martes, 14 de marzo de 2017

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA ANTE LAS TENTACIONES


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA 
ANTE LAS TENTACIONES


Madre querida acógeme en tu regazo,
cúbreme con tu manto protector
y con ese dulce cariño
que nos tienes a tus hijos
aleja de mi las trampas del enemigo,
e intercede intensamente
para impedir que
sus astucias me hagan caer.
A tí me confío
y en tu intercesión espero.
Amen.

PARA QUÉ SIRVE AYUNAR?


¿Para qué sirve ayunar? 
6 razones para considerarlo seriamente en la vida cristiana





 (ACI).- El ayuno es una parte poderosa y fundamental de la vida cristiana pues no solo ha sido predicado por los Padres de la Iglesia y los santos, sino que es un mandato de Dios y fue practicado por Jesús mismo.

En ese sentido, el diácono Sabatino Carnazzo, director ejecutivo y fundador del Instituto de Cultura Católica, consideró que debemos tomar como “estándar” a los que “han corrido la carrera y han ganado” porque “han sido hombres y mujeres de oración y ayuno”.


Por tal motivo, ACI Prensa comparte 6 razones por las que todo católico debe tomar en serio el ayuno para mejorar en la vida de fe.

1. Porque es elegir un bien mayor
“Es la privación del bien, para tomar una decisión por un bien mayor”, explicó el diácono Carnazzo.

Además, destacó que el ayuno es más comúnmente asociado con la abstención de los alimentos, aunque también puede tomar la forma de renunciar a otros bienes como comodidades y entretenimiento.

2. Porque le da equilibrio a la vida espiritual
“Todo el propósito del ayuno es poner el orden creado y nuestra vida espiritual en un equilibrio adecuado”, afirmó el diácono Carnazzo.

Debido a que “como criaturas corporales en un estado posterior a la caída”, es fácil dejar que nuestras “pasiones” busquen los bienes físicos y reemplacen nuestro intelecto.

Según Mons. Charles Pope, Párroco de Holy Comforter / St. Chatolic Church Cipriana en Washington D.C, “ayunar ayuda a hacer más espacio para Dios en nuestra vida”.

3. Porque es el primer paso para tener control sobre uno mismo
“La razón de por qué 2000 años de cristianismo se ha preferido alimentos (para ayunar) es porque la comida es como el aire. Es como el agua, es lo más fundamental”, dijo el diácono Carnazzo.

“Ahí es donde dice la Iglesia 'detenerse aquí, a este nivel fundamental, y ganar control allí'. Es como el primer paso en la vida espiritual”, añadió.

4. Porque es bíblico
El primer ayuno fue ordenado por Dios a Adán en el Jardín del Edén, cuando Dios instruyó a Adán y Eva que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2: 16-17), anotó el diácono Carnazzo.

Además, aclaró que esta prohibición divina no era porque el árbol era malo, sino que el fruto estaba destinado “a ser comido en el tiempo correcto y el camino correcto. De la misma manera, nos abstenemos de los bienes creados para que podamos disfrutarlos en el momento adecuado y la manera correcta”.

Por otra parte, al comienzo de su ministerio, Jesús se abstuvo de comer y beber durante 40 días en el desierto y así “revirtió lo que pasó en el Jardín del Edén”, explicó el diácono.

“Como Adán y Eva, Cristo fue tentado por el diablo pero en cambio permaneció obediente al Padre, invirtiendo la desobediencia de Adán y Eva y restaurando nuestra humanidad”, agregó.

5. Porque es poderoso
San Basilio el Grande decía que el ayuno es “el arma de protección contra los demonios. Nuestros Ángeles Guardianes realmente se quedan con aquellos que han limpiado sus almas a través del ayuno”.

Según el diácono Carnazzo el ayuno es poderoso porque permite “dejar a un lado este reino (creado) donde el diablo trabaja” y nos ponemos en “comunión con otro reino donde el diablo no funciona y no puede tocarnos”.

Por su parte Mons.Pope, anotó que “nos recuerda nuestra fragilidad y nos ayuda a ser más humildes. Sin humildad y oración nuestra experiencia de Dios realmente no se puede desbloquear”.

6. Porque lo pide la Iglesia
Las actuales obligaciones de ayuno fueron establecidas en el Código de Derecho Canónico de 1983.

“La Iglesia establece límites claros, fuera de los cuales no se puede considerar que alguien esté practicando la vida cristiana. Es por eso que violar intencionalmente las obligaciones de Cuaresma es un pecado mortal”, sentenció el Diácono Carnazzo.



Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.

SI QUEREMOS ASEGURAR NUESTRA SALVACIÓN


SI QUEREMOS ASEGURAR NUESTRA SALVACIÓN



Si queremos asegurarnos nuestra salvación eterna, entonces debemos tener una tierna devoción a la Santísima Virgen María. Porque Dios quiso darnos un secreto para alcanzar el Paraíso, y ese secreto es que nos confiemos en las manos de su Madre, porque la ha hecho dispensadora de todas las gracias. Efectivamente María nos salva de las manos del demonio y del mundo, y nos entrega a Dios, para que seamos gratos en su presencia.

Cada día tendremos que rezar, al menos, tres avemarías, ya que la Virgen ha prometido que quien así lo haga se salvará. Y los que tengamos más amor a la Virgen y queramos asegurarnos el Cielo, no solo para nosotros sino también para nuestros seres queridos y para muchas almas, entonces recemos todos los días el Rosario.

Y si somos generosos y queremos asegurarnos más nuestra salvación eterna, entonces nos tenemos que consagrar al Inmaculado Corazón de María, porque en estos tiempos peligrosos en que el demonio se ha puesto muy astuto y arrastra a muchas almas a la perdición, incluso a los que son maestros e inteligentes, es conveniente consagrarse a la Virgen ya que Ella misma ha prometido que quien se le consagre no perderá la fe ni será engañado por el Maligno.

A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace muy devoto de la Santísima Virgen. María es el arma secreta de Dios, y quien tiene devoción y amor a María, es señal de que está predestinado al Cielo, porque Dios ama mucho a los que aman mucho a su Madre. 


(Sitio Santísima Virgen)

PAPA FRANCISCO: QUIEN ES CHISMOSO DESTRUYE PORQUE HACE EL MAL A ESCONDIDAS


El Papa recuerda: Quien es chismoso destruye porque hace el mal a escondidas
Por Álvaro de Juana
 Foto. L'Osservatore Romano




VATICANO, 13 Mar. 17 / 07:36 am (ACI).- En la visita que el Papa Francisco realizó el domingo a la parroquia de Santa Magdalena de Canossa, en Roma, afirmó que lo que más miedo le da son las habladurías y los chismes que también hay en el Vaticano y que destruyen.

“Me da miedo cuando una persona es mala: la maldad de la gente. Cuando una persona –porque todos tenemos la semilla de la maldad dentro, porque es el pecado que te lleva a esto–, cuando una persona elige ser malvada, eso me asusta mucho, porque una persona malvada puede hacer mucho más. Y me asusta cuando en una familia, un barrio, un puesto de trabajo, en una parroquia, también en el Vaticano, cuando se dan los chismes, esto me da miedo”.

“¿Habéis visto o escuchado en TV lo que hacen los terroristas? Lanzan una bomba y escapan. Hacen esto. Una de las cosas. Los chismes son así: es arrojar una bomba e irse. Y las habladurías destruyen, destruyen. Destruyen una familia, un barrio, una parroquia, destruyen todo. Pero sobre todo los chismes destruyen el corazón. Porque si tu corazón es capaz de arrojar la bomba, eres un terrorista, haces el mal de manera escondida y tu corazón se convierte en corrupto”.

El Papa se reunió en la parroquia con los niños de catequesis, quienes saciaron su curiosidad haciéndole varias preguntas sobre qué le da miedo, cuál fue su primer encuentro con Jesús o pidiéndole que cuente algunos momentos bonitos de su vida.

“Si podemos acercarnos a Jesús es porque Él se ha acercado antes a nosotros. Él da siempre el primer paso”, respondió a los niños. “Te habla al corazón, te hace entender qué es el amor”. Pero si uno no quiere escucharlo “Él permanece. Tiene paciencia. Jesús espera siempre”.

Francisco también explicó que para convertirse en Papa no se paga y no se estudia. Al hablar de San Pedro como primer Pontífice, explicó que hizo una cosa “fea”: “dijo que no conocía a Jesús, renegó de Jesús”. Pero “Jesús elige a quien quiere que haga en ese tiempo; en otro tiempo elige a otro, y a otro, y a otro”.

“A mí me gusta, y me gustaba hacer escuela de catequesis y la Misa de niños. Siempre, ser sacerdote es algo que a mí me ha gustado mucho. ¿Qué es más bonito, hacer de Papa o de sacerdote?”. “Las dos cosas: lo que Dios quiere. Lo que dios te da es precioso, porque cuando el Señor te da una misión, un trabajo, ser pastor de una parroquia o de una diócesis, o hacer de Papa, pastor, ahí te da una tarea”.

El Papa dijo también a los niños que todos deben llevar la paz al mundo, no solo él. “Se comienza en la familia, en la escuela, con tu compañero, cuando juegas con los otros… siempre paz”. Y cuando “los padres discuten… A veces habréis escuchado que papá o mamá discuten sobre algo: esto es normal, esto ocurre”.

Francisco los animó a que si ellos discuten deben “hacer las paces antes de que termine el día. Este es un consejo que tenéis quedar a vuestros padres”. “Las palabrotas no son bellas” pero “¡nunca una blasfemia, nunca!”.

“Un momento bonito de mi vida era cuando de niño iba al estadio con mi padre, también venía mi madre, algunas veces, a ver el partido. Los domingos, después de mediodía, después del almuerzo, ir al estadio y regresar a casa”, dijo en respuesta a otra pregunta.

Otro ejemplo “es encontrarse con los amigos. Antes de venir a Roma, cada dos meses nos encontrábamos los amigos, compañeros de la escuela”. Y también “cuando puedo rezar en silencio, leer la Palabra de Dios: me hace bien, mucho bien”.

Francisco habló también de la importancia del diálogo. “Este es el problema, la falta de diálogo y la falta de escucha”. “Una de las enfermedades más feas de nuestro tiempo es la poca capacidad de escucha, como si hubiésemos bloqueado los oídos”. Por último, invitó a hacer “el apostolado de la oreja” y aprender a escuchar más. 

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 14 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 14



Cuanto pensaba María era santo, cuanto miraba lo santificaba, cuanto tocaba lo purificaba y hacía bueno; tan santa era ella, que comunicaba santidad a todo y a todos.

Es que la santidad, si es verdadera y profunda, es también contagiosa. Por eso cuantos se acercaban a María se sentían mejores y se santificaban, amaban más a Dios y pensaban más en el cielo.

Aquí tienes un medio sumamente fácil y práctico para llegar a la santidad: piensa siempre en María, vive cerca de ella, cobijándote con confianza en su regazo maternal; obra como siempre obró María, ama lo que ella amó, vive por lo que ella vivió, sufre como ella sufrió y goza con lo que ella gozó. Que sea tu vida como un calco de la vida de María.

“Madre de América Latina, has entrado en el corazón de los fieles, vive en estos corazones” (San Juan Pablo II)


* P. Alfonso Milagro

FELIZ MARTES!!


lunes, 13 de marzo de 2017

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJES











































PAPA FRANCISCO NOS PIDE MIRAR LA CRUZ COMO SALVACIÓN


Papa Francisco: Miremos la cruz, donde Jesús tomó nuestros pecados para salvarnos
Por Eduardo Berdejo
Foto: Lauren Cater (ACI Prensa)






ROMA, 12 Mar. 17 / 01:55 pm (ACI).- El Papa Francisco visitó este domingo la parroquia italiana de Santa Magdalena de Canossa, desde donde exhortó a los fieles a contemplar la cruz, porque en ella Cristo tomó los pecados de los hombres para salvarlos y llevarlos a la vida eterna.

El Santo Padre llegó a esta parroquia ubicada en la periferia norte de Roma aproximadamente a las 4 p.m. (hora local), donde se encontró con los niños y jóvenes de la catequesis, que le entregaron algunas cartas. Además saludó a los padres con los bebés que fueron bautizados durante el año, así como a los ancianos, enfermos y agentes pastorales.


Luego de esto, el Pontífice se dirigió a la iglesia para celebrar la Eucaristía y reflexionar sobre el pasaje evangélico de la Transfiguración del Señor.

En una homilía improvisada, el Santo Padre indicó que Jesús se transfiguró dos veces. La primera en el monte Tabor y la segunda después de su resurrección, con “el mismo rostro luminoso, brillante”.


Sin embargo, “entre esta transfiguración tan bella y la resurrección habrá otro rostro de Jesús”, causado por la pasión y la crucifixión. “Tendrá un rostro no tan bello, tendrá un rostro feo, desfigurado, torturado, despreciado, ensangrentado por la corona de espinas. Todo el cuerpo de Jesús será como una cosa para descartar”, señaló.

“Dos transfiguraciones y en medio Jesús crucificado, la cruz. Debemos mirar tanto la cruz”, invitó el Papa.

Francisco dijo que en la cruz Cristo, el Hijo amado de Dios, Dios mismo y en quien el Padre se complace, “se ha aniquilado para salvarnos; y para usar una palabra muy fuerte, tal vez una de las palabras más fuertes del Nuevo Testamento, que la usa Pablo: Se ha hecho pecado. Y el pecado es la cosa más fea. El pecado es la ofensa a Dios, la bofetada a Dios y decirle a Dios ‘tú no me importas’”.

“Jesús se ha hecho pecado, se ha aniquilado, se ha abajado hasta ahí (la cruz). Y para preparar a los discípulos para que no se escandalicen de verlo así en la cruz, hizo la transfiguración”, explicó. “Cuando somos perdonados (en la confesión), sentimos que somos perdonados porque Él ha tomado este pecado en la pasión. Él se ha hecho pecado”, insistió.

El Pontífice señaló que “este es el camino hacia la Pascua, hacia la resurrección”, seguros de que “esta transfiguración irá adelante”. “Mira este rostro, tan luminoso, tan bello, que será el mismo en la resurrección y el mismo que encontraremos en el cielo, y también mira este otro rostro que se ha hecho pecado. Ha pagado así por todos nosotros. Jesús se ha hecho pecado (…). Ha tomado sobre Él nuestros pecados. Pensemos sobre esto”, exhortó.

“Cuánto amor, cuánto amor, y también pensemos en la belleza del rostro transfigurado de Jesús que encontraremos en el cielo”, expresó.


El Santo Padre señaló que “esta contemplación de dos rostros de Jesús, aquel transfigurado y aquel hecho pecado”, anima a los fieles “a ir adelante en el camino de la vida, de la vida cristiana”.

“Nos anima a pedir perdón de nuestros pecados, a no pecar tanto, nos anima sobre todo a tener confianza”, porque Cristo que tomó sobre sí “nuestros pecados, está siempre dispuesto a perdonarnos. Solo debemos pedirlo”, aseguró.

Al término de la Misa, el Santo Padre recibió las palabras de agradecimiento del párroco local y posteriormente regresó al Vaticano.

SOR LUCÍA, VIDENTE DE FÁTIMA


Sor Lucía, vidente de Fátima




El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevistó a Sor Lucía Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima. Esta entrevista tuvo lugar en el Convento de las Religiosas Carmelitas Descalzas de Santa Teresa, en Coimbra, Portugal. En ella estuvieron presentes el Obispo Auxiliar de Leiría, los dos Obispos de Coimbra, el Nuncio Apostólico en Portugal (Monseñor Cento), y Monseñor Antonio Samoré, Secretario de Asuntos Extraordinarios en la Secretaría de Estado de Su Santidad. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:

—“ … La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…”

“… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia: el rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario “.

—“Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario “.

“Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros “.

—“El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos “.

San Luis María Grignión de Montfort:
”No encuentro otro medio más poderoso para atraer sobre nosotros el Reino de Dios, la Sabiduría eterna, que unir a la oración vocal la oración mental, rezando el Santo Rosario y meditando sus misterios”.


© Reina del Cielo

SER COMO NIÑOS



Ser como niños




Si tienes la sonrisa de un niño,
darás una de las mayores expresiones de amor.

Si tienes la mirada de un niño,
serás transparencia pura.

Si tienes la ilusión de un niño,
llegarás a ser grande.

Si celebras tu cumpleaños y decoras tu habitación como un niño,
llenarás de alegría tu vida.

Si cantas y ríes fuerte como los niños,
será para expresar que eres la persona más feliz del mundo.

Si tienes la amistad de los niños,
no exigirás a tus amigos que sean mejores que tú.

Si oras como un niño,
no será para que el mundo vea cuán bueno eres.

Si abrazas como los niños,
serás fuerte, grande, desinteresado, y todo por amor.

Si tropiezas como un niño,
podrás levantarte enseguida y sin vergüenza.

Si tu alma es pequeña como la de un niño,
podrás entrar al Reino de los Cielos.

Simplemente como las almas de los niños.
Simplemente que aprendas a ser Feliz como son...


Felices los Niños

AHORRARSE EL PURGATORIO



Autor: José-Fernando Rey Ballesteros | Fuente: Conoze.com
Ahorrarse el purgatorio
Benedicto XVI nos acerca a la realidad más cercana e insoslayable: la trascendencia eterna de los actos realizados en esta vida


Ahorrarse el purgatorio
El Demonio es un gran anestesista. Su oficio no se limita, como creen algunos, a ofrecerle al hombre placeres terrenos a cambio de su alma inmortal. También conoce el arte de amortiguar dolores y paliar angustias, arte que ejercita por el mismo precio y que, en muchas ocasiones, le ha rendido mejores resultados que el catálogo de orgías con que sedujo al mismísimo Fausto.

Un claro ejemplo de ello es el modo en que ha extirpado, en las conciencias de muchos católicos, el miedo a su propia existencia. En la magistral película «Sospechosos habituales» (Bryan Singer, 1995), Kevin Spacey sentencia ante un atónito inspector de policía: «La mejor estrategia del Demonio ha sido convencer a la gente de que no existe». De este modo, el hombre no se defiende de él, y le abre las puertas de par en par. El resto del trabajo, para Satanás, en un mero paseo triunfal.

En la misma línea de acción, el gran anestesista ha logrado infiltrar en muchas mentes «piadosas» el lenitivo que apacigüe la angustia provocada por el gran drama de la vida: la salvación del alma. Lo ha logrado con un argumento tan burdo como tranquilizador: «Dios, que es muy bueno, no permitirá que nadie se condene. Al final, todos se salvarán y nadie irá al Infierno». Una vez que este pensamiento se ha alojado en la conciencia, la vivencia de la fe se transforma radicalmente.

Eliminado, por la vía de la anestesia, el «problema» del más allá, la religiosidad se centrará en el «más acá», y todo el discurso religioso versará sobre las realidades terrenas. El hombre ya no tiene que preocuparse por su salvación eterna; ese asunto está solventado gracias a la bondad de Dios. Lo que debe hacer el hombre es esforzarse por transformar el mundo presente en un lugar más justo.

No es urgente, en adelante, hablar de Dios a quienes no creen, puesto que su salvación está garantizada; lo que es urgente es paliar sus necesidades temporales y aliviar sus sufrimientos. De este modo, hemos transformado el sentimiento religioso en una mera inquietud social, y hemos convertido a la Iglesia en una enorme y milenaria ONG. En resumen, hemos decapitado la Fe, amputando en ella todo lo que se eleve por encima de nuestras cabezas.

Por eso se agradece que el Papa, a quien Cristo ha encargado confirmarnos en la Fe, nos ayude a eliminar de nuestra sangre la anestesia inyectada por el Maligno y nos invite a levantar la vista hacia el verdadero drama de la Historia: la salvación. Refiriéndose a Santa Catalina de Génova, aprovechó la ocasión para impartir una valiosa catequesis sobre el Purgatorio. En una Iglesia en que, para multitud de cristianos, la curación del cáncer de un familiar se presenta como más urgente que la confesión sacramental que ayude a ese enfermo a evitar el Infierno, las palabras del Pontífice no dejan de ser un soplo de aire fresco derramado a través de la azotea. Como en la curación de aquel paralítico que vio perdonados sus pecados en Cafarnaúm, alguien tenía que levantar las losetas del techo, y el Papa no ha dudado en hacerlo. Ahora vemos el Cielo.

«En Catalina, en cambio, el purgatorio no está presentado como un elemento del paisaje de las entrañas de la tierra: es un fuego no exterior, sino interior. Esto es el purgatorio, un fuego interior. La Santa habla del camino de purificación del alma hacia la comunión plena con Dios, partiendo de su propia experiencia de profundo dolor por los pecados cometidos, en contraste con el infinito amor de Dios».

Esquivando la simpleza de considerar el Purgatorio como un lugar más allá de las nubes o bajo la corteza terrestre, Benedicto XVI nos acerca a la realidad más cercana e insoslayable: la trascendencia eterna de los actos realizados en esta vida. El pecado ciega el alma y la incapacita para el goce de las realidades divinas. Aún alcanzado el perdón en el Sacramento de la Penitencia, la herida infligida no será cauterizada sin el fuego. Y ese fuego es el deseo insatisfecho de la contemplación de Dios, el querer ver su Rostro por el deseo natural del alma y no poder gozarlo por la ceguera causada tras el pecado. El mismo dolor, que es dolor de amor y arrepentimiento, representado en forma de fuego, al abrasar el alma anhelante de la contemplación divina, la va purificando y eliminando en ella todo apego a las realidades de este mundo. Ese dramático proceso de purificación es lo que conocemos como Purgatorio.

Tras la escucha de las palabras del Pontífice, debería encenderse, en muchos cristianos, una llama de ese mismo fuego que los llevase a liberarse de las ataduras de este mundo. La oración frecuente, la contemplación asidua, la meditación diaria de las realidades divinas va, en esta vida, desprendiendo el alma de los apegos y urgencias de la tierra para vincularla amorosamente a los gozos del Cielo. Unida a la santa práctica del ayuno y la mortificación, esa oración será la que nos permita, ahora, realizar la purificación que, de otro modo, sería necesario llevar a cabo tras la muerte.

Pero, claro… ¿Cuántas personas, hoy día, están preocupadas por «ahorrarse» el Purgatorio?
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