jueves, 2 de julio de 2020

4 TIPOS DE AMISTADES QUE SON MALAS PARA TU MATRIMONIO


4 tipos de amistades que son malas para tu matrimonio
En nuestra vida, debemos de tener mucho cuidado de aquellas amistades negativas que tienen el potencial de dañar nuestro matrimonio


Por: Ashley Willis | Fuente: sixseeds.patheos.com/ashleywillis/




Las amistades juegan un rol extremadamente importante en nuestras vidas, y esto se mantiene como una verdad inclusive después que nos hemos casado.

Debemos de cultivar buenas, verdaderas, leales, y honestas amistades que no sólo saquen lo mejor de nosotros sino que también saquen lo mejor de nuestro matrimonio.

Por otro lado, debemos de tener mucho cuidado de aquellas amistades negativas que tienen el potencial de dañar nuestro matrimonio.

A menudo nos terminamos convirtiendo en las personas con las que más tiempo solemos pasar.

Ciertamente tendremos algunos amigos que vengan de diferentes rumbos en la vida, y esto es algo bueno, pero no podemos permitir a NINGUNO de ellos dañar nuestro matrimonio.

Entonces, ¿cómo podemos diferenciar a una “buena amistad” de una “mala amistad”? Debemos de comprender el tipo de comportamiento de nuestras amistades que impacta negativamente en nuestro matrimonio.

Aquí están las cuatro malas amistadas para nuestro matrimonio:

1.- El amigo que habla mal de su cónyuge.
Cuando yo crecía, mi mamá a veces me regañaba cuando yo soñaba como muchos de mis amigos. Ella me solía decir:

"Nunca te sueles quejar tanto. Seguramente has pasado demasiado tiempo con fulano".

Al principio yo creía que ella sólo me estaba regañando, pero entonces me daba cuenta que era cierto. Es raro como muchas veces terminamos adquiriendo algunos hábitos de aquellos con los que pasamos más tiempo.

Si nuestro amigo consistentemente ve y se queja de todos los defectos de su cónyuge, entonces, con el tiempo comenzaremos naturalmente a ver al nuestro de manera negativa.

En un esfuerzo por validar a esta persona o hacerla sentir mejor, terminaremos hiriendo nuestro matrimonio con las palabras negativas que decimos y con los pensamientos que permitimos echen raíz en nuestras mentes.

En lo que se refiere al matrimonio, debemos rodearnos de personas que quieran tener un buen matrimonio.

Durante los tiempos vulnerables, podemos encontrarnos a nosotros mismos quejándonos acerca de nuestro cónyuge con nuestros amigos. Esto podría pasar una o dos veces. Pero no podemos permitir que se vuelva una norma. Es algo tóxico para nuestro matrimonio y para nuestra amistad.

2. El amigo que habla mal de nuestro cónyuge
Esto pareciera algo tan evidente que ni siquiera lo vamos a pensar, pero he conversado con demasiadas parejas que tienen a los que llamamos “mejores amigos” que constantemente ven de menos a sus parejas. Esto simplemente NO puede suceder.

La excusa más común que yo escucho cuando abordamos este tema es:

“Ellos me conocen desde antes que yo me hubiese casado entonces lo que están haciendo es sobreprotegerme".

Esto puede ser cierto, pero eso no hace que el hablar mal de tu cónyuge esté bien. Cuando permitimos que nuestros amigos digan cualquier cosa desagradable en contra de nuestra esposa, estamos colocando nuestra amistad antes que nuestro matrimonio. Esto no es solamente dañino, sino erróneo.

Después de Dios, nuestro cónyuge merece nuestro compañerismo y lealtad. Nuestros amigos vienen después que nuestra familia.

Debemos dejar saber a nuestros amigos que NO ESTA BIEN que pongan apodos a nuestros cónyuges cuando estos hacen algo. Esto perpetúa el ciclo negativo en nuestra mente y corazones y crea una dañina codependencia en la amistad que terminará hiriendo nuestro matrimonio.

3. El amigo que trata de ponerte en contra de tu familia.
Un verdadero amigo te motivará a ser alguien cercano con tu esposa e hijos. Y no todo lo contrario.

Cualquier amigo que demande más de tu tiempo y diga cosas como “ella te tiene encerrado”, o “ella te exige demasiado tiempo”, o “ella está controlando todo tu tiempo”, o “tú deberías de poder hacer lo que tú quieras con tu tiempo”; esto no es una buena influencia para nosotros y ciertamente no está considerando nuestra devoción hacia nuestra familia.

Nuestros amigos nunca deberían de esperar que escojamos nuestra amistad antes que nuestra familia y no deberían de tratar de levantar discusiones con nuestro cónyuge al estar exigiendo más de nuestro tiempo.

Al final la verdad es que necesitamos pasar tiempo con nuestros amigos, pero ese tiempo nunca debe ser a expensas de nuestra propia familia.

Si estamos pasando demasiadas noches saliendo con nuestros amigos, nuestro matrimonio va a sufrir. Muchas salidas con los amigos nos llevan hacia un matrimonio solitario. Está fuera de balance, porque nuestro matrimonio debe venir primero.

4.- El amigo que odia el matrimonio en general.
Como lo dije antes, PODEMOS tener amigos de diferentes ambientes y con diferentes experiencias de vida. Esto es una cosa hermosa. Pero esto significa que la mayoría de nosotros tendremos opiniones diferentes acerca de diferentes cosas.

No deberíamos terminar una amistad simplemente porque no estamos de acuerdo en todo lo que pensamos o decimos, pero no podemos tener amistades cercanas con alguien que no respeta nuestras creencias y que tratan de minimizar nuestros valores.

Podemos tener algunos amigos que se hayan divorciado y que estén probablemente con una actitud negativa hacia el matrimonio en general. Yo no digo que no debemos darle apoyo durante esta época tan difícil. Definitivamente debemos hacerlo.

Debemos asegurarnos de que nuestras conversaciones no sean contra el matrimonio.

Yo tenía un amiga que comenzó a salir con dos mujeres divorciadas que le solían decir que estar soltera era mucho mejor que estar casada. Salían a restaurantes y a discotecas por lo menos una vez a la semana juntos. Mi amiga era la única mujer casada en el grupo. Eventualmente, ella comenzó a discutir con su esposo sobre cosas pequeñas y a decirle que no estaba siendo lo suficientemente buen esposo. Luego de algún tiempo, ella amenazó con el divorcio y eventualmente se fue de la casa a un apartamento con esas mujeres solteras. Su esposo no lo podía creer no se dio cuenta ni que tan rápido esto había ocurrido. Lo triste de toda esta situación es que la pareja se divorció hace tres años y mi amiga está empezando a darse cuenta que se equivocó tanto en su amistad como en su matrimonio. Ella desesperadamente quiere volver con su esposo, pero ahora él está con alguien más.

Amigos, yo no quiero que esto le pase a nadie de nosotros. Dios quiere que tengamos matrimonios fuertes y relaciones hermosas. Relaciones que enriquezcan nuestras vidas para que sean sanas y balanceadas.

Asegurémonos de Buscar y mantener amigos leales que se mantengan apoyándonos mutuamente y que levanten y saquen lo mejor de nosotros mismos a nuestras familias y a nuestro matrimonio.

Muchas gracias por tomarse el tiempo para leer esto y compartir. Que Dios los bendiga.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 2 DE JULIO DE 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 13ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 2 de julio de 2020



Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (7,10-17):

En aquellos días, Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, envió un mensaje a Jeroboam, rey de Israel: «Amós conjura contra ti en medio de Israel; la tierra ya no puede soportar sus palabras. Porque así predica Amós: "Morirá a espada Jeroboam. Israel saldrá de su país al destierro."»
Dijo Amasías a Amós: «Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del país.»
Respondió Amós: «No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo de Israel." Y, ahora, escucha la palabra del Señor: Tú dices: "No profetices contra la casa de Israel, no prediques contra la casa de Isaac." Pues bien, así dice el Señor: "Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos e hijas caerán a espada; tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra pagana, Israel saldrá de su país al destierro."»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18

R/. Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,1-8):

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados.»
Algunos de los escribas se dijeron: «Éste blasfema.»
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.»
Dijo, dirigiéndose al paralítico: «Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa."» Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 2 de julio de 2020
Fernando Torres cmf


      Somos gente pacífica, ya tenemos nuestras costumbres e ideas bien arraigadas y lo de los profetas no nos parece una buena idea. Como mucho, los aceptamos si hacen lo que a nosotros nos parece correcto y propio de un profeta. No queremos profetas de esos que dicen y hacen cosas con las que pretenden que cambiemos nuestra forma de pensar y entender lo que está bien y está mal. 

      Las dos lecturas de este día son un ejemplo claro de esto. En la primera, el profeta dice cosas que no le gustan al rey. No tenemos que imaginar que el profeta tuvo una especial iluminación para decir lo que dijo. Posiblemente, le bastó con aplicar el sentido común: dada la forma de gobierno de Jeroboam, aquello no podía terminar de otra manera. Pasó que al rey no le gustó oír lo que el profeta dijo. Lo de que no le gustase se entiende. Lo que no se entiende es la solución que puso en práctica el rey: en lugar de cambiar su forma de gobierno y poner remedio así al desastre, expulsó al profeta y le mandó lejos, donde no pudiera oír su mensaje. 

      En el Evangelio pasa algo parecido con Jesús. La gente que rodea a Jesús sabe bien lo que quiere. Quieren curaciones que les faciliten la vida. Y basta. Eso de que venga Jesús diciendo que perdona los pecados, les transtorna su forma de pensar. En su esquema mental eso solo lo puede hacer Dios. Y no quieren cambio ninguno sobre ese tema. Eso que no se lo toquen. Pero un milagrero que cure sus cojeras, cegueras y enfermedades varias, eso les viene bien. Eso están dispuestos a aceptarlo. Pero nada más. 

      Termina el evangelio diciendo que la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad. No sabemos si se refiere a la potestad de hacer andar al paralítico o a la de perdonar los pecados. La realidad es que a Jesús lo terminaron matando. Como a lo largo de la historia hemos matado a tantos profetas. Matando o desterrando o alejando. Cualquier cosa antes que escuchar lo que no nos gusta oír, lo que nos cambia nuestros prejuicios, lo que es de sentido común. 

      Porque de sentido común era que Jeroboam no podía seguir gobernando de aquella manera. Y de sentido común es que Dios perdona los pecados y acoge y reconcilia. Porque el que es Amor no puede hacer otra cosa que amar. Por mucho que a nosotros nos guste que entre sus funciones, entre las funciones de Dios, estén las de condenar y castigar. Jesús, el gran profeta, el hijo del Hombre, el enviado de Dios no puede hacer otra cosa que perdonar, acoger, amar, reconciliar, sanar. 

      Muchas veces queremos que Dios sea como nosotros creemos que es, como nosotros lo imaginamos en vez de abrirnos a la imagen de Dios que se nos muestra en Jesús. Y, por eso, terminamos matando a Jesús. Y, por eso, terminamos, también hoy en día, matando a los profetas.

HOY SE INICIA LA NOVENA A SAN BENITO ABAD, PATRONO DE EUROPA, DEL 2 AL 10 DE JULIO


Novena a San Benito, Patrón de Europa
2 al 10 de julio 


 (ACI).- Cercanos a la fiesta San Benito Abad que se celebra cada 11 de julio, ACI Prensa ofrece una novena de preparación en honor al Patrón de Europa y Patriarca de los monjes occidentales.

Por su legado e influencia este santo es uno de los más venerados de toda la cristiandad. Su amor y fuerza los encontró en Cristo crucificado y, como exorcista, sometió a los espíritus malignos con la famosa “cruz de San Benito”.




Primer Día de la Novena a San Benito


Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Primer día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, que desde tu infancia reconociste la vanidad del mundo y únicamente deseaste los bienes eternos! Alcánzanos un vivo deseo del cielo y que recordemos frecuentemente a Dios, nuestro último fin, y hacia Él ordenemos toda nuestra vida para que en todo Él sea glorificado.

San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.




Segundo Día de la Novena a San Benito

Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Segundo día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, humilde de corazón, que supiste desdeñar las alabanzas de los hombres! Alcánzanos la humildad, tú que amaste a Dios sobre todas las cosas y le entregaste sin reservas tu corazón, consíguenos también el amor de Dios. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.



Tercer Día de la Novena a San Benito

Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Tercer día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, que consagraste tus labios a la oración y cantaste noche y día las alabanzas divinas! Alcánzanos el espíritu de oración. Tú, que cual lirio entre espinas, guardaste una castidad angelical por medio de la humildad, de la vigilancia continua, de la oración y de la mortificación de los sentidos, consíguenos el don de la pureza.San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.



Cuarto Día de la Novena a San Benito

Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Cuarto día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito que venciste al demonio y triunfaste de sus engaños! Alcánzanos la gracia de resistir sus sugestiones y de huir de toda ocasión de pecado. Tú que enseñando una vida austera, de renuncia y trabajo, aborreciste la ociosidad, inspíranos amor al trabajo y a la abnegación de nosotros mismo para seguir a Cristo. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.



Quinto Día de la Novena a San Benito

Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Quinto día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, que amaste el silencio, y no abriste la boca jamás a palabras ligeras e impuras, a quejas, murmuraciones, y a juicios contra el amor al prójimo! Alcánzanos la gracia de no decir jamás palabras impuras y contra la caridad, a perdonar y guardar nuestra lengua de todo pecado. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.




Sexto Día de la Novena a San Benito


Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Sexto día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, que fuiste blanco de persecuciones y guardaste la paz de tu alma por medio de la dulzura de la paciencia! Alcánzanos el don de la paciencia y la gracia de perdonar las ofensas, tú que perdonaste a los que atentaron contra tu vida y te expulsaron de tu país, y que misericordiosamente pediste al Señor les perdonara, llorando su ceguera y terrible fin. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.



Séptimo Día de la Novena a San Benito

Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Séptimo día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, que animado por un ardiente celo para asistir al prójimo en sus necesidades, instruiste a los ignorantes, socorriste a los pobres, curaste a los enfermos, resucitaste a los muertos, libraste a los cautivos del demonio y de sus pasiones, consolaste a los afligidos y convertiste a los pecadores! Consíguenos la gracia de amar al prójimo y de hacer con él las obras de misericordia. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.




Octavo Día de la Novena a San Benito


Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Octavo día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, que inundaste de consuelo el corazón de tu hermana Santa Escolástica, llenándolo del amor de Dios y de las bienaventuranzas del cielo! Concédenos la gracia de santificar nuestros afectos más queridos. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.



Noveno Día de la Novena a San Benito


Oración preparatoria para todos los días

Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena...

Noveno día de la Novena a San Benito

¡Oh glorioso San Benito, cuya alma en tu dichosa muerte, fue elevada al cielo en medio de ángeles y santos, siendo consolados tus discípulos por la revelación de tu gloria! Concédenos del Señor, la gracia de la perseverancia final, de una buena muerte y de tu asistencia e intercesión en nuestro último día. San Benito, ruega por nosotros. Tres Avemarías. Concluir con la oración final.

Oración final para todos los días

¡Oh glorioso San Benito, que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos! Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca, gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre, por la multitud de prodigios y favores que por su medio Dios nos ofrece. Ruega por todos los que acudimos a ti. Alcánzanos del Señor, todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. San Benito, ruega por nosotros.

Concluir con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


BUENOS DÍAS




miércoles, 1 de julio de 2020

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 1 DE JULIO DE 2020


Lecturas de hoy Miércoles de la 13ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 1 de julio de 2020



Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (5,14-15.21-24):

Buscad el bien y no el mal, y viviréis, y así estará con vosotros el Señor Dios de los ejércitos, como deseáis. Odiad el mal, amad el bien, defended la justicia en el tribunal. Quizá se apiade el Señor, Dios de los ejércitos, del resto de José. «Detesto y rehúso vuestras fiestas –oráculo del Señor–, no quiero oler vuestras ofrendas. Aunque me ofrezcáis holocaustos y dones, no me agradarán; no aceptaré los terneros cebados que sacrificáis en acción de gracias. Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como el agua el juicio, la justicia como arroyo perenne.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 49

R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios

«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
"yo, Dios, tu Dios".» R/.

«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.» R/.

«Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.» R/.

«Si tuviera hambre, no te lo diría:
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?» R/.

«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,28-34):

En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: «Si nos echas, mándanos a la piara.»
Jesús les dijo: «Id.»
Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.

Palabra de Dios




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 1 de julio de 2020
Fernando Torres cmf


      Conviene que nos detengamos por un momento en la primera lectura. No es difícil de comprender como otras lecturas de los profetas. Va directo al centro de la cuestión: “Buscad el bien y no el mal, y viviréis.” Aquí podríamos terminar el comentario porque de golpe hemos  entrado en lo más importante de nuestra relación con Dios, con nosotros mismos, con los que nos rodean y hasta con este planeta. “Buscar el bien y no el mal” es la clave para caminar por la vida. Dios no espera de nosotros ni necesita que cantemos a cuatro veces un aleluya permanente. Las nubes de incienso de nuestras celebraciones no llegan al cielo. Se quedan bastante más abajo. Lo que sí llega al cielo es cuando me esfuerzo por hacer el bien y renuncio a hacer el mal, cuando ayudo al hermano o hermana en lugar de quitarle lo poco que tiene, cuando cuido este mundo porque es la casa común que Dios nos ha regalado a todos,, cuando abro las puertas de mi casa y de mi corazón para escuchar y acoger de verdad al que viene cansado y agobiado. Todo eso es hacer el bien. No es tan difícil saber cuando hacemos el bien y cuando no. 

      La primera lectura se cierra con una frase que también conviene que guardemos en el corazón. “Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como agua el juicio, la justicia como arroyo perenne.” Conclusión: ser justos y obrar la justicia es la mejor forma de alabar a Dios. Mejor que la cítara y los cantos y los inciensos y los golpes de pecho. 

      Claro que a veces obrar la justicia, ayudar al hermano me/nos trae malas consecuencias y dificultades para nuestra vida. ¡Qué le vamos a hacer! No iba a ser tan fácil seguir el camino de Jesús. El Evangelio es un ejemplo claro. Jesús cura al endemoniando. Era un hombre que sufría y eso, para Jesús es suficiente para actuar. Pero al pueblo no le gustó lo que había hecho Jesús. Entre el endemoniado y la piara, no tuvieron muchas dudas: preferían la piara.  Ya estaban acostumbrados al sufrimiento de aquel hombre. Lo podían soportar. Pero perder la piara... eso ya era demasiado. Así que rogaron a Jesús que se fuese del país, que dejase de molestar, que estaban tranquilos como estaban antes con su endemoniado y su piara de cerdos. 

      A veces nos pasa a nosotros algo parecido. Antes que asumir las incomodidades de hacer el bien preferimos la comodidad de seguir como estábamos. Con nuestros endemoniados pero también con nuestra piara. Pero ese no es el camino de Jesús. 

FALLECE GEORG RATZINGER, HERMANO DE BENEDICTO XVI


Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI, descansa en paz
Redacción ACI Prensa
 Foto: Paul Badde / EWTN




Este 1 de julio falleció en Ratisbona (Alemania) el hermano mayor del Papa Benedicto XVI, Mons. Georg Ratzinger, a los 96 años de edad.

Georg Ratzinger nació el 15 de enero de 1924 en Pleiskirchen; cerca de Altötting, en Alemania. Sus padres fueron Joseph Ratzinger, un oficial de policía, y María Ratzinger. Además del Papa Emérito Benedicto XVI, tenía una hermana, María, que falleció en 1991.

Hizo los estudios eclesiásticos en el seminario de la Arquidiócesis de Münich y Freising, y fue ordenado sacerdote junto con su hermano, Benedicto XVI, el 29 de junio de 1951, en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

En 1964, graduado como músico eclesial y compositor, Mons. Georg Ratzinger asumió el cargo de director del coro de la Catedral de Ratisbona, conocido como Los Gorriones. En 1976 fue nombrado Prelado de honor del Papa, razón por la cual tenía el título de monseñor.

El 15 de enero de 2014, al cumplir 90 años, su círculo de amigos organizó un concierto en su honor en Radio Vaticana que contó con la presencia de su hermano Benedicto XVI y al que asistió un reducido grupo de personas, entre los cuales se hallaba el secretario del Papa Emérito y prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Georg Gänswein, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, entonces prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, entre otros.


En 2016, Mons. Georg Ratzinger respondió a las acusaciones sobre abusos físicos y sexuales cometidos entre la década de 1950 y 1990 en el coro de la Catedral de Ratisbona, que él dirigió musicalmente durante 30 años.

Mons. Georg Ratzinger, director musical del coro desde 1964 hasta 1994, dijo a la revista alemana Passauer Neuer Presse que “no he conocido nada sobre abusos sexuales durante mi tiempo” como director del coro.

Las nuevas acusaciones, seis años después de las primeras denuncias, aparecieron en el marco de una investigación encabezada por el abogado del coro de la Diócesis de Ratisbona, Ulrich Weber.

El número de maltratos y abusos sexuales sería mayor al estimado previamente en el coro de la Catedral de Ratisbona, pues al menos 231 niños habrían sido golpeados o abusados sexualmente por sacerdotes y profesores de la diócesis alemana.

Weber señaló que “los casos reportados de abuso sexual en Ratisbona estuvieron concentrados principalmente en el periodo de mediados a fines de la década de 1970”, y dijo que “50 víctimas hablaron de 10 perpetradores”.

Consultado sobre si creía que Mons. Georg Ratzinger pudo haber sabido sobre los casos de maltrato físico y abusos sexuales, Weber señaló que “después de mi investigación, asumo que sí”.

Sin embargo, Mons. Ratzinger aseguró en esa ocasión que él no tuvo conocimiento de ningún caso de abuso sexual, pero reiteró su pedido de perdón a las víctimas.

Sobre la violencia física, Mons. Ratzinger reconoció que los “golpes, es decir, bofetadas, eran comunes no solo en el coro de la Catedral, sino en todos los ámbitos de la educación, así como en las familias”.


“En el coro de la Catedral estos (golpes) no tenían otro significado que en las áreas antes mencionadas”, indicó.

Sobre la relación que mantiene con su hermano, hace unos años dijo que siempre fue estrecha. Juntos se criaron, juntos crecieron y estudiaron en el seminario y juntos fueron ordenados sacerdotes.

En 2014 contó que “tengo un segundo teléfono en el dormitorio con un número que sólo él conoce. Si suena ese teléfono, entonces sé que mi hermano, el Papa, me llama".

Estos y otros datos fueron revelados por Mons. Ratzinger en el libro “Mi hermano, el Papa” (Mein Bruder, der Papst), que refleja la entrevista concedida al periodista y escritor alemán Michael Hesemann.

La última vez que Mons. Georg vio a su hermano Benedicto XVI fue cuando el Papa Emérito viajó de Roma a Alemania para visitarlo, esto debido al delicado estado de salud del mayor de los Ratzinger. El encuentro se dio del 18 al domingo 21 de junio de 2020, día en que celebraron Misa juntos. Al día siguiente Benedicto XVI regresó a la capital italiana. 
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