lunes, 13 de mayo de 2013

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA - 13 DE MAYO


Nuestra Señora de Fátima Apariciones de la Virgen a los tres pastorcitos en Fátima, Portugal
Fiesta 13 de mayo.



En 1917, tres pastorcitos, después de haber sido preparados por el ángel de Portugal, reciben la visita de la Madre del Cielo, María Santísima, quien se da a conocer como La Virgen del Rosario y les muestra su Inmaculado Corazón. 

Juan Pablo II expresó, que los mensajes en Fátima son de gran trascendencia para toda la humanidad. El se reconoció como el Papa de los mensajes, el que debía guiar a la Iglesia en tiempo de crisis. El puso, tanto la bala que traspasó su cuerpo en el atentado del 1981, como su anillo papal, a los pies de la Virgen de Fátima. Él beatificó a dos de los videntes , peregrinó a Fátima varias veces; consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María según ella pidió, elevado la fiesta del Corazón Inmaculado de María a Memorial Obligatorio. Es hora de abrir el corazón a nuestra Santísima Madre. El futuro de la humanidad depende de ello.


Cronología de Fátima.

13 de mayo, de 1917: Primera aparición de la Virgen a los tres pastorcitos en Fátima.

13 de octubre, de 1917: Última aparición de la Virgen a los tres pastorcitos y milagro del sol.

28 de abril de 1919: Se inicia la construcción de la Capillita de las Apariciones.

13 de octubre de 1921: Se permite por primera vez celebrar la Santa Misa.

13 de octubre de 1930: El obispo de Leira declara dignas de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima

13 de mayo de 1931: Primera consagración de Portugal al Inmaculado Corazón de María, hecha por el Episcopado Portugués, siguiendo el mensaje de Fátima.

31 de octubre de 1942: Pío XII, hablando en portugués por la radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María, haciendo mención velada de Rusia, según pedido por Nuestra Señora.

13 de mayo de 1946: La estatua de Nuestra Señora de Fátima ubicada en la capillita es coronada por el Cardenal Marsella, Legado Pontificio. La corona fue ofrecida por las mujeres portuguesas en agradecimiento por haber librado a Portugal de la Segunda Guerra Mundial.

13 de mayo de 1967: El Santo Padre Pablo VI viaja a Fátima en el cincuentenario de la primera aparición para pedir la paz del mundo y la unidad de la Iglesia.

12-13 de mayo de 1982: El Santo Padre Juan Pablo II viaja a Fátima como peregrino para agradecer el haber salido bien del brutal atentado sufrido exactamente un año antes en la plaza de San Pedro y de rodillas consagra la Iglesia, los hombres y los pueblos, al Inmaculado Corazón de María, haciendo veladamente mención de Rusia.

25 de marzo 1984: En la Plaza de San Pedro, delante de la Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el mundo al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los obispos del mundo que previamente habían sido notificados para que se uniesen con Su Santidad en esta consagración. Mas tarde Lucía confirma que esta consagración satisface la petición hecha por la Virgen.

12 al 13 de mayo de 1991: El Santo Padre Juan Pablo II vuelve a Fátima por segunda vez como peregrino, en el 10mo aniversario de su atentado.

13 de mayo de 2000: El Santo Padre Juan Pablo II, en su tercera visita a Fátima y ante mas de 1 millón de peregrinos (entre ellos nosotros), beatifica a Francisco y Jacinta y revela la tercera parte del "secreto de Fátima". Un momento histórico de gran trascendencia. El Papa confirma una vez mas la importancia de los mensajes y de la santidad heroica de los niños videntes. Los presenta como importantísimo ejemplo oración, amor y penitencia. Reconoce la trascendencia los mensajes que la Virgen les comunicó. 

13 de febrero de 2005, muere Sor Lucía, en la Cova de Iría (Portugal), a los 97 años, en el convento de Coimbra en Portugal.


Anualmente el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima es visitado por cuatro millones de peregrinos.



Resumen de los mensajes y oraciones recibidos en Fátima.

Oración de la Decena del Rosario.
Oh buen Jesús, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Conduce a todas las almas al Cielo, especialmente las mas necesitadas.

Oración del Perdón.
¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman.

Oración del Ángel (se aconseja como novena).

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y Os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación por las ofensas, sacrilegios e indiferencias con los que El es ofendido. 

Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Oración Eucarística.
Santísima Trinidad, te adoro, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento.

Oración del Sacrificio (Rezar al ofrecer un sacrificio.)
Oh Jesús mío, es por tu amor, en reparación de las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María y por la conversión de los pecadores.


Mensajes de nuestra Señora de Fátima.

"Orad, orad mucho y haced sacrificios por los pecadores. Son muchas almas que van al infierno porque no hay quien se sacrifique y ruegue por ellas." 
(19 de agosto de 1917)

"Es necesario que se enmienden, que pidan perdón de sus pecados... ¡No ofendan más a Nuestro Señor, que está ya muy ofendido!"
(13 de octubre de 1917)

Para salvar a los pecadores, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón"
(13 de julio de 1917)

"A quien abrazare la devoción a mi Inmaculado Corazón, prometo la salvación" 
(13 de junio de 1917)

"Vendré a pedir la consagración del mundo a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros sábados de mes"
(13 de junio de 1917)



Relato de las apariciones según Sor Lucía, la mayor de los videntes.


Primera aparición del Ángel: Fue en la primavera de 1916 que se apareció el ángel por primera vez en la cueva "Loca de Cabeco".

Subimos con el ganado al cerro arriba en busca de abrigo, y después de haber tomado nuestro bocadillo y dicho nuestras oraciones, vimos a cierta distancia, sobre la cúspide de los árboles, dirigiéndose hacia el saliente, una luz mas blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven trasparente y mas brillante que el cristal traspasado por los rayos del sol. Al acercarse mas pudimos discernir y distinguir los rasgos. Estábamos sorprendidos y asombrados:

Al llegar junto a nosotros dijo: "No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!"

Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo. Le imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y repetimos las palabras que oímos decir:

-"Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman".

Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo: -"Orad así. Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras suplicas"

Y desapareció... Tan intima e intensa era la conciencia de la presencia de Dios, que ni siquiera intentamos hablar el uno con el otro, permanecimos en la posición en que el Ángel nos había dejado y repitiendo siempre la misma oración.

No decíamos nada de esta aparición, ni recomendamos tampoco el uno al otro guardar el secreto. La misma aparición parecía imponernos silencio.


Segunda aparición del Ángel: Ocurrió a mediados del verano, cuando llevábamos los rebaños a casa hacia mediodía para regresar por la tarde. Estábamos a la sombra de los árboles que rodeaban el pozo de la quinta Arneiro. De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros:

"¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!"

-¿Cómo hemos de sacrificarnos?, pregunté.

-"De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados cuales El es ofendido, y de suplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz.

Yo soy el Ángel de su guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe"

Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus como una luz que nos hacía comprender quien es Dios, como nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuanto le agrada y como concede en atención a esto la gracia de conversión a los pecadores.

Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, repitiendo siempre la oración que el Ángel nos enseñó.


Tercera aparición del Ángel: Fue en octubre o a fines de septiembre, pasamos un día desde Pregueira a la cueva Loca de Cabeco, caminando alrededor del cerro al lado que mira a Aljustrel y Casa Velha. Allí decíamos nuestro rosario y la oración que el Ángel nos enseño en la primera aparición.

Estando allí apareció por tercera vez, teniendo en sus manos un Cáliz, sobre el cual estaba suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al Cáliz. Dejando el Cáliz y la Hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces esta oración: 

"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores."

Después levantándose tomó de nuevo en la mano el Cáliz y la Hostia. Me dio la Hostia a mi y el contenido del Cáliz lo dio a beber a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo:

-"Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios."

De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros hasta por tres veces la misma oración: Santísima Trinidad... y desapareció. 

Durante los días siguientes nuestras acciones estaban impulsadas por este poder sobrenatural. Por dentro sentimos una gran paz y alegría que dejaban al alma completamente sumergida en Dios. También era grande el agotamiento físico que nos sobrevino. 

No se por qué las apariciones de Nuestra Señora producían efectos bien diferentes. La misma alegría  íntima, la misma paz y felicidad, pero en vez de ese abatimiento físico, mas bien una cierta agilidad expansiva; en vez de ese aniquilamiento en la divina presencia, un exultar de alegría; en vez de esa dificultad en hablar, un cierto entusiasmo comunicativo.


Las Apariciones de Nuestra Señora.

Primera Aparición de la Virgen: Domingo 13 de mayo, de 1917.

Estaba jugando con Jacinta y Francisco en lo alto, junto a Cova de Iría, haciendo una pared de piedras alrededor de una mata de retamas, de repente vimos una luz como de un relámpago.

-Está relampagueando- dije. Puede venir una tormenta. Es mejor que nos vayamos a casa.

-¡Oh si esta bien! contestaron mis primos. Comenzamos a bajar el cerro llevando las ovejas hacia el camino. Cuando íbamos por mitad de la pendiente, cerca de una encina, que aun existe, vimos otro relámpago, y habiendo dado algunos pasos mas vimos sobre la encina una Señora vestida de blanco, mas brillante que el sol, esparciendo luz mas clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina atravesado por los rayos mas ardientes del sol. Estábamos tan cerca que quedamos dentro de la luz que Ella irradiaba. Entonces la Señora nos dijo:

-"No tengáis miedo. No os hago daño." 
-Yo le pregunte: ¿De dónde es usted?
-"Soy del Cielo."
-¿Qué es lo que usted me quiere?
-"He venido para pediros que vengáis aquí seis meses seguidos el día 13 a esta misma hora. Después diré quien soy y lo que quiero. Volveré una séptima vez."
-Pregunté entonces: ¿Yo iré al cielo?
-"Si iras"
-¿Y Jacinta?
-"ira también"
-¿Y Francisco?
-"También ira, pero tiene que rezar antes muchos rosarios"

Entonces me acordé de dos amigas de mi hermana que habían muerto hacia poco. 
-¿Está María de las Nieves en el cielo?
-"Sí, está"
-¿y Amelia? de 18 ó 20 años
-"estará en el purgatorio hasta el fin del mundo."

Y entonces dijo:- "¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que El quisiera enviaros como reparación de los pecados con que El es ofendido y de suplica por la conversión de los pecadores?"
-Sí, queremos.
-"Tendréis, pues, mucho que sufrir, pero la gracia de Dios os fortalecerá"

Diciendo esto la Virgen abrió sus manos por primera vez, comunicándonos una luz muy intensa que parecía fluir de sus manos y penetraba en lo mas intimo de nuestro pecho y de nuestros corazones, haciéndonos ver a nosotros mismos en Dios, mas claramente de lo que nos vemos en el mejor de los espejos. Entonces, por un impulso interior que nos fue comunicado también, caímos de rodillas, repitiendo humildemente: 

-Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento.

Después de pasados unos momentos Nuestra Señora agregó: -"Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra".

Acto seguido comenzó a elevarse serenamente, mientras la luz que la circundaba parecía abrirle el camino


Segunda Aparición de la Virgen: Miércoles 13 de Junio. (Establece la devoción al Inmaculado Corazón de María.)

Después de rezar el rosario con otras personas que estaban presentes (unas 50) vimos de nuevo el reflejo de la luz que se aproximaba, y que llamábamos relámpago, y en seguida a Nuestra Señora en la encina, todo como en mayo.

-¿Qué es lo que quiere? -pregunté
-"Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero además."
-Le pedí la curación de una enferma. Nuestra Señora respondió: 
-"Si se convierte se curara durante el ano"
-Quisiera pedirle que nos llevase al cielo.
-"Si, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tu te quedarás algún tiempo mas. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mi para adornar su Trono."
-¿Me quedo aquí solita?- pregunte con dolor.
-"No hija. ¿Y tu sufres mucho por eso? !No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios."

En ese momento abrió las manos y nos comunicó por segunda vez el reflejo de la luz inmensa que la envolvía. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de la luz que se eleva hacia el cielo y yo en la que se esparcía sobre la tierra. Delante de la palma de la mano derecha de nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en el. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, y que quería reparación. 

Francisco muy impresionado con lo que había visto, me pregunto después: -¿Por qué es que la Virgen estaba con un corazón en la mano irradiando sobre el mundo aquella luz tan grande que es Dios? Tu, Lucía, estabas con Ella en la luz que bajaba a la tierra y Jacinta conmigo en la que subía al  cielo.
Le respondí: -Es que tu, con Jacinta, iréis en breve al cielo. Yo me quedo con el Corazón Inmaculado de María en la tierra.


Tercera Aparición de la Virgen: Viernes, 13 de Julio.

Momentos después de haber llegado a Cova de Iría, junto a la encina, entre numeroso público (4.000 personas) que estaban rezando el rosario, vimos el rayo de luz una vez mas y un momento mas tarde apareció la Virgen sobre la encina.

-¿Qué es lo que quiere de mi? -pregunté. 
-"Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, y continuéis rezando el rosario todos los días en honra a Nuestra Señora del Rosario con el fin de obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque solo Ella puede conseguirlo.
-Dije entonces: quisiera pedirle nos dijera quien es, y que haga un milagro para que todos crean que usted se nos aparece.
-"Continuad viniendo aquí todos los meses. En octubre diré quien soy y lo que quiero, y haré un milagro que todos han de ver para que crean". 
-"¡Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: OH, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!

Al decir estas últimas palabras abrió de nuevo las manos. El reflejo de la luz parecía penetrar la tierra y vimos como un mar de fuego y sumergidos en este fuego los demonios y las almas como si fuesen brasas trasparentes y negras o bronceadas, de forma humana, que fluctuaban en el incendio llevada por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todos los lados, semejante a la caída de pavesas en grandes incendios, pero sin peso ni equilibrio, entre gritos y lamentos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor.

Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero trasparentes como negros tizones en brasa. Asustados y como pidiendo socorro levantamos la vista a nuestra Señora, que nos dijo con bondad y tristeza:

-"Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzara otra peor."

"Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Por fin, MI INMACULADO CORAZON TRIUNFARA. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre......(Aquí comienza la tercer parte del secreto, escrita por Lucía entre el 22 de Dic. 1943 y el 9 de Enero 1944). Esto no lo digas a nadie. A Francisco si podéis decírselo."

-"Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: "Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas."

Y, como de costumbre, comenzó a elevarse en dirección a Oriente.


Cuarta Aparición de la Virgen: 

Domingo 19 de Agosto, en los Valinhos La Aparición no se realizo el día 13 de agosto en Cova de Iría porque el Administrador del Consejo apresó y llevó a Vila Nova a los pastorcitos con la intención de obligarles a revelar el secreto. Los tuvo presos en la Administración y en el calabozo municipal.

Les ofreció los mas valiosos presentes si descubrían el secreto. Los pequeños videntes respondieron:

-No lo decimos ni aunque nos den el mundo entero.

Los encerró en el calabozo. Los presos les aconsejaron: -Pero decir al Administrador ese secreto. Que os importa que esa Señora no quiera?

-!Eso no, respondió Jacinta con vivacidad, antes quiero morir!

Y los tres niños rezaron con aquellos infelices el rosario, delante de una medalla de Jacinta colgada en la pared.

El administrador para amedrentarlos, mando preparar una caldera de aceite hirviendo, en la cual amenazaron asar a los pastorcitos si no hacían lo que les mandaban. Ellos, aunque pensaban que la cosa iba en serio, permanecieron firmes sin revelar nada. El día 15 de agosto, fiesta de la Asunción, los sacó del calabozo y los llevo a Fátima.


Lucía nos narra lo que sucedió en esta aparición.

Estuvimos con las ovejas en un lugar llamado Valinhos, Francisco y su hermano Juan, acompañándome, y sintiendo que algo sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, sospechando que Nuestra Señora se nos aparecería y temiendo que Jacinta se quedaría sin verla, pedimos a su hermano Juan que le fuese a llamar. Entretanto, Francisco y yo vimos el reflejo de luz que llamábamos relámpago y al instante de llegar Jacinta vimos a la Señora sobre la encina.

-¿Qué es lo que quiere usted?

-Deseo que sigáis yendo a Cova de Iría en los días 13, que sigáis rezando el rosario todos los días. El ultimo mes haré el milagro para que todos crean.

-¿Qué es los que quiere usted que se haga con el dinero que la gente deja en Cova de Iría?

-Hagan dos bolsas, una para ti y Jacinta, para llevarla dos chicas mas vestidas de blanco y otra que la  lleve Francisco con tres niños mas. 

El dinero de las bolsas es para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y lo que sobre es para ayuda de una capilla que se debe hacer. 

-Yo quisiera pedirle la curación de algunos enfermos.

-Si, a algunos curare durante el año.

Y tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió: "Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas". Y la Virgen empezó a subir hacia Oriente, como de costumbre.


Quinta Aparición: Jueves, 13 de Septiembre.

Al aproximarse la hora fui a Cova de Iría con Jacinta y Francisco entre numerosas personas (30.000) que con dificultad nos dejaban pasar. Los caminos estaban apiñados de gente; todos nos querían ver y hablar.

Mucha gente del pueblo venían a pedirnos que presentáramos sus necesidades a Nuestra Señora. Otros, no pudiendo llegar junto a nosotros, clamaban de lejos.

Oíamos... -¡pidan que me cure a mi hijo invalido!... a mi hijo ciego... a mi hija muda... que me traiga a mi esposo que esta en la guerra... que me convierta a un pecador... que estoy tuberculoso... etc. Allí aparecían todas las miserias de la pobre humanidad y algunos gritaban subidos a los arboles.

Por fin llegamos a Cova de Iría, y al alcanzar la encina comenzamos a decir el rosario con la gente. Un poco mas tarde vimos el reflejo de luz y acto seguido, sobre la encima, a nuestra Señora, que dijo: -"Continuad rezando el rosario para alcanzar el fin de la guerra. E n Octubre vendrá también nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, San José con el Niño Jesús para bendecir al mundo. Dios esta contento con vuestros sacrificios, pero no quiero que durmáis con la cuerda puesta, llevadla durante el día." (La cuerda la llevaban atada a la cintura. Era uno de las mas dolorosas mortificaciones que ofrecían por la conversión de los pecadores. También no comían meriendas, dejaban de tomar agua. Pero mayores eran los sacrificios que exigía la misión que la Virgen les encomendó: las vejaciones, curiosidad, molestias de la gente, interminables visitas, preguntas, persecución, ridículo, prisión, etc.)

-"Curaré a algunos enfermos, pero no a todos. En octubre haré el milagro para que todos crean."


Sexta Aparición: Sábado 13 de Octubre (Milagro del Sol.

Había gente en masa (70.000) bajo una lluvia torrencial. Por el camino, las escenas del mes pasado, mas numerosas y conmovedoras. Ni el barro de los caminos impedía a la gente arrodillarse en actitud humilde y suplicante.

Llegando a Cova de Iría, junto a la encina, pedí al pueblo que cerrasen los paraguas para rezar el Rosario. Poco después vimos el reflejo de luz y en seguida a la Virgen sobre la encina. 

-¿Qué es lo que usted quiere?
-"Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días. La guerra esta acabándose y los soldados pronto volverán a sus casas."
-¿Curará a los enfermos?
-"Unos si y otros no; es preciso que se enmienden; que pidan perdón de sus pecados.

Y tomando aspecto mas triste dijo: -"Que no se ofenda mas a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido." 


El milagro del sol.

Y abriendo sus manos las hizo reflejar en el sol y, en cuanto se elevaba, continuaba el brillo de su propia luz proyectándose en el sol. 

Y exclamé que todos mirasen al sol. Se da entonces el milagro del sol, prometido tres meses antes, como prueba de la verdad de las apariciones de Fátima. La lluvia cesa y el sol por tres veces gira sobre si mismo, lanzando a todos los lados fajas de luz de variados colores. Parece a cierta altura desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre. Todos están atónitos. Los periodistas de los periódicos seculares que habían acudido incrédulos a desprestigiar los apariciones, tomaron fotos y dieron testimonio de aquel milagro en la prensa. 

Al cabo de 10 minutos de prodigio el sol toma su estado normal.

Los tres niños eran favorecidos con otras visiones: Vimos al lado del sol a S. José con el Niño y a Nuestra Señora de los Dolores. El Niño Jesús parecía bendecir al mundo de la misma forma que S. José. Después se disipo esta visión y aparece Nuestra Señora del Carmen.



Fin de las apariciones de 1917: Lucía y las apariciones posteriores a 1917.

Lucía es la mayor de los videntes. Entró en la vida religiosa con las hermanas Doroteas, con las que vivió en Pontevedra antes de entrar en la clausura Carmelita en Coimbra, Portugal donde está hasta la fecha (1999). 

En este período ocurrieron:

-La petición de los Cinco Primeros Sábados de Reparación.

-La visión de la Trinidad con la petición de la consagración de Rusia. 


Cinco Primeros Sábados de Reparación.
Trasfondo histórico.

Los sábados son tradicionalmente dedicados a la Virgen. Desde muy antiguo la Santa Iglesia, a considerado el sábado un día dedicado a intensificar la devoción Cristiana a la Santísima Virgen, Madre de Dios y nuestra amantísima Madre. Mucha gente consagraba el primer sábado del mes a la Virgen por esta intención y para reparar por las blasfemias y ultrajes en contra de ella por parte de los pecadores y de los falsos maestros. 

El Papa San Pío X el 12 de Julio de 1905 emitió un decreto en el que alababa esta práctica y ofrecía indulgencias por ella. Ese mismo año en el mes de Noviembre el Santo Padre nuevamente bendijo e indulgenció la práctica tradicional de los Hijos del Corazón de María y la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María, para dedicar los primeros sábados de cada mes a esta devoción con el propósito de hacer reparación al I.C. de María.


La Virgen pide los Cinco Primeros Sábados de Reparación.

La Virgen le dijo que "con el fin de prevenir la guerra, vendré para pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros sábados de mes"

La promesa hecha por Nuestra Señora a Lucía en Julio 13, 1917 de que habría una manifestación futura concerniente a la práctica de los Cinco Primeros Sábados fue cumplida el 10 de diciembre de 1925.

Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en Pontevedra, España cuando tiene una aparición de la Virgen sobre una nube de luz, con el Niño Jesús a su lado. La Sta. Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas. El niño le dijo: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas."

Inmediatamente dijo Nuestra Señora a Lucía: 
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tu, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación"


Los elementos de los 5 primeros sábados.

1-Confesión. Es esencial en el camino del arrepentimiento y la conversión. 

2-Eucaristía. El primer fruto de esta devoción es el culto a la Santa Eucaristía en sus tres aspectos: sacrificio, comunión y adoración.

3-Rezo del Rosario con dos aspectos: oración y meditación. Se rezan cinco misterios. 

4-La promesa de salvación.


La Meditación del Rosario:

La oración vocal del Rosario tiene siempre en su base un acto de meditación interior en los misterios de la vida, sufrimiento y gloria de nuestro Señor y de la Santísima Virgen.

La jaculatoria que la Virgen pide que recemos después de cada misterio: "Oh mi Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Conduce todas las almas al cielo especialmente las que mas necesitan de tu misericordia."

Estas almas son las de los pecadores por quienes rezamos por su conversión y salvación eterna. Estos pecadores pueden ser los que están mas obstinados en su pecado sin arrepentirse, aquellos que están, sin saberlo, al borde de la muerte y están en pecado mortal. Finalmente, aquellos que por circunstancia de lugar, o por educación están lejos de la posibilidad de conseguir un sacerdote y recibir los sacramentos incluso en sus últimos momentos. Por estas pobres almas, las que están en mas necesidad de la misericordia de Dios, deben ser derramadas las eficaces oraciones de las almas cristianas, intercediendo por ellos, haciendo reparación, uniéndose en meditación con el corazón de María, Madre y Refugio de los pecadores.

Promesa de Salvación.

Aquellos que practiquen esta devoción de los cinco primeros sábados, Nuestra Señora prometió: "Yo os asistiré a la hora de vuestra muerte con las gracias necesarias de salvación." Ella no promete la salvación eterna, sino las gracias necesarias para la salvación.

Hay muchos testimonios de almas que son especialmente devotas del Corazón de María, que reciben un conocimiento del cielo que la hora de su partida esta cerca. No es precisamente un anuncio de la muerte, pero si una nueva y gentil preocupación por recibir con mas dignidad los sacramentos, con una intención mas pura en todas sus acciones y se intensifica la caridad y la dedicación al apostolado. El Corazón de María va perfeccionando las almas de sus hijos hasta llegar a su encuentro decisivo con su Divino Salvador.

Espíritu de Reparación:

Todos estos actos de la devoción, deben hacerse con la intención de reparar las ofensas cometidas en contra del Inmaculado Corazón de María. Aquellos que la ofenden cometen una ofensa doble: ofenden a su Divino Hijo, y ponen en peligro su salvación.

Esta reparación hace énfasis en nuestra responsabilidad hacia los pecadores que no oran y no hacen reparación por sus pecados. Esta devoción nos presenta una responsabilidad social y nos recuerda de que para ir a Dios debemos amar a nuestros semejantes y tratar de salvar sus almas. También nos enseña una forma excelente de hacerlo, a través del espíritu de reparación al I.C. de María.

Hay quienes se preocupan de que se les puede olvidar en cada uno de los cinco sábados ofrecer por la intención de reparación. Pero esto se puede evitar haciendo la resolución de ofrecer esta reparación desde el primer sábado que se empieza.

"Dios mío yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, y no te aman." (El ángel a los pastorcitos de Fátima.)



¿Por qué 5 Sábados?

Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación: "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:

1-Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.

2-Contra su virginidad.

3-Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.

4-Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.

5-Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.

"He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas."

También es importante establecer un tiempo fijo para la devoción, en este caso los primeros cinco sábados de mes. Esto nos ayudará a establecer un hábito. La misma Iglesia lleva nuestra vida espiritual por ciclos litúrgicos: cuaresma, adviento...


Importancia de esta devoción.

En febrero de 1926 se le apareció el Niño Jesús preguntándole si había difundido la devoción a su Santísima Madre. Lucía le contó las dificultades que tenía en llevar a cabo esta misión. Jesús le respondió que con su gracia bastaba. 

En Fátima, la Virgen misma desea recomendar esta devoción, especificando "cinco primeros sábados consecutivos" enriqueciendo esta práctica con la promesa de salvación.

En la última instancia, es Dios quien es ofendido por cada pecado. Por esta razón, es Dios también quien es el objeto último de cada acto de reparación de los cristianos. Nosotros no podemos comprender propiamente el mensaje celestial dado en Fátima en este punto esencial de reparación si no lo hacemos reparando directamente al Inmaculado Corazón de María. 

Es nuestro Señor mismo quien nos dice: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas."

La predestinación de María en su Maternidad Divina, su colaboración activa en toda la obra de redención, su misión de ser madre espiritual de toda la Iglesia y de cada persona redimida por la preciosa sangre de Cristo, constituye una de las leyes básicas de la divina providencia para la aplicación efectiva de la redención en cada alma. 

Por lo tanto, la devoción a su Inmaculado Corazón debe ser intensificada y extendida. Consecuentemente quien ofenda a nuestra Madre, ya sea por blasfemia, por negación de su grandeza en su misión de corredención, o por tratar de despreciar la devoción a Nuestra Señora en la Iglesia o en las almas, al mismo tiempo ofende a Dios y a su providencia. Un cristiano que comprende cuan vil son este tipo de ofensas trata de hacer reparación intensificando su devoción personal y sus esfuerzos para que el Reino del Corazón de María se establezca. Así responde el amor.

Ambos aspectos de la reparación cristiana: primero directamente a Dios y subordinadamente al corazón de María, son manifestaciones complementarias de una misma realidad y un mismo espíritu. 


Frutos de esta devoción.

En toda verdadera devoción a nuestra Señora (y la devoción a su Inmaculado Corazón es expresión perfecta de la verdadera devoción) hay siempre una invitación efectiva a regresar los corazones a Cristo Salvador. 

Cuando se trata de aquellos que han perdido la gracia, es una llamada a la conversión, a la vida de gracia y a la salvación eterna.

Cuando se trata de almas que viven en la gracia de Dios, la verdadera devoción a María, les da un fuerte impulso por avanzar por la vía de santidad y crea en ellos un espíritu de apostolado cristiano.

Esta es una ley constante en la vitalidad de la Iglesia. Ya sean Instituciones Marianas, Santuarios Marianos, movimientos y peregrinaciones Marianas, siempre han sido una llamada irresistible desde el corazón maternal de María, a un regreso de estas almas a Cristo.

La práctica de los cinco primeros sábados en reparación, corresponde a este nuevo capitulo de la santificación y de la eterna salvación de los redimidos.


Visión de la Trinidad y petición de la consagración de Rusia.

En Junio del 1929, Lucía estaba ya con las religiosas, Hijas Doroteas, y describe esta aparición así: 

"... De repente toda la Capilla del convento se alumbro de una luz sobrenatural, y una Cruz de luz apareció sobre el altar, llegando hasta el techo. En la claridad de la parte superior se podía ver la cara de un hombre y su cuerpo hasta la cintura. En el pecho había una paloma de luz, y clavado en la Cruz había el cuerpo de otro hombre. Por encima de la cintura, suspendidos en el aire, podía ver un cáliz y una gran Hostia, en la cual caían gotas de sangre del rostro de Jesús crucificado y de la llaga de su costado. Estas gotas, escurriendo en la Hostia, caían en el cáliz. Debajo del brazo derecho de la cruz estaba Nuestra Señora. Era Nuestra Señora de Fátima, con su corazón Inmaculado en su mano izquierda, sin espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz, grandes letras, como si fuesen de agua cristalina, que corrían sobre el Altar formando estas palabras: "Gracia y Misericordia". Nos dice Lucía: `entendí que era el Misterio de la Sta. Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio, que no se me permite revelar".

La Virgen le dijo: "Ha venido el momento en que Dios pide al Santo Padre que en unión con todos los obispos del mundo haga la consagración de Rusia a mi Corazón, prometiendo salvarla por este medio". prevenía la difusión de sus errores y se adelantaba su conversión


Consagraciones papales:

-Dic.1940 -Lucía recibe permiso para escribir al Santo Padre Pío XII, pidiéndole esta consagración.

-Oct. 1942 -Papa Pío XII consagra al mundo con mención especial de Rusia.

-Julio 1952 -Consagración especial solo de Rusia.

-1965 -Papa Pablo VI también consagra a Rusia.

-1982 -Papa Juan Pablo II consagra el mundo al Corazón Inmaculado.

-1984 -Papa Juan Pablo II, Roma, ante la imagen de la Virgen, consagra el mundo colegialmente (con los obispos.) Según Lucía, esta consagración fue conforme a los deseos de la Virgen.

-2000 -Año Jubilar, El Papa Juan Pablo II consagra colegialmente (con los obispos) el mundo y el III milenio al Inmaculado Corazón el 8 de octubre, durante el jubileo de los obispos. En la víspera el Papa guía la oración de un rosario mundial. Sor Lucia es televisada llevando uno de los misterios desde su convento. 

Almas víctimas del mensaje de Fátima: Las almas víctimas llevan con heroico amor grandes sufrimientos a favor de las intenciones de la Virgen. Las mas conocidas son Alejandrina y Aminda de Jesús (vive en Fátima.)




¡Oh Corazón de María!


¡Oh Corazón de María!

¡Oh Corazón de María,
Madre de Dios y Madre nuestra!
¡Corazón amabilísimo,
objeto de las complacencias de la adorable Trinidad,
y digno de la veneración y ternura de los ángeles y de los hombres!
¡Corazón el más semejante al de Jesús,
cuya imagen más perfecta sois!
Corazón lleno de bondad
y en gran manera compasivo de nuestras miserias!
¡Ah! Hacednos sentir ahora,
¡oh Virgen piadosísima!,
la dulzura de vuestro corazón maternal
y la fuerza de vuestra intercesión
ante el de Jesús.


S. Cong. De Indulgencias (1807)

FLORECILLAS A MARIA - 13 DE MAYO


FLORECILLAS A MARIA
Flor del 13 de mayo:
El Inmaculado Corazón de María
Primera aparición de Nuestra Señora de Fátima

Meditación: “El Poderoso ha hecho en mi grandes cosas” (Lucas 1,49). Nos anonadamos frente a la excelsa Madre de Dios, habiéndola recibido para nosotros del mismo Señor. Ella se sigue presentando como Madre amorosa, buscando a sus hijos perdidos, alejados, confundidos, para bañarlos en el río de la santidad, a la que Dios nos llevará si la seguimos. Cambiemos así nuestro pobre corazón por el Inmaculado Corazón de María para ser a su semejanza.

Oración: ¡Oh María que nos regalaste en Cova de Iría tu Corazón Inmaculado!. Enséñanos los secretos que El esconde, para que conociéndolos podamos imitarlo, y cabizbajos pidamos perdón por lo poco que nos parecemos a Vos. Haznos pequeños para que veamos el Cielo. Amén.

Oración de los pastorcitos:
(entregada por el Arcángel San Miguel a los tres niños en Fátima)
Oh Dios mío, yo creo, espero, adoro y os amo. Y os pido perdón por todos los que no creen, no esperan, no adoran y no os aman (se reza tres veces).
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Tabernáculos de la tierra, en expiación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con las que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, te pido por la conversión de todos los pecadores. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Renovemos nuestra consagración al Inmaculado Corazón de María.

FLORECILLAS A MARIA - 12 DE MAYO


FLORECILLAS A MARIA
Flor del 12 de mayo:
Madre del buen ejemplo

Meditación: “Sigue fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2,10). María la más fiel… “hágase en mí según Tu Palabra”. Grande fue la fe de María, quien cumplió a la perfección la Santa Voluntad de Dios, ya que a El todo entregó. En el Calvario a su Hijo dio y confiada con llagas en su Corazón esperó la Resurrección. ¿Somos realmente “fieles” a Dios y a Su Iglesia, cuando no cumplimos nuestro deber, cuando no nos comprometemos con el Señor y tenemos un tibio corazón lleno de vanidad y sin amor?. ¿Somos ejemplo como María, o somos un alma sin vida que no cumple con lo que Dios dicta?. Pregúntate en éste día: ¿he favorecido con mis obras y palabras al Señor, o al maligno?. Sigamos a María con un corazón pequeño y recto.

Oración: ¡Oh Madre que nos guiaste, que todo entregaste!. Dígnate Madre a enseñarnos y a llevarnos siempre de tu mano, para que seamos realmente cristianos, perteneciendo a Cristo, tu Hijo Amado. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ser un Jesús y una María para los que nos rodean, como testimonio de cristiandad.

sábado, 11 de mayo de 2013

LA VIRGEN MARIA



LA VIRGEN MARÍA...

Dios ha hecho a María dueña de todo, porque Él le ha confiado todo su poder y la ha colmado de todas las gracias. Entonces no desconfiemos al acudir a la Virgen, pensando que no nos puede socorrer en alguna cosa, pues Ella todo lo puede con su oración, y todo lo puede porque Dios le ha participado de su Omnipotencia. No es que la Virgen sea igual a Dios en naturaleza, sino que Dios la ha hecho todopoderosa por gracia. 

De la mano de María no hay nada que temer, ni a los demonios, ni a nuestros pecados, ni al juicio de Dios, porque en todo esto María es la vencedora. De nuestra parte solo es necesaria una gran confianza y abandono en sus brazos maternales. Como dice el dicho popular: ¡Ave María y adelante!

FLORECILLAS A MARIA - Flor del 11 de mayo 2013


FLORECILLAS A MARIA
Flor del 11 de mayo:

Virgen clemente


Meditación: María camino a Belén…fatigada y esperanzada, pues llevaba en sus entrañas al Dios que amaba; María en Belén…frío y pobreza para cobijar al Rey, pero Ella era Palacio de Pureza y Cristal para que se pudiera acurrucar. María junto a la Cruz…, “estaba junto a la Cruz de Jesús Su Madre” (Juan 19,25). ¡Cuanta soledad y miseria!. Si, la miseria de todos los hombres de todos los siglos. Mis miserias también…
María es Madre de pobreza y sacrificio, debemos imitarla si queremos ser sus verdaderos hijos.

Oración: ¡Oh Virgen clemente, oh Madre de misericordia!. Llévanos a la santidad por el camino de la Verdad, y no toleres nuestros pecados, sino que enséñanos a ser santos. Que sepamos ver lo que no hacemos bien, teniendo la clemencia del Corazón de Tu Hijo para con nuestros hermanos, porque así como perdonamos seremos perdonados. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar sobre las propias miserias, para no volver a juzgar las miserias de los demás.
 

CON MARIA, RECORDANDO LA ASCENSIÓN

Autor: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net
Con María, recordando la Ascensión
La Ascensión es final y, al mismo tiempo, comienzo y promesa, camino y esperanza…
 
Con María, recordando la Ascensión

Cuarenta largos y extraordinarios días han trascurrido, Madre querida, desde el glorioso Domingo de Pascua.

Durante este tiempo, tu humilde corazón de madre repasó una y otra vez sus tesoros escondidos. En ése volver del alma cada acontecimiento vivido cobra ahora, sentido diferente. Pero tú, dulce Madre, a pesar de ser la elegida, la llena de gracia, la saludada por los ángeles y por los creyentes, tú no quieres brillar por esos días, pues Aquél cuya luz es inextinguible aún debe terminar la labor por la que había bajado del cielo a habitar en tu purísimo vientre. Por eso te mantienes casi oculta, limitándote a ser una presencia orante en la Iglesia naciente. Así te encuentro en los Evangelios, pero… necesito que me cuentes, Señora, lo que ha sido para ti el día de la Ascensión.

Y cierro los ojos tratando de imaginar tu rostro, tu mirada, tu voz serena que me responde al alma.

- El día de la Ascensión fue el final ansiado, presentido, mas nunca totalmente imaginado por mí, de la historia de amor más bella que jamás haya existido. Una historia de amor que comenzó un día, ya lejano, y al mismo tiempo tan cercano, en Nazaret. Una historia que trascurrió durante treinta años, en el silencio y sumisión a mi amor materno, de Aquél por quien el mundo debía salvarse.

- ¡Ah, Señora!, en esa sumisión a ti Jesús glorificó grandemente al Padre, por ello es que tus hijos glorificamos al Padre sometiéndonos a ti (1).

Sonríes…

Tu mirada se pierde ahora en la lejanía.

- Como te decía, la Ascensión es final y, al mismo tiempo, comienzo y promesa, camino y esperanza… por esos días Jesús se aparecía a sus amigos y les daba, con la fuerza extraordinaria de quien es la Verdad, los últimos consejos, las últimas recomendaciones, y les regalaba al alma, las más hermosas promesas.

Recuerdo claramente el día de su partida… era casi mediodía, el sol brillaba con fuerza, y hasta casi con alegría. Mi Hijo caminaba cerca de Betania con sus amigos, les pedía que fuesen hasta los confines de la tierra enseñando su Palabra. Su voz sonaba segura, serena, protectora, especialmente cuando les entregó aquella promesa que sería luego manantial de fe y esperanza para tantos hijos de mi alma…” Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”

Yo presentía la partida… y Él sabía que necesitaba abrazarlo… como cuando era pequeño, como cuando le hallamos en el Templo, luego de aquella lejana angustia. Él lo sabía y vino hasta mí, me miró con ternura infinita y me abrazó fuerte, muy fuerte, y susurró a mis oídos…:

- Gracias Madre, gracias… gracias por tu entrega generosa, por tu confianza sin límites, por tu humildad ejemplar… gracias.

Cuando se alejaba ya de mí se acercó Juan, el discípulo a quien Jesús amaba mucho. Entonces el Maestro le dijo, mirándome:

- Cuídala Juan, cuídala y hónrala… protégela y escúchala. Ella será para ti, y para todos, camino corto, seguro y cierto hasta mi corazón. Hónrala Juan, pues haciéndolo… me honras.

- Lo haré, Maestro, lo haré…- contestó Juan desde lo más profundo de su corazón.

Jesús y Juan volvieron con los demás. En ese momento mi Hijo, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos y subió al cielo ante sus ojos y una nube comenzó a cubrirlo, delicadamente.

Los apóstoles se arrodillaron ante Él.
Mientras yo levantaba mi mano en señal de despedida y mis ojos se llenaban de lágrimas, sentí que me miraba… y su mirada me hablaba…


- ¿Qué te decía, Señora? ¿Qué te decía Jesús mientras partía?

- “Espérame, Madre, enviaré por ti… espérame…”
Ay! Hija mía, mi corazón rebosaba de gozo. En tanto los amigos de Jesús miraban fijamente al cielo, como extasiados. En ese momento se acercaron a ellos dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: “ Hombres de Galilea, ¿Por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir”( Hch 1,11)

Los hombres tardaron un rato en reaccionar, luego, uno a uno, se fueron acercando a mí.

- Debemos volver a Jerusalén, tal como Él lo pidió- dijo Pedro, quien sentía que debía velar por esa Iglesia naciente, hasta en el más mínimo detalle.

Los demás asintieron. Volvimos y subimos a la habitación superior de la casa. Nos sentamos todos. Pedro comenzó a recitar, emocionado, la oración que Jesús nos enseñó, al finalizar dijo:

- Hermanos, permanezcamos en oración hasta que llegue el día en que, según la promesa de Cristo, seamos bautizados con el Espíritu Santo.

Yo me retiré a prepararles algo para comer. Juan se acercó y me abrazó largamente. Yo sentía que comenzaba a amarlos como a mis hijos… me sentía madre… intensamente madre… y nacía en mí una necesidad imperiosa de repetir a cada hijo del alma, aquellas palabras que pronunciara en Caná de Galilea: “...Hagan todo lo que él les diga”( Jn 2,5)

Así nos quedamos, hija, nos quedamos todos esperando Pentecostés, la Iglesia primera, en una humilde casa de Jerusalén.

Espero haber contestado lo que tu alma me preguntó…


-Claro, Madre amada, claro que sí, como siempre, eres para tus hijos modelo de virtud, camino seguro hacia Jesús… compañera y amiga . Una vez más y millones de veces te lo diría, gracias, gracias por haber aceptado ser nuestra mamá, gracias por ocuparte de cada detalle relacionado a la salvación de nuestras almas, gracias por enseñarnos como honrarte, porque haciéndolo, honramos a Jesús… gracias por defendernos en el peligro… gracias por ser compañera, compañera, compañera….

Ahora, Santa Madre, debes enseñarnos a esperar, adecuadamente, Pentecostés.

Amigos que leen estas líneas, María ansía entrar a sus corazones para contarles las maravillas de Pentecostés… háganle sitio… es la mejor decisión que pueden tomar… no lo duden jamás…

___________________________

(1) San Luis María Grignon de Montfort “Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen” pag 94. Edit. Esin, S.A. -1999


NOTA

"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna."



  • Preguntas o comentarios al autor
  • María Susana Ratero.

    viernes, 10 de mayo de 2013

    IMAGENES DE LA VIRGEN DE FATIMA




























    MARÍA MADRE

     
    María Madre


    La Virgen,
    sonríe muy bella.
    ¡Ya brotó el Rosal,
    que bajó a la tierra
    para perfumar!

    La Virgen María
    canta nanas ya.
    Y canta a una estrella
    que supo bajar
    a Belén volando
    como un pastor más.

    Tres Reyes llegaron;
    cesa de nevar.
    ¡La luna le ha visto,
    cesa de llorar!
    Su llanto de nieve
    cuajó en el pinar.

    Mil ángeles cantan
    canción de cristal
    que un Clavel nació
    de un suave Rosal.

    Gloria Fuertes


     



    

    CURACIÓN MILAGROSA EN LOURDES


    ME CURÉ MILAGROSAMENTE
    CON EL AGUA DE LA GRUTA DE MASSABIELLE, LOURDES
    Ha dicho el Papa Juan Pablo II recordando su peregrinación a Lourdes en l983: "Donde está la Virgen presente, allí abunda la gracia y allí se registra la curación del hombre: curación en el cuerpo y en el espíritu".
    De estas palabras del Papa nos da testimonio ERNEST JUNQUÉ TORT, al que devolvió la vida la Virgen María en sus tiernos años. Reproducimos sus palabras trasmitidas en una conversación con nuestro Consiliario.
    Era el mes de julio de l963, cuando contaba yo solamente siete meses. De repente se me presentaron los terribles síntomas de una enfermedad que parecía desconocida. Luego se diagnosticaría como leucemia. ¡Dios mío, leucemia a mis siete meses! Entre tanto la medicación nada conseguía en mi pequeño y débil cuerpo. El mal avanzaba. Cada vez estaba peor. Finalmente al comprobar que los tratamientos médicos nada conseguían para detener el avance del mal, el Dr. Pedrerol, muy buen médico pediatra de Vilafranca, que llevaba mi caso, les dijo a mis padres que hicieran el esfuerzo de llevarme a Barcelona, para que las eminencias del Hospital Clínico de aquella ciudad tal vez encontraran una solución a mi enfermedad y recobrara la salud.
    Trasladado urgentemente al Clínico de Barcelona, comenzaron los doctores de aquel centro una larga serie de pruebas para dictar seguros qué enfermedad tenía y el proceso necesario para mi curación. Los resultados fueron fatales. No había posibilidad alguna de curación. Efectivamente la leucemia me consumía. Cada día que pasaba en el Hospital Clínico se arruinaba más mi pequeño organismo de siete meses. Mis padres,
    que eran y son unos modestos agricultores –mi padre pastor, que conoce todos los caminos de la montaña y aun del llano de Tarragona– y que nunca se habían visto en un problema semejante pasaron unos días de angustia. ¡Cuánto debo a la bondad de mis padres y a su sacrificio! El caso es que tenían que vivir en Barcelona a mi lado, y entrar en unos gastos muy superiores a lo que ellos podían. Ahora comprendo lo que son los padres con los hijos antes de que tengamos conocimiento. Siguieron las pruebas y al final le dijeron claramente a mi padre, que no había remedio humano y que necesariamente moriría en pocas horas.

     Parecía un pequeño cadáver como esos que se ven hoy de los pobres países donde se mueren niños de pura hambre. Mi pobre cuerpo –me dicen mis padres– tenía solamente un hilo de vida. Los médicos aconsejaron a mis padres que ya no se movieran de Barcelona y que si querían llevarme a enterrar a mi pueblo, que podrían hacerlo a las pocas horas. Viajar en este estado era obligarme a morir en el viaje de regreso. Yo, Ernesto, me moría sin remisión a mis siete meses de vida.
    El tiempo urgía. Trasladar mi cuerpo muerto desde Barcelona les hubiera costado días, dinero y una larga tramitación de gestiones, pues no es fácil trasladar un cadáver sin muchas cosas previas. Por eso mis padres decidieron que les entregaran a su hijito y en apariencias aún con vida llevarme a enterrar en el sencillo cementerio de mi pueblo. Aunque los doctores del Clínico desaconsejaban el traslado en tales condiciones, gracias a la influencia de un gran sacerdote, mosén.José Bachs Cortina, que era amigo de mi padre y era uno de los fundadores de Asociación Sacerdotal de San Antonio María Claret, se consiguió que entregaran mi cuerpecito a mis padres. Un colaborador de los ministerios de caridad de mosén Bachs, el taxista Marcelino, que luego había de emparentar con mi familia, me tomó en su taxi. Su madre me llevaba en brazos en la parte trasera del coche. Mis padres iban en otro vehículo. Así comenzó el viaje de Barcelona a nuestro pueblo. Pero aquella santa mujer que me llevaba en sus brazos llevaba con ella un tesoro. Una botellita con agua de Lourdes. Pese a darme ya por muerto, invocó a la Virgen Santísima y dejó caer una gotas del agua de la Virgen en mis labios sin vida. Con sorpresa comprobó que entraba el agua en mi garganta. Prosiguió entonces en darme más veces traguitos de agua y empecé a respirar con suavidad y a volver a mí la vida que parecía había huido ya. Cuando llegamos a mi casa el panorama había cambiado completamente. Yo, Ernesto vivía y dentro de mi debilidad vivía sin tratamiento alguno. Nadie podía creerlo. La sorpresa del bueno del Dr. Pedrerol no es para descrita. A pesar de todo y de apreciar mi mejora, como buen médico le pareció muy prudente seguir poniendo los medios humanos, pues el Señor quiere que colaboremos con sus gracias poniendo todos los medios a nuestro alcance. Se me fueron haciendo pequeñas trasfusiones de sangre de mi padre que era el único que podía hacérmela. Pero yo ya lo recibía todo, sin reacciones extrañas porque asimilaba lo que se me administraba, porque en realidad estaba ya curado de mi enfermedad por la Virgen María. Así año tras año, me revisaban los doctores y no encontraron ya residuos de mi antigua leucemia. A mis diez años me examinaron de nuevo muy a fondo y se vio que era un muchacho completamente normal, fuerte, lleno de salud. Fui con mis padres a Lourdes para dar gracias a la Virgen. ¡Qué emoción! Llevo a Lourdes en mi pecho. Siempre que puedo voy allá con mi mujer y mi hija, o solo con los enfermos y para ayudar a los necesitados de consuelo. El pequeño arbolado de nuestra finca familiar está presidido por la imagen de la Inmaculada como en Lourdes. Me siento consagrado a Ella.
    Hoy han pasado 36 años de aquel terrible día en el que mis padres escucharon en el Hospital Clínico de Barcelona, que tenía leucemia y que no había curación para mí en la ciencia médica. Vivo en la actualidad feliz con mi esposa Dolores, con mi hija Jesica y con mis padres. A todos los amo de todo corazón. Amo la revista AVE MARIA que me habla de la Virgen. Sigo siendo lo que mi familia ha sido. Un trabajador de bien y honrado. Pero hay algo grande en mi vida. La Virgen me ha curado. A Ella le debo mi vida. Quiero que mi vida y la de los míos sean para Ella también.


    Ernest Junqué Tort
    La Bisbal del Penedès, Tarragona

    ORACIÓN A LA VIRGEN MARIA

    https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCOhxhn-Z6dcPgOJOoBZGzTgQfGzCoO90qZegO39Hdg0AJuSZUSulfVm1JhBto__Xvb80zveGgD2hc3Y1rFo262omb4YUebFlM-Igxsv2kqHXxknXtWiXIPPnHIoWQJQXnYzDZpAoOOzk/s1600/VirgenGuadalupe.gif 
    Oracion a María, Nuestra madre

    A Tí que eres la Madre,
    que amas con ternura,
    venimos a ofrecerte nuestra vida
    y a decirte que te amamos;
    que somos tus hijos que confiamos
    en el poder de tu protección.

    Llévanos sobre tu corazón,
    junto al Niño que descansa en tus brazos,
    consuélanos en la aflicción,
    fortalécenos en la tentación.

    Haznos crecer en la fe, en la esperanza, y en el amor a Dios y a los hermanos.
    Conserva en nuestro interior
    la alegría de ser hijos de la Iglesia.

    Impúlsanos para que seamos entusiastas evangelizadores del Reino.
    Y que tu bendición nos acompañe, Madre hasta ver la hermosura de Dios en el Cielo.
    Amén





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