viernes, 2 de octubre de 2020

LA DEVOCIÓN DE LOS NUEVE PRIMEROS VIERNES DE MES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - HOY ES PRIMER VIERNES DE MES DE OCTUBRE

 


 Devoción de los nueve primeros viernes de mes 

al Sagrado Corazón de Jesús


La Gran Promesa: Jesús promete la gracia de la penitencia final, es decir, la salvación eterna, si comulgas nueve primeros viernes de mes seguidos. Podrás estar seguro de su compañía y protección en esta vida y en la eternidad.

Te sugerimos registrar en la tarjeta adjunta a este manual las comuniones consecutivas en los viernes primeros para asegurarte que no te falte ninguno.


Condiciones para alcanzar esta gracia.

Recibir la Sagrada Eucaristía, con la debida disposición (en estado de gracia), durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva (sin ninguna interrupción).

Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.

Ofrecer cada Sagrada Eucaristía como acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.


PARA PREPARARSE A LA RECEPCIÓN DE LA EUCARISTÍA LOS VIERNES PRIMEROS SE PUEDEN REZAR LAS SIGUIENTES ORACIONES.

Oración de ofrecimiento

Corazón amoroso de Jesús Sacramentado, propongo con tu gracia, hacer la confesión y la comunión de los primeros viernes, para dar gloria, amor y reparación a tu Divino Corazón herido y lastimado por mis pecados. Pido a la Santísima Virgen María me acompañe cuando me acerque a recibirte.


PRIMER VIERNES

«Yo te prometo, en el exceso de la misericordia de mi Corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los que comulguen los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, y que no morirán en desgracia, ni sin recibir los santos sacramentos, asegurándoles mi asistencia en la hora postrera».

¡Oh buen Jesús, que prometiste asistir en vida, y especialmente en la hora de la muerte, a quien invoque con confianza tu Divino Corazón!, te ofrezco la comunión del presente día, a fin de obtener por intercesión de María Santísima, tu Madre, la gracia de poder hacer este año los nueve primeros viernes que deben ayudarme a merecer el cielo y alcanzar una santa muerte. Amén.


Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.




SEGUNDO VIERNES

«Les daré todas las gracias necesarias a su estado de vida».


Jesús misericordioso, que prometiste a cuantos invoquen confiados a tu Sagrado Corazón, darles las gracias necesarias a su estado, te ofrezco mi comunión del presente día para alcanzar, por los méritos e intercesión de tu Corazón Sacratísimo, la gracia de una tierna, profunda e inquebrantable devoción a la Virgen María. Siendo constante en invocar la valiosa providencia de María, ella me alcanzará el amor a Dios, el cumplimiento fiel de mis deberes y la perseverancia final. Amén.


Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.


TERCER VIERNES

«Pondré paz en las familias. Bendeciré los lugares donde se venera la imagen de mi Corazón».


Jesús amantísimo, que prometiste bendecir la casa donde se venera la imagen de tu Sagrado Corazón, quiero que ella presida mi hogar, te ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por tus méritos y por la intercesión de María, tu Madre, que todos y cada uno de los miembros de mi familia conozcan sus deberes, los cumplan fielmente y logren entrar en el cielo con las manos llenas de buenas obras.

¡Oh Jesús, que te complaces en alejar de nuestro hogar las contrariedades, las enfermedades y la miseria! Haz que, nuestra vida sea una acción de gracias por tantos beneficios. Amén.


Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.


 


CUARTO VIERNES

«Seré su consuelo en todas las tribulaciones»


Jesús mío, que prometiste consuelo a cuantos a Ti acuden en sus tribulaciones, te ofrezco mi comunión del presente día para alcanzar de tu Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de tu Madre Santísima, la gracia de venir al Sagrario a pedir fuerza y consuelo cuantas veces me visiten las penas. ¡Oh Jesús, oh María, consuelen y salven a los que sufren! ¡Hagan que ninguno de sus dolores se pierda para el cielo! Amén.

Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.

QUINTO VIERNES

«Derramaré copiosas bendiciones en todas sus empresas».


Jesús mío, que prometiste bendecir los trabajos de cuantos invoquen confiados tu Divino Corazón, te ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por tu Santísima Madre la gracia de que bendigas mis estudios, mis exámenes, mi oficio, y todos los trabajos de mi vida. Renuevo el inquebrantable propósito de ofrecerte cada mañana al levantarme, y por mediación de la Santísima Virgen, las obras y trabajos del día, y de trabajar con empeño y constancia para complacerte y alcanzar la recompensa del cielo. Amén.

Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.

 

SEXTO VIERNES

«Los pecadores hallarán en mi Corazón un océano de misericordia».


Sagrado Corazón de Jesús, siempre abierto a los pecadores arrepentidos, te ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por tus méritos infinitos y por los de tu Santísima Madre la conversión de cuantos obran mal. Te suplico, ¡buen Jesús!, inundes su corazón de un gran dolor por haberte ofendido. Haz que te conozcan y te amen. Dame la gracia de amarte más y más y en todos los instantes de mi vida, para consolarte y reparar la ingratitud de quienes te olvidan. Amén.

Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.

 

SÉPTIMO VIERNES

«Los tibios se harán fervorosos. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección».


Sin tu auxilio, Jesús mío, no podemos avanzar en el camino del bien. Señor, por mediación de la Virgen María, te ofrezco la comunión de este día para que avives en mi alma el amor a tu Corazón Sagrado y concedas tu amor a cuantos no lo sienten. Ayudado de tu divina gracia lucharé, Señor, para que cada semana, cada mes, avance un poco en la virtud que más necesito. Amén.

Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.

OCTAVO VIERNES

«Daré a cuantos trabajan por la salvación de las almas el don de ablandar los corazones más endurecidos».


Sagrado Corazón de Jesús, que prometiste inspirar a los que trabajan por la salvación de las almas aquellas palabras que consuelan, conmueven y conservan los corazones; te ofrezco mi comunión de hoy para alcanzar, mediante la intercesión de María Santísima, la gracia de saber consolar a los que sufren y la gracia de volver a Ti, Señor, a los que te han abandonado. ¡Dulce Salvador mío, concédeme y ayúdame a salvar almas! ¡Son tantos y tantos los desgraciados que empujan a los demás por el camino del vicio y del infierno! Haz, Señor, que emplee toda mi vida en hacer mejores a los que me rodean y en llevarlos conmigo al cielo. Amén.

Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.

NOVENO VIERNES

« Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él».


Te ofrezco, Jesús mío, la comunión del presente día para alcanzar la gracia de saber infundir en el alma de cuantos me rodean la ilimitada confianza en tu Corazón Divino. Dame cuanto necesito para llevar a Ti a los que luchan, a los que lloran, a los caídos, a los moribundos. Y dígnate, ¡oh Jesús! escribir hoy mi nombre en tu Corazón y di a los ángeles que rodean tu Tabernáculo: «Este nombre es el de un devoto que, amándome mucho, quiere consolarme del olvido e ingratitud de tantos hombres». Amén.

Oración final (para todos los viernes)

Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.

OFRECIMIENTO DE LA COMUNIÓN

Después de recibir la Sagrada Eucaristía, se puede rezar en silencio la siguiente oración:


Corazón de Jesús, que has dado la vida por mí, que desbordas amor infinito, concédeme la abundancia de tus dones y de tu amor. Concédeme amarte y hacerte amar con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas. Gracias por tu promesa de los primeros viernes. Con esta intención acabo de recibirte en la Santa Eucaristía. Concédeme morir con arrepentimiento sincero, esperando tu misericordia y amando la bondad inmensa de tu Corazón. ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!


ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

Oh buen Jesús, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me separe de Ti.

Del enemigo malo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe y

te bendiga por los siglos de los siglos.


Amén.


RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN PARA LOS PRIMEROS VIERNES DE MES

Se recomienda hacer después de comulgar y de ser posible delante de la imagen del Sagrado Corazón


¡Oh amabilísimo Jesús mío! Para probarte mi gratitud,

y en desagravio del gran número de infidelidades con que

te he ofendido, yo_______________ te ofrezco mi corazón, me

consagro enteramente a Ti y propongo con tu gracia no volver a ofenderte jamás.


Se recomienda que cada apóstol del Sagrado Corazón de Jesús lleve un control de las comuniones de los nueve viernes primeros. Para ello puede servir la tarjeta adjunta a este manual o el siguiente modelo:

EL SACRAMENTO DE LA SONRISA


 El sacramento de la sonrisa

Una sonrisa corrige muchos conflictos, porque en ella, está presente la suavidad del amor de Dios.


Por: Fernando de Navascués | Fuente: www.somosrc.mx



Con estas palabras: “el sacramento de la sonrisa”, el sacerdote y periodista José Luis Martín Descalzo creaba un nuevo “sacramento” en la Iglesia hace ya unos cuantos años.

Obviamente no estamos hablando de otra herejía, sino todo lo contrario: la posibilidad que tenemos todos los cristianos, de cualquier condición, de hacer presente a Cristo ante el resto de los hombres.

Es la confirmación de que “tú me importas, porque si no me importaras… me daría exactamente igual cómo decirte las cosas”. Una sonrisa a tiempo corrige muchos conflictos, porque en ella, aunque no se note, está presente la suavidad del amor de Dios. Por eso, la sonrisa es un “sacramento”.

Una sonrisa no es una risotada. Tampoco es una mueca hipócrita para salir al paso en una situación compleja. Menos aún una técnica profesional para liderar grupos de los que esperamos mayor rendimiento laboral. Porque no es todo eso, la sonrisa es un “sacramento”.

La sonrisa es un fruto del corazón. Del corazón suave que sabe amar. No del corazón adulador, no del corazón cobarde que no se enfrenta a los problemas, tampoco del corazón que busca partidarios para una u otra causa (que normalmente es la propia)… Por todo ello, la sonrisa es un “sacramento”.

Sonreír es confiar. El confiar de mi corazón en tu corazón. Mi corazón descansa en Dios y en ese descanso lleno mi alma. Y en mis labios rebosa lo que hay en mi alma, y lo que hay en mi alma es la confianza de Dios en mí. Y por eso, justamente, la sonrisa es otro “sacramento” que lleva a Dios a los demás.

La sonrisa de un niño alegra a cualquiera, pero fuera de esa ternura, ¿acaso no es más trascendente la sonrisa con la que una esposa saluda al marido, o un padre perdona a un hijo, o un compañero de trabajo agradece a otro la ayuda recibida? Sí, por eso, la sonrisa es un “sacramento”.

Con la sonrisa sucede algo parecido a lo que pasa con la fe: para mejorarla hay que compartirla. Y además, cuanto más sonreímos, más se contagia. Cuanto más nos entregamos a hacer felices a los demás, aún en las situaciones más complejas, mayor respuesta encontramos en quienes viven con nosotros. La sonrisa cuando es honesta y sale de dentro, tiene un efecto multiplicador y es capaz de conmover los corazones más duros. Por eso, la sonrisa es un “sacramento”.

La sonrisa tiene su origen en la alegría interior, y por eso también es sanadora para quien la recibe, pues lo que le llega es una invitación a ser feliz, a la conversión, a seguir creciendo. Titulábamos este artículo como “el sacramento de la sonrisa”, quizá habría que titularlo también como “el apostolado de la sonrisa”.

Sea como fuere, se trata de un “sacramento” que todos podemos oficiar. Y a diferencia de otros, lo podemos ofrecer a quien no está en gracia. ¡Es más, quizá quien no está en gracia es quien más la necesita! ¿Seremos conscientes de que la primera sonrisa y la más contagiosa es aquella que nace de un alma que está en gracia y amistad con Dios?

JÓVENES ACUDIRÁN A ESCUELA DE FELICIDAD CON CARLO ACUTIS

 


Jóvenes acudirán a “escuela de felicidad” con Carlo Acutis

Redacción ACI Prensa

 Foto: Pastoral juvenil de Umbría



“Bienaventurado seas: a escuela de felicidad con Carlo Acutis” es el título del evento online para jóvenes que se llevará a cabo este 2 de octubre a las 9:30 p.m. (hora de Italia).


Se trata del primer evento que se organiza tras la apertura de la tumba del adolescente italiano que falleció a los 15 años y que será beatificado el próximo 10 de octubre en Asís.


La pastoral juvenil de la región italiana de Umbría (en donde se localiza Asís) organizó esta iniciativa para jóvenes que podrá ser seguida a través de Facebook y del canal de YouTube “Chiesa in Umbria”.



El organizador de este evento, P. Daniele Martelli, destacó que Carlo Acutis fue un verdadero “influencer” de Dios, un “mago” de internet y es un “claro ejemplo de que la santidad está al alcance de todos”.


En una entrevista concedida a ACI Stampa (Agencia en italiano del Grupo ACI), P. Martelli señaló que “la fama de santidad y su ejemplo han sido difundidos en muchas parroquias y oratorios de la diócesis” por lo que “para muchos jóvenes se ha convertido en un verdadero “influencer de Dios”.


“Como pastoral juvenil no podíamos subestimar este evento, de hecho, es motivo de gran alegría para todos. Su presencia en nuestro territorio nos ayuda a ser más audaces a la hora de proponer la fe cristiana a las nuevas generaciones; su vida sencilla pero profunda son un ejemplo y valen más que muchos discursos. Él es testigo de Cristo en nuestro tiempo”, advirtió.


Además, el sacerdote de la pastoral juvenil de Umbría explicó que “muchos grupos de jóvenes han sido invitados a seguir el espectáculo juntos proyectando con pantallas gigantes todo el evento” y añadió que “es un modo de proponer la belleza de seguir a Cristo usando las tecnologías modernas, Carlo lo entendió y lo hizo con mucho éxito”.


En esta línea, P. Martelli recordó que el Papa Francisco calificó a Carlo como un “mago” de internet en la Exhortación Apostólica “Christus Vivit” posterior al Sínodo de los jóvenes y el presbítero dijo que Carlo Acutis “usó este instrumento para hacer el bien, para difundir la alegría de la fe” y como ejemplo citó la exposición sobre los milagros eucarísticos que ha dado la vuelta al mundo.



“Carlo nos da testimonio de que el Evangelio también puede pasar por Internet… ¡De hecho, es un canal excelente! En un momento en el que, debido al COVID, hemos trasladado todas nuestras rutinas a la web, la Iglesia también está repensando, reprogramando, rediseñando. De Carlo aprendemos que demonizar las nuevas tecnologías es un grave error. Es posible una nueva evangelización también a través de la web”, indicó.


Por último, P. Daniele señaló que “Carlo es el claro ejemplo de que la santidad está al alcance de todos. No un tipo ‘santino’ sino un amigo que nos muestra el camino correcto. La vida de Carlo es exactamente a la de cada joven: una vida en la escuela, con amigos, frente a los videojuegos y la computadora. Carlo es tan querido y seguido en la fe por muchos jóvenes porque era un niño ‘normal’. Él también tuvo momentos de debilidad y dificultad. A pesar de estos, siempre mantuvo una fe firme. Su gran virtud fue la de vivir lo ordinario de una manera extraordinaria. Mirando a Carlo, todo joven puede decir ‘¡la santidad también es para mí!’”.


Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre. Publicado originalmente en ACI Stampa  

APERTURA DE LA TUMBA DE CARLO ACUTIS, 1 DE OCTUBRE DE 2020

 







 Compartimos con todos ustedes, fotografías de la Eucaristía y apertura de la tumba del Venerable Carlo Acutis, en el Santuario della Spogliazione.


PÁGINA DE FACEBOOK:

https://www.facebook.com/carlo.acutis.902

¿EL CUERPO DE CARLO ACUTIS ESTÁ INCORRUPTO? ESTO ES LO QUE DEBES SABER



¿El cuerpo de Carlo Acutis está incorrupto? Esto es lo que debes saber

Redacción ACI Prensa



Este 1 de octubre fue abierta la tumba de Carlo Acutis, el adolescente italiano que será beatificado el sábado 10 y cuyo cuerpo luce como si no hubiera sufrido la descomposición propia de los años; sin embargo, ¿puede afirmarse que se trata de un cuerpo incorrupto?


Carlo, llamado el ciberapóstol de la Eucaristía, falleció a los 15 años en 2006 debido a una leucemia. Con la apertura de su tumba a pocos días de su beatificación en Asís (Italia), se han difundido imágenes del cuerpo del adolescente, vestido con jean y camiseta, y con un rosario en las manos.

El estado en que se han conservado sus restos ha hecho que en las redes sociales muchas personas afirmen que se trata de un cuerpo incorrupto.

Sin embargo, en declaraciones recientes a ACI Prensa/EWTN, el rector del Santuario del Despojo, en Asís, P. Carlos Acácio Gonçalves Ferreira, explicó que el cuerpo de Acutis “se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro. Conserva todos los órganos”.

Indicó que “se han hecho trabajos sobre el rostro, y es bonito que por primera vez en la historia se podrá ver a un santo vestido con pantalones jeans, zapatillas de deporte y sudadera. Eso es un gran mensaje”. “Podemos sentir su santidad no como una cosa lejana, sino como algo al alcance de todos porque el Señor es Señor de todos”, expresó.

Por su parte, en una nota difundida este 1 de octubre por la Diócesis de Assisi - Nocera Umbra - Gualdo Tadino, el Obispo Domenico Sorrentino señaló que algunas noticias que circulan en los medios no responden a la verdad al decir que el cuerpo del próximo beato haya sido encontrado incorrupto.

“Al acto de la exhumación en el cementerio de Asís, ocurrida el 23 de enero de 2019 en vista al traslado al santuario, este fue encontrado en el normal estado de transformación propio de la condición post mortem. No siendo sin embargo muchos años desde la sepultura, el cuerpo, si bien transformado, pero con varias partes todavía en su conexión anatómica, fue tratado con aquellas técnicas de conservación y de integración normalmente practicadas para exponer con dignidad a la veneración de los fieles los cuerpos de los beatos y de los santos”.

“Una operación que fue hecha con arte y amor. Particularmente lograda fue la reconstrucción del rostro con máscara en silicona. Con un específico tratamiento fue posible recuperar la reliquia preciosa del corazón que será usada en el día de la beatificación”, indicó.


Los fieles pueden venerar su cuerpo

El Santuario de la Expoliación en Asís permanecerá abierto del 1 al 17 de octubre desde las 8:15 a.m. a las 10:00 p.m. y los días 9, 10 y 11 de octubre hasta las 12:00 p.m. para permitir a los numerosos fieles devotos de Carlo venerar sus restos mortales.

El 2 de octubre se inaugurarán en la catedral de San Rufino y en la de Santa María de los Ángeles dos exposiciones realizadas por Carlo Acutis sobre los “milagros eucarísticos” y las “apariciones marianas”.

Por la tarde, se llevará a cabo un evento online dedicado a los jóvenes con el título “Beato tú: en la escuela de felicidad con Carlo Acutis” realizado por la pastoral juvenil regional.

Al día siguiente, algunos obispos italianos visitarán a las 9:00 p.m. el santuario para venerar el cuerpo del futuro beato.

El lunes 5 de octubre la madre de Carlo Acutis, Antonia Salzano, dará su testimonio junto a algunos amigos cercanos de su hijo. El encuentro será moderado por el director de la oficina de prensa del Santo Convento, P. Enzo Fortunato.

El 9 de octubre se realizará una vigilia de oración en Santa María de los Ángeles animada por la pastoral juvenil diocesana y con la presencia del Obispo auxiliar de Milán, Mons. Paolo Martinelli y del presidente de la Conferencia Episcopal Umbra, Mons. Renato Boccardo.

El sábado 10 de octubre será la ceremonia de Beatificación que podrá ser seguida a través de pantallas gigantes en diversos lugares de la ciudad y por las redes sociales. 

ORACIONES A NUESTRO ÁNGEL DE LA GUARDA

 

 Oración al Santo Ángel de nuestra guarda


Oh Ángel Santo de mi guarda, a cuya custodia y protección con admirable providencia me encomendó el Altísimo desde el primer instante de mi vida: yo te doy gracias, Santo Ángel mío, por el cuidado que has tenido de mí, por la compañía que me has hecho y por haberme librado de los peligros de alma y cuerpo; por tanto, a ti me encomiendo de nuevo, oh glorioso protector mío: defiéndeme de mis enemigos visibles e invisibles, y ayúdame con tus santas inspiraciones, para que siendo fiel a ellas, logre gozar de tu compañía en la patria celestial. Amén.


(Padrenuestro)






Otra oración al ángel de la guarda

Espíritu soberano a quien pertenece mi guarda, por la voluntad divina, que en este piadoso cuidado distribuye las jerarquías de los Ángeles para la tutela de los hombres: tú, parte esclarecida de su eterna milicia por la gracia con que permaneciste, sin perder la silla que tantos ángeles perdieron, te ruego me guíes y defiendas de la maldad de mis apetitos, de la debilidad de mi naturaleza, de las insolencias de mi voluntad, de la malicia de los pecadores, del ejemplo de los malos, del poder de los tiranos, de la venganza de mis enemigos, de la envidia de los espíritus amotinados que no perseveraron como tú, y pretenden que yo caiga como ellos.

Ángel santo, yo no sé tu nombre para llamarte por él; mas sé tu oficio para valerme de él. Atiéndeme de suerte que mi alma logre tu cuidado, y mi vida tu inspiración, para que por ti en la gloria restaure tu encomendado el lugar que perdió tu compañero, y tú goces el fruto de tus advertimientos, y yo el de la obediencia; porque yo contigo, y por tu inspiración merezca el reino de la paz y de la gloria.

Así lo conceda el que te crió con su poder, y me redimió con su sangre. Amén.


____________________________

Compilado por: José Gálvez Krüger

Director de la Revista de Humanidades

“Studia Limensia”

HOY CELEBRAMOS A NUESTROS PROTECTORES, LOS ÁNGELES CUSTODIOS, 2 DE OCTUBRE

 


Ángeles Custodios

Cada persona tiene un ángel custodio, 2 de octubre

Por: Lucrecia Rego | Fuente: Catholic.net

Nuestros Guardaespaldas Celestiales


¿Quiénes son los ángeles custodios?

Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.


En el antiguo testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.)

En el nuevo testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.

La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Le prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en la vida.

Muchas veces se piensa en el ángel de la guarda como algo infantil, pero no debía ser así, pues si pensamos que la persona crece y que con este crecimiento se tendrá que enfrentar a una vida con mayores dificultades y tentaciones, el ángel custodio resulta de gran ayuda.

Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está cerquísima de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos. Recordemos que los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos y deseos íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo Dios conoce exactamente lo que hay dentro de nuestro corazón. Los ángeles sólo pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras, gestos, etc.

También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil.

El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494.


Cuida tu fe

Actualmente se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden “angelitos” de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres. Hay que tener cuidado al comprar estos materiales, pues muchas veces dan a los ángeles atribuciones que no le corresponden y los elevan a un lugar de semi-dioses, los convierten en “amuletos” que hacen caer en la idolatría, o crean confusiones entre las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.

Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. No son lo único que nos puede acercar a Dios ni podemos reducir toda la enseñanza de la Iglesia a éstos. No hay que olvidar los mandamientos de Dios, los mandamientos de la Iglesia, los sacramentos, la oración, y otros medios que nos ayudan a vivir cerca de Dios.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 2 DE OCTUBRE DE 2020

 



 Lecturas de hoy Viernes de la 26ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, viernes, 2 de octubre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Job (38,1.12-21;40,3-5):


El Señor habló a Job desde la tormenta: «¿Has mandado en tu vida a la mañana o has señalado su puesto a la aurora, para que agarre la tierra por los bordes y sacuda de ella a los malvados, para que la transforme como arcilla bajo el sello y la tiña como la ropa; para que les niegue la luz a los malvados y se quiebre el brazo sublevado? ¿Has entrado por los hontanares del mar o paseado por la hondura del océano? ¿Te han enseñado las puertas de la muerte o has visto los portales de las sombras? ¿Has examinado la anchura de la tierra? Cuéntamelo, si lo sabes todo. ¿Por dónde se va a la casa de la luz y dónde viven las tinieblas? ¿Podrías conducirlas a su país o enseñarles el camino de casa? Lo sabrás, pues ya habías nacido entonces y has cumplido tantísimos años.»

Job respondió al Señor: «Me siento pequeño, ¿qué replicaré? Me taparé la boca con la mano; he hablado una vez, y no insistiré, dos veces, y no añadiré nada.»


Palabra de Dios



Salmo

Sal 138


R/. Guíame, Señor, por el camino eterno


Señor, tú me sondeas y me conoces;

me conoces cuando me siento o me levanto,

de lejos penetras mis pensamientos;

distingues mi camino y mi descanso,

todas mis sendas te son familiares. R/.


¿Adónde iré lejos de tu aliento,

adónde escaparé de tu mirada?

Si escalo el cielo, allí estás tú;

si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.


Si vuelo hasta el margen de la aurora,

si emigro hasta el confín del mar,

allí me alcanzará tu izquierda,

me agarrará tu derecha. R/.


Tú has creado mis entrañas,

me has tejido en el seno materno.

Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,

porque son admirables tus obras. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,13-16):


En aquel tiempo, dijo Jesús: «¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado.»


Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 2 de octubre de 2020

CR

Queridos hermanos:


Lo de que todos somos iguales es más un sueño, un deseo, que una realidad. Acabo de leer una estadística en la que se muestra como los hijos de las familias de clases medias y altas llegan a la escuela sistemáticamente mejor preparados que los niños nacidos en familias pobres. Decía el autor del comentario a la estadística que la solución no está sólo en incrementar los medios de las guarderías y de las escuelas. Es que además, las familias pobres son a veces más problemáticas. Aunque sólo sea porque los padres tienen que trabajar muchísimas horas y llegan cansados y tarde a casa sin posibilidad de atender a los niños como los progenitores de clase media y alta. Desde ese momento se marcan ya las diferencias entre las personas. 


Es decir, hay unos que tienen –tenemos– más posibilidades, más oportunidades que otros. Y, siendo honestos, debemos reconocer que eso no se debe a nuestra valía personal sino a la casualidad. Es algo que hemos recibido gratis. Otros han recibido gratis una posición peor en el teatro de este mundo. Ya decía Susanita, la amiga de Mafalda (la niña argentina creada por el genial Quino), que los pobres no dejarían de ser pobres nunca si iban a colegios pobres, compraban en mercados pobres y luego buscaban trabajos mal remunerados y casas en barrios pobres. 


Pero esto que es así genera para los que han tenido la suerte de tener más posibilidades no un privilegio de abuso sino un deber inexcusable: poner lo que tienen al servicio de los hermanos. Porque la verdad más importante es que somos hermanos, es que somos iguales a los ojos de Dios. Y los hermanos están para echarse una mano unos a otros, para compartir lo que tienen y ayudarse sin pedir nada a cambio. 


Corozaín, Betsaida, Cafarnaúm eran ciudades que habían sido privilegiadas por la presencia de Jesús. Eran además ciudades del mundo judío. Habían conocido la palabra de los profetas. Y luego la palabra de Jesús. Pero no habían respondido. ¿Cómo se les iba a exigir lo mismo que a Tiro y Sidón? 


¿Cómo se les va a pedir lo mismo a los pobres de este mundo que a los que nos han tocado en suerte tantos privilegios y no el menos importante, el de haber escuchado la Palabra?

FELIZ VIERNES

  




jueves, 1 de octubre de 2020

MEDITACIÓN DEL SANTO ROSARIO - CARTA APOSTÓLICA ROSARIUM VIRGINIS MARIAE

  


CARTA APOSTÓLICA

ROSARIUM VIRGINIS MARIAE

DEL SUMO PONTÍFICE

JUAN PABLO II

AL EPISCOPADO, AL CLERO

Y A LOS FIELES

SOBRE EL SANTO ROSARIO


INTRODUCCIÓN

1. El Rosario de la Virgen María, difundido gradualmente en el segundo Milenio bajo el soplo del Espíritu de Dios, es una oración apreciada por numerosos Santos y fomentada por el Magisterio. En su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer Milenio apenas iniciado una oración de gran significado, destinada a producir frutos de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que, después de dos mil años, no ha perdido nada de la novedad de los orígenes, y se siente empujado por el Espíritu de Dios a «remar mar adentro» (duc in altum!), para anunciar, más aún, 'proclamar' a Cristo al mundo como Señor y Salvador, «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn14, 6), el «fin de la historia humana, el punto en el que convergen los deseos de la historia y de la civilización».[1]

El Rosario, en efecto, aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología. En la sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual es como un compendio.[2] En él resuena la oración de María, su perenne Magnificat por la obra de la Encarnación redentora en su seno virginal. Con él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor.


Los Romanos Pontífices y el Rosario

2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular a este respecto corresponde a León XIII que, el 1 de septiembre de 1883, promulgó la Encíclica Supremi apostolatus officio,[3] importante declaración con la cual inauguró otras muchas intervenciones sobre esta oración, indicándola como instrumento espiritual eficaz ante los males de la sociedad. Entre los Papas más recientes que, en la época conciliar, se han distinguido por la promoción del Rosario, deseo recordar al Beato Juan XXIII[4] y, sobre todo, a PabloVI, que en la Exhortación apostólica Marialis cultus, en consonancia con la inspiración del Concilio Vaticano II, subrayó el carácter evangélico del Rosario y su orientación cristológica. 

Yo mismo, después, no he dejado pasar ocasión de exhortar a rezar con frecuencia el Rosario. Esta oración ha tenido un puesto importante en mi vida espiritual desde mis años jóvenes. Me lo ha recordado mucho mi reciente viaje a Polonia, especialmente la visita al Santuario de Kalwaria. El Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo. Hace veinticuatro años, el 29 de octubre de 1978, dos semanas después de la elección a la Sede de Pedro, como abriendo mi alma, me expresé así: «El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. [...] Se puede decir que el Rosario es, en cierto modo, un comentario-oración sobre el capítulo final de la Constitución Lumen gentium del Vaticano II, capítulo que trata de la presencia admirable de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia. En efecto, con el trasfondo de las Avemarías pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo. El Rosario en su conjunto consta de misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, y nos ponen en comunión vital con Jesús a través –podríamos decir– del Corazón de su Madre. Al mismo tiempo nuestro corazón puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo, la familia, la nación, la Iglesia y la humanidad. Experiencias personales o del prójimo, sobre todo de las personas más cercanas o que llevamos más en el corazón. De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana ».[5]

Con estas palabras, mis queridos Hermanos y Hermanas, introducía mi primer año de Pontificado en el ritmo cotidiano del Rosario. Hoy, al inicio del vigésimo quinto año de servicio como Sucesor de Pedro, quiero hacer lo mismo. Cuántas gracias he recibido de la Santísima Virgen a través del Rosario en estos años: Magnificat anima mea Dominum! Deseo elevar mi agradecimiento al Señor con las palabras de su Madre Santísima, bajo cuya protección he puesto mi ministerio petrino: Totus tuus!


Octubre 2002 - Octubre 2003: Año del Rosario

3. Por eso, de acuerdo con las consideraciones hechas en la Carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que, después de la experiencia jubilar, he invitado al Pueblo de Dios « a caminar desde Cristo »,[6] he sentido la necesidad de desarrollar una reflexión sobre el Rosario, en cierto modo como coronación mariana de dicha Carta apostólica, para exhortar a la contemplación del rostro de Cristo en compañía y a ejemplo de su Santísima Madre. Recitar el Rosario, en efecto, es en realidad contemplar con María el rostro de Cristo. Para dar mayor realce a esta invitación, con ocasión del próximo ciento veinte aniversario de la mencionada Encíclica de León XIII, deseo que a lo largo del año se proponga y valore de manera particular esta oración en las diversas comunidades cristianas. Proclamo, por tanto, el año que va de este octubre a octubre de 2003 Año del Rosario.

Dejo esta indicación pastoral a la iniciativa de cada comunidad eclesial. Con ella no quiero obstaculizar, sino más bien integrar y consolidar los planes pastorales de las Iglesias particulares. Confío que sea acogida con prontitud y generosidad. El Rosario, comprendido en su pleno significado, conduce al corazón mismo de la vida cristiana y ofrece una oportunidad ordinaria y fecunda espiritual y pedagógica, para la contemplación personal, la formación del Pueblo de Dios y la nueva evangelización. Me es grato reiterarlo recordando con gozo también otro aniversario: los 40 años del comienzo del Concilio Ecuménico Vaticano II (11 de octubre de 1962), el «gran don de gracia» dispensada por el espíritu de Dios a la Iglesia de nuestro tiempo.[7]

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 1 DE OCTUBRE DE 2020, SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS

 

Lecturas de hoy Jueves de la 26ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, jueves, 1 de octubre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Job (19,21-27):

Job dijo: «¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de escarnecerme? ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre; con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Vengador y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!»


Palabra de Dios



Salmo

Sal 27,7-9,13-14


R/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida


Escúchame, Señor, que te llamo,

ten piedad, respóndeme.

Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.» R/.


Tu rostro buscaré, Señor,

ne me escondas tu rostro.

No rechaces con ira a tu siervo,

que tú eres mi auxilio;

no me deseches. R/.


Espero gozar de la dicha del Señor

en el país de la vida.

Espera en el Señor, sé valiente,

ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10, 1-12):


En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»


Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy jueves, 

1 de octubre de 2020

CR

Queridos hermanos:


Hoy celebramos Santa Teresa del Niño Jesús. Ha sido una santa que ha tenido mala suerte. Sobre todo, cuando ha pasado a la devoción popular como santa “Teresita” y de lo más que se ha hablado ha sido de su camino de la “infancia espiritual”. Todo sonaba a nubecillas de color rosa con angelotes gordezuelos. Todo parecía un camino de rosas. Y su vida se contaba así. Una pena

Porque su vida fue muy dura. Tuvo que batallar en su familia para poder entrar en el Carmelo. Batalló duro. Hasta que lo consiguió. Luego, su vida allí no fue precisamente fácil. Algo tuvieron que ver en ella cuando la hicieron maestra de novicias. Se conoce que algo podía enseñar. En su camino, muy infantil quizá pero más en las formas que en el fondo, dice ella misma que hubo un momento en que le empezaron a sobrar todos los libros y lo único que la ayudaba era el Evangelio. Y decidió vivirlo hasta el fondo allí donde le tocó vivir: en una comunidad concreta, un grupo de mujeres en un monasterio cerrado. Y con esa misma entrega vivió su enfermedad. Murió muy joven y de tuberculosis a los 24 años.

Nada más que una historia y una reflexión. La historia. Hubo una hermana de su comunidad que, a la muerte de Teresa, declaró que había sido una a las que más había querido Teresa.  Años después, cuando se publicó su “Historia de un Alma”, descubrió con sorpresa que en ella Teresa hablaba de ella. Era la hermana por la que sentía una antipatía natural pero que se esforzó siempre para ofrecerle sus mejores palabras y hasta, cuando estaban en silencio, la mejor de sus sonrisas. ¡Eso es construir fraternidad más allá de nuestros sentimientos! ¡Eso es Evangelio!

Y una reflexión sobre uno de sus textos. Comenta Teresa que a veces se siente como un águila capaz de volar hasta lo más alto, hasta cerca del sol que la ilumina y calienta. Pero que otras veces se siente como un pollo mojado por la lluvia. No ve el sol porque está tapado por las nubes y tiembla de frío. Pero, y aquí viene lo bueno, que incluso en esos momentos de frío y tiritona, sabe que, más allá de las nubes, está el sol. Lo sabe. Lo cree. Y confía. Y cree. Que nos acordemos del pollo mojado y de su fe, en nuestros momentos de frío y hundimiento.

ESTA ES LA INTENCIÓN DE ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA OCTUBRE DE 2020

 Esta es la intención de oración del Papa Francisco para octubre de 2020

Redacción ACI Prensa

 Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



En octubre de este 2020 el Papa Francisco tiene como especial intención de oración “la misión de los laicos en la Iglesia”.

El Santo Padre pide a todos los fieles católicos que “recemos para que en virtud del bautismo los fieles laicos, en especial las mujeres, participen más en las instancias de responsabilidad de la Iglesia”.

En noviembre de 2019 el Santo Padre dirigió un discurso a los participantes de la asamblea plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en la que destacó la importancia de las mujeres en la Iglesia.

Ese día el Papa Francisco destacó que este dicasterio “tiene la gracia de tener dos subsecretarias, de haber incorporado a las mujeres precisamente en la estructura. ¡Y dos son pocas!”.

“Debemos seguir siempre adelante para poner a las mujeres en los puestos de consejo, de gobierno también, sin miedo. Teniendo siempre delante una realidad: el lugar de la mujer en la Iglesia no es solo hacia la funcionalidad. Sí, cierto, también puede ser jefe de dicasterio”.

El Pontífice destacó también que “el consejo de las mujeres es muy importante. Una de vuestras subsecretarias en la reunión de presidentes de las conferencias episcopales en febrero sobre el abuso, hizo oír otra música, otra forma de ver y de pensar. Y eso, enriqueció todo. Puestos de gobierno, de asesoramiento, pero que no termine solo en la funcionalidad. Y en esto no hemos trabajado todavía”.

“El papel de la mujer en la organización eclesial, en la Iglesia va más allá y debemos trabajar en este más allá, porque la mujer es la imagen de la Iglesia madre, porque la Iglesia es mujer; no es ‘el’ Iglesia, es ‘la’ Iglesia”.

El Papa resaltó asimismo que “la Iglesia es madre; la Iglesia es capaz de llevar adelante esta realidad y la mujer tiene otra función. No debe tener solo un trabajo funcional, el trabajo va más allá. Es ese principio mariano propio de las mujeres; una mujer en la Iglesia es la imagen de la Iglesia esposa y de Nuestra Señora”.

Francisco subrayó además la importancia de “abrir este nuevo horizonte para comprender bien lo que es la mujer en la Iglesia”.

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