lunes, 1 de diciembre de 2014

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN - DEL 30 AL 7 DE DICIEMBRE


Novena de la Inmaculada Concepción
30 noviembre al 7 diciembre


Por: devocionario.com | Fuente: devocionario.com

Por la señal...
Señor mío Jesucristo...


1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).



2. REZAR LA ORACIÓN DEL DÍA CORRESPONDIENTE





3. ORACIONES FINALES

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.

Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.

ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.



DÍA PRIMERO (30 DE NOVIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA SEGUNDO (1 DE DCIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA TERCERO (2 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas para ser dignos de ti, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA CUARTO (3 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como libraste a María de la inclinación al pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así te rogamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con verdadera libertad de espíritu, sin imperfección ninguna.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA QUINTO (4 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer instante de su Concepción, diste a María más gracia que a todos los santos y ángeles del cielo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que tú nos adquiriste con tu sangre, y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus Santos Sacramentos, especialmente el de la Comunión.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA SEXTO (5 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer momento, infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA SÉPTIMO (6 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximía, por la cual es llamada Virgen de las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA OCTAVO (7 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero de ti, ¡oh Dios Señor nuestro!, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado.

3. Meditar y rezar la oración final.



DÍA NOVENO (8 DE DICIEMBRE)

1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de Ti, te suplicamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo, para siempre gozar, en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.

3. Meditar y rezar la oración final.

ORACIÓN A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

ORACIÓN A LA INMACULADA
CONCEPCIÓN

Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.

A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén.

San Vicente Pallotti

domingo, 30 de noviembre de 2014

IMÁGENES DE ADVIENTO 2014






















ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA EN ADVIENTO


ORACIÓN DE ADVIENTO 
 A LA VIRGEN MARÍA


¡Dulcísima y amabilísima Madre de Dios y Virgen sacratísima! ya se llega la hora de vuestro bienaventurado parto, parto sin dolor, parto gozoso. Vuestra es esta hora, y nuestra es: vuestra es porque en ella habéis de descubrir al mundo los tesoros divinos que tenéis encerrados en vuestras entrañas, y el sol que le ha de alumbrar, y el pan del cielo que le ha de sustentar, y la fuente de aguas vivas por la cual viven todas la cosas que viven. 

Y vos, Señora, con este sagrado parto habéis de quedar más gloriosa, pues por ser madre no se marchitará la flor de vuestra virginidad, antes cobrará nuevo frescor y nueva belleza, porque sois la puerta de Ezequiel cerrada, huerto cercado y fuente sellada, y todas las gentes os quedarán obligadas, y os reconocerán y adorarán por Madre de su Señor, y reparadora del linaje humano, y emperatriz y princesa de todo lo criado.

Pero también esta hora es nuestra, no solamente por ser para nuestro bien y principio de nuestro bien, sino porque desde que pecó Adán y Dios le dio esperanza con su promesa que le remediaría, todos los patriarcas la han deseado, todos los profetas la han prometido, todos los santos del Antiguo Testamento han suspirado por ella, todas las gentes la han aguardado y todas las criaturas están suspensas y colgadas de vuestro felicísimo parto, en el cual está librada la suma de la salud y felicidad eterna. 

Pues ¡oh esperanza nuestra! ¡oh refugio y consuelo de nuestro destierro!; oíd nuestros clamores, oíd los gemidos de todos los siglos y naciones, y los continuos ruegos y lágrimas del linaje humano, que está sepultado en la sombra de la muerte aguardando esta luz, y que vos le mostréis su Salvador, su Redentor, su vida, su gloria y toda su bienaventuranza. Daos prisa, Virgen santísima, daos prisa, acelerad vuestro dichoso y bienaventurado parto, y manifestadnos a vuestro unigénito Hijo, vestido de vuestra carne, para dar espíritu a los hombres carnales y hacerlos hijos de Dios, al cual sea gloria y alabanza en los siglos de los siglos. Amén.

¿CÓMO ORAR EN ADVIENTO Y EN NAVIDAD?


¿Cómo orar en Adviento y en Navidad?
Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron... ¿Habrá posada para el Verbo encarnado en nuestros días?


Por: P. Evaristo Sada LC | Fuente: la-oracion.com



"Dios puso su morada entre los hombres" (Ez 37,27) "por el gran amor con que nos ha amado." (Ef 2,4) Pero ¿es acogido? "Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron" (Jn 1,11) ¿Habrá posada para el Verbo encarnado en nuestros días? Eso se juega en la libertad de cada uno.

Quisiera sugerir algunas pautas para orar en Adviento:



1. Contemplar el misterio de la encarnación:

La encarnación del Verbo es la entrada de la presencia de Dios en el mundo y en la historia. El mundo de la carne busca a su Creador. El mundo de la Gracia busca al hombre. El Verbo encarnado es el lugar de encuentro de las dos búsquedas. La divinidad habita corporalmente en Jesús de Nazaret y así encuentra descanso la doble búsqueda.

"Se anonadó a sí mismo, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a un hombre." (Flp 2,7) Nuestra fe se pone a prueba: "esto no puede ser", el Trascendente no puede ser tan cercano, no puede ser que se vuelva tangible, de carne y hueso, un bebé indefenso; es demasiado que Dios llegue al extremo de hacerse siervo. Tenemos aquí la prueba más convincente del gran amor con que Dios nos ama, de su incomprensible predilección por el hombre. Dios prueba su amor, el hombre debe probar su fe.

En Adviento y Navidad contemplamos el rostro de Dios que por amor se acercó a nosotros y vive en medio de nosotros. Más cercano está de quien más se acerque a contemplarle. Estar allí contemplándolo con mucho amor es acercarse; eso es lo que obra el amor: una creciente cercanía.



2. Dar posada al Redentor que ha venido, pero aún debe ser acogido.

La Redención la ha realizado Cristo con su encarnación, muerte y resurrección, pero aún debe verificarse en cada uno y eso depende de la acogida personal. Dios nunca se impone al hombre, siempre pregunta. Dios es mendigo de la acogida por parte del hombre; se toma muy en serio su libertad. La respeta hasta el grado de verse humillado. Con paciencia, nuestro Dios sigue tocando la puerta.

La plenitud de los tiempos ya ha llegado con la venida de Cristo, pero no se ha cumplido del todo: se realiza o no en cada persona, que libremente lo acepta o lo rechaza. Lo acepta cuando permite que el amor de Dios le impregne del todo, cuando su persona se cubre con la sombra luminosa del Espíritu Santo y Él obra su transformación en Cristo, a través de una sinergia de donaciones repitiendo la historia de la Madre de Dios.

El Redentor es acogido cuando cada uno vive una vida cristiana, una vida en Cristo, no una doble vida, donde aún se reserva algo para sí, sin tomar completamente en serio la búsqueda de la santidad. "Cuando venga Él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hacia la verdad completa (Jn 16,13) La radicalidad de la irrupción de Dios en la historia por la encarnación del Verbo es la que Jesucristo pide hoy de cada uno de sus hijos por la aceptación libre e incondicional del Espíritu Santo, la ley del amor, en la propia vida.

En ese sentido, Adviento es tiempo de conversión, por eso el ornamento morado en la misa: "El Padre celestial, que en el nacimiento de su Hijo unigénito nos manifestó su amor misericordioso, nos llama a seguir sus pasos convirtiendo, como él, nuestra existencia en un don de amor. Y los frutos del amor son los «frutos dignos de conversión» a los que hacía referencia san Juan Bautista cuando, con palabras tajantes, se dirigía a los fariseos y a los saduceos que acudían entre la multitud a su bautismo." (Benedicto XVI, 9 de diciembre de 2007)


3. Adorarlo con corazón de pastor y de ángel.

"Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos" (Mt 18,3) Para entrar a la cueva de Belén hay que hacerse pequeño, como niño. Los pastores y los ángeles tienen corazón de niño. El niño tiene una mirada pura, se maravilla de todo, todo lo disfruta, es capaz de dar amor y de recibir amor con humildad y corazón de pobre.

Los pastores y los ángeles se dieron el tiempo para centrarse en lo esencial: la contemplación del hijo de Dios que habita en medio de nosotros. Los pastores dejaron sus ganados, los ángeles dejaron el cielo; todos se juntaron para adorar a Dios en los brazos de María.

Adviento y Navidad deben ser tiempos de más calma para pasar más tiempo junto a Cristo Eucaristía. Sí, hay que tener el valor de romper esquemas y centrarse en lo esencial. Que esta Navidad, Cristo sea el mejor atendido y el más amado.

Y TÚ ¿ABRIRÁS TU CASA AL REY? - PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO -



Y tú ¿Abrirás tu casa al rey?
Y tú ¿Abrirás tu casa al rey?


Marcos 13, 33-37. Adviento.¡Ojalá que le abramos la puerta y le dejemos entrar a nuestra casa esta Navidad! 



Por: P . Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net




Del santo Evangelio según san Marcos 13, 33-37
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a que hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que legue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta"

Oración introductoria
Señor, gracias por este tiempo del Adviento que me ayuda a prepararme espiritual y apostólicamente al gran acontecimiento de la Navidad. Permite que esta meditación me descubra los medios de perseverancia en lo que tengo que poner más atención.

Petición
¡Ven, Señor, no tardes! ¡Ven que te esperamos! ¡Ven pronto Señor!

Meditación del Papa Francisco
El Señor Jesús se ha donado y sigue donándose a nosotros, para llenarnos de toda la misericordia y la gracia del Padre. Somos nosotros, por tanto, los que podemos convertirnos en cierto sentido en jueces de nosotros mismos, auto condenándonos a la exclusión de la comunión con Dios y con los hermanos, con la profunda soledad y tristeza que esto produce. No nos cansemos, por tanto, de vigilar nuestros pensamientos y nuestras actitudes, para pregustar desde ahora el calor y el esplendor del rostro de Dios.
Será bellísimo ese Dios que en la vida eterna contemplaremos en toda su plenitud. ¡Adelante! Pensando en ese juicio que comienza ahora, que ya ha empezado. ¡Adelante! Haciendo que nuestro corazón esté abierto a Jesús y a su salvación, y ¡Adelante! Sin tener miedo, porque el amor de Jesús es más grande, y si nosotros pedimos perdón por nuestros pecados él nos perdona. Jesús es así. ¡Adelante con esta certeza, que nos llevará a la gloria del cielo!  (S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013).
Reflexión
El domingo pasado celebramos con regocijo la solemnidad de Cristo Rey, y con esta fiesta hemos cerrado el ciclo ordinario del año litúrgico. Hoy iniciamos el Adviento. Adviento –en latín, adventus significa llegada – es el tiempo que va desde el día de Cristo Rey hasta la Navidad, y que nos prepara espiritualmente para celebrar con gozo y con óptimas disposiciones interiores el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en la tierra, momento maravilloso de nuestra salvación.

En estas semanas previas a la Navidad, la Iglesia entera aguarda con júbilo la nuevallegada del Mesías, del Hijo de Dios, de nuestro Redentor, de nuestro hermano Jesús, hecho Hombre como nosotros y nacido para redimirnos. La virtud propia y más característica de este período es la esperanza.

Y, mientras esperamos su venida gloriosa, el Señor nos recuerda que hemos de estar siempre en vela, "porque no sabemos a qué hora llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o al amanecer", nos dice en el Evangelio.

Hace tres semanas, Jesús nos contaba la parábola de las diez vírgenes, invitándonos a la vigilancia. Y hoy nos vuelve a recordar la necesidad de velar para que, cuando llegue, nos encuentre despiertos y preparados para recibirlo con un nuestro corazón puro, noble y generoso. Un poeta alemán del siglo XVIII decía: "Aunque Cristo naciera mil veces en Belén, si no nace en tu corazón, seguirías siendo un desgraciado".

Se cuenta que un famoso artista pintó un bello cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas y una gran concurrencia de espectadores. Llegado el momento, se tiró el paño que cubría el cuadro. Un estallido de aplausos hizo retumbar el salón. Una impresionante figura de Jesús tocaba suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, pretendía oír si adentro de la casa alguien le respondía. Se pronunciaron discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Sin embargo, un observador muy curioso y perspicaz, encontró un fallo en el cuadro y se lo hizo notar a su autor: la puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista, no sin cierta picardía: "Oiga, su puerta no tiene cerradura. ¿Cómo se hace para abrirla?"
- "Así es- respondió el pintor. Usted ha observado bien. Esa casa no tiene puerta porque representa el corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro".

Si nosotros queremos que Cristo venga a nuestra alma y nazca en nosotros esta Navidad, tenemos que abrirle nuestra casa desde adentro. Él no obliga a nadie, ni fuerza contra su voluntad a que le abran. Cada uno lo hace libremente. Él nos respeta siempre porque nos ama, incluso aunque en nuestra indiferencia o negación nos hacemos daño a nosotros mismos. Es el misterio del amor de Dios y de la libertad humana. Si queremos que Dios nazca en nosotros, hemos de preparar nuestro nacimiento, nuestro "belén" interior. Y esto exige estar en vela para que el pecado y los vicios del mundo no hagan presa de nuestra vida.

Propósito
¡Ojalá que le abramos la puerta y le dejemos entrar a nuestra casa esta Navidad! Tenemos cuatro semanas de Adviento para preparar nuestra alma.
Comentarios al autor P . Sergio Córdova LC

viernes, 28 de noviembre de 2014

PAPA FRANCISCO EXPLICA QUÉ ES EL CIELO


Papa Francisco explica qué es el Cielo




VATICANO, 26 Nov. 14 / 09:43 am (ACI).- En su catequesis de este miércoles en la habitual audiencia general, el Papa Francisco explicó qué es el Cielo, el destino final después de la muerte hacia el cual camina toda la Iglesia.

“Un poco feo el día, pero ustedes son valientes. ¡Felicitaciones! Esperamos rezar juntos hoy”, comenzó el Papa. Efectivamente, el cielo amaneció encapotado en Roma y desde las primeras horas de la mañana la lluvia mojó el suelo de la ciudad. También los adoquines de la Plaza de San Pedro, llamados “San Pietrini” quedaron empapados por la lluvia.

Al día siguiente de su visita a los organismos oficiales de la Unión Europea en la ciudad francesa de Estrasburgo, el Pontífice resaltó que la “Iglesia que peregrina hacia el cielo”.

“Al presentar la Iglesia a los hombres de nuestro tiempo, el Concilio Vaticano II tenía bien presente un verdad fundamental, que no hay que olvidar jamás: la Iglesia no es una realidad estática, detenida, con fin en sí misma, sino que está continuamente en camino en la historia, hacia la meta última y maravillosa que es el Reino de los cielos, del cual la Iglesia en la tierra es el germen y el inicio”, indicó.

Sobre el fin de los tiempoes, el Papa dijo que “la Constitución conciliar Gaudium et spes (del Concilio Vaticano II), de frente a estos interrogantes que resuenan desde siempre en el corazón del hombre, afirma: ‘Ignoramos el tiempo en que se hará la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de qué manera se transformará el universo. La figura de este mundo, deformada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que nos prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia y cuya bienaventuranza es capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano’”.

Para el Pontífice, la meta a la que aspira la Iglesia es la “Jerusalén nueva”, el “Paraíso” o el Cielo, como comúnmente se le conoce. Pero “más que de un lugar, se trata de un ‘estado’ del alma, en el cual nuestras expectativas más profundas serán cumplidas de manera superabundante y nuestro ser, como criaturas y como hijos de Dios, alcanzará la plena maduración”.

El Papa dijo luego que “es bello pensar en el cielo”, que “todos nos encontraremos allí”. Esto “da ¡fuerza al alma!”, exclamó.

En relación a esta idea, es también “bello” percibir “cómo hay una continuidad y una comunión de fondo entre la Iglesia que está en el cielo y aquella todavía en camino sobre la tierra”, porque, además, “aquellos que ya viven en la presencia de Dios, de hecho, nos pueden sostener e interceder por nosotros, rezar por nosotros”.

El Santo Padre dijo además que los cristianos también están invitados desde la tierra a “ofrecer buenas acciones, oraciones y la Eucaristía” para “aliviar las tribulaciones de las almas que todavía están esperando la beatitud sin fin”.

“El universo será renovado y liberado de una vez para siempre de todos los rastros del mal y de la misma  muerte”, lo que “es llevar cada cosa a su plenitud de ser, de verdad, de belleza”.

Al finalizar la catequesis, saludó a los peregrinos que acudieron a escucharle provenientes de diversos lugares del mundo. Saludó también a los de lengua española, en particular a los de España, Argentina, México y a los llegados de otros países de Latinoamérica.

HOY SE CELEBRA A SANTA CATALINA LABOURÉ, VIDENTE DE LA MEDALLA MILAGROSA, 28 DE NOVIEMBRE



Hoy se celebra a Santa Catalina Labouré,
 vidente de la Medalla Milagrosa
28 de Noviembre



ROMA, 28 Nov. 14 / 12:02 am (ACI/EWTN Noticias).- El 28 de noviembre la Iglesia celebra a Santa Catalina Labouré, vidente de la Medalla Milagrosa, a quien la Virgen le dijo: “Dios quiere confiarte una misión; te costará trabajo, pero lo vencerás pensando que lo haces para la gloria de Dios”.

Santa Catalina Labouré nació en Francia en 1806 en una familia campesina. Quedó huérfana de madre a los nueve años y le pidió a la Virgen que fuera su madre. Su hermana fue admitida como monja vicentina y Catalina tuvo que ocuparse de las labores del hogar por lo que no pudo aprender a leer, ni escribir.

Más adelante le pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento, pero él se lo negó. Entonces le pedía al Señor que le concediera este deseo. Tiempo después vio en sueños a un sacerdote anciano que le dijo: “un día me ayudarás a cuidar a los enfermos”.

A los 24 años visitó a su hermana religiosa y en el convento vio la imagen de San Vicente de Paúl y se dio cuenta que él era el sacerdote que vio en sueños. Desde entonces se propuso ser hermana vicentina y no se detuvo hasta ser aceptada en la comunidad.

Fue enviada a París, donde realizó los oficios más humildes y estuvo al cuidado de los ancianos de la enfermería. El 27 de noviembre de 1830 la Virgen María se le aparece en la capilla del convento y le pide que acuñe la Medalla de acuerdo a lo que estaba viendo en la aparición.

Con el tiempo y ante la intercesión del confesor de la Santa, el Arzobispo de París permitió fabricar la medalla y empezaron los milagros, tal como lo había prometido la Virgen.

A la muerte de su confesor, que sabía todo de las apariciones, le sustituye uno que al escuchar los hechos extraordinarios no la comprende. Mientras tanto, Santa Catalina guardaba en secreto su historia con la Virgen hasta que le renovaron el confesor.

La Santa sabe que se acerca el tiempo de partir y, después de pedir consejo a la Virgen, confía su secreto a la superiora, quien consigue que se erija en el altar una estatua que perpetúe el recuerdo de las apariciones.

Partió a la Casa del Padre a los 70 años, un 31 de diciembre de 1876. Cincuenta y seis años después, cuando se abrió su sepultura para el reconocimiento oficial de sus reliquias, se halló su cuerpo incorrupto. Fue beatificada por Pío XI en 1933 y canonizada por Pío XII en 1947.

SANTA CATALINA LABOURÉ, RELIGIOSA, 28 DE NOVIEMBRE


Catalina Labouré, Santa
Religiosa, 28 de noviembre



Religiosa

Esta fue la santa que tuvo el honor de que la Sma. Virgen se le apareciera para recomendarle que hiciera la Medalla Milagrosa.

Sus padres tuvieron diecisiete hijos de los que vivieron nueve. Catalina era la séptima. Nació en Fain-les-Moutiers (Francia), el 2 de Enero del 1806. Huérfana de madre desde los nueve años, pasó la niñez entre las aves y los animales de la granja porque tuvo que hacerse cargo de las faenas de la casa junto con su hermana pequeña Tonina. Dos amas de casa, en una familia numerosa, que tenían doce y nueve años.

Ella nota el tirón de la vocación a la vida religiosa. Pero —los santos casi siempre lo tuvieron difícil— tiene que vencer engorrosas y complicadas dificultades familiares para poder realizarla. Incluso tuvo que trabajar como criada y camarera en los negocios de dos hermanos mayores suyos durante algunas temporadas. Lo que pasa es que, cuando Dios llama y uno persevera, las dificultades se superan.

Ingresó en las Hijas de la Caridad que fundó San Vicente de Paul. El amor a Dios le lleva a cumplir fielmente las ocupaciones habituales. Se desenvuelve en la vida sencilla y escondida de una religiosa que tiene por vocación atender a los que están limitados: asilos, hospitales, manicomios, hospicios etc., en donde hay enfermos, sufrimiento, camas, cocina, ropas ... rezos y ¡mucho amor a Dios! Hubiera empleado su vida, como tantas religiosas santas, sin que su nombre hubiera pasado a las líneas de la historia, de no habérsele aparecido la Virgen Santísima en el mes de Julio del 1830 y luego varias veces más. Aún se puede ver, en la rue du Bac, de París, el sillón de respaldo y brazos muy bajos, tapizado de velludillo rojo en donde estuvo sentada Nuestra Señora en la primera aparición. Aparte de otras cosas personales, le pide la Virgen que se grabe una medalla con su imagen en la que aparezcan unos haces de gracia que se derraman desde sus manos para bien de los hombres. Luego, esa medalla ha de difundirse por el mundo. Es el comienzo de la Medalla Milagrosa.

Después pasó su vida desempeñando trabajos escondidos y sin brillo propios de cualquier religiosa. Nadie supo hasta la muerte de esta monjita bretona — no muy letrada— el hecho de las apariciones que ella quiso guardar con el pudor propio de quien conoce la grandeza, las finuras y la personal delicadeza del amor. Sólo tuvo conocimiento puntual el P. Aladel, su confesor.

Muere el 31 de Diciembre del 1876. La canonizó el papa Pío XII.

ORACIONES A SANTA CATALINA LABOURÉ


Oración a Santa Catalina Labouré para pedir un favor

¡Oh Santa Catalina!, que por tu fidelidad y generosidad en el servicio de Dios, fuiste elegida para ser instrumento de la bondad de María, para con el mundo y tus ojos gozaron de la vista de la Celestial Señora, concedednos que fieles en el servicio de Dios, podamos gozar en tu compañía, de la eterna visión de Jesús y María en el Cielo.Obténme de Jesús, oh Santa bendita, la gracia que de todo corazón imploro. Amén.
  


Oración a Santa Catalina Labouré

Tú, Señor, que concediste a Santa Catalina Labouré el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de esta santa, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Que vive y reina contigo.Amén



Oración a Santa Catalina Labouré

Santa Catalina Labouré, que fuiste elegida como  confidente de la Virgen María. Ella te reveló  su deseo de que sus hijos llevan la Medalla Milagrosa como señal de su amor por ella y en honor de su Inmaculada Concepción. Intercede por nosotros, para que podamos cumplir los deseos de nuestra madre celestial. Pide que podamos recibir las gracias especiales que se derivan de las manos maternales como  rayos de luz. Amén

IMÁGENES DE SANTA CATALINA LABOURÉ







NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE KIBEHO, RUANDA, ADVOCACIÓN MARIANA, 28 DE NOVIEMBRE


Nuestra Señora de los Dolores de Kibeho (Ruanda)

Nuestra Señora de los Dolores de Kibeho (Ruanda)

Advocación Mariana, 28 de noviembre 



Por: Padre Jordi Rivero | Fuente: Corazones.org




APARICIONES EN KIBEHO, (RWANDA, AFRICA) 1981-1989

Madre del Verbo

Las apariciones comenzaron el 28 de Noviembre de 1981. Anticiparon el genocidio que ocurrió en 1994. Esta aparición fue aprobada formalmente en el 2001.

Las 3 videntes
La primera en tener las apariciones fue Alphonsine Mumureke, de 16 años. Estas ocurrían en la escuela y los maestros y estudiantes no le creían y muchos se burlaban de ella. Pero mas tarde otras dos muchachas empezaron a ver también a la Virgen. Alphonsine fue filmada durante algunas apariciones. Un doctor de la comisión de investigación de la Iglesia examinó a la joven durante la aparición.

La segunda joven fue Nathalie Mukamazimpaka, 17 años, que comenzó a ver a la Virgen en enero 1982. Vió la Virgen casi 2 años.

La tercera fue Marie Claire Mukamgango, de 21 años. Vió a la Virgen de marzo a septiembre del 1982. Antes no creía en las apariciones. La Virgen le dió la misión de difundir el Rosario de los Siete Dolores de María. (Ella murió en la masacre que relataremos después).

Otros cuatro jóvenes videntes no fueron incluidos en la aprobación eclesiástica
Cuatro jóvenes de Kibeho dijeron que también veían a la Virgen en diferentes ocasiones, pero solo han recibido aprobación oficial las apariciones a los tres arriba mencionados.

Entre las muchachas que reportaron ver la Virgen había una joven musulmana que se convirtió y bautizó. También un joven pagano llamado Sagstashe, quien después de las apariciones se convirtió tomando el nombre Emmanuel. A Emmanuel, Jesús se le apareció en el campo en julio del 1982 y le enseñó el Padre Nuestro y el catecismo. El nunca antes de las apariciones había estado en una iglesia.

Las apariciones terminaron para seis de los videntes en 1983 y solo Alphonsine continuó teniendo apariciones, una vez al año el 28 de noviembre. La última fue en 1989 de esa fecha.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...