jueves, 12 de mayo de 2016

13 DE MAYO, LA ORACIÓN POR EL PAPA 35 AÑOS DESPUÉS DEL ATENTADO


13 de mayo, la oración por el Papa 35 años después del atentado
Por Angela Ambrogetti


 (ACI).- Todo inicia exactamente hace 35 años. La noche del 13 de mayo de 1981, mientras San Juan Pablo II está entre la vida y la muerte en el Policlínico Gemelli después del atentado en la Plaza de San Pedro. Justo ahí, en esa misma plaza miles de personas rezan juntas el Rosario a la Virgen de Fátima.

Año tras año la cita se vuelve infaltable para agradecer el milagro, para rezar por el Papa. De la pequeña parroquia de Santa Ana en el Vaticano se desata una pequeña procesión cada noche del 13 de mayo, recitando el rosario, hasta llegar a las ventanas del Palacio Apostólico.

Las ventanas se abren y se iluminan cada vez. El Papa da a entender así con discreción su agradecimiento. Es un diálogo de oración, silencioso y delicado. Entre los fieles que rezan está también Angelo Gugel, el camarero personal de San Juan Pablo II, el hombre que lo sostuvo aquel 13 de mayo después de los disparos.

Pasaron los años y también después de la muerte de San Juan Pablo II la tradición continúa. No más con una procesión, sino con una oración solemne por la salud del Papa Benedicto XVI y ahora por el Papa Francisco, en la iglesia de Santa Ana.

También este año el 13 de mayo a las 8:30 p.m. se rezará “para que la Virgen María conserve la salud física del Papa Francisco, así como su fe viva, iluminada y valiente con la cual confirma a los hermanos y promueve en el mundo entero los valores del amor y la paz”.

La oración será presidida por el Cardenal Ángelo Comastri, Vicario del Papa para la Ciudad del Vaticano. 

Traducido por Eduardo Berdejo.

LIMPIEZA DE CORAZÓN


Limpieza de corazón



Un día me sorprendí rompiendo papeles viejos, y sacudiendo cajones, hurgando en mi pasado y echando a la basura lo que en algún momento guardé y ahora lo tiro.

Mis cajones llenos de notas, papelitos, pilas viejas, agendas caducadas y mil cosas que en otro momento atesoré, para que el día de hoy los tire a la basura.

Guardamos compulsivamente, por si en algún momento lo necesitamos, y al pasar los años nos damos cuenta que vivimos rodeados de cosas sin utilidad, recuerdos vanos, aferrándonos a ellos por si algún día los vamos a ocupar.
Un boleto del metro, que fácilmente tiene 15 años, y la verdad yo no me subo al metro desde hace como 10, la garantía de una grabadora que ya no existe, el manual de un televisor que le regalé a mi madre hace mas de 10 años, notas de supermercado, vouchers, tarjetas de felicitación, y la invitación a una boda de gente que ni conozco, llaveros, etc...

Tire tantas cosas que llene dos cajas grandes, que se fueron directo a la basura, por fin, el orden, y el espacio suficiente para cosas nuevas que algún día serán parte de mi pasado, y que probablemente nunca las llegue a ocupar y al cabo de unos años, volveré a tirar.

Me doy cuenta que en mi corazón también he atesorado sentimientos que nunca pienso ocupar, como el resentimiento, el celo, la ambición desmedida, el egoísmo, y que ahora me encuentro echando a la basura junto con ese par de cajas con recuerdos, quedando mas espacio para la compasión, la paciencia, el, amor y el perdón.
Teniendo orden en la casa, y orden en mis sentimientos, siempre queda mas espacio para llenarlo con lo mejor de nosotros, para llenarlo de amistad y la comprensión, que en el camino de la vida, nos servirán mas que cualquier tesoro.
Es importante tener en orden todo, primero un gran lugar para DIOS, después, otro para la familia y los amigos, todo con sus prioridades.

Pero es muy importante mantener una vacante, siempre limpia y disponible en todo momento porque nunca sabremos cuando la vamos a necesitar, en algún momento, o en algún lugar, tal vez alguien requiera de ese espacio en nuestro corazón, para encontrar alivio a sus penas, y reconfortarse en un corazón amigo, con la confianza de que quien lo escucha sabrá comprenderlo, para compartir sus penas y alegrías.

Bien, hoy es un buen día para limpiar los cajones y poner nuestras cosas en orden, empezando por nuestro corazón.

SAN JUAN PABLO II CONSAGRÓ A RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA?


¿San Juan Pablo II consagró a Rusia al Inmaculado Corazón de María?



 (ACI).- Después de leer la tercera parte del secreto de Fátima, San Juan Pablo II decidió viajar a Portugal el 13 de mayo de 1982 y consagrar no solo a Rusia, sino también a todo el mundo a su Inmaculado Corazón.  



Este acto, sin embargo, no satisfizo la consagración solicitada por la Virgen María –pues también debían participar los obispos de todo el mundo-, y por lo tanto "el 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro, recordando el mandato pronunciado por María, el Santo Padre en unión espiritual con los obispos del mundo, confió a todos los hombres y mujeres y a todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María". (Cardenal Tarcisio Bertone)

"Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a los deseos de Nuestra Señora (‘Sí, desde el 25 de marzo de 1984’: carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como otra petición ulterior, carecen de fundamento". (Cardenal Tarcisio Bertone)


Fátima y la caída del comunismo ruso


El año 1917 fue agitado para Rusia. Además de combatir en la Primera Guerra Mundial, el país experimentó dos guerras civiles conocidas como la Revolución de Febrero y la Revolución de Octubre.

La primera condujo a la creación de un gobierno provisional que resultó inestable. Después, entre el 24 y 25 de octubre, a menos de dos semanas después de la última aparición de la Virgen de Fátima, la segunda revolución dio lugar a la creación de la Unión Soviética.

En los años siguientes Rusia amplió su esfera de influencia exportando su ideología comunista a varios países y martirizando a un gran número de cristianos.

Tras la consagración realizada en la Plaza de San Pedro en 1984, se derrumbó en primer lugar el bloque soviético en 1989 y luego la propia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a consecuencia de diversos factores sociales, políticos y económicos.


El mismo Papa San Juan Pablo señaló:

"¿Y qué diremos de los tres niños de Fátima que, de repente, en la víspera del estallido de la Revolución de Octubre escucharon: ‘Rusia se convertirá’ y ‘Al final, mi [Inmaculado] Corazón triunfará"? Ellos no pudieron inventar tales predicciones porque no sabían lo suficiente acerca de historia o geografía, y mucho menos de los movimientos sociales y la evolución ideológica y, sin embargo, sucedió tal como lo habían dicho". (Cruzando el Umbral de la Esperanza, pg. 131)

Aunque no reveló la tercera parte del secreto hasta el año 2000, Seis años antes San Juan Pablo II hizo alusión a su contenido. Inmediatamente después meditó sobre la caída del comunismo en relacionándolo con Fátima y escribió:

"Tal vez este es el motivo por el que el Papa fue llamado de un ‘país lejano’, tal vez porque era necesario que el intento de asesinato se haga en la Plaza de San Pedro, precisamente el 13 de mayo de 1981, en el aniversario de la primera aparición en Fátima, de modo que todo podría ser más transparente y comprensible, para que la voz de Dios que habla en la historia humana a través de los ‘signos de los tiempos’ pueda ser más fácilmente audible y comprensible".  (Cruzando el Umbral de la Esperanza, pg. 131-132)

Para el año 2000, el Santo Padre se sintió capaz de revelar la parte final del secreto de Fátima, ya que "los acontecimientos a los que la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima se refiere, parecen ahora, parte del pasado". (Cardenal Ángel Sodano)

El Pontífice eligió la beatificación de Francisco y Jacinta el 13 de mayo de 2000, en Portugal, como ocasión para anunciar este hecho.

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 12 - MADRE AMABLE, MADRE ADMIRABLE



Décimo segundo día: Explicación de las letanías


Mater amabilis

Madre amable. Sólo cuando se pronuncia el nombre de María con devoción, se siente en el corazón la dulzura y los atractivos del amable nombre de la Madre de Dios, que es, como decía David de Jonathás, amable por encima de todas las mujeres. Que alegría pura, qué suave placer no se debe experimentar, por consecuencia, considerando el mérito y la bondad de quien elegida desde la eternidad. ¿Se osaría, después de esto, poner en paralelo bondad de María con los encantos de Rebeca o los atractivos de Raquel, la figura de Esther o el noble caminar de Judith? Ciertamente no; hay que convenir que María, por su calidad de Madre de Dios las supera en gracias, en belleza y en perfecciones. Es lo que la Iglesia reconoce cuando, considerando la augusta calidad de Madre de Dios en María, declara que no sabe qué expresiones emplear para publicar todas sus alabanzas.



Mater admirabilis

Madre admirable.  Las grandezas de María están por encima de todo lo que podamos concebir; nos hacen convenir que ella es lo más admirable que hay en la creación. Igualmente se le puede aplicar en verdad las palabras del profeta Isaías que dijo de Jesucristo: Su nombre será llamado admirable; porque, considerando que ella fue el fruto milagroso de una madre estéril que concibió del Espíritu Santo y que se convirtió en Madre de Dios ¿no se impone declarar que todo es admirable en María?

Ejemplo

Roma expresa a María un reconocimiento que el tiempo no puede debilitar y la Madre de misericordia favorece con milagros a su ciudad bienamada. En 1842, un pobre mendigo, reumático de las dos piernas, conocido por la ciudad entera, iba regularmente a pedir su curación delante de la Madonna del palacio Cenci. Cansado de no conseguir nada, dijo un día a su divina Madre, en un lenguaje familiar a la piedad italiana: Hace tiempo que vengo y no he sido curado; pues bien, ésta es la última vez que vengo. Toma mis muletas, ya no quiero servirme de ellas, y me quedo aquí, a menos que me devuelvas las piernas. La oración de la piedad penetró el cielo. El enfermo fue curado, y no cabía en sí de gozo. La multitud que lo rodeaba grita, llora, canta, la felicidad era general. La Madonna fue magníficamente iluminada durante tres días y tres noches; las orquestas se sucedieron para celebrar las alabanzas de aquella a la que no se invoca en vano

El poder de María delante de su divino Hijo es admirable, todos podemos pedirlo.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

YO TE SALUDO MARÍA


Yo te saludo María



Yo te saludo, María,
porque el Señor está contigo,
en tu casa, en tu calle, en tu pueblo,
en tu abrazo, en tu seno.

Yo te saludo, María,
porque preguntaste lo que no entendías
-aunque fuera un mensajero divino-
y no diste un sí ingenuo ni un sí ciego,
sino que tuviste diálogo y palabra propia.

Yo te saludo, María,
porque concebiste y diste a luz un hijo,
Jesús, la vida;
y nos enseñaste cuánta vida hay que gestar
y cuidar si queremos hacer a Dios presente.

Yo te saludo, María,
porque te dejaste guiar por el Espíritu
y permaneciste a su sombra,
tanto en la tormenta como en la bonanza,
dejando a Dios ser Dios
y no renunciando a ser tú misma.

Yo te saludo, María, hermana peregrina.
Camina con nosotros,
llévanos junto a los otros
y mantén nuestra fe.

Florentino Ulibarri

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO



Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu Creador y se renovará la faz de la tierra.

OH Dios, que quisiste ilustrar los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, obremos rectamente y gocemos de tu consuelo.

Por Jesucristo, nuestro Señor

Amén.

HOLA!!


miércoles, 11 de mayo de 2016

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DEL HOGAR Y LA FAMILIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Consagración del hogar y la familia al Inmaculado Corazón de María


¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
   -  el cumplimiento de la voluntad de Dios,
   -  la práctica de la caridad,
   -  y el abandona a la Divina Providencia,

¡Que nos  amemos  todos como Cristo  nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos! 


MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 11 - MADRE SIN MANCHA


Mayo, Mes de María
Décimo primer día: Explicación de las letanías




Mater inviolada

Madre sin mancha. Las comparaciones que se emplean para explicar la integridad milagrosa de María, a la que se compara comúnmente a un espejo, que nos perturbada en lo absoluto por los rayos del sol que lo penetran, siendo insuficientes y por debajo del misterio de una Virgen Madre, no se puede sino admirar en un respetuoso silencio, la manera extraordinaria en la que el Hijo de Dios quiso ser concebido y nacer. ¿Le fue más difícil salir del seno de su Madre sin violar su pureza que salir de su tumba sin remover la piedra, sin quebrar el sello?

Mater intemerata

Madre sin corrupción. En efecto, ¿no convenía que María, que había estado unida a su divino hijo en los decretos eternos de la Providencia, fuese impecable por la gracia, como Jesucristo lo fue por su naturaleza? ¿Y no convenía que la Madre de un Dios no haya debido ni podido estar un instante bajo el imperio del pecado? Igualmente, San Agustín quería que no se hiciese mención de María cuando se hablara del pecado. No podemos hacer nada mejor que compartir los sentimientos de ese gran doctor; y reconociendo a María como Madre de Dios, reconozcámosla como una Madre que estuvo exenta de toda corrupción.

Ejemplo

El P. de Smet, misionero de la compañía de Jesús, en medio de las naciones salvajes de América del Norte, abordaba, hace algunos años, a la poblada de los Pottowatomies, que viven sobre las márgenes de los Osages. Como se descargaba sus efectos, se llevó a bordo a un muchacho que estaba peligrosamente enfermo. Se hacía tarde ya, y debido al equipaje, el misionero no podía ir a la cabaña que el gran jefe le había preparado. Seguí, pues, sobre el barco. Ahora bien, durante la noche, el joven enfermo sufrió mucho. Los suspiros que le arrancaba el dolor impulsaron al P. de Smet a entrar en su cuarto, con el fin de aliviarlo o de consolarlo. Esta intención caritativa del misionero conmueve al muchacho, que le abre su corazón. “Soy católico, dijo, incluso recibí una educación del todo cristiana de uno de mis tíos, que era un eclesiástico lleno de celo. Practiqué mucho tiempo la piedad y, en especial, siempre tuve una especial devoción por la Madre de Dios. Hace seis años que viajo por las montañas, en medio de una tribu salvaje, sin haber encontrado ningún sacerdote y, sin embargo, nunca olvidé a María. “Sin duda es ella la que me conduce ante usted, hijo mío, respondió el venerable misionero; ella quiere verificar en su persona las palabras de San Bernardo; que nunca se la ha invocado en vano. Créame, aproveche de esta gracia que le ha concedido. Hace tiempo que no ha purificado su conciencia, tal vez tenga reproches que hacerse. Comience s confesión”. El muchacho accedió de buena gana a la invitación del ministro caritativo; se confesó en medio de grandes sentimientos de piedad y recibió también la Extremaunción. El P. de Smet supo después que había muerto al día siguiente de su llegada.

Si nos encontramos frente a grandes dificultades cuando cumplimos nuestro deber, recurramos a María


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

DA CON GENEROSIDAD


Da con generosidad



La generosidad es una virtud que te pone en sintonía con Dios que es todo amor y donación de sí mismo. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das. Una vez Don Bosco narró a los jóvenes este apólogo.

Un día Jesús se dirigió con Pedro y Juan a un monte. Ya en plena subida, les dijo: —Tomen cada uno una piedra y llévenla arriba. Juan tomó la primera piedra que halló al paso, era bastante pesada. Pedro con un gesto calculador recogió una piedra pequeña. La subida era fatigosa. Juan comenzó a sudar. Pedro le dijo en tono burlón: —Ay, Juan, ¡qué cándido eres! ¿Quién te mandó tomar esa piedra tan grande? Jesús dijo que lleváramos una piedra, pero no una piedra grande. Mira, yo con este guijarro ni sudo ni me canso. Jesús oía y sonreía. Poco después se detuvo bajo un pino y los invitó a sentarse. La subida y el cansancio les había abierto el apetito. Juan inició un bostezo. Entonces Jesús bendijo las piedras y se convirtieron en panes. ¡Grande y sabroso era el de Juan, mientras el de Pedro apenas un bocado! Juan maravillado se alegró mucho. Pedro quedó avergonzado. Jesús sonrió con bondad.

También los jóvenes sonrieron, y Don Bosco sacó esta enseñanza: no seamos mezquinos en servir a Dios. Quien mucho da al Señor, mucho recibirá, quien le da poco, poco recogerá. María Auxiliadora, interceda por nosotros para que seamos generosos en el servicio de Dios, y así nos aseguremos una bellísima corona de gloria en el Cielo.


* Enviado por el P. Natalio

PIDAMOS A LA VIRGEN EL DON DE LA PAZ PARA EL MUNDO, INVITÓ EL PAPA FRANCISCO


Pidamos a la Virgen el don de la paz para el mundo, invitó el Papa Francisco



 (ACI).- El Papa Francisco pidió a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para la Audiencia General de este miércoles que escuchen a la Madre de Dios para pedirle paz en el mundo.

Ante la celebración el 13 de mayo de Nuestra Señora de Fátima y al saludar a los peregrinos de lengua polaca, el Pontífice recordó a su predecesor San Juan Pablo II y dijo:

“El viernes celebramos la memoria litúrgica de la bienaventurada María Virgen de Fátima. En esta aparición, María nos invita una vez más a la oración, a la penitencia y a la conversión. Nos pide que no ofendamos más a Dios. Advierte a toda la humanidad sobre la necesidad de entregarse a Dios, fuente de amor y de misericordia”.

Y pidió a continuación: “siguiendo el ejemplo de San Juan Pablo II, gran devoto de la Virgen de Fátima, pongámonos atentamente a la escucha de la Madre de Dios impetrando la paz para el mundo. Alabado sea Jesucristo”,

Además, al saludar a los peregrinos de lengua portuguesa, Francisco lo hizo en especial a los peregrinos brasileños, con un pensamiento a su nación.

“En estos días en que nos preparamos a la fiesta de Pentecostés pido al Señor que difunda abundantemente los dones de su Espíritu, para que su país en estos momentos de dificultad, proceda por la senda de la armonía y de la paz, con la ayuda de la oración y del diálogo”.

“Que la cercanía de Nuestra Señora Aparecida, que como buena Madre no abandona nunca a sus hijos, sea defensa y guía en el camino”, terminó.

MARÍA Y EL DON DEL ESPÍRITU SANTO


María y el Don del Espíritu
En la espera que reinaba en el Cenáculo después de la Ascensión, ¿cuál era la posición de María?


Por: San Juan Pablo II | Fuente: Catholic.net 




Si meditamos este hermoso texto de la Catequesis de Juan Pablo II, titulada "María y el Don del Espíritu" en compañia de María podremos experimentar que "...En la comunidad de los creyentes en oración, María está presente, no sólo en los orígenes de la fe, sino en todo tiempo. (Juan Pablo II, Ángelus 13-11-83).


Queridísimos hermanos y hermanas:

1. Recorriendo el itinerario de la vida de la Virgen María, el Concilio Vaticano II recuerda su presencia en la comunidad que espera Pentecostés: «Dios no quiso manifestar solemnemente el misterio de la salvación humana antes de enviar el Espíritu prometido por Cristo. Por eso vemos a los Apóstoles, antes del día de Pentecostés, "perseverar en la oración unidos, junto con algunas mujeres, con María, la Madre de Jesús, y sus parientes" (Hch 1, 14). María pedía con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación la había cubierto con su sombra» (Lumen gentium, 59).

La primera comunidad constituye el preludio del nacimiento de la Iglesia; la presencia de la Virgen contribuye a delinear su rostro definitivo, fruto del don de Pentecostés.

2. En la atmósfera de espera que reinaba en el Cenáculo después de la Ascensión, ¿cuál era la posición de María con respecto a la venida del Espíritu Santo?

El Concilio subraya expresamente su presencia, en oración, con vistas a la efusión del Paráclito. María implora «con sus oraciones el don del Espíritu». Esta afirmación resulta muy significativa, pues en la Anunciación el Espíritu Santo ya había venido sobre ella, cubriéndola con su sombra y dando origen a la encarnación del Verbo.

Al haber hecho ya una experiencia totalmente singular sobre la eficacia de ese don, la Virgen santísima estaba en condiciones de poderlo apreciar más que cualquier otra persona. En efecto, a la intervención misteriosa del Espíritu debía ella su maternidad, que la convirtió en puerta de ingreso del Salvador en el mundo.

A diferencia de los que se hallaban presentes en el Cenáculo en trepidante espera, Ella, plenamente consciente de la importancia de la promesa de su Hijo a los discípulos (cf. Jn 14, 16), ayudaba a la comunidad a prepararse adecuadamente a la venida del Paráclito.

Por ello, su singular experiencia, a la vez que la impulsaba a desear ardientemente la venida del Espíritu, la comprometía también a preparar la mente y el corazón de los que estaban a su lado.

3. Durante esa oración en el Cenáculo, en actitud de profunda comunión con los Apóstoles, con algunas mujeres y con los hermanos de Jesús, la Madre del Señor invoca el don del Espíritu para sí misma y para la comunidad.

Era oportuno que la primera efusión del Espíritu sobre Ella, que tuvo lugar con miras a su maternidad divina, fuera renovada y reforzada. En efecto, al pie de la Cruz, María fue revestida con un nueva maternidad, con respecto a lo discípulos de Jesús. Precisamente esta misión exigía un renovado don del Espíritu. Por consiguiente, la Virgen lo deseaba con vistas a la fecundidad de su maternidad espiritual.

Mientras en el momento de la Encarnación el Espíritu Santo había descendido sobre Ella, como persona llamada a participar dignamente en el gran misterio, ahora todo se realiza en función de la Iglesia, de la que María está llamada a ser ejemplo, modelo y Madre.

En la Iglesia y para la Iglesia, Ella, recordando la promesa de Jesús, espera Pentecostés e implora para todos abundantes dones, según la personalidad y la misión de cada uno.

4. En la comunidad cristiana la oración de María reviste un significado peculiar: favorece la venida del Espíritu, solicitando su acción en el corazón de los discípulos y en el mundo. De la misma manera que, en la Encarnación, el Espíritu había formado en su seno virginal el cuerpo físico de Cristo, así ahora en el cenáculo, el mismo Espíritu viene para animar su Cuerpo místico.

Por tanto, Pentecostés es fruto también de la incesante oración de la Virgen, que el Paráclito acoge con favor singular, porque es expresión del amor materno de ella hacia los discípulos del Señor.

Contemplando la poderosa intercesión de María que espera al Espíritu Santo, los cristianos de todos los tiempos, en su largo y arduo camino hacia la salvación, recurren a menudo a su intercesión para recibir con mayor abundancia los dones del Paráclito.

5. Respondiendo a las plegarias de la Virgen y de la comunidad reunida en el cenáculo el día de Pentecostés, el Espíritu Santo colma a María y a los presentes con la plenitud de sus dones, obrando en ellos una profunda transformación con vistas a la difusión de la buena nueva. A la Madre de Cristo y a los discípulos se les concede una nueva fuerza y un nuevo dinamismo apostólico para el crecimiento de la Iglesia. En particular, la efusión del Espíritu lleva a María a ejercer su maternidad espiritual de modo singular, mediante su presencia, su caridad y su testimonio de fe.

En la Iglesia que nace, Ella entrega a los discípulos, como tesoro inestimable, sus recuerdos sobre la Encarnación, sobre la infancia, sobre la vida oculta y sobre la misión de su Hijo divino, contribuyendo a darlo a conocer y a fortalecer la fe de los creyentes.

No tenemos ninguna información sobre la actividad de María en la Iglesia primitiva, pero cabe suponer que, incluso después de Pentecostés, Ella siguió llevando una vida oculta y discreta, vigilante y eficaz. Iluminada y guiada por el Espíritu, ejerció una profunda influencia en la comunidad de los discípulos del Señor.

Juan Pablo II Audiencia general del miércoles, 28 de mayo de 1997

FELIZ MIÉRCOLES


martes, 10 de mayo de 2016

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA


CONSAGRACIÓN AL
 CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA


Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, a vuestro Corazón Inmaculado nos consagramos, en acto de entrega total al Señor. Por Vos seremos llevados a Cristo, y por Él y con El seremos llevados a Dios Padre. Caminaremos a la luz de la fe, y haremos todo para que el mundo crea que Jesucristo es el Enviado del Padre. Con Él queremos llevar el Amor y la Salvación hasta los confines del mundo. Bajo la maternal protección de vuestro Corazón Inmaculado, seremos un solo pueblo con Cristo. Seremos testimonio de su Resurrección. Por Él seremos llevados al Padre, para gloria de la Santísima Trinidad, a quien adoramos, alabamos y bendecimos. Amen.

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 10 - MADRE PURÍSIMA


MAYO, MES DE MARÍA
Décimo día: Explicación de las letanías


Mater purissima

Madre purísima.  Cuando se dice que María no tiene mácula, se quiere decir que está exenta, por privilegio único, pero conveniente, del pecado original, porque Dios no debía permitir que su incomparable Madre fuese infectada un solo instante con la mancha del pecado. Nació para aplastar a la serpiente infernal. ¿Podía comenzar siéndole sumisa?. Cuidémonos de pensar que María haya pecado en Adán, ya que este sentimiento sería igualmente injurioso a la gloria del Hijo de Dios que  deshonrarlo por la pureza de su madre que niega su consentimiento para efectos del misterio de la encarnación que le anunció el enviado e Dios, que después que ella hubiese comprendido, por las palabras del ángel, que convirtiéndose en madre de Dios no tenía nada que temer por su pureza.

Mater castíssima

Madre castísima. Hay que convenir que le príncipe de los Apóstoles haya tenido grandes privilegios; pero Jesús no permitió que ningún discípulo que no fuese virgen reposara sobre su seno durante la Cena, y penetrara en el secreto de los misterios más ocultos, Si el Salvador favoreció a san Juan más que a todos los otros discípulos, en virtud a su gran pureza, ¡con qué abundancia de favores y gracias debió estar prevenida María, cuya pureza permanece intacta e inviolable en el seno de su admirable fecundidad.

Ejemplo

San Luís Gonzaga, clérigo menor de la Compañía de Jesús, no esperó los progresos de los años para elevarse a las más sublimes virtudes. El voto de virginidad que le había inspirado, a los nueve años, su amor a  María, fijó en él por siempre las miradas benéficas de la Reina de los corazones puros. Unos de los favores más privilegiados que recibió fue ignorar toda su vida las rebeliones de la carne que humillan a los más grandes santos, y no aprobar nunca esos pensamientos inoportunos que son el objeto casi continuo de sus combates. Consumido de perfección antes de entrar en los ejercicios del noviciado, fue modelo de sus maestros y mereció pronto coronar con una santa muerte una vida del todo angélica.

Pongamos nuestra pureza bajo la protección de la Santísima Virgen, recurramos a ella en el momento de la tentación


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

ELLA TAMBIÉN...


Ella También
El rezo del rosario, oración que alegra el corazón de la Santísima Virgen.


Por: Nabor Herrera, L.C. | Fuente: Equipo Gama-Virtudes y Valores 




Doña Paquita y Doña Soledad vivían en la misma vecindad. Doña Paquita siempre criticaba a Doña Soledad porque rezaba todos los días el rosario. "¡Qué tontería! ¡Qué perdida de tiempo! ¡Cincuenta veces lo mismo!" Aunque Doña Soledad conocía el tamaño de la lengua de Doña Paquita no decía nada.

Por fin un día Doña Paquita se acercó entusiasta a Doña Soledad.

"¡Señora Soledad, no me va a creer!"

"¿Qué?"

"¡Mi hijo ya sabe decir mamá! ¡Me lo ha dicho como treinta o cuarenta veces por lo menos!"

"¡Ah... entonces debe estar usted cansada y aburrida de oír lo mismo tantas veces!"

"¡Claro que no! ¿Pero Doña Soledad, cómo se le ocurre semejante disparate!"

Desde aquel día Doña Paquita comprendió por qué Doña Soledad rezaba todos los días el rosario. Pues claro, Doña Soledad repetía cincuenta veces las palabras que más gustan a Nuestra Madre del Cielo.

Como el niño que apenas sabe balbucear arranca una sonrisa del corazón de la madre cuando dice "mamá", así nosotros con el Ave María alegramos a nuestra Madre. El niño dice "mamá", estira sus tiernos brazos y la madre sin dilación lo coge entre los suyos. Así María. El niño fija los ojos en los de su madre y ella lo acerca a su rostro hasta rozar con la nariz la ternura de su piel. Así María nos acerca a su rostro y roza con su belleza nuestra alma.

Como la mamá estrecha al niño entre sus brazos, lo oprime contra su pecho, porque lo ama, así María, apenas escucha el susurro de nuestra oración, corre, nos abraza, nos acerca hasta su pecho porque nos ama.

¿De que sirve el amor de una madre? No es moneda de cambio, no produce, no consigues nada con él, tampoco con el de María. El amor de una madre da seguridad, orienta tu vida; también el amor de María.

El niño dice mamá, espera la respuesta y siempre la halla. María responde cuando elevamos los ojos del alma y esperamos su respuesta. La madre goza cuando el niño le sonríe y susurra al oído "Te quiero" ¿Acaso María no? La madre ve crecer con santo orgullo a su hijo ¿Acaso María no? La madre ha engendrado con dolores ¿Acaso María no?

Una madre no se cansa de amar, de abrazar, de besar a sus hijos. Tampoco María. Una Madre derrama lágrimas de dolor cuando percibe, aún de lejos, que sus hijos andan tomando decisiones erróneas que los alejan de Dios. ¿Acaso María no? No hay peor dolor para María que el constatar que sus hijos viven distanciados de Dios. Ella les espera pacientemente e intercede día y noche por ellos hasta que como ovejitas descarriadas vuelven al redil en hombros de su Pastor. ¿Y si se olvidan de ella? Ciertamente sufre pero como buena Madre sabe perdonar el olvido.

El corazón de María ama por encima de cualquier olvido. Ama aunque el hijo duerma, cubre su cuerpecito, y acaricia la frente del hijo perdido en sueños.

Así nos ama María. ¿Por qué no repetir una y cien veces su Ave María? Para que así surja una sonrisa en su corazón, nos abrace, acaricie y cubra nuestra alma del frío mientras dormimos.

MADRES SANTAS

Madres santas
Una pequeña selección de mujeres, que como madres, sembraron semillas de santidad en sus hijos


Por: . | Fuente: Catholic.net 



Sin duda, una de las más grandes vocaciones ("sublime vocación" la llamaría San Juan XXIII), es la de ser madre. Y es que son muchas cosas las que la hacen ser única y particular: llevar al hijo en el vientre, el parto y sus dolores, la cercanía con los hijos, las continuas manifestaciones de afecto, etcétera. Y la vocación maternal puede ser todavía más sublime, cuando la madre engendra y educa un hijo que después se convierte en un modelo de vida para la Humanidad.
En esta ocasión presentamos una pequeña lista de grupo de mujeres, que que con su ejemplo y vocación, sembraron la fe en Cristo en el corazón de sus hijos.  (Con la clara exepción, en este punto, de la Santísima Virgen María).
Santa Ana, madre de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyo nombre se conserva gracias a la tradición de los cristianos.
La Virgen María, los Padres del Concilio de Efeso la aclamaron como Theotokos (Madre de Dios), porque en ella la Palabra se hizo carne, y acampó entre los hombres el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo otro nombre.
El 13 de mayo de 1917, en Portugal. En la localidad de Aljustrel, la contemplación de la que, en el orden de la gracia, es nuestra Madre clementísima, suscita en muchos fieles, no obstante las adversidades, la oración por los pecadores y la profunda conversión de los corazones.
Santa Nona de Nacianzo, esposa de san Gregorio el Viejo y madre de los santos Gregorio el Teólogo, Cesáreo y Gorgona († 374).


Santa Mónica, muy joven todavía, fue dada en matrimonio a Patricio, del que tuvo hijos, entre los cuales se cuenta a Agustín, por cuya conversión derramó abundantes lágrimas y oró mucho a Dios. Al tiempo de partir para África, ardiendo en deseos de la vida celestial, murió en la ciudad de Ostia del Tíber († 387).
Santa Matilde, esposa fidelísima del rey Enrique I, la cual, conspicua por la humildad y la paciencia, se dedicó a aliviar a los pobres y a fundar hospitales y monasterios. († 968)
Santa Isabel de Hungría, siendo casi niña se casó con Luis, landgrave de Turingia, a quien dio tres hijos, y al quedar viuda, después de sufrir muchas calamidades y siempre inclinada a la meditación de las cosas celestiales, se retiró a Marburgo, en la actual Alemania, en un hospital que ella misma había fundado, donde, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los enfermos y de los pobres hasta el último suspiro de su vida, que fue a los veinticinco años de edad († 1231).
Beata Margarita Pole, madre de familia y mártir, que, siendo condesa de Salisbury y madre del cardenal Reginaldo, fue decapitada en la cárcel de la Torre de Londres en tiempo del rey Enrique VIII por haber desaprobado su divorcio, encontrando así reposo en la paz de Cristo († 1541)
Beata María de la Encarnación Avrillot, ejemplar madre de familia y mujer sumamente devota, que introdujo el Carmelo en Francia, fundó cinco monasterios y, muerto su esposo, abrazó la vida religiosa. († 1618)
Santa Luisa de Marillac, viuda, que con el ejemplo formó el Instituto de Hermanas de la Caridad para ayuda de los necesitados, completando así la obra delineada por san Vicente de Paúl († 1660).
Beata Ana María Taigi, madre de familia, que, víctima de la violencia de su marido, cuidó de él y de sus siete hijos, educándolos convenientemente, y se distinguió, además, por su atención a las necesidades espirituales y materiales de los pobres y de los enfermos († 1837).
Santa Celia Guérin, esposa de Luis Martin y madre de santa Teresa del Niño Jesús, que con su marido son ejemplo de matrimonio cristiano († 1877).
Santa Gianna Beretta Molla, madre de familia, que, esperando un hijo, no dudó en anteponer con amor la vida de la criatura a la suya propia. († 1962) 
 
Enseñarás a volar...pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar...pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir...pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar...pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar...pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sueñen,vivan, canten y piensen...
¡Estará en ellos la semilla del camino enseñado y aprendido!

Madre Teresa de Calcuta

IMÁGENES DE LA VIRGEN DE FÁTIMA












Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...