sábado, 17 de enero de 2015

PRÁCTICAS DE DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Prácticas de devoción a María.
La verdadera devoción a la Santísima Virgen puede expresarse interiormente de diversas maneras... 


Por: San Luis María Grignion de Montfort | Fuente: www.mercaba.org





a. Prácticas comunes.

 
115. La verdadera devoción a la Santísima Virgen puede expresarse interiormente de diversas maneras. He aquí, en resumen, las principales:

  • 1º honrarla como a digna Madre de Dios, con un culto de hiperdulía, es decir, estimarla y venerarla más que a todos los otros santos, por ser Ella la obra maestra de la gracia y la primera después de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
  • 2º meditar sus virtudes, privilegios y acciones;
  • 3º contemplar sus grandezas;
  • 4º ofrecerle actos de amor, alabanza y acción de gracias;
  • 5º invocarla de corazón;
  • 6º ofrecerse y unirse a Ella;
  • 7º realizar todas las acciones con intención de agradarla;
  • 8º comenzar, continuar y concluir todas las acciones por Ella, en Ella, con Ella y para Ella a fin de hacerlas por Jesucristo, en Jesucristo, con Jesucristo y para Jesucristo, nuestra meta definitiva.
Más adelante explicaremos esta última práctica.

116. La verdadera devoción a la Santísima Virgen tiene también varias prácticas exteriores. Estas son las principales:

  • 1º inscribirse en su cofradías y entrar en las congregaciones marianas;
  • 2º entrar en las Ordenes o Institutos religiosos fundados para honrarla;
  • 3º publicar sus alabanzas;
  • 4º hacer en su obsequio limosnas, ayunos y mortificaciones espirituales y corporales;
  • 5º llevar sus libreas, como el santo rosario, el escapulario o la cadenilla;
  • 6º rezar atenta, devota y modestamente:
* el santo Rosario, compuesto de 15 decenas de Avemarías, en honor de los 15 principales misterios de Jesucristo,
* o la tercera parte del Rosario, que son cinco decenas, en honor de:
los cinco misterios gozosos (Anunciación, Visitación, Nacimiento de Jesucristo, Purificación y el Niño perdido y hallado en el templo) o de los cinco misterios dolorosos (Agonía de Jesús en el Huerto, Flagelación, Coronación de espinas, Subida al Calvario con la cruz a cuestas y Crucifixión y Muerte de Jesús) o de los cinco misterios gloriosos (Resurrección de Jesucristo, Ascensión del Señor, Venida del Espíritu Santo, Asunción y Coronación de María por las tres Personas de la Santísima Trinidad).
* o una corona de seis o siete decenas en honor de los años que, según se cree, vivió sobre la tierra la Santísima Virgen.
* o la Coronilla de la Santísima Virgen, compuesta de tres Padrenuestros y doce Avemarías, en honor de su corona de doce estrellas o privilegios.
* o el Oficio de Santa María Virgen, tan universalmente aceptado y rezado en la Iglesia,
* o el Salterio menor de María Santísima,
compuesto en honor suyo por San Buenaventura y que inspira afectos tan tiernos y devotos, que no se puede rezar sin conmoverse.
* o catorce Padrenuestros y Avemarías en honor de su catorce alegrías u otras oraciones, himnos y cánticos de la Iglesia, como la Salve; Madre del Redentor; Salve, Reina de los cielos, según los tiempos litúrgicos: el himno Salve, de mares Estrella, la antífona Oh gloriosa Señora, el Magnificat u otras piadosas plegarias de que están llenos los Devocionarios.
  • 7º cantar y hacer cantar en su honor cánticos espirituales.
  • 8º hacer de su honor cierto número de genuflexiones 9 reverencias, diciéndole, por ejemplo, todas las mañanas sesenta o cien veces: Dios te salve, María, Virgen fiel, para alcanzar de Dios, por mediación suya, la fidelidad a la gracia durante todo el día, y por la noche. Dios te salve, María Madre de misericordia, para implorar de Dios, por medio de Ella, el perdón de los pecados cometidos durante el día.
  • 9º mostrar interés por sus cofradías, adornar sus altares, coronar y embellecer sus imágenes;
  • 10º organizar procesiones y llevar en ellas sus imágenes y llevar una consigo, como arma poderosa contra el demonio.
  • 11º hacer pintar o grabar sus imágenes o su monograma y colocarlas en las iglesias, las casas o los dinteles de las puertas y entrada de las ciudades, de las iglesias o de las casas;
  • 12º consagrarse a Ella en forma especial y solemne.


117. Existen muchas otras formas de verdadera devoción a María, inspiradas por el Espíritu Santo a las personas santas y que son muy eficaces para la santificación. Pueden leerse, en extenso, en el Paraíso abierto a Filagia, compuesto por el Reverendo Padre Pablo Barry S.J., quien ha recopilado en esta obra gran número de devociones practicadas por los santos en honor de la Santísima Virgen, siempre que se hagan con las debidas disposiciones, es decir:

  • 1º con la buena y recta intención de agradar a Dios solo, unirse a Jesucristo, nuestra meta final y edificar al prójimo;
  • 2º con atención, sin distracciones voluntarias;
  • 3º con devoción, sin precipitación ni negligencia;
  • 4º con modestia y compostura corporal respetuosa y edificante.

b. La práctica perfecta.

118. Después de esto, protesto abiertamente que aunque he leído casi todos los libros que tratan de la devoción a la Santísima Virgen y conversado familiarmente con las personas más santas y sabias de estos últimos tiempos no he logrado conocer ni aprender una práctica de devoción semejante a la que voy a explicarte, que te exija más sacrificios por Dios, te libere más de ti mismo y de tu egoísmo, te conserve más fácilmente en gracia de Dios y a la gracia en ti, que te una más perfecta y fácilmente a Jesucristo y sea más gloriosa para Dios, más santificadora para ti mismo y más útil para el prójimo.

119. Dado que lo esencial de esta devoción consiste en el interior que ella debe formar, no será igualmente comprendida por todos.
- algunos se detendrán en lo que tiene de exterior, sin pasar de ahí serán el mayor número;- otros, en número reducido, penetrarán en lo interior de la misma, pero se quedarán en el primer grado.¿Quién subirá al segundo? ¿Quién llegará hasta el tercero? ¿Quién, finalmente, permanecerá en el habitualmente? Sólo aquel a quien el Espíritu de Jesucristo revele este secreto y lo conduzca por sí mismo para hacerlo avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia, de luz en luz, hasta transformarlo en Jesucristo y llevarlo a la plenitud de su madurez sobre la tierra y perfección en el cielo.

LA VIRGEN MARÍA NOS ACOMPAÑA EN MEDIO DE LA OSCURIDAD


¿Es verdad que no hay que tener miedo?
En medio de la oscuridad, en medio del desierto no temo, María, porque tú estás conmigo. 


Por: H. Javier Ayala, | Fuente: Catholic.net



Mamá. Es la primera palabra que aprenden los niños. Los niños crecen seguros cuando han logrado estrechar una relación con su madre. No importa que no la vean, saben que está ahí y por eso no tienen miedo.

¿Quién es esta Mujer? Juan Pablo II la invocaba: «totus tuus ego sum et omnia mea tua sunt». Y la tenía en su escudo y en su corazón.

¿Quién es esta Mujer? Se le apareció a una niñita en una cueva y le dijo: «Yo soy la Inmaculada Concepción». ¿Quién es esta Mujer?

Miguel Ángel la esculpió en mármol de Carrara.

¿Quién es esta Mujer? París puso su nombre a su catedral.

¿Quién es esta Mujer? Éfeso le dio el título más grande que jamás ha recibido alguna mujer.

¿Quién es esta Mujer? En torno a Ella la Iglesia primitiva perseveraba unida en la oración.

¿Quién es esta Mujer? El ángel le dijo: «no temas».

Mujer, tú que escuchaste del ángel del Señor: «no temas», dinos: ¿es verdad? ¿Es verdad que no hay que tener miedo? Mira el mundo… Mira la Iglesia… Mira mi vida… Mira mi pecado… ¿Es verdad, Mujer? ¿Es verdad que no hemos de temer?

Dinos, Mujer, ¿qué le dijiste a san Juan Diego en el Tepeyac? ¿Qué le dijiste al joven Karol Wojtyla que después, siendo Papa, tantas veces nos repitió «no tengáis miedo»?

Respóndenos, Mujer, dinos algo… ¿quién eres?

No temas esta enfermedad, ni ninguna otra enfermedad, ni cosa difícil o aflictiva. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?.

Si es así, si eres mi Madre, si estás aquí… no temo, María. En medio de la oscuridad, en medio del desierto no temo, María, porque tú estás conmigo. Estoy a punto de comenzar una misión y no sé lo que me espera, pero no temo porque tú estás conmigo. En unos meses pueden pasar muchas cosas pero no temo porque tú estás conmigo.

Tengo una responsabilidad muy grande sobre mis hombros, no sé si puedo, pero no temo porque tú estás conmigo. Entonces, mi última palabra en la hora de mi muerte será la misma que la primera que pronuncié de niño… «Mamá».

viernes, 16 de enero de 2015

CALMA


Calma


Si usted está apunto de estallar mentalmente, silencie algunos instantes pensar.

Si el motivo es alguna molestia en su cuerpo, la intranquilidad la empeora.

Si la razón es la enfermedad en un ser querido, su descontrol es factor agravante.

Si usted sufrió perjuicios materiales, la actitud de reclamo es como bomba retardada.

Si perdió algún afecto, la queja hará de usted una persona menos simpática entre sus amigos.

Si perdió alguna oportunidad valiosa tiempo atrás,  la inquietud es desperdicio de tiempo.

Si aparecen contrariedades, el acto de irritarse apartará de usted la asistencia espontánea.

Si usted cometió un error, la desesperación es puerta abierta para fallas mayores.

Si usted no alcanzó lo que deseaba, la impaciencia hará más larga la distancia entre usted y el objetivo a alcanzar.

Sea cual fuere la dificultad, conserve la calma; porque en todo problema, la serenidad es el techo del alma pidiendo el servicio como solución.

INVOCA SIEMPRE A JESÚS


Invoca siempre a Jesús




No pierdas tu equilibrio interior.

Por grande que sea la tempestad en que te encuentres, no pierdas tu equilibrio.

Todas las tempestades pasan.

Cuando las recibimos con tranquilidad, no nos hacen ningún mal.

Jesús dormía dentro de la barca.....

Cuando los discípulos, agitados, lo llamaron, todo quedó en calma.

Haz lo mismo.

Recurre al Maestro divino, para calmar las tempestades cuando lleguen

DAME TU MANO, VIRGEN MARÍA


Dame tu mano, María
Himno, Liturgia de las horas



Dame tu mano, María,
la de las tocas moradas;
clávame tus siete espadas
en esta carne baldía.
Quiero ir contigo en la impía
tarde negra y amarilla.
Aquí, en mi torpe mejilla,
quiero ver si se retrata
esa lividez de plata,
esa lágrima que brilla.

Déjame que te restañe
ese llanto cristalino
y a la vera del camino
permite que te acompaña.
Deja que en lágrimas bañe
la orla negra de tu manto
a los pies del árbol santo,
donde tu fruto se mustia.
Capitana de la angustia:
no quiero que sufras tanto.

Qué lejos, Madre, la cuna
y tus gozos de Belén:
"No, mi Niño, no. No hay quien
de mis brazos te desuna".
Y rayos tibios de luna,
entre las pajas de miel,
le acariciaban la piel
sin despertarle. ¡Qué larga
es la distancia y qué amarga
de Jesús muerto a Emmanuel!

¿Dónde está ya el mediodía
luminoso en que Gabriel,
desde el marco del dintel,
te saludó: "Ave, María"?
Virgen ya de la agonía,
tu Hijo es el que cruza ahí.
Déjame hacer junto a ti
ese augusto itinerario.
Para ir al monte Calvario,
cítame en Getsemaní.

A ti, doncella graciosa,
hoy maestra de dolores,
playa de los pecadores,
nido en que el alma reposa,
a ti ofrezco, pulcra rosa,
las jornadas de esta vía.
A ti, Madre, a quien quería
cumplir mi humilde promesa.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada María.

¡OH SEÑORA!

¡Oh Señora!. 
Ricardo de San Lorenzo



¡Oh Señora!, 
me has robado el corazón. 
Y yo te pregunto: 
¿Dónde lo has puesto? 
¿No lo habrás escondido en tu Corazón, 
por temor de que yo lo encuentre? 

¡Oh, Robadora de Corazones!, 
¿Cuándo me devolverás el mío? 
¿Quieres quedarte con él para siempre? 

Cuando yo te lo pido, 
Tu sonríes, 
y tu sonrisa me tranquiliza. 

Pero, vuelto en mí, 
si te lo vuelvo a pedir, 
me abrazas, ¡oh Dulcísima!. 

Entonces, 
embriagado de tu amor, 
ya no pienso en mi corazón, 
y no sé pedirte otra cosa que el Tuyo. 

Desde este momento 
mi corazón se encuentra 
tan embargado por tu Dulzura, 
que te lo doy, 
para que Tú lo guies 
y para que lo coloques 
en el Corazón de tu Hijo. 

ORACIÓN A LA VIRGEN DOLOROSA

ORACIÓN A LA VIRGEN DOLOROSA


Junto a la cruz de su Hijo la Madre llorando se ve, el dolor la ha crucificado, el amor la tiene en pie.

Quédate de pie, de pie junto a Jesús, que tu Hijo sigue en la cruz.

Cruz del lecho de los enfermos, de los niños sin un hogar, cruz del extranjero en su patria, del que sufre en soledad.

Cruz de la injusticia y miseria de los marginados de hoy; cruz de tantas falsas promesas y de la desesperación.

Cruz del abandono de amigos, del olvido y de la traición; cruz de la amenaza y del miedo, la tortura y la prisión.

Cruz de los que sin esperanza sufren sin saber para qué; cruz de los enfermos del alma, de los que perdieron la fe.

- Ruega por nosotros, Virgen de los Dolores.

- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor, Jesucristo.

Padre de todo consuelo, Dios de infinita misericordia y bondad, que nos diste a María como Madre y Modelo de cristiano, acrecienta nuestra fe, fortalece nuestra esperanza y enciende nuestra caridad, de tal modo que seamos signo del gran amor que tienes para con todos.

Tú conoces mejor que nadie nuestros sufrimientos y dolores, te pedimos que si es tu voluntad nos libres de ellos.

Pero, sobre todo, queremos pedirte que ni ellos, ni nada, ni nadie puedan separarnos jamás de tu amor, ni quitarnos las ganas de vivir.

Te presentamos nuestra oración por medio de Jesucristo, Señor Nuestro, tu Hijo e Hijo de María, la Virgen Dolorosa, Él vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

jueves, 15 de enero de 2015

OREMOS!


Oremos


Separados de Ti , Señor, nada podemos hacer...
Separados de Ti, Señor, nada somos....
Separados de Ti ,Señor, perecemos
Separados de Ti, Señor, la vida no tiene sentido
Separados de Ti, Señor, todo es oscuridad
Separados de Ti, Señor, no sabemos donde ir
Separados de Ti, Señor, todo es mentira
Separados de Ti, Señor, caemos
Separados de ti, Señor, erramos el camino
Separados de Ti, Señor, estamos ciegos y perdidos
Separados de Ti, Señor.....sufrimos dolor y soledad

Junto a Ti, la vida da frutos
Junto a Ti, hay Luz y Alegría
Junto a Ti, estamos seguros y sin miedos
Junto a Ti, no hay dudas ni caidas
Junto a Ti, caminamos seguros pues tu nos guias
Junto a Ti, hay verdad y esperanza
Junto a Ti,Señor vivimos la paz del corazón
Junto a Ti, Señor, sabemos de reconciliación
Junto a Ti, Señor, conocemos el verdadero amor..

Porque tu eres la Vida
Porque Tu eres la Luz 
Porque Tu eres la Verdad
Porque Tu eres el Camino
Porque en Ti somos y nos movemos...y
Porque Tu nos Amas como hijos únicos...
Porque Tu eres EL AMOR.

GRACIAS SEÑOR...!

PENSAMIENTO MARIANO 70


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Con el velo del Santísimo Sacramento
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos, 
ni de sus enemigos vencidos.
por la flor en que nació, 
por la cruz en que murió,
hablen y se defiendan
y ablanden los corazones 
que estén en su contra.

¡Oh! Jesús sacramentado, 
si enemigos ven venir,
la llaga de tu costado 
siempre los ha de cubrir.
con el velo de Maria Santísima 
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos, 
ni de sus enemigos vencidos.

El poder de Dios les valga, 
la fuerza de la fe, 
la pureza de María Santísima, 
y la castidad del señor San José.
Así sea.

miércoles, 14 de enero de 2015

IMÁGENES DEL PAPA FRANCISCO VISITANDO AL SANTUARIO MARIANO DE MADHU EN SRI LANKA

EL PAPA EN SRI LANKA: VISITA AL SANTUARIO MARIANO DE MADHU 

LA VIRGEN NUNCA SE APARTA DE SUS HIJOS QUE SUFREN, COMO NO SE ALEJÓ DE JESÚS EN LA CRUZ



- “Jesús es el único que tiene el poder para curar las heridas abiertas y devolver la paz a los corazones desgarrados”.

Queridos amigos, compartimos con ustedes algunas imágenes de la visita de hoy del Papa Francisco al Santuario de Nuestra Señora de Madhu. El Papa ha hablado de perdón, reconciliación y paz, ya que el sangriento conflicto interno que dividió Sri Lanka es aún muy reciente. Pero las palabras del Papa Francisco son válidas para todos los pueblos heridos por la división entre hermanos: 

«Queridos hermanos y hermanas

Estamos en la casa de nuestra Madre. Aquí ella nos da la bienvenida. En este santuario de Nuestra Señora de Madhu, todo peregrino se puede sentir en su casa, porque aquí María nos lleva a la presencia de su Hijo Jesús. Aquí vienen los habitantes de Sri Lanka, tamiles y cingaleses por igual, como miembros de una sola familia. Encomiendan a María sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y necesidades. Aquí, en su casa, se sienten seguros. Saben que Dios está muy cerca; sienten su amor; conocen su ternura y misericordia, la tierna misericordia de Dios.

Se encuentran hoy aquí familias que han sufrido mucho en el largo conflicto que rasgó el corazón de Sri Lanka. Muchas personas, tanto del norte como del sur, fueron asesinadas en la terrible violencia y derramamiento de sangre de aquellos años. Los habitantes de Sri Lanka no pueden olvidar los trágicos acontecimientos ocurridos en este mismo lugar, o el triste día en que la venerada imagen de María, que data de la llegada de los primeros cristianos a Sri Lanka, fue arrancada de su santuario.

Pero la Virgen permanece siempre con vosotros. Ella es la madre de todo hogar, de toda familia herida, de todos los que están tratando de volver a una existencia pacífica. Hoy le damos las gracias por haber protegido a la población de Sri Lanka de tantos peligros pasados y presentes. María nunca olvida a sus hijos en esta isla resplandeciente. Al igual que nunca se apartó del lado de su Hijo en la cruz, así nunca se aparta de sus hijos que sufren en Sri Lanka.

Hoy queremos dar las gracias a la Virgen por su presencia. Ante tanto odio, violencia y destrucción, queremos darle las gracias porque sigue llevándonos a Jesús, el único que tiene el poder para curar las heridas abiertas y devolver la paz a los corazones desgarrados. Pero también queremos pedirle que implore para nosotros la gracia de la misericordia de Dios. Pedimos también la gracia de reparar por nuestros pecados y por todo el mal que esta tierra ha conocido.

No es fácil hacer esto. Sin embargo, cuando llegamos a entender, a la luz de la Cruz, el mal que somos capaces de hacer, y del que incluso formamos parte, podremos experimentar el auténtico remordimiento y el verdadero arrepentimiento. Sólo entonces podremos recibir la gracia de acercarnos unos a otros, con una verdadera contrición, dando y recibiendo el perdón verdadero. En esta difícil tarea de perdonar y tener paz, María siempre está presente para animarnos, para guiarnos, para mostrarnos el camino. De la misma manera que perdonó a los verdugos de su Hijo al pie de la cruz, y luego recibió su cuerpo exánime entre sus manos, así ahora quiere guiar al pueblo de Sri Lanka a una mayor reconciliación, para que el bálsamo del perdón y la misericordia de Dios proporcione una verdadera curación para todos.

Por último, queremos pedir a María Madre que acompañe con su intercesión los esfuerzos de ambas comunidades de Sri Lanka, tamiles y cingaleses, por reconstruir la unidad que se había perdido. Al igual que su imagen volvió a su santuario de Madhu después de la guerra, pedimos al Señor que todos sus hijos e hijas de Sri Lanka puedan volver ahora a la casa de Dios con un renovado espíritu de reconciliación y comunión.

Queridos hermanos y hermanas, me siento feliz de estar con vosotros en la casa de María. Oremos unos por otros. Sobre todo, pidamos que este santuario sea siempre una casa de oración y un remanso de paz. Que, por intercesión de Nuestra Señora de Madhu, todos los hombres encuentren aquí el ánimo y la fuerza para construir un futuro de reconciliación, justicia y paz para todos los hijos de esta querida tierra. Amén».













LAS VISITAS A CRISTO Y A LA VIRGEN MARÍA


Las visitas a Cristo y a la Virgen
Ellos están ahí, cerca de tu puerta, con una sonrisa cada día, con amor cada hora, con las manos repletas de bendiciones para ti.
Por: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net



Las visitas a la Santísima Virgen y a Jesucristo, realizadas con fe y fervor, infunden no pocos ánimos. En tu ciudad viven, a unos pasos de tu calle; no cuesta gran cosa visitarles un minuto, darles los buenos días, pedirles una misericordia para la jornada. Esas pequeñas visitas, esos pequeños momentos, robados a tu abultada agenda, inyectarán vigor a tu alma triste; ve a visitarles con más frecuencia, con más amor y menos prisa, que son los amigos de tu alma, los que ponen suavidad y eficacia en tus actividades febriles.

María Santísima y Jesús están ahí, cerca de tu puerta, con una sonrisa cada día, con amor cada hora, con las manos repletas de bendiciones para ti.

Jesús y María son dos antiguos amigos desaprovechados; siempre los tuviste, siempre los tendrás muy cerca de ti, a total disposición, con un amor que, si supieras... pero conocer es el arte que pocos aprenden; si conocieras quién es... suena a dulce reto.

Si el arte de vivir es amar y ser amado, ahí tienes dos amigos que siempre te han querido y a los que no has sabido amar.

Una breve visita, un corto detenerse, un pequeño gesto de cariño, un mirar y ser mirado, un alargar la mano y dar la diaria limosnita de amor.

lunes, 12 de enero de 2015

LA JUVENTUD DE LA VIRGEN MARÍA


Juventud de María
Padre Juan Manuel del Río C.Ss.R. 


 
Era María muy joven 
tan joven como la vida
y todo le maravillaba.

Era como la espiga dorada 
en medio de los trigales 
y las rojas amapolas.

De azul intenso vestían 
los cielos de Nazaret
lejos quedaba el invierno.

Trinos nuevos ensayaban 
cada día los jilgueros 
alegrando la enramada.

Alondras de vuelo grácil 
jugaban entre las nubes
con amor de atardeceres.

María aprendía la lección 
del vivir de cada día 
escrita en la Creación.

De estrellas fulguraba el cielo 
entrada que era la noche 
aromada de jazmines.

Y al amanecer del nuevo día 
balidos de recentales
salían de las majadas.

Embebida en el salmo del paisaje 
infantil plegaria cada día rezaba 
al Dios que habita en los cielos.

De este modo tan sencillo 
pasaban los días felices 
de su joven existencia.

Hasta que de pronto el Señor
de su Gracia la colmó 
y en su seno virginal
el Verbo de Dios se encarnó.

CALENDARIOS RELIGIOSOS 2015 PARA IMPRIMIR


































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