miércoles, 17 de junio de 2020

PAPA FRANCISCO EXHORTA A QUE LA LIBERTAD DE CONCIENCIA SEA RESPETADA SIEMPRE


Papa Francisco exhorta a que la libertad de conciencia sea respetada siempre
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco realizó un llamado a la libertad de conciencia para que “pueda ser respetada siempre y en todas partes” por lo que exhortó “a dar ejemplo de coherencia con una conciencia recta e iluminada por la Palabra de Dios”.

Así lo indicó el Santo Padre este miércoles 17 de junio al concluir la Audiencia General que se llevó a cabo en la Biblioteca del Palacio Apostólico y transmitida en directa por el Vaticano.


“Que la libertad de conciencia pueda ser respetada siempre y en todas partes; y que todo cristiano pueda dar ejemplo de coherencia con una conciencia recta e iluminada por la Palabra de Dios”, animó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre señaló que este 17 de junio se celebra la “Jornada de la Conciencia”, que está “inspirada en el testimonio del diplomático portugués Aristides de Sousa Mendes, el cual, hace ochenta años, decidió seguir la voz de la conciencia y salvó la vida a miles de judíos y otros perseguidos”.

Previamente, el Pontífice continuó con su serie de catequesis sobre la oración, que en esta ocasión, se centró en el profeta Moisés y en el relato bíblico del libro del Éxodo: “cuando Dios lo llama, Moisés es humanamente ‘un fracasado’. El libro del Éxodo nos lo representa en la tierra de Madián como un fugitivo. De joven había sentido piedad por su gente y había tomado partido en defensa de los oprimidos. Pero pronto descubre que, a pesar de sus buenos propósitos, de sus manos no brota justicia, si acaso, violencia. He aquí los sueños de gloria que se hacen trizas: Moisés ya no es un funcionario prometedor, destinado a una carrera rápida, sino alguien que se ha jugado las oportunidades, y ahora pastorea un rebaño que ni siquiera es suyo”.

En esta línea, el Pontífice invitó a rezar a Dios para que interceda por las personas y las bendiga y explicó que “el mundo vive y prospera gracias a la bendición del justo, a la oración de piedad, a esta oración de piedad, el santo, el justo, el intercesor, el sacerdote, el obispo, el Papa, el laico, cualquier bautizado eleva incesantemente por los hombres, en todo lugar y en todo tiempo de la historia”.

“Pensemos en Moisés, el intercesor. Y cuando nos entren las ganas de condenar a alguien y nos enfademos por dentro -enfadarse hace bien, pero condenar no hace bien- intercedamos por él: esto nos ayudará mucho”, concluyó el Papa.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 17 DE JUNIO DE 2020


Miércoles de la undécima semana del Tiempo Ordinario
17 de Junio de 2020



Segundo Libro de los Reyes 2,1.6-14.
Esto es lo que sucedió cuando el Señor arrebató a Elías y lo hizo subir al cielo en el torbellino. Elías y Eliseo partieron de Guilgal,
Elías le dijo: "Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordán". Pero Eliseo respondió: "Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré". Y se fueron los dos.
Cincuenta hombres de la comunidad de profetas fueron y se pararon enfrente, a una cierta distancia, mientras los dos estaban de pie a la orilla del Jordán.
Elías se quitó el manto, lo enrolló y golpeó las aguas. Estas se dividieron hacia uno y otro lado, y así pasaron los dos por el suelo seco.
Cuando cruzaban, Elías dijo a Eliseo: "Pide lo que quieres que haga por antes de que sea separado de tu lado". Eliseo respondió: "¡Ah, si pudiera recibir las dos terceras partes de tu espíritu!".
"¡No es nada fácil lo que pides!, dijo Elías; si me ves cuando yo sea separado de tu lado, lo obtendrás; de lo contrario, no será así".
Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino.
Al ver esto, Eliseo gritó: "¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Carro de Israel y su caballería!". Y cuando no lo vio más, tomó sus vestiduras y las rasgó en dos pedazos.
Luego recogió el manto que se le había caído a Elías de encima, se volvió y se detuvo al borde del Jordán.
Después, con el manto que se le había caído a Elías, golpeó las aguas, pero estas no se dividieron. Entonces dijo: "¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?". El golpeó otra vez las aguas; estas se dividieron hacia uno y otro lado, y Eliseo cruzó.



Salmo 31(30),20.21.24.
¡Qué grande es tu bondad, Señor!
Tú la reservas para tus fieles;
y la brindas a los que se refugian en ti,
en la presencia de todos.

Tú los ocultas al amparo de tu rostro
de las intrigas de los hombres;
y los escondes en tu Tienda de campaña,
lejos de las lenguas pendencieras.

Amen al Señor, todos sus fieles,
porque él protege a los que son leales
y castiga con severidad a los soberbios.


Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18.

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.





Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

San Francisco de Sales (1567-1622)
obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia

Tratado del amor de Dios (“Traité de l'amour de Dieu”, II, livre XII, Éd. Gabalda, 1924), trad. sc©evangelizo.org
La pureza de intención

Nuestro Señor, reportan los ancianos, tenía la costumbre de decir a los suyos: “Sean buenos acuñadores de monedas”. Si el escudo no es de buen oro o peso, si no está marcado correctamente en una cara, se lo rechaza por no apto. Una obra de buena clase, si ella no está revestida de caridad, si la intención no es piadosa, no será recibida entre las buenas obras. Si ayuno pero para ahorrar, mi ayuno no es de buena clase. Si ayuno por temperancia pero mi alma tiene un pecado mortal, le falta peso a esta obra ya que es la caridad que da peso a todo lo que hacemos. Si es sólo por conveniencia y para acomodarme a mis compañeros, esta obra no está marcada en una cara de una buena intención. Pero si ayuno por temperancia, estoy en gracia de Dios y tengo la intención de agradar a su divina majestad con esta temperancia, la obra es como una buena moneda, apropiada para hacer crecer en mí el tesoro de la caridad.

       Realizar las pequeñas acciones con pureza de intención y gran voluntad de agradar a Dios, es realizarlas excelentemente y entonces ellas nos santifican enormemente. Hay personas que comen mucho  y están siempre delgadas, cansadas y débiles, porque no poseen una buena fuerza digestiva. Hay otras personas que comen poco y están siempre fuertes y vigorosas, porque tienen el estómago bueno. También existen almas que hacen muchas buenas obras y crecen poco en caridad, porque ellas las realizan de forma fría o desganada, par instinto e inclinación de la naturaleza más que por inspiración de Dios o fervor celeste. Al contrario, hay quienes realizan pocas obras pero con una intención tan santa que ellas progresan mucho en caridad. Tienen poco talento pero lo llevan tan fielmente que el Señor los recompensa grandemente.


BIENVENIDOS!!!





domingo, 14 de junio de 2020

EL EVANGELIO DE HOY - SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI 14 DE JUNIO DE 2020


Solemnidad de Corpus Christi
Domingo 14 de junio de 2020

“ Yo soy el pan vivo ”



Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14b-16a

Moisés habló al pueblo diciendo:
«Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para probarte y conocer lo que hay en tu corazón: si observas sus preceptos o no.
Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para hacerte reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios.
No olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres».


Salmo
Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 R/.
 Glorifica al Señor, Jerusalén


Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sion.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R/.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los 
Corintios 10, 16-17

Hermanos:
El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo?
Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 51-58

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».
Disputaban los judíos entre sí:
«Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».




LA SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI


La solemnidad del Corpus Christi nos recuerda la singular y particular importancia que Jesús daba al comer juntos en torno a una misma mesa. Las comidas de Jesús fueron gestos y acciones proféticas. Quien se aproxima al Misterio de Jesús no puede eludir el profundo significado religioso y el valor transcendente que el mismo Jesús quiso imprimir a la comensalidad. Sirvan como ejemplo los relatos de la multiplicación de los panes y los peces, las bodas de Caná, la conversación entre Jesús y la sirio-fenicia, la comida en la casa de Simón…

Cuando los seguidores de Jesús se volvieron a reunir tras su muerte, ahora ya sin Jesús, con la sola fuerza en la convicción de su nueva presencia resucitada, hasta el punto que podemos hablar de la comunidad del Resucitado, lo hacen, como nos relatan los textos del Nuevo Testamento, celebrando una comida y partiendo y repartiendo el pan, tal como lo habían visto hacer al mismo Jesús. Es más, las narraciones sobre Jesús, que después pasaron a ser relatos a cerca de Jesús, origen de los Evangelios, se fraguaron en estas comidas de fraternidad.

El sencillo pueblo cristiano, y en lucha frente a las autoridades eclesiásticas, comprendió de una forma más plena y auténtica el sentido profundo de la Cena del Señor hasta el punto que, llevado de su ‘sentido de la fe’, consiguió durante la Edad Media europea hacer de la celebración vespertina del Jueves Santo, la Cena del Señor, una solemnidad particular, pasado el tiempo de Pascua, para realzar y celebrar con total alegría y regocijo la institución de la Eucaristía, esto es, el memorial por el cual Jesús se hace ‘real’, simbólica y sacramentalmente, bajo las especies y signos de pan y de vino en torno a una mesa compartida.



Fray Manuel Jesús Romero Blanco O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)

CORPUS CHRISTI 2020 - PAPA FRANCISCO


Corpus Christi 2020: El Papa afirma que “no podemos prescindir de la Eucaristía”
Redacción ACI Prensa



El Papa Francisco afirmó este domingo 14 de junio, durante la Misa por la Solemnidad del Corpus Christi, que “no podemos prescindir de la Eucaristía, es el memorial de Dios”.

El Papa, en su homilía pronunciada durante la Misa celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, señaló que “el Señor sabe que el mal y los pecados no son nuestra identidad; son enfermedades, infecciones. Y viene a curarlas con la Eucaristía, que contiene los anticuerpos para nuestra memoria enferma de negatividad”.

Advirtió del peligro de olvidarse de la acción salvadora de Dios en la humanidad. Explicó que “memoria no es algo privado, sino el camino que nos une a Dios y a los demás. Por eso, en la Biblia el recuerdo del Señor se transmite de generación en generación, hay que contarlo de padres a hijos”.


De hecho, “la Sagrada Escritura se nos dio para evitar que nos olvidemos de Dios”. Pero hay un problema, apuntó el Pontífice: “¿Qué pasa si la cadena de transmisión de los recuerdos se interrumpe? Y luego, ¿cómo se puede recordar aquello que sólo se ha oído decir, sin haberlo experimentado? Dios sabe lo difícil que es, sabe lo frágil que es nuestra memoria, y por eso hizo algo inaudito por nosotros: nos dejó un memorial”.

Por eso, “no nos dejó sólo palabras, porque es fácil olvidar lo que se escucha. No nos dejó sólo la Escritura, porque es fácil olvidar lo que se lee. No nos dejó sólo símbolos, porque también se puede olvidar lo que se ve”.

“Nos dio, en cambio, un Alimento, pues es difícil olvidar un sabor. Nos dejó un Pan en el que está Él, vivo y verdadero, con todo el sabor de su amor. Cuando lo recibimos podemos decir: ¡Es el Señor, se acuerda de mí!”.

Ese es el sentido de las palabras de Jesús en la Última Cena: “Haced esto en memoria mía”. “Haced: la Eucaristía no es un simple recuerdo, sino un hecho; es la Pascua del Señor que se renueva por nosotros”.

“La Eucaristía nos trae el amor fiel del Padre, que cura nuestra orfandad. Nos da el amor de Jesús, que transformó una tumba de punto de llegada en punto de partida, y que de la misma manera puede cambiar nuestras vidas. Nos comunica el amor del Espíritu Santo, que consuela, porque nunca deja solo a nadie, y cura las heridas”.


Con la Eucaristía “el Señor también sana nuestra memoria negativa, que siempre hace aflorar las cosas que están mal y nos deja con la triste idea de que no servimos para nada, que sólo cometemos errores, que estamos equivocados”.

“Jesús viene a decirnos que no es así. Él está feliz de tener intimidad con nosotros y cada vez que lo recibimos nos recuerda que somos valiosos: somos los invitados que Él espera a su banquete, los comensales que ansía”.

El Papa Francisco finalizó su homilía invitando a seguir celebrando “el Memorial que sana nuestra memoria, la Misa. Es el tesoro al que hay dar prioridad en la Iglesia y en la vida”.

HOY CELEBRAMOS LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI


Hoy celebramos la Solemnidad del Corpus Christi
Redacción ACI Prensa





Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en algunos países las Iglesias locales deciden trasladarla para el domingo por una cuestión pastoral.

En esta solemnidad la Iglesia tributa a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor, siendo la procesión del Corpus Christi una de las más importantes en toda la Iglesia Universal.


A mediados del siglo XIII el P. Pedro de Praga dudaba sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe. Al retornar, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la Cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró manchando el corporal.

La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y mandó que se le lleve el corporal. Más adelante el Pontífice publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.

El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion.

El Papa Clemente V en el Concilio general de Viena (1311) ordenó una vez más esta fiesta y publicó un nuevo decreto en el que incorporó el de Urbano IV. Posteriormente Juan XII instó su observancia.




Historia de la Solemnidad del Corpus Christi


A fines del siglo XIII surgió en Lieja, Bélgica, un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue la Abadía de Cornillón fundada en 1124 por el Obispo Albero de Lieja. Este movimiento dio origen a varias costumbres eucarísticas, como por ejemplo la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa y la fiesta del Corpus Christi.

Santa Juliana de Mont Cornillón, por aquellos años priora de la Abadía, fue la enviada de Dios para propiciar esta Fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.

Desde joven, Santa Juliana tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre anhelaba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haber intensificado por una visión que tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.

Juliana comunicó estas apariciones a Mons. Roberto de Thorete, el entonces obispo de Lieja, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos y a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Lieja, más tarde Papa Urbano IV.

El obispo Roberto se impresionó favorablemente y, como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; al mismo tiempo el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan escribiera el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio.

Mons. Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez al año siguiente el jueves posterior a la fiesta de la Santísima Trinidad. Más tarde un obispo alemán conoció la costumbre y la extendió por toda la actual Alemania.

El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy cerca de esta localidad se encuentra Bolsena, donde en 1263 o 1264 se produjo el Milagro de Bolsena: un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264. Hoy se conservan los corporales -donde se apoya el cáliz y la patena durante la Misa- en Orvieto, y también se puede ver la piedra del altar en Bolsena, manchada de sangre.

El Santo Padre movido por el prodigio, y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la Iglesia por medio de la bula "Transiturus" del 8 septiembre del mismo año, fijándola para el jueves después de la octava de Pentecostés y otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio.

Luego, según algunos biógrafos, el Papa Urbano IV encargó un oficio -la liturgia de las horas- a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino; cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio hecho por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos.

La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y, en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. En 1317 se promulga una recopilación de leyes -por Juan XXII- y así se extiende la fiesta a toda la Iglesia.

Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV, y se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV.

La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.

En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.

Finalmente, el Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

FELIZ DOMINGO!!!!




jueves, 11 de junio de 2020

UN DÍA COMO HOY NACIÓ SAN FRANCISCO MARTO, UNO DE LOS VIDENTES DE FÁTIMA


Un día como hoy nació San Francisco Marto, uno de los videntes de Fátima
Redacción ACI Prensa




Un día como en 1908 nació San Francisco Marto, uno de los tres pastorcitos videntes de las apariciones de la Virgen María en Fátima (Portugal).

Francisco Marto nació el 11 de junio de 1908 y bautizado nueve días después. Cuando tenía ocho años comenzó a pastorear el rebaño de sus padres junto con su hermana Jacinta en la región de Cova de Iría.

Allí los dos niños y su prima Lucía fueron testigos de las apariciones de la Virgen María entre mayo y octubre de 1917, quien les transmitió un mensaje de penitencia y conversión.

Tras las apariciones, Francisco continuó con sus actividades cotidianas. Lucía iba a la escuela, tal como se lo pidió la Virgen, y la acompañaban sus dos primos. De camino pasaban por la iglesia y saludaban a Jesús Eucaristía.  

El niño, sabiendo que no viviría mucho tiempo y llevado por su deseo de consolar al corazón de Jesús decía: “Vayan ustedes al colegio, yo me quedaré aquí con Jesús Escondido”.


Así, cuando salían del colegio, las niñas lo encontraban en una actitud de recogimiento lo más cerca posible del tabernáculo.

El pequeño Francisco era el más contemplativo de los tres y quería consolar a Dios, tan ofendido por los pecados de la humanidad. En una ocasión, Lucía le preguntó: “Francisco, qué prefieres: ¿consolar al Señor o convertir a los pecadores?”, y él respondió: “Prefiero consolar al Señor”.

“¿No vieron lo triste que estaba Nuestra Señora cuando nos dijo que los hombres no deben ofender más al Señor, quien ya está tan ofendido? Me gustaría consolarlo y, después, convertir a los pecadores para que ellos no lo ofendan más”, aseguraba.

“Luego estaré en el Cielo. Y cuando llegue, voy a consolar mucho a Nuestro Señor y a Nuestra Señora”, agregaba.

El 18 de octubre de 1918, Francisco enfermó de una bronco-neumonía, conocida como gripe española que asoló Portugal y causó la muerte de miles de personas. Conforme los meses pasaban, la salud del niño se deterioró.

Según señala el Santuario de Fátima, el 2 de abril de 1919 el pastorcito se confesó y recibió la Comunión por última vez “con una gran lucidez y piedad”, como escribió el párroco de Fátima en el obituario al registrar su muerte dos días después.


“Confirmó que había visto una Señora en Cova de Iría y Valinho”, indicó el sacerdote.

El cadáver del pequeño Francisco fue sepultado en el cementerio de Fátima. Sus restos fueron exhumados el 17 de febrero de 1952 y trasladados a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en marzo de ese mismo año, donde se encuentran hasta la actualidad.

Francisco Marto fue canonizado junto con su hermana Jacinta por el Papa Francisco el 13 de mayo de 2017, en el marco de las celebraciones por el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima.

El milagro que permitió la canonización de los hermanos fue la curación de un niño brasileño llamado Lucas, quien cuando tenía cinco años cayó de una ventana desde una altura de 6,5 metros y quedó en coma.

Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente por Rafael Tavares en ACI Digital.

NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS -DÍA 2, 11 DE JUNIO DE 2020


Novena al Sagrado Corazón de Jesús 
Segundo día
Jueves 11 de junio de 2020


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del segundo día: 
Deseos y amorosos suspiros

¡Oh Corazón amabilísimo de Jesús, celestial puerta por donde nos llegamos a Dios y Dios viene a nosotros! Dignaos estar patente a nuestros deseos y amorosos suspiros, para que, entrando por vos a vuestro Eterno Padre, recibamos sus celestiales bendiciones y copiosas gracias para amaros. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, sí es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.

CORPUS CHRISTI: PAPA FRANCISCO VUELVAN AL SEÑOR EN LA ADORACIÓN Y EN LA MISA


Corpus Christi: Papa Francisco vuelvan al Señor en la Adoración y en la Misa
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



“Apenas sea posible, vuelvan a la Adoración y a la comunión del Cuerpo del Señor en la Misa”, fue la recomendación del Papa Francisco este miércoles 10 de junio durante su audiencia general de esta semana llevada a cabo en la biblioteca del palacio apostólico vaticano.

Tras impartir su catequesis sobre la oración de Jacob, el Santo Padre recordó la solemnidad del Corpus Christi, que este año se celebra el jueves 11 de junio, y en algunos países por motivos pastorales el domingo 14 de junio, y sugirió diversas recomendaciones a los católicos.

Durante su saludo a los fieles de lengua portuguesa, el Papa invitó a “mirar con confianza su futuro en Dios, llevando el fuego de su amor en el mundo”.


En esta línea, el Santo Padre animó -considerando que en muchos países del mundo todavía no es posible asistir a la Celebración Eucarística en las iglesias debido al Covid-19- a que “apenas sea posible, regresen a la Adoración y a la comunión del Cuerpo del Señor en la Misa de precepto”.

“Es la gracia de la Pascua que fructifica en la Eucaristía y que hace fecunda nuestra vida. ¡Dios los bendiga!”, dijo el Papa a los fieles de lengua portuguesa.

Además, el Santo Padre señaló a los italianos que “mañana es la Solemnidad de Corpus Domini, Cuerpo y Sangre de Cristo” y agregó que “este año no es posible celebrar la Eucaristía con manifestaciones públicas, sin embargo, podemos realizar una ‘vida eucarística’”.

“La hostia consagrada contiene la persona de Cristo: estamos llamados a buscarla delante al Sagrario en la iglesia, pero también en aquel sagrario que son los últimos, los que sufren, las personas solas y pobres”, indicó el Papa quien exhortó también a “encontrar en la Eucaristía las energías necesarias para vivir con fuerza cristiana los momentos difíciles”.

Por último, el Pontífice subrayó a los fieles polacos que el mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús es “particularmente sentido entre ellos” por lo que recomendó confiar “las inquietudes de nuestros corazones” al “Corazón Divino, lleno de paz y de amor”.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY JUEVES 11 DE JUNIO DE 2020 - SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI


Décima semana del Tiempo Ordinario
Jueves 11 de Junio de 2020

Lecturas del día y comentario Hoy es: 
San Bernabé (11 de Junio)
“ Vete primero a reconciliarte con tu hermano ”



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 
11, 21b-26; 13, 1-3

Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño, porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor. Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.
En la Iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado Níger; Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo: «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado». Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los enviaron.


Salmo
Sal 97, 1-6 R/. El Señor revela a las naciones su justicia

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 20-26


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás”, y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano «imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».




Reflexión del Evangelio de hoy

Gratis lo recibisteis, dadlo gratis.
Hoy celebramos la fiesta de San Bernabé, hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Así nos lo presenta el libro de los Hechos de los Apóstoles. Bernabé no hizo parte del grupo inicial de los seguidores de Jesús, los Doce, pero se destacó por su fe y su dinamismo evangelizador, al punto que se nos dice que por su predicación “una considerable multitud se unió al Señor” (Hch 11,24).

Y los anima a “permanecer fieles al Señor con un corazón firme”
La primera lectura de hoy nos presenta el dinamismo de la Iglesia naciente. Y en ella la presencia y dinámica de fe de Bernabé, cuya presentación es breve y, al mismo tiempo, incisiva en elementos que nos revelan quien fue este hombre: enviado por la Iglesia de Jerusalén (judíos seguidores de Jesús) a Antioquia (ciudad constituida por una gran variedad de pueblos, aunque predominantemente era una ciudad griega); participa del discernimiento: ¿A quién se debe anunciar el Evangelio? ¿Sólo a los hijos de Israel?  ¿A todos?

Pero no se limita a esto, sino que sabiendo que Saulo está en Tarso (quien había perseguido a los cristianos anteriormente), lo fue a buscar y, encontrándolo, lo lleva para Antioquia, lugar donde ambos viven como miembros de la Iglesia y continúan anunciando el Evangelio. Y será esta Iglesia de Antioquia quien percibe que el Señor llama a todos ellos – a la comunidad, a Bernabé y a Saulo –  a salir de su lugar de seguridad y conforto para anunciar el Evangelio a todos. Se inicia así la gran Evangelización a todos los pueblos…

¡Y todo cambia!
Jesús tiene una actitud de ruptura y continuidad ante la Ley de Moisés. Rompe con la interpretación al pie de la letra y reafirma el objetivo último de la Ley: el Amor es la mayor expresión de la justicia. De esta forma, Jesús nos invita a ir más allá de una cuestión ética. Lo importante no es leer leyes escritas en tablas de piedra, sino descubrir y comprometerse con las exigencias del amor en la vida cotidiana de las personas. Está llegando el reino de Dios… ¡y todo cambia!

De diversas maneras Jesús nos insiste en que, cuando experimentamos el amor del Padre, no podemos vivir encerrados en nosotros mismos. El amor va más allá de las fórmulas y recetas… nos exige creatividad, imaginación, valentía… Sí, valentía para superar los moldes de una justicia humana que sólo busca sentirse recompensada. Valentía para “dejar mi ofrenda y volver para reconciliarte con mi hermano”. Una creatividad que me lleva a dialogar y buscar otras posibilidades mientras voy de camino con quien me lleva al tribunal… Toda ofensa exige reparación, acercarme, buscar la relación, sanar heridas.

El evangelio de hoy resalta que hacer el bien a las personas, respetarlas, hace parte de la propia dinámica del reino de Dios. La acogida y ofrecer nuevas oportunidades es propio del corazón de Dios y de todas las personas que, experimentando el amor del Padre, lo acogen y se suman a su proyecto.

Las dificultades, los conflictos, los intereses particulares o de grupitos, la sed de una justicia reivindicativa de egos y reconocimientos… hacen parte de la vida. Jesús, el Maestro, nos enseña a vivir desde la libertad que brota del Amor a Dios. Así lo experimentó Bernabé, quien, yendo más allá de “las etiquetas”, fue a buscar al “perseguidor de cristianos” para vivir y anunciar el Evangelio. Un testimonio que nos lanza a ser creativos, audaces y misioneros. Así lo expresa José María Rodríguez Olaizola, sj en su poema “Apóstol”

Vamos, amigo,
no te calles ni te achantes,
que has de brillar
como fuego nocturno,
como faro
en la tormenta,
con luz
que nace en la hoguera de Dios.

Vamos amigo,
no te rindas ni te pares,
que hay quien espera,
anhelante, que compartas
lo que Otro te ha regalado.

¿Aún no has descubierto
que eres rico para darte a manos llenas?
¿Aún no has caído en la cuenta
de la semilla que, en ti,
crece pujante
fértil, poderosa,
y dará frutos de vida y

Vamos, amigo.
Ama a todos
con amor único y diferente,
déjate en el anuncio
la voz y las fuerzas,
ríe
con la risa contagiosa
de las personas felices,
llora las lágrimas
valientes del que afronta la intemperie
hasta el último día,
hasta la última gota,
hasta el último verso.
En nombre de Aquel
que pasó por el mundo
amando primero. 


Hna. Ana Belén Verísimo García OP
Dominica de la Anunciata
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...