sábado, 21 de abril de 2018

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 21 ABRIL 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 3ª semana de Pascua
sábado, 21 de abril de 2018





Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,31-42):

EN aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en el temor del Señor, y se multiplicaba con el consuelo del Espíritu Santo.
Pedro, que estaba recorriendo el país, bajó también a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla.
Pedro le dijo:
«Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y arregla tu lecho».
Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
Como Lida está cerca de Jafa, al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle:
«No tardes en venir a nosotros».
Pedro se levantó y se fue con ellos. Al llegar, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron todas las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela mientras estuvo con ellas. Pedro, mandando salir fuera a todos, se arrodilló, se puso a rezar y, volviéndose hacia el cuerpo, dijo:
«Tabita, levántate».
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él, dándole la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Palabra del Señor


Salmo
Sal 115,12-13.14-15.16-17

R/. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando el nombre del Señor. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R/.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando el nombre del Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio segun san Juan (6,60-69):

EN aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?».
Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 21 de abril de 2018
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf


¿A QUIÉN IREMOS?


  ♦ La Iglesia gozaba de paz en toda Palestina. Era la paz que les había dejado el Resucitado. Una paz que no estaba exenta de conflictos, como hemos venido viendo en días anteriores. Y si no, que se lo pregunten a Esteban, o a Felipe, y al mismo Saulo. 
     Pero esa dificultades no les hacían perder el don de la paz recibida. Y la Iglesia iba creciendo, se iba construyendo, y progresaba en la fidelidad al Señor, se multiplicaba... Le viene a la cabeza a uno aquello  que Lucas había dicho también de Jesús, en su infancia: Crecía en sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres. 

    La tarea del crecimiento personal y comunitario -animada por el Espíritu Santo- nunca termina, porque la fidelidad hay que construirla todos los días. Una fidelidad que encuentra un significativo y necesario apoyo en los propios hermanos. La fidelidad de mis hermanos es una garantía y un impulso para la mía. Y viceversa. Aquella primera comunidad no estaba tan marcada como la nuestra por eso que llamamos individualismo, y que les «autoriza» a no pocos a mantener una relación con Dios, al margen de los hermanos, de la comunidad, como una especie de asunto privado. Mi oración por mí y por mis cosas, mis necesidades, mi manera de apañármelas con Dios, «mi» misa, y hasta el banco donde me siento... procurando que nadie me roce ni me distraiga...

    Pero los comienzos nos muestran algo que a mí me parece que tenemos que recuperar con urgencia en nuestra cristianismo de hoy. Las personas de la comunidad tienen nombre propio, conocen mutuamente sus circunstancias personales, su lugar de residencia, y los hermanos procuran que Pedro -como representante de la comunidad- se acerque y ore y actúe en la medida de sus posibilidades. A pesar, incluso, de que estas comunidades que va visitando probablemente no habían sido fundadas por él.

   Algo tenía aquel grupo de creyentes que resultaba atractivo: un ambiente de cercanía, de fraternidad, de confianza en el Resucitado, a quien sentían muy presente. Cada uno era atendido «según sus necesidades». Algo que resultaba desconocido en los ambientes religiosos de la época, y que resultaba admirable y contagioso. Algo que Jesús había procurado enseñarles: a ser uno, a amarse, a ser enviados juntos, a compartir juntos la mesa: con él... pero también entre sí. Y todo ello «para que el mundo crea que el Padre le ha enviado» y para que se sepa que somos discípulos suyos por el amor que nos tenemos unos a otros.  

    Y es algo que hoy debiéramos revisar y tener mucho más en cuenta en nuestras actividades y estructuras pastorales, en nuestras relaciones intra-comunitarias. Algo que nos debiera empujar a poner la dimensión apostólica mucho más en clave comunitaria (que no es lo mismo que distribuir y repartir responsabilidades).  Hay demasiado individualismo entre nosotros, demasiado pastor «por libre», y demasiadas ovejas «a su aire». Como también grupos con alergia a la «pastoral de conjunto». No es casualidad que la «reacción» principal de Pablo después de encontrarse con ese Jesús al que perseguía (al Jesús presente en las comunidades) fuera... fundar él  mismo pequeñas comunidades misioneras, y cuidarlas como tarea principal.

      ♦ En el Evangelio nos encontramos con los discípulos en aprietos:  también a ellos les cuesta aceptar las palabras de Jesús, hasta el punto de que «muchos» le critican y se retiran: «son palabras duras, ¿quién puede hacerles caso?».  Por una parte despiertan mi admiración porque escuchan las palabras de Jesús muy en serio, y deben optar: o le hacemos caso... o no. O le seguimos, o nos vamos. Algunos quieren pero no pueden. Y cuando ven que otros «muchos» se retiran, no es esta la mejor motivación para seguir ellos adelante. 

    Es una tentación que afecta a cualquier discípulo de cualquier momento de la historia. También hoy: ¿Para qué complicarse la vida, para qué autoexigirse? Hay muchos a los que les va muy bien sin  calentarse la cabeza con las llamadas del Evangelio. No hace falta estar con Jesucristo para ser buena persona. Muchas exigencias de Jesús echan para atrás.... Y si encima ser creyente hoy proporciona no pocos rechazos, burlas, desprecio social, y en algunos lugares incluso persecuciones... 

   Quizá nosotros no demos el paso como aquellos discípulos que se retiraron; nos quedamos... pero lo hacemos «a medio gas», con tibieza, eligiendo lo que mejor nos viene... e ignorando otras cosas.

     ¿A quién iremos entonces? Las suyas son «palabras de vida eterna», pero la vida eterna no parece preocupar demasiado hoy, ¡el presente es lo que importa!... Incluso Pedro, que aparentemente lo tenía tan claro, y que hablaba en nombre de todos... ya sabemos que después no fue tan coherente ni tan valiente. Sus compañeros tampoco.

     Para nosotros puede resultar duro y hasta escandaloso el mensaje del Evangelio... Pero como «es el Espíritu quien da la vida».... Es el Espíritu el único que puede ayudarnos a no quedarnos «en la carne, a no ser tibios, cobardes, cómodos... Ésta es la clave. Y por eso, ésta debiera ser nuestra constante oración: «Ven Espíritu Santo y transforma los corazones de tus fieles». Necesitamos orar «para no caer en la tentación» de renunciar al único que puede salvarnos, al único que tiene palabras de vida eterna, al Santo de Dios (= consagrado por Dios) para hacernos santos a nosotros. Que así sea.

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf

BUENOS DÍAS




jueves, 19 de abril de 2018

IMÁGENES DE TARJETAS DE FELIZ DÍA DE LA MADRE






















LA ORACIÓN DEL SANTO ROSARIO DA MÁS IMPORTANCIA A LA VIRGEN MARÍA QUE A DIOS?


¿La oración del Santo Rosario da más importancia a la Virgen María que a Dios?

¿Tienen los protestantes razón en su rechazo a la oración del Rosario?


Por: José Miguel Arráiz | Fuente: ApologeticaCatolica.org 




Los católicos estamos invitados a rezar el rosaario con devoción,  pero no todos ven en el Rosario una oración agradable a Dios. Los protestantes incluso suelen alegar que es una oración donde se da más importancia a María que al mismo Dios. Su forma de razonar es bastante simple: por cada Padre Nuestro hay 10 Ave María, por tanto, se le da a María diez veces más importancia que a Dios.

Ahora bien, ¿Tienen los protestantes razón en su rechazo a la oración del Rosario? Veamos:

Lo primero que habría que hacer notar, es que entender que en cada Ave María se honra a la Virgen y no a Dios, es un primer error. En cada Ave María, no solo se repite el saludo del Ángel a María, sino que también se repite las palabras que el Espíritu Santo inspiró en su prima Isabel: “Bendita entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. ¿Y cuál es el fruto de su vientre? Jesús. Por tanto, si en cada Ave María se bendice al Señor, no se puede decir que en ellas no se honra a Dios, puesto que como todos sabemos: Jesús es Dios.

En la segunda parte del Ave María, se le pide la intercesión ante su hijo: «Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte». Nuevamente no se trata de una oración que deje a Jesús, quien es también Dios verdadero, de lado.

Por otro lado, los protestantes suelen olvidar que todo el rosario se reza meditando los misterios del Evangelio y la mayoría de ellos se centran en la vida de Cristo. Recordémoslos:


Misterios gozosos (lunes y sábado)

1. La Encarnación del Hijo de Dios.
2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Purificación de la Virgen Santísima.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

Misterios dolorosos (martes y viernes)

1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

Misterios gloriosos (miércoles y domingo)

1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.

Misterios luminosos (jueves)

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La institución de la Eucaristía.

Prácticamente todos los misterios se refieren a los eventos importantes de la vida de nuestro Señor Jesucristo narrados en el Evangelio. El que reza el Rosario diariamente medita cada semana sobre todos los momentos importantes de la vida del Señor. ¿Todavía se puede decir que no es Cristo-céntrico, o que deja a Dios en segundo lugar?

El cumplimiento de una profecía
Con el rezo del Rosario también se da el cumplimiento sus palabras inspiradas por el Espíritu Santo y recogidas por la Escritura: “Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada” (Lucas 1,48). No es precisamente gracias al protestantismo que se cumple diariamente esa profecía, porque aunque alguno podrá a admitir que María era bienaventurada si se le pregunta directamente, eso no es lo que predice la profecía.

DESDE AHORA: Desde ese momento en adelante…
TODAS LAS GENERACIONES: Generación, tras generación del pueblo de Dios
ME LLAMARÁN BIENAVENTURADA: La llamarán de ese modo. No dice que sabrán que es bienaventurada, sino que la LLAMARÁN así. Es lo que hacemos los católicos cuando decimos el Ave María: “¡Bendita eres entre las mujeres!”.

El problema raíz es que los protestantes no entienden algo que ya María entendía en aquel tiempo respecto a lo que hacemos los católicos cuando la veneramos: Toda honra a ella honra primeramente a Dios que es quien ha hecho maravillas en ella:

“Ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque HA HECHO EN MI FAVOR MARAVILLAS EL PODEROSO, Santo es su nombre.” (Lucas 1,48-49)

Es Dios el que ha hecho en su favor MARAVILLAS, es Dios el que la ha hecho bienaventurada, bendita entre todas las mujeres. Hay protestantes que opinan que es una mujer cualquiera. La Biblia no enseña lo mismo.

No quitamos gloria a Dios para dársela a la Santísima Virgen María. Damos gloria a Dios por lo que ha hecho en ella.

¡Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 19 ABRIL 2018



Lecturas de hoy Jueves de la 3ª semana de Pascua
Hoy, jueves, 19 de abril de 2018




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (8,26-40):

EN aquellos días, un ángel del Señor habló a Felipe y le dijo:
«Levántate y marcha hacia el sur, por el camino de Jerusalén a Gaza, que está desierto».
Se levantó, se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido a Jerusalén para adorar. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo al profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe:
«Acércate y pégate a la carroza».
Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó:
«¿Entiendes lo que estás leyendo?».
Contestó:
«Y cómo voy a entenderlo si nadie me guía?».
E invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era este:
«Como cordero fue llevado al matadero,
como oveja muda ante el esquilador,
así no abre su boca.
En su humillación no se le hizo justicia.
¿Quién podrá contar su descendencia?
Pues su vida ha sido arrancada de la tierra».
El eunuco preguntó a Felipe:
«Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?».
Felipe se puso a hablarle y, tomando píe de este pasaje, le anunció la Buena Nueva de Jesús. Continuando el camino, llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco:
«Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?».
Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su camino lleno de alegría.
Felipe se encontró en Azoto y fue anunciando la Buena Nueva en todos los poblados hasta que llegó a Cesarea.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 65,8-9.16-17.20

R/. Aclamad al Señor, tierra entera

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar sus alabanzas,
porque él nos ha devuelto la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies. R/.

Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua. R/.

Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor. R/.

___________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,44-51):

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado, Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy jueves, 19 de abril de 2018
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf



IMPREVISTA CONVERSIÓN. 
TODOS PUEDEN SER DISCÍPULOS


    Qué sugerente y emocionante me resulta este pasaje de los Hechos. Su autor sigue describiéndonos la expansión del Evangelio por zonas cada vez más alejadas (periferias, que diría hoy nuestro Papa) del judaísmo oficial, en manos de aquellos «heterodoxos» diáconos que tuvieron que salir huyendo del «centro», tras la muerte de Esteban. 

     El «ángel del Señor» quiere ir llevando a su Iglesia hacia el Sur, ese que también existe (JM Serrat), y Felipe, que ya se había movido por Samaría, va a ser el encargado de tal tarea. No parece una estrategia evangelizadora muy apropiada tomar el camino del desierto: ¿qué se puede encontrar por ahí? No cayó en la tentación de la eficacia o de los números, que a nosotros tanto nos puede. Ni le va a parecer una pérdida de tiempo entretenerse con un personaje tan particular, difícil y poco interesante a muchos ojos.

    El Diácono Felipe se «tropieza» con un etíope (un africano). Se trataba de un «prosélito», a veces también llamados «temerosos de Dios». Se refiere a los que se sentían atraídos por el judaísmo, pero que no estaban totalmente integrados o considerados como el resto. En el judaísmo había «niveles de pertenencia», por decirlo de algún modo, y personajes como éste, por más que fueran de alta alcurnia, eran de «segunda clase». En este caso, por dos razones: por ser extranjero y por ser eunuco (=impuro, excluido del acceso al Templo ).

    Sin embargo, -qué estupendo descubrir esto ya en la Iglesia primitiva-, Felipe no se hace problema de ello. En las comunidades cristianas helenistas no había diferencias (aunque esto será motivo de conflicto entre Pablo y algunos miembros de la comunidad de Jerusalem, que sí pretendían establecer esas diferencias, al estilo judío): ni de raza, ni de impureza, ni de condición social... El Evangelio era para todos. 

    Y Felipe no regatea esfuerzos. Se acerca, se monta en la carroza, se sienta con el eunuco y entra en conversación con él. El etíope va leyendo las Escrituras (no cualquiera disponía de ellas, y no cualquiera sabía leer). Pero no las entendía. Como les ocurre a tantos hermanos nuestros para quienes el Antiguo Testamento (o buena parte de él) es una especie de galimatías y no encuentran «guías». Y parecido podría decir del Nuevo Testamento.

    Pero se ve que nuestro diácono sí que tiene formación escriturística, pero no le suelta ningún discurso, ni discute. Como había hecho Jesús con los dos de Emaús, le deja que hable, que formule sus dudas, le escucha, mientras siguen juntos el viaje... 

    Y luego, partiendo de lo que ha escuchado, le va anunciando el Evangelio de Jesús. El punto de llegada será que decide bautizarse: «¿Qué dificultad hay en que me bautice?». Ninguna. Y así ocurre.

    Todo un ejemplo de catequesis, todo un ejemplo de «guía» espiritual, de acompañamiento en la fe, todo un modelo de evangelización, todo un modelo de hacer Iglesia.

     Felipe tiene ocasión de experimentar personalmente aquello que estaba escrito en los profetas, y que Jesús retoma en el Evangelio de hoy: Serán todos discípulos de Dios. Todo el que viene a él, todo el que escucha y aprende de él, todo el que come el Pan vivo bajado del cielo será discípulo. Esta es la definición de discípulo. Vale para Felipe, y vale para el ministro de la reina Candaces, que viajaba con la Escritura en la mano. 

     Cuesta entender que el paso del tiempo acabara reservando el nombre de «discípulo» y la responsabilidad de evangelizar a un grupo reducido del Pueblo cristiano. Ojalá que todo cristiano tuviera el empuje misionero, el conocimiento de la Biblia y la preparación teológica de Felipe. El Concilio Vaticano II quiso recuperar y potenciar la vocación apostólica de todo bautizado, de todo el que ha recibido el Espíritu de Pentecostés, así como darle el lugar que corresponde a la Palabra de Dios en la espiritualidad cristiana y en la Liturgia. Pero aún queda mucho por hacer. 

    Que Felipe nos guíe y acompañe. Que se multipliquen en la Iglesia los «guías»/acompañantes que tantos necesitan y buscan, y que todos los que tienen inquietud (los que el Padre atrae) encuentren su sitio entre nosotros, sea cual sea su condición, situación y origen.

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 19 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
19 abril


Nos ha dicho Jesús que él es el Pan de la vida que ha bajado del cielo para traer la vida al mundo; sin ese Pan eucarístico el mundo se moriría de hambre: hambre de verdad, hambre de bondad, hambre de santidad que solamente pueden satisfacerse con ese Pan celestial, que es Jesús Eucaristía.

Jesús ha venido al mundo para traerle la vida divina. Tu vida eucarística has de vivirla con proyección a todas tus obras del día, que de una u otra forma han de acusar la influencia que en ellas se recibe de tu comunión.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 18 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
18 abril




Nosotros tenemos hambre de verdad, sed de felicidad; Jesús es el que llena estas nuestras aspiraciones; nuestra inteligencia busca la verdad absoluta y total, que nos satisfaga plenamente; solamente encontramos fragmentos de la misma, que no hacen otra cosa que aumentar en nosotros el ansia de la Verdad absoluta.

Solamente en Jesucristo podremos saciar plenamente esa nuestra hambre y esa nuestra sed, pues él no solamente nos propone la verdad, sino que él mismo es la Verdad del Padre, la Verdad absoluta.

Nuestro corazón busca la felicidad y la busca desesperadamente; y en cambio lo único que halla y a lo que tiene acceso es a unas pocas migajas en muchas ocasiones engañosas, que en vez de saciar nuestro apetito, lo exacerban más, al desilusionarlo; y cuando son verdaderas, lo dejan insatisfecho por lo pasajeras y poco eficientes.



P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 17 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
17 abril



Jesús no se preocupa exclusivamente de las necesidades espirituales de los que lo siguen; también atiende las necesidades de orden material. Jesús vio que una gran multitud acudía a él, conoció que eran gentes necesitadas y en el acto decidió realizar un maravilloso milagro, a fin de subvenir a aquella necesidad y darle de comer; y así multiplicó milagrosamente aquellos panes y aquellos peces que llevaba consigo un muchacho.

Dios a veces nos donde en circunstancias de prueba; la tentación tiene un doble sentido: incitación al pecado y en este sentido tienta el diablo, que siempre nos induce al mal; pero la tentación tiene también el sentido de prueba o purificación y en ese sentido Dios permite que seamos tentados, para que le podamos demostrar a que lo amamos de verdad.

P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 16 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
16 abril



Dios te ha enviado a ti como verdadero discípulo de Jesús; luego tu boca ha de estar llena de palabras del Señor  y para que tu boca esté llena de esas palabras, tiene que estarlo previamente tu corazón.

Con frecuencia los cristianos descuidan este punto y las conversaciones que se oyen en sus reuniones nada tienen de constructivo y evangelizador; incluso en no pocas ocasiones las conversaciones de los cristianos tienen muy poco de edificantes.

De un modo muy particular has de cuidar tus palabras cuando estás trasmitiendo el mensaje de salvación, las enseñanzas del Evangelio; el respeto que se merece la Palabra de Dios exige que se trasmita con palabras respetuosas y dignas, educadas y cultas, llenas del Espíritu de Dios, que no puede animar palabras incultas, malsonantes o groseras.


P. Alfonso Milagro

Y A TI.. QUIÉN TE CONDENA?


Y a ti... ¿quién te condena?



Dos hombres fueron condenados. La sentencia consistía en que en un día determinado, en veinte años, serían torturados lentamente hasta la muerte.

Al escuchar la sentencia, el más joven se retorció de la pena y del dolor, y a partir de ese día, cayó en una profunda depresión.
"¿Para qué vivir?" se preguntaba, "si de todas maneras van a arrebatarme la vida, y de una manera inconcebiblemente terrible"

Desde ese día nunca fue el mismo. Cuando alguno de sus cercanos, compadecido por su estado, le ofrecía apoyo para tratar de alegrarlo, respondía rencorosamente diciendo:
- Claro, como tú no tienes que cargar mis penas, todo te parece fácil.

En otras ocasiones también replicaba:
- Tú no sabes lo que sufro, no es posible que me entiendas...

Y, a veces, alegaba en voz alta:
- ¿Para qué me esfuerzo? Si de todas formas...

Y así, poco a poco, el hombre se fue encerrando en su amarga soledad y murió mucho antes de que se cumpliera el plazo de los veinte años.

El otro hombre, al escuchar la sentencia, se asustó y se impresionó, sin embargo a los pocos días resolvió que, como sus días estaban contados, los disfrutaría.

Con frecuencia afirmaba:
- No voy a anticipar el dolor y el miedo empezando a sufrir desde ahora.

Otras veces decía:
- Voy a agradecer con intensidad cada día que me quede.

Y, en vez de alejarse de los demás, decidió acercarse y disfrutar a los suyos, para sembrar en ellos lo mejor de sí.

Cuando alguien le mencionaba su condena, respondía en broma:
- Ellos me condenaron, yo no me voy a condenar sufriendo anticipadamente y, por ahora, estoy vivo.

Fue así que, paulatinamente, se convirtió en un hombre sabio y sencillo, conocido por su alegría y su espíritu de servicio. Tanto, que mucho antes de los veinte años, le fue perdonada su condena.

El 99% de tus miedos no se realizarán. Cree en tu fuerza, disfruta la libertad de ser feliz. La verdadera libertad no está en lo que haces, sino en la forma como eliges vivir lo que haces, y sólo a ti te pertenece tal facultad.

P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas. Notarás la diferencia.

BUENOS DÍAS




lunes, 16 de abril de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 16 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
16 abril



Dios te ha enviado a ti como verdadero discípulo de Jesús; luego tu boca ha de estar llena de palabras del Señor  y para que tu boca esté llena de esas palabras, tiene que estarlo previamente tu corazón.

Con frecuencia los cristianos descuidan este punto y las conversaciones que se oyen en sus reuniones nada tienen de constructivo y evangelizador; incluso en no pocas ocasiones las conversaciones de los cristianos tienen muy poco de edificantes.

De un modo muy particular has de cuidar tus palabras cuando estás trasmitiendo el mensaje de salvación, las enseñanzas del Evangelio; el respeto que se merece la Palabra de Dios exige que se trasmita con palabras respetuosas y dignas, educadas y cultas, llenas del Espíritu de Dios, que no puede animar palabras incultas, malsonantes o groseras.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 15 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
15 abril



Jesús da testimonio de la verdad contra el mundo y da testimonio del Padre y de sí mismo como enviado del Padre.

A su vez el Padre da testimonio a favor del Hijo e igualmente el Espíritu. A estos testimonios se añadirán los testimonio de los apóstoles.

La fe consiste en recibir a Jesús , en conocerlo y en él conocer al Padre, en reconocer en él al enviado del Padre.

Que tu fe no sea meramente una fe teórica, sino eminentemente práctica en orden a la vida; que se manifieste tu fe en cada una de tus obras, en el cumplimiento de todos los mandamientos, que son la expresión de la voluntad de Dios.

Así tu fe en Jesús te llevará a la vida eterna.


P. Alfonso Milagro 

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 16 ABRIL 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 3ª semana de Pascua
Hoy, lunes, 16 de abril de 2018




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,8-15):

EN aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Entonces indujeron a unos que asegurasen:
«Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios».
Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y, viniendo de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos falsos que decían:
«Este individuo no para de hablar contra el Lugar Santo y la Ley, pues le hemos oído decir que ese Jesús el Nazareno destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dio Moisés».
Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron su mirada en él y su rostro les pareció el de un ángel.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 118,23-24.26-27.29-30

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus decretos;
tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros. R/.

Te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus mandamientos;
instrúyeme en el camino de tus mandatos,
y meditaré tus maravillas. R/.

Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu ley;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos. R/.
__________

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,22-29):

DESPUÉS de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos.
Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».

Palabra del Señor

____________


Comentario al Evangelio de hoy lunes, 16 de abril de 2018
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf



UNA COMUNIDAD QUE SE ADAPTA Y SE REFORMA


      Es oportuno en este tiempo de Pascua, en el que vamos recorriendo la primera expansión misionera del Evangelio de la mano del Libro de los Hechos, que nos encontremos ante el testimonio de Esteban. Se trata de un apóstol de origen griego que ha intentado inculturar el Evangelio en la cultura helenista, y para ello cuestiona, toma distancias y echa a un lado algunas de las tradiciones más sagradas del judaísmo tradicional como el Templo y la Ley. 

      Conviene pararse a pensar en el «terremoto» que suponen los cambios que Esteban, Pablo de Tarso y otros muchos cristianos han introducido en sus comunidades. La Ley (los mandamientos, prohibiciones, ritos, etc) eran elementos nucleares de la fe judía. Se la ha llamado «la religión de la revelación de la Ley de Dios». De modo que el estar en orden con Dios, cumplir su voluntad, ser un judío fiel... exigía tener en cuenta todas esas obligaciones. Y así fue durante siglos (y hasta hoy). Por otra parte, el Templo (mientras se mantuvo en pie, claro) era otro elemento de identidad: religioso, étnico y político-económico. Con todos sus rituales, ofrendas, sacrificios, la casta sacerdotal... Podríamos añadir un tercer elemento que también fue puesto en cuestión (aunque aquí no se menciona todavía): la circuncisión como signo exterior de la pertenencia al pueblo elegido.

     Pues bien, con todo el peso y la trascendencia y la larguísima tradición de estos elementos esenciales... fueron dejados a un lado por una parte de la primera comunidad cristiana: aquellos que tenían puesta la mirada en los que no estaban, en los que podrían acercarse a Jesucristo... pero percibían como obstáculos toda ese serie de condiciones y tradiciones. Otros, en cambio, de origen judío, se sentían cómodos con las cosas «como siempre», con las tradiciones de siempre, aunque hubieran aceptado las enseñanzas de Jesús... Y, claro, entre unos y otros estalló el conflicto. 

     Esteban era un espíritu libre y tenía claro -como más adelante le ocurrirá también a San Pablo- lo que era esencial del Evangelio/Jesucristo, y también que había que abrirlo a todas las gentes y culturas, dejando a un lado lo que no fuera imprescindible, lo que consideró secundario o superado. 

    Curiosamente, el revuelo comienza en una sinagoga que podríamos considerar de talante liberal, por estar formada por descendientes de antiguos esclavos liberados (= los «libertos»), procedentes de países lejanos. Pero hasta para ellos era demasiado atrevido y escandaloso ese modo de entender y predicar el mensaje de Jesús. Así que Esteban será acusado ante el Sanhedrín, por los mismos motivos que lo fue Jesús, y también echando mano de testigos falsos.
     Decía al principio que es oportuno recordarlo en estos tiempos en que hablamos de nueva evangelización, y en que asistimos a una tremenda mezcla de culturas... que piden caminos nuevos, diálogos nuevos, adaptaciones atrevidas, creativas, renovaciones, aun a costa de «sagradas tradiciones»... no sea que nos esté pasando lo mismo que entonces. Hay muchas voces hoy que piden adaptaciones, que cambiemos ideas, lenguajes, planteamientos teológicos, tradiciones seculares... para poder conectar con la nueva cultura, con las nuevas generaciones. Por un lado los datos estadísticos sobre la deserción o alejamiento de las generaciones por debajo de los 30 años debieran resultarnos alarmantes, y nos piden reaccionar. No se trata de «marketing» como dicen despectivamente algunos, ni de aguar el Evangelio, ni de culpar a los que no están por no estar...

Algunas cosas que pueden leerse en el Documento Presinodal de los jóvenes:

A veces, sentimos que lo sagrado resulta lejano de nuestra vida cotidiana. La Iglesia suele aparecer como demasiado severa y excesivamente moralista. En otras ocasiones, en la Iglesia, es difícil superar a la lógica del ‘siempre se ha hecho así’. Necesitamos una Iglesia acogedora y misericordiosa, que aprecie sus raíces y patrimonio y que ame a todos, incluso a aquellos que no siguen los estándares.

Animamos a la Iglesia para que puedan profundizar en su comprensión del papel de la mujer y poderles así darles un mayor protagonismo (empower: Dar la autoridad o el poder para hacer algo), tanto a la mujer laica como a la mujer consagrada, con el mismo espíritu con el que la Iglesia ama a María, la madre de Jesús.

Los jóvenes que se encuentran desconectados o quienes dejan la Iglesia, lo hacen por haber experimentado indiferencia, sentirse juzgados y rechazados...

Se puede asistir, participar e irse de la Misa sin experimentar un sentido de comunidad o familia como Cuerpo de Cristo, los cristianos profesan un Dios vivo, pero algunos asisten a Misas, o pertenecen a comunidades, que parecen muertas.

     Seleccionar frases de un documento es siempre algo subjetivo, claro. Cada uno puede sacar sus consecuencias leyendo el documento entero. Pero... como aquellos primeros discípulos: creo que necesitamos poner un ojo en Jesucristo, - que siempre quiere el bien de los hombres, que era incluyente, acogedor...- y el otro ojo en la realidad de las gentes de hoy, jóvenes y no tanto.... Tiene sus riesgos, claro (que se lo pregunten a Esteban que acabó muy mal, a manos de los defensores de la ortodoxia y la tradición), pero cuando dicen las encuestas más fiables y recientes (2018) la Europa post-cristiana ha llegado: Para un rango de edad comprendido entre los 18 y los 26 años, en países como España, más del 50% de los encuestados se declaraban ateos o agnósticos. Algo tendremos que hacer... lo dejo para la oración y la reflexión personal.

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

FELIZ SEMANA




sábado, 14 de abril de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 14 ABRIL

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
14 abril




Nicodemo creyó en Jesús, pero no se entregó a él incondicionalmente; fue a ver a Jesús, pero fue a verlo de noche por miedo. 

¿No abras sido tú también en alguna oportunidad un cristiano con vergüenza? ¿No habrás sido remiso en confesarte en público como discípulo y seguidor de Jesús?

No te dejes dominar nunca por el respeto humano; respeta más bien a Dios y a su palabra.


P. Alfonso Milagro
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