lunes, 9 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 9 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 julio


Jesús es el indefinible, porque abarca y comprende todas las realidades humanas y divinas.

Así prefirió no responder con palabras, sino con hechos y después de curar enfermos, dar vida a los ciegos echar los espíritus malignos de los poseídos, les dice a los enviados de Juan: Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído.

Jesús se define por su obrar, su respuesta son las obras.

El testimonio de las obras será una característica del auténtico discípulo de Jesús; cuando a él le pregunten quién es, deberá responder como su Maestro: "Miren lo que hago, cómo vivo, de qué manera obro y así podrán deducir si mi misión es la de Jesús o no."


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 julio



Dice el Señor Jesús en su Evangelio que el que no se niega a sí mismo no puede ser mi discípulo; y negarse a sí mismo es destruir en sí mismo el propio egoísmo; y esto es posibilitar la construcción de Dios en sí mismo.

Por eso el darse es algo tan sublime y tan meritorio. Por eso es tan difícil. Difícil, he dicho, pero no imposible.

Ahora bien, pretender solamente lo posible y lo fácil es condenarse a la mediocridad; en cambio, el que ama, el que ama de veras, no reconoce ni límites, ni fronteras, ni dificultades, ni imposibles. Algo exagerada, pero muy sabia aquella afirmación: "hacer lo que es posible, lo hacen hasta los tontos; esforzarse por hacer hasta lo imposible, es propio sólo de los que aman".

Tenemos en Cristo nuestro mejor modelo: él se dio a sí mismo por nosotros y se dio sin límites ni retaceos y, porque se dio así, consiguió nuestra redención y la gloria del Padre.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 9 JULIO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 14ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 9 de julio de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Oseas (2,16.17b-18.21-22):

Así dice el Señor: «Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Aquel día –oráculo del Señor–, me llamará Esposo mío, no me llamará ídolo mío. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 144

R/. El Señor es clemente y misericordioso

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.

Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias. R/.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,18-26):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: «Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.» 
Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría. 
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado.» Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: «¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida.» 
Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 9 de julio de 2018
 CR


Queridos amigos:

¿Timidez o inhibición? ¿Respeto o indiferencia? ¿Prudencia o desinterés? O, dicho de otra manera: ¿por qué no “tocamos” la realidad? ¿Por qué no “entramos en contacto” con la gente?

En medio de la multitud, una mujer le toca el manto y queda curada. En medio del alboroto del duelo funerario, Jesús toca a la niña y le da la vida. En medio de nuestra vida ajetreada ¿cuántos “toques cariñosos”, cuantos “contactos que dan vida” realizamos al cabo del día?

También nosotros estamos acostumbrados a tocar, en entrar en contacto. Pero habitualmente lo hacemos con aquellas realidades que nos son agradables, conocidas. Nos cuesta más “tocar” a otros, a los que no son de nuestro círculo; y, sobre todo, nos cuesta mucho “dejarnos tocar” por ellos, por los pobres, por los que no nos van a aportar cariño o satisfacción inmediata con su abrazo.

Jesús entra en contacto con los excluidos de la sociedad, con los leprosos, con los abandonados. Nosotros mantenemos una “prudente distancia” con aquellas situaciones o personas que nos pueden alterar la vida, que nos pueden complicar la existencia. ¿Qué mejor forma de comunicar la vida que llevamos dentro que “entrar en contacto” con los que más necesitan un gesto de cariño, una palabra de vida, un abrazo de consuelo o de ánimo?

Que la inhibición, la indiferencia o el desinterés no nos impidan tocar la realidad, entrar en contacto con las personas. Daremos vida, como Jesús en este Evangelio. Y recibiremos vida, como la mujer enferma, porque en los necesitados también encontraremos la fuerza de la Gracia, si sabemos llegar hasta ella.

FELIZ SEMANA




sábado, 7 de julio de 2018

12 CONSEJOS QUE DEBES TENER EN CUENTA EN TU PROCESO DE CONVERSIÓN


12 consejos que debes tener en cuenta en tu proceso de conversión
Consejos para que afrontes con realismo este lindo proceso de acercarte a Jesús


Por: Bernardo Dueñas Moreno | Fuente: Catholic-link.com 




Quizá fuiste a un cursillo, a un retiro, a un taller; tuviste un momento de oración fuerte o un diálogo que han generado en ti un deseo profundo de conversión y de seguir a Cristo en la Iglesia que Él fundó (católica). Quizá estés emocionado y esperanzado por construir un mundo mejor, y es que regresar (o por primera vez acercarte a los brazos misericordiosos del Padre) ¡es increíble! Sin embargo, hay algunas cosas que debes saber para que no te des contra la pared a la primera y para que no te desanimes en el largo caminar de la fe.

Es por eso que te quiero dar algunos consejos desde mi propia experiencia de fe para que afrontes con realismo este lindo proceso de acercarte a Jesús y dejarte convertir por Él. ¿Te animas a averiguar de qué se trata?

1. Quien cambió fuiste tú, no los demás
Quizá puedas haber decidido comenzar a cambiar muchas cosas en tu vida. Sin embargo, recuerda que tu familia, amigos, conocidos y el mundo en general son los mismos. La ventaja que ahora tienes es que caminas con la certeza de estar acompañado por Dios y ahora ves el mundo entero con otros ojos. Aprovecha eso para no desanimarte.

2. A veces es bueno un cambio de círculos sociales
Por lo mismo que quien ha cambiado eres tú y no los demás, a veces es conveniente cambiar de círculo de amigos cuando estos no te llevan a ser mejor persona y a alcanzar los ideales que ahora persigues. No se trata de cortar tajantemente tus amistades sino de saber tomar distancia ante aquellas que no te llevan a crecer en la meta que ahora sigues.

3. No es obligatorio ser perfecto de la noche a la mañana, es un camino
De hecho es casi imposible (digo casi porque realmente Dios lo puede hacer todo, pero solo unos pocos reciben esa gracia) pero sí es obligatorio luchar todos los días por tratar de ser lo más coherente que puedas con tu fe. El sentimiento de encontrarnos con Dios nos mueve a buscar la conversión, eso es muy bueno, pero recuerda que ésta no se da de la noche a la mañana, es un proceso que te tomará toda la vida. Así que no te desanimes cuando veas que surge en ti el viejo tú con sus defectos, manías, problemas de actitud, etc. No te preocupes, levántate y sigue trabajando en ser mejor.


4. Podrás sentirte tentado a dejar la Iglesia
Claro, estás cambiando de estilo de vida, quizá muchas cosas que antes hacías hoy te das cuenta de que ofenden gravemente a Dios. Muchos, al ver esto, prefieren alejarse de la Iglesia para “callar a su conciencia” y siguen con su estilo de vida de antes. También, dentro de la Iglesia hay personas que no viven de forma coherente con su fe: que eso no te desanime. Cristo nunca prometió que su Iglesia sería perfecta e irreprochable, al contrario, prometió que el trigo y la cizaña estarían mezclados hasta el fin de los tiempos (cf. Mt. 13, 24-52).

5. Recuerda que la fe no es un sentimiento
Habrá momentos en los que te sientas muy bien y que todo sea muy bonito, ¡disfrútalos! Pero también ten en cuenta que habrá otros en los que no sientas nada o peor aún, te sientas desolado. Recuerda que el amor a Dios no se mide por lo mucho o lo poco que sientes. No permitas que la flojera o el desánimo te priven de ir a misa, de orar o de leer un poco la Biblia. Sabrás que tu fe ha madurado cuando los sentimientos no sean tu motivación sino la convicción de amar a Dios simplemente por amarle, aunque no sientas bonito.

6. Crece en la oración
En los retiros se te enseña un método para orar que es muy bueno, pero no te quedes ahí: crece en la oración, aprende formas nuevas. Recuerda ir poco a poco, no establezcas metas pesadas que después te puedan aburrir (esto en todo). Recuerdo que en mi proceso de conversión me propuse hacer 30 minutos de oración y rezar el rosario todos los días, lo cual fue imposible hacer. El espíritu también se debe entrenar, comienza con 10 o 15 minutos al día, en la mañana y en la noche o rezando unos misterios del Rosario, después vas aumentando. Te recomiendo orar con la app de Rezando Voy.

7. Quizá tu forma de pensar era distinta a la que la Iglesia te propone ahora
Como sabrás, la Iglesia se opone a temas muy polémicos de hoy en día. Si ello no te agrada, investiga, pregunta. La Iglesia no toma decisiones arbitrarias y tampoco pretende sustituir tu cerebro. Decía uno de mis escritores favoritos, G.K. Chesterton: «Para entrar en la Iglesia hay que quitarse el sombrero, no la cabeza». Sin embargo, ten siempre la certeza de que la Iglesia vela por el bien del ser humano en su totalidad, no solo de sus sentimientos.

8. No hagas del grupo al que te integras un grupo social 
Si no te estás integrando a uno, búscalo, pues vivir la fe en comunidad es más sencillo. Pero recuerda que no es un grupo social al cual asistes solamente para hacer amigos o para después irte a cenar, a pasear o a buscar novio/a. Que tu grupo parroquial o movimiento eclesial sea un lugar de encuentro con Dios y una oportunidad de crecer en la fe y de madurar espiritualmente. Haz amistades allí que realmente te lleven a Cristo.

9. Fórmate
El primer mandamiento es amar al Señor con todo el corazón… ¡pero también con toda la inteligencia! Comienza a estudiar la Biblia (poco a poco), a leer el Catecismo de la Iglesia Católica (ahí está todo lo que creemos), busca vídeos en Youtube de predicadores católicos o toma un curso de apologética. Lo que sea que hagas para crecer en tu conocimiento de la fe que comienzas a practicar es bueno. Mucha gente te va a cuestionar. Es bueno poder dar razones de lo que crees. Como te decía en el punto 6, proponte metas sencillas y reales.

10. Persevera, sé constante
No te desanimes: el proceso de conversión es lento. Cae cuantas veces quieras, pero siempre levántate. Para una tarea como la que has empezado, no dejes los sacramentos. Por lo menos la confesión y la comunión. Reza mucho y haz que poco a poco,  Cristo comience a ser el centro de tu vida para que Él camine contigo.

11. Habla de Cristo…
Pero vívelo más de lo que lo predicas. Que en lo que haces, dices, compartes en tus redes sociales, ¡incluso en lo que compras! se note que sigues a Jesús de Nazareth. Hay una frase buenísima que le atribuyen a Francisco de Asís: «Prediquen el evangelio en todo tiempo y de ser necesario usen palabras». Te reto a hacer vida esa frase.

12. Y recuerda… eres católico en todas partes
La fe permea tu vida entera (o debería). A ti que estás comenzando a vivir la fe te exhorto, te ruego, te suplico… no seas católico solamente en tu parroquia, el mundo necesita de ti y de tu ejemplo para saberse amado por Dios.

Espero estas líneas no te desanimen. Si acabas de comenzar tu proceso de conversión y no sabes ni por dónde empezar, sería bueno buscar un director espiritual. Por ejemplo, un sacerdote que te ayude.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 7 JULIO 2018

Vino nuevo, odres nuevos
Santo Evangelio según San Mateo 9, 14-17. Sábado XIII de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento de intimidad que puedo tener contigo. Abre mi corazón. Toca mi alma y haz que experimente de tal manera tu amor, que sea capaz de abrirte mi corazón, y contarte, con la sencillez propia de un niño, todo lo que pasa en mi interior. Jesús, sáname el alma, consuela mi corazón herido y haz que llore de rodillas frente a Ti. A Ti, divino médico, a Ti, que sabes bien quién soy verdaderamente, te pido la gracia de mirarme como Tú me ves y de amar a los demás, como Tú los amas. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?". Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces si ayunarán.
Nadie remienda un vestido viejo con un parche de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge, rompe la tela vieja y así se hace luego más grande la rotura. Nadie echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan, se tira el vino y se echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús, hoy en el Evangelio, me dices que a vino nuevo, odres nuevos. Me invitas a cambiar de vida, a renacer en Ti. Sabes que soy un odre que ha pasado por muchas circunstancias; he intentado muchas veces contener un vino que no era el mío; vivir una vida que no es la mía, sea porque he buscado que parezca perfecta metiéndome una máscara delante de mis heridas, sea abandonándome a ellas como si nada ni nadie pudiera cambiarlas... he querido vivir vidas que no eran la mía, sueños pasajeros, placeres y amores con fecha de caducidad, que en lugar de añejarse y dejar su buen olor en mí, me han llenado de insatisfacción y del hedor propio de la hipocresía.
No más Señor, te lo ruego. No quiero seguir intentando llenarme de los estereotipos que imagino, de esa supuesta felicidad de comercial que pretende que todo sea perfecto… Basta.
Quiero amarte como soy, servirte con todas mis heridas, con todas mis ganas de amar y ser feliz. Crea en mí, Jesús, un corazón puro, un odre nuevo, capaz de recibir tu amor, madurarlo en lo interior, para luego llegar a gozar con los demás del vino propio de la alegría del Evangelio.
¿Qué significa esto: que cambia la ley? ¡No!. Significa que la ley está al servicio del hombre, que está al servicio de Dios, y para esto el hombre tiene que tener el corazón abierto. La actitud de los que dicen: "Siempre se ha hecho así..." nace de un corazón cerrado. Jesús nos dijo: "Voy a enviar al Espíritu Santo y él os conducirá a la verdad plena". Por lo tanto, si tú tienes el corazón cerrado a la novedad del Espíritu, nunca llegarás a la verdad plena. Y tu vida cristiana será una vida a medias, parcheada, remendada de cosas nuevas, pero sobre una estructura que no está abierta a la voz del Señor: un corazón cerrado, porque no eres capaz de cambiar los odres.
(Homilía de S.S. Francisco,18 de enero de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré vivir la caridad en mi vida cotidiana ayudando a alguien de manera oculta.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 julio




Para el creyente, la fe se ha convertido en el motor que impulsa su vida y en la explicación que da sentido a su existencia. Es que ya la fe ha dejado de ser algo -como pudieron ser los dogmas, las verdades, las creencias- para convertirse en alguien, que es Cristo. Y ya la fe no es una mera creencia en esa persona viviente, que es Cristo, sino que ha pasado a ser la aceptación lisa y llana, la aceptación incondicional de ese Cristo que no sólo es viviente, sino también vivificante.

El cristiano se puso frente a ese Cristo, tal como es él; y se abrazó  con él, lo aceptó, se entregó a él y todo eso lo hizo por amor; y al amor no hay que pedirle razones; el amor no ama por que tenga razones para amara; el amor ama porque siente que es atraído por alguien; en este caso, el cristiano ama a Cristo porque, profundizando en su fe, lo ve, lo conoce y se siente irresistiblemente atraído por él.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 6 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 julio



Hay quienes piensan que meditar el Evangelio es poco menos que perder el tiempo.

Otros piensan que su meditación está ya pasada de moda o que ya no se hallan en él las pautas que necesita el hombre moderno.

No caen en la cuenta de que el Evangelio más que un somnífero, es una dinamita, que siempre guarda la potencialidad de su virtud.

Unos hacen depender su fe de la fe de los demás...; por eso se parecen a la caña que mueve el viento, o a la enredadera que sube, apoyada en la pared. Se derrumba la pared y cae la planta.

No hay más que apoyo que pueda sustentar debidamente: Cristo.


P. Alfonso Milagro

ORACIONES DIARIAS A LA VIRGEN DEL CARMEN PARA EL MES DE JULIO


































BUENAS NOCHES




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