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domingo, 12 de marzo de 2017

A LOS JÓVENES ESPOSOS


A los jóvenes esposos



Cuando Dios regala a una familia un hijo, la alegra con una preciosa donación, confiando que los padres de la criatura la cuidarán con responsabilidad hasta la edad adulta. Se ha escrito mucho sobre cómo educar a los niños y a los adolescentes. Por eso, cuando encuentro sobre el tema una orientación luminosa, breve y perfecta, siento el deseo de compartirla para que todos aprovechen ese condensado de sabiduría. Lee y medita.

Si el supremo Creador te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que confía a tus cuidados. Haz que ese hijo hasta los diez años, te admire. Hasta los 20, te ame. Y hasta la muerte, te respete. Sé para ese hijo hasta los diez, su padre. Hasta los 20 años, su maestro y hasta la muerte, su amigo.

Qué metas simples pero exigentes: ser para el hijo un padre, un maestro y un amigo, poniendo sin embargo el acento hasta los diez años, en la paternidad protectora, hasta los veinte en la docencia del difícil arte de vivir honestamente, y hasta la muerte en la amistad que todo lo comparte con humildad y sabiduría. Gracias, hermano/a, por acercarte a este sitio web. Hasta mañana.


* Enviado por el P. Natalio

sábado, 11 de marzo de 2017

EXPERIENCIAS DEL MÁS ALLÁ


“Experiencias del más allá”



Este es el título de un libro del P. Ángel Peña sobre experiencias de personas dadas clínicamente por muertas, que han podido vislumbrar un poco del más allá. El infierno existe, al igual que el cielo y el purgatorio. Esto se comprueba de modo existencial, no con documentos de la Iglesia o vidas de santos. Que sepas aprovechar estos testimonios para vivir de cara a la eternidad.

Dorothy estaba para dar a luz, y dice: “Mientras estaba tendida en la mesa de operaciones, esperando a que el médico me hiciera la cesárea, empecé a desfallecer. Se lo dije al anestesista y me dio oxígeno, pero eso no me sirvió de nada. Recuerdo haber oído que le gritaba al doctor que me estaba bajando la presión... Y me encontré en el cielo. Allí todo era maravilloso. Había una paz infinita. Jesús empezó a hablarme y me decía: “Dottie, te dejo aquí en la tierra con una finalidad”. En ese momento, me lo explicó todo. Mientras me hablaba, yo pensaba por qué me habría elegido a mí para revelarme esas cosas. Cuando terminó de hablar, me alejé flotando de ese hermoso lugar y volví a sentir mi cuerpo en la mesa de operaciones. Me llevaron otra vez a la habitación”.

En la actualidad, este tema ha sido estudiado por investigadores de todo el mundo, cardiólogos, siquiatras, pediatras, anestesistas, sicólogos, teólogos, sociólogos y otros  especialistas médicos o estudiosos de otras disciplinas. Todos están de acuerdo en que estas experiencias son reales y que no son fruto de alucinaciones o de imaginaciones arbitrarias. Que reafirmen tu fe.


* Enviado por el P. Natalio

martes, 7 de marzo de 2017

FORTALEZA EN LA LUCHA


Fortaleza en la lucha



Sufrir tentaciones o pruebas es una situación normal del hombre. Surgen de nuestra naturaleza inclinada al mal, o también del enemigo de Dios o de ese mundo que vive al margen de la ley divina. La tentación es una incitación a pecar. También los santos pasaron por tentaciones. Pero lucharon y triunfaron.

Abba Poimén contaba que el famoso ermitaño Juan Colobos había rogado a Dios que le quitara sus pasiones y lo convirtiera en un ser libre de toda inquietud. Y le fue concedido. Pero, después de un tiempo fue a ver a un Anciano para decirle: —Yo me veo descansando, sin tener ningún combate. Y el Anciano le aconsejó: —Ve y suplica a Dios para combatir nuevamente con la misma aflicción y la misma humildad que tenías antes, ya que es a través de los combates como progresa el alma. Entonces suplicó a Dios y, cuando se produjo el combate, ya no rogó para que lo eximiera de la lucha, sino que le rogó: —Señor, dame fortaleza en los combates.

Las tentaciones te ofrecen una ocasión favorable para vivir la fe en el Señor, acrecentar la humildad y expresarle tu gratitud. Son oportunidad de crecimiento. Aprovéchalas, pero no las busques. “Quien busca el peligro, en él perecerá”. Sé valiente y ten ánimo, con el Señor triunfarás.


* Enviado por el P. Natalio

lunes, 6 de marzo de 2017

AL CAER LA TARDE


Al caer la tarde



Al fin de una jornada agitada de lucha y de trabajo, nada ayuda tanto a restaurar la paz en el alma como una oración llena de confianza en el Señor. En efecto, en él encontramos un refugio seguro, un amigo fiel, un pastor que acompaña con solícito cuidado. El himno que hoy te ofrezco te introduce en un ambiente de celestial compañía.

Como el niño que no sabe dormirse sin asirse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse sobre tus manos al caer la tarde.
Como el niño que sabe que alguien vela su sueño de inocencia y esperanza,
así descansará mi alma segura, sabiendo que eres Tú quien nos aguarda.
Tú endulzarás mi última amargura, tú aliviarás el último cansancio,
tú cuidarás los sueños de la noche, tú borrarás las huellas de mi llanto.
Tú nos darás mañana nuevamente la antorcha de la luz y la alegría,
y, por las horas que te traigo muertas, tú me darás una mañana viva. Amén.

Ojalá que, por propia experiencia, tengas la certeza que el mejor descanso, ese oasis interior de paz que necesitas al fin del día, son los brazos divinos del Padre. Allí está “la verde pradera donde recostarte, de él fluye la fuente tranquila que repara las fuerzas agotadas”. La oración es la llave que cierra sabiamente cada jornada. El Señor te bendiga y proteja.


* Enviado por el P. Natalio

martes, 28 de febrero de 2017

CON TODA EL ALMA


Con toda el alma



“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte”. Este es el mandato más importante y así como fue dado: “con toda el alma”. Lee ahora lo que sigue:

C. S. Lewis, novelista irlandés (1898-1963) en sus “Cartas del diablo a su sobrino”, describe admirablemente esa tentación que lleva al alma a regatear con Dios. «Háblale —aconseja el diablo veterano a su inexperto sobrino— sobre la “moderación en todas las cosas”. Una vez que consigas hacerle pensar a cualquiera que “la religión está muy bien, pero hasta cierto punto”, podrás sentirte satisfecho acerca de su alma. Una religión moderada es tan buena para nosotros como la falta absoluta de religión, y más divertida.»

¿Te das cuenta? En amar a Dios no debe haber moderación alguna, porque hay que amarlo como él se merece, con toda el alma y con todas las fuerzas. Cuando entibiamos nuestra relación con Dios, es tan malo como ignorarlo por completo. “La medida de amar a Dios es amarlo sin medida”. ¿Estamos? No caigas en esa sutil tentación del enemigo.


* Enviado por el P. Natalio

lunes, 27 de febrero de 2017

DEJAR MI VIDA ENTRE TUS MANOS


Dejar mi vida entre tus manos
Todavía me cuesta, Señor, poner las redes de mi vida entre tus manos. Sé que Tú tienes un camino distinto para mi vida.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




Todavía me cuesta, Señor, poner las redes de mi vida entre tus manos.

Parece que temo tus proyectos, tus planes. Parece que todavía prefiero seguir mis gustos, gozar de salud, decidir mis pasos, tenerlo todo bajo el control de mis deseos.

Sé que Tú tienes un camino distinto para mi vida. Quizá difícil, quizá incomprensible, quizá lleno de espinas. Pero viene de Ti, y eres Tú quien sabes lo que es mejor, lo que me permite avanzar hacia el amor y la esperanza.

Ayúdame a descubrir ese proyecto. Dame fuerzas para confiar, para no olvidar que eres un Padre bueno. Permíteme reconocer que la Cruz es parte del camino del que ama, es una astilla que nos permite contagiarnos del fuego de amor que trajiste al mundo.

Dame también fuerzas para acompañar a quienes sufren a mi lado. Porque no encuentran sentido a sus fracasos. Porque no entienden que también el dolor encierra un tesoro inmenso. Porque olvidan que existe el cielo, donde el Perdón vence el pecado, donde el egoísmo queda lejos, donde el Amor lo es todo para todos.

Quisiera hoy, en estas horas de mi caminar frágil, dejar mi vida entre tus manos, como jarrón dócil, como vasija humilde, como barro confiado. Dejar que modeles en mi alma y en mi cuerpo tu proyecto; permitirte conquistar mis ideas y mis actos; prestarme para que también otros, desde mi vida transformada, puedan avanzar hacia la esperanza y descubrir Tu Amor eterno.

domingo, 26 de febrero de 2017

USO DE LOS BIENES


Uso de los bienes

Ciclo C - Domingo 25 del tiempo ordinario Lucas 16, 1-13


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Homilías del Padre Nicolás Schwizer 




Decía también a sus discípulos: Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: ¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando." Se dijo a sí mismo el administrador: ¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas. Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor? Respondió: Cien medidas de aceite." El le dijo: Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta. Después dijo a otro: Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo. Dícele: Toma tu recibo y escribe ochenta. El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz. Yo os digo: Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho. Si, pues, no fuisteis fieles en el Dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro? Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.


Reflexión
Jesús nos cuenta en el Evangelio de hoy una parábola, cuyo sentido no se entiende tan fácilmente.

El personaje central es el administrador infiel, al cual acusan de malversar los bienes de su amo. En esta situación difícil, él usa sin escrúpulos su poder como administrador para asegurar su futuro. Sagazmente favorece a los deudores de su amo, disminuyendo así ampliamente sus deudas.
Mediante esta hábil operación, el administrador se asegura el agradecimiento permanente de los deudores, de modo que no deberá inquietarse más por su futuro.

Y por eso se dice en el Evangelio: “El amo felicitó al administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente”.

Pero, ¿por qué felicita a este hombre infiel e injusto? No aprueba el fraude como tal, sino el hecho de que el administrador ha aprovechado el tiempo para asegurar su futuro y superar la crisis. Para Jesús, su actuar decisivo y hábil es modelo para los “hijos de la luz”.

Entonces, el mensaje de la parábola es este: los hijos de la luz, en la búsqueda de la salvación, tenemos que imitar la conducta de los hijos de este mundo. Tenemos que aprovechar el tiempo presente, para asegurar el futuro. Tenemos que usar hábilmente de nuestra vida transitoria en este mundo, para ganar la vida eterna en el otro mundo.

El tiempo que nos queda acá en la tierra, es breve y exige una decisión inmediata y absoluta por Dios, en la imitación de Jesucristo. Sólo así nuestro futuro estará asegurado, asegurado en Dios y en la vida eterna junto a Él.

Los versículos siguientes son como un apéndice de la parábola. En ellos Jesús nos habla del uso conveniente de los bienes, sobre todo del dinero.

El Señor exige de nosotros ser buenos y fieles administradores de las riquezas de este mundo. Por eso dice el Evangelio de hoy: “Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras?” Cuando no somos fieles y exactos con los bienes transitorios, cuanto menos seremos buenos administradores de los bienes sobrenaturales, de la gracia de Dios.

Jesús nos indica también, en el mismo Evangelio de hoy, cómo se puede usar bien el dinero: “Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas”.

Los bienes materiales son beneficios de Dios: El rico no es dueño absoluto, sino simple administrador de sus riquezas. Y sólo administrará fielmente los bienes, cuando los ponga al servicio de sus hermanos necesitados. Acumular injustamente riquezas y no ocuparse de los demás es ser un mal administrador de Dios.

Y porque es bien difícil, administrar fielmente los bienes, Jesús; habla duramente sobre la riqueza: “Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios (Lc 18,25).

La riqueza, frecuentemente, no acerca el hombre a Dios, sino que lo aparta de Él: lo hace orgulloso, duro, autosuficiente. Por eso termina el Evangelio de hoy: “Ningún siervo puede servir a dos amos... No podéis servir a Dios y al dinero”.

Apegarse al dinero resulta incompatible con el servicio auténtico de Dios. Porque las supremas riquezas no son las cosas de este mundo sino los dones del Reino de Dios. Por eso también el Señor se hizo pobre, para dar testimonio de pobreza y enriquecer con sus bienes: espirituales a los pobres de este mundo.

Queridos hermanos, en esta Eucaristía, Jesucristo quiere darnos su riqueza divina entregándonos su Cuerpo y su Sangre como alimento y bebida. Pero esta comunión con Cristo nos compromete seriamente. Nos compromete a servir a Dios, a ayudar a nuestros hermanos necesitados, a administrar fielmente los bienes de este mundo.

¡Qué así sea!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.



Padre Nicolás Schwizer
Instituto de los Padres de Schoenstatt

viernes, 24 de febrero de 2017

ORACIÓN DE ENTREGA


Oración de entrega



Pasamos años enteros, a menudo toda la vida, discutiendo si nos daremos enteramente a Dios. No somos capaces de hacer la donación entera. Combatimos contra Dios años enteros y resistimos a los impulsos de la gracia. ¿Por qué no le dices de una vez al Señor: “Aquí estoy del todo y para siempre”? (A. Milagro).

"Señor Jesús, Hijo de David, en este día te pido perdón por todas las cosas que he dicho y hecho que no son dignas de Ti, Señor. Tú que sondeas la mente y miras el corazón, renuévame en Ti, Jesús. Ya no quiero ser el de antes, es mi deseo ser una nueva criatura, Señor, te ofrezco mi ser, te doy mi corazón y lo pongo en tus manos, Dios. Me entrego por completo a Ti, y quiero que hagas tu obra en mi vida. Quiero recibir dones y gracias de tu Espíritu Santo hoy mismo, Jesús, a partir de hoy yo vivo para Ti. Dejo atrás todo mi pasado y declaro que a partir de ahora haré tu Divina Voluntad. Y podré ver tus maravillas en mi vida, y compartiré estas bendiciones con mis seres queridos y ellos también podrán ver tu Gloria, Jesús. Amén."

Quien vive abandonado en el Señor crece en una relación filial con Dios, su Padre; está disponible a todo lo que se presente, su corazón se vuelve simple y libre, tiene facilidad para vivir con humildad de corazón los misterios de la vida, se libera de toda ansiedad por el porvenir incierto: “Será lo que el Padre quiera”, dice con total sumisión.


* Enviado por el P. Natalio

jueves, 23 de febrero de 2017

AVALANCHA DE NIEVE


Avalancha de nieve



María Simma fue una sencilla campesina que desde pequeña oraba por las almas del Purgatorio. A los 25 años fue favorecida con el carisma de ser visitada a menudo por estas almas. Vivía sola en su casita de Sonntag en Austria. Fue alentada en su tarea por el párroco y el obispo. Con generosidad María respondía siempre a los pedidos de las almas benditas.

Una noche de 1954 un joven estaba en su casa, cuando de improviso un terrible alud se abatió tan cerca que oía gritos que pedían auxilio. De inmediato el joven se levantó y se precipitó para socorrer a esas personas. Pero su madre en la puerta quiso impedirle el paso. El joven, conmovido por los gritos y resuelto a auxiliarlos, empujó a su madre y le dijo: "¡Sí, yo voy! ¡No quiero dejarlos morir así!” y salió. Pero también él, a lo largo del trayecto, fue alcanzado por otro alud y murió... Dos días después se apareció a María Simma y le dijo: "Haz celebrar tres misas por mí, así seré liberado del Purgatorio". Más tarde el joven le explicó que al entregar su vida por esas personas, el Señor perdonó sus muchos y graves pecados y pudo entrar rápidamente al Cielo porque la caridad cubre la multitud de las culpas.

El Purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar al Cielo. Nosotros podemos ayudarlos ofreciendo expiaciones a Dios, como Misas, oraciones, obras de misericordia, etc. Son actos excelentes que el Señor te recompensará.



* Enviado por el P. Natalio

miércoles, 22 de febrero de 2017

ES MARAVILLOSO, SEÑOR


Es maravilloso, Señor



“Empezar a dar gracias a Dios invita a descubrir sus dones, y cuanto más se busca, más se encuentra. Es como recoger flores en un prado: no se ha concluido de cortar una flor, cuando otra se presenta más hermosa” (A. Gasparino).

Es maravilloso, Señor, tener mis brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados. Mis ojos miran, cuando tantos no tienen luz. Mi voz canta, cuando otros enmudecen. Mis manos trabajan, cuando tantos mendigan. Es maravilloso, Señor, volver a casa, cuando otros no tienen dónde ir. Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir, cuando tantos odian y mueren. Es maravilloso, Señor, tener un Dios para creer, cuando tantos no creen. Es maravilloso, Señor, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer.

“Vivir dando gracias a Dios” (san Pablo), te ayuda a relacionarte con él de una forma muy concreta, descubriendo los dones que te regala a cada paso. Por otra parte es una oración que te ensancha el corazón y descansa tu mente. Si tienes alguna dificultad, ¿por qué no ensayas escribir brevemente los motivos de tu gratitud? El Señor te bendiga.


* Enviado por el P. Natalio

martes, 21 de febrero de 2017

VIVIR


VIVIR



Vivir es aprender a cada instante... de cada situación, de cada momento, de cada sensación, de cada injusticia o sin razón..., del amor, del desamor, de la felicidad, de la infelicidad, de la protección, del abandono.

El sentido de la vida, ese que buscamos desde que nacemos se encuentra en la  alegría y también en el dolor.

Lo importante es saber comprender el mensaje que nos deja cada situación que debemos enfrentar y conservar la esperanza y la fe.

Hoy reímos, tal vez mañana lloramos... Hoy estamos  acompañados... Tal vez el mañana nos encuentre solos...

Pero debemos pasar por todas las instancias, por todos los momentos, por todas las situaciones esperadas e inesperadas porque en cada una de ellas nos encontramos, aprendemos, crecemos, nos fortalecemos y día a día nos damos cuenta que somos nosotros los únicos que le podemos dar sentido a nuestra propia vida y eso sólo es posible si iluminamos las zonas que por momentos vemos apagarse dentro de nosotros encendiendo la luz de la esperanza...

CLASE DE MEDICINA


 Clase de medicina



Según una fábula, Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una sobre el pecho y otra, atrás a la espalda. Los hombres, sin excepción, han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las personas conocidas, mientras que los defectos propios en la alforja que tienen en la espalda. Por eso son expertos en debilidades ajenas, y analfabetos en sus propias fallas.

En un hospital universitario un doctor explica a sus alumnos ante la cama de una anciana enferma, los síntomas de su enfermedad. —Fíjense, en la arrugada frente, en los ojos hundidos y brillantes, en la piel arrugada y roja, en las uñas… La enferma, cansada de oír epítetos desfavorables, exclamó: —¡Ya está  bien, doctor, que usted tampoco es un Apolo!

El conocimiento de uno mismo es llave de sabiduría, porque desde tu realidad personal puedes crecer y superarte. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza esa labor cotidiana de  realizar el proyecto de Dios sobre tu vida.


* Enviado por el P. Natalio

lunes, 13 de febrero de 2017

MIRAR CON ATENCIÓN


Mirar con atención



Gran sabiduría es tomarse un tiempo de meditación cada día: para encontrarnos con nosotros mismos y con lo que realmente pensamos y deseamos. Así despertarás esas energías ocultas e insospechadas que necesitas con urgencia; así darás solidez a tu vida zarandeada por las vicisitudes del trabajo cotidiano.

Cuando estés en dificultades y pienses en desistir, mira para atrás y recuerda los obstáculos que ya superaste. Si al tropezar y caer, te levantaste, y no te quedaste postrado, mira para al frente y olvida lo pasado. Al sentirte orgulloso por alguna realización personal, mira para adentro y sondea tus motivaciones. Antes que el egoísmo te domine, mientras tu corazón sea sensible, mira para los costados y auxilia a los que se te acercan. En la subida rumbo a las altas posiciones, si estás alcanzando concretar tus sueños, mira para abajo y observa si no estás pisando a alguien. En todos los momentos de la vida, sea cual fuere tu actividad, mira para arriba.

La tarea de tus reflexiones consiste en evaluar tus pensamientos habituales, para descartar toda negatividad: tristeza, ansiedad, rabia, odio, abatimiento; y por otra parte, cultivar las actitudes positivas: confianza, serenidad, fortaleza, paciencia, amor. Que te decidas por este precioso hábito de “higiene mental”.


* Enviado por el P. Natalio

JUVENTUD QUE NECESITAMOS


Juventud que necesitamos



Necesitamos una juventud comprometida con el mundo de hoy; capaz de tomar el relevo de los mayores, sin prisas ni atropellos, en paz y amistad. Una juventud que sienta los problemas de los hombres, y no se cruce de brazos ante la injusticia y la opresión, que aborrezca destruir y no tenga como norma la violencia.

La hora presente necesita una juventud que, sobre todo y a pesar de todo,  no pierda sus ilusiones y espere y luche por un mundo mejor. Una juventud con fuerzas espirituales suficientes para salvar a los pueblos del peligro de deshumanización, cansancio, indiferencia que les acechan. Con valores trascendentes en sus categorías mentales. Necesitamos una juventud que no desperdicie el ayer, pero que ame su hoy con pasión, y se preocupe por edificar un mañana más digno y humano.

La Patria y el mundo necesitan una juventud que construya una sociedad mejor en nuestro planeta, la Tierra, y logre abrir el misterio de otros mundos siderales, con el tesón de su ciencia y el empeño en sus empresas. Necesitamos una juventud que busque con afán "el Camino, la Verdad y la Vida”.  ¡Hermosos ideales para una juventud nueva!


* Enviado por el P. Natalio

MANEJAR LAS TENSIONES


Manejar las tensiones




En esos momentos, hace falta una mirada atenta y serena para ver qué se puede hacer para afrontar cada crisis.

¿Por qué surgen las tensiones? Porque dentro de uno hay tendencias que no pueden armonizarse entre sí. Porque fuera hay peticiones e intereses que nos dividen, nos inquietan, nos agobian.

Evitar las tensiones es un deseo difícil de alcanzar, pues la vida está llena de encrucijadas: no podemos ir la misma tarde y a la misma hora a una conferencia o a una fiesta de cumpleaños.

Pero eliminar algunas tensiones es posible si acallamos deseos equivocados, si centramos el corazón en lo esencial, y si ignoramos presiones que nos ahogan al pedirnos esfuerzos agotadores.

Eliminadas esas tensiones que podemos dejar a un lado, ¿qué hacer con otras que mantienen su aguijón en nuestras almas? Porque no se puede pedir a un padre o a una madre que olviden las tensiones que provocan los comportamientos de ese hijo que vive en plena adolescencia, o los problemas creados en la oficina por culpa de un compañero que critica continuamente a los demás...

En esos momentos, hace falta una mirada atenta y serena para ver qué se puede hacer, cómo afrontar el problema, cuáles serían aquellos medios concretos que uno puede escoger para afrontar cada situación de crisis.

A pesar de tantos esfuerzos, las tensiones pueden durar mucho tiempo. El hijo que una y otra vez llega borracho a casa genera una pena profunda en sus padres, como es dolorosa la tensión que surge en un matrimonio cuando uno de los dos sucumbe a las adicciones electrónicas.

Ante ese tipo tensiones, siempre podemos mirar al cielo y buscar la paz y la ayuda que vienen de Dios, y que permiten encarar la situación con una energía insospechada: la que nace de la esperanza y del amor sincero.

Entonces, ¿es posible vivir entre tensiones y con una dosis sanadora de energía? Sí, cuando aprendemos esa gran lección del Evangelio: no preocuparnos por el mañana, sino mirar a los lirios del campo y a las aves del cielo para dejar que cada día tenga su afán. A nosotros sólo se nos pide una cosa: a pesar de tantos problemas, dedicarnos a buscar con alegría el Reino de Dios y su justicia... (cf. Mt 6,25-34).

miércoles, 8 de febrero de 2017

OVEJAS SIN PASTOR

Ovejas sin pastor




En un establo, cierta noche, las ovejas se pusieron a conversar y decidieron tomarse un día de descanso sin la compañía del pastor. Éste siempre les andaba diciendo por dónde debían ir, cuando era la hora de regresar, y qué pastos podían comer.

A la mañana siguiente, antes de que saliera el sol, se pusieron en camino, sigilosamente y  sin emitir ni un balido.  Cuando llegaron a lo alto de la montaña, cada una se fue por su lado. No la pasaron muy bien, porque el lugar elegido no tenía muy buenos pastos y lo poco que encontraban se lo comían sin avisarle a las demás, y después les dolía la panza. Hasta que comenzó a oscurecer y las ovejas se sintieron intranquilas.

–¡Qué hacemos! –gritó una.

–Permanezcamos unidas –dijo otra que recordó lo que repetía constantemente el pastor.

–¿Y ahora? ¿Qué hacemos? ¿Cómo volvemos al corral?

–¡Ya sé! ¿Se acuerdan que, todos los días, mientras regresábamos, él nos iba mostrando las maravillas que nos rodeaban?

Esto era cierto, aunque algunas ovejas ya casi no lo escuchaban porque decían que todos los días decía lo mismo.

–Lo primero que nos mostraba era un árbol con las raíces bien agarradas al suelo y las ramas que, como brazos, señalan el camino a casa.

Las ovejas se separaron de a dos para buscar el árbol.

–¡Ahí está! –gritó una que lo había reconocido en medio de la oscuridad.

–Sigamos por el camino que señalan las ramas, y unos metros más adelante vamos a encontrar el arroyo de aguas cristalinas y un sonido que parece decir hasta mañana –dijo otra oveja, repitiendo las mismas palabras del pastor.

–Bajando un poco más, vamos a encontrar la piedra con forma de oso y, por último, si doblamos hacia el árbol de naranjas veremos el camino que desemboca en nuestro hogar.

Pudieron regresar gracias a que, entre todas, pudieron reconstruir lo que el pastor les había dicho durante tanto tiempo. De la misma forma que se habían ido, sin hacer un mínimo ruido, las ovejas entraron en el establo. ¿Qué vieron en un rincón? ¿Al pastor enojado? Nada de eso, había una gran montaña de pasto que les había dejado el pastor por si regresaban con hambre.

Las ovejas reconocieron que el pastor sólo se preocupaba por el bien del rebaño…

Para pensar:
¿Por qué las ovejas lograron encontrar el camino de regreso aunque no estaba el pastor?
¿Por qué el pastor no salió a buscarlas y sí les dejó preparada comida para cuando regresaran?
¿Quién nos cuida y nos protege?
¿Reconocemos la necesidad de aprender de otro?
¿La voz de quiénes escuchamos? ¿Por qué?

CORAZÓN SIMPLE


Corazón simple


Sólo aceptar, orar, adorar al Señor, y disfrutar de los pequeños detalles que El nos permite ver, de Su maravilloso Reino.


Por: www.reinadelcielo.org | Fuente: reina del cielo 






Siempre llamó mi atención aquella gente con un corazón sencillo, aquellos que hacen de lo complejo, de lo sofisticado, algo cotidiano, entendible por todos. Gente que quizás habla de cosas importantes, pero tiene en su forma de expresarse una capacidad de llegar al fondo de su mensaje de inmediato. Sea cual fuere el tema del que esas personas hablan, llegan al corazón, el alma se siente atraída. Gente muy sencilla, que quizás sólo nos sirve o ayuda en determinado punto de nuestras vidas. Rostros sonrientes, dispuestos a ayudarnos, adaptarse y comprender.

¡Dan ganas de sentarse a hablar con esa gente, a saber de su vida!. Ellos no buscan complejidades, no desconfían más de la cuenta, hablan de modo abierto y claro, tienden a creer y a confiar, ven en la gente lo bueno. La simpleza de corazón se opone a esa otra postura, la de buscar siempre los motivos para no creer, la de dudar de todo, la de complicar las cosas, la de plantear siempre obstáculos y objeciones, la de esperar que finalmente algo nos de la excusa para descalificar.

Esta actitud frente a la vida, la de hacer lo complejo algo sencillo, la de creer, confiar, de poner una sonrisa y un deseo de hacerse entender y querer por el prójimo, es una parte importante del amor. Porque el amor es simple y Dios es simple, El hace las cosas de Su Reino sencillas para nosotros. Pero también pone un velo entre Sus misterios y nuestro entendimiento. Es por este motivo que es tan importante no querer ver o saber más allá de lo que Dios quiera que veamos. ¡Sólo creer en El!.

Esta actitud, la de creer, proviene de un corazón sencillo. Creer, con un alma abierta a las cosas del Reino, más allá de que la mente, nuestro intelecto, no alcance a comprender lo que percibe. Es muy difícil tener fe en Dios si queremos procesar todo a través de nuestra razón. La soberbia, origen de todo pecado porque proviene de quien quiso ser como Dios en los inicios de los tiempos, nos arrastra a querer ver donde no debemos, a querer comprender donde no podemos, y finalmente a creer sólo si nuestra razón comprende. ¡Sólo Dios puede comprender Sus cosas!.

Cuando veo tanta gente sencilla en los lugares donde se expresa la fe en Jesús y en María, Santos y Angeles, en el Reino de la Santísima Trinidad en pleno, no puedo dejar de admirarme de la sencillez de esos corazones que creen, no preguntan, no se hacen planteos más allá de la fe o las enseñanzas que Jesús nos dejó a través de Su Palabra. ¡Benditos esos corazones plenos de sencillez y fe, bienaventurados los sencillos y humildes de Corazón!.

Y que difícil es la prueba cuando Dios da la gracia de tener una mente desarrollada, una educación elevada. El propio don que Dios da se puede transformar en el motor de nuestra soberbia: vaya, si somos gente inteligente, ¿como podemos creer en estos tiempos en estas cosas, inexplicables para la ciencia del hombre?. Cuanta soberbia se esconde en esta pregunta, pero cuan a menudo se la escucha, o se la piensa. El mundo moderno ha desarrollado tal soberbia, que ha dejado poco espacio para las cosas del Señor, que son por supuesto inexplicables, porque pertenecen a un nivel de pensamiento, el Pensamiento Divino, al que el hombre jamás podrá llegar.

Es por este motivo que da gran alegría ver gente con dones intelectuales y buena educación, que también tiene un corazón sencillo, y cree en las cosas de Dios sin preguntarse. Esos hermanos han pasado una prueba importante, han llegado a rozar la verdadera sabiduría, la de hacerse pequeños y aceptar la Omnipotencia Divina sin preguntar ni por qué, ni cómo, ni cuando, ni donde. Sólo aceptar, orar, adorar al Señor, y disfrutar de los pequeños detalles que El nos permite ver, de Su maravilloso Reino.

lunes, 6 de febrero de 2017

SÉ LUZ EN EL MUNDO


Sé luz en el mundo



El Señor te ha regalado la luz de la fe para que la irradies a tu alrededor, con el ejemplo y con la palabra. Jesús te anima a hacer brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ti (Mateo 5,13-15). Cada uno tiene posibilidades distintas, pero no menos importantes. Dios ha dispuesto que las almas vayan iluminando otras almas, como si fueran antorchas.

Si puedes ser una estrella en el cielo,
sé una estrella en el cielo.
Si no puedes ser una estrella en el cielo,
sé una hoguera en la montaña.
Si no puedes ser una hoguera en la montaña,
sé una lámpara en tu casa.

Esto me hace recordar un aviso para cierta celebración, cuya ambigüedad hizo sonreír a todos los presentes: “El párroco encenderá su vela en la del altar. El diácono encenderá la suya en la del párroco, y luego encenderá uno por uno a todos los fieles de la primera fila”. Ojalá que todos fuéramos antorchas vivientes de Cristo Jesús “luz del mundo”, para iluminar a tantos que todavía “yacen en tinieblas y sombras de muerte”. Que Dios, que “es luz y en quien no hay tiniebla alguna”, te bendiga e impulse a tu misión


* Enviado por el P. Natalio

viernes, 3 de febrero de 2017

COHERENCIA



Coherencia



El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto, se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección.

La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa.  Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos y vulgares en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección... y para colmo, se le cayó el celular y se le corrió el maquillaje. En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el cristal de su lado.

Allí, parado junto a ella, estaba un policía mirándola muy seriamente.

El oficial le ordenó salir de su coche con las manos arriba, y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.

Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta.

La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales.
- Señora, lamento mucho este error le explicó el policía. Le mandé bajar mientras usted se encontraba tocando la bocina fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces.  Mientras la observaba, me percaté que:
- De su retrovisor cuelga un rosario.
- Su auto tiene una calcomanía que dice: "Sonríe, Jesús te ama",
- Su patente tiene un borde que dice "Amor y paz",
- En la parte de atrás hay una oblea que dice" La paciencia es la madre de las virtudes”
- Otra calcomanía que dice: "Practica la meditación"
- Y, finalmente, el emblema cristiano del pez.
¡Como es de imaginarse... supuse que el auto era robado!

Esta historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que creemos, lo que decimos, y lo que hacemos.

5 MANERAS PARA SANTIFICAR TU DÍA


5 maneras para santificar tu día
Recordarnos, a nosotros mismos la presencia de Dios en nuestras vidas, requiere buenos hábitos diarios


Por: Sam Guzman | Fuente: CatholicGentleman.net // PildorasDeFe.net 




Todos nosotros vivimos vidas muy ocupadas, corriendo al trabajo, apresurando a traer mandados y manejando en tráfico intenso. Con todas estas ocupaciones tan agitadas, es difícil llevar una vida de oración y darse cuenta de la plena presencia de Dios, aun cuando lo deseemos. Pero, en última instancia, la quietud viene desde dentro, e incorporar hábitos santos en nuestras vidas nos puede ayudar a mantenernos recogidos en medio de todo el ruido y caos del mundo moderno.

A continuación presento cinco maneras para bajar el ritmo y vivir una vida más pacífica y llena de oración.


1.- Dedica un tiempo para orar en las mañanas.

Créeme, sé lo difícil que es el escaparse de la cama en la mañana. El sentimiento de debilidad matutina es tan difícil de sacudirse. Pero es importante iniciar el día con la oración. Por experiencia les digo que mi día es tan productivo y pacífico en la misma proporción que mi disposición para levantarme de la cama y dedicar un tiempo en oración y lectura espiritual. Cuando hago esto, me encuentro a mí mismo más tranquilo, más paciente hacia los demás, y en estado de recogimiento hacia la presencia de Dios. Pero cuando presiono el botón del despertador para quedarme un rato más, entonces el resto del día, incluyendo el trato con los demás, parece venirse en contra.

Sé lo difícil que es realizar un tiempo de oración al levantarse, así que compartiré en otro artículo mi propia rutina matutina.


2.- Pronuncia un Ave María antes de iniciar el trabajo.

Cuando me siento a trabajar en la computadora, mi primer impulso es empezar ansiosamente a checar los correos y leer mis noticieros favoritos online. Pero en lugar de darle rienda suelta a mis impulsos, he tomado el hábito de rezar un Ave María antes de realizar cualquier otra cosa, y muchas de las veces incluso antes de encender la computadora. Pido a Nuestra Señora que bendiga mi día y guíe mis prioridades. Mi jornada laboral es inevitablemente menos estresante o correteada cuando la inicio de esta manera.


3.- Reza el Ángelus.

El Ángelus es una oración hermosa y honorable que nos recuerda el milagro de la Encarnación y la importancia de alinearse a la voluntad de Dios. Es también una manera grandiosa de ponerle pausa al día, elevar nuestros corazones a la voluntad de Dios y tomar un respiro profundo, y así podremos hablar en medio de un día frenético. Tradicionalmente es rezado al medio día, pero quizás podrías empezar tu receso para la comida rezándolo.

Ángelus

V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Avemaría.

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que con los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

No todos tenemos un trabajo que permita rezar el Ángelus, pero si tú tienes la fortuna de tenerlo, te reto a que en este momento pongas una alarma en tu celular o reloj y empieces a rezarlo.


4.- Reza el Rosario.

El rosario es una de las más populares y conocidas oraciones católicas, y por una muy buena razón. Cuando lo rezamos con concentración y devoción, se convierte en una de las mejores oraciones que podemos realizar. Nuestra Señora de Fátima pidió a todos los creyentes que se rezara el rosario a diario, así que debería ser La Oración que nosotros  prioricemos, aun cuando no nos quede tiempo para cualquier otra cosa.

Considera rezar el rosario después de la cena. Es una manera hermosa de dedicarles tiempo a Jesús y a María al final del día. Si tienes una familia, récenlo juntos. Si de plano no encuentras tiempo para rezarlo, puedes hacerlo en el automóvil camino al trabajo. Cualquiera que sea tu ocupación, REZA EL ROSARIO.


5.- Examina tu conciencia antes de ir a la cama.

El pecado es una realidad en nuestras vidas, y se nos escapa a lo largo del día cuando hablamos, pensamos y hacemos cosas que desagradan a Dios. Si tú no crees esto, entonces te estás auto engañando. Ve a la cama, pero con conciencia limpia, examinándote diariamente. Haz una pausa, revisa tus pensamientos e interacciones con otros y pregúntate si has hecho algo que desagrade a Nuestro Señor. Luego piensa en Jesús Crucificado y lleno de amor hacia ti. Dile lo mucho que te apenan tus faltas y realiza un acto de contrición para determinarte en hacerlo bien de aquí en adelante.

Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén


Conclusión

Es muy fácil distraerse y olvidar la presencia de Dios a lo largo del día. Recordarnos a nosotros mismos la presencia de Dios, a menudo requiere santificar nuestro día con buenos hábitos diarios.



Artículo publicado originalmente en Catholic Gentleman
Adaptado y traducido al español por Rafael Ruiz, para PildorasdeFe.net
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