miércoles, 15 de julio de 2015

VIRGEN DEL CARMEN - 16 DE JULIO - ADVOCACIÓN MARIANA


16 de Julio
LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL CARMEN

 
 
Su nombre viene del Monte Carmelo, en Israel o Tierra Santa. A este monte se retiraba a rezar el profeta Elías, y en una ocasión en la cual Dios había castigado a su pueblo rebelde con un verano de tres años, Elías estando rezando en la cima del Monte Carmelo envió a su secretario a que observara en el horizonte para ver si veía algo. El otro volvió a contarle que se veía una pequeña nube. Con esto entendió Elías que ya iban a llegar las lluvias. Y en efecto la nube fue creciendo y se convirtió en una inmensa y muy provechosa lluvia que alegró enormemente a aquellas gentes que llevaban 36 meses sin agua.

La Iglesia Católica ha creído que esa nubecilla que apareció en el Monte Carmelo era imagen o anuncio de María, la cual al aparecer en este mundo nos trajo la más bella noticia: la de que con Ella, por medio de su Hijo Jesucristo nos llegaría la más grande y provechosa lluvia de gracias sobre todos nosotros, pobres pecadores (Carmen significa: tierra fértil que produce muy buenos frutos. Eso es la devoción a N. Sra. del Carmen).

Desde hace muchos siglos se reunieron en el Monte Carmelo varios monjes a rezar y hacer penitencia, y la gente los llamaba Los Carmelitas. Estos religiosos le tenían una gran devoción a la Virgen Santísima y le erigieron un templo en esa hermosa montaña.

Pero en el siglo XI llegaron los Mahometanos, terribles enemigos de la religión católica, y destruyeron todo a sangre y fuego. Muchos monjes, murieron mientras cantaban himnos a la Sma. Virgen, pero algunos lograron huir y embarcarse y llegar hasta Italia. Allá empezaron a propagar la devoción a la Sma. Virgen y las gentes los seguían llamando Los Carmelitas. Ahora los Padres Carmelitas y las hermanas Carmelitas siguen propagando en todas partes la devoción a Nuestra Señora.

Entre los monjes llegados del Monte Carmelo hubo uno que se hizo célebre por su santidad, por su amor a la Virgen y sobre todo por una aparición que recibió. Fue San Simón Stock. Dice la tradición que un 16 de julio (de 1251) la Sma. Virgen se le apareció y le prometió conceder ayudas muy especiales a quienes lleven el Santo Escapulario como un acto de cariño y devoción de honor de la Madre de Dios con deseo de convertirse y llevar una vida más santa.

Muy pronto empezaron a notarse en todas partes las bendiciones y ayudas tan especiales que la Madre de Dios concedía a los que llevaban con fe y devoción el Santo escapulario. Incendios que se detenían. Inundaciones que se calmaban; tentaciones que se alejaban. Pecadores que se convertían. En Francia en plena batalla el rey Luis XI vio que a un soldado le llegaba una flecha dirigida hacia su corazón y en cambio se le clavaba en el escapulario y no le hacía ningún daño. Inmediatamente el rey y todos sus generales pidieron el escapulario y se lo colocaron. Ya sabemos que lo que salva de peligros no es el escapulario en sí, sino la Sma. Virgen que protege y defiende a quienes llevan esa insignia como señal del aprecio y la devoción que sienten por Ella. Ahora la Santa Iglesia Católica ha declarado que el Escapulario se puede reemplazar por una medalla de la Sma. Virgen. Y la Virgen Santísima sigue haciendo prodigios cada día en favor de quienes llevan con devoción el santo escapulario o su medalla y se esfuerzan por volverse mejores creyentes.

Antiguas tradiciones narraban que la Sma. Virgen había prometido visitar en el purgatorio a sus devotos, el sábado próximo a la muerte de ellos y concederles descanso. Por eso la devoción a la Virgen del Carmen está muy ligada a la devoción a las benditas almas. Que Nuestra Señora del Carmen siga protegiendo a nuestro pueblo y le consiga la gracia de convertirse y llegar a la santidad.

La Santísima Virgen del Carmen es la advocación que nos acerca a la Madre de Dios, es para nosotros el lugar precioso donde nos encontramos con Dios en la oración. Nuestra meta es llegar a amar a la Santísima Virgen María como nadie antes la ha amado. Con María todo y sin ella nada.

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJES ESPIRITUALES





¿YA REZASTE TU ROSARIO HOY?


MARÍA, LA VIRGEN DEL AMOR MISERICORDIOSO


María, la Virgen del amor misericordioso
Ese gran amor de esposa, de madre, de amiga que se respiraba en torno suyo, estaba entretejido con mil y un detalles.


Por: P. Marcelino de Andrés LC | Fuente: Catholic.net 




Entre los muchos títulos con los que nos referimos a María está el de Madre del Amor misericordioso. Es la Madre de Cristo, la Madre de Dios. Y Dios es amor. Dios quiso, sin duda, escogerse una Madre adornada especialmente de la cualidad o virtud que a Él lo define. Por eso María debió vivir la virtud del amor, de la caridad en grado elevadísimo. Fue, ciertamente, uno de sus principales distintivos. Es más, Ella ha sido la única creatura capaz de un amor perfecto y puro, sin sombra de egoísmo o desorden. Porque sólo Ella ha sido inmaculada; y por eso sólo Ella ha sido capaz de amar a Dios, su Hijo, como Él merecía y quería ser amado.

Fue ese amor suyo un amor concreto y real. El amor no son palabras bonitas. Son obras. “El amor es el hecho mismo de amar”, dirá San Agustín. La caridad no son buenos deseos. Es entrega desinteresada a los demás. Y eso es precisamente lo que encontramos en la vida de la Santísima Virgen: un amor auténtico, traducido en donación de sí a Dios y a los demás.

María irradiaba amor por los cuatro costados y a varios kilómetros a la redonda. La casa de la sagrada familia debía estar impregnada de caridad. Como también su barrio, el pueblo entero e incluso gran parte de la comarca... Las hondas expansivas del amor, cuando es real, se difunden prodigiosamente con longitudes insospechadas.

El amor de la Virgen en la casa de Nazaret, como en las otras donde vivió, haría que allí oliese de verdad a cielo. Ese gran amor de esposa, de madre, de amiga que se respiraba en torno suyo, estaba entretejido con mil y un detalles.

Con qué sonrisa y ternura abriría la Santísima Virgen cada nuevo día de José y del niño con su puntual y acogedor “buenos días”; y de igual modo lo cerraría con un “buenas noches” cargado de solicitud y cariño. Cuántas agradables sorpresas y regalos aguardaban al Niño Dios detrás de cada “feliz cumpleaños” seguido del beso y abrazo de su Madre.

Cómo sabía Ella preparar los guisos que más le agradaban a José; y aquellos otros que le encantaban al niño Jesús. Qué bien se le daba a Ella eso de tener siempre limpia y arreglada la ropa de los dos hombres de la casa. Con cuánta atención y paciencia escucharía las peripecias infantiles que le contaba Jesús tras sus incansables aventuras con sus amigos; y también los éxitos e infortunios de la jornada carpintera de José. Cuántas veces se habrá apresurado María en terminar las labores de la casa para llevarle un refrigerio a su esposo y echarle una mano en el trabajo.

Era el amor lo que transformaba en sublimes cada uno de esos actos aparentemente normales y banales. Donde hay amor lo más normal se hace extraordinario y no existe lo banal. En María ninguna caricia era superficial o mecánica, ningún abrazo cansado o distraído, ningún beso de repertorio, ninguna sonrisa postiza.

“En Ella -afirma San Bernardo- no hay nada de severo, nada de terrible; todo es dulzura”. Todo lo que hacía estaba impregnado de aquella viveza del amor que nunca se marchita.

¡Qué mujer tan encantadora la Virgen! ¡Qué madre tan cariñosa y solícita! ¡Qué ama de casa tan atenta y maravillosa!

No sería tampoco difícil encontrar a María en casa de alguna vecina. Hoy en la de una, más tarde o mañana en la de otra. Porque a la una le han llovido muchos huéspedes y la Virgen intuye que allí será bienvenida una ayudita en el servicio. Porque la otra está enferma en cama y, con cinco chiquillos sueltos, la casa necesita no una sino dos manos femeninas que pongan un poco de orden. Porque a la de más allá le llegó momento de dar a luz y la Virgen quería estarle cerca y hacerle más llevadero ese trance que para Ella, en su momento y por las circunstancias, fue bastante difícil.

Y todo eso lo adivinaba e intuía Ella y se adelantaba a ofrecerse sin que nadie le dijera o pidiera nada. ¡Qué corazón tan atento el suyo!

En fin, que no era raro el día en que la Virgen prepararía y serviría no una sino dos o más comidas. No era desusual que además de ordenar y limpiar en su casa, lo hiciese en alguna otra de la vecindad. Como no era tampoco extraño comprobar que entre la ropa que Ella dejaba como nueva en el lavadero del pueblo, había prendas demás; y a veces muchas...

Ni siquiera debió ser insólito sorprender a María consolando y aconsejando a una coterránea que había reñido con su esposo; o visitando y atendiendo, en las afueras de la aldea, a los indeseables leprosos; o dando limosna a los pobres, aun a costa de estrechar un poco más la ya apretada situación económica de su hogar.

Todo eso lo aprendió y practicó María desde niña. La Virgen estaba habituada a preocuparse de las necesidades de los demás y a ofrecerse voluntariosa para remediarlas. Sólo así se comprende la presteza con la que salió de casa para visitar a su prima Isabel, apenas supo que estaba encinta e intuyó que necesitaba sus servicios y ayuda.

Su exquisita sensibilidad estaba al servicio del amor. Da la impresión de que llegaba a sentir como en carne propia los aprietos y apuros de todos aquellos que convivían junto Ella. Por eso no es de extrañar que en la boda aquella de Caná, mientras colaboraba con el servicio, percibiera enseguida la angustia de los anfitriones porque se había terminado el vino. De inmediato puso su amor en acto para remediar la bochornosa situación. Ella sabía quién asistía también al banquete. Tenía muy claro quién podía poner solución al asunto. Ni corta ni perezosa, pidió a Jesús, su Hijo, que hiciera un milagro. Y, aunque Él pareció resistirse al inicio, no pudo ante aquella mirada de ternura y cariño de su Madre. El amor de María precipitó la hora de Cristo.

El amor de María no conoció límites y traspasó las fronteras de lo comprensible. Ella perdonó y olvidó las ofensas recibidas, aun teniendo (humanamente hablando) motivos más que suficientes para odiar y guardar rencor. Perdonó y olvidó la maldad y crueldad de Herodes que quiso dar muerte a su pequeñín. Perdonó y olvidó las malas lenguas que la maldecían y calumniaban a causa de su Hijo. Perdonó y olvidó a los íntimos del Maestro tras el abandono traidor la noche del prendimiento. Perdonó y olvidó, en sintonía con el corazón de Jesús, a los que el viernes Santo crucificaron al que era el fruto de sus entrañas. Y también hoy sigue perdonando y olvidando a todos los que pecando continuamos ultrajando a su divino Jesús.

¡Cuánto tenemos nosotros que imitar a nuestra Madre! Porque pensamos mucho más en nosotros mismos que en el vecino. A nosotros nos cuesta mucho estar atentos a las necesidades de los demás y echarles una mano para remediarlas. Nosotros no estamos siempre dispuestos a escuchar con paciencia a todo el que quiere decirnos algo. Nosotros distinguimos muy bien lo que “en justicia” nos toca hacer y lo que le toca al prójimo, y rara vez arrimamos el hombro para hacer más llevadera la carga de los que caminan a nuestro lado. Nosotros en vez de amor, muchas veces irradiamos egoísmo. En vez de afecto y ternura traspiramos indiferencia y frialdad. En vez de comprensión y perdón, nuestros ojos y corazón despiden rencor y deseo de venganza. ¡Qué diferentes a veces de nuestra Madre del cielo!

María, la Virgen del amor, puede llenar de ese amor verdadero nuestro corazón para que sea más semejante al suyo y al de su Hijo Jesucristo. Pidámoselo.

martes, 14 de julio de 2015

VALLE DE HUMILDAD



Valle de humildad...
Padre Felipe Santos Campaña SDB


Texto: “Mirto de templanza, rosa de paciencia, nardo fragante. Valle de humildad, tierra respetada por el arado y abundante en cosechas. Cristo, flor de los campos, el bello lirio de las cañadas, ha nacido de Vos” ((Salve Mater Salvatoris, obra de Adam de san Víctor, cantada en París en la fiesta de la Asunción).

Comentario: Madre mía, los regalos que me das son tan bellos e inocentes que mis ojos se detienen en cada uno, y con mi corazón, decía Silvestre, te ensalzo por cada uno de ellos. Tengo la suerte de haber participado una vez en esta fiesta parisina en tu honor. La belleza de la ciudad, sus monumentos y sus gentes me encaminaban a ti, atraído por tu protección constante en mi vida.

La letra de ese canto me enseña las virtudes que adornan mi existencia. Con estos adornos, me doy cuenta, que puedo acercarme a cualquiera sin sentirme rechazado nunca, salvo por algunos brutos que ni sienten ni padecen.

Constato que en mi vida la humildad es la clave de mi apretura a ti, a tu Hijo Jesús ay a todos cuantos me rodean. El es la flor del campo que, levantada en plena llanura, lo engalana todo de hermosura.

Mi vida joven, de este modo, es un racimo de flores que expanden el perfume de sus olores en mis estudios, trabajos y en mis relaciones humanas. ¿Cómo eres así?, me suelen preguntar. Y mi respuesta es nítida y bella como la luz que en esta tarde embellece la ciudad de París. Soy así, les contesto, porque mi vida tiene sentido en tanto en cuanto estoy en intimidad con la Madre Virgen que me lanza al apostolado mediante las armas exquisitas de las flores.

Hoy día, frente a tanta brutalidad, guerra e injusticia, mi trabajo consiste en aportar al mundo las palabras de este himno, convertidas en mi vida como la esencia misma que la sostiene.

Oración: Virgen, flor de las flores. ¡Qué bella eres en tu fiesta de la Asunción! Tranquila en tu dormición fuiste elevada a los cielos por los ángeles. Habías sido pulcra y hermosa, no tenías la corrupción del pecado. Por eso, tu Hijo te llevó a los cielos para que, desde allí, nos inundes a todos con tu gracia y tu protección. Haz que cada día sea el perfume que alegre a la gente con las flores de la paciencia, la templanza y el olor penetrante del nardo.

PENSAMIENTO MARIANO 89


PENSAMIENTO MARIANO

Oigamos a María para que nos enseñe, como hizo con su Hijo Jesús, a ser mansos y humildes de corazón, y de esta manera poder dar gloria a nuestro Padre que está en los cielos.


 Madre Teresa de Calcuta

PENSAMIENTO MARIANO 88


PENSAMIENTO MARIANO


Recurramos a María y como hijuelos suyos echémonos en su regazo en todo tiempo y necesidad con firmísima confianza: invoquémosla, honrémosla, imitémosla, y tengamos para tan dulce Madre un afecto verdaderamente filial. 


San Francisco de Sales.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN


ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN 
A LA VIRGEN DEL CARMEN



Soberana Virgen del Carmen, Madre común de todos los fieles, pero muy en especial de los que visten vuestro Santo Escapulario: alcanzadme a mi, que soy uno de vuestros privilegiados hijos, que viva castamente todos los días de mi peregrinación por este mundo, que muera bajo vuestro manto maternal, y, si Dios me destinase a expiar mis pecados en el Purgatorio, sacadme de allí cuanto antes con vuestra poderosa intercesión, cómo lo habéis prometido a todos aquellos que se adornan con el escudo e insignia de los predilectos hijos del Carmelo. ¡Oh dulcísima María! Defensa en los peligros, prenda de vuestro amor singular, y pacto de eterna alianza con vuestros hijos, llamasteis a vuestro Santo Escapulario. 


Que nunca, pues, se rompa este pacto por el pecado, ¡oh Madre mía querida!; y en prueba de mi fidelidad perpetua, yo me ofrezco todo a Vos, y consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y todo mi ser; y pues soy todo vuestro, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.

lunes, 13 de julio de 2015

LAS 10 MEJORES FRASES DEL PAPA FRANCISCO EN SU VIAJE A AMÉRICA LATINA


Las 10 mejores frases del Santo Padre en su viaje a América Latina
El Santo Padre ha visitado Ecuador, Bolivia y Paraguay del 5 al 12 de julio 
Ciudad del Vaticano, 13 de julio de 2015 (ZENIT.org) Staff Reporter 


1. Doy gracias a Dios por haberme permitido volver a América Latina (5 de julio 2015. Discurso a su llegada en el aeropuerto de Ecuador)

2. Ayudemos a nuestros jóvenes a no identificar un grado universitario como sinónimo de mayor estatus, dinero, prestigio social.  (7 de julio 2015. Discurso con el mundo de la escuela y de la universidad en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador)

3. Pensemos en la sociedad a través de estos valores sociales que mamamos en casa, en la familia: la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad. (7 de julio. Encuentro con la sociedad civil en Quito)

4. "Jesús nunca se saltea la dignidad de nadie" (9 de julio de 2015. Misa en la plaza del Cristo Redentor, Santa Cruz, Bolivia)

5. La compasión no es zapping, no es silenciar el dolor, por el contrario, es la lógica propia del amor, el padecer con. (9 de julio de 2015. Encuentro con  sacerdotes, religiosos/as, seminaristas en Santa Cruz, Bolivia).

6. “Pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”. (9 de julio de 2015. II Encuentro Mundial de Movimientos Populares, Santa Cruz, Bolivia)

7. Los chicos son simples, son alegres. Eso es lo que quiere Jesús, que nos hagamos como los chicos. (11 de julio de 2015. Visita al hospital pediátrico Acosta Ñu, Asunción)

8. 'La corrupción es la polilla, es la gangrena del pueblo' (11 de julio de 2015. Encuentro con representantes de la sociedad civil, Asunción)

9. La fe nos hace prójimos, nos hace próximos a la vida de los demás. (12 de julio de 2015. Visita a la población del Bañado Norte de Asunción)

10.Hagan lío, pero también ayuden a arreglar y a organizar el lío que hacen. (12 de julio de 2015. Encuentro con los jóvenes en la Costanera, Asunción)

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN



ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. 

Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso. 

Amén.

¿QUÉ ES EL ESCAPULARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN?


¿Qué es el escapulario de la VIRGEN DEL CARMEN?



Es una de las más importantes y a la vez populares devociones con las que se honra a la Virgen María, debido a su sencillez y la relevancia de sus beneficios espirituales. La palabra escapulario viene del latín "scapulae" que significa "hombros", porque antiguamente era un vestido superpuesto que caía sobre los hombros de los monjes cuando trabajaban. Hoy, consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda cuyo uso expresa la dedicación especial a la Virgen del Carmen y el deseo de imitar su entrega a Cristo y al prójimo. 

El Escapulario del Carmen es también un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II "un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia" (S.C. 60). 

Además, es un símbolo particular que ayuda a morir en gracia de Dios. Es un signo de protección de la Madre de Dios a todas las personas que le manifiesten su amor y consagren sus vidas con sinceridad en busca de la santidad. Es un signo que une a María Santísima y que compromete a imitarla en el seguimiento de Jesús, en cumplir los mandamientos y llevar una vida coherente con el Evangelio. 

¿QUIÉN ES LA VIRGEN DEL CARMEN?


¿Quién es la Virgen del Carmen?




La Virgen María es una sola, es la Madre de Jesús y por ello Madre Nuestra (Juan 19, 26-27) y se ha aparecido a los hombres en distintos momentos de la historia tomando las vestimentas y rasgos de la comunidad o nación a la cual se dirige. Es por ello que se le conoce con distintos nombres o advocaciones, siendo una de ellas la Virgen del Carmen, quien toma su nombre del Karmel o Monte Carmelo, emplazado en la costa mediterránea de Israel. 

La Iglesia nos enseña que la Virgen María ocupa, después de Cristo, el lugar más alto y el más cercano a nosotros, pues Ella "por la gracia de Dios, después de su Hijo, fue exaltada sobre todos los ángeles y los hombres. Redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de su Hijo, y unida a El con un vínculo estrecho e indisoluble, está enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser la Madre de Dios Hijo, y por eso hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo; con el don de una gracia tan extraordinaria aventaja con creces a todas las otras criaturas, celestiales y terrenas" (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium). 

Por otra parte, la Virgen "es proclamada miembro excelentísimo y singular de la Iglesia y como tipo y ejemplar acabadísimo de la misma en la fe y en la caridad, y a quien la Iglesia Católica, instruida por el Espíritu Santo, venera, como a madre amantísima, con afecto de piedad filial" (Lumen Gentium, Nº 63) 

Desde siempre los cristianos hemos visto a la Virgen María como amparo y refugio de los pecadores, donde acudimos a protegernos en momentos de mayor tentación o grandes dificultades y para que nos ayude a cumplir Su voluntad en nuestra vida. 

Dios ha querido -enseñaba San Bernardo- que todos los bienes que de Él nos vienen, nos lleguen por medio de la Virgen Santísima: "Es voluntad de Dios que todo lo obtengamos por María" (Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris Mater, Nº 6) y en su reconocido sermón explica que la Virgen es como un acueducto por el que nos llegan todas las gracias. 

En este rol, María se pone en medio de Dios y los hombres, es decir, ocupa el papel de mediadora, no como una persona extraña, sino como madre consciente de que como tal tiene derecho a hacer presente al hijo las necesidades de los hombres. (Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris Mater, Nº 21).

sábado, 11 de julio de 2015

ESTAMPAS CON ORACIONES A LA VIRGEN DEL CARMEN






¿QUIERES ORAR MEJOR Y CON MAYOR PROFUNDIDAD? CONVIERTE A LA VIRGEN MARÍA EN TU GRAN ALIDADA



¿Quieres orar mejor y con mayor profundidad? Convierte a María en tu gran aliada 
Devoción a María
Si eres agitado de las ondas de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la estrella, llama a María 


Por: P. Juan Antonio Ruiz J., L.C. | Fuente: La-oracion.com 




La Virgen es estrella ya que fue escogida por Dios para ser Su Madre, la Llena de Gracia.
Estrella Del Mar (Stella Maris). En la oscuridad de la noche, los navegantes por siglos confiaban en las estrellas para orientarse hacia el puerto seguro. La Virgen es la estrella de la evangelización que nos lleva a Cristo, puerto seguro.
El libro de Reyes, 18, 45- 51, describe una pequeña nube que, elevándose sobre el mar, anunció a Elías mientras oraba en el monte Carmelo, la venida de la lluvia. Esta era una gran noticia pues anunciaba el fin de la grave sequía. La Virgen es como esa nube, signo del fin de la sequía. Jesús es la fuente que nos sacia la sed de Dios.
Los carmelitas, nacidos espiritualmente en el monte Carmelo le llamaron a la Virgen «Estrella del Mar». Muchos escritores muy antiguos también le llamaron así a la Virgen: S. Jerónimo (siglo IV), Isidoro de Sevilla (siglo VI), Alcuino de York y Rábano Mauro (siglo IX). Pascasio Radberto escribe en el siglo IX: «María es la Estrella del Mar a la que debemos seguir con nuestra fe y comportamiento mientras damos tumbos en el mar proceloso de la vida. Ella nos iluminará para creer en Cristo nacido de ella para salvación del mundo."
El Himno Ave Maris Stella (Salve estrella del mar) es del siglo VIII o IX.

San Bernardo le dedicó a la Virgen, Estrella del Mar, un poema:
  • Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las tribulaciones, mira a la estrella, llama a María.
  • Si eres agitado de las ondas de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la estrella, llama a María.
  • Si la ira, o la avaricia, o el deleite carnal impele violentamente la navecilla de tu alma, mira a María.
  • Si, turbado a la memoria de la enormidad de tus crímenes, confuso a vista de la fealdad de tu conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio, comienzas a ser sumido en la sima sin suelo de la tristeza, en el abismo de la desesperación, piensa en María.
  • En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María.
  • No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si ella te ampara
    (San Bernardo, Sobre la excelencias de la Virgen Madre, 2, 17).
La mayor parte de mi tiempo suelo pasarlo, por la misión que se me ha confiado, delante de una computadora. Horas y horas en las que el monitor me va mostrando diferentes mundos y a través de los cuales estoy intentando también transmitir a muchos el Evangelio.
 Prueba de ello son estas líneas que ahora mismo estás leyendo. Toda esta labor sería imposible sin la ayuda de mi buen amigo Renato, ¿Por qué? Su presencia es importantísima en los momentos en que algo le pasa a mi computadora, en los que internet no funciona, cuando parece que un virus amenaza con entrar… En cada una de estas circunstancias marco un número y el acento italiano de Renato me responde desde la otra línea para solucionar mis problemas: ¿Qué pasa ahora, padre?.
Se me vino a la mente que en la oración tendríamos que tener un “Renato”, alguien que, cuando las cosas vayan mal, podamos llamarle por teléfono y decirle: «no siento nada, me aburro, qué tengo que hacer si…, etcétera». Y aquí es cuando San Bernardo viene en nuestra ayuda y nos deja el hermosísimo texto sobre María que he querido compartirles.

Dios nos ha regalado en María una aliada para nuestro caminar, para nuestra oración.
Por ello, siempre es hermoso, además de ponerse en la presencia de Dios, pedirle a María que nos acompañe en cada oración que hacemos. Como si Ella pudiese tomar nuestras súplicas y decirle a Dios, con esos ojos de Madre, que nos escuche. Después de todo, San Maximilian María Kolbe tenía mucha razón cuando dijo que a María ha confiado Dios toda la economía de su misericordia porque la voluntad de María, no hay duda alguna, es la voluntad del mismo Dios.

¿Nunca lo han experimentado ustedes? Personalmente, la presencia de María siempre ha sido un bálsamo en muchos momentos. Y en ocasiones no me doy cuenta sino hasta después de que Ella estuvo ahí.
¿Me permiten compartirles algo muy personal?: Las fechas más importantes en mi vida en preparación al sacerdocio se dieron en fechas marianas: recibí el uniforme para el noviciado un 15 de septiembre, día de la Virgen de los Dolores; hice mi primera profesión de votos un 15 de agosto, día de la Asunción de María; mi profesión perpetua fue en el mes de octubre, mes del Rosario; mi ordenación sacerdotal fue el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe. ¿Verdad que es descarado el amor de María?
Les invito a leer una vez más el texto de San Bernardo; lentamente, con calma. Mientras escuchan todo lo que María es capaz de hacer, denle las gracias y pídanle que nunca les deje solos. Que como a Cristo camino del Calvario (y Mel Gibson lo pintó bellísimamente en esa conmovedora escena de su película “La Pasión”) Ella también les acompañe en los claroscuros de su vida: que ría con ustedes en los momentos alegres y llore con ustedes en los tristes. Aunque, créanmelo, incluso si no se lo pidiesen, Ella lo haría…
¿Ahora la oración parece un poco más sencilla? Es lo mismo que le digo yo a Renato con el tema de las computadoras. Cuando viene él, todo parece muy sencillo… pues él es el especialista. Como María lo es en la oración.

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJES



viernes, 10 de julio de 2015

LA EFICACIA DEL SANTO ROSARIO


Eficacia del Santo Rosario


Promesas de la Santísima Virgen María a los que rezan el Santo Rosario:

1. Los que fielmente me sirven mediante el rezo del Santo Rosario, recibirán insignes gracias.

2. Yo prometo mi protección especial, y las más notables gracias a todos los que recitasen el Santo Rosario.

3. El Rosario será la defensa más poderosa contra las fuerzas del infierno. Se destruirá el vicio; se disminuirá el pecado y se vencerá a todas las herejías.

4. Por el rezo del Santo Rosario, florecerán las virtudes y también las buenas obras. Las almas obtendrán la misericordia de Dios en abundancia. Se apartarán los corazones del amor al mundo y sus vanidades y serán elevados a desear los bienes eternos. Ojalá que las almas hiciesen el propósito de santificarse por este medio.

5. El alma que se recomienda a Mí por el rezo del Santo Rosario, no perecerá jamás.

6. El que recitase el Rosario devotamente, aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido por la mala fortuna. En Su justo juicio, Dios no lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. Y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.

7. El que conserva una verdadera devoción al Rosario, no morirá sin los sacramentos de la Iglesia.

8. Los que fielmente rezan el Santo Rosario, tendrán en la vida y en la muerte, la Luz de Dios y la plenitud de Su gracia. En la hora de la muerte, participarán de los méritos de los Santos del Paraíso.

9. Yo libraré del Purgatorio a los que han acostumbrado el rezo del Santo Rosario.

10. Los devotos del Santo Rosario, merecerán un grado elevado de gloria en el Cielo.

11. Se obtendrá todo lo que se me pidiere mediante la recitación del Santo Rosario.

12. Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades.

13. Para los devotos del Santo Rosario, he obtenido de mi Divino Hijo, la intercesión de toda la Corte Celestial durante la vida y en la hora de la muerte.

14. Todos los que rezan el Santo Rosario son hijos Míos, y hermanos de Mi único Hijo, Jesucristo.

15. La devoción al Santo Rosario es gran señal de predestinación.



Bendiciones del Rosario:

1. Los pecadores obtienen el perdón.

2. Las almas sedientas se sacian.

3. Los que están atados ven sus lazos desechos.

4. Los que lloran hallan alegría.

5. Los que son tentados hallan tranquilidad.

6. Los pobres son socorridos.

7. Los religiosos son reformados.

8. Los ignorantes son instruidos.

9. Los vivos triunfan sobre la vanidad.

10. Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios.



Beneficios del Rosario:
1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesucristo.

2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas.

3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.

4. Nos facilita practicar la virtud.

5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.

6. Nos enriquece con gracias y méritos.

7. Nos provee con lo necesario para pagar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se obtiene toda clase de gracia de nuestro Dios todopoderoso.




Sor Lucía, Vidente de Fátima
El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevistó a Sor Lucía Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:

"… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…"

"… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario".

"Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario".

"Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos 
Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros".

"El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos".


© Sitio Santísima Virgen

¿ES VERDAD QUE LOS CATÓLICOS ADORAMOS A LA VIRGEN MARÍA?


¿Es verdad que los católicos adoramos a la Virgen María?
Cinco datos que ignoran los que nos acusan de idolatría mariana


Por: Gary Zimak | Fuente: CatholicExchange.com 




Amo a la Santísima Virgen María… Ahí está, lo dije y me alegro de haberlo hecho.

Como católico soy muy afortunado de ser parte de la iglesia que verdaderamente honra y respeta a la Madre de mi Señor y Salvador. Debo admitir que a pesar de que soy católico de nacimiento, no siempre me sentí de esta manera. De hecho, durante la mayor parte de mi vida yo no entendía el papel de María, ni me importaba mucho. ¡Qué error! Ahora, después de muchas acusaciones de "adorar a María" en mi página de Facebook, es el momento de ponerme de pie por mi mamá. Y a pesar de que la amo y quiero defender su honor, no tengo ninguna intención de ser desagradable en mis respuestas. Más bien, prefiero presentarles cinco hechos sobre María.

Antes de acusar a los católicos de "adorar a María", les pido que se tomen un tiempo para evaluar estos hechos, algunos tienen una manera de tapar los agujeros en la teoría de que ponemos demasiado énfasis en María. Así que si aun después quieres acusarnos de adorar a María, te sugiero que ignores estos hechos.

1.- Dios envió al Salvador a través de María.

Señalo esto de primero porque es muy difícil minimizar la importancia de María, al mismo tiempo que se reconoce que el Mesías, al que por tanto tiempo esperamos, vino a la tierra para nacer a través de una mujer… y esa mujer fue María. De todas las formas en las que Jesús pudo haber llegado a la tierra, ¿por qué eligió a María? Entonces, si María fue muy importante para Dios, ¿no debería ella significar algo para nosotros?.

2.- Jesús realizó su primer milagro a petición de María.

Esta es otra buena razón. Oh lo sé, Jesús no necesitaba a María para convertir el agua en vino en Caná. Ella casualmente estaba allí. Bien, ¿por qué entonces San Juan cuando hizo la lista de los invitados a su boda puso a María de Primera?

"Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí; También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos" (Juan 2,1-2)

Si María no es importante en este capítulo, ¿por qué está en la lista ANTES que los Apóstoles y ANTES que Jesús? San Juan Evangelista no es conocido por insertar detalles extraños. María estaba primero porque Juan quería destacar su presencia en la boda.

Pero ¿Qué hay de "el reproche"? Sabes, ese argumento que dice que Jesús le estaba diciendo a María que no se entrometiera cuando le dijo:

"Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía". (Juan 2,4)

Primero, déjame decirte que Jesús era un judío devoto y un seguidor obediente de los diez mandamientos. ¿Por qué Él deshonraría públicamente a su madre en violación al cuarto mandamiento? En segundo lugar, si se trataba de un "déjalo" de Jesús, ¿por qué siguió adelante y realizó el milagro de convertir agua en vino? Este no hubiera sido el final de esa solicitud. Por supuesto que no lo haría, a menos que Él no estuviera ignorando a María.

Cuando su madre intercedió en nombre de la pareja, Nuestro Señor decidió que su tiempo había llegado. ¿No crees que Jesús esté tratando de decirnos algo?, ¿No crees que sea probable de que Jesús esperara hasta el momento de la petición de María, con el fin de mostrarnos su poder de intercesión?, ¿No explica eso porque San Juan la mencionó primero en la lista de invitados?

3.- Jesús le entregó a María a Juan en la cruz.

En el momento en que Jesús sufrió y murió en la cruz, Jesús hizo una declaración muy profunda:

"Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa". (Juan 19,27-28)

¿Por qué mientras luchaba para hablar en la cruz, Jesús habría dicho esas palabras si no significaban nada?, ¿Pudo haber tenido Él sólo una simple charla? Obviamente había una razón para que nuestro Señor hiciera lo que hizo.

La Iglesia siempre ha creído que Juan representa cada miembro de la Iglesia, y que desde ese momento en adelante, María se convirtió en una Madre espiritual. Las Escrituras nos dicen que ese día Juan acepto el regalo de Jesús "y la llevó a su casa" (Juan 19,27). ¿No deberíamos hacer lo mismo?

4.- Las primeras gracias de Jesús fueron dados a través de María.

Este es un hecho que con frecuencia es pasado por alto por aquellos que desean minimizar la importancia de María y viene directamente de la Biblia.

Después de aceptar el ofrecimiento de Dios de ser la Madre del Salvador, María viajó "con prontitud" a visitar a su pariente Isabel.

"Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo". (Lucas 1,41)

De acuerdo con este pasaje de la Biblia, incluso antes del nacimiento de Jesús, se utilizó la voz de María para entregar las gracias a Isabel. ¿Por qué?, ¿Porque ella no es importante?, ¿No hay otra forma en que esas gracias se podrían haber repartido? ¿No te convence esto? Escucha lo que Isabel dijo (también directamente desde la Biblia):

"Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas" (Lucas 1,44)

Es muy difícil negar la importancia de la presencia y la voz de María, en la dispensación de estas gracias a Isabel. ¿Las gracias se originaron de María? No, obviamente vinieron de Jesús. Sin embargo, Él eligió tener a María y usar su voz para entregarlas. ¿Por qué? Porque Él quiere que nos demos cuenta de que ella es importante.

5.- Jesucristo es el mediador único entre Dios y el hombre.

Ahora, ¡esto no tiene sentido!. ¿Cómo ayuda esto en apoyar la posición católica? Es por esto que nosotros los católicos "tenemos todo esto equivocado", ¿no es así? Lo siento si estoy reventando las burbujas de alguien, pero los católicos creemos absolutamente que Jesús es el único mediador entre Dios y el hombre. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) así lo establece claramente:

"La intercesión es una oración de petición que nos lleva a orar como lo hizo Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre en nombre de todos los hombres, especialmente los pecadores". (CIC 2634)

Esta enseñanza católica es apoyada por los siguientes pasajes Bíblicos:

"Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombre, Cristo Jesús hombre; Que en el tiempo fijado dio el testimonio: se entregó para rescatar a todos". (1 Timoteo 2,5-6)

Aunque Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, no evita que otros (incluyendo a María) puedan estar involucrados en una mediación subordinada o intercesión. San Pablo, quien hizo la declaración anterior, obviamente es consiente ese hecho, ya que él varias veces insta a sus lectores a orar los unos por otros (Romanos 1:9, 1 Tesalonicenses 5,25, 1 Timoteo 2,1).

El Catecismo se refiere a este tipo de intercesión como una "participación en la intercesión de Cristo" (CIC 2635) y se pone en práctica cada vez que oramos los unos por otros. Pedir a María que interceda por nosotros de ninguna manera quita el papel de Jesús como mediador de Dios y los hombres.



Conclusión

Aunque no soy tan ingenuo como para pensar que la inclusión de estos cinco hechos hará que me inmune a nuevas acusaciones de "adorar a María", creo que tendrán efecto si se miran con una mente abierta.

La Sagrada Escritura, no contiene una gran cantidad de palabras sobre María, pero lo que está ahí tiene un gran alcance. Los teólogos han pasado 2000 mil años estudiando sus apariciones bíblicas y continuarán haciéndolo. Podemos aprender mucho al estudiar el papel de María como se documenta en las páginas de la Biblia. Si alguien quiere acusarme de ser un "adorador de María", le pido primero que mire estos cinco hechos. Si aun desea señalar con el dedo, tendrá que ignorar estas afirmaciones de hechos… porque aceptarlas socavará seriamente la credibilidad de los acusadores

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO


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