jueves, 9 de agosto de 2018

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 9 AGOSTO 2018

No separar la gloria de la cruz
Santo Evangelio según San Mateo 16, 13-23. Jueves XVIII de Tiempo Ordinario.


Por: H. Jesús Salazar, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, dame la gracia para poder descubrir quién eres para mí.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-23
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo". Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
A partir de entonces, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: "No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti". Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!"
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Cuando invertimos estos minutos a la oración con la Palabra, lo hacemos porque estamos en búsqueda, porque tenemos el anhelo de profundizar y conocer realmente quién es Jesús en nuestra vida.
Todos tenemos una experiencia diferente de Dios. Algunos han sido católicos desde siempre, otros hemos redescubierto la fe, otros hemos tenido una conversión reciente, otros creen en Dios sólo como un ser superior. Sin importar cuál ha sido nuestro camino para buscar a Dios, hoy Jesús nos dice ¡Alto! Si dices que me conoces, ¿quién soy yo para ti? En una verdadera relación no valen las respuestas prefabricadas o los tópicos de lo que dicen los demás. Podríamos parar nuestra meditación aquí y dedicar unos minutos a la contemplación de esta pregunta que quizás nos lleve un tiempo responder; sin embargo, el Evangelio nos da unas luces para poder buscar una mejor respuesta.
En nuestra historia, con nuestros actos buenos y caídas nos puede suceder algo muy similar a Pedro. En ocasiones nos sentimos muy cerca de Dios y somos capaces de decir desde el corazón ¡Tú eres el mesías, el Hijo de Dios vivo! Esta respuesta interiorizada, aunque con otras palabras quizás, nos hacen vivir un pedazo de cielo en la tierra; es la revelación del Espíritu Santo en nuestra propia historia después de algún momento fuerte de oración, retiro o apostolado donde tocamos la carne de Cristo en el necesitado.
Por otro lado, debido a nuestra debilidad humana, también podemos tener una respuesta como Pedro cuando se lleva aparte a Jesús; le queremos huir a la cruz y al sufrimiento; nos escuchamos más a nosotros mismos que a Dios. La cruz tiene una razón de ser en nuestra historia de vida, porque ella nos permite ser uno con Cristo, y ayudar en el sacrificio de salvación para que nuestros seres más queridos y muchos más lleguen al cielo.
El cristiano que busca el rostro de Dios, conocer a Cristo profundamente, está afianzado en roca firme y los poderes del infierno no lo podrán vencer.
Pedro reacciona: "¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte", y se transforma inmediatamente en piedra de tropiezo en el camino del Mesías; y creyendo defender los derechos de Dios, sin darse cuenta se transforma en su enemigo (lo llama "Satanás"). Contemplar la vida de Pedro y su confesión, es también aprender a conocer las tentaciones que acompañarán la vida del discípulo. Como Pedro, como Iglesia, estaremos siempre tentados por esos "secreteos" del maligno que serán piedra de tropiezo para la misión. Y digo "secreteos" porque el demonio seduce a escondidas, procurando que no se conozca su intención, "se comporta como vano enamorado en querer mantenerse en secreto y no ser descubierto".
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de junio de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré un tiempo a la reflexión de cómo afronto las cruces en mi vida y qué lugar ocupa Cristo en ella.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

BUENOS DÍAS




miércoles, 8 de agosto de 2018

ASÍ PROTEGIÓ EL SANTO CRISTO DEL ATENTADO A LA VIRGEN DE GUADALUPE


Así protegió el “Santo Cristo del Atentado” a la Virgen de Guadalupe
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
 Foto: David Ramos / ACI Prensa.





Un detalle poco conocido de la Basílica de Guadalupe es el atentado con una bomba que sufrió la imagen de la Virgen en los primeros años del siglo XX, y cómo un crucifijo la protegió y recibió el impacto de la explosión.

Se le conoce como el “Santo Cristo del Atentado”, y producto de la explosión el crucifijo quedó retorcido.

La imagen se conserva hoy en la parte posterior de la Basílica de Guadalupe, junto a la historia y la foto que se tomó tras el atentado.

De acuerdo al relato, el 14 de noviembre de 1921 “un hombre desconocido, con el pretexto de depositar él mismo un ramo de flores se acercó al altar y colocó su ofrenda ante la Imagen venerada de Nuestra Señora”.


“Alrededor de las 10:30 de la mañana, estalló una bomba de dinamita que se hallaba oculta entre las flores. Los desperfectos fueron en las gradas del altar, que son de mármol, en los candeleros de latón y en esta Sagrada Imagen de Ntro. Señor Crucificado, que retorcida cayó al suelo”.



El "Santo Cristo del Atentado", en la Basílica de Guadalupe de Ciudad de México. Foto: David Ramos / ACI Prensa.

En esos años la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que apareció milagrosamente en la tilma del indio San Juan Diego en 1531, era venerada en la Antigua Basílica de Guadalupe. La construcción del nuevo templo concluyó en 1976.

El atentado era el preludio de lo que años después sería la persecución religiosa en México. Poco tiempo antes, en 1917, se promulgó la nueva Constitución que desconocía diversos derechos de la Iglesia y ponía restricciones fuertes al culto público.

Luego en 1926 se promulgó la “Ley Calles”, que prohibía las congregaciones religiosas y hasta que los sacerdotes usaran sotana. Este fue el detonante de la Guerra Cristera o Cristiada.



Fotografía tomada después del atentado en la que se ven los daños que causó la explosión, y que hoy se conserva en la Basílica de Guadalupe. Foto: David Ramos / ACI Prensa.

El relato recuerda que el cristal del cuadro que protegía la imagen de la Virgen de Guadalupe “ni siquiera se estrelló” tras la explosión.

La indignación del pueblo mexicano por el atentado fue grande, y el 17 de noviembre “el comercio de nuestra capital cerró durante 5 horas como protesta por este incalificable atentado”.

“Desde entonces, el pueblo fiel de México venera de un modo especial esta Imagen de Ntro. Sr. Jesucristo, que protegió a su Santa Madre de tan perverso atentado”, asegura el relato.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 agosto



La misión del cristiano es evangelizar: construir, edificar, hacer surgir una comunidad cristiana allí donde todavía no exista; dar a conocer al Señor, proclamar la fe y el mensaje del Señor en los campos todavía vírgenes de luz o desorientados por destellos de falsas luces.

Y allí donde ya se predicó el Evangelio, allí donde ya se conoce al Señor, la misión consistirá en profundizar, robustecer, estabilizar esa comunidad de fe.

Es decir, que la misión es muy amplia; abarca a todo el mundo; no queda limitada ni por espacios, ni por fronteras, ni por ideologías de ninguna especie.

Pero si esto es así, se deduce que estamos obligados, por fidelidad a nuestra misión, a incursionar en lugares, comunidades, profesiones, gremios, empleos, sociedades, áreas... en las que urja formar una comunidad cristiana o potenciarla, si es que ya existe.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 agosto


Cuando viene Cristo a realizar la redención, nos redime a todos, pues nos redime como pueblo o familia suya; así, cada uno de nosotros somos redimidos, en tanto estamos dentro de la comunidad eclesial y, a medida que nos vamos alejando de la comunidad, nos estamos alejando de la redención. Hablando en cristiano, el yo se convierte en nosotros.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 8 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 18ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 8 de agosto de 2018



Primera lectura
Lectura del libro del profeta Jeremías (31,1-7):

En aquel tiempo –oráculo del Señor–, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo. Así dice el Señor: Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos. Con amor eterno te amé, por eso prolongue mi misericordia. Todavía te construiré y serás reconstruida, Doncella de Israel; todavía te adornarás y saldrás con panderos a bailar en corros; todavía plantarás viñas en los montes de Samaría, y los que plantan cosecharán. «Es de día» gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: «Levantaos y marchemos a Sión, al Señor nuestro Dios.» Porque así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el amor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: "El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel."»

Palabra de Dios


Salmo
Jr 31,10-13

R/. El Señor nos guardará como pastor a su rebaño

Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, 
anunciadla en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como pastor a su rebaño.» R/.

Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte.
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, 
afluirán hacia los bienes del Señor. R/.

Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (15,21-28):

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 8 de agosto de 2018
CR


Queridos amigos:

Aquella mujer lo tenía todo en contra: era extranjera y, por añadidura, su pueblo no se llevaba bien con los galileos; era rica (esto lo sabemos por Marcos, quien informa que la madre, al regresar, encontró a la niña echada en la cama), y Jesús pertenecía a un pueblo pobre y explotado; era pagana, mientras que el profeta y taumaturgo Jesús pertenecía al pueblo que Dios se había escogido como heredad.

Aquella mujer lo tenía todo en contra: Jesús, de entrada, no le hace ningún caso; en segunda instancia, tampoco atiende la sugerencia de los discípulos, a los que da una explicación convincente y sin réplica posible; cuando ella se le cruza en el camino y le corta el paso, él responde con un argumento terminante.

Aquella mujer lo tenía todo en contra; pero no se rinde y vuelve del revés la respuesta de Jesús: le da toda la razón y a la vez se la apropia refiriéndola a su caso. Es él quien acaba rindiéndose y se siente desarmado ante la fe de esta cananea que cree a pesar de los desaires recibidos. Esa fe tenaz nos lleva a preguntarnos: ¿te rindes ante la primera dificultad?, ¿te retiras al primer tropiezo en tu camino personal, en tu misión, en tus relaciones con los “otros” (extraños o cercanos), en tu oración? ¿Te creces, como se creció esta cananea?

El pan de que habla Jesús es, en último término, su misma persona. Él está destinado también a los paganos. La comunidad judeocristiana de Mateo ha de acogerlos, tras escuchar el elogio de la grandeza de la fe de aquella pagana. ¿A quién acoges?

BUENOS DÍAS





lunes, 6 de agosto de 2018

IMÁGENES DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR



ROSARIO DE LA TRANSFIGURACIÓN


Rosario de la Transfiguración


LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR 
Mt 17,1-9 Mc 9,2-10 Lc 9,28-36

Señal de la cruz 

El Credo

¡ Oh Luz gozosa de la santa gloria del Padre celeste, inmortal, santo y feliz Jesucristo!.
Al llegar el ocaso del sol, contemplando la luz de la tarde, cantamos al Padre y al Hijo y al Espíritu de Dios.
Tú eres digno de ser alabado siempre por santas voces. Hijo de Dios, que nos das la vida, el universo proclama tu gloria.

Oración inicial para todos los días 

Padre Eterno concédenos la gracia de recibir el Espíritu Santo que transfigura nuestra vida, nuestros actos, nuestros pensamientos en Jesús, Camino, Verdad y Vida; que nuestro cuerpo sea iluminado por la Presencia de la Santísima Trinidad. 

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EN LA PRIMERA DECENA CONTEMPLAMOS LA VOZ DEL PADRE 

Se oyó una voz que decía desde la nube: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo».  
Lc 9,35

ORACIÓN
Padre lleno de amor, tú que te manifestaste haciendo oir tu voz, haz que tus pastores escuchen siempre fielmente la voz de tu Hijo amado. 

Padre Nuestro...
Dios te salve María (x10)
Gloria al Padre

JACULATORIA
Que tu luz, Señor, nos haga ver la luz. 

___________

EN LA SEGUNDA DECENA CONTEMPLAMOS LA  PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO

Pedro,...todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y se oyó una voz desde la nube. Mt 17,5  

ORACIÓN
Tú qué hiciste que del seno de las tinieblas brillara la luz y has hecho brillar nuestros corazones para que contemplaran tu gloria en el rostro de Cristo, haz que tu Iglesia viva atenta a la contemplación de las maravillas de tu Hijo amado. 

Padre Nuestro...
Dios te salve María (x10)
Gloria al Padre

JACULATORIA
Que tu luz, Señor,  nos haga ver la luz. 

________________

EN LA TERCERA DECENA CONTEMPLAMOS  LA  DIVINIDAD DE JESÚS

Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.  Mt 17, 2

ORACIÓN 
Tú que nos has llamado, ilumina a todas las familias con el Evangelio, para que lleguen al conocimiento de la vida eterna.  

Padre Nuestro...
Dios te salve María (x10)
Gloria al Padre

JACULATORIA
Que tu luz, Señor, nos haga ver la luz. 

____________________

EN EL CUARTO MISTERIO CONTEMPLAMOS  EL MISTERIO DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN

Los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: «Levántense, no tengan miedo». Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo.  Mt 17, 6-8

ORACIÓN
Padre amantísimo, tú que has querido llamarnos hijos tuyos y que lo fuéramos en verdad, haz que, cuando Cristo se manifieste en su gloria, nosotros seamos semejantes a él.  

Padre Nuestro...
Dios te salve María (x10)
Gloria al Padre

JACULATORIA
Que tu luz, Señor, nos haga ver la luz. 

 _____________

EN LA QUINTA DECENA CONTEMPLAMOS LA PROMESA DE LA GLORIA FUTURA

Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos». Mt 17, 9

ORACIÓN
Señor, tú que nos nutres de lo sabroso de tu casa y nos das a beber del torrente de tus delicias, haz que los jóvenes y niños sepan contemplar en la gloria de tu Hijo transfigurado nuestra futura condición gloriosa. 

Padre Nuestro...
Dios te salve María (x10)
Gloria al Padre

JACULATORIA
Que tu luz, Señor, nos haga ver la luz. 

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OREMOS POR LAS INTENCIONES DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Padre Nuestro
Ave María (X3)
Gloria

Salve

LETANÍAS AL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS  


Señor, ten piedad de nosotros                               Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros                              Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros                               Señor, ten piedad de nosotros
Jesús, óyenos                                                     Jesús, óyenos
Jesús,escúchanos                                               Jesús, escúchanos

Dios, Padre celestial,                                           ten piedad de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo,                             ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo,                                                            “
Santísima Trinidad, un solo Dios,

Jesús, Hijo de Dios vivo,
Jesús, esplendor del Padre,
Jesús, pureza de la luz eterna,
Jesús, rey de la gloria,
Jesús, sol de justicia,
Jesús, hijo de la Virgen María,
Jesús, amable,
Jesús, admirable,
Jesús, Dios fuerte,
Jesús, Padre del siglo futuro,
Jesús, mensajero del plan divino,
Jesús, todopoderoso,
Jesús, pacientísimo,
Jesús, obedientísimo,
Jesús, manso y humilde de corazón,
Jesús, amante de la castidad,
Jesús, amador nuestro
Jesús, Dios de paz
Jesús, autor de la vida,
Jesús, modelo de las virtudes,
Jesús, celoso de la salvación de las almas,
Jesús, nuestro refugio,
Jesús, padre de los pobres,
Jesús, tesoro de los fieles,
Jesús, pastor bueno,
Jesús, verdadera luz,
Jesús, sabiduría eterna,
Jesús, bondad infinita,
Jesús, camino y vida nuestra,
Jesús, alegría de los ángeles,
Jesús, rey de los patriarcas,
Jesús, maestro de los apóstoles,
Jesús, doctor de los evangelistas,
Jesús, fortaleza de los mártires,
Jesús, luz de los confesores,
Jesús, pureza de las vírgenes,
Jesús, corona de todos los santos,

Senos propicio;      perdónanos, Jesús.
Senos propicio;      perdónanos, Jesús.
Senos propicio;      escúchanos, Jesús.

De todo mal,                                                   líbranos Jesús.
De todo pecado,                                                   “
De tu ira,                                                              “
De las asechanzas del demonio,
Del espíritu impuro,
De la muerte eterna,
Del menosprecio de tus inspiraciones,
Por el misterio de tu santa encarnación,
Por tu natividad,
Por tu infancia,
Por tu vida divina,
Por tus trabajos,
Por tu agonía y pasión,
Por tu cruz y desamparo,
Por tus sufrimientos,
Por tu muerte y sepultura,
Por tu resurrección,
Por tu ascensión,
Por tu institución de la santísima eucaristía,
Por tus gozos,
Por tu gloria,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,   perdónanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,   óyenos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,   ten piedad de nosotros.

Jesús, óyenos.           Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.    Jesús, escúchanos.


ORACIÓN FINAL

Dios nuestro, que en la Transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito fortaleciste nuestra fe con el testimonio de Moisés y Elías y nos dejaste entrever la gloria que nos espera como hijos tuyos, concédenos seguir el Evangelio de Cristo para compartir con Él la herencia de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 6 AGOSTO 2018, LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Lecturas de hoy Transfiguración del Señor
Hoy, lunes, 6 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7,9-10.13-14):

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 96,1-2.5-6.9

R/. El Señor reina altísimo sobre toda la tierra

El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables. 
Tiniebla y nube lo rodean, 
justicia y derecho sostienen su trono. R/. 

Los montes se derriten como cera 
ante el dueño de toda la tierra; 
los cielos pregonan su justicia, 
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/. 

Porque tú eres, Señor, 
altísimo sobre toda la tierra, 
encumbrado sobre todos los dioses. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (1,16-19):

Cuando os dimos a conocer el poder y la última venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la Sublime Gloria le trajo aquella voz: «Éste es mi Hijo amado, mi predilecto.» Esta voz, traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada. Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día, y el lucero nazca en vuestros corazones.

Palabra de Dios

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,2-10):

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, corno no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. 
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» 
Estaban asustados, y no sabía lo que decía. 
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.» 
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. 
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.» 
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy lunes, 6 de agosto de 2018
 CR


Queridos amigos:

Dios se nos ha acercado por varios caminos. La Transfiguración del Señor señala el de la belleza y el de la verdad. Primero, el de la belleza. Reproducimos un pasaje de san Agustín, pero cambiando el sujeto de la primera frase, pues él se refería a María: «Nunca vimos el rostro de Jesús… Salva, pues, nuestra fe, podemos decir: “Quizá  tuviera estas o aquellas facciones”; pero nadie, sin naufragar en sus creencias cristianas, puede decir: “Quizá Cristo haya nacido de una virgen”» (De Trinitate, 8,7). La tradición ha llamado a María “la toda bella”; y ha referido a Jesús la loa del salmo: «Eres el más bello de los hombres». Si la cara es el espejo del alma, suscribamos sin temor ese sentir.

Hoy ponemos el acento en el prefijo “trans”. Jesús tenía una figura; en nuestra escena aparece transfigurado. Es el mismo, y con su figura personal, pero ahora con una figura que ha ido más allá de sí misma hacia su belleza perfecta. Ha habido un cambio, un movimiento, y el término es la forma plena que arrebata a los discípulos. Él, que nos configura consigo, quiere llevarnos más allá de la forma que nuestra personalidad tiene ahora, hacia la forma madura. Es bastante más que un cambio de “look”. Tengamos los los ojos fijos en él (cf. Heb 12,2) y dejemos que vaya imprimiendo esa figura nueva.

Hallamos también la vía de la verdad. La voz que sale de la nube nos revela la verdad de Jesús y a la vez nos intima una orden: «Este es mi Hijo amado, escuchadlo». La voz manda que, además de tener los ojos fijos en él («este es…»), tengamos el oído atento a su palabra, porque es palabra de vida, palabra que nos enseña cuál es nuestra identidad, cuál nuestra vocación, cuál nuestra tarea. Así cooperamos en la obra de nuestra transfiguración y, cuando hemos sido infieles, de nuestra refiguración.

FELIZ LUNES

domingo, 5 de agosto de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 AGOSTO



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 agosto



Decirle al cristiano que debe hablar de Cristo no es otra cosa que decirle que tiene que amar a Jesucristo; y decirle eso, ¿no parece innecesario? Un cristiano sin amor a Jesucristo es un soldado sin armas, un cuerpo sin vida, ojos sin luz, pulmones sin oxigeno.


Pero si el cristiano tiene a Cristo y lo ama de veras con amor profundo, entonces el cristiano debe hablar de Jesucristo. Sin miedos de ninguna especie. Digamos ante todo que, tanto en esto como en lo demás, el creyente debe ser y manifestarse como un hombre cien por ciento normal; debe aborrecer las extravagancias, rarezas y exageraciones, pero guardando  esa áurea regla de la corrección y de la prudencia, deberá desperdiciar ninguna oportunidad de hablar del Señor y de sus cosas; no ha de tener ningún miedo de dar la impresión de que para él ningún tema hay de mayor interés que Cristo y sus cosas; otros tendrán otros ideales; el ideal del cristiano es Jesucristo.


P. Alfonso Milagro


EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 5 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Domingo 18º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 5 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (16,2-4.12-15):

En aquellos días, en el desierto, comenzaron todos a murmurar contra Moisés y Aarón, y les decían: «¡Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne, y comíamos hasta hartarnos; pero vosotros nos habéis traído al desierto para matarnos a todos de hambre.»
Entonces el Señor dijo a Moisés: «Voy a hacer que os llueva comida del cielo. La gente saldrá a diario a recoger únicamente lo necesario para el día. Quiero ver quién obedece mis instrucciones y quién no.» 
Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: "Al atardecer comeréis carne, y por la mañana comeréis hasta quedar satisfechos. Así sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios."» 
Aquella misma tarde llegaron codornices, las cuales llenaron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. 
Los israelitas, no sabiendo qué era aquello, al verlo se decían unos a otros: «¿Y esto qué es?» 
Moisés les dijo: «Éste es el pan que el Señor os da como alimento.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 77

R/. El Señor les dio un trigo celeste

Lo que oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos contaron,
lo contaremos a la futura generación: 
las alabanzas del Señor, su poder. R/.

Dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste. R/.

Y el hombre comió pan de ángeles,
les mandó provisiones hasta la hartura.
Los hizo entrar por las santas fronteras,
hasta el monte que su diestra había adquirido. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,17.20-24):

En el nombre del Señor os digo y encargo que no viváis más como los paganos, que viven de acuerdo con sus vanos pensamientos. Pero vosotros no conocisteis a Cristo para vivir de ese modo, si es que realmente oísteis acerca de él; esto es, si de Jesús aprendisteis en qué consiste la verdad. En cuanto a vuestra antigua manera de vivir, despojaos de vuestra vieja naturaleza, que está corrompida por los malos deseos engañosos. Debéis renovaros en vuestra mente y en vuestro espíritu, y revestiros de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se manifiesta en una vida recta y pura, fundada en la verdad.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,24-35):

En aquel tiempo, al no ver allí a Jesús ni a sus discípulos, la gente subió a las barcas y se dirigió en busca suya a Cafarnaún. 
Al llegar a la otra orilla del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» 
Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros no me buscáis porque hayáis visto las señales milagrosas, sino porque habéis comido hasta hartaros. No trabajéis por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y os da vida eterna. Ésta es la comida que os dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.»
Le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?» 
Jesús les contestó: «La obra de Dios es que creáis en aquel que él ha enviado.» 
«¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: "Dios les dio a comer pan del cielo."» 
Jesús les contestó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.»
Ellos le pidieron: «Señor, danos siempre ese pan.» 
Y Jesús les dijo: «Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 5 de agosto de 2018
 Fernando Torres cmf


El pan que da la vida

      Hay muchas clases de pan. Quizá porque hay muchas clases de hambre. Hay personas que viven pensando y deseando tanto el pan de mañana que se olvidan de disfrutar el pan que tienen delante ahora mismo. O quizás lloran porque ayer no tuvieron pan, sin ver el banquete que está preparado ante ellos. También están los que sólo son capaces de preocuparse por su propio estómago, incapaces de darse cuenta de que hay hermanos y hermanas cerca que carecen del necesario pan.

Comentario al Evangelio del domingo, 5 de agosto de 2018      Y la mayoría de la humanidad trabaja duramente cada día para procurarse el pan, o el arroz, o el maíz, necesario para sobrevivir, para poder llegar al día siguiente. Sólo ellos saben lo necesario que es el “pan nuestro de cada día”. Y generalmente son ellos los que mejor saben gozar, y agradecer, y disfrutar del pan que tienen en la mesa cada día, tanto si es fruto de su trabajo como si es un regalo. Cuando la vida se vive pendiente de un hilo, todo lo que se tiene es pura gracia y se recibe como un regalo.

      Los que habían comido del pan que les había dado Jesús, fueron a buscarle, cuando se dieron cuenta de que había desaparecido. Habían gozado tanto. Estaba tan rico aquel pan. Para aquellos cuya vida había significado sólo lucha y sufrimiento el hecho de haber sido regalados con semejante banquete, un poco de pan y un poco de pescado, fue motivo suficiente para ir a la búsqueda del que se lo había regalado. Por eso, buscan a Jesús.

      Ciertamente aquellos que buscaban a Jesús, de los que nos habla el Evangelio de hoy, no entendieron a la primera lo que significaba que Jesús fuera el “pan de vida”. Ellos lo que entendían con total claridad era el pan y el pescado que comieron, que Jesús les había dado, que les hizo sentirse saciados y quizá les posibilitó hasta dormir una buena siesta. Y lo entendían sencillamente porque tenían hambre. Será necesario un largo proceso hasta que lleguen a pasar del hambre físico al hambre de vida que era el que Jesús les estaba ofreciendo saciar. Pero, al menos, el primer paso ya lo han dado. Por el contrario, los que no tienen hambre desprecian el pan, los que se sienten saciados no necesitan de nada. Jesús puede estar en su vida, pero no pasará de ser un adorno más.



Para la reflexión 

      ¿Qué tipos de hambres descubrimos en nuestro mundo? ¿En nuestra comunidad? ¿En nuestra familia? ¿En nosotros mismos? ¿Es Jesús sólo un adorno en nuestra vida o en nuestra familia o realmente encontramos en él el “pan de vida”? ¿Qué significa para nosotros que Jesús es el “pan de vida”?

FELIZ DOMINGO





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