jueves, 28 de junio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 24 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
24 junio




Jesús llama a sí e invita a todos los que se hallan oprimidos por algún pesar, a los que sufren cualquier dolor y miseria y a todos promete consuelo y alivio.  En su compañía y en su trato hallarán la paz para el alma y el alivio para todas sus penas.

A veces el peso de la vida, con sus variadas circunstancias, puede tornarse difícil y pesado; el cumplimiento del deber con no poca frecuencia resulta duro y arduo; también permite el Señor, con alguna frecuencia, que los mismos que nos rodean, quizá aun involuntariamente y con la mejor buena voluntad, nos hagan sufrir, produzcan un vacío a nuestro alrededor, olviden nuestro actuar, sospechen en nosotros intenciones que nunca cruzaron siquiera por nuestra mente.,,

En circunstancias tales o parecidas, el recurso al Corazón de Cristo es el lenitivo más eficaz y seguro; allí encontraremos paz y alivio, suavidad y calor de comprensión y afecto.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 23 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
23 junio




Uno de los rasgos distintivos del Corazón de Jesús, que aparece magníficamente en todas las páginas del Evangelio, es su compasión y misericordia por los pobres materiales y espirituales.

Al ver aquella gente abandonada sin pastores que le enseñen las verdades que necesitan para su alma, se compadece de ellos y prefiere que sus apóstoles se queden sin el descanso que necesitan, antes que abandonarlos.

Este ha de ser también el rasgo distintivo del corazón del apóstol. Un corazón verdaderamente apostólico no puede permanecer indiferente ante las necesidades espirituales de los hombres. Ni cree que es razón suficiente el procurase el descanso que necesita, para dejar de hacerles el bien que están pidiendo y necesitando.

Mira a tu alrededor y verás cuántas personas hay necesitadas de Dios, de alguien que les hable de Dios, que les de el Pan de la divina Palabra.


P. Alfonso Milagro

BIENVENIDOS





viernes, 22 de junio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 22 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
22 junio



Permanecer en Cristo, es tener vida de intimidad con él; cobrar conciencia de que él vive en nosotros y nosotros en él. Tenemos relación vital con él más que el hijo con su madre y así es como llegamos a ser "otro Cristo"; imitar a Cristo es fácil, cuando se lo ama profundamente.

Y cuando se llega a vivir íntimamente unido a Cristo y a imitarlo en todas sus obras, pensamientos y sentimientos, es cuando se comienza a dar frutos que complacen al Padre celestial; es una locura pensar que un sarmiento seco pueda producir fruto; pero es todavía una locura mayor pretender ser apóstol al margen de Cristo; porque apostolado es dar a Cristo y nadie da lo que no tiene.


P. Alfonso Milagro

TE CONVIENE SER SANTO


¡Te conviene ser santo!
Sin duda, la santidad es el mejor negocio en el que puedes invertir, pues te asegura la felicidad para toda la eternidad.


Por: Lucrecia Rego de Planas | Fuente: Catholic.net 





Sin duda, la santidad es el mejor negocio en el que puedes invertir, pues te asegura la felicidad no sólo para unos cuantos años, no sólo para toda tu vida, sino para toda la eternidad.

Jesús lo dijo a los apóstoles en cierta ocasión:

"No atesoréis bienes en la tierra, donde el orín y la polilla los corroen y los ladrones los roban. Atesorad más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni orín, ni ladrones. Pues donde está tu tesoro, ahí estará tu corazón."
(Mt. 6, 19-21)

Formar un tesoro en la tierra es muy complicado: requiere de tiempo, de grandes cálculos en las inversiones, de muchas angustias e inseguridades: que si las tasas de interés bajan; que si la moneda se devalúa; que si hubo un fraude en la empresa. Para colmo, cuando por fin consigues tener los bienes materiales que tanto añorabas, descubres que éstos se descomponen, se rompen, se pierden, se echan a perder o se vuelven obsoletos.

En cambio, formar un tesoro en el cielo es muy sencillo, pues no hay agentes externos que puedan influir en él: tú eres el único que puede aumentarlo o disminuirlo. Hacer un tesoro en el cielo es trabajar por ser santo y esto se consigue con buenos pensamientos y buenas acciones. Todo lo que ganes con ellos durará para siempre y nada ni nadie te lo podrá quitar, romper, perder o estropear.

Ser santo es aumentar todos los días y a cada instante ese tesoro que tienes en el cielo. Ser santo es tan sencillo como cumplir a la perfección con tus deberes ordinarios, en el momento y en el lugar en que debes cumplirlos.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 22 JUNIO


Nardo del 22 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón Eucarístico!

Meditación: ¡Oh Señor, Oh Mi Amor!. Que aquel Jueves Santo te quisiste quedar entre nosotros perpetuado en el Pan Sagrado. Señor, te conviertes en nuestro Alimento para que algún día veamos el Cielo. Cuántos hoy del Supremo Regalo se han olvidado y lo han despreciado, cuántos hermanos están profanando Tu Cuerpo Santo. Sabes, Señor, muy pocos creen que estás en el Pan Vivo, que el Vino en Tu Sacratísima Sangre se ha convertido...¡oh Mi Cristo, cuántos corazones perdidos!.
Señor que nos obsequias en las Especies Santas la Vida de las almas, qué pocas de ellas Te besan cuando en ellas entras. Jacinta de Fátima te llamaba el Jesús Escondido, al saber que estabas en el Pan Bendito. ¡Oh Señor, que renuevas el Supremo Sacrificio y te ofreces permanentemente para nuestra salvación!. Te pido perdón por todos los que no sabemos verte presente en el Pan de Dios y no te damos permanente adoración!.

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Ofrezcamos una mortificación al Señor por todos los ultrajes y sacrilegios cometidos contra Su Santísimo Cuerpo y Sacratísima Sangre.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 22 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Viernes de la 11ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, viernes, 22 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Reyes (11,1-4.9-18.20):

En aquellos días, cuando Atalía, madre del rey Ocozías, vio que su hijo había muerto, empezó a exterminar a toda la familia real. Pero cuando los hijos del rey estaban siendo asesinados, Josebá, hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, raptó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio; así, se lo ocultó a Atalía y lo libró de la muerte. El niño estuvo escondido con ella en el templo durante seis años, mientras en el país reinaba Atalía. El año séptimo, Yehoyadá mandó a buscar a los centuriones de los carios y de la escolta; los llamó a su presencia, en el templo, se juramentó con ellos y les presentó al hijo del rey. Los centuriones hicieron lo que les mandó el sacerdote Yehoyadá; cada uno reunió a sus hombres, los que estaban de servicio el sábado y los que estaban libres, y se presentaron al sacerdote Yehoyadá. El sacerdote entregó a los centuriones las lanzas y los escudos del rey David, que se guardaban en el templo. Los de la escolta empuñaron las armas y se colocaron entre el altar y el templo, desde el ángulo sur hasta el ángulo norte del templo, para proteger al rey. Entonces Yehoyadá sacó al hijo del rey, le colocó la diadema y las insignias, lo ungió rey, y todos aplaudieron, aclamando: «¡Viva el rey!» 
Atalía oyó el clamor de la tropa y se fue hacia la gente, al templo. Pero, cuando vio al rey en pie sobre el estrado, como es costumbre, y a los oficiales y la banda cerca del rey, toda la población en fiesta y las trompetas tocando, se rasgó las vestiduras y gritó: «¡Traición, traición!» 
El sacerdote Yehoyadá ordenó a los centuriones que mandaban las fuerzas: «Sacadla del atrio. Al que la siga lo matáis.» Pues no quería que la matasen en el templo. 
La fueron empujando con las manos y, cuando llegaba a palacio por la puerta de las caballerizas, allí la mataron. Yehoyadá selló el pacto entre el Señor y el rey y el pueblo, para que éste fuera el pueblo del Señor. Toda la población se dirigió luego al templo de Baal; lo destruyeron, derribaron sus altares, trituraron las imágenes, y a Matán, sacerdote de Baal, lo degollaron ante el altar. El sacerdote Yehoyadá puso guardias en el templo. Toda la población hizo fiesta, y la ciudad quedó tranquila. A Atalía la habían matado en el palacio.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 131,11.12.13-14.17-18

R/. El Señor ha elegido a Sión, 
ha deseado vivir en ella

El Señor ha jurado a David 
una promesa que no retractará: 
«A uno de tu linaje 
pondré sobre tu trono.» R/. 

«Si tus hijos guardan mi alianza 
y los mandatos que les enseño, 
también sus hijos, por siempre, 
se sentarán sobre tu trono.» R/. 

Porque el Señor ha elegido a Sión, 
ha deseado vivir en ella: 
«Ésta es mi mansión por siempre, 
aquí viviré porque la deseo.» R/. 

«Haré germinar el vigor de David, 
enciendo una lámpara para mi Ungido. 
A sus enemigos los vestiré de ignominia, 
sobre él brillará mi diadema.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,19-23):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy viernes, 22 de junio de 2018
 Llorente cmf




      El mensaje del Evangelio de hoy es bien sencillo y fácil de entender: tenemos que ser inteligentes y orientar nuestra vida para conseguir lo más valioso, el mejor tesoro que podamos alcanzar. Así de simple. Así de sencillo. Lo que pasa es que a veces, demasiadas veces, nos equivocamos y terminamos poniendo nuestro corazón en cosas que ni son tesoro ni son nada, que se desvanecen entre los dedos de nuestras manos como se escapa la arena de la playa. 

      Para que lo entendemos mejor, se nos pone el ejemplo de la primera lectura. No es más que un relato de aquellos primeros reyes de Israel. No fueron muy allá los descendientes de David. Enseguida se corrompieron y anduvieron en luchas entre ellos. Unos para quitarle el trono a los otros y los otros para defenderse de los que se lo querían quitar. La historia de siempre, mil veces repetidas a lo largo de los siglos de vida de la humanidad en la faz de la tierra. 

      Atalía había conseguido arrebatar el trono a la familia de su hijo. Para ello, no dudo en exterminar a sus propios nietos (no eran tiempos en los que estuviesen de broma a la hora de vencer en la batalla). Ya se sentía segura. Tenía el trono. Tenía el palacio. Tenía una buena vida asegurada. Pero pasó lo que pasa habitualmente: que no había atado todos los cabos y se le escapó vivo uno de sus nietos. Por ahí le llegaron a Atalía todos los males. Solo fue cuestión de tiempo que terminase ella también, acosada, acorralada y muerta. 

      Jesús nos centra en la enseñanza que debemos aprender de esta historia y de tantas historias parecidas. Hay que buscar y trabajar por alcanzar los verdaderos tesoros, los que no se come la polilla ni la carcoma. 

      Seamos realistas todo lo material está llamado a pasar, a deteriorarse, a desaparecer. El que pone su corazón en los tesoros materiales está perdiendo el tiempo y, probablemente, se terminará quedando más sólo que la una. 

      Pero Jesús señala a otros tesoros en los que sí vale la pena poner el corazón. Jesús habla de los tesoros del cielo. Nosotros hoy con nuestro lenguaje hablaríamos del amor y el cariño, e la relación, de la fraternidad, de la justicia. Hablaríamos de abrir la mano para tender puentes, para encontrarse con el hermano. Ahí, con seguridad, encontraremos el verdadero tesoro: en la amistad, en el cariño, en el amor (¿les suena a algo aquello de que “Dios es amor”?). Esa luz ilumina la vida con tal fuerza que nos hace olvidar la oscuridad. 

      Para terminar y confirmar: ¿no han oído muchas veces decir a las personas que dedican su vida al servicio amoroso a los más pobres que se sienten felices y amados por ellos, que reciben mucho más de lo que dan? Es que en el amor todo lo que se da se recibe mil veces de vuelta. Con la ventaja de que ese tesoro no se lo comen ni las polillas ni las carcomas, ni el tiempo ni la enfermedad.

FELIZ VIERNES




jueves, 21 de junio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 21 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
21 junio




El que tiene a Cristo, vive en paz pues ningún pensamiento es tan agradable al corazón como el pensar que Cristo nos ama y está presente en nosotros.

De ahí que el cristiano que tiene a Cristo, no tiene motivo para dejarse llevar de la tristeza, aun en los momentos duros de la vida, peus nada hay en la vida que nos pueda separar de Cristo; siempre se alegrará nuestro corazón con la esperanza cierta del premio que hemos de recibir en el cielo.


P. Alfonso Milagro



NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 21 JUNIO


Nardo del 21 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Indulgente y Glorioso!

Meditación: Señor, a pesar de que Tu Corazón ya no latía, Tu Madre sabía que volverías. Ella con gran Dolor te aguardaba en oración, Ella esperaba, destrozada y angustiada, Ella confiaba en Tu Palabra. Señor de la Esperanza, Señor de la Verdad que enseñas a Tu Iglesia, a pesar de su tibieza, que Tu Palabra no pasará, que todo se cumplirá. Por eso aquella Dulce Muchacha de Nazaret, la Joven Madre de Belén, la Dolorosa del Calvario, nos mostraría que con amor y Fe que te volveríamos a ver. Es por eso que a Ella te presentaste para consolarla y alegrarla, pues El Santo, Su Hijo Amado, había Resucitado. ¡Cuál no fue el Gozo de aquella Santa Madre!. Alegrémonos con María pues Jesús está vivo, en Cuerpo y Alma, vivo hace dos mil años y vivo hoy. No prediquemos a un Cristo Muerto, ya que ¡el Señor Resucitó!. ¡Gloria a Dios!. 
Y Este Señor está a nuestro lado, porque la Santa Palabra cumpliéndose está. Él nos dijo: "...donde dos o más estén reunidos en Mi Nombre, Yo estaré en medio de ellos". Hagamos lo que nos ordena nuestro Señor: "vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva...éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en Mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas, tomarán con sus manos serpientes y si beben algún veneno, no les hará daño, impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos..." (Marcos 16, 15-20). Cristo está vivo, es el Único Dios y todo lo hace El, es el Señor que sigue haciendo milagros y acompañándonos...seamos sus humildes instrumentos.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que testimoniemos a nuestros hermanos que Jesús está vivo, cumpliendo sus mandatos.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 21 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 11ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 21 de junio de 2018




Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico (48,1-15):

Surgió Elías, un profeta como un fuego, cuyas palabras eran horno encendido. Les quitó el sustento del pan, con su celo los diezmó; con el oráculo divino sujetó el cielo e hizo bajar tres veces el fuego. ¡Qué terrible eras, Elías!; ¿quién se te compara en gloria? Tú resucitaste un muerto, sacándolo del abismo por voluntad del Señor; hiciste bajar reyes a la tumba y nobles desde sus lechos; ungiste reyes vengadores y nombraste un profeta como sucesor. Escuchaste en Sinal amenazas y sentencias vengadoras en Horeb. Un torbellino te arrebató a la altura; tropeles de fuego, hacia el cielo. Está escrito que te reservan para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con hijos, para restablecer las tribus de Israel. Dichoso quien te vea antes de morir, y más dichoso tú que vives. Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu. En vida hizo múltiples milagros y prodigios, con sólo decirlo; en vida no temió a ninguno, nadie pudo sujetar su espíritu; no hubo milagro que lo excediera: bajo él revivió la carne; en vida hizo maravillas y en muerte obras asombrosas.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 96,1-2.3-4.5-6.7

R/. Alegraos, justos, con el Señor

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean, 
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

Delante de él avanza fuego,
abrasando en torno a los enemigos;
sus relámpagos deslumbran el orbe,
y, viéndolos, la tierra se estremece. R/.

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

Los que adoran estatuas se sonrojan, 
los que ponen su orgullo en los ídolos;
ante él se postran todos los dioses. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 21 de junio de 2018
 Aristóbulo Llorente cmf


      ¿Alguno pensaba que Jesús no iba a hablar de la oración? Como no podía ser de otra manera, Jesús enseñó a sus discípulos a orar. 

      Nosotros entendemos por oración ese momento de recogimiento, de volverse a uno mismo, de centrarse en lo más profundo de nosotros mismos para, desde ahí, volvernos a Dios, levantar nuestra mirada a lo alto. Por el camino parece que hay que despojarse de las preocupaciones y cosas de este mundo. La oración nos lleva a lo alto en contraposición a este mundo bajo en el que nos solemos mover. En la oración se contraponen lo alto, el lugar donde está Dios, y lo bajo, que es el lugar donde estamos nosotros, junto con el barro, las limitaciones, el mal y tantas otras cosas. Todas esas cosas parece que son un peso que nos impide subir a lo alto, donde está Dios y el bien y la paz. 

      Tengo la impresión de que Jesús entendía la oración de otra manera. La oración de Jesús parece más bien una correa de transmisión entre el cielo, lo alto, y la tierra, lo bajo. Lo de arriba se hace presente aquí abajo. El “santificado sea tu nombre” se une al “venga tu reino”. No se trata de que nosotros nos vayamos arriba sino que el reino de Dios Padre venga a nosotros, a este mundo, aquí abajo. 

      La voluntad de Dios se tiene que hacer tanto en el cielo como en la tierra. Y ya sabemos cuál es la voluntad de Dios: el reino, la fraternidad, la buena vecindad y cariño y amor entre todos los que formamos su familia. Vamos a suponer que esa voluntad se realiza ya en el cielo. Queda pendiente lo de que se realice en la tierra. Pero eso, al tiempo que lo pedimos, está claro que es en gran parte responsabilidad nuestra. Es aquello de “a Dios rogando y con el mazo dando” que dice el refranero popular. 

      Y seguimos pidiendo algo tan humano, tan material, tan de abajo, como el pan nuestro de cada día: ese mínimo que nos mantiene en vida, que nos da la vida. Hasta el perdón que esperamos recibir de Dios, de lo alto, está mezclado –casi como una condición– con nuestra propia capacidad de perdonar a los demás. 

      Ya vemos que en la oración de Jesús no hay muchas distancias entre lo alto y lo bajo. Este mundo se mezcla totalmente con el de arriba. La voluntad de Dios no es que estemos en el silencio de un eremitorio, mirando hacia arriba, dejando de lado las preocupaciones de este mundo. Hasta en la oración nos invita a abajarnos, a mancharnos con el barro de este mundo hasta hacer de él el lugar del Reino, donde hay pan y perdón para todos, donde la mesa de la fraternidad, la mesa del Reino, no excluye a nadie porque está abierta a todos. Y una mesa como esa no es lugar de silencio sino de algarabía, de alegría y gozo, el que producen los hermanos y las hermanas cuando se encuentran y celebran su fraternidad. 

      La oración que Jesús enseñó a los discípulos nos abaja, nos centra en los hermanos, nos invita a preparar la mesa para todos y a compartir la fraternidad. ¡Eso es el Reino!

FELIZ JUEVES!!!







miércoles, 20 de junio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 20 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
20 junio



Jesús nos promete su paz y nos la da, pero claramente nos advierte que no debemos confundir la paz que él nos da con la paz que da el mundo.

En efecto, la alegría y la paz del mundo son pasajeras: una sonrisa, una carcajada, una fiesta con baile y música, copiosas libaciones, mucho ruido hasta altas horas de la mañana;  todo esto y cosas semejantes, que vemos en la vida mundana, pueden ocultar grandes y profundas tristezas y, con frecuencia es difícil que produzcan lacerantes desilusiones.

La paz que Cristo nos da es una paz más bien íntima, profunda, paz del alma, que luego rebosa hacia el exterior, pero que se manifiesta no bullanguera, sino mansamente.


P. Alfonso Milagro

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 20 JUNIO


Nardo del 20 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón del Supremo Amor!

Meditación: Oh Señor, todo se ha consumado, todo nos has dado...la tierra ha crujido cual grito dado por la creación. Ha muerto el Salvador, el Hijo de Dios, lo hemos matado. Tú, mi Amado, mi Buen Jesús todo enllagado, con Tu Cuerpo destrozado te encuentras colgado, Tus Ojos se han cerrado...el cruel suplicio ha terminado. Te bajan de la Cruz, y Tu Pobre Santa Madre, desgarrada, te recibe en sus Brazos. Con gemidos y llanto, se ha atravesado su Santo Corazón por una espada de dolor. Parece acunarte como lo hacía en las claras mañanas de Belén, Ella te besa y te acaricia, tratando de devolverte la vida. Señor, permíteme besarte y acariciarte como lo hace Tu Madre, porque Tú por mí te entregaste. Permíteme dar todo por mis hermanos, aunque tenga que pasar por un calvario. Permíteme estar contigo, aún cuando no lo merezco, pues he dejado que mi corazón se ponga duro y maltrecho. Permíteme acompañarte en el dolor, porque así es el Verdadero Amor: compartir el sufrimiento y ser consuelo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Meditemos sobre los últimos momentos de la Pasión del Señor y el dolor de Su Santa Madre.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 20 JUNIO 2018

Mi Padre ve lo secreto
Santo Evangelio según San Mateo 6, 1-6. 16-18. Miércoles XI de Tiempo Ordinario


Por: H. Rubén Tornero, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por estar aquí; por regalarme este momento de encuentro contigo. Sabes que quiero creer más en Ti. ¡Aumenta, por favor, mi fe! Deseo abandonarme en tus brazos amorosos igual que un niño pequeño en los brazos de su mamá. ¡Aumenta mi confianza en Ti! Anhelo ser para Ti un lugar de descanso, una morada donde todos puedan encontrarte. ¡Aumenta mi amor! En tus manos Jesús pongo todo mi corazón con todos mis anhelos y problemas, confiando en que acoges mi súplica y me darás hoy y siempre aquello que más necesito.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres, para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy, Jesús, me dices que el Padre mira lo secreto. ¡Dios me mira! El Todopoderoso, creador del universo entero, cuyo poder no puedo imaginar, me mira y sonríe.
Es como si el jefe, de un trabajo muy importante, al llegar a casa por la noche entra en la habitación de su bebé, se acerca a la cuna, y no hace otra cosa que mirarlo allí, plácidamente dormido.
O como si este importante empresario fuera a un festival del Día del Padre y viera a su pequeño hacer cientos de piruetas arriba de una tarima. Todos verían a un niño que hace más o menos bien los movimientos... El padre de ese niño vería todo el esfuerzo que su hijo a puesto, y sería consciente que su hijo lo hace todo por agradarle y agradecerle... Y el papá de ese niño no podría más que sonreír.
¿Y si el niño rompe una ventana y se acerca con lágrimas en los ojos a pedir perdón? Este buen padre, por más intransigente que sea con sus empleados, quizá lo reprendería, pero no por ello dejaría de mirar a su hijito con amor.
Así imagino tu mirada, Señor. No es la mirada del juez inmisericorde que busca complacerse en el sufrimiento de los demás, de ninguna manera. Sé que me miras siempre como Padre… aunque yo no siempre me comporte como hijo.
Padre, perdóname por no haberme comportado siempre como un verdadero hijo tuyo, por haber pasado tantas veces indiferente ante mi hermano que sufre pidiendo limosna por la calle o que me ha reclamado un poco de atención y cariño en mi propio hogar. Enséñame a ser un verdadero hijo tuyo, un hermano de mi hermano, también - y, sobre todo - en lo secreto de mi corazón.
El Buen Pastor tiene el deber de guiar a su grey, de conducirla hacia verdes prados y a las fuentes de agua. No puede dejarse arrastrar por la desilusión y el pesimismo: "Pero, ¿qué puedo hacer yo?". Está siempre lleno de iniciativas y creatividad, como una fuente que sigue brotando incluso cuando está seca. Sabe dar siempre una caricia de consuelo, aun cuando su corazón está roto. Saber ser padre cuando los hijos lo tratan con gratitud, pero sobre todo cuando no son agradecidos. Nuestra fidelidad al Señor no puede depender nunca de la gratitud humana: "Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará".
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de abril de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Al terminar mis actividades me daré el tiempo para hacer un balance o examen de mis actitudes ante Dios y los demás, si el amor no es mi motivación, poner el remedio.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

BUENAS NOCHES





martes, 19 de junio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 19 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
19 junio




Cuando se apareció a sus apóstoles después de su resurrección, les repetía siempre: La paz con ustedes, saludo que ha mantenido la liturgia cristiana.

Cuando un cristiano desea la paz, expresa el deseo de todos los bienes para aquella persona a la que saluda; le desea la paz, que nace de la posesión de Dios y de su gracia, la tranquilidad del alma, la seguridad del auxilio divino, una paz verdadera que llena el alma de espirituales consuelos y que comunica alegría aun en medio de las tribulaciones.


P. Alfonso Milagro
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