jueves, 27 de febrero de 2014

PERSONALIDAD


PERSONALIDAD


Castillo Feudal Un  rey le contaba a un sabio lo extraordinariamente buenos y generosos que eran sus súbditos. 

 -Estás muy equivocado –le dijo el sabio-. La gente de tu reino actúa de acuerdo a las apariencias.  Le dan muy poca importancia a los hechos, que son los que demuestran espíritus grandiosos. 

Al oir esto, los cortesanos se pusieron bravos y le rogaron al rey que no hiciera caso a ese falso sabio. 

-Majestad, ellos dirán lo que quieran, pero en este mundo vil, todo funciona al revés:  la persona más preciosa no vale nada, y la persona que no vale nada es la más preciosa.  

-Demuéstramelo –dijo el rey-. Si no lo haces, mandaré que te corten la cabeza por decir cosas falsas y  descabelladas. 


 El sabio invitó al rey a que se disfrazara como una persona común y así dieran una vuelta por la ciudad. Llegaron al mercado y el sabio le insinuó al rey que pidiera un kilo de cerezas que habrían de servir para salvarle la vida a un enfermo muy grave. 

Fueron inútiles las súplicas del rey. El comerciante, cansado de argüir con él, lo expulsó del lugar y le dijo que si no se iba pronto, lo sacaría a palos. 

- Las cosas que tiene que oir uno en la vida –mascullaba el comerciante-. ¿Acaso tengo cara de idiota? Estos mendigos miserables ya no saben qué inventar para engañar a uno.  

El rey estaba a punto de revelar su identidad, cuando el sabio se lo llevó de allí. Caminaron un buen rato y llegaron a orillas de un río que corría crecido con las aguas del deshielo. En un descuido, el sabio le dio un empujón al rey que cayó al agua. Empezó a gritar pidiendo ayuda, pero aunque se acercaron muchos curiosos atraídos por sus gritos, nadie hizo nada. Ya estaba a punto de ahogarse, cuando un mendigo, el más harapiento de la ciudad, se lanzó al agua y salvó al rey. 

 Entonces el sabio se acercó al rey, que temblaba de frío y de indignación, y le dijo: 

 -¿Viste cómo era cierto lo que yo te dije? Cuando tú, que eres la persona más valiosa del reino pediste un kilo de cerezas para salvar la vida de un enfermo, no obtuviste nada y hasta estuviste a punto de que te partieran la cabeza a golpes. En cambio este mendigo, que supuestamente es la persona que menos vale en tu reino, ha expuesto su vida por ti y te ha salvado. No son las apariencias lo que cuentan, sino los hechos.       


 Moraleja:    
Vivimos la vida como actuación. Cada día se nos impone con mayor fuerza la cultura de la apariencia, del  qué dirán. Regalamos por cumplir, por no quedar mal,  porque todos lo hacen..., no por agradar. Manejados por la publicidad y las propagandas, compramos no lo que necesitamos, sino lo que el mercado necesita que compremos. El mercado crea incesantemente nuevos productos y la televisión se encarga de convertirlos en necesidades. Hablamos sin pensar lo que decimos, vivimos rutinas, compramos propagandas.   Decimos que nos divertimos mucho en la fiesta porque se espera que digamos eso, que nos gustó mucho la película publicitada que todo el mundo dice que es muy buena, aunque nos hayamos aburrido soberanamente al verla. Aplaudimos porque todos lo hacen; sonreimos, sin saber por qué, cuando todos lo hacen. En breve, cada día son menos las personas que se atreven a vivir, a ser dueños de su propia vida: la mayoría son vividos por los demás: el televisor, las costumbres, las modas, el qué dirán...    

 Tratamos a los demás de acuerdo a su aspecto. Nos  sentimos crecidos cuando podemos ver o dar la mano a un ídolo de la canción, a un personaje famoso, sin importar si es un soberano egoísta,  o un cretino, esclavo de su imagen y su fama. Por otra parte, despreciamos  y nos alejamos de los pobres, los humildes,  a quienes vemos con frecuencia como amenazas. 

 Necesitamos una educación que enseñe a ver la realidad, más allá de las apariencias. 

VALORA LO QUE DIOS TE REGALÓ


Valora lo que Dios te dio.

Un día, caminando por la calle vi a un niño solo y triste, y me dije:  "gracias Dios mío porque tengo una familia y amigos; porque jamás he sentido la soledad y el desamparo por los que ese pequeño ha de estar  pasando".

Seguí mi andar y vi a un niño ciego y dije:"gracias Dios mío porque tengo ojos y veo; porque se lo que es un amanecer, he visto el arco iris, las estrellas, las flores y la luna, y ese pequeño niño jamás podrá hacerlo".

Reanude mi caminar y vi a un tercer niño que triste en una silla de  ruedas,  veía como los demás niños jugaban; y por tercera vez agradecía a Dios, ahora por estar sana.

Poco antes de llegar a mi destino, vi una luz que se acercaba; era un niño  y me dijo algo que jamás olvidare: "Tu me has visto antes y piensas que soy infeliz, que estoy solo y triste; pero te equivocas. Esos tres niños que antes viste eran uno solo, era yo que tuve que hacerte creer que era infeliz para que tu descubrieras la gran riqueza que posees, en las cosas mas simples y sencillas se encuentran los valores mas grandes. Cuando veas a alguien como ellos, no pienses en que sufren, sino en que así son felices porque ellos al igual que tu, han descubierto su riqueza. Pide por ellos y por ti, y agradece a Dios lo que tienes; y cada vez que tengas la  oportunidad, haz descubrir a otros la riqueza que poseen" y el niño desapareció.

ORAR, SIMPLEMENTE, ORAR


Orar, simplemente orar 


Un pobre campesino regresaba del mercado al atardecer. Descubrió de pronto que no llevaba su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta.

El pobre hombre estaba afligido pensando que aquel día no iba a poder recitar sus plegarias. Entonces oró de este modo: He cometido una verdadera estupidez, Señor. He salido sin mi libro de rezos. Tengo tan poca memoria que sin él no sé orar. De modo que voy a decir cinco veces el alfabeto muy despacio. Tú, que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras y formar las plegarias que ya no recuerdo.

Y Dios dijo a sus ángeles: De todas las oraciones que he escuchado hoy, ésta ha salido sin duda alguna, la mejor. Una oración que ha brotado de un corazón sencillo y sincero.

HOY ES JUEVES, SEÑOR, Y YO TE DOY MI DOLOR

Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Hoy es jueves, Señor, y yo te doy mi dolor
No soy yo el que voy a Ti. Tú eres el que viene a mi. Te acercas a mí porque sabes de mi sufrimiento, de mi dolor.
 
Hoy es jueves, Señor, y yo te doy mi dolor


Llegué ayer del Hospital a mi casa. Hoy es jueves Señor, y voy a estrenar mi silla de ruedas. Voy a ocupar un lugar del cual ya no me moveré.

Hoy es jueves y muchas personas al comenzar el día se habrán levantado de su cama, habrán puesto los pies en el suelo y comenzado a hacer una y mil actividades distintas...seguro que no se han detenido a gustar de ese milagro: ¡poder caminar!. A mí me han tenido que traer a esta Capilla para contarte mis "cosas".

Hoy es jueves Señor, y recuerdo que también era jueves el día en que por primera vez fui a tu encuentro en mi Primera Comunión, después.... ¡cuánto brinco, cuántos juegos, cuántas carreras, cuántos bailes...!. Y años después, la "palomilla" escogió un día jueves para ir por primera vez un rato a la "disco" de moda...

Hoy es jueves también pero estoy atado a mi silla de ruedas. Voy a estar en ella para siempre. Y hoy, mientras te miro me he puesto a pensar en Ti, Señor, y he sentido que como aquel día de mi Primera Comunión, no soy yo el que voy a Ti. Tú eres el que viene a mi. Te acercas a mí porque sabes de mi sufrimiento, de mi dolor. Y yo te voy a hacer una pregunta, no ¿por qué, por qué a mi?. Eso solo lo sabes Tu. Te voy a preguntar, ¿para qué, para qué me tienes prisionero sin que mis pies vuelvan a pisar el campo, las playas... a correr, a caminar?. Y al hacerte esa pregunta queda inherente a ella mi entrega, mi aceptación, porque en mi se está haciendo Tu voluntad. Y sigue la pregunta, ¿para qué este cambio radical en mi vida?.

Tu Jesús, me lo vas a decir. Soy todo oídos, mi alma está alerta, mi corazón preparado. Tu me vas a decir qué quieres de mí en esta nueva forma de vida.

Dicen que hay pocos misioneros, que allá en las tierras donde están hace mucho calor, que se enferman, que sufren... que hasta los matan. Yo puedo ser misionero como lo fue la Santa de Lisieux, la pequeña Teresita sin salir del Convento, porque puedo ofrecer mi inmovilidad por el sufrimiento de unos pies hinchados, cansados de caminar por brechas y caminos lodosos para llevar la Palabra del Señor al corazón de los hombres y mujeres que no lo conocen.

Señor, tu estás junto a mí y ya me estás hablando... porque antes nunca pensé en estas cosas. Mi vida era alocada, vacía estéril... Ahora soy tierra fértil para la semilla de Tu palabra. La llama del dolor quemó en mi corazón toda la mala hierba y ahora lo siento acrisolado y limpio. Soy hombre nuevo.

Hoy es jueves, Señor, y voy a tender las alas de mi espíritu para adorarte aquí, para acompañarte en todos los Sagrarios del mundo, para hacerte compañía en Tu soledad, en Tu eterna espera, en Tu absoluta entrega. También te veo en la Cruz, inmóvil, clavado, así... como estoy yo. Y sin embargo tus manos y tus pies clavados nos vinieron a dar la libertad sobre la esclavitud del pecado. Nos dieron el triunfo sobre la muerte y nos hicieron hombres y mujeres nuevos.

Háblame, Señor, dime que quieres de mi... Hoy es jueves, Señor, y yo te doy mi dolor y Tu a cambio dame conformidad para mi nueva vida y déjame Tu Paz como el mejor de los regalos.




  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño
     

    GRACIAS VIRGEN MARÍA


    Gracias Virgen María

    Quiero darte gracias, Virgen María,
    por tenerme en tu regazo,
    por tenerme entre tus brazos
    y amarme y protegerme cada día.
    Tu espíritu de Madre bondadosa
    ilumina nuestra vida.
    Sin pecado concebida
    Tú eres, Reina Misericordiosa.
    Madre de Dios, hágase tu voluntad,
    danos fe, paz y cariño
    como distes Tú a tu Niño,
    y que venga a nosotros tu humildad.
    Madre mía, en lo alto del cielo
    tienes todas las virtudes
    y hasta nosotros acudes
    cuando necesitamos tu consuelo.
    ¡Oh Madre piadosa, Virgen María!,
    gran ejemplo de dolor,
    queremos sentir tu amor
    y tener siempre tu compañía
    Amen.

    GRACIAS MADRE CELESTIAL

    LA SOLIDARIDAD


    CINCO PRIMEROS SÁBADOS DE REPARACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


    CINCO PRIMEROS SÁBADOS DE REPARACIÓN
    EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA 


    Lucía, vidente de Fátima, era postulante en el Convento de las Doroteas en Pontevedra, España cuando tiene una aparición de la Virgen sobre una nube de luz, con el Niño Jesús a su lado. La Santísima Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas. El Niño le dijo: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas."

    Inmediatamente dijo Nuestra Señora a Lucía:
    "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación"

    Lucía le habló (a Jesús) de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: "Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María".
    La intención de hacer esta reparación al Inmaculado Corazón de María puede ponerse al principio.

    ¿Por qué 5 Sábados?

    Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación:  "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
    1-  Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
    2-  Contra su virginidad.
    3-  Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.
    4-  Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
    5-  Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.”

    "He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas".

    miércoles, 26 de febrero de 2014

    NO TE RINDAS

    No te rindas

    Aunque te sientas triste,
    piensa en un mañana pleno de alegría ,de 
    satisfacciones, y de sueños realizados, y 
    entonces  comprenderás que también los errores son 
    indispensables para aprender.

    No te rindas!
    Aunque te sientas solo,
    piensa en todas las personas que te
    brindaron afecto durante tu vida, y sabrás
    que en el tiempo venidero, también
    amaras y serás amado. 

    No te rindas!
    Aunque te sientas derrotado,
    piensa siempre en la victoria luminosa

    que te espera al final del camino, y descubrirás

    que las caídas te muestran el poder

    de tu fe y de tu fuerza.

    No te rindas!
    Aunque te sientas perdido,
    piensa en la esperanza que anida en lo
    profundo de tu corazón, rescátala y sal a
    recorrer el sendero señalado, con la
    mirada puesta en el cielo

    No te rindas! Dios camina contigo!

    NO COMETAS EL MISMO ERROR


    NO COMETAS EL MISMO ERROR

    Es cuando otros te fallan.

    Cuando esa gente en quien confiaste y creíste, (tus amigos) te desilusionan, e incluso hablan mal de ti. 

    Desearías poner en evidencia su error. 

    Sientes odio, tristeza, dolor y desilusión al mismo tiempo. Y al final no sabes qué sentir.

    Aunque esto te pase, sigue creyendo en la amistad sincera. 

    Sigue dando lo mejor de ti a las personas y nunca pagues con la misma moneda.

    Si te han fallado, haz lo posible para no fallar.

    Si te han desilusionado, sé siempre recto para no cometer el mismo error.

    Si te han calumniado, ofrece a Dios esa situación. Que sea Él quien juzgue, pero no envenenes tu corazón con el deseo de hacer tu justicia.

    No importa el error que otros hayan cometido, no te hagas insensible y frío ante las personas que te necesiten. 

    Sigue haciendo el bien, sigue creyendo, sigue ofreciendo lo mejor que tengas y ante todo, deja el juicio en las manos de Dios.

    La vida es hermosa y tienes la oportunidad de seguir viviendo. 

    Sigue adelante tu camino sin ver los tropiezos tuyos y menos los de los demás como obstáculos. 

    Y no cometas los mismos errores que otros hayan cometido contigo.

    ARREPENTIMIENTO


    ARREPENTIMIENTO

    .¿Por qué, Señor, me siento tan amado/a
    si de tu amor yo nunca he merecido?
    pues rendido/a una y mil veces he caído
    en los impuros brazos del pecado.

    .No me dejes, mi Dios, abandonado,
    en medio de este mar embravecido;
    menosprecia lo mucho que te he herido
    y ofréceme cobijo en tu costado.
    .
    Si muchas veces mucho te he dañado
    y la paz de tu amor no he comprendido,
    me humillo y cabizbajo/a yo te pido 
    .
    que no tengas en cuenta mi pasado;
    hoy, del todo me siento arrepentido/a
    y ante tu Cruz me postro, arrodillado/a

    CREO EN TI


    CREO EN TI 

    Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El. 

    1. Señor, Tu siempre me has dado 
    La fuerza necesaria, 
    y, aunque débil, 
    Creo en Ti. 

    2. Señor, Tu siempre me has dado 
    La paz de cada día, 
    y, aunque angustiado, 
    Creo en Ti. 

    3. Señor, Tu siempre me has guardado 
    En la prueba, 
    Y, aunque estoy en ella, 
    Creo en Ti. 

    4. Señor, Tu siempre has alumbrado 
    Mis tinieblas, 
    Y, aunque no tengo luz, 


    Creo en Ti.

    LA COHERENCIA HEROICA DEL CRISTIANO

    Autor: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
    La coherencia heroica del cristiano
    ¿Hasta qué punto vale la pena ser fieles a Cristo cuando luego uno puede quedar abandonado a su suerte, como un soñador derrotado?
     
    La coherencia heroica del cristiano
    La coherencia heroica del cristiano
    Hay ocasiones en las que ser fiel al Evangelio implica el riesgo de un fracaso en la familia, en el trabajo, en la vida social. ¿Qué hacer, entonces?

    La pregunta se presenta continuamente en los corazones de muchos católicos. Un empresario sabe que tiene que pagar buenos salarios, pero que así puede perder la competividad y llegar a la quiebra. Un esposo o una esposa sabe que no debe usar anticonceptivos, pero la otra parte le amenaza con la expulsión del hogar o con el divorcio. Un farmacéutico sabe que no debe vender pastillas que implican un uso contrario a la moral católica, pero si no las vende quedará aislado en el mercado y terminará por cerrar la farmacia. Un distribuidor de libros sabe que no es correcto favorecer la venta de libros contrarios a la doctrina católica, pero si actúa así se arriesga al fracaso.

    Las situaciones son infinitas. En el fondo de las mismas se esconde la pregunta inicial: ¿qué hacer, cómo actuar? ¿Hasta qué punto vale la pena ser fieles a Cristo cuando luego uno puede quedar abandonado a su suerte, como un soñador derrotado?

    Plantear así la cuestión implica un error de perspectivas. Porque con este tipo de preguntas parece que la alternativa está entre ser fieles a Cristo y ser prácticos y realistas. En otras palabras, Cristo queda puesto como un obstáculo a la "realización personal", porque uno llega a pensar que lo que Cristo pide sería "peligroso": seguirle implica dar un salto en el vacío que puede llevar al fracaso.

    En realidad, quien conoce de verdad a Cristo, quien sabe lo que Él ha hecho por uno mismo y por todos los hombres, quien aprecia el cielo como la meta auténtica de toda existencia humana, quien siente en su corazón el abrazo de la misericordia, quien vive a fondo la fe y la esperanza, no puede tener miedo.

    Cristo es, para el que cree en serio, lo más importante. Más importante que su puesto de trabajo, que su vida matrimonial, que sus seguridades humanas, que su dinero, que su salud.

    Es fácil decirlo y parece muy difícil vivir de esta manera. Pero quien ama de veras, y amamos de veras cuando nos sentimos muy amados por un Dios bueno, es capaz de eso y de mucho más.

    Los mártires son, en ese sentido, un ejemplo luminoso: están dispuestos a perder la propia vida en manos de perseguidores asesinos antes que renunciar a Cristo. Han vivido la coherencia heroica del cristiano.

    La vida de tantos mártires, hombres y mujeres, sirve de luz para la vida de todo bautizado. Su testimonio es la consecuencia de quien sabe lo que podemos leer en uno de los textos más hermosos de quien lo dejó todo por Cristo, Pablo de Tarso:

    "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada? Como dice la Escritura: ´Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero´. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rm 8,35-39).

    Después de dos mil años, podemos decir, desde una experiencia que salva, que ni los impuestos, ni las amenazas, ni el paro, ni las ideas dominantes son suficientes para hacer que nos apartemos de quien nos ha dado su Cuerpo y su Sangre para salvarnos, de quien nos invitó a ser, para siempre, sus amigos.

    SALVE, OH VIRGEN MADRE




    SALVE, OH VIRGEN MADRE

    Salve, oh Virgen Madre, Señora mía, Estrella de la mañana, del Cielo Reina.

    Llena de gracia sois; salve, luz pura, salva al mundo y a toda criatura.

    Para Madre el Señor te destinó, el que los mares, la tierra y el cielo creó.

    Él preservó vuestra concepción de la mancha que tenemos en Adán.

    Amén.

    PENSAMIENTO MARIANO 32


    PENSAMIENTO MARIANO

    En la última aparición, octubre de 1917, la Virgen María dijo por fin su nombre: “Soy la Señora del Rosario”, y volvió a insistir en su recomendación: “Sigan rezando el rosario todos los días".



    martes, 25 de febrero de 2014

    ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE LOURDES


    ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN 
    A LA VIRGEN DE LOURDES

    Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, Vos habéis aparecido dieciocho veces a Bernardita en la gruta de Lourdes, para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la eucaristía y a la vida en la Iglesia.

    Para mejor responder a vuestra llamada, yo me consagro por vuestras manos a vuestro hijo Jesús…

    Hacedme dócil al espíritu; y por el fervor de mi fe, por la manifestación de mi vida, por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje con Vos en confortar a los que sufren, en reconocimiento a los hombres, en trabajar por la unidad de la Iglesia y por la paz del mundo.

    Con toda confianza, oh Señora mía, yo os dirijo esta plegaria y os pido que la acojáis y la atendáis. Amén.

    Nuestra Señora de Lourdes, rogad por nosotros.

    Santa Bernardita, rogad por nosotros.

    EL PROBLEMA


    El problema 

    Cuentan que cierto día en un monasterio Zen-Budista, los monjes se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto.

    El Gran Maestro convocó a todos los disci'pulos para determinar quien seria el nuevo centinela. 

    El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo:

    - Asumira el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar.
    Entonces, coloco una preciosa mesita de finas maderas en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos, y encima de esta coloco un jarron de porcelana con un diseño de exquisito gusto y refinamiento, con varias rosas amarillas de extraordinaria belleza en el. Y dijo así:

    - ¡Aqui esta' el problema! –señalando directamente al precioso jarron.
    Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarron de extremo valor y belleza, con maravillosas flores en su interior.

    ¿Que representaria? ¿Que hacer? ¿Cual era el enigma encerrado detras de todo esto? ¿Donde estaba el problema?

    En ese instante, uno de los discipulos saco una espada, miro al Gran Maestro y a todos sus compañeros, se dirigio al centro de la sala y... ¡zas! Blandiendo la espada, destruyo todo de un solo golpe.

    La escena fue impresionante.

    Tan pronto el discipulo retorno a su lugar, el Gran Maestro dijo con voz contundente:

    - Usted sera el nuevo Guardian del monasterio.

    Moraleja de la historia:

    No importa cual sea el problema. Ni que sea algo lindisimo. Si ves un problema, precisa ser eliminado. Un problema es un problema, y como tal, es un imperativo categorico eliminarlo.

    No importa que se trate de una mujer sensacional y atractiva, o de un hombre maravilloso y seductor, o de un gran amor que se acabo.
    Por mas lindo que sea o haya sido, si ya no existe mas sentido para el en tu vida, tiene que ser suprimido.
    Muchas personas cargan en su vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inutil en sus corazones y mentes.
    Espacio que es indispensable para recrear la vida.

    Existe un proverbio chino que dice:
    “Para tu poder beber vino en una copa que se encuentra llena de ti, es necesario primero tirar el ti, y entonces poder servir y beber el vino”.

    Limpia tu vida. Comienza con las gavetas y armarios, hasta llegar a las personas del pasado que no hacen mas sentido en tu vida y que estan ocupando un espacio en tu corazon.
    Un espacio indispensable para ser ocupado por tu alegría de vivir.

    LA SINCERIDAD

    LA SINCERIDAD

    Hubo una vez un emperador que convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja a su hija.

    Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo: 
    "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

    Así se hizo, pero había un joven que plantó su semilla y ésta no germinaba. Mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar mostrando las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

    Pasaron los seis meses y todos los jóvenes se dispusieron a desfilar hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. 
    El joven estaba muy triste pues su semilla nunca germinó y ni siquiera quería ir al palacio. Su madre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar allí. 
    Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló al final hacia el palacio con su maceta vacía. 
    Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo se rieron abiertamente burlándose de él. En ese momento el alboroto fue interrumpido por la entrada del rey, al que todos hicieron su respectiva reverencia mientras él se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

    Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía. Atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

    El rey dijo entonces: 
    "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y 
    valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

    Moraleja:
    "LA SINCERIDAD, SERÁ POR SIEMPRE UNA VIRTUD". DÍ SIEMPRE LA VERDAD, independientemente de las circunstancias.

    APRENDEMOS


    APRENDEMOS

    Aprendemos sobre la marcha, y las experiencias van iluminando nuestros planes para seguir adelante. Los pasos que damos al unísono, así como en rutas separadas aunque paralelas, enriquecen los movimientos particulares de todos nosotros.

    Con frecuencia esperamos la perfección en nosotros mismos, olvidándonos de que en esta vida todos somos principiantes. Lo mejor que podemos hacer es reconocer de buena gana nuestros errores, dar gracias de que siempre podemos empezar de nuevo cualquier tarea y de que contamos con las experiencias de otros para usarlas como guías.

    La vida es un proceso. Aprendemos, crecemos, compartimos nuestras cargas, reformulamos nuestras ideas y reestructuramos nuestros valores. Todo cambio que hacemos modifica nuestros pasos, alterando al mismo tiempo los movimientos de alguien más.

    Hoy descubriré un cambio que deba hacer, uno cuyo alcance esté más allá de mi propia tarea.

    GraBaq

    OREMOS POR VENEZUELA


    Oración por Venezuela 

    Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas 
    necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y  pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un  pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la  libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. 

    Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia 
    fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los  pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. 

    Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos  construyamos la “Civilización del Amor”, a través de una real  participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como  nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María  de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. 

    Por eso todos juntos  gritamos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! 
    Amén.

    ORACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA PARA PEDIR UN FAVOR


    AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
    PARA PEDIR UN FAVOR

    ¡Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor a Dios y a la humanidad, y de compasión por los pecadores, me consagro enteramente a ti. Te confío la salvación de mi alma.

    Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que me separe del pecado,  ame mas a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna juntamente con aquellos que amo.

    Medianera de todas las gracias, y Madre de misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino Hijo ha merecido con sus sufrimientos y que nos confió a nosotros sus hijos.

    Llenos de confianza en tu maternal corazón, que venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes necesidades. Por los méritos de tu amable e inmaculado Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús, obténme la gracia que pido

     (mencionar aquí el favor que se desea)

    Madre amadísima, si lo que pido no fuere conforme a la voluntad de Dios, intercede para que se conceda lo que sea para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma. Que yo experimente la bondad maternal de tu corazón y el poder su pureza intercediendo ante Jesús ahora en mi vida y en la hora de mi muerte. Amén.

    Corazón de María, perfecta imagen del corazón de Jesús, haced que nuestros corazones sean semejantes a los vuestros. Amén.

    lunes, 24 de febrero de 2014

    ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA



    ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA

    Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites, míranos con Tu favor y aumenta Tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza, nos conformemos con Tu Santa Voluntad, la cual es idéntica con Tu Misericordia, por Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con Vos y el Espíritu Santo manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.

    BUSCANDO AL HERMANO


    Buscando al hermano


    Salvó toda distancia buscando al hermano...
    Estrechó cielo y tierra buscando al hermano...
    Recorrió mil caminos buscando al hermano...
    Desbordó en Palabra buscando al hermano...
    Abrió alas de ave buscando al hermano...
    Lloró ríos de lágrimas buscando al hermano...
    Sufrió muerte tan cruenta buscando al hermano...
    Me había pedido que busque a mi hermano...
    ¡Oh Sagrado Tesoro! encontré a mi hermano...

    Amigo la Puerta Siempre Abierta

    Cuando descubrimos que nuestros amigos no son perfectos, reconocemos que no los amamos por lo que hacen, sinopor lo que son... y abrimos para ellos la puerta de la compresión...

    Los verdaderos amigos no pueden, ni saben cerrar la puerta..., porque aprendieron que no hay amor más grande, que el de dar la vida por los amigos.
    Perdonar siempre al amigo, es la manera que tenemos de ofrendarles nuestra vida.

    Amigo la puerta siempre está abierta..., podrás entran y salir sintiéndote en casa..., porque el amor perdona sin número de afrentas...


    SEÑOR YO CREO, PERO AYUDA MI POCA FE

    Autor: Laureano López, L.C. | Fuente: Catholic.net
    ¡Creo, pero ayuda mi poca fe!
    Marcos 9, 14-29. Tiempo Ordinario. La fe se tambalea ante las dificultades y contrariedades de la vida. Dios mío, acrecienta mi fe.
     
    ¡Creo, pero ayuda mi poca fe!
    Del santo Evangelio según san Marcos 9, 14-29

    Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos. Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle. El les preguntó: «¿De qué discutís con ellos?» Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espumarajos, rechinar de dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido». El les responde: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo!» Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos. Entonces él preguntó a su padre: «¿Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto?» Le dijo: «Desde niño. Y muchas veces le ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros». Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!» Al instante, gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!» Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él». Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie. Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?» «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración».

    Oración introductoria

    Señor Jesús, gracias por acercarte una vez más a mi vida. Señor, como el padre del Evangelio, grito desde el fondo de mi alma: ¡Creo, ayuda mi poca fe! Te ofrezco esta meditación por todos aquellos que su fe tambalea ante las dificultades y contrariedades de la vida. Dios mío, acrecienta mi fe, pues Tú mismo me has dicho: ¡Todo es posible para el que cree! Jesús, guíame durante esta meditación para que pueda arrojar, con el poder de la oración, todos esos demonios que se me presentan en mi vida de diversas formas.

    Petición

    Señor creo en ti, ayuda mi incredulidad para que pueda conocerte cada vez mejor.

    Meditación de Papa Francisco

    Los discípulos no pueden curar a un niño; debe intervenir el mismo Jesús que se queja de la falta de fe de los presentes; y al padre del niño que pide ayuda le dice que "todo es posible para el que cree". Los que quieren amar a Jesús, a menudo no arriesgan demasiado en la fe y no se confían totalmente a Él: Pero ¿por qué esta falta de fe? Creo que es el corazón, que no se abre, el corazón cerrado, el corazón que quiere tener todo bajo control. Es un corazón, por lo tanto, que no se abre, que no le da el control de las cosas a Jesús.
    Cuando los discípulos le preguntan por qué no podían sanar al joven, el Señor dice que aquella "especie de demonios no pueden ser expulsados por nada, excepto por la oración".
    Todos nosotros tenemos un poco de incredulidad en el interior. Es necesaria una oración fuerte, y esta oración humilde y fuerte hace que Jesús pueda hacer el milagro. La oración para pedir un milagro, para pedir una acción extraordinaria, debe ser una oración que involucre, que nos involucre a todos. (S.S. Francisco, 20 de mayo de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta).

    Reflexión apostólica

    El verdadero apóstol de Jesucristo no puede olvidar que cuando sale a evangelizar, es el mismo Cristo que le acompaña. No son las fuerzas humanas las que convierten a las personas sino la gracia de Dios. Por ello es importante ser personas de una profunda vida interior, para poder llevar a nuestros hermanos la salvación de sus dolencias en la persona de Cristo. Pidámosle a Dios que aumente nuestra fe incipiente para que podamos ser realmente eficaces en nuestro apostolado. Transmitamos en nuestra familia una visión más grande de fe ante las dificultades, recordando constantemente la invitación del Señor: ¡Todo es posible para el que tiene fe!

    Propósito

    Unirme a Dios durante el día mediante esta sencilla jaculatoria: ¡Señor creo, aumenta mi poca fe!

    Diálogo con Cristo

    Jesús, me acerco a ti porque soy consciente que mi fe es débil pero que tu puedes acrecentarla. Sé que tú quieres que vaya con las personas y que de testimonio de esta fe para que muchos otros puedan creer en ti. Jesús, al terminar esta oración te suplico que te quedes conmigo durante el día para que pueda transmitir mejor el don de la fe que me has dado.


    Recuerden que la Pasión de Cristo desemboca siempre en la alegría de la Resurrección, para que cuando sientan en su corazón los sufrimientos de Cristo, tengan bien presente que luego llegará la resurrección.(Madre Teresa de Calcuta)




  • Preguntas o comentarios al autor
  • Laureano López 

    domingo, 23 de febrero de 2014

    CREO EN TI


    CREO EN TI 
    Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El. 

    1. Señor, Tu siempre me has dado 
    La fuerza necesaria, 
    y, aunque débil, 
    Creo en Ti. 

    2. Señor, Tu siempre me has dado 
    La paz de cada día, 
    y, aunque angustiado, 
    Creo en Ti. 

    3. Señor, Tu siempre me has guardado 
    En la prueba, 
    Y, aunque estoy en ella, 
    Creo en Ti. 

    4. Señor, Tu siempre has alumbrado 
    Mis tinieblas, 
    Y, aunque no tengo luz, 
    Creo en Ti.

    LAS PERLAS QUE LE DAMOS A DIOS

    Autor: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
    Las perlas que le damos a Dios
    Sembrando Esperanza II. Vivimos en un mundo de apariencias, en donde no importa lo que sea, lo importante es que brille.
     
    Las perlas que le damos a Dios
    No todo lo que brilla es oro. Vivimos en un mundo de apariencias, en donde no importa lo que sea, lo importante es que brille; sea cantante, actor, cosa, marca de ropa o de tenis. Por fuera muy "nice", pero por dentro quién sabe. No importa que no sea Nike, lo importante es que diga nike, así hacemos la finta que llevamos unos tenis de marca, de renombre mundial. En el fondo sabemos que es una marca "patito", pero no importa, aquí lo que vale es que todos crean que es de marca, incluso, hasta yo me la creo.

    Todos conocemos a la urraca, ella tiene la manía de agarrar todo lo que brilla y llevárselo a su nido. En poco tiempo tiene muchas cosas que brillan pero sin ningún valor, así nos puede pasar a nosotros. Basta ver nuestras habitaciones y nos daremos cuenta que nos parecemos a esta ave, vamos guardando cosas sin necesidad y sin valor, tenemos muchas cosas que sobran, tenemos que cuidarnos, pues no todo lo que brilla es oro...

    Qué peligro es el vivir de apariencias, aparentar que somos perlas de verdad y que las poseemos y, en el fondo, no ser y no tener mas que una perla falsa.

    Tu peso y tu valor son tus convicciones, principios y metas. Dios nos ha prometido la VIDA ETERNA, la meta última de nuestra vida, esa es la verdadera vida, la que vale...

    Daniela era una linda niña de cinco años, de ojos relucientes. Un día, mientras visitaba una tienda con su mamá, Daniela vio un collar de perlas de plástico que costaba 100 pesos. "¡Cuánto deseo poseerlo!" –dijo Daniela-. Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo: "Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar, y no te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale unos 50 pesos, ¿está bien?" Daniela estuvo de acuerdo y su mamá compró el collar de perlas.

    Daniela trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un dólar para su cumpleaños. En poco tiempo, Daniela canceló su deuda.

    Daniela amaba sus perlas, las llevaba puestas a todas partes. El único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua ¡le pintarían el cuello de verde!

    Daniela tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Daniela iba a su cama, él se levantaba de su sillón para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: "Daniela, ¿tú me quieres?", "¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!" –respondió Daniela-. "Entonces, regálame tus perlas". "¡Oh papá, no mis perlas!" -dijo Daniela- "pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita, ¿la recuerdas? tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños y te doy su ajuar también, ¿está bien papá? ". "Oh no hijita, no importa" –dijo su padre-.

    Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el cuento: "Daniela, ¿tú me quieres?", "¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!", "regálame tus perlas" –dijo su padre-. "¡Oh, papá, no mis perlas!, pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas.

    "Tú puedes tenerlo si quieres papá". "Oh no hijita", le dijo su papá dándole un beso en la mejilla, "Dios te bendiga, felices sueños".

    Algunos días después, cuando el papá de Daniela entró a su dormitorio para leerle un cuento, Daniela estaba sentada en su cama y le temblaban los labios, "toma papá" -dijo-, y estiró su mano. La abrió, y en su interior estaba su querido collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomo las perlas de plástico y, con la otra, extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas. Él las había tenido todo este tiempo esperando que Daniela renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.

    Aprovecha para hacer un pequeño inventario no solo de las cosas falsas que tienes en el cuarto sino, sobre todo, de tus actitudes y comportamientos que muchas veces son artificiales y que Dios espera que los dejes, para que Él te pueda dar lo que es verdaderamente valioso.

    Vivimos en un mundo con mucha superficialidad que nos ofrece gato por liebre; no seamos ingenuos, vayamos a las perlas auténticas, a los tesoros que sí valen, estos están dentro de tu corazón y es Dios quien te los da, ¿de qué le vale al hombre ganar el mundo si pierde su alma?... El cielo es la gran perla...




  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC 

    SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


    SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

    Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
    si miro con tus ojos jamás podré pecar.


    Dame tus labios, Madre para poder rezar,
    si rezo con tus labios Jesús me escuchara.


    Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar,
    es tu lengua, paterna de gracia y santidad.


    Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar,
    entonces mi trabajo valdrá una eternidad.


    Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad,
    cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.


    Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar,
    si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.


    Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar,
    esta será mi dicha por una eternidad. 

    ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA MADRE DE LA EUCARISTÍA


    Oración a María Madre de la Eucaristía

    Ave María, dulce Madre de la Eucaristía.
    Con dolor y mucho amor, nos has dado
    a tu Hijo Jesús mientras pendía de la Cruz.
    Nosotros, débiles creaturas, nos aferramos a Ti
    para ser hijos dignos de este
    gran AMOR y DOLOR.
    Ayúdanos a ser humildes y sencillos,
    ayúdanos a amar a todos los hombres,
    ayúdanos a vivir en la gracia
    estando siempre listos para recibir
    a Jesús en nuestro corazón.
    Oh María, Madre de la Eucaristía,
    nosotros, por cuenta propia, no podremos comprender
    este gran misterio de amor.
    Que obtengamos la luz del Espíritu Santo,
    para que así podamos comprender
    aunque sea por un solo instante,
    todo el infinito amor de tu Jesús
    que se entrega a Sí mismo por nosotros.
    AMEN.

    ORACIÓN AL BEATO JUAN PABLO II


    BEATO JUAN PABLO II

    ¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! ... ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo El lo conoce! (22-10-1978)

    ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES
    POR INTERCESIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

    Oh Dios Padre Misericordioso, que por mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo, concediste al Beato Juan Pablo II, la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la Iglesia peregrina, de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Te ruego que te dignes glorificar al Beato Juan Pablo II y que me concedas por su intercesión el favor que te pido... (pídase)

    A Ti, Padre Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que vive, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo que santifica el universo, alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos de los siglos. Amén

    Padrenuestro,Avemaría,Gloria.
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