustezco cuando me alimento de ilusiones y de fe,
crezco en el compromiso y la entrega.

Tengo mucho miedo a la ingratitud y a la traicion.
El dolor y la pena pueden herirme pero no matarme.
No quisiera conocer la muerte, pero el olvido es capaz
de causarmela.

Qué donde estoy , como darse cuenta de que existo ?.

Pues bien, Fijate en los ojos de una mujer
acariciando la cabeza de su hijo recien nacido, alli
estoy yo.

Mira a tu alrededor las flores,los pájaros,el cielo
las nubes y las estrellas, y me verás a mi, porque
todos ellos fueron creados por amor.

Contempla el rubor del rostro de una niña ilusionada
al recibir su primer beso, sigo siendo yo.

En el cariño del amigo que te tiende la mano, te
comprende, te escucha y te reconforta,alli estoy yo.

En el beso afectuoso de un hijo al despedirse de sus
padres,también estoy yo.

En la emoción de un hombre y de una mujer uniendo sus
cuerpos, estoy yo.

En el recuerdo de la sonrisa dulce de una mujer que se
fue, también estoy yo.

En la ternura de un niño jugando con un animalito y
sigo siendo yo.

En las razones que me motivaron a contarte esto,
también estoy yo.

En muchos sitios, a través del tiempo, sin importar
las diferencias, estoy yo

Si quieres buscarme hazlo, pero sabe que solo me
encontraras cuando ya no pienses mas en ti mismo, en
ese momento solo abre tu corazón y me hallaras.

MADRE DE NUESTRO SILENCIO


Madre de nuestro silencio
Autor: M. J. Márquez



Tesoro de calma y serenidad,
te amamos por tu rostro lleno de luz,
por tu mirada llena de ternura,
por lo profundo de tus palabras silenciosas,
por tu trasparente disponibilidad.
Que en nuestras tareas cotidianas
nos abras a lo profundo de las cosas que no se ven,
nos ilumines con tu luz trasparente,
nos ensanches el corazón con el amor
y la verdad de lo que es importante,
nos contagies tu disponibilidad
ante las sorpresas de Dios.
Madre del silencio,
enséñanos a callar...
enséñanos a contemplar...

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN POR LOS DIFUNTOS


ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN POR LOS DIFUNTOS 


¡Oh Cristo!, al llegar la hora de partir ya de esta vida, la palma de la victoria, concédeme por María.

Piadosa Madre del Carmelo, protectora de todos los que sufren y de quienes se purifican para participar en el gozo celestial, escucha nuestras oraciones.

Te encomendamos a nuestros hermanos ya fallecidos y a todas las benditas almas del purgatorio. 

Intercede ante tu Hijo Jesucristo nuestro Salvador, para que sea con ellos juez misericordioso y les perdone las culpas que en su fragilidad cometieron.

Vela por quienes seguimos en este mundo y concédenos la gracia de amarte y honrarte para siempre para que tú nos guíes a tu Hijo y con Él participemos de la gloria eterna.

Concédele Señor el descanso eterno a todas las benditas almas. Brille para ellas la luz perpetua. Por la misericordia de Dios descansen en paz todos nuestros hermanos difuntos. Amén.

domingo, 9 de noviembre de 2014

ORACIÓN POR UN MATRIMONIO EN CRISIS


ORACIÓN PARA 
EL MATRIMONIO EN CRISIS 


Señor ,
aquí estamos, los dos frente a ti ,
como aquel día en que recibimos el sacramento del matrimonio.
Como aquel día en que bendijiste nuestro amor.

Pero ahora señor estamos derribados, secos,
lejos de ti , sin el agua de tu amor.

Y ya nuestro amor se ha secado,
derrama tu Santo Espíritu sobre nosotros,
para que nos limpie, nos lave, nos restaure y nos renueve,
para que ese amor que tu bendijiste
brote nuevamente.

Señor corta y libera toda atadura de ambos al pecado,
aleja todo espíritu de infidelidad,
paséate por nuestra familia, por nuestro hogar,
bendice nuestros hijos, bendice nuestras vidas.

Permite señor que yo sea el hombre que mi esposa anhela,
y que ella sea la mujer que yo anhelo.
Señor restaura ese sacramento fuerte por el que estamos unidos.
Sana Señor.

Señor que la Sagrada Familia se mude a mi hogar,
para que como buenos padres 
sepamos criar a nuestros hijos, al estilo de María .
Y para que yo tenga la fuerza
y la valentía de San José,
y para que nuestros hijos sean como Jesús .

Mándanos a tus Santos Ángeles,
a los Arcángeles San Rafael, San Gabriel y San Miguel,
para que nos protejan.

Derrama tu preciosa sangre sobre este matrimonio,
sobre el hogar, sobre la familia,.
Escóndenos en tus preciosas llagas,
Y Madre María, cúbrenos con tu manto.
Amen, amen , amén.

ORACIONES NOCTURNAS A DIOS





ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA


IMÁGENES DE NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA











ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA ALMUDENA - PATRONA DE MADRID


Oración a la Virgen de la Almudena
 (Patrona de Madrid)


Virgen de la Almudena,
Madre y Señora nuestra,
que estuviste oculta
en las murallas del viejo Madrid
y te nos manifiestas ahora
como Madre de inmensa ternura
a quienes te veneramos
con filial devoción.

Tu nombre de Almudena
hace referencia a fortaleza;
danos constancia firme
para vivir siempre seguros
en la fe de la Iglesia.

Mantén vivo nuestro amor
y fuerte nuestra esperanza,
para que ningún obstáculo
pueda desviarnos
del camino de la salvación.

Llena con tu presencia maternal
la dura soledad de los que sufren.

Acoge con tu amor
las súplicas de tus hijos.

Abre nuestros corazones
a la alegría del Espíritu.

Como excelsa Patrona de Madrid
bendice y protege a quienes
veneran con amor tu nombre santo
y el de tu Hijo.

Que vive y reina
por los siglos de los siglos.

Amén.

NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA, ADVOCACIÓN MARIANA, 9 DE NOVIEMBRE



Nuestra Señora de la Almudena
Advocación mariana, 9 de noviembre 





Es tradición, que la primitiva Imagen la trajo consigo el Apóstol Santiago cuando vino de Jerusalén a España a predicar el Evangelio, instaurándose entonces la devoción a tan bella Imagen en la Villa que, más tarde, llegaría a ser Capital de España.

Al conquistar los musulmanes Madrid, hacia los años 714, la Imagen de Nuestra Señora fue escondida por los cristianos en un hueco practicado en las murallas de la Villa, para evitar profanaciones y cumpliendo así el decreto del Arzobispo de Toledo, D. Raimundo. En prueba de devoción, ocultaron, junto con la Virgen, dos velas encendidas, tapiando después el hueco con una gruesa pared de cal y canto.

Alfonso VI conoce la existencia de una Imagen de la Santísima Virgen, escondida por los cristianos siglos atrás, el Monarca hizo -al parecer- voto de buscarla incansablemente para restituirla al culto de los fieles, si Dios le concedía la victoria sobre los Sarracenos, y lograba tomar la Ciudad. Pero, una vez liberada ésta y no obstante sus pesquisas, no lograba localizar el sitio donde la Imagen estaba oculta. Por ello, y en su deseo de que la Virgen Santa María fuese venerada hasta tanto se lograse hallarla, mandó pintar una Imagen, inspirándose en los rasgos que la tradición atribuía a aquélla y, no se sabe si por el deseo del artista o por gusto del propio Rey casado en aquel momento con Doña Constanza, hija de Enrique I de Francia-, pintaron en su mano una flor de lis.

La Imagen fue pintada sobre los muros de la antigua Mezquita musulmana. Tras las ceremonias de purificación y dedicación del Templo, quedó expuesta al culto en el cuadro hoy conocido por Nuestra Señora de la Flor de Lis.

Una vez conquistado Toledo, en mayo de 1085, Alfonso VI volvió a insistir en la búsqueda de la Imagen oculta por los cristianos, celebrándose un piadoso novenario o rogativa por el éxito de las pesquisas que finalizó con una devota procesión presidida por e Monarca y los Prelados; y al pasar la comitiva frente a la alhóndiga o Almudith, establecida por los moros; se desplomaron unas piedras, dejando al descubierto la Imagen llamada desde entonces de la Almudena- que, es tradición, conservaba encendidas dos candelas, con que fue escondida al ser ocultada 369 años antes. Era el día 9 de noviembre de 1085.

Llevada a la Iglesia de Santa María, fue colocada solemnemente en el Altar mayor, donde permaneció hasta el día 25 de octubre de 1868 en que, por demolición del Templo, fue instalada en el Convento de las Religiosas Bernardas del Santísimo Sacramento, en cuya Iglesia estuvo expuesta al culto hasta el 29 de mayo de 1911, fecha en la que se trasladó con la mayor solemnidad a la Cripta de la Nueva Catedral que construía en honor de su Advocación junto al lugar de la muralla donde fue hallada la Imagen por AlfonsoVI, existiendo hoy en el hueco donde la Virgen estuvo oculta, una Imagen de piedra que conmemora el hecho.

Hace pocos años, al hacer una excavación para construir un edificio, se encontraron los restos de la antigua muralla árabe, del entonces llamado Magerit, a pocos metros del lugar donde hoy está la Imagen que recuerda la aparición y, por su carácter histórico, el Ayuntamiento de Madrid tuvo el singular acierto de declarar aquel terreno como "lugar no edificable" para que pueda quedar siempre al descubierto los restos de la citada muralla.

Durante los años 1936-39, periodo en que tuvo lugar la guerra civil española, Nuestra Señora de la Almudena permaneció intacta en la Cripta. De nuevo fue llevada la Imagen a la Iglesia de Las Religiosas Bernardas de la calle del Sacramento (Actualmente Iglesia Arzobispal Castrense) y finalmente, trasladada el 2 de febrero de 1954 a la Santa Iglesia Catedral de San Isidro -en la calle Toledo-.

Obtenidas de Roma las necesarias bulas y como culminación de su patronazgo sobre la Villa de Madrid, Santa María la Real de la Almudena fue coronada Canónicamente en 1948, por mano del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Obispo de Madrid-Alcalá y patriarca de las Indias Dr. D. Leopoldo Eloy Garay, siendo madrina la Sra. Carmen Polo de Franco. A la brillante ceremonia asistieron entre innumerables personalidades, el jefe Estado, Francisco Franco y su Excelencia Reverendísima el Nuncio de Su Santidad; fervientes devotos de Santa María la Real de 1a Almudena fueron, entre otros, San Ildefonso de Toledo, San Isidro Labrador, y su esposa, Santa María de la Cabeza, obteniéndose por medio de esta venerada Advocación innumerables favores, que acrecentaron de día en día la confianza de los fieles en esta bellísima Imagen de Nuestra Señora, entre los que se contaron los Monarcas de España, la nobleza y, muy especialmente, el pueblo madrileño.

sábado, 8 de noviembre de 2014

ORACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA PARA PEDIR UN FAVOR


AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
PARA PEDIR UN FAVOR

¡Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor a Dios y a la humanidad, y de compasión por los pecadores, me consagro enteramente a ti. Te confío la salvación de mi alma.

Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que me separe del pecado,  ame mas a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna juntamente con aquellos que amo.

Medianera de todas las gracias, y Madre de misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino Hijo ha merecido con sus sufrimientos y que nos confió a nosotros sus hijos.

Llenos de confianza en tu maternal corazón, que venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes necesidades. Por los méritos de tu amable e inmaculado Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús, obténme la gracia que pido 

(mencionar aquí el favor que se desea)

Madre amadísima, si lo que pido no fuere conforme a la voluntad de Dios, intercede para que se conceda lo que sea para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma. Que yo experimente la bondad maternal de tu corazón y el poder su pureza intercediendo ante Jesús ahora en mi vida y en la hora de mi muerte. Amén.

Corazón de María, perfecta imagen del corazón de Jesús, haced que nuestros corazones sean semejantes a los vuestros. Amén.

INVOCACIÓN A LA CONFIANZA


Invocación a la confianza
Autor: A. Pangrazzi 


Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el Sol; que los desnudos árboles de otoño volverán a vestirse de hojas, si tengo la paciencia de esperar. 

Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco. 

Ayúdame Amado Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro; ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia. 

Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones. 

Confío en tí como un niño que se siente seguro en brazos de su madre. 

Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo. Amén.

MI HERMOSA NIÑA DE GALILEA - LA VIRGEN MARÍA


Mi hermosa Niña de Galilea
Dame las palabras para que pueda mostrar a mis hermanos lo buena y suave que eres conmigo.


Por: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org



María, así de simple. Es la forma de dirigirme y conversar con mi Madre del Cielo, llamándola simplemente María. Sé que mucha gente no la conoce, o tiene una imagen lejana de Ella, quizás demasiado formal, demasiado protocolar. ¿Cómo puede ser nuestra Mamá protocolar al presentarse a nosotros? No, Ella es sencilla, mi pequeña Niña de Galilea, así es para mí. Pero es también lógico que cada uno la vea del modo que su propio corazón indica, con la mirada del alma que todo lo convierte en la expresión del Espíritu Divino, si es que nosotros nos dejamos iluminar por dentro.

Por un instante, déjenme narrarles cómo es que mi corazón ve a la Madrecita del Verbo Divino. De un modo muy particular, la veo de unos quince o dieciséis años, que es la edad en la que Ella se convirtió en Madre Divina, dándonos a Aquel que todo lo puede por amor. A tan temprana edad, mi María se presenta ante mi corazón como una hermosa Mujer, delicada en su mirar, en su caminar. Destaca su delicado cuello, largo y estilizado para dar cabida al más hermoso rostro que Dios jamás cinceló en criatura alguna. Ella es perfecta, no existe ni existirá mujer más hermosa que María, porque Dios la modeló en un acto sublime de Su Potencia Creadora. Y su belleza sólo es superada por su pureza, su inocencia y su férrea voluntad de no desagradar al Padre que tanto ama.

Cuando veo las imágenes de las distintas presentaciones de María a lo largo de los siglos, me quedo con la convicción de que el hombre no ha podido ni podrá modelar jamás la belleza de María ni siquiera en un modo aproximado. Mi alma se esfuerza en descubrir la visión verdadera con que mi joven Reina se presentó como la Medalla Milagrosa, por ejemplo. Santa Catalina de Labouré sin dudas describió del modo más aproximado posible la celestial visión que se presentó ante ella, pero no pudo hacer que el artista cincele en la Medalla Milagrosa el verdadero rostro de la Reina de los ángeles. Esa sonrisa, esas manos siempre en posición de oración, esos ojos iluminados por la Fuente de todo el Amor.

María, joven y sonriente, fulgurante estrella de la mañana. Se presenta en mi corazón como una Rosa que se abre derramando su fragancia y frescura, haciendo de mi un ovillo de hilo que se recoge sobre sí mismo, se envuelve pliegue sobre pliegue hasta quedar extasiado mirándola sonreír, llamándome, invitándome a acompañarla en este viaje. Ella nunca se presenta en vano en nuestro corazón, como una madre nunca se acerca a sus hijos sin un profundo deseo de cuidarlos y amarlos.

María, hermosa Niña de Galilea, perfecto fruto de la Creación en cuerpo y alma. Sólo Ella pudo tener la Altísima Gracia de ser Madre del mismo Dios. El, ante el que el universo mismo se doblega, se hizo pequeñito y vivió nueve meses oculto dentro de ésta hermosa Joven Palestina. El, instante tras instante, fue tomando de su sangre todo aquello que necesitó para formar Su naturaleza humana, Su humanidad. Así, Ella es nuestra Niña de la Alta Gracia, porque ninguna Gracia puede ser tan elevada como la Maternidad Divina.

Enamorarse de María es enamorarse de su Divina Maternidad, de su Inmaculado Corazón, y de su infinita belleza humana también. La siento tan cercana, tan vivamente presente en mi vida, que no puedo más que dirigirme a Ella como María, mi María. Ella es compasiva y paciente ante mis demoras en acudir a su mirada, Madre de la Misericordia. Juntos conversamos, compartimos mis pequeñas aventuras humanas, mis decepciones y dolores, mis esperanzas y sueños. Y María, con esa hermosa sonrisa que se funde en mis pupilas, me mira y me invita a levantar los ojos al Cielo con las manos unidas sobre mi pecho. Madre de la oración, Bella Dama del clamor y la plegaria, Omnipotencia Suplicante, Ella nos enseña a ver a través de los Ojos de Aquel que todo lo puede.

Mi María, hermosa y joven Niña de Galilea, que enamoraste mi corazón porque sabías que era el modo de abrir la puerta al soplo del Amor Verdadero. Me siento tan feliz y orgulloso de ser tu hijo, y al mismo tiempo tan indigno de serlo, que no puedo más que pedirte me ayudes a seguirte en tus deseos, que no son otros que los deseos de Tu Hijo. Dame las palabras para que pueda mostrar a mis hermanos lo hermosa y pura que eres, y lo buena y suave que eres conmigo. Dales la luz que les permita enamorarse de ti como lo has hecho conmigo. Que puedan descubrirte como la más hermosa y pura Mujer que jamás existió, Inmaculada en cuerpo y alma, llena del Espíritu Santo, plena de humildad y fortaleza, escudo que protege y consejo que ilumina. Mi hermosa María, luz de mi vida.


viernes, 7 de noviembre de 2014

SÚPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Dame tus ojos, Madre, para saber mirar; si miro con tus ojos jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre para poder rezar, si rezo con tus labios Jesús me escuchara.

Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar, es tu lengua, paterna de gracia y santidad.

Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar, entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad, cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar, ¿si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.

Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar, esta será mi dicha por una eternidad.

Amén.

SEÑOR, HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ


SEÑOR, 
HAZME  UN INSTRUMENTO DE TU PAZ:

Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

Amén.

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS POR MEDIO DE LA VIRGEN SANTÍSIMA



ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS POR MEDIO DE LA VIRGEN SANTÍSIMA

!Santísima Virgen, Madre de Dios y querida Madre y abogada nuestra! Tus hijos, unidos en un mismo sentimiento de cariño, nos arrojamos a tus plantas deseosos de renovar el propósito de servirte con la mayor fidelidad. Te suplicamos que nos consagres, como esclavos tuyos, al adorable Corazón de Jesús, con todo lo que somos, sin reservarnos cosa alguna, pues no queremos tener otra libertad que la de amarle, ni otra gloria que la de pertenecerle en calidad de siervos y víctimas de su amor.

!Oh María, esperanza nuestra! Haz que sintamos cuán poderosa eres con el Corazón de Jesús, y acredita tu valimiento cobijándonos en él, como en mansión perpetua. Ruégale que ejercite su dominio supremo en nuestras almas, reinando por amor a nuestros corazones, a fin de que nos consuma y transforme totalmente en sí. Sea Él nuestro tesoro, nuestra delicia, nuestro amor y nuestro Todo en todas las cosas, destruyendo y anonadando en nosotros todo lo que sea nuestro, y poniendo en su lugar todo lo que es suyo. Sea Él el sostén de nuestra incapacidad, la fuerza de nuestra flaqueza y la alegría de todas nuestras tristezas.

!Oh Sagrados Corazones de Jesús y de María! Remediad todas las miserias de los nuestros, suplid por todo lo que nos falta y consumid nuestras frialdades y tibiezas, ya que ciframos nuestra felicidad en vivir y morir como esclavos del adorable Corazón de Jesús y como siervos de la dulcísima Madre. Así sea.

(De Santa Margarita María de Alacoque)

jueves, 6 de noviembre de 2014

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA ANTE LAS TENTACIONES


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA
 ANTE LAS TENTACIONES


Madre querida acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén.

ORACIÓN A LA MEDALLA MILAGROSA PARA OBTENER UNA GRACIA ESPECIAL


ORACIÓN A LA MEDALLA MILAGROSA
PARA OBTENER UNA GRACIA ESPECIAL


¡Oh María, consuelo de cuantos os invocan!. Escuchad benigna la confiada oración que en mi necesidad elevo al trono de vuestra misericordia. ¿A quién podré recurrir mejor que a Vos, Virgen bendita, que sólo respiráis dignidad y clemencia, que dueña de todos los bienes de Dios, sólo pensáis en difundirlos en torno vuestro? 

Sed pues mi amparo, mi esperanza en esta ocasión; y ya que devotamente pende de mi cuello la Medalla Milagrosa, prenda inestimable de vuestro amor, concededme, Madre Inmaculada, concededme la gracia que con tanta insistencia te pido.

Amén.

NOVENA EN HONOR A LA MEDALLA MILAGROSA: DEL 18 AL 26 DE NOVIEMBRE


NOVENA EN HONOR A LA 
VIRGEN MARÍA DE LA MEDALLA MILAGROSA 
DEL 18 AL 26 DE NOVIEMBRE DEL 2014


ORACIÓN PREPARATORIA PARA
 REZAR TODOS LOS DÍAS:

Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.

Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.



MEDITACIONES PARA LOS NUEVE DÍAS:

DÍA PRIMERO 
En una medianoche iluminada con luz celeste como de Nochebuena -la del 18 de julio de 1830- aparecióse por primera vez la Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Y le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le saltaban las lágrimas de los ojos.

¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Cómo siente las penas de cada uno de sus hijos! Que tú recuerdo y tu medalla, Virgen Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos los que sufren y lloran en desamparo.


DÍA SEGUNDO 
En su primera aparición, la Virgen Milagrosa enseñó a Santa Catalina la manera como había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban.

"Venid al pie de este altar -decíale la celestial Señora-, aquí se distribuirán las gracias sobre cuantas personas las pidan con confianza y fervor, sobre grandes y pequeños."

Que la Virgen de la santa medalla y Jesús del sagrario sean siempre luz, fortaleza y guía de nuestra vida.


DÍA TERCERO 
En sus confidencias díjole la Virgen Milagrosa a Sor Catalina: "Acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré con vosotros: tened confianza…"

Refugiémonos en esta confianza, fuertemente apoyada en las seguridades que de su presencia y de su protección nos da la Virgen Milagrosa. Y en las horas malas y en los trances difíciles no cesemos de invocarla: "Auxilio de los cristianos, rogad por nosotros".


DÍA CUARTO 
En la tarde del 27 de noviembre de 1830, baja otra vez del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina Labouré.

De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una pequeña esfera y aparece en actitud extática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a Sor Catalina para decirle: "Esta esfera representa al mundo entero.., y a cada persona en particular".
Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculada. ¿Podría encontrarse un sitio más seguro?.


DÍA QUINTO 
De las manos de María Milagrosa, como de una fuente luminosa, brotaban en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explicó: "Es el símbolo de las gracias que Yo derramo sobre cuantas personas me las piden", haciéndome comprender -añade Santa Catalina- lo mucho que le agradan las súplicas que se le hacen, y la liberalidad con que las atiende.

La Virgen Milagrosa es la Madre de la divina gracia que quiere confirmar y afianzar nuestra fe en su omnipotente y universal mediación. ¿Por qué, pues, no acudir a Ella en todas nuestras necesidades?.


DÍA SEXTO  
Como marco "¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!".

Y enseguida oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración-jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.

¿Dejaremos nosotros de hacerlo?. Sería imperdonable dejar de utilizar un medio tan fácil de aseguramos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.


DÍA SÉPTIMO 
Nuestra Señora ordenó a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo que Ella misma le había diseñado.

Después le dijo: "Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza".

Esta es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección de María.


DÍA OCTAVO 
Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por doquier por la nueva medalla (conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el sobrenombre de la medalla de los milagros, la medalla milagrosa; y con este apellido glorioso se ha propagado rápidamente por todo el mundo.

Deseosos de contribuir también nosotros a la mayor gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día apóstoles de su milagrosa medalla.


DÍA NOVENO 
Las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa constituyen indudablemente una de las pruebas más exquisitas de su amor maternal y misericordioso.

Amemos a quien tanto nos amó y nos ama. "Si amo a María -decía San Juan Bérchmans- tengo asegurada mi eterna salvación".

Como su feliz vidente y confidente, Santa Catalina Labouré, pidámosle cada día a Nuestra Señora, la gracia de su amor y de su devoción.


(Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se deseen alcanzar en esta Novena, se terminará rezando)


ORACIONES FINALES PARA TODOS LOS DÍAS:

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

Rezar tres avemarías con la jaculatoria: 
OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
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