lunes, 5 de junio de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 5 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 5



San Lucas nos habla de los primeros cristianos que formaron las primitivas comunidades eclesiales, y nos dice de ellos que “perseveraban unánimes en la oración con María, la Madre de Jesús” (Hech 1,14).

Hoy, como entonces, hay una sola forma de promover auténticas comunidades cristianas, haciendo de ellas primariamente comunidades de oración. Y que esa oración sea presidida, animada y vitalizada por María, la Madre de Jesús.

La Palabra y la oración son el alimento de la comunidad creyente.
Santa María, abogada nuestra, ayúdanos a perseverar en la oración y en la comunión con los hermanos.


* P. Alfonso Milagro

ORACIONES DIVERSAS A SAN ANTONIO DE PADUA



Trece minutos con San Antonio

Arrodillados ante su imagen (o estampa) le diremos con ternura:

Trece minutos que estaré a tus pies, padre mío San Antonio, para ofrecer mi invocación sentida ante tu imagen milagrosa, de quien tanto espero, pues bien se ve que tú tienes poderosas fuerzas divinas para llegar a Dios. Así lo revelan tus patentes milagros, padre mío San Antonio, pues cuando acudimos a ti en horas de tribulaciones, siempre somos prontamente escuchados.

Hoy que es un día tan grande, llegarán a ti, miles de almas, que son tus fervientes devotos, a pedirte, porque sabemos que nos harás grandes concesiones, poniendo en primer turno a los más necesitados para que reciban tus favores. ¡Qué consolado me siento al entregarte mis penas!

Espero Santo mío me concedas la gracia que deseo y si me la concedes, te prometo contribuir con una limosna para tus niños pobres.

Tres grandes gracias te concedió el Señor; que las cosas perdidas fueran aparecidas, las olvidadas recordadas y las propuestas aceptadas. ¡Cuántos devotos llegarán a ti, diariamente a pedirte alguna de las tres, y tú jamas te niegas a concederlas! ¡Qué llegue hoy a ti lo mío que tan necesitado pone a tus pies éste humilde devoto.

Tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria.


Una oración breve a San Antonio de Padua


Ampárame en esta hora,
¡oh San Antonio amado!
Bajo tu acción bienhechora,
halla alivio el desgraciado.
El enfermo y el desvalido
y el que en la cárcel se ve
son por ti favorecidos
cuando te invocan con fe.
Yo, con toda confianza,
te invoco en esta ocasión,
y vivo con la esperanza
de obtener tu protección.



Oración de Liberación de San Antonio

Haciendo la señal de la cruz dirás con mucho fervor:

He aquí la Cruz del Señor,+
Huid, potestades enemigas:+
El león Judà, descendiente de David,+
Ha vencido. Aleluya.

Este exorcismo usado frecuentemente por San Antonio es muy eficaz contra las tentaciones del demonio, como lo prueban muchísimos ejemplos. Constituyen esas palabras el breve o carta de San Antonio que él mismo escribió y entregó a una devota suya para librarla de una fuerte y tenaz tentación. 

Oración

A ti, Antonio, dechado de amor a Dios y a los hombres que tuviste la dicha de estrechar entre tus brazos al Niño-Dios, a ti lleno de confianza, recurro en la presente tribulación que me acongoja………….

Te pido también por mis hermanos más necesitados, por los que sufren, por los oprimidos, por los marginados, por los que hoy más necesiten de tu protección.

Haz que nos amemos todos como hermanos, que en el mundo haya amor y no odios. Ayúdanos a vivir el mensaje cristiano.

Tú, en presencia ya del Señor, no ceses de interceder por El, con El, y en El, a favor nuestro ante El Padre. Amén.


Oración diaria para los devotos de San Antonio de Padua


Te saludo San Antonio y me regocijo en los favores que nuestro Señor libremente te ha otorgado. Te recuerdo en especial tu momento de dicha cuando el Divino Niño Jesús condescendió abrazarte con ternura. ¡Oh, que gran felicidad y alegría llenaría tu corazón en esa ocasión! Por esta especial prerrogativa y por la alegría de tu beatifica visión, que ahora le tienes a El cara a cara, te ruego, te suplico y te imploro Oh querido San Antonio, que me ayudes en mis aflicciones, problemas y ansiedades, particularmente concerniente a (aquí menciona tu problema, tu petición). Oh, deja que tu corazón se conmueva para interceder por mí, para escuchar y responderme. Dile al Señor de los deseos y necesidades de tu devoto (a) cliente. Una palabra, una mirada de tu corazón que tanto ama el Niño Jesús, coronara mi éxito y me llenara de alegría y de gratitud. Amén.

San Antonio a quien el Niño Jesús amo y honró, concédeme lo que te pido.
San Antonio, poderoso en palabra y acción, concédeme lo que te pido.
San Antonio, siempre dispuesto a ayudar a los que te invocan, concédeme mi petición. Amén.

V. Ruega por nosotros San Antonio.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración

Oh Dios, que te dignaste escoger a San Antonio como modelo de todas las virtudes para la bendición de toda la humanidad, y has convertido a muchas almas a través de sus sermones y buen ejemplo, concédeme que por sus méritos e intercesión pueda real y verdaderamente convertirme, renunciar al pecado y a todo deseo de pecar, y hacerme cada vez más y más del agrado de Dios por la practica de la verdadera virtud. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración eficaz a San Antonio para cualquier necesidad


Acordaos ¡oh, glorioso San Antonio! amigo del Niño Jesús e hijo querido de María Inmaculada, que jamás se oyó decir que alguno de cuantos han recurrido a vos, implorando vuestra protección, haya sido abandonado. Animado de igual confianza, vengo a vos, ¡oh fiel consolador de los afligidos! y gimiendo bajo el peso de mis pecados me postro a vuestros pies y pecador como soy me atrevo a comparecer delante de vos. No desechéis, pues, mis súplicas, vos que sois tan poderosos cerca del Corazón de Jesús, antes bien, escuchadla favorablemente y dignaos acceder a ella. Amén.


Oración en una necesidad a San Antonio

¡Oh bendito San Antonio de Padua! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A tí elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Bien ves, santo mío, que, llenos de amor, de respeto y de confianza, claman a ti todos cuantos se ven en alguna necesidad o peligro; a ti clama el enfermo en el lecho del dolor, el encarcelado desde su lóbrego calabozo, el cautivo desde su mazmorra, el sencillo pastor desde su rústica cabaña, el peregrino en su largas y penosas expediciones, el navegante entre las espumosas olas del mar.

Unos y otros esperan vencer con tu amparo los obstáculos que se oponen a su felcidiad en el camino de la vida; unos y otros esperan ver satisfechos sus deseos; todos en fín, confían por tu mediación verse remediados en sus necesidades.

Séalo yo al presente, ¡oh milagroso Santo! Alcance yo por tu mediación el poderoso auxilio del cielo, que puede en nuestras tribulaciones sacarnos ilesos y triunfantes. Amén.


Oración infalible a San Antonio

Oh bendito San Antonio, él más gentil de todos los santos, tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas te hicieron merecedor, cuando estabas aquí en la tierra, de poseer poderes milagrosos. Los milagros esperaban tu palabra, que tu estabas siempre dispuesto a hablar por aquellos con problemas o ansiedades. Animado por este pensamiento, te imploro obtengas para mí… 

(menciona tu petición)

. La respuesta a mi rezo puede que requiera un milagro, pero aun así tú eres el santo de los milagros.


Oración para pedir la Intercesión de San Antonio

¡Oh glorioso San Antonio!,
a quien Dios ha elegido como intercesor nuestro
en los apuros y pérdidas de la vida material,
y como protector de los pobres ante los ricos:
protégenos con tu favor en todas las necesidades
y enredos de nuestra vida,
danos sincero amor de los pobres,
mucha confianza en Dios
y alto aprecio de la vida eterna,
a la cual se ordena toda la vida temporal.
Especialmente suplicamos tu intercesión en este favor que te pedimos.


Oración por los pobres a San Antonio de Padua



Altísimo y Sapientísimo Señor del mundo, de los cielos y de la tierra, que todo lo conoces y todo lo gobiernas suave y fuertemente; excelentísimo Creador de cielos y tierra, que muestras la grandeza de tu poder en las cosas grandes y la perfección de tu gobierno en las cosas pequeñas; vigilantísimo Gobernador del universo, sin cuya anuencia no cae ni un cabello de nuestra cabeza, ni una hoja de nuestros árboles; bondadosísimo Dueño, que vistes de espléndidas galas a las hierbas del campo y das de comer a las aves del cielo; amantísimo Padre, que para que los ricos den su pan a los pobres, los estimulas con tus palabras, los amenazas con tus enemistades y les premias sus caridades con innumerables favores, unas veces advertidos y otras inadvertidos: te suplicamos que atiendas a los ruegos que te dirigimos por medio de tu siervo San Antonio, para que tengas providencia de nosotros para nuestro bien, nos concedas todas las gracias temporales que nos convengan y, sobre todo ordenes nuestra vida, conforme a toda caridad contigo y con tus pobres, para salvación y santificación de nuestras almas.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

NOVENA A SAN ANTONIO DE PADUA, DEL 4 AL 12 DE JUNIO


Novena a San Antonio de Padua
Su vida fue un holocausto de entrañable amor a los hombres. Se reza del 4 al 12 de junio



Por: Redacción | Fuente: www.devocionario.com



 ORACIÓN INICIAL
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.


ORACIÓN FINAL
Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.

V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
  
 

DÍA PRIMERO
Por la señal ... Oración inicial.

Admirable fe de San Antonio. La vida del santo Taumaturgo es un continuo pregón de la fe cristiana. Por ella, muy joven, ansía derramar su sangre a la vista de los mártires franciscanos de Marruecos. Por ella se entrrga completamente a Dios en vida santa y perfectísima de evangelización que fue pasmo del mundo, rica en portentos y maravillas... ¿Qué vida de fe es la mía?
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA SEGUNDO
Por la señal ... Oración inicial.

Esperanza de San Antonio. Amó vivamente el Santo esta virtud. Una vida de sacrificio, en lucha constante contra el infierno, el mundo y las pasiones, sería imposible sin una gran esperanza, hija de una gran confianza en la bondad divina, en la paternal Providencia de Dios y en la ayuda constante de su gracia... Por eso el Santo jamás desmayó en su vida de incesante y penoso esfuerzo. ¡Contaba con Dios! Humillémonos y contemos, no con nuestras fuerzas, sino con las divinas, esperando en Dios.
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA TERCERO
Por la señal... Oración inicial.

Caridad divina de San Antonio. Distinguió a San Antonio el Serafín de Asís, San Francisco, con particular amor. No ignoraba, sin duda, que, como buen hijo suyo, era otro Serafín de caridad. ¿Quién podrá adivinar la ternura de su amor a Jesús? Aquella escena en que el Niño Dios se recrea en los brazos del Santo puede servir para hacernos adivinar sus éxtasis, sus deliquios, sus ternuras seráficas... ¡ Qué ejemplo para mí, frío miserable, pobre pecador.
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA CUARTO
Por la señal... Oración inicial.

Caridad fraternal de San Antonio. He aquí un Santo cuya vida fue un holocausto de entrañable amor a los hombres. Puede decirse que toda ella no fue sino una caricia a los pobres pecadores, a los tristes enfermos, a los atormentados por las negruras de la miseria... Y tanto placer debió de encontrar el Santo en este amor fraterno a sus semejantes, que ni la muerte lo interrumpió... Hoy, como en vida, sigue prodigándonos las mismas caricias.. ¡Qué su ejemplo me mueva a compasión de los desgraciados!
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.

DÍA QUINTO
Por la señal... Oración inicial.

Pureza de San Antonio. No en vano lleva el Santo en sus manos un lirio... Fue una azucena de la Iglesia. El demonio quiso mancharla con su baba inmunda, pero el Santo la guardó como un tesoro; la defendió con seto austero e impenetrable de cilicios, vigilias, disciplinas, ayunos, oraciones, trabajos... ¿Qué haces tú para guardar la pureza de tu cuerpo y de tu alma?...
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA SEXTO
Por la señal... Oración inicial.

Humildad de San Antonio. También en este Santo, y por manera singular y maravillosa, se cumplió el dicho de Jesucristo: "El que se humille será ensalzado". Se ocultó como una violeta ; buscó el retiro, el silencio y, dotado de altísima sabiduría, la tuvo oculta y sólo la obediencia pudo abrir con su llave de oro aquellos raudales portentosos que hicieron a San Antonio Arca del Testamento…¡De cuántos bienes te priva tu soberbia !…
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA SÉPTIMO
Por la señal.. Oración inicial.

Pobreza de San Antonio. Nacido en dorada cuna, ante las sonrisas y halagos del mundo, San Antonio abraza la pobre Orden Franciscana... Se hace hijo de aquel desposado con la dama Pobreza, San Francisco, y, como él, la sigue por abrojos y espinas, privaciones y sufrimientos, contento con sus dolorosas y dulces caricias... Su despego del mundo, le hizo rico en bienes celestiales... Trocó el oro de la tierra por el oro inestimable del amor divino. . Despégate de los bienes terrenos, si verdaderamente quieres salvarte...
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA OCTAVO
Por la señal... Oración inicial.

Obediencia de San Antonio. La obediencia es la muerte de la propia voluntad, y cuando el hombre mata a ésta, ha matado a su mayor enemigo. La voluntad divina, manifestada por los legítimos Superiores, obra entonces maravillas en las almas. San Antonio fue obedientísimo. Lo fue tanto, que a un acto suyo de obediencia, predicando cuando le creían un ignorante, debemos el haber descubierto a este nuevo Doctor de las gentes... ¡Obedece, humilla tu amor propio:Dios te ensalzará!…
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.


DÍA NOVENO
Por la señal... Oración inicial.

San Antonio, protector de los que sufren. Todo sufrimiento, en cualquiera de sus manifestaciones, el dolor del pecado, la pérdida de salud, la escasez de recursos, las injustas persecuciones, la ausencia de paz, las hondas preocupaciones, las grandes tristezas…, cuanto puede atenazar el alma..., fue motivo de compasión para el Santo, fue materia de milagros suyos, fue blanco de su misericordia... ¿Qué se ocultó u oculta a su corazón compasivo? Acudamos, pues, a él con vivísima confianza.
Tres glorias a la Santísima Trinidad, Padrenuestro, Avemaría y Gloria y luego la oración final.

FELIZ SEMANA!!!



domingo, 4 de junio de 2017

OCHO CLAVES PARA COMPRENDER PENTECOSTÉS


8 claves para comprender Pentecostés



 (ACI).- Este domingo la Iglesia celebra la Fiesta de Pentecostés, día en que se cumplió la promesa de Cristo a los apóstoles, de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en la misión evangelizadora. Para comprender más de esta fecha, aquí presentamos 8 claves:

1) ¿Qué significa el nombre Pentecostés?

Proviene de la palabra griega que significa "quincuagésimo" (pentecoste). La razón es que Pentecostés es el quincuagésimo día (en griego, pentecoste hemera) después del Domingo de Pascua (en el calendario cristiano).

Este nombre se empezó a usar en el período tardío del Antiguo Testamento y fue heredado por los autores del Nuevo Testamento.

2) ¿Qué otros nombres tiene esta festividad?

La fiesta de las semanas

La fiesta de la cosecha

El día de los primeros frutos

Hoy en día en los círculos judíos se le conoce como Shavu`ot (en hebreo, "semanas"). Además, se le conoce con diferentes nombres en varios idiomas.

En los países de habla inglesa también se le ha conocido como "Whitsunday" (Domingo Blanco), nombre que se deriva probablemente de las prendas blancas de los recién bautizados.

3. ¿Qué clase de fiesta fue Pentecostés en el Antiguo Testamento?

Fue un festival para la cosecha y significaba que esta estaba llegando a su fin. Deuteronomio 16 dice:

“Luego contarás siete semanas; las contarás desde el día en que comiences a cortar el trigo. Entonces celebrarás la fiesta de las Siete Semanas a Yahvé, tu Dios, haciéndole ofrendas voluntarias según lo que hayas cosechado por la gracia de Yahvé, tu Dios”. (Dt. 16:9-10)

4. ¿Qué representa Pentecostés en el Nuevo Testamento?

Representa el cumplimiento de la promesa de Cristo al final del Evangelio de San Lucas:

“Les dijo: ‘Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. Ustedes son testigos de todo esto. Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba’”. (Lc. 24:46-49)

5. ¿Cómo es simbolizado el Espíritu Santo en los eventos del día de Pentecostés?

Hechos 2 recuerda:

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran”.

Este pasaje contiene dos símbolos del Espíritu Santo y su actividad: el viento y el fuego.

El viento es un símbolo básico del Espíritu Santo; la palabra griega que significa "Espíritu" (Pneuma) también significa "viento" y "aliento". Aunque el término usado para "viento" en este pasaje es pnoe (un término relacionado con pneuma), al lector se le da a entender la conexión entre el viento fuerte y el Espíritu Santo.

En relación al símbolo del fuego el Catecismo señala:

Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fecundidad de la vida dada en el Espíritu Santo, el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo. El profeta Elías que “surgió […] como el fuego y cuya palabra abrasaba como antorcha” (Si 48, 1), con su oración, atrajo el fuego del cielo sobre el sacrificio del monte Carmelo (cf. 1 R 18, 38-39), figura del fuego del Espíritu Santo que transforma lo que toca. Juan Bautista, “que precede al Señor con el espíritu y el poder de Elías” (Lc 1, 17), anuncia a Cristo como el que “bautizará en el Espíritu Santo y el fuego” (Lc 3, 16), Espíritu del cual Jesús dirá: “He venido a traer fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviese encendido!” (Lc 12, 49). En forma de lenguas “como de fuego” se posó el Espíritu Santo sobre los discípulos la mañana de Pentecostés y los llenó de él (Hch 2, 3-4). La tradición espiritual conservará este simbolismo del fuego como uno de los más expresivos de la acción del Espíritu Santo (cf. San Juan de la Cruz, Llama de amor viva). “No extingáis el Espíritu” (1 Ts 5, 19). (CIC 696)

6. ¿Hay una conexión entre las "lenguas" de fuego y el hablar en otras "lenguas" en este pasaje?

Sí. En ambos casos la palabra griega para "lenguas" es la misma (glossai), y el lector está destinado a entender la conexión.

La palabra "lengua" se utiliza para significar tanto una “llama (fuego)” como “lenguaje”.

Las "lenguas como de fuego" que se distribuyen y se almacenan sobre los discípulos, provocan que empiecen a hablar milagrosamente en "otras lenguas" (es decir, los idiomas)

Ese es el resultado de la acción del Espíritu Santo, representado por el fuego.

7. ¿Quién es el Espíritu Santo?

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, el Espíritu Santo es la "Tercera Persona de la Santísima Trinidad". Es decir, habiendo un sólo Dios, existen en Él tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta verdad ha sido revelada por Jesús en su Evangelio.

El Espíritu Santo coopera con el Padre y el Hijo desde el comienzo de la historia hasta su consumación, pero es en los últimos tiempos, inaugurados con la Encarnación, cuando el Espíritu se revela y nos es dado, cuando es reconocido y acogido como persona. El Señor Jesús nos lo presenta y se refiere a Él no como una potencia impersonal, sino como una Persona diferente, con un obrar propio y un carácter personal.

8. ¿Qué significa la fiesta de Pentecostés para nosotros?

La solemnidad de Pentecostés es una de las más importantes en el calendario de la Iglesia y contiene una rica profundidad de significado. De esta forma lo resumió Benedicto XVI el 27 de mayo del 2012:

“Esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y los demás discípulos, reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo (cf. Hch 2, 1-11). Jesús, después de resucitar y subir al cielo, envía a la Iglesia su Espíritu para que cada cristiano pueda participar en su misma vida divina y se convierta en su testigo en el mundo. El Espíritu Santo, irrumpiendo en la historia, derrota su aridez, abre los corazones a la esperanza, estimula y favorece en nosotros la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo”.



Traducido por y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 4 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 4



La Virgen, “Nuestra Señora del sí”, con su afirmación y entrega deshizo y borró la negación que el pecado había interpuesto en las relaciones entre Dios y la humanidad.

Siempre que pecas, repites el “no” del pecado. Cuando te arrepientes y vuelves a Dios, vuelves tú también, como María, a pronunciar el “sí”.

Santa María, dulzura nuestra, que siempre brote el “sí” a Dios de nuestros labios y de nuestro corazón.


* P. Alfonso Milagro

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 4


Nardo del 4 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, cuan manso y humilde sos!

Meditación: ¡Ay! de nosotros los hombres, todos queremos ser SEÑORES, si, con mayúsculas…no queremos ser pequeños, debemos competir, ser los mejores, hinchar nuestro corazón de orgullo, llenarnos de vanidad. Ser manso…eso es de débiles, de aquellos que poco saben, que no poseen imagen. Pero a pesar de eso, sabes Señor, te lo digo al oído, con vergüenza: "Yo soy cristiano, he sido bautizado…".
¡Oh! mi Dulce Señor, cuanto te he profanado si estoy lleno de estos pensamientos mundanos. Tú, el Corazón más humilde y el más sublime, el más manso, el Todopoderoso. Tú nuestro Dios hermoso, mi Dulce Esposo. Me olvidé de Tu Imagen, por ser yo la imagen de un dios pagano, de aquel que produce el escarnio de lo que Tú en mi pusiste de santo. ¡Perdóname Señor!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Ofrezcamos una jornada de silencio, comparando la vida de Jesús con la nuestra.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

IMÁGENES DE PENTECOSTÉS














sábado, 3 de junio de 2017

LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Devoción al Sagrado Corazón de Jesús



Santa Margarita María de Alacoque era una religiosa de la Orden de la Visitación. Tenía un gran amor por Jesús. Y Jesús tuvo un amor especial por ella.

Se le apareció en varias ocasiones para decirle lo mucho que la amaba a ella y a todos los hombres y lo mucho que le dolía a su Corazón que los hombres se alejaran de Él por el pecado.

Durante estas visitas a su alma, Jesús le pidió que nos enseñara a quererlo más, a tenerle devoción, a rezar y, sobre todo, a tener un buen comportamiento para que su Corazón no sufra más con nuestros pecados.

El pecado nos aleja de Jesús y esto lo entristece porque Él quiere que todos lleguemos al Cielo con Él. Nosotros podemos demostrar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.



Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús:

Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá lo siguiente:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado, soltero, viudo o consagrado a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.

MEDITACIÓN DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL ESPÍRITU SANTO


El Espíritu Santo convierte hombres temerosos en valientes cristianos, asegura el Papa
Por Eduardo Berdejo





VATICANO, 03 Jun. 17 / 01:28 pm (ACI).- Durante la Vigilia Ecuménica de Pentecostés, el Papa Francisco aseguró que “la obra del Espíritu Santo transforma hombres cerrados a causa del miedo en valientes testigos de Jesús”, como hizo por ejemplo con el apóstol Pedro, quien había negado tres veces a Cristo.

El Santo Padre presidió la vigilia en el Circo Máximo de Roma y en la que participaron más de 30 mil personas, la gran mayoría miembros de la Renovación Carismática Católica Mundial que este 2017 celebra su 50° aniversario de fundación.

Las celebraciones por el Jubileo de Oro de la Renovación Carismática se iniciaron en la Santa Sede el 31 de mayo con simposios, visitas a los centros de oración, entre otras actividades, y culminarán mañana con la Misa de Pentecostés que presidirá el Pontífice.

Ante los miles de fieles y miembros de otras confesiones cristianas, el Santo Padre recordó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra la llegada del Espíritu Santo al cenáculo, donde estaban reunidos los discípulos de Jesús. “Hoy estamos aquí como en un cenáculo pero a cielo abierto porque no tenemos miedo. A cielo abierto, con el corazón abierto a la promesa del Padre. Todos reunidos, todos aquellos que profesamos que Jesús es el Señor”, afirmó.

El Pontífice recordó que la misión de los discípulos de Jesús es anunciar la Buena Nueva del Evangelio a todos los pueblos y que la paz es posible. Esto, afirmó, “es posible si estamos en paz entre nosotros” los cristianos, pero no lo será si “acentuamos las  diferencias y estamos en guerra entre nosotros”.

El Papa señaló que “es obvio que tenemos diferencias, pero deseamos ser una diversidad reconciliada”. En ese sentido, recordó que la Renovación Carismática Católica, a la que llamó “una corriente de gracia del Espíritu”, “nació ecuménica porque el Espíritu Santo es el que crea la unidad”.

En ese sentido, el Santo Padre señaló que se escogió el Circo Máximo para celebrar la Vigilia de Pentecostés “porque aquí durante las persecuciones fueron martirizados muchos cristianos, por la diversión de aquellos que estaban mirando”.

“Hoy existen más mártires que ayer. Aquellos que matan a los cristianos, no les preguntan si eres ortodoxo, católico, evangélico, luterano o calvinista. No. ‘Tú eres cristiano’ y enseguida lo degollan. Y esto es el ecumenismo de la sangre”, expresó.

Francisco dijo que “hoy es más urgente que antes la unidad de los cristianos. Unidos pero por obra del Espíritu Santo (…), y juntos tratar de explicar las diferencias, pero en camino” porque el Espíritu necesita el camino.

Jubileo de Oro de la Renovación Carismática

En su meditación, el Papa Francisco también se refirió a los 50 años de la fundación de la Renovación Carismática Católica.

El Pontífice indicó que cuando una persona llega a los 50 años las fuerzas empiezan a decaer. Sin embargo, señaló que también “es un momento de la vida para reflexionar. Es el momento de la reflexión, la mitad de la vida, y yo les diría es el momento para ir adelante con más fuerza (…), agradeciendo por lo recibido y enfrentando lo nuevo con confianza en la acción del Espíritu Santo”.

El Pontífice recordó que la Iglesia nace en Pentecostés. “El Espíritu Santo, la promesa del Padre anunciada por Jesucristo es quien hace la Iglesia, la esposa del Apocalipsis. Una única esposa”, afirmó.

Asimismo, alentó a la Renovación Carismática Católica a ser “un lugar privilegiado para transitar el camino hacia la unidad”. “Esta corriente de gracia es para toda la Iglesia, no solo para algunos, y ninguno de nosotros es el patrón y todos los demás servidores. Todos somos siervos, todos somos servidores de esta corriente de gracia”, señaló.

Francisco también destacó “el poder de la oración de alabanza”. “Puede ser que este modo de orar no le guste a algunos, pero es cierto que se inserta plenamente en la tradición bíblica”, afirmó.

El Papa indicó que el cristiano vive en su corazón el gozo del anuncio de la Buena Nueva, pero advirtió que una alabanza profunda sin servicio a los demás “no basta”.

“Les deseo un momento de reflexión, de memoria de los orígenes, para dejar atrás todas las cosas añadidas por el propio yo y transformarlas en una escucha de la acción del Espíritu Santo que sopla donde quiere y como quiere”, invitó Francisco.

Previo a la vigilia, los miles de peregrinos venidos de 127 países recibieron el saludo de Michelle Moran, presidenta de los Servicios de la Renovación Carismática Católica Internacional (ICCRS por sus siglas en inglés); y de Gilberto Barbosa, presidente de la Fraternidad Católica.

Asimismo, escucharon cuatro testimonios sobre la vocación, la familia, la curación y la evangelización; así como la meditación del P. Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia.

En la Vigilia de Pentecostés también estuvieron presentes líderes evangélicos qué durante la mañana fueron recibidos en audiencia por el Papa Francisco.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 3


Nardo del 3 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, refugio del Niño Dios!

Meditación: En una Doncella latía un Pequeño que renovaría la tierra vacía, ya que en ella sembraría semillas para llenarla de Vida. Aquel pequeño Corazón era el Sol que con Su calor nos enseñaría lo que es el Amor, con Su Luz a no perdernos en la oscuridad, con Su Omnipotencia a aumentar nuestra Fe, con Su silencio el valor de hacernos pequeños y con Su Presencia la Única Senda, pues El es el Rey.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Comulguemos pidiéndole al Señor tener un corazón pequeño, y que sea El nuestro único sustento.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 3 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 3



Durante veinte siglos, la Iglesia ha ido meditando como María, y con su ayuda, la palabra de Dios, el misterio de Cristo; parte integrante de este misterio es María y la misma Iglesia.

El encargo de Jesucristo -“He aquí a tu Madre”- lo ha cumplido la Iglesia, meditando sobre María como parte integrante del Misterio de Cristo y aun como personificación y punto culminante de la misma Iglesia.

Así dice el Concilio: “La Iglesia en la Beatísima Virgen ya llegó a la perfección… Por eso los fieles levantan sus ojos hacia María… como modelo de virtudes” (LG 65).

Santa María, reina de los ángeles, que tus hijos seamos los ángeles de la tierra.


* P. Alfonso Milagro
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