viernes, 1 de mayo de 2020

IMÁGENES DE SAN JOSÉ OBRERO



















¿POR QUÉ MAYO ES EL MES DE MARÍA?


¿Por qué mayo es el Mes de María?
Debemos darle un lugar especial a María porque es nuestra Madre, la madre de todo el mundo y porque se preocupa por todos nosotros


Por: Marge Fenelon | Fuente: National Catholic Register // ACI Prensa




Durante siglos la Iglesia Católica ha dedicado todo el mes de mayo para honrar a la Virgen María, la Madre de Dios. Aquí te explicamos por qué.

La costumbre nació en la antigua Grecia. El mes mayo era dedicado a Artemisa, la diosa de la fecundidad. Algo similar sucedía en la antigua Roma pues mayo era dedicado a Flora, la diosa de la vegetación. En aquella época celebraban los ludi florals o los juegos florales a finales de abril y pedían su intercesión.

En la época medieval abundaron costumbres similares, todo centrado en la llegada del buen tiempo y el alejamiento del invierno. El 1 de mayo era considerado como el apogeo de la primavera.

Durante este período, antes del siglo XII (doce), entró en vigor la tradición de Tricesimum o "La devoción de treinta días a María". Estas celebraciones se llevaban a cabo del 15 de agosto al 14 de septiembre y todavía puede observarse en algunas áreas.

La idea de un mes dedicado específicamente a María se remonta a los tiempos barrocos - siglo XVII (diecisiete)-. A pesar de que no siempre se llevó a cabo en mayo, el mes de María incluía treinta ejercicios espirituales diarios en honor a la Madre de Dios.


Fue en esta época que el mes de mayo y de María se combinaron, haciendo que esta celebración cuente con devociones especiales organizadas cada día durante todo el mes. Esta costumbre se extendió sobre todo durante el siglo XIX (diecinueve) y se practica hasta hoy.

Las formas en que María es honrada en mayo son tan variadas como las personas que la honran.

Es común que las parroquias tengan en mayo un rezo diario del Rosario y muchas erijan un altar especial con una estatua o imagen de María. Además, se trata de una larga tradición el coronar su estatua, una costumbre conocida como Coronación de Mayo.

A menudo, la corona está hecha de hermosas flores que representan la belleza y la virtud de María, y también es un recordatorio a los fieles para esforzarse en imitar sus virtudes. Esta coronación es en algunas áreas una gran celebración, y por lo general, se lleva a cabo fuera de la Misa.

Sin embargo, los altares y coronaciones en este mes no son solo cosas "de la parroquia". Podemos y debemos hacer lo mismo en nuestros hogares para participar más plenamente en la vida de la Iglesia.

Debemos darle un lugar especial a María no porque sea una tradición de larga data en la Iglesia o por las gracias especiales que se pueden obtener, sino porque María es nuestra Madre, la madre de todo el mundo y porque se preocupa por todos nosotros, intercediendo incluso en los asuntos más pequeños.

Por eso se merece todo un mes en su honor.

LA FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO


La Fiesta de San José Obrero



El origen  de la fiesta litúrgica de San José Obrero se remonta al 1 de Mayo de 1955. Ese día, Roma era un hervidero de gentes venidas de muchas partes del orbe, y en la Ciudad Eterna parecía correr un aire nuevo, recién estrenado. Era un encuentro multitudinario y gozoso de más de 200.000 obreros con el Papa Pío XII. Ese mismo día, 1 de Mayo de 1955, en el incomparable marco de la plaza de San Pedro repleta de trabajadores, el Papa proclamaba la Fiesta del Trabajo, y en el calendario de la Iglesia universal nacía la fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores.

Al menos, desde 1891, en que León XIII abordó el tema del trabajo y la situación de los trabajadores con su importantísima encíclica ‘Rerum Novarum’, la Iglesia ha sido pródiga en la publicación de documentos sobre la llamada "cuestión social". Entre estos documentos, se puede destacar ‘Quadragesimo Anno’, de Pío XI; ‘Mater et magistra’, de San Juan XXIII; la ‘Gaudium et spes’, del Concilio Vaticano II; ‘Populorum Progressio’, de San Pablo VI, y la ‘Laborem exercens’, de San Juan Pablo II, en la que se profundiza sobre la espiritualidad del trabajo.

A continuación, la oración con la que el papa San Juan XXIII terminaba su alocución en esta fiesta el año 1959:

"¡Oh glorioso San José, que velaste tu incomparable y real dignidad de guardián de Jesús y de la Virgen María bajo la humilde apariencia de artesano, y con tu trabajo sustentaste sus vidas, protege con amable poder a los hijos que te están especialmente confiados!
Tú conoces sus angustias y sus sufrimientos porque tú mismo los probaste al lado de Jesús y de su Madre. No permitas que, oprimidos por tantas preocupaciones, olviden el fin para el que fueron creados por Dios; no dejes que los gérmenes de la desconfianza se adueñen de sus almas inmortales. Recuerda a todos los trabajadores que en los campos, en las oficinas, en las minas, en los laboratorios de la ciencia no están solos para trabajar, gozar y servir, sino que junto a ellos está Jesús con María, Madre suya y nuestra, para sostenerlos, para enjugar el sudor, para mitigar sus fatigas. Enséñales a hacer del trabajo, como hiciste tú, un instrumento altísimo de santificación".



* Web Católico de Javier

EL PAPA FRANCISCO DEFIENDE LA DIGNIDAD DEL TRABAJO FRENTE A LA EXPLOTACIÓN LABORAL Y LA ESCLAVITUD


El Papa defiende la dignidad del trabajo frente a la explotación laboral y la esclavitud
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




El Papa Francisco defendió este viernes 1 de mayo, fiesta de San José Obrero, en la Misa celebrada en Casa Santa Marta, la dignidad del trabajo humano y condenó la esclavitud a la que muchas personas se ven sometidas con trabajos injustos, mal pagados o forzados.

En su homilía, el Santo Padre recordó que Dios, que creó el mundo, “dio una misión al hombre: gestionar, trabajar, llevar adelante la creación”.

El Papa subrayó que “la palabra ‘trabajo’ es la que usa la Biblia para describir esta actividad de Dios: ‘Concluyó el trabajo que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera’”.

A continuación, “entrega esa actividad al hombre: ‘Debes hacer esto, custodiar aquello, aquello otros… Debes trabajar para crear conmigo este mundo para que avance’. Hasta el punto de que el trabajo es la continuación del trabajo de Dios. El trabajo humano es la vocación del hombre recibida de Dios al final de la creación del Universo”.

“El trabajo es aquello que asemeja el hombre a Dios, porque con el trabajo el hombre es creador, es capaz de crear, de crear muchas cosas, también de crear una familia para sacarla adelante”.


El Pontífice continuó: “El hombre es un creador, pero crea con el trabajo. Esa es la vocación. Y dice la Biblia que ‘Dios vio lo que había hecho y vio que todo era bueno’. Es decir, el trabajo tiene dentro de sí una bondad. Crea la armonía de las cosas: belleza, bondad, e implica a todo el hombre: en su pensar, en su sentir, en su actuar. Todo el hombre se implica en el trabajar”.

Por lo tanto, “la primera vocación del hombre es trabajar. Y eso da dignidad al hombre, la dignidad que lo asemeja a Dios. La dignidad del trabajo”.

Sin embargo, lamentó que “por desgracia, la dignidad del trabajo está muy pisoteada. En la historia hemos leído las brutalidades que hacían con los esclavos. Los llevaban de África a América. Pienso en esa historia que toca a mi tierra, y decimos qué barbaridad”.

“Pero también hoy hay muchos esclavos”, advirtió. “Tantos hombres y mujeres que no son libres de trabajar. Son forzados a trabajar para sobrevivir, nada más. Son esclavos. Son trabajos forzados, injustos, mal pagados, y que lleva al hombre a vivir con la dignidad pisoteada. Hay tanto en el mundo. Tantos…”.

El Papa Francisco afirmó que “la esclavitud de hoy. Es nuestra indignidad, porque quita la dignidad al hombre, a la mujer. A todos nosotros”.

En ese sentido, señaló que la esclavitud laboral no es sólo algo de países lejanos, “también aquí, donde estamos nosotros. Piensa en los trabajadores, en los jornaleros, que trabajan por una retribución mínima y no 8, sino 12, 14 horas al día. Esto sucede hoy aquí, en todo el mundo, pero también aquí. Piensa en la empleada del hogar que no tiene retribución justa. Que no tiene seguridad social. Que no tiene derecho a pensión. Esto no sucede solo en Asia. Sucede aquí”.

“Toda injusticia que se hace sobre una persona que trabaja es pisotear la dignidad humana, incluida la dignidad de quien comete esa injusticia. Se baja el nivel y termina en esa relación entre dictador y esclavo”.

Por el contrario, “la vocación que te da Dios es muy bella: crear, recrear, trabajar. Pero esto se puede hacer cuando las condiciones son justas y se respeta la dignidad de la persona”.

“Hoy nos unimos a muchos hombres y mujeres, creyentes y no creyentes, que conmemoran hoy la jornada del trabajador, la jornada del trabajo, por aquellos que luchan para tener justicia en el trabajo, por aquellos empresarios valientes que llevan adelante su trabajo con justicia, incluso si pierden”.

El Papa Francisco finalizó la homilía invitando a pedir “a San José que nos ayude a luchar por la dignidad del trabajo, para que haya trabajo para todos y que haya trabajo digno, no trabajo de esclavos”.



Lectura comentada por el Papa Francisco:

Génesis 1:26--2:3
26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.
27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.
28 Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»
29 Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento.
30 Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue.
31 Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardecío y amaneció: día sexto.
1 Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato,
2 y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera.
3 Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.

HOY 1 DE MAYO ES LA FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO, PATRONO DE LOS TRABAJADORES,


Hoy es la fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores
Redacción ACI Prensa





¡Feliz Fiesta de San José Obrero!
El 1 de mayo la Iglesia celebra la Fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores, fecha que coincide con el Día Mundial del Trabajo. Esta celebración litúrgica fue instituida en 1955 por el Siervo de Dios, Papa Pío XII, ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

El Santo Padre pidió en esa oportunidad que “el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.


Pío XII quiso que el Santo Custodio de la Sagrada Familia, “sea para todos los obreros del mundo, especial protector ante Dios, y escudo para tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del trabajo”.

Por su parte, San Juan Pablo II en su encíclica a los trabajadores “Laborem exercens” destacó que “mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto sentido ‘se hace más hombre’”.

Posteriormente, en el Jubileo de los Trabajadores en el 2000, el Papa de la Familia dijo: “Queridos trabajadores, empresarios, cooperadores, agentes financieros y comerciantes, unid vuestros brazos, vuestra mente y vuestro corazón para contribuir a construir una sociedad que respete al hombre y su trabajo”.

“El hombre vale más por lo que es que por lo que tiene. Cuanto se realiza al servicio de una justicia mayor, de una fraternidad más vasta y de un orden más humano en las relaciones sociales, cuenta más que cualquier tipo de progreso en el campo técnico”, añadió”.

HOY EMPEZAMOS MAYO, EL MES DEDICADO A LA VIRGEN MARÍA


Hoy empezamos mayo, el mes dedicado a la Virgen María
Redacción ACI Prensa





Mayo es el mes que la Iglesia Universal dedica a la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María. Este tiempo es una oportunidad para renovar el amor de todos los bautizados hacia la Mujer que Dios desde la eternidad escogió para darlo a luz y cuidarlo.

La Santísima Virgen María es por siempre la Reina del Cielo y de la Tierra, no hay santidad sin María porque toda Ella lleva a Cristo.


María la más humilde entre las mujeres es precisamente el modelo de toda mujer, como señaló el Papa Francisco en abril de 2014 en un mensaje a más de 20 mil jóvenes reunidos en Buenos Aires, Argentina.

“Hay un solo modelo para ustedes, María: La mujer de la fidelidad, la que no entendía lo que le pasaba pero obedeció. La que en cuanto supo lo que su prima necesitaba, se fue corriendo, la Virgen de la Prontitud. La que se escapó como refugiada en un país extranjero para salvar la vida de su hijo”, afirmó el Papa.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 1 DE MAYO - SAN JOSÉ OBRERO


Los cinco minutos de María 
1 de mayo



San José ha sido declarado por la Iglesia "Patrono de todos los obreros", de todos cuantos trabajan con sus manos.

Es que en la Sagrada Familia de Nazareth todos trabajaban con sus manos: San José en su taller de carpintería, Jesús como su ayudante y María como ama de casa en las tareas domésticas.

No consideres el trabajo como un castigo, sino como un medio que Dios pone a tu alcance para perfeccionar el mundo; el estudio y el trabajo son los dos medios principales de que dispones; pero no trabajes solo, deja que te acompañe María, para que ella eleve tu trabajo y lo oriente a Dios.

Madre del pueblo de Dios, que peregrina hacia la casa del Padre, no permitas que tu Iglesia se desoriente en el camino.



Padre Alfonso Milagro

EL PAPA FRANCISCO REZA PARA QUE A NADIE LE FALTE TRABAJO JUSTAMENTE REMUNERADO


El Papa reza para que a nadie le falte trabajo justamente remunerado
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




El Papa Francisco ofreció la Misa celebrada en Casa Santa Marta este viernes 1 de mayo, fiesta de San José Obrero, por todos los trabajadores, “para que a nadie le falte trabajo”.

“Hoy, que es la fiesta de San José Obrero, también el Día de los Trabajadores, rezamos por todos los trabajadores. Por todos. Para que a ninguna persona le falte el trabajo y que todos sean justamente remunerados y puedan disfrutar de la dignidad del trabajo y de la belleza del reposo”, dijo el Pontífice.


Además, en su homilía el Santo Padre defendió la dignidad del trabajo y condenó la explotación laboral de personas forzadas a trabajar durante jornadas interminables por sueldos míseros.

“Toda injusticia que se hace sobre una persona que trabaja es pisotear la dignidad humana, incluida la dignidad de quien comete esa injusticia. Se baja el nivel y termina en esa relación entre dictador y esclavo”.

Además, invitó a rezar “por aquellos que luchan para tener justicia en el trabajo, por aquellos empresarios valientes que llevan adelante su trabajo con justicia, incluso si pierden”.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY VIERNES 1 DE MAYO DE 2020

Lecturas de hoy Viernes de la 3ª semana de Pascua
Hoy, viernes, 1 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,1-20):

EN aquellos días, Saulo, respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que pertenecían al Camino, hombres y mujeres.
Mientras caminaba, cuando ya estaba cerca de Damasco, de repente una luz celestial lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía:
«Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?».
Dijo él:
«¿Quién eres, Señor?».
Respondió:
«Soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tienes que hacer».
Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión:
«Ananías».
Respondió él:
«Aquí estoy, Señor».
El Señor le dijo:
«Levántate y ve a la calle llamada Recta, y pregunta en casa de Judas por un tal Saulo de Tarso. Mira, está orando, y ha visto en visión a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista».
Ananías contestó:
«Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén, y que aquí tiene autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre».
El Señor le dijo:
«Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre a pueblos y reyes, y a los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi nombre».
Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo:
«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno de Espíritu Santo».
Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y fue bautizado. Comió, y recobró las fuerzas.
Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a anunciar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 116,1.2

R/. Ir al mundo entero y proclamad el Evangelio

Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R/.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,52-59):

EN aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy viernes, 1 de mayo de 2020
Alejandro Carbajo Olea, cmf


Queridos amigos, paz y bien.

Hasta tres veces los Hechos de los Apóstoles nos cuentan la conversión de Saulo en Pablo. Debió de ser muy difícil plasmar en pocas frases una experiencia mística tan intensa. Dejando a un lado si se cayó o no del caballo, si los que con él iban dejaron de ver o de o oír o las dos cosas, lo más importante es observar lo que pasó con el perseguidor. De encarnizado enemigo a incansable propagador. El mismo empeño que ponía en una cosa, lo tenía para la contraria. Todos sus pensamientos, deseos, emociones, volcados ahora en convencer a los demás de que Jesús es el Señor.

¡Qué difícil es dejar atrás el pasado! Aceptar que no todo lo hicimos bien. Tendemos a ocultar nuestros secretos, hasta que, de una manera u otra, vuelven. Que se lo digan a los políticos y la hemeroteca. Pablo se esforzó en que todos lo que antes no era digno de alabanza, fuera usado para mayor gloria de Dios. Es que Él sabe ver dentro de los corazones, no como miramos nosotros. Y encuentra la tecla necesaria, para darnos la posibilidad de cambiar.

Es comprensible la prevención de Ananías. Cuesta creer que las personas puedan cambiar así. Dar un giro de 180 grados, de ir contra los cristianos a ser el Apóstol de los gentiles. Pero el bueno de Ananías se fía, confía en la revelación que ha recibido, y se pone en camino. A todos nos hacen falta “intermediarios”, anunciadores del Reino. Nos lo recuerda el salmo que leemos hoy.

“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”. Pues eso. Y si no puedes ir a todo el mundo, porque tenemos que estar en casa, entonces prueba a ir a los que tienes cerca, y comparte con ellos tu fe. Y no temas acercarte incluso a aquellos que te pueden parecer enemigos. Quién sabe. Quizá des con la tecla adecuada, y puedas ayudar a alguien a encontrarse con Jesús. Y, no te olvides, lo importante es el testimonio, no lo mucho que sepas.

Diálogo entre un recién convertido a Cristo y un amigo no creyente.

- ¿De modo que te has convertido a Cristo?
- Sí.
- Entonces sabrás mucho sobre él. Dime: ¿en qué país nació?
- No lo sé.
- ¿A qué edad murió?
- Tampoco lo sé.
- ¿Sabrás al menos cuántos sermones pronunció?
- Pues no... No lo sé.
- La verdad es que sabes muy poco, para ser un hombre que afirma haberse convertido a Cristo...
- Tienes toda la razón. Y yo mismo estoy avergonzado de lo poco que sé acerca de Él. Pero sí que sé algo: hace tres años, yo era un borracho. Estaba cargado de deudas. Mi familia se deshacía en pedazos, mi mujer y mis hijos temían como un nublado mi vuelta a casa cada noche. Pero ahora he dejado la bebida, no tenemos deudas, nuestro hogar es un hogar feliz, mis hijos esperan ansiosamente mi vuelta a casa cada noche. Todo esto es lo que ha hecho Cristo por mí. ¡Y esto es lo que sé de Cristo!

(El Canto del Pájaro p. 146. Anthony de Mello S.J. Sal Térrea. Santander 1982)

Vuestro hermano en la fe,
Alejandro. C.M.F.

¡FELIZ DÍA DEL TRABAJO! 1 DE MAYO







jueves, 30 de abril de 2020

¿CREER EN LOS MILAGROS?


¿Creer en los milagros?
Son eventos imposibles, si no fuese así no serían milagros, porque lo que es imposible para el hombre es posible para Dios


Por: José Luis Rubio | Fuente: Religion en Libertad




Una de los problemas que surgen en la clase de religión cuando vemos la lectura de algún milagro de Jesús es la racionalidad ante estos. Siempre hay alguien que salta con lo de

- Pues yo no me lo creo

- Eso es imposible

- ¿Cómo va a salir el Lázaro ese de la tumba después de varios días muerto por qué se lo diga Jesús?

Y es que ciertamente es imposible, nadie sale de la tumba por que otro se lo ordene, ni camina sobre las aguas sin hundirse, ni es capaz de alimentar a 5000 personas con 5 panes y 2 peces y que además al final sobre mucha más comida de la que había en un principio. Lo más curioso es que precisamente en eso consiste el milagro, si no fuese imposible no sería tal, porque lo que es imposible para el hombre es posible para Dios (Lc 18,17).





Es cierto que algunos estudiosos han tratado de racionalizar los milagros negando su existencia real y dándole un carácter metafórico lo que en realidad sucedió es que… en un ejercicio de soberbia queriendo reinterpretar lo que únicamente sería posible si el autor tuviera una máquina del tiempo con la que viajar al momento y lugar en que sucedieron los hechos.

En algunos casos incluso tratando de racionalizar el milagro lo que hacen es reafirmarlo a su pesar. Como cuando tratan de explicar que las supuestas posesiones demoníacas que curaba Jesús eran en realidad ataques epilépticos, cosa comprensible si alguien en el siglo I viese a otra persona retorciéndose y echando espumarajos por la boca, pero que en el fondo lo que hacen es afirmar que Jesús era capaz de curar una epilepsia con una simple orden, es decir, de hacer milagros.

Pero volviendo a los alumnos lo primero que se me ocurre cuando plantean la incredulidad es darles la razón. No se puede creer en los milagros por sí, antes hay que pasar el test de las 3 preguntas con respuesta afirmativa:

¿Crees que existe Dios todopoderoso, autor de todo lo creado incluido el hombre?
¿Crees que ese mismo Dios es un ser que se preocupa y ama a sus criaturas?
¿Crees que ese mismo amor lleva a Dios a que en un momento determinado de la historia y para la salvación del hombre asume su propia naturaleza haciéndose uno más de nosotros?
Si las tres respuestas son sí, la existencia de los milagros es una consecuencia más de esta historia de la salvación, no algo que deriva de unos superpoderes al estilo Marvel. Dios mismo es capaz de alterar las leyes de la naturaleza que el mismo ha creado, aunque lo hace en ocasiones muy muy contadas. Pero si no crees en Dios todopoderoso creador, hecho hombre para nuestra salvación, todo lo que te cuenten de Él serán simples pamplinas.

Y de paso recuerdo a los chicos que milagro en latín se dice signum porque no son nada más y nada menos que eso, signos del amor y la presencia de Dios entre los hombres.

ORACIÓN A SAN JOSÉ OBRERO

Oración a San José Obrero




Artesano y trabajador,
oh humildísimo José,
las clases obreras debieran mirarte
como especial patrón y modelo suyo
las clases trabajadoras de nuestros días.

Como ellas ganaste pan con el sudor de tu frente,
y endureciste las manos manejando la tosca herramienta.

Las muchedumbres obreras de hoy
desdeñan mirarse en ti,
por seguir siniestros ideales
con que trastornan su cabeza mentirosos redentores.

Por ellas y por su suerte,
y por la eficaz restauración de sus derechos en Cristo se interesa,
más que la Liberación embustera,
la Iglesia de Dios.

Ruega, Santo obrero,
por esas clases desheredadas
¡ay! En tu Hijo,
de las esperanzas del cielo
y de los consuelos de la resignación.

Pide por ellas a Jesús,
tu compañero de taller,
gloriosísimo San José.

Amén.

LECTURAS BÍBLICAS DE LA FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO,1 DE MAYO, PATRONO DE LOS TRABAJADORES

San José Obrero (Memoria Libre)
1 de mayo de 2020


Color: Blanco

Santos:
San José, Obrero


Lecturas del día:
Primera lectura

Génesis 1:26--2:3
26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.
27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.
28 Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»
29 Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento.
30 Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue.
31 Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardecío y amaneció: día sexto.
1 Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato,
2 y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera.
3 Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.


O también:

Colosenses 3:14-15, 17, 23-24
14 Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección.
15 Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos.
17 y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre.
23 Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres,
24 conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa. El Amo a quien servís es Cristo.



Salmo responsorial
Salmo 90:2-4, 12-14, 16


2 Antes que los montes fuesen engendrados, antes que naciesen tierra y orbe, desde siempre hasta siempre tú eres Dios.

3 Tú al polvo reduces a los hombres, diciendo: «¡Tornad, hijos de Adán!»
4 Porque mil años a tus ojos son como el ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche.

12 ¡Enseñanos a contar nuestros días, para que entre la sabiduría en nuestro corazón!

13 ¡Vuelve, Yahveh! ¿Hasta cuándo? Ten piedad de tus siervos.

14 Sácianos de tu amor a la mañana, que exultemos y cantemos toda nuestra vida.

16 ¡Que se vea tu obra con tus siervos, y tu esplendor sobre sus hijos!



Evangelio
Mateo 13:54-58

54 Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?
56 Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?»
57 Y se escandalizaban a causa de él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio.»
58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.


San José Obrero
Reflexión sobre el valor del trabajo
Fuente: Catholicnet



Celebramos hoy con toda la Iglesia a San José, esposo de la Santísima Virgen y, según la ley judía, padre de Jesús, aunque no lo fuera por la generación habitual de la carne. No era, sin embargo, Jesús menos hijo de su corazón que los hijos comunes lo son de sus padres. Sin temor a exagerar, podemos afirmar que José es padre de Jesús, el hijo de María siempre Virgen, con una paternidad excelsa y muy superior a la de los padres que engendran según la carne. Como afirma san Agustín, a José no sólo se le debe el nombre de padre, sino que se le debe más que a otro alguno (...), ¿cómo era padre? Tanto más profundamente padre, cuanto más casta fue su paternidad. Algunos pensaban que era padre de Nuestro Señor Jesucristo, de la misma forma que son padres los demás, que engendran según la carne, y no sólo reciben a sus hijos como fruto de su afecto espiritual. Por eso dice San Lucas: se pensaba que era padre de Jesús. ¿Por qué dice sólo se pensaba? Porque el pensamiento y el juicio humanos se refieren a lo que suele suceder entre los hombres. Y el Señor no nació del germen de José. Sin embargo, a la piedad y a la caridad de José, le nació un hijo de la Virgen María, que era Hijo de Dios.

José amaba a Jesús como no somos capaces de amar los demás hombres. Entregó al Hijo de Dios encarnado lo mejor de sí mismo, incluyendo el trabajo que llenaba su vida y sustentaba a la familia que quiso Dios para nacer, crecer y alcanzar su madurez entre los hombres. Por eso Nuestro Señor era conocido como artesano: el hijo del artesano. Y nos lo imaginamos durante muchos años –tenía Jesús al comenzar unos treinta años, cuando comenzó su vida pública, según nos cuenta san Lucas– en el taller de su padre, José, y más tarde posiblemente al frente del mismo. Jesús pasó la mayor parte de sus días sobre la tierra trabajando, como todos los hombres y mujeres de bien. Se ocupaba en una tarea corriente, sin más relieve la mayoría de las veces que el sobrenatural, por el amor a Dios y la perfección que ponía en cada detalle.

El trabajo ocupa la mayor parte de nuestro tiempo. Trabajo que no es exclusivamente la ocupación profesional en sentido estricto. Trabajo es asimismo cualquier otra actividad productiva en sentido amplio, que, por lo general, requiere un cierto esfuerzo por parte de quien la realiza: desde responder el correo a leer un artículo cultural que contribuye a la propia formación o charlar con un hijo o con un amigo, tratando de ayudarle.

El esfuerzo: he aquí la dificultad. Dificultad añadida al trabajo como consecuencia del pecado. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, advirtió Dios a Adán en el Paraíso Terrenal, después de la desobediencia. Habiendo perdido, al desobedecer, la inocencia original, el trabajo, desde entonces, es en cierto sentido una pena, un castigo a la rebeldía humana. Ahora, trabajar cuesta. Cualquier actividad –hasta la más pequeña– que emprende el hombre en beneficio propio le supone esfuerzo: es trabajosa, decimos, para indicar que de algún modo nos pesa.

El trabajo no se realiza con gusto y constancia de modo espontáneo. Es preciso casi siempre un empeño por mantener la decisión –que cuesta– del orden, de la puntualidad, del cuidado del detalle... Sucede, por el contrario, que lo fácil es generalmente de poco valor y no cubre las expectativas y requerimientos personales. Todo lo que vale es trabajososo y ningún ideal se hace realidad sin sacrificio..., leemos en Camino. Se trata, en todo caso, de un esfuerzo, de un sacrificio, de una renuncia incluso –si queremos llamarlo así–, aunque sea llevadero. De ordinario, en efecto, lo que se espera de cada persona en el terreno profesional y en sus deberes familiares y sociales es algo posible, razonable.

Sin embargo, el hombre trabajaba antes de pecar. Como dice el libro del Génesis, tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y lo dejó en al jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase. Sólo después del pecado sintió el hombre la dificultad del esfuerzo. El trabajo de la tierra no sería en adelante una tarea confortable: espinas y abrojos te producirá, aseguró Dios a Adán. Lo cual, en modo alguno privó al trabajo de su grandeza original, por la que el hombre había sido constituido Señor de la naturaleza: llenad la tierra y sometedla, dijo Dios al hombre haciéndolo señor de toda la creación terrena. El trabajo aparece, pues, como un designio y don de Dios a los hombres, por el que los constituye en señores del mundo que había creado para ellos.

La actividad humana, por tanto, ya que puede ser trabajo casi siempre, es una permanente ocasión de configurar nuestra existencia según el querer divino, de amar a Dios agradecidamente y del más pleno desarrollo personal: aquel querido desde el principio por nuestro Creador.

Pedimos a Santa María que contemplemos en cada instante esa ocasión que se nos presenta, irrepetible, de vivir según Dios. Con su ayuda maternal no nos faltará la fuerza necesaria y sabremos superar la debilidad y falta de constancia que son consecuencia del pecado.

EL PAPA FRANCISCO PIDE REZAR POR LOS DIFUNTOS ANÓNIMOS


El Papa Francisco pide rezar por los difuntos “anónimos”
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Captura Vatican Media




Al inicio de la Misa en la Casa Santa Marta de este 30 de abril, el Papa Francisco ofreció la Eucaristía por quienes han fallecido recientemente y solicitó oraciones por los difuntos “anónimos” durante esta pandemia del coronavirus, COVID19.

“Rezamos por los difuntos, por quienes han fallecido, por la pandemia y también, en un modo especial por los difuntos, digamos así ‘anónimos’, hemos visto las fotografías de las fosas comunes, tantos allí”, pidió el Santo Padre.


Durante su homilía, el Papa Francisco reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Juan en el cual Jesús dice: “Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae”. En esta línea, el Santo Padre afirmó que “es Dios que atrae el conocimiento del Hijo, sin esto, no se puede conocer a Jesús”.

“Si, se puede estudiar, conocer la Biblia, conocer cómo nació, qué hizo, eso sí, pero conocer el misterio de Cristo solamente para quienes que son atraídos por el Padre”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:
San Juan 6:44-51


44 «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.
45 Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.
47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de la vida.
49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;
50 este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.
51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

IMÁGENES DE ESTAMPAS CON ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA





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