lunes, 13 de noviembre de 2017

CÓMO REZAR BIEN EL ROSARIO?


¿Cómo rezar bien el Rosario?
No te apene ni te inquiete cosa alguna, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?


Por: P. Evaristo Sada, L.C. | Fuente: https://la-oracion.com/ 




Tres angustias radicales del ser humano son: perder el sustento, el miedo a la muerte y no encontrar el descanso eterno.

La Virgen María conoce bien a sus hijos, sabe que estas preguntas nos escuecen por dentro y que se nos presentan con mayor o menor fuerza según las circunstancias, los tiempos, la personalidad y la conciencia de cada uno. Por ello hacemos bien en pedirle: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”

Al rezar el Rosario desde nuestra realidad de hijos, pecadores y en camino, le presentamos esta súplica 50 veces seguidas.

Pensé que el tema podría venir a cuento ahora que estamos en el mes de Mayo, mes de la Madre.


¿Cómo rezar el santo rosario?
No basta aprender una oración, hay que aprender a orar


Cuando se habla del Rosario, muchas veces la atención se centra en la mecánica del rezo del Rosario. Es fácil encontrar buenas explicaciones de cómo se reza el Rosario (por ejemplo en este devocionario y en la página de la Virgen Peregrina de la Familia). Por ello, como he dicho en otro momento, en este blog quisiera fijarme más en la pedagogía de la oración cristiana que en los rezos, y más en las actitudes que en los contenidos.

“La oración es una actitud interior, antes que una serie de prácticas y fórmulas, un modo de estar frente a Dios, antes que de realizar actos de culto o pronunciar palabras.” (Benedicto XVI, 11 de mayo de 2011)


1.- Un buen orante, al rezar el Rosario, no repite Avemarías como un loro                              

2.- Un buen orante, al rezar el Rosario, contempla a Cristo con la mirada de María.

3.- El Rosario es una oración mariana centrada en Cristo                                                            
4.- En el Rosario, mientras se honra a la Virgen María con el paso de las Avemarías, se contemplan en la mente y en el corazón los grandes momentos y misterios de la vida de Jesús.

La pregunta principal es: ¿cómo se contemplan? Y la respuesta debe ser: como María. Se trata de aprender de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo.

Nos ayuda La Pietà de Miguel Angel: es toda una lección de oración. Allí queda plasmado cómo la Virgen María meditaba la Palabra en su corazón. En su mirada y en toda su postura interior y exterior se ve cómo toma conciencia y cómo profundiza las palabras, los hechos y los misterios de la vida de Su Hijo Jesucristo.

Al iniciar el Rosario debemos detenernos un momento y pensar en lo que vamos a hacer. Debemos actuarnos y en vez de “poner el disco” para que comience su monótono repetir de Avemarías, hemos de suplicar a Dios que nos conceda la gracia de asimilar el modo de ver y de ser de la Virgen María y tratar de apropiar sus actitudes evangélicas en su relación con Cristo.  “Así la Madre del Señor ejerce una influencia especial en el modo de orar de los fieles.” (Juan Pablo II, 3  de enero de 1996)

Es necesario hacerlo cada vez que se reza el Rosario. De lo contrario es fácil que no resulte bien y venga el desaliento.


Plegaria maravillosa

Si nos metemos en el corazón de la Virgen María y el Espíritu Santo nos concede la gracia de sentir como Ella, conocer como Ella, amar a Cristo como Ella, el Rosario se puede convertir, también para nosotros, en una plegaria maravillosa.

Juan Pablo II, pocos días después de su elección al pontificado, dijo que el Rosario era su oración preferida y nos explicó cómo había que rezarlo:

“El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta plegaria repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María oyó del Arcángel y de su prima Isabel. Palabras a las que se asocia la Iglesia entera. (…) Con el trasfondo de las Avemarías pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo. El Rosario en su conjunto consta de misterios gozosos, dolorosos y gloriosos y nos ponen en comunión vital con Jesucristo a través ?se puede decir? del Corazón de su Madre. Al mismo tiempo nuestro corazón puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo, la familia, la nación, la Iglesia y la humanidad. Experiencias personales o del prójimo, sobre todo de las personas más cercanas o que llevan más en el corazón. De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana”. (Angelus, Juan Pablo II, 29 de octubre de 1978)  

Las palabras clave aquí son: comunión vital con Jesucristo a través del Corazón de su Madre.


El Rosario: una oración marcadamente contemplativa

María es para nosotros un modelo de oración contemplativa (puedes releer: Un ejercicio de contemplación: la oración de María de la A a la Z). Ella guardaba y meditaba en su corazón todo lo que vivía junto a Jesús. (cf. Lc 2, 19 y 51 b).

«Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Jesús: “Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad” (Mt6, 7). Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen su insondable riqueza» (Rosarium Virginis Mariae, 12)


Entonces ¿cómo sé si rezo bien el Rosario?

Lo rezas bien si en el trasfondo de las cincuenta Avemarías contemplas a Cristo con la mirada de María, Madre de Dios y Madre nuestra.

María, por su parte, te estará viendo a ti y su mirada te llenará de una profunda confianza.

Cuando veo la imagen de la Virgen de Guadalupe siento que María me mira, me toma en sus brazos y me repite como a Juan Diego: “No te apene ni te inquiete cosa alguna, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás por ventura en mi regazo? Nada has de temer.” (Nican Mopohua)

ESTAR PREPARADOS


Estar preparados




Aquellas muchachas del Evangelio no tenían otra cosa que hacer allí que entrar con unas lámparas encendidas acompañando al novio. No tenían que hacer otra cosa. Era muy fácil el encargo, pero el hecho fue que se olvidaron de llevar aceite de repuesto y al pasar el tiempo y darse cuenta de que se les apagaba su luz, se fueron, y no estuvieron allí en el momento preciso. La voz del esposo es contundente y tremenda: no os conozco, ya no nos veremos. ¿Por qué esa respuesta tan fuerte?, ¿por qué no la misericordia si las otras también se durmieron? Es que hay olvidos que no son falta de memoria, sino falta de interés, falta de amor.

Podría parecer que las otras doncellas no vivieron la caridad con ellas, o que el señor las trata sin compasión, pero es que en el corazón es donde uno decide hacer lo que hace. La jóvenes prudentes realmente fueron prudentes, no sólo en ser previsoras, sino también no quedándose sin aceite, porque si estaban allí era para lo que estaban.

En este mundo estamos para alabar a Dios, no para enredarnos en historias y teorías de tal suerte que al llegar la muerte a uno le pille no estando en gracia. Y eso se decide en el día a día, en el interés o la falta de interés ante las mociones de Dios. Nadie se puede quejar de que Dios le diga en la vida eterna que no le conoce (es lo más terrible que Dios puede decir a una criatura), porque depende de uno mismo el amor a Dios. Cada una de nuestras acciones nos acerca a la vida o nos aleja de Dios, cada una es de vida o muerte.

Dame, Señor, la virtud de la prudencia para acertar en cada caso con lo que debo de hacer y lo lleve a cabo; que quiera comprometerme en lo que Tú me sugieres; que no deje para mañana lo que debo de hacer hoy, pues el mañana no sé si llegará para mí. Quiero estar preparado en todo momento –con la luz encendida, en gracia y en oración–, para que cuando me llames, pueda yo también decir: Aquí estoy porque me has llamado.




© P. Jesús Martínez García

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 13 NOVIEMBRE


Los Cinco Minutos de María, 
13 de Noviembre




Si quieres conseguir un boleto de entrada en el cielo, fomenta en tí la verdadera y profunda devoción a la Virgen María.

Ella es la Puerta del cielo; quien desee entrar en el cielo, ineludiblemente debe pasar por esa puerta.

Los santos padres de la Iglesia llamaron a María "la prenda segura de la salvación"; nunca jamás se ha oído que añgún verdadero devoto de María haya sido abandonado por ella; animados por esa confianza, acudamos a María seguros de que no seremos desechados, sino que seremos recibidos y salvados por ella.

Nuestra Señora con su Magníficat anuncia el nuevo Evangelio de Jesucristo; es el preludio del Sermón de la Montaña.


*P. Alfonso Milagro

FELIZ SEMANA




domingo, 12 de noviembre de 2017

NIÑOS DE 5 AÑOS AL QUE LLEVÓ UN IMPORTANTE MENSAJE DE LA VIRGEN AL PAPA PÍO XII


Niño de 5 años al que llevó un importante mensaje de la Virgen al Papa Pío XII
Gilles Bouhours tuvo una vida corta pero muy intensa y de unión con la Virgen



Por: n/a | Fuente: Religión en Libertad 





Murió muy joven pero desde muy pequeño tuvo una vida muy intensa y ligada a Dios y a la Virgen. La historia de Gilles Bouhours no es demasiado conocida fuera del mundo francófono pero Cari Filii News se hace eco de un reportaje de Portaluz del encarto que María le hizo para que llevara al Papa:
Gilles nació en Francia el año 1944, un 27 de noviembre,día en que se celebra la fiesta de la Medalla Milagrosa. Sin embargo no tendría una infancia y adolescencia plácida. La cruz sería un signo en la vida de este particular niño.
No cumplía un año de haber nacido, cuando los médicos diagnosticaron que Gilles padecía meningitis y encefalitis, dolencias cuya gravedad era entonces fatal. Pero la fe de una religiosa de las “Hermanitas de los Pobres”, Madeleine, amiga de la familia, conmovería la gracia de Dios. Siguiendo lo indicado por la mujer, los padres de Gilles situaron bajo la almohada donde reposaba el pequeño, una estampa y reliquia de Santa Teresa del Niño Jesús que la Hermana Madeleine les había entregado. Cumplieron también la recomendación de orar a Dios sin desfallecer. Pasadas tres noches y sin ver mejoría, la noche siguiente los venció el sueño. Al despertar el niño -que había sido desahuciado- respiraba con normalidad, ya no tenía fiebre y “un enrojecimiento en forma de T era visible en cada mejilla”, escribiría luego su padre Gabriel Bouhours.
Nadie dudó de la mediación de Santa Teresa del Niño Jesús y al poco tiempo viajaron a Lisieux para agradecer la sanación. En un escrito posterior, del 8 de septiembre de 1948, el doctor Dives, médico tratante, escribió a su colega el doctor Carrière: “Gilles salió con gran dificultad de este mal paso, aparentemente sin secuelas. En dos o tres ocasiones hizo después accidentes digestivos sin gravedad y me pareció en perfecta salud cuando la familia salió de Bergerac”.
Elegido por Dios, educado por la Virgen

El niño de forma espontánea comenzó a mostrar una devoción por la oración y ofrecimientos de penitencia, poco habitual para alguien que apenas había aprendido a hablar.


Pronto se haría evidente que Dios en su infinito misterio de misericordia le comenzaba a formar para una particular tarea. Y tendría por maestra nada menos que a la Santísima Virgen María.
Los biógrafos en diversos libros sobre la vida de Gilles Bouhours, citan que el niño testimonia haber tenido una primera aparición el 30 de septiembre de 1947 en Arcachon. “La Santísima Virgen tenía un vestido blanco, la cabeza cubierta con un velo amarillo”, describió el pequeño.
El 15 de agosto de 1948, una nueva visión fue descrita en detalle por el niño: “Veo como un gran botón (la tierra) y por encima, una gran bestia, como un lagarto con cola grande y piernas grandes. No muy lejos, veo como un caballero con plumas en la espalda”. Sin saberlo, el pequeño Gilles describía la presencia del arcángel San Miguel y al demonio.
Ese mismo día refiere haber visto nuevamente a la Santísima Virgen María -“vestida de azul pero sin velo”-, quien le pidió unirse a la procesión organizada por los peregrinos de Espis y cantara: “Con nosotros está la Reina”.
Durante su breve vida el pequeño Gilles continuaría viendo y escuchando a la Santísima Virgen María, animándole a orar para unirse a la lucha del arcángel San Miguel en beneficio de las almas.
Un secreto bien guardado

El 13 de diciembre, Gilles comunicó a su padre que la Santísima Virgen María le había confiado un “secreto” que debía comunicar sólo al Papa. Algo incrédulo Gabriel, el padre, le pidió le explicara en algo este asunto, pero el niño no vaciló en resistirse a decir algo.

Intentando hacerle desistir algunos días después el padre le sugirió al niño le explicara a la Virgen María que no tenía dinero para viajar a Roma. Así lo hizo Gilles y grande sería la sorpresa de Gabriel cuando el pequeño lo confrontó: “La Santísima Virgen María me ha dicho que sí tienes dinero para el viaje y no te preocupes por lo demás, todo se solucionará”.
Finalmente partieron a Roma y se hospedaron en un Colegio Mayor donde nada les cobraron por la estancia. Pudieron concertar entrevista para el jueves 10 de diciembre de 1949 a las 11 de la mañana. Sin embargo no fueron recibidos sino hasta el día 12 siguiente. Cuando Guilles se percató que la Audiencia no era privada sino junto a otras personas, se negó a decir nada.
Contrariado su padre regresó con el chico a Francia. Finalmente serían recibidos por el Papa Pio XII el 1 de mayo de 1950. En la audiencia el niño pidió al Papa quedarse a solas con él. Solo entonces Gilles se acercó al Santo Padre y le comunicó el mensaje:“La Santísima Virgen María no está muerta, ella ascendió al cielo con su cuerpo y alma“. El Papa se mostró visiblemente emocionado tras escuchar al pequeño.
El signo del cielo

En 1939 tras ser elegido Papa, una de las certezas de Pio XII era que debía proclamar el Dogma de la Asunción. Todos los estudios e investigaciones previas, los que él encargó, la propia tradición de la Iglesia confirmaban el anhelado dogma. Pero teólogos alemanes mantenían discrepancias. Para zanjar este asunto el 1 de mayo de 1946 Pio XII envió a “patriarcas, primados, arzobispos, obispos y otros ordinarios…” la encíclica Deiparae Virginis, consultando su parecer sobre la Asunción de María y propuesta de definición del dogma. Luego de esto –al decir de los cronistas- el Papa oró rogando a Dios un signo que dejara claro el asunto.


El pequeño Gilles Bouhours, señalan sus biógrafos, fue preparado y enviado por la Virgen María a presentar el signo que Papa Pio XII esperaba. El 1 de noviembre de 1950 Papa Pio XII proclamó el Dogma de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos en la constitución apostólica Munificentissimus Deus.
Luego, el 11 de octubre de 1954, en su encíclica Ad Caeli Reginamel Papa señaló la realeza universal de la Santísima Virgen María.
El 24 de febrero de 1960 Gilles enfermó sin que los médicos lograsen diagnosticar la causa del deterioro orgánico y tras recibir la Unción de los Enfermos, confesarse y comulgar, falleció. Era apenas un adolescente.
Sobre su tumba en el cementerio de la aldea Seilhan (departamento de Alto Garona Montréjeau), se encuentran grabadas estas palabras que él mismo pronunció: “Amad a Dios y a la Santísima Virgen. Ofrecedles todos vuestros sufrimientos. Y así recobraréis la paz del alma. Gilles”.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 12 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 12





Después de Jesucristo, nadie ha sufrido tanto como la Santísima Virgen María. La piedad cristiana la suele denominar “la Dolorosa”, o la Virgen de los Dolores, o la Reina de los mártires. Y se la suele representar con su Corazón atravesado por siete espadas.
María al pie de la cruz es la imagen más sublime del dolor humano; una Madre que ve morir a su Hijo; cuando ese Hijo es nada menos que Dios y esa Madre es la Madre de Dios, el dolor no tiene límites.

El Corazón de María fue el Corazón que más sufrió, porque fue el Corazón que más amó.

Concédenos, Virgen Santa, comprender que para seguir a tu Hijo Jesús tenemos que tomar la cruz y ofrecer nuestra vida.




* P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO PREOCUPADO POR LA DEGRADACIÓN DE LOS OCÉANOS Y LA SUBIDA DEL NIVEL DEL MAR


El Papa, preocupado por la degradación de los océanos y la subida del nivel del mar



VATICANO, 11 Nov. 17 / 08:05 am (ACI).- En un discurso pronunciado ante líderes de diversos países insulares del Océano Pacífico, el Papa Francisco se mostró preocupado por las graves consecuencias de la degradación medioambiental de los océanos y de la subida del nivel del mar como consecuencia del calentamiento global.

El Santo Padre recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los líderes del Secretariado del Foro de las Islas del Océano Pacífico, provenientes de 11 países insulares: Australia, Islas Cook, Estados Federados de Micronesia, Polinesia Francesa, Kiribati, Nauru, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, República de las Islas Marshall, Samoa y Vanuatu.

Los líderes de estos Estados se encuentran reunidos en Roma para tratar los problemas que afectan los países insulares del Océano Pacífica y para participar en una reunión de la FAO en la que se discutieron asuntos relacionados con la seguridad alimentaria, el cambio climático o los riesgos de desastres naturales.


En su discurso el Pontífice destacó la “belleza y la riqueza cultural y natural” de estos países. Francisco reconoció que la región del Océano Pacífico “suscita también vivas preocupaciones en todos nosotros, y en particular en la población que vive, muchas veces, preocupada por su vulnerabilidad ante fenómenos ambientales extremos, y climáticos, cuya intensidad es cada vez mayor”.

Entre todos esos peligros, el Papa consideró que “el que genera un mayor problema, un mayor impacto, es el de la subida del nivel de los mares, así como el doloroso y continuo declive que está sufriendo la barrera coralina, ecosistema marino de gran importancia”.

“Son numerosas las causas que han llevado a esta degradación medioambiental y, en muchos casos, son responsabilidad de una conducta humana inapropiada, junto a una forma de explotación de los recursos naturales y humanos cuyo impacto llega hasta el fondo de los océanos”.

Afirmó que “cuando hablamos de la subida del nivel del mar, pensamos en el problema de calentamiento global, ampliamente debatido en numerosos foros y debates internacionales. Precisamente en estos días se está desarrollando en Bonn, Alemania, la XXIII Sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP-23, que este año se desarrollará bajo la presidencia de uno de vuestros países, las Islas Fiji”.

“Espero que los labores de la COP-23, así como los trabajos posteriores, tengan presente esa ‘Tierra sin confines donde la atmósfera es extremadamente fina y frágil’, como la describió uno de los astronautas que trabajan en la actualidad en la Estación Espacial Internacional, con los que tuve recientemente un interesante coloquio”.


“Vosotros venís de países que, en relación con Roma, se encuentran en las antípodas. Sin embargo, la visión de esta Tierra sin confines anula las distancias geográficas, reclamando la necesidad de una concienciación mundial, de una colaboración y de una solidaridad internacional, de una estrategia compartida que no nos deje indiferentes ante los graves problemas derivados de la degradación medioambiental, como es el declive de los océanos o la degradación humana y social que la humanidad de hoy está experimentando”, dijo al finalizar su discurso.

FELIZ DOMINGO



sábado, 11 de noviembre de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 11 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 11





Para llevar una vida testimonialmente cristiana, podemos fijarnos en la Virgen María, que fue modelo de todas las virtudes; el Evangelio nos dice que María no sólo escuchó la Palabra de Dios, sino que la cumplió y la vivió; en todo cumplió la voluntad de Dios; por eso fue santa y santísima.

Ojalá nosotros los cristianos imitemos los ejemplos de santidad que nos dio la Virgen Santísima; para ello será preciso que conozcamos bien la vida de María; para conocerla, habrá que leer o escuchar algo sobre ella; es lo que estamos haciendo ahora.
Señora Nuestra, concédenos un corazón limpio para conocerte mejor y amarte siempre más.



* P. Alfonso Milagro 

BUENAS NOCHES




viernes, 10 de noviembre de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 10 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 10





En la Virgen María podemos admirar muchas cosas, pero lo que más sobresale es su Corazón de Madre, su amor a Dios y a los hombres, amor simbolizado en su Corazón.

Hablar, pues, del Corazón de María es hablar del amor de María y hablar del amor de María es hablar de María como Madre de Dios y de los hombres.

El amor de la Virgen María por nosotros surge de una fuente inagotable, pues nos amó por Dios y para Dios.
Señora y Madre nuestra, concédenos ser como tú: “toda de Cristo y con Él toda servidora de los hombres”



* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA





jueves, 9 de noviembre de 2017

PAPA FRANCISCO REZA TODOS LOS DÍAS A ESTA ADVOCACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


Papa Francisco reza todos los días a esta advocación de la Virgen María
Foto: Wikipedia y ACI Prensa






VATICANO, 09 Nov. 17 / 08:05 am (ACI).- El Papa Francisco posee un pequeño icono ucraniano de la Señora de la Ternura, de gran tradición entre los ucranianos, “que conservo con especial veneración. Le rezo todos los días”.

Así lo afirmó ante seminaristas y sacerdotes del Pontificio Colegio Ucraniano de Roma, a los cuales recibió en audiencia con motivo de los 85 años de su construcción impulsada por el Papa Pio XI.

El Santo Padre explicó que el icono fue un regalo del Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana “cuando estábamos en Buenos Aires. Cuando vine aquí, a Roma, pedí que me lo trajeran”.

En su discurso, Francisco invitó a los sacerdotes y seminaristas a abrirse al Evangelio, a poner la mirada en horizonte amplios para convertirse en “verdaderos pastores de su comunidad”, y contribuir así a la paz y a la justicia en Ucrania, afectada por la guerra desde hace años, donde deberán regresar tras finalizar sus estudios.

El Santo Padre se refirió al origen del Colegio, que se construyó para “proporcionar a los fieles provenientes de zonas de sufrimiento o persecución un lugar en Roma donde sentirse como hijos amados y vivir en una casa en la que puedan crecer preparándose para la misión apostólica como diáconos y sacerdotes”.

Francisco recordó cómo “en los últimos años de su pontificado, Pío XI debió afrontar muchos desafíos, a pesar de lo cual siempre llevó su voz con fortaleza en la defensa de la fe, de la libertad de la Iglesia y de la dignidad trascendente de toda persona humana”.

“Condenó con claridad, mediante discursos y cartas, las ideologías ateas e inhumanas que ensangrentaron el siglo XX. Del mismo modo, indicó a la Iglesia el camino maestro del Evangelio, poniéndolo en práctica en la búsqueda de la justicia social, dimensión imprescindible para el rescate plenamente humano de los pueblos y de las naciones”.

En este punto, aprovechó para dirigirse a los sacerdotes presentes e invitarles a “estudiar la Doctrina social de la Iglesia y mantener el discernimiento y el juicio sobre la realidad social en la cual estarán llamados a trabajar”.

“También en nuestros días el mundo está herido por las guerras y la violencia. En particular, en vuestra querida nación ucraniana, de la cual proceden y a la cual regresarán tras finalizar vuestros estudios en Roma, se experimenta el drama de la guerra que generan grandes sufrimientos, sufrimientos que, sobre todo en las zonas afectadas por el conflicto, se agravarán con la llegada del invierno”.

En Ucrania, señaló Francisco, “es fuerte la aspiración de justicia y paz que ponga fin a toda forma de prevaricación, corrupción social o política de las cuales los pobres son siempre los principales perjudicados”.

A los sacerdotes y seminaristas les recordó que “amando y anunciando la Palabra se convertirán en verdaderos pastores de la comunidad que se os ha confiado, y esa será la lámpara que ilumine vuestro corazón y vuestra casa”.

“Desde la colina del Gianicolo, donde se encuentra el Colegio, podéis disfrutar de un bellísimo panorama de Roma, y tal vez, hace unos días, pudisteis contemplar el arcoíris tras el temporal, cuando el sol atravesaba las nubes más espesas. De ese modo os invito a actuar, de modo que vuestro corazón se abra siempre hacia horizontes más amplios hasta abarcar el mundo entero, por donde muchos hijos e hijas de Ucrania se han esparcido en el transcurso de los siglos”.

“Amen y custodien sus tradiciones, pero siempre evitando toda forma de sectarismo –exhortó–. Custodien siempre, en vuestro país y fuera, el sueño de la Alianza entre Dios y la humanidad, los puentes que, como el arco de luces sobre las nubes, reconcilien el cielo con la tierra y reclamen a los hombres que no paren nunca de aprender a amarse y a respetarse, abandonando las armas, las guerras y toda forma de abusos”, concluyó.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 9 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 9





La Virgen María vivió en profundidad la palabra recibida en el corazón y estuvo siempre iluminada por el Espíritu Santo. Pero fue una mujer lúcida y libre que realizó un discernimiento permanente de la voluntad de Dios. Así lo podemos entrever en la anunciación del ángel, en la profecía de Simeón, en la búsqueda angustiosa de Jesús en Jerusalén, en la huida a Egipto, en la escucha de las palabras de su Hijo cuando anuncia el Reino, en la inmolación de sí misma unida al sacrificio de la cruz, y en la espera orante de la venida del Espíritu después de la resurrección.

Puedes advertir, pues, que la fe de María incluyó una colaboración consciente y activa a la persona y a la obra de Jesús y que no fue un instrumento pasivo en las manos de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con obediencia y libertad de corazón.
María, Madre de Jesús, aumenta nuestra fe, ilumina nuestra libertad y renueva nuestra colaboración activa en el plan de salvación de Dios.



* P. Alfonso Milagro

NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA, 9 NOVIEMBRE


Nuestra Señora de la Almudena
9 Noviembre


Información recopilada por SCTJM



HISTORIA

La Virgen María es la clave de la historia universal por ser la Madre del Redentor, Jesucristo nuestro Señor. 
Su cuidado maternal nunca nos falta y se hace particularmente prodigioso en momentos de crisis. La Virgen ha sido el instrumento divino para proteger a sus hijos cuando humanamente parecía que estaban perdidos. Así fue en España en tiempos de la ocupación musulmana.


En el año 712 el español rey godo Don Rodrigo fue derrotado en la batalla de Guadalete. Los capitanes musulmanes Muza y Tariks establecieron su dominación sobre Toledo y casi toda la Península tras una rápida conquista. Solo quedaban algunos reductos de resistencia en el norte y estos parecían estar perdidos.

Madrid, la actual capital de España y la que llegara a ser capital del gran imperio español, era en el siglo VIII una insignificante villa. Ni siquiera se conoce su antiguo nombre: Mantua, Miacum, Ursaría...

Pero los musulmanes entendieron que Madrid era un lugar estratégico y decidieron establecer allí una gran fortaleza. Grande fue la consternación de los cristianos de aquel lugar al saber del inminente ataque musulmán. Fue así que pensaron en como salvar a la venerada imagen de la Virgen María, que según la tradición, había sido traída a esta villa por un discípulo del Apóstol Santiago en el año 38 de nuestra Era. Recordemos que dicho apóstol evangelizó la península, se la apareció la Virgen en Zaragoza y sus restos mortales se encuentran en Santiago de Compostela. Todo el pueblo se reunió en la iglesia para pedir la protección de la Virgen, dispuestos a defender su querida y venerada imagen contra todos los infieles.


Un venerable sacerdotes subió al altar, y con gran emoción, habló así a los madrileños: 
"Hijos míos: Los enemigos de nuestra fe han invadido todas las ciudades, villas y aldeas de España. ¡Es inútil la resistencia! ¡Dios así lo quiere! Es preciso que acatemos su santa voluntad, pidiendo de rodillas perdón por nuestras culpas. El que se encuentre con fuerzas para pelear, que pelee hasta morir en defensa de nuestra sacrosanta religión. Y aquel que sobreviva al duro combate, en el que sin duda seremos vencidos, que corra hacia las montañas donde se reúnen las huestes de los soldados de la Cruz, al mando de don Pelayo, para hostigar cuanto puedan a los invasores y trabajar por la libertad de la Patria. (Ver: Virgen de Covadonga)

Muza está en Toledo; conquistada esta ciudad, pronto el infiel caudillo se hallará delante de nuestros muros; antes de que esto suceda, antes de que Madrid caiga en sus manos, es preciso que pensemos en salvar los objetos que nos son más queridos. La Virgen Santísima, a quien tanto veneramos, que siempre ha sido nuestra abogada y protectora, que siempre ha oído clemente nuestras preces, no ha de caer en manos de nuestros enemigos, no hemos de permitir que su preciosa imagen sea profanada por los infieles. Ocultémosla, mientras peleamos contra ellos, en el cubo de esta muralla contigua a este santo templo. Si vencemos, todos sabemos dónde la hallaremos para darle gracias por la victoria, y si, por desgracia, somos vencidos, líbrese, oculta en la muralla, del furor de los mahometanos".

El pueblo escuchó con religioso silencio la emocionante plática del anciano sacerdote y quedó aprobada en el mismo instante su proposición. (La Virgen de Guadalupe fue ocultada por las mismas razones). Fue bajada la imagen del camarín y conducida en procesión hasta la muralla donde se le construyó un nicho en el que fue colocada, "dejando dos luces para que la alumbrasen". Acto seguido, se tapió el nicho y se dejó el muro en la misma forma que estaba. Más de tres siglos y medio sufrió Madrid, que recibió el nombre de "Magerit", el yugo de los árabes. No fue sino en el 1085, tres siglos después de que la Virgen fuese escondida, que llegó el añorado día de la liberación de "Magerit". Don Alfonso VI de Castilla, llamado "El Bravo", reconquistó Toledo, y poco tiempo después el estandarte de Cruz hondeaba sobre las torres de Madrid.

Don Alfonso en seguida dispuso la purificación del antiguo templo dedicado a la Virgen María que los infieles habían profanado al convertirlo en mezquita. Sabedor de que se había ocultado la imagen de la Virgen para protegerla, mandó realizar pesquisas para averiguar el sitio donde se encontraba. Pero ya no quedaba nadie que supiese su paradero. Ordenó entonces Don Alfonso que se hicieran rogativas por espacio de nueve días para que el Cielo les concediese el tesoro que se hallaba oculto; para que la misma Virgen María los iluminase y encaminase sus pasos hacia el lugar donde se encontrara su sagrada imagen.


La Virgen escuchó sus ruegos: el día 9 de noviembre de 1085, último del novenario, organizóse una solemne procesión, después de la misa celebrada en el templo de Santa María, que recorrió todos los lugares donde se creyó que pudiera esconderse la imagen de la Señora...

Cuentan las crónicas que en esta procesión iban, además de don Alfonso VI de Castilla, el rey don Sancho de Aragón y de Navarra, el infante don Fernando y el famoso Cid Campeador, don Rodrigo Díaz de Vivar.

Al llegar la comitiva al sitio denominado hoy Cuesta de la Vega, y al pasar por delante de un trozo de la vieja muralla que por dicha parte de la villa se levantaba, permitió Dios que se produjera uno de los muchos prodigios con que el Todopoderoso muestra a los mortales su infinito poder y su bondad sin límites... Ante el asombro de todos los presentes, se derrumbó por sí mismo el trozo de muralla donde estaba la hornacina en la que ocultaron la sagrada imagen de María, apareciendo ésta, a la vista de los fieles, en la misma forma en que fue colocada, incluso con las dos velas encendidas que, para alumbrarla, habíanla puesto aquellos fervorosos cristianos, un día del año 712. Habían transcurrido trescientos setenta y tres años.

Ante el milagro, cayeron todos de rodillas, prorrumpiendo en exclamaciones de júbilo, y no quedó una persona en la villa que no pasase por aquel lugar para venerar con respeto filial a la Santísima Virgen María, que, de modo tan ostensible, había demostrado su amor a los madrileños. Al otro día fue trasladada la milagrosa imagen con gran pompa a su primitiva mansión, en cuyo camarín fue colocada con el título de la Virgen de la Almudena, por haber estado oculta en el lugar llamado por los moros "Almudín", o depósito del trigo.


Desde entonces la Virgen de la Almudena es considerada Patrona de Madrid. La iglesia parroquial de Santa María, venerable por su antigüedad e historia, era un templo mezquino en su forma y dimensiones, y se asegura que en él se predicó por primera vez el Evangelio en Madrid. Albergó el culto de la Patrona y tuvo la categoría de catedral, siendo colegiata de canónigos seglares en tiempos del conquistador, el piadoso rey don Alfonso VI. Luego pasó a la categoría de parroquia, hasta su demolición, a fines del año 1870, pasando la milagrosa imagen a la iglesia del Sacramento, de donde fue trasladada a la cripta de la Catedral. Después pasó al Altar Mayor de la referida iglesia del Sacramento.

El día 9 de noviembre de 1941, tras la devastadora Guerra Civil Española, inauguró solemnemente el ilustrísimo señor Obispo de Madrid-Alcalá, una imagen de la Virgen de la Almudena, esculpida en piedra, en el mismo sitio de la Cuesta de la Vega donde se supone que apareció el año 1085. A ambos lados de la hornacina, dos monumentales faroles de hierro y cristales alumbr


aban la imagen, en recuerdo de aquellas milagrosas velas que lucieron durante trescientos setenta y cinco años, en honor a la Virgen María... El 8 de septiembre de 1945 se otorga a la Imagen de la ALMUDENA la Medalla de oro de la ciudad de MADRID. El 10 de noviembre de 1948 se efectúa en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, la coronación canónica.

El 2 de febrero de 1954 la imagen de la Virgen fue trasladada desde la Iglesia del Sacramento, a un altar de la Catedral de Madrid-Alcalá, que por entonces era el Templo de San Isidro. Allí permaneció hasta junio 1993, en que en una solemne procesión (después de una acertada restauración de la imagen) fue trasladada a la nueva Catedral de Santa María la Real de la Almudena, donde desde entonces permanece en un magnifico altar gótico, en el lado derecho del Altar Mayor. Al día siguiente S. S. Juan Pablo II consagro la nueva Catedral Metropolitana de Madrid, siendo la única catedral española consagrada por un pontífice.


CATEDRAL DE SANTA MARIA LA REAL DE LA ALMUDENA DE MADRID

La catedral de Santa María la Real de La Almudena es la catedral católica de Madrid (España). Se trata de un templo de 102 metros de longitud y 73 de altura con una mezcla de diferentes estilos: neoclásico en el exterior, neogótico en el interior y neorrománico en la cripta. La fachada de la catedral, de órdenes superpuestos entre dos torres, da a la plaza de la Armería, enfrente del Palacio Real de Madrid. Sobre el crucero del templo se levanta una cúpula doble, exterior e interior, con tambor octogonal en el que se abren cuatro grandes ventanas. A diferencia de otras catedrales, con una orientación este-oeste, la de la Almudena tiene una orientación norte-sur, fruto de su concepción como parte integrante del conjunto del Palacio Real de Madrid. La catedral está construida en piedra de Novelda (Alicante) y granito de las canteras de Colmenar Viejo.

Los deseos por construir una catedral en Madrid se remontan al siglo XVI, al reinado de Felipe II (según un informe de 1567 por el bien universal de la villa y su tierra, importa y tiene gran necesidad que se haga en ella una iglesia catedral y cabeza de Obispado). Sin embargo, volcado como estaba el monarca en el proyecto del Monasterio de El Escorial, no se llevó a cabo ninguna acción. Otra razón poderosa era la ausencia de obispado en Madrid. En efecto, la capital pertenecía a la diócesis de Toledo, cuyo arzobispo siempre se opuso a la segregación de la capital de la diócesis toledana. Siempre bajo patrocinio real, hubo varios intentos posteriores. Por ejemplo, durante el siglo XVIII, se plantearon varios proyectos, entre ellos los de Sachetti y Ventura Rodríguez. Sin embargo, no fue hasta el 4 de abril de 1883 cuando el rey Alfonso XII puso la primera piedra de la futura catedral de Madrid (entonces simplemente una parroquia heredera de la de Santa María, la más antigua de Madrid, derribada en 1868) en unos terrenos que, por mediación de la reina Mercedes, devota de la Virgen de la Almudena, son cedidos por el Patrimonio Real en 1879, junto a la plaza de la Armería, enfrente del Palacio Real. Espaldarazo definitivo sería la creación de la diócesis de Madrid-Alcalá mediante bula dada por León XIII (mientras se construyera la catedral, la antigua iglesia jesuítica del Colegio Imperial, que en aquel momento tenía la consideración de colegiata, bajo la advocación de san Isidro, pasó a ser el templo catedralicio de la nueva diócesis). Detalle de la escena representada en el portón.


El marqués de Cubas, a cargo del proyecto, reformó su proyecto inicial para la iglesia parroquial proponiendo una imponente catedral neogótica (siguiendo la moda neogótica imperante en Europa por influencia de Viollet-le-Duc). Los trabajos comenzaron por la cripta, construida en estilo neorrománico, con acceso por la Cuesta de la Vega y que no se abrió al culto hasta 1911, una vez concluida por Enrique María Repullés. En esa misma época se levantaron los primeros pilares de la catedral, pero los trabajos quedaron prácticamente abandonados hasta 1950, año en el que Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro ganan el concurso convocado para la terminación de las obras.

El carácter del templo cambia entonces, puesto que, aunque se mantiene el estilo gótico del proyecto primitivo para el interior de la catedral, el exterior es neoclásico, siendo éste el aspecto que tiene actualmente. De esta forma, la catedral se integraría con el entorno, también neoclásico, del Palacio Real. Las obras continuaron hasta su paralización en 1965, ante la falta de fondos y de apoyo del ayuntamiento de la capital. Transcurrieron casi veinte años hasta que, en 1984, se creó un patronato que consiguió el apoyo de instituciones públicas (que incluían el ayuntamiento y el gobierno de la nación, ambos en manos de políticos de izquierda) y privadas para finalizar las obras. La catedral fue consagrada por el papa Juan Pablo II el 15 de junio de 1993, tomando el relevo de la colegiata de San Isidro, que había sido la catedral provisional de Madrid desde 1885.

ORACIÓN

Santa María de la Almudena, Hija Predilecta del Padre, Madre entrañable del Hijo y Esposa del Espíritu Santo. Tú eres nuestra Madre y Patrona. Tú, por designio de Dios y tu sí incondicional al ángel, eres nuestra intercesora y nuestro modelo a imitar. Por eso, Madre, te pedimos que seas siempre nuestro auxilio en la tribulación y el espejo en quien mirarnos, para, siguiendo tu ejemplo, lograr la imagen del Señor en nuestra vida y ser, a la vez, manifestación suya por el testimonio. Amen.
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