El Papa Francisco llegó a Chile
Foto: Bárbara Bustamante (ACI Prensa)
(ACI).- A las 7:13 p.m. (hora local), aterrizó en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile, el avión de Alitalia que trajo desde Roma al Papa Francisco, quien realizará una visita apostólica de cuatro días y que además de la capital, comprenderá las ciudades de Temuco e Iquique.
El Santo Padre fue recibido por la presidenta Michele Bachellet, por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati; y por el Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena, Mons. Santiago Silva Retamales.
Al bajar de las escalinatas, dos menores en trajes típicos le entregaron un ramo de flores. Más adelante Constanza, una pequeña niña, le dedicó el villancico chileno "Buenas noches Mariquita".
Entre los presentes, además de autoridades locales, se encontraban el Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Ivo Scapolo; y el responsable de la comisión de la visita papal, Mons. Fernando Ramos.
Este es el viaje internacional número 22 del Papa Francisco, quien se convierte en el segundo Pontífice en visitar Chile después de San Juan Pablo II, que viajó al país sudamericano en 1987.
El Papa Francisco se reunió con la Presidenta de Chile
(ACI).- Luego de su encuentro con las autoridades civiles y el cuerpo diplomático acreditado, el Papa Francisco se reunió de forma privada con la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Con el Papa Francisco conversamos sobre los múltiples desafíos del nuevo Chile, que tenemos el deber de saber interpretar, acoger, pero, sobre todo, al que debemos dar las respuestas que necesita. La palabra de @Pontifex_es en Chile renueva esa misión. #FranciscoEnChile
Tras el diálogo, la Presidenta presentó a su madre, Ángela Jeria, al Papa, con quien también conversó brevemente.
En sus palabras ante las autoridades civiles, Bachelet expresó su deseo de que la visita de Francisco, “así como es un regalo para nosotros, sea un momento de alegría para usted, por el cariño y compromiso de chilenos y chilenas que irán a su encuentro”.
En su discurso a las autoridades, el Pontífice hizo un llamado a una “opción radical por la vida” y pidió perdón por los abusos contra menores cometidos por sacerdotes en el país.
La reunión se realizó en el Palacio de la Moneda alrededor de las 09:00 a.m. (hora local) y tras ella el Santo Padre se dirigió al Parque O’Higgins en donde presidirá una Misa ante cientos de miles de fieles.
El Papa en Chile: Francisco llegó a la Nunciatura Apostólica donde pernoctará
(ACI).- Tras rezar brevemente ante la tumba de Mons. Enrique Alvear, el “Obispo de los pobres”, el Papa Francisco se dirigió a la Nunciatura Apostólica en Chile donde pernoctará durante los días que dure su visita al país.
Al llegar al lugar alrededor de las 8:30 p.m., el Pontífice recibió unas flores de dos niños con los que conversó brevemente y a quienes bendijo.
El Papa se acercó luego a los fieles presentes en las afueras de la sede diplomática, de quienes recibió algunos obsequios y dialogó unos momentos.
El Santo Padre bendijo y saludó a muchas de las personas que lo esperaron en la Nunciatura por varias horas con el deseo de verlo.
La llegada de Francisco estuvo acompañada por los cantos de los coros de los colegios Villa Maria Academy y Verbo Divino, en el que participaron unas 50 personas.
[TEXTO] Discurso del Papa Francisco en su encuentro con autoridades y sociedad civil de Chile
(ACI).- El Papa Francisco dirigió este martes un discurso ante las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático, en el que hizo un llamado a una “opción radical por la vida” y pidió perdón por los abusos contra menores cometidos por sacerdotes.
A continuación el texto completo:
Señora Presidenta, miembros del Gobierno de la República y del Cuerpo Diplomático, representantes de la sociedad civil, distinguidas autoridades, señoras y señores:
Es para mí una alegría poder estar nuevamente en suelo latinoamericano y comenzar esta visita por esta querida tierra chilena que ha sabido hospedarme y formarme en mi juventud; quisiera que este tiempo con ustedes fuera también un tiempo de gratitud por tanto bien recibido.
Me viene a la memoria esa estrofa de vuestro himno nacional: «Puro, Chile, es tu cielo azulado, / puras brisas te cruzan también, / y tu campo de flores bordado/ es la copia feliz del Edén», un verdadero canto de alabanza por la tierra que habitan, llena de promesas y desafíos; pero especialmente preñada de futuro.
Gracias señora Presidenta por las palabras de bienvenida que me ha dirigido. En usted quiero saludar y abrazar al pueblo chileno desde el extremo norte de la región de Arica y Parinacota hasta el archipiélago sur «y a su desenfreno de penínsulas y canales». La diversidad y riqueza geográfica que poseen nos permite vislumbrar la riqueza de esa polifonía cultural que los caracteriza.
Agradezco la presencia de los miembros del gobierno; los Presidentes del Senado, de la Cámara de Diputados y de la Corte Suprema, así como las demás autoridades del Estado y sus colaboradores.
Saludo al Presidente electo aquí presente, señor Sebastián Piñera Echenique, que ha recibido recientemente el mandato del pueblo chileno de gobernar los destinos del País los próximos cuatro años.
Chile se ha destacado en las últimas décadas por el desarrollo de una democracia que le ha permitido un sostenido progreso. Las recientes elecciones políticas fueron una manifestación de la solidez y madurez cívica que han alcanzado, lo cual adquiere un relieve particular este año en el que se conmemoran los 200 años de la declaración de la independencia. Momento particularmente importante, ya que marcó su destino como pueblo, fundamentado en la libertad y en el derecho, que ha debido también enfrentar diversos períodos turbulentos pero que logró —no sin dolor— superar. De esta forma supieron ustedes consolidar y robustecer el sueño de sus padres fundadores.
En este sentido, recuerdo las emblemáticas palabras del Card. Silva Henríquez cuando en un Te Deum afirmaba: «Nosotros —todos— somos constructores de la obra más bella: la patria. La patria terrena que prefigura y prepara la patria sin fronteras. Esa patria no comienza hoy, con nosotros; pero no puede crecer y fructificar sin nosotros. Por eso la recibimos con respeto, con gratitud, como una tarea que hace muchos años comenzaba, como un legado que nos enorgullece y compromete a la vez».
Cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas y llevarlas a metas más altas aún. El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día. No es posible conformarse con lo que ya se ha conseguido en el pasado e instalarse, y disfrutarlo como si esa situación nos llevara a desconocer que todavía muchos hermanos nuestros sufren situaciones de injusticia que nos reclaman a todos.
Tienen ustedes, por tanto, un reto grande y apasionante: seguir trabajando para que la democracia y el sueño de sus mayores, más allá de sus aspectos formales, sea de verdad lugar de encuentro para todos. Que sea un lugar en el que todos, sin excepción, se sientan convocados a construir casa, familia y nación.
Un lugar, una casa, una familia, llamada Chile: generoso, acogedor, que ama su historia, que trabaja por su presente de convivencia y mira con esperanza al futuro. Nos hace bien recordar aquí las palabras de san Alberto Hurtado: «Una Nación, más que por sus fronteras, más que su tierra, sus cordilleras, sus mares, más que su lengua o sus tradiciones, es una misión a cumplir». Es futuro. Y ese futuro se juega, en gran parte, en la capacidad de escuchar que tengan su pueblo y sus autoridades.
Tal capacidad de escucha adquiere gran valor en esta nación donde su pluralidad étnica, cultural e histórica exige ser custodiada de todo intento de parcialización o supremacía y que pone en juego la capacidad que tengamos para deponer dogmatismos exclusivistas en una sana apertura al bien común —que si no tiene un carácter comunitario nunca será un bien—.
Es preciso escuchar: escuchar a los parados, que no pueden sustentar el presente y menos el futuro de sus familias; a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación. Escuchar a los migrantes, que llaman a las puertas de este país en busca de mejora y, a su vez, con la fuerza y la esperanza de querer construir un futuro mejor para todos.
Escuchar a los jóvenes, en su afán de tener más oportunidades, especialmente en el plano educativo y, así, sentirse protagonistas del Chile que sueñan, protegiéndolos activamente del flagelo de la droga que les cobra lo mejor de sus vidas. Escuchar a los ancianos, con su sabiduría tan necesaria y su fragilidad a cuestas. No los podemos abandonar.
Escuchar a los niños, que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad. Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir.
Con esta capacidad de escucha somos invitados —hoy de manera especial— a prestar una preferencial atención a nuestra casa común: fomentar una cultura que sepa cuidar la tierra y para ello no conformarnos solamente con ofrecer respuestas puntuales a los graves problemas ecológicos y ambientales que se presentan; en esto se requiere la audacia de ofrecer «una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático» que privilegia la irrupción del poder económico en contra de los ecosistemas naturales y, por lo tanto, del bien común de nuestros pueblos.
La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean. Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al futuro.
El alma de la chilenía es vocación a ser, esa terca voluntad de existir. Vocación a la que todos están convocados y en la que nadie puede sentirse excluido o prescindible. Vocación que reclama una opción radical por la vida, especialmente en todas las formas en la que ésta se vea amenazada.
Agradezco una vez más la invitación de poder venir a encontrarme con ustedes, con el alma de este pueblo; y ruego para que la Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile, siga compañando y gestando los sueños de esta bendita nación.
El Papa Francisco pide perdón por abusos de sacerdotes en su primer discurso en Chile
(ACI).- En su primera actividad oficial en Chile, el Papa Francisco expresó su dolor por “el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”, y señaló que “es justo pedir perdón”, apoyar a las víctimas y empeñarse porque estos hechos no se vuelvan a repetir.
El Santo Padre expresó estas palabras durante el encuentro con las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático realizado este 16 de enero en el Palacio de La Moneda.
En su discurso, el Papa hizo un llamado a hacer del país “una casa, una familia”, e indicó que para ello es necesaria la “capacidad de escucha” entre todos los sectores, especialmente los más vulnerables, entre ellos los niños.
“Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, expresó.
Francisco no mencionó nombres, sin embargo, en Chile existe el caso del sacerdote Fernando Karadima, hoy de 87 años y acusado de haber cometido abusos sexuales en los años 90.
La justicia chilena cerró el proceso en el 2010. Sin embargo, la investigación canónica de la Santa Sede lo encontró culpable de abusos sexuales contra menores.
La investigación de la Congregación para la Doctrina de la Fe se inició en julio de 2010 y concluyó con un decreto dado a conocer el 16 de enero de 2011.
El decreto le prohibió a perpetuidad ejercer sus funciones sacerdotales y, considerando la edad de entonces (80 años) y su salud, se le impuso ser retirado “a una vida de oración y de penitencia, también en reparación de las víctimas de sus abusos”.
Este es el recorrido de las imágenes que acompañarán la Misa papal en el norte de Chile
POR GISELLE VARGAS
Créditos: ConectaCEC - Tesoros del Pueblo
(ACI).- El 17 de enero comenzará la peregrinación de las imágenes de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, San José y San Lorenzo de Tarapacá desde sus santuarios en el norte de Chile hacia Iquique, para acompañar al día siguiente la Misa que presidirá el Papa Francisco.
Tanto San Lorenzo de Tarapacá como Nuestra Señora del Carmen -ubicados a 100 y 75 kilómetros de Iquique-, son dos santuarios que convocan a miles de peregrinos en sus fiestas del 10 de agosto y 16 de julio respectivamente.
Esta será la última Misa que celebrará Francisco en el país, en la cual también coronará la imagen de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana como Reina y Madre de Chile.
En 1987 San Juan Pablo II coronó con el mismo título a la imagen de la Virgen del Carmen que se encuentra en el Santuario Nacional de Maipú.
Para que esto sea posible, las imágenes deben salir de sus respectivos santuarios y las respectivas comunidades y federaciones de bailes religiosos han preparado un itinerario que comenzará el miércoles 17.
La “bajada” de la imagen de la Virgen del Carmen, junto con la de San José, está planificada para las 9 a.m. hora local y está a cargo de la Comunidad Custodia del Santuario y la Federación de Bailes Religiosos de La Tirana.
Al llegar a Iquique, el vehículo que traslada a la “Chinita”, pasará por la rotonda El Pampino, las calles O’Higgins, Arturo Fernández, Sotomayor y Amunátegui. Se espera que llegue al mediodía a la parroquia del Perpetuo Socorro, lugar representativo e histórico para los bailes religiosos.
En El Colorado, sector norte de Iquique, se levantará un altar y las asociaciones saludarán a la Virgen del Carmen de La Tirana por turnos hasta las 9:00 p.m.
Luego las imágenes de San José y la Virgen serán guardadas hasta la madrugada del 18 de enero a la espera de ser trasladadas a Playa Lobito, donde se realizará la Misa con el Papa.
Concluida la Eucaristía, las imágenes de San José y la Virgen de La Tirana, ya coronada como Reina y Madre de Chile, regresarán al pueblo de La Tirana donde se realizará una ceremonia de entronización al Santuario.
Esta es la segunda vez que la "Chinita" sale de su santuario para visitar Iquique. La primera ocasión fue para la preparación del Jubileo del año 2000.
Juan Pablo Maturana, Presidente de la Federación de Bailes Religiosos de La Tirana, llamó a los fieles a participar de este acontecimiento saludando a la “Chinita del Carmelo” que será coronada por el Papa Francisco como un “reconocimiento a la fe del pueblo nortino que por siglos ha caminado de la mano de María”.
“Para nosotros es una satisfacción y orgullo porque se ha escuchado nuestra humilde petición que el Papa ponga en la cabeza de nuestra Madre una corona. Somos parte de la Iglesia viva, de la Iglesia que danza y que mejor que todo se centre en la Madre del Salvador que se queda junto a nosotros para el anuncio de la Buena Nueva”, dijo a ACI Prensa.
En tanto, la imagen de San Lorenzo de Tarapacá saldrá en caravana del santuario el 17 de enero a las 7:30 a.m. hora local y pasará por los pueblos de Pagua, Huara, Alto Hospicio hasta llegar a Iquique.
A las 10:30 a.m. la imagen llegará a la avenida Héroes de la Concepción (entre calles O’Higgins y Zegers) y será montada en el anda que la llevará a la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación. También se instalará una reliquia de San Lorenzo, traída desde España hace varios años.
Al mediodía comienzan los saludos de los Bailes Religiosos de San Lorenzo por turnos hasta la medianoche. En paralelo los fieles también podrán venerar al santo patrón de los mineros, transportistas y comerciantes.
Se estima que a la 1:30 a.m. del 18 de enero la imagen de San Lorenzo de Tarapacá salga hacia Playa Lobito y sea entronizada en el presbiterio.
El 18 de enero, luego de la Eucaristía, la imagen volverá al santuario a las 7 p.m.
Para Rodrigo Herrera, Presidente de la Agrupación de Bailes Religiosos de San Lorenzo de Tarapacá, esta es una oportunidad para dar a conocer el fervor religioso que “será vivido de la misma forma como cuando se esperan las vísperas de cada fiesta, en La Tirana el 16 de julio y San Lorenzo el 10 de agosto, así vamos a vivir este 18 de enero”.
El Papa Francisco llama a Chile a una opción radical por la vida
(ACI).- “Una opción radical por la vida”, fue el llamado que hizo el Papa Francisco en su discurso ante la presidenta Michelle Bachelet y demás autoridades locales desde el Palacio de la Moneda, una exhortación que tiene lugar a pocos meses de la despenalización del aborto impulsada por el gobierno chileno.
“El alma de la chilenía es vocación a ser, esa terca voluntad de existir. Vocación a la que todos están convocados y en la que nadie puede sentirse excluido o prescindible. Vocación que reclama una opción radical por la vida, especialmente en todas las formas en la que ésta se vea amenazada”, señaló el Papa.
En ese sentido, pidió hacer del país “una casa, una familia”, e indicó que para ello es necesaria la “capacidad de escucha” entre todos los sectores, especialmente los más vulnerables, como los ancianos, los niños, los migrantes, los pueblos originarios, entre otros.
“Tal capacidad de escucha adquiere gran valor en esta nación donde su pluralidad étnica, cultural e histórica exige ser custodiada de todo intento de parcialización o supremacía y que pone en juego la capacidad que tengamos para deponer dogmatismos exclusivistas en una sana apertura al bien común, que si no tiene un carácter comunitario nunca será un bien”, señaló.
El Papa dijo a las autoridades y sociedad civil que tienen “un reto grande y apasionante: seguir trabajando para que la democracia y el sueño de sus mayores, más allá de sus aspectos formales, sea de verdad lugar de encuentro para todos”.
“Que sea un lugar en el que todos, sin excepción, se sientan convocados a construir casa, familia y nación. Un lugar, una casa, una familia, llamada Chile”.
En ese sentido, invitó a recordar “las palabras de San Alberto Hurtado: ‘Una Nación, más que por sus fronteras, más que su tierra, sus cordilleras, sus mares, más que su lengua o sus tradiciones, es una misión a cumplir’”.
Durante su discurso, el Pontífice también expresó su dolor por los abusos cometidos por parte de sacerdotes y señaló que “es justo pedir perdón”, apoyar a las víctimas y empeñarse porque estos hechos no se vuelvan a repetir.
En el evento también estuvo presente el presidente electo Sebastián Piñera. Al término de su discurso, el Papa salió acompañado por las autoridades para dirigirse al Parque O’Higgins, donde celebrará una multitudinaria Misa.
Las bienaventuranzas son el horizonte del cristiano, afirma el Papa durante Misa en Chile
POR BÁRBARA BUSTAMANTE
Foto: David Ramos (ACIPrensa)
(ACI).- En su segundo día de visita en Chile, el Papa Francisco celebró una multitudinaria Misa en el Parque O’Higgins, en Santiago, donde alentó a los presentes a vivir las bienaventuranzas, que son el horizonte del cristiano y que nacen “del corazón misericordiosos que no se cansa de esperar”.
La Eucaristía comenzó a las 10:30 a.m. y congregó unas 400 mil personas, según cifras oficiales. Estuvo marcada por la coronación de la imagen de la Virgen del Carmen, Patrona de Chile.
En su homilía, el Santo Padre destacó las actitudes con las que Jesús sale al encuentro del hombre, de las cuales la primera es “ver, es mirar el rostro de los suyos”.
“No fueron ideas o conceptos los que movieron a Jesús… son los rostros, son personas; es la vida que clama a la Vida que el Padre nos quiere transmitir”, destacó el Papa.
A partir de ese encuentro entre Jesús y el rostro del hombre nacen las bienaventuranzas “que son el horizonte hacia el cual somos invitados y desafiados a caminar”.
Estas bienaventuranzas no nacen de una actitud pasiva, ni de espectador, ni de desventuras, ni de espejismos, sino de “del corazón compasivo de Jesús que se encuentra con el corazón de hombres y mujeres que quieren y anhelan una vida bendecida”.
“De hombres y mujeres que saben de sufrimiento (...), pero más saben de tesón y de lucha para salir adelante; más saben de reconstrucción y de volver a empezar”, agregó.
“¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar”, destacó el Papa Francisco, “cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! ¡A ese corazón apela Jesús; para ese corazón son las bienaventuranzas!”.
El Papa Francisco alentó a los chilenos a “¡sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad!”, es decir salir al encuentro de los demás, “de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra”.
“El trabajador de la paz”, explicó, “sabe que muchas veces es necesario vencer grandes o sutiles mezquindades y ambiciones, que nacen de pretender crecer y ‘darse un nombre’, de tener prestigio a costa de otros”.
Quien trabaja por la paz “sabe que no alcanza con decir: no le hago mal a nadie”, sino que “construir la paz es un proceso que nos convoca y estimula nuestra creatividad para gestar
relaciones capaces de ver en mi vecino no a un extraño, a un desconocido, sino a un hijo de esta tierra”.
El Papa pidió a la Virgen Inmaculada que desde el Cerro San Cristóbal “nos ayude a vivir y a desear el espíritu de las bienaventuranzas; para que en todos los rincones de esta ciudad se escuche como un susurro: ‘Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios’”.
Al terminar la Eucaristía el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati, agradeció al Papa Francisco por su visita a Chile “en cuyo corazón brilla la vocación del entendimiento y no del enfrentamiento”.
“Le damos gracias Papa Francisco, porque de sus labios hemos escuchado la voz de Jesús ‘mi paz les dejo’ y en un gesto de fraternidad nos ha invitado a hacernos mutuamente don de esa misma paz”, expresó el Cardenal Ezzati.
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Homilía del Papa Francisco durante la Misa en Santiago de Chile
(ACI).- En su segundo día en Chile, el Papa Francisco preside la Santa Misa en el Parque O'Higgins en Santiago, luego de haber tenido un encuentro con las autoridades.
A continuación el texto completo:
«Al ver a la multitud» (Mt 5,1). En estas primeras palabras del Evangelio que acabamos de escuchar encontramos la actitud con la que Jesús quiere salir a nuestro encuentro, la misma actitud con la que Dios siempre ha sorprendido a su pueblo (cf. Ex 3,7).
La primera actitud de Jesús es ver, mirar el rostro de los suyos. Esos rostros ponen en movimiento el amor visceral de Dios. No fueron ideas o conceptos los que movieron a Jesús… son los rostros, son las personas; es la vida que clama a la Vida que el Padre nos quiere transmitir.
Al ver a la multitud, Jesús encuentra el rostro de la gente que lo seguía y lo más lindo es ver que ellos, a su vez, encuentran en la mirada de Jesús el eco de sus búsquedas y anhelos. De ese encuentro nace este elenco de bienaventuranzas que son el horizonte hacia el cual somos invitados y desafiados a caminar.
Las bienaventuranzas no nacen de una actitud pasiva frente a la realidad, ni tampoco pueden nacer de un espectador que se vuelve un triste autor de estadísticas de lo que acontece.
No nacen de los profetas de desventuras que se contentan con sembrar desilusión. Tampoco de espejismos que nos prometen la felicidad con un «clic», en un abrir y cerrar de ojos.
Por el contrario, las bienaventuranzas nacen del corazón compasivo de Jesús que se encuentra con el corazón compasivo y necesitado de compasión de hombres y mujeres que quieren y anhelan una vida bendecida; de hombres y mujeres que saben de sufrimiento; que conocen el desconcierto y el dolor que se genera cuando «se te mueve el piso» o «se inundan los sueños» y el trabajo de toda una vida se viene abajo; pero más saben de tesón y de lucha para salir adelante; más saben de reconstrucción y de volver a empezar.
¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! ¡A ese corazón apela Jesús; para que ese corazón reciba las bienaventuranzas!
Las bienaventuranzas no nacen de actitudes criticonas ni de la «palabrería barata» de aquellos que creen saberlo todo pero no se quieren comprometer con nada ni con nadie, y terminan así bloqueando toda posibilidad de generar procesos de transformación y reconstrucción en nuestras comunidades, en nuestras vidas.
Las bienaventuranzas nacen del corazón misericordioso que no se cansa de esperar. Y experimenta que la esperanza «es el nuevo día, la extirpación de una inmovilidad, el sacudimiento de una postración negativa» (Pablo Neruda, El habitante y su esperanza, 5).
Jesús, al decir bienaventurado al pobre, al que ha llorado, al afligido, al paciente, al que ha perdonado... viene a extirpar la inmovilidad paralizante del que cree que las cosas no pueden cambiar, del que ha dejado de creer en el poder transformador de Dios Padre y en sus hermanos, especialmente en sus hermanos más frágiles, en sus hermanos descartados.
Jesús, al proclamar las bienaventuranzas viene a sacudir esa postración negativa llamada resignación que nos hace creer que se puede vivir mejor si nos escapamos de los problemas, si huimos de los demás; si nos escondemos o encerramos en nuestras comodidades, si nos adormecemos en un consumismo tranquilizante (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 2). Esa resignación que nos lleva a aislarnos de todos, a dividirnos, separarnos; a hacernos los ciegos frente a la vida y al sufrimiento de los otros.
Las bienaventuranzas son ese nuevo día para todos aquellos que siguen apostando al futuro, que siguen soñando, que siguen dejándose tocar e impulsar por el Espíritu de Dios. Qué bien nos hace pensar que Jesús desde el Cerro Renca o Puntilla viene a decirnos: bienaventurados… Sí, bienaventurado vos y vos; a cada uno de nosotros. Bienaventurados ustedes que se dejan contagiar por el Espíritu de Dios y luchan y trabajan por ese nuevo día, por ese nuevo Chile, porque de ustedes será el reino de los cielos. «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).
Y frente a la resignación que como un murmullo grosero socava nuestros lazos vitales y nos divide, Jesús nos dice: bienaventurados los que se comprometen por la reconciliación. Felices aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar para que otros vivan en paz. Felices aquellos que se esfuerzan por no sembrar división. De esta manera, la bienaventuranza nos hace artífices de paz; nos invita a comprometernos para que el espíritu de la reconciliación gane espacio entre nosotros.
¿Quieres dicha? ¿Quieres felicidad? Felices los que trabajan para que otros puedan tener una vida dichosa. ¿Quieres paz?, trabaja por la paz. No puedo dejar de evocar a ese gran pastor que tuvo Santiago cuando en un Te Deum decía: «“Si quieres la paz, trabaja por la justicia”… Y si alguien nos pregunta: “¿qué es la justicia?” o si acaso consiste solamente en “no robar”, le diremos que existe otra justicia: la que exige que cada hombre sea tratado como hombre» (Card. Raúl Silva Henríquez, Homilía en el Te Deum Ecuménico, 18 septiembre 1977).
¡Sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad! A golpe de salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra. Esta es la única manera que tenemos de tejer un futuro de paz, de volver a hilar una realidad que se puede deshilachar.
El trabajador de la paz sabe que muchas veces es necesario vencer grandes o sutiles mezquindades y ambiciones, que nacen de pretender crecer y «darse un nombre», de tener prestigio a costa de otros. El trabajador de la paz sabe que no alcanza con decir: no le hago mal a nadie, ya que como decía san Alberto Hurtado: «Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien» (Meditación radial, abril 1944).
Construir la paz es un proceso que nos convoca y estimula nuestra creatividad para gestar relaciones capaces de ver en mi vecino no a un extraño, a un desconocido, sino a un hijo de esta tierra.
Encomendémonos a la Virgen Inmaculada que desde el Cerro San Cristóbal cuida y acompaña esta ciudad. Que ella nos ayude a vivir y a desear el espíritu de las bienaventuranzas; para que en todos los rincones de esta ciudad se escuche como un susurro: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).
Este fue el mensaje del Papa Francisco para Argentina en su camino a Chile
El Papa Francisco y la Virgen de Luján / Foto: News.va
(ACI).- Desde el avión que lo lleva Chile, el Papa Francisco dirigió un breve mensaje a su tierra natal Argentina a través de un telegrama enviado al presidente Mauricio Macri.
“Mientras vuelo sobre el espacio aéreo argentino, le extiendo mis cálidos saludos y les envío mis mejores deseos a todas las personas de mi tierra natal, asegurándoles mi cercanía y bendición. Les pido a todos ustedes, por favor, no olviden de rezar por mí”, expresó el Pontífice.
Como es costumbre, cada vez que el Pontífice realiza un viaje internacional, envía un mensaje de saludo a los países por donde cruza antes de llegar a su destino final.
Así, en su camino a Chile, el Santo Padre también saludos al pueblo paraguayo. “Recordando nuestra reciente reunión, envío mis saludos a su excelencia y al pueblo de Paraguay mientras vuelo sobre esta nación en mi camino a Chile y Perú, sobre todo ustedes invoco las bendiciones divinas de paz y fortaleza”, manifestó en su mensaje al presidente Horacio Cartes.
Previamente, Francisco envió un telegrama al presidente de Brasil, Michel Temer. “Mientras vuelo sobre Brasil en mi viaje apostólico a Chile y Perú, ofrezco mis mejores deseos a su excelencia y los ciudadanos, con la seguridad de mis oraciones por la paz y prosperidad de la nación”, expresó.
El Papa también dirigió mensajes a Senegal, Cabo Verde, Marruecos, España, Francia e Italia.
El Santo Padre permanecerá en Chile del 15 al 18 de enero y visitará Santiago, Temuco e Iquique.
Posteriormente partirá hacia Perú, donde estará hasta el 21 de enero y visitará Lima, Puerto Maldonado y Trujillo.