miércoles, 3 de agosto de 2016

PARA SER MÁS LIBRE


Para ser más libre…



Todo crecimiento va acompañado de renuncia, empezando por el nacimiento cuando el bebé, con estridente llanto, deja el tibio y acogedor claustro materno. Renuncia, desapego, corte, que nos proyectan a una nueva etapa de maduración, a nuevos horizontes  y a nuevas realidades que plenifican a la persona.

Señor, tú sabes cómo me aferro a mis proyectos y me obsesiono por las cosas que me propongo. Hoy quiero ser más libre. Ayúdame a descubrir que aunque no se cumplan mis proyectos, tú me ayudarás a lograr lo que necesito. Dios mío, tú eres el importante. Eres el infinito, que todo lo sostienes con tu poder sin límites. Sólo tú mereces la adoración del corazón humano y únicamente ante ti debo postrarme. Sólo tú eres el Señor, glorioso, vestido de hermosura. No permitas que yo adore cualquier cosa como si fuera un dios y no permitas que me aferre a mis esquemas y planes como si fueran divinos. Sólo tú eres Dios, el único absoluto. Amén (Víctor M. Fernández).

Si tienes bien claro las prioridades de tu vida, decidirás rápidamente cuándo es necesario desprenderte de algo muy querido que traba tus objetivos no negociables. Por ejemplo, un joven al casarse debe afrontar con valor el alejamiento del hogar paterno y ponerse a construir uno nuevo. Es una renuncia en beneficio de un crecimiento y maduración.


* Enviado por el P. Natalio

ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
























CRISTO, LO QUE EL HOMBRE DE HOY Y DE SIEMPRE ESPERA


Cristo, lo que el hombre de hoy y de siempre espera
¿Tú, Cristo, eres capaz de llenar de alegría mi vida, de gozo mi corazón, de ilusión mi caminar ?


Por: P. Juan P. Ferrer | Fuente: Catholic.net 




Los hombres de todos los tiempos se han preguntado una y otra vez por la felicidad, aunque tal vez nunca comprendieran qué es realmente eso de la felicidad. Y se han dedicado siempre a buscarla por todos los conductos y todos los medios. Han elaborado teorías tan variopintas que entre unas y otras se dan profundas contradicciones. Y, siempre al final, se tiene la impresión de que no se acaba de acertar: ni la vida fácil, ni el estudio de la filosofía, ni el dinero, ni la fama, ni el progreso, ni muchas otras cosas son capaces de llenar el corazón infinito del hombre. Por ello, es que muchos seres humanos al vuelto los ojos hacia la figura de Cristo y le han preguntado si él puede de veras llenar el corazón humano de paz y de gozo. Hoy se lo queremos preguntar nosotros.

¿Eres tú, Cristo, lo que el hombre de hoy y de siempre espera? Todos sabemos por la historia que Jesús era un hombre excepcional, pero eso no basta para llenar el corazón humano. Juan Bautista envió a Cristo una legación para preguntarle: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro? (Mt 11,3). Éste es el interrogante que siempre se plantea el ser humano. Cristo responde afirmativamente a la pregunta de Juan Bautista, explayándose sobre sus propias obras que constituyen la prueba ineludible de los tiempos mesiánicos. Él, por tanto, afirma que es lo que el hombre de antaño, de hoy, y de mañana ha esperado, espera y esperará.

¿Tú, Cristo, puedes llenar siempre el corazón humano, infinito por su propia capacidad? Jesús no sólo fue un hombre perfecto, sino que era por antonomasia Dios Perfecto. En su condición de Dios, Jesús puede garantizarnos a los seres humanos su capacidad infinita en el tiempo y en la eternidad de llenar el corazón humano.

¿Quién en esta vida nos puede asegurar que nos querrá siempre? ¿Qué en esta vida nos podrá certificar que nos agradará siempre? ¿Qué en esta vida nos podrá vender la mentira de que siempre nos llenará de satisfacción? Todo, y todo lo que no sea Dios, es caduco, no podrá nunca asegurarnos un estado de felicidad infinita. Basta ver cómo se derrumban las esperanzas que tantos seres humanos han construido esperándolo todo de ellas. Sólo Cristo permanece.

Finalmente, ¿Tú, Cristo, eres capaz de llenar de alegría mi vida, de gozo mi corazón, de ilusión mi caminar con ese Evangelio en donde sólo los pobres, los mansos, los misericordiosos, los perseguidos van a ser felices? Y Cristo nos asegura que sí, que Él es capaz de llenar nuestras vidas con todo esto que el mundo desprecia y rechaza, porque los bienaventurados del mundo moderno son los poderosos, los dominadores, los ricos, los vengativos, los iracundos, los reconocidos, los que ríen. Es tremendo ver cómo se puede concebir de forma tan distinta la felicidad, pero ya la historia va dando de sobra la razón al Evangelio. Porque del Evangelio han salido los hombres felices, en paz, llenos de ilusión y esperanza. De las teorías del mundo moderno han salido las depresiones, las ansiedades, las angustias, la tristeza.

En conclusión, aceptemos a Cristo con ilusión, como la esperanza que se coloca por encima de cualquier otra esperanza, como la promesa que hace realidad lo más apetecido por el ser humano, como la certeza de un futuro lleno de sentido y de gozo. Cristo, Hijo de Dios, Perfecto Dios y Perfecto Hombre es la medida del corazón humano.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, MIÉRCOLES 3 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 3



Todos llevamos dentro de nosotros mismos un altar en el que hemos entronizado a nuestro Yo y al que le rendimos culto con excesiva frecuencia e intensidad.

La conquista del propio Yo es la mayor victoria que el hombre puede lograr; conseguir que la vida no sea dominada por el ego, sino por la razón y el corazón.

Cuando más trabajemos en nuestra perfección, más comprensivos nos mostraremos con las imperfecciones de los demás; por el contrario, cuando menos perfectos seamos nosotros, más exigentes nos mostraremos con los otros.

Siempre estamos inclinados a reprobar y criticar los defectos de los demás, sobre todo aquellos defectos que nosotros también tenemos y que no nos atrevemos a confesar. Otras veces criticamos los defectos que nosotros no tenemos, como una evasión para no reconocer y recordar los defectos que tenemos y nos dominan.
Todos lamentamos las injusticias que sufre nuestro mundo de hoy; el Concilio Vaticano II nos advierte que muchas de ellas “nacen del deseo de dominio y del desprecio por las personas; y, si ahondamos en los motivos más profundos, brotan de la envidia, de la desconfianza, de la soberbia y demás pasiones egoístas” (GS 83).



* P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS!!!

martes, 2 de agosto de 2016

CONVERSIÓN AL CATOLICISMO


Conversión al catolicismo


En cierta ocasión, una señora protestante se acercó al gran obispo húngaro Tihamer Toth y le dijo:

“—No soy católica; pero, desde hace diez años, vengo a esta Iglesia a escuchar sus homilías y ahora quiero hacerme católica.

—Y dígame ¿qué es lo que más la ha llevado a tomar esta decisión?

—En primer lugar y, sobre todo, la presencia de Jesús en la Eucaristía. Yo quiero tener a Jesús todo entero y recibirlo en la comunión. También me ha atraído la confesión, porque mi alma necesita recibir el perdón de Dios, según la promesa de Jesús: “Al que perdonen los pecados, le serán perdonados”.

Pero hay otro punto para mí muy importante, es el amor de María. Veo que los católicos la aman como una madre. Y yo quiero también amarla y honrarla como a una verdadera madre mía.”

Sí, María te lleva a Jesús, no te roba el amor de Jesús. “María es el camino seguro para encontrar a Cristo” (EA 11). Ella te inspira pureza, cariño, ternura, amor y confianza como buena madre. ¡Cuántas bendiciones ha recibido la humanidad a través del amor de María! ¡A cuántos ha salvado Dios por medio de ella! ¡Cuántos milagros realizados por su intercesión en Lourdes y Fátima! ¡Cuánta bondad ha inspirado siempre a todos los que con devoción han recitado el Ave María! ¡Cuántos soldados habrán muerto con el Ave María en sus labios! ¡Cuántas madres la invocan para pedir por sus hijos ausentes o alejados!


* Enviado por el P. Natalio

PONERME ENTRE TUS MANOS


Ponerme entre tus manos
Te dejaré entonces guiar mis pasos, sostener mi corazón, curar mis heridas, perdonar mis pecados.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 





Un momento de pausa. El sol inicia su caída. La noche avanza con prisas. Llega el tiempo necesario para descansar. El camino no termina. Dejo para mañana el inicio de una nueva etapa.

¿Qué ha sido de este día? ¿Qué pude sembrar? ¿Qué recibí? ¿Dónde estuvo anclado mi corazón? ¿Hacia dónde dirigí mi mirada?

Hoy avancé entre dudas y certezas, alegrías y penas. Tuve ratos de luz y momentos de oscuridad. El camino sigue allí, y mañana tendré que reemprender la marcha.

Las noticias a mi alrededor hablan de guerras y de crímenes, de injusticias y de hambres, de pecados y de angustias. El mundo no consigue esa felicidad que tanto anhela.

Mientras, hombres y mujeres desconocidos levantan sus manos y dirigen una oración al Dios que hizo el cielo y la tierra, que nos sueña y nos espera, que nos perdona y nos salva.

Mi vida pende de un hilo frágil. Hoy tomé decisiones, inicié proyectos, fracasé y empecé de nuevo. La salud me sostuvo, pero mañana puede llegar ese accidente tan temido. O, Dios lo quiera, esa ayuda que viene de lo alto y limpia las heridas de mi alma.

No hay certezas en este mundo inquieto. Sólo puedo mirar al cielo y descubrir, más allá de las tinieblas, la belleza del hogar en el que el Padre espera a cada uno de sus hijos.

Ante el camino que me espera necesito, simplemente, ponerme entre tus manos, abandonarme a tu Amor. Te dejaré entonces guiar mis pasos, sostener mi corazón, curar mis heridas, perdonar mis pecados. Permitiré que seas ese Amigo íntimo que escucha y aconseja, que acaricia y que levanta, que salva y que acompaña.

NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES, PATRONA DE COSTA RICA, 2 DE AGOSTO


Nuestra Señora de los Ángeles
Patrona de Costa Rica, 2 de agosto 


Por: n/a | Fuente: Corazones.org 



Patrona de Costa Rica

La ciudad de Cartago, como muchas otras en la época colonial, segregaba a los blancos de los indios y mestizos. A todo el que no fuera blanco puro se le había prohibido el acceso a la ciudad, donde una cruz de piedra señalaba la división y los límites.

Estamos en los alrededores del año 1635, en la sección llamada "Puebla de los Pardos" y Juana Pereira, una pobre mestiza, se ha levantado al amanecer para, como todos los días, buscar la leña que necesita. Es el 2 de agosto, fiesta de la Virgen de los Angeles, y la luz del alba que ilumina el sendero entre los árboles, le permite a la india descubrir una pequeña imagen de la Virgen, sencillamente tallada en una piedra oscura, visiblemente colocada sobre una gran roca en la vereda del camino. Con gran alegría Juana Pereira recogió aquel tesoro, sin imaginar que otras cinco veces más lo volvería a hallar en el mismo sitio, pues la imagen desaparecía de armarios, cofres, y hasta del sagrario parroquial, para regresar tenazmente a la roca donde había sido encontrada. Entonces todos entendieron que la Virgen quería tener allí un lugar de oración donde pudiera dar su amor a los humildes y los pobres.

La imagen, tallada en piedra del lugar, es muy pequeña, pues mide aproximadamente sólo tres pulgadas de longitud. Nuestra Señora de los Angeles lleva cargado a Jesús en el brazo izquierdo, en el que graciosamente recoge los pliegues del manto que la cubre desde la cabeza. Su rostro es redondeado y dulce, sus ojos son rasgados, como achinados, y su boca es delicada. Su color es plomizo con algunos destellos dorados como diminutas estrellas repartidas por toda la escultura.

La Virgen se presenta actualmente a la veneración de sus fieles en un hermoso ostensorio de nobles metales y piedras preciosas, en forma de resplandor que la rodea totalmente, aumentando visualmente su tamaño. De la base de esta "custodia" brota una flor de lis rematada por el ángel que
sostiene la imagen de piedra. De esta sólo se ven los rostros de María y el Niño Jesús, pues un manto precioso la protege a la vez que la embellece.

La "Negrita" como la llama el cariño de los costarricenses, fue coronada solemnemente el 25 de abril de 1926. Nueve años más tarde, su Santidad Pío XI elevó el Santuario de la Reina de los Angeles a la dignidad de Basílica menor.

A Cartago llega un constante peregrinar de devotos que vienen a visitar a su Madre de los cielos; muchos entran de rodillas, como acto de humildad y de acción de gracias y luego van a orar ante la roca donde fue hallada la bendita imagen. Esta piedra se ha ido gastando por el roce de tantas manos que la acarician agradecidas mientras oran, dan gracias y piden alivio a su dolor, sus sufrimientos o sus necesidades. Debajo de esta piedra brota un manantial cuyas aguas recogen los que acuden en busca de la misericordia y la salud. El agua es signo del bautismo. No hay otra cosa que mas quiera la Virgen a que vivamos profundamente las gracias de nuestro bautismo.

FELICES SUEÑOS!!!



lunes, 1 de agosto de 2016

CONFÍO EN TI, SEÑOR



Confío en Ti, Señor
Espero en Ti porque eres fiel a tus promesas. Tú cumples siempre. El hombre casi nunca. Por eso tengo la certeza de tus promesas.


Por: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 




Confío en Ti, porque eres completamente de fiar. Eres la misericordia sin orillas ni fronteras. Misericordia que ha perdonado, perdona y seguirá perdonando.

Cuanto necesito de esa misericordia y bondad, yo que soy tan pecador. Espero en Ti porque eres la misericordia infinita. Si yo supiera, si yo creyera que tu bondad y misericordia no tienen medida, me sentiría para siempre seguro y tranquilo. Si eres la misericordia infinita, haz que sea también infinita mi confianza.

Todo lo perdonas, aun los más horrendos pecados, si hay un poco de arrepentimiento y humildad. No cabe desesperanza en el corazón de los más grandes pecadores. El perdón de Dios siempre es mayor.

Espero en Ti porque eres fiel a tus promesas. Tú cumples siempre. El hombre casi nunca. Por eso tengo la certeza de tus promesas. Un día las disfrutaré de seguro. Mientras alimento mi esperanza.

La confianza tan necesaria... Las penas son grandes a veces y la esperanza no alcanza. Él nos ha dicho: Confiad totalmente en Mí. Nuestra mente nos dice: No saldrás del hoyo. Así piensan los que se suicidan.

Jesús dice: No os preocupéis... Nuestro refrigerador vacío, la tarjeta vencida, los pagos de la casa sin hacer, la falta de trabajo, no tienes remedio...

La mente y los ojos ven, constatan y deciden en consecuencia. No hay remedio. La fe no constata, se fía de un ser omnipotente e infinitamente misericordioso y elige confiar a pesar de todas las evidencias.

Realmente para Dios el resolver mis problemas es de risa. No le cuesta nada, nada. Y pensar que sólo depende de que yo haga un acto de fe y confianza. Jesús en Ti confío.

Todo lo obtendréis... Reto a cada uno de mis oyentes a que tengan esta clase de fe que mueve montañas. La fe mueve montañas, sí, pero solo las que uno se atreve a mover.

Les decía que para los que no tienen trabajo, y sí muchas deudas empiecen a dar algo de lo que todavía tienen, que pidan por los más necesitados que ellos. Y se llevarán la gran sorpresa, Pero esto sólo lo harán los que tienen confianza en Dios.

Problemas de un esposo, hijo o hija que está tercamente alejado de Dios…Oren con confianza inquebrantable de que Dios les concederá la gracia pedida. Pero deben superar la gran prueba: el no ver resultados durante un tiempo o incluso el ver que la situación empeora. Confiar significa continuar orando con la misma seguridad. Y el milagro llegará. Ha llegado ya para muchos y muchas que han orado con esa confianza.

En el evangelio no hay ni un caso de enfermedad o necesidad que no haya sido atendido cuando Cristo encontró una fe como ésa. La siro fenicia... El Centurión y su siervo... La hemorroísa... El leproso...

Problemas duros: Mi hijo está en la cárcel, estoy en quiebra económica, mi matrimonio anda naufragando... alguien de mi familia se fue a otra religión, o anda muy alejado de Dios…Esas personas tienen un reto magnífico, valiente: La confianza mayor que el problema.

La misma confianza que tienes en Dios, tenla en María Santísima. Si vosotros que sois malos dais buenas cosas a vuestros hijos... cuanto más vuestro padre celestial... Si vosotros que sois malos dais buenas cosas a vuestros hijos, cuanto más vuestra madre Celestial...

¿Crees que Ella no puede, crees que Ella no quiere...? El amor que Ella te tiene es como para darte todas las cosas del mundo, con más razón la pequeña cosa que le pides. Problema de confianza, siempre es problema de confianza.

¿Cómo se adquiere la confianza? Pidiéndosela a Dios y a María Santísima y ejercitándola en pequeños y repetidos actos de confianza. Confío en que me ayudarás a tener hoy qué comer, cómo pagar mis deudas, como conseguir trabajo, cómo lograr que mi hijo o hija regrese al buen camino...

Hay, además, una fórmula secreta para obtener cosas que uno necesita: y consiste en dar.

Parece contradictoria pues, si no tengo, qué voy a dar. Siempre el más pobre puede dar algo de lo que tiene. Al dar algo parece empobrecerse de momento, pero hay una ley que se cumple siempre: el que da, recibe. Claro, al que no está acostumbrado a ese modo de proceder o no lo ha experimentado, le cuesta creerlo. Pero yo le reto a que haga la prueba.

Muchos y muchas de Uds. han dado un ejemplo de esto: comprometerse con una ofrenda de amor mensual sin saber si van tener. Pueden estar seguros que se cumplirá lo del profeta Elías con la viuda de Sarepta: No faltará la harina ni el aceite en tu casa hasta que Dios mande la lluvia del cielo... Y así sucedió. Los que han hecho anteriormente la experiencia, lo saben.

Por eso las y los que se han decidido a colaborar en esta obra de evangelización no sólo ayudan económicamente, alargando la vida de Guadalupe radio, sino que han hecho un gran acto de valentía y de confianza en Dios.

Dejo en tus manos, Señor, mi vida entera: Mi pasado, mi presente y mi futuro. También el día de mi muerte. Yo no sé cuándo será ni cómo pero no importa. Me importa que lo sepan las dos personas que más me aman en este mundo, Tú y tu Madre santísima que es también mía. Por eso no tengo miedo a la muerte.

PAPA FRANCISCO REZA A LA VIRGEN MARÍA POR LOS FRUTOS DE SU VIAJE CRACOVIA 2016

El Papa Francisco ante la imagen de la Salus Populi Romani en la Basílica Santa María la Mayor. Foto: L'Osservatore Romano


Papa Francisco reza a la Virgen María por los frutos de JMJ Cracovia 2016



ROMA, 31 Jul. 16 /  (ACI).- Luego del aterrizaje en el vuelo que lo llevó de regreso a Roma desde Cracovia, el Papa Francisco fue a la Basílica Santa María la Mayor para rezar a los pies de la Virgen.

Francisco volvió a Roma tras una intensa semana en Cracovia, Polonia, en donde presidió la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).


Como es su costumbre luego de cada viaje internacional, el Santo Padre pasó a rezar unos momentos ante la imagen de la Salus Populis Romani (Protectora del Pueblo Romano) que se encuentra en la Basílica Santa María la Mayor.

Ante el altar de la Madre de Dios, el Papa depositó unas flores que recibió en el aeropuerto de Cracovia, durante la ceremonia de despedida, para dejarlas especialmente ante la imagen.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 1 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 1



He aquí un decálogo para la esposa:

1. No hablarás eternamente. Tu esposo tiene derecho a que lo escuches.

2. Prepararás amorosamente la comida del día y mantendrás la casa en orden y limpia.

3. No estorbarás a tu esposo en sus negocios.

4. No divulgarás murmuraciones infundadas sobre tus vecinos.

5. No alardearás de tu esposo ante otros hombres, sino que lo respetarás silenciosamente.

6. Cuando sea necesario llamarle la atención en algo o por algo, lo harás no inmediatamente, sino esperando el momento oportuno y prudente, y luego lo olvidarás.

7. Serás paciente con los defectos de tu esposo, exaltando de vez en cuando sus buenas cualidades.

8. No convertirás a tu esposo en un sirviente.

9. No pensarás que tu esposo siempre tiene razón, pero tampoco pensarás que nunca la tiene.

10. Lo amarás por sobre todas las personas y sobre todas las cosas.

“Los esposos y padres cristianos, siguiendo su propio camino, mediante la fidelidad en el amor, deben sostenerse mutuamente en la gracia a lo largo de toda la vida e inculcar la doctrina cristiana y las virtudes evangélicas a los hijos amorosamente recibidos de Dios” (LG 41).


* P. Alfonso Milagro

BIENVENIDO AGOSTO!!!


domingo, 31 de julio de 2016

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJES
















EXPLICACIÓN DEL AVE MARÍA, FRASE POR FRASE


Explicación del AVE MARÍA, frase por frase.
El Padre Evaristo Sada, L.C, nos regala una hermosa y pedagógica reflexión sobre el Avemaría


Por: P. Evaristo Sada LC | Fuente: http://www.la-oracion.com, http://www.pildorasdefe.net 




El Padre Evaristo Sada, L.C, nos regala una hermosa y pedagógica reflexión sobre el Avemaría con la intención de que al pronunciar cada frase lo hagamos con sentido pleno.



Después de haber respondido a la pregunta ¿Cómo rezar bien el Avemaría? vamos a comentar el avemaría con la intención de que al pronunciar cada frase lo hagamos con pleno sentido.

En el año 1525 se encuentra ya el Avemaría en los catecismos populares, pero la fórmula definitiva tal y como nosotros la rezamos la fijó Pío V en 1568, con ocasión de la reforma litúrgica.



• Dios te salve

Imagínate cómo es la mirada de Dios sobre la mujer que Él creó y eligió para que fuera su madre: una mirada llena de amor, de predilección, de gozo y complacencia. Hasta donde te sea posible, cuando comiences el Avemaría apropia la mirada de Jesús sobre su Madre y salúdala con las palabras del Arcángel Gabriel en la anunciación (Lc. 1,28). Desde lo más profundo de tu corazón dile: "alégrate María".

• María

Pronunciar el nombre de María te llena de amor y de confianza. María significa la amada del Señor, Señora, estrella del mar, la que orienta a los navegantes y los dirige a Cristo. San Alfonso María de Ligorio dice que es un "nombre cargado de divinas dulzuras" y Tomas de Kempis afirma que los demonios temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara.

• Llena eres de gracia, el Señor es contigo

Porque Dios está con ella María está completamente impregnada de gracia, como una esponja bajo el agua. María está llena de la presencia de Dios y Dios es la fuente de la gracia. El poder del Altísimo la cubrió con su sombra (Lc 1,35), es decir, Dios descendió para habitar en ella.

María es "la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21,3) Dios se da por completo a María, la colma de belleza, y ella, que desborda Gracia divina, la entrega a la humanidad.

• Bendita tú entre las mujeres

Isabel fue la primera en decirle a María: "Tú eres bendita entre todas las mujeres" (Lc 1,42) Es bendita porque Dios la eligió con amor eterno, porque es la madre de Dios, porque es madre y virgen, porque es inmaculada, porque fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celeste.

• Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús (cfr. Lc 1,42)

María es la viña fecunda que nos entrega el mejor de los frutos, el alimento que sacia. El fruto de su vientre es fruto del amor de Dios, de la maravillosa y fecunda colaboración entre el Espíritu Santo y esa pobre jovencita de Nazareth. A mí me ayuda mucho contemplar el icono de la "Madre del signo" que nos muestra a Jesús en el vientre de María en forma de Eucaristía: "el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre" (Jn 6, 51).

• Santa María, Madre de Dios

Comenzamos la segunda parte del avemaría exaltando su santidad y el gran motivo de su dignidad. La portadora de Dios es santa. Ella creyó en la Palabra del Señor y se entregó como la esclava del Señor, y gracias a eso el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Como madre alimentó a Jesús, lo protegió, lo educó. ¡Qué digna representante del género humano que le da a Dios todo el amor que su pequeñez es capaz de dar!

Nos duele escuchar: "Y los suyos no le recibieron" (Jn 1,11) pero María sí lo recibió y hoy nosotros, cultivando la vida de gracia, queremos recibirlo como lo hizo ella.

• Ruega por nosotros pecadores

Su maternidad espiritual se extiende a todas las generaciones, a todos los hermanos de Jesús, y ella ruega por nosotros, vela por nuestras necesidades. Como en las bodas de Caná va una y otra vez con Jesús y le dice: "No tienen vino", y obtiene abundantes bienes para sus hijos. Ella protege con particular predilección a los más pequeños, a los indefensos, a los enfermos, a los que tienen heridas morales, a los pecadores. Vemos lo espléndida que es en los Santuarios Marianos: Guadalupe, Lourdes, Fátima, El Pilar, Loreto, Luján, Aparecida, La Vang, Medjugorje...

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, me declaro pecador, necesito que desbordes sobre mí tu corazón misericordioso.

• Ahora

En el momento presente, en todo momento presente. Cuando todo va bien y cuando no, cuando estoy en gracia y cuando no, cuando me siento bien y cuando no, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y las tristezas, en la luz y en la oscuridad: siempre. El "ahora" abarca toda mi vida, porque el momento presente recoge el pasado, el presente y el futuro: todo lo pongo en tus manos. En el presente reparo por mi pasado, te ofrezco mi futuro, vivo según el Evangelio.

Decirle ruega ahora por mí, es decirle: te necesito siempre a mi lado María, siempre; no te separes de mí.

• Y en la hora de nuestra muerte

Así como estuviste junto a Jesús en la hora de su muerte (cf Jn 19, 27), así desde ahora te pido que cuando termine mi vida terrena estés conmigo. Si paso mis últimos días enfermo, quiero que como buena madre me acompañes de día y de noche. Al morir quiero tener un Rosario en la mano y sentir tu mejilla en mi frente, mientras me dices al oído: No tengas miedo, que no te aflija cosa alguna, ten confianza, ¿qué no estoy yo aquí que soy tu Madre?

Quiero que mis últimas palabras sean: "María, Jesús", y que habiéndolas pronunciado me cargues en tus brazos y me pongas en los brazos del Padre. Quiero que tú me lleves con Jesús, y que al despertar allá en el cielo tenga mi cabeza reclinada sobre Su pecho, y estar sintiendo tus caricias por toda la eternidad.

• Amén

Es una palabra aramea (la lengua de Jesús) que significa fuerza, solidez, fidelidad, seguridad. Se usa para afirmar y confirmar. Decir Amén es decir que sí, que así es, que estamos de acuerdo y afirmamos con fuerza y seguridad lo que creemos. Decir amén al final del avemaría es decirle: "Sí, Madre, yo sé que cada vez que te dirijo esta oración tú trabajas mi corazón, me estás formando, me vas modelando poco a poco, me vas ayudando a crecer en las virtudes de la humildad, la pobreza, la caridad, la pureza, la prudencia, la generosidad, la misericordia.... Sí, Madre, hazlo con toda libertad, te lo suplico: amén."
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