martes, 19 de septiembre de 2017

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJE























































LOS SIETE SACRAMENTOS - EXPLICACIÓN PARA NIÑOS


Los siete Sacramentos
(Explicación para niños)




¿Tienes que explicarle los sacramentos a tu hijo o a tu hija? ¿Te falta material para la catequesis en tu parroquia? ¿A veces te resulta un poco complicado? No te preocupes. A través del libro Guía de los Sacramentos para niños de Arturo Cañamares publicado por Ediciones Palabra, y de este artículo, te vamos a ayudar a usar las palabras adecuadas para que ellos lo entiendan bien.

Para empezar, tenemos que saber qué son los sacramentos. Los sacramentos son acciones de Dios con las que nos muestra el amor que tiene por sus hijos. Todos ellos han sido creados (instituidos) por Él, y por eso, es Él mismo quien los realiza a través de distintos medios.

¿Y para qué nos los dio? Para darnos la gracia. Es decir, para darnos, junto con su amor, la fuerza necesaria para luchar contra las dificultades de la vida. Claro que siempre y cuando nosotros tengamos una disposición y una actitud positivas de querer agradar a Dios.

¿Cuáles son los siete Sacramentos?

1. Bautismo
Cuando nacemos, lo hacemos con el primero de los pecados. Se llama pecado original y fue el que cometieron nuestros primeros padres Adán y Eva. Al bautizarnos nos limpiamos de ese pecado y de todos los cometidos antes de recibirlo, nos hacemos hijos de Dios y pasamos a formar parte de la Iglesia. Dios se pone muy contento cuando el sacerdote, al derramar agua bendita sobre el bautizado, dice: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

2. Confirmación
Es tan sencillo como que Dios (Su Espíritu Santo), nos aumenta la fe para que tengamos la seguridad de que Él está con nosotros hasta que lleguemos al Cielo, para lo que también nos da esperanza. Finalmente, nos aumenta la caridad para que le amemos más a Él y a los que nos rodean. En este caso, tiene que ser un obispo el que imponga sus manos sobre el confirmante y unja con aceite (el Santo Crisma), mientras dice: “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”.

3. Penitencia
¡Este Sacramento es un enorme regalo de Dios! A través de un sacerdote que escucha nuestros pecados cuando vamos a confesarlos en confidencia con él, Dios nos perdona todo en lo que le hemos ofendido. Eso sí, tenemos que ir bien arrepentidos por el mal que hemos hecho y el bien que hemos dejado de hacer. Además, nos da una paz tremenda y nos aumenta la fuerza para ser buenos cristianos, buenos hijos de Dios.

4. Eucaristía
Todos los días Jesús convierte el pan y vino en su Cuerpo y su Sangre en la santa Misa. Esto ocurre en un momento llamado Consagración. De este modo podemos comerle y recibirle en nuestra alma. Jesús instituyó este sacramento en la Última Cena con los doce apóstoles. Este tiene un plus: perdona los pecados veniales y nos preserva de los mortales para el futuro. Es el mismísimo Jesús el que tenemos dentro de nosotros.

5. Matrimonio
Este sacramento es la unión entre un hombre y una mujer para siempre. Cuando estos se casan en la iglesia, es Dios quien está uniendo sus cuerpos y sus almas. Los que se casan no deben romper ese matrimonio: “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. (San Marcos 10, 9). El modelo que los hombres y mujeres tienen que seguir es el de la Sagrada Familia: Jesús, la Virgen María y San José.

6. Orden sacerdotal
Este lo reciben solo los que tienen vocación al sacerdocio, que luego son los que pueden administrar todos estos sacramentos. Es un obispo quien impone las manos y reza sobre el nuevo sacerdote, consagrándole. El orden sacerdotal otorga una especial efusión del Espíritu Santo y tiene una característica especial: quien recibe este sacramento, será sacerdote para siempre.

7. Unción de los enfermos
Dios ama a los enfermos. Cuando alguien está muy enfermo o es muy mayor y puede morirse pronto, necesita la ayuda de Dios para ese momento. La unción es una ayuda que es fuerza, paz y ánimo. Además de perdonar todos los pecados del enfermo y prepararle para el momento de la muerte. Es como si se crease una unión con la Pasión que Cristo sufrió. Así, los enfermos ayudan con sus dolores a llevar la Cruz a Jesús y a la vez, Él les ayuda a ellos en sus últimos momentos de vida.



Fuente: Catholic Link / Aleteia

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 19 SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 19



Su opción por Cristo no le hizo a María la vida más fácil; por el contrario, se la complicó: ella llevaba clavada una espada en su Corazón…

Su ejemplo debe hacernos desconfiar de nuestra pretendida devoción, si seguimos tranquilamente instalados, sin preocuparnos de los demás. Nada más opuesto a la verdadera devoción que el apego obsesivo a la comodidad, que nos impide entregarnos a Dios y a los hermanos.

Nuestra Señora del Amén, que abrazaste plenamente la voluntad salvífica de dios, recuérdame tu sí cada vez que deba sufrir por amor.


* P. Alfonso Milagro

LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



Uno de los puntos importantes de Fátima es la consagración al Inmaculado Corazón de María. En la aparición del 13 de julio de 1917 había dicho a los niños: “Vendré a pedir la consagración de Rusia”. Esto lo cumplió el 13 de junio de 1929. Ese día le dijo a Lucía: “Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre que haga en unión con todos los obispos del mundo la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio. Son tantas las almas que la justicia de Dios condena por pecados cometidos contra Mí, que vengo a pedir reparación. 


Sacrifícate por esta intención y ora”. Esta consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, en unión con todos los obispos del mundo, la hizo el Papa Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984. Lucía, en carta del 8 de noviembre de 1989, confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a los deseos de Nuestra Señora.

Resumiendo el mensaje de Fátima, podemos decir que María nos pide conversión, penitencia, oración, devoción y consagración a su Inmaculado Corazón y rezo del Rosario. Sobre el Rosario, le dijo Lucía al Padre Agustín Fuentes: “Los últimos remedios dados al mundo son: el Rosario y la devoción a su Inmaculado Corazón... Desde que la Santísima Virgen nos enseñó la eficacia del santo Rosario, comprendo que no hay problema material, espiritual o internacional que no se pueda resolver con el santo Rosario y nuestros sacrificios”.

FELIZ MARTES!!!





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