lunes, 27 de enero de 2020

LA FE CATÓLICA DE KOBE BRYANT, DESCANSA EN PAZ!


La fe católica de Kobe Bryant
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Keith Allison (CC BY-SA 2.0).




La superestrella de básquet Kobe Bryant falleció este domingo 26 de enero en un accidente de helicóptero al sur de California (Estados Unidos). Con 41 años, era el padre de cuatro hijas.

La hija de Kobe, Gianna Bryant, de 13 años, también habría muerto en el accidente de helicóptero, junto con otra adolescente, su padre y el piloto del vehículo. Habrían estado viajando a un juego de básquet.

Bryant es considerado uno de los más grandes jugadores de básquet de todos los tiempos. Se retiró en 2016 tras una carrera de 20 años con Los Angeles Lakers, donde ganó cinco campeonatos de la National Basketball Association (NBA), un premio del Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés), dos campeonatos de puntuación y muchos otros reconocimientos.

Más allá del básquet, Bryant era esposo y padre que en 2015 dijo que su fe católica lo ayudó a superar un periodo difícil en su vida y la de su familia.

Bryant fue criado en una familia católica, y pasó mucho tiempo de su niñez viviendo en Italia. Se casó en 2001 en una parroquia del sur de California.

En 2003, Bryant fue arrestado tras ser acusado de violar a una mujer en una habitación de hotel, en el estado de Colorado.

Bryant admitió que tuvo un encuentro sexual con la mujer, pero negó que la haya violado. Cuando la denuncia se hizo pública, Bryant perdió patrocinadores y enfrentó acusaciones criminales, que finalmente fueron retirados.

Bryant publicó una disculpa a su acusadora, con quien también llegó a un acuerdo en una denuncia civil.

“Aunque verdaderamente creo que este encuentro entre nosotros fue consensual, reconozco que ella no vio y no ve este incidente de la misma forma en la que yo lo vi. Después de meses de revisar los hallazgos, escuchar a su abogado, e incluso su testimonio en persona, ahora entiendo cómo se siente y que ella no consintió con este encuentro”, dijo el basquetbolista en su disculpa del 2004.

En 2015, el jugador de básquet dijo a la revista GQ que luego de que el tema se resolvió, decidió dejar atrás algo de la superficialidad que él sentía que había construido en su persona pública.

“Lo que llegué a entender, saliendo de Colorado, es que yo tenía que ser yo, en lugar de dónde estaba en ese momento”.

Bryant dijo que fue un sacerdote quien lo ayudó a hacer algunos importantes descubrimientos personales durante la dura prueba.

Describiendo su temor de ser enviado a prisión por un crimen que él creía que no había cometido, Bryant dijo a GQ que “lo único que realmente me ayudó durante ese proceso –soy católico, fui criado católico, mis hijas son católicas– fue hablar con un sacerdote”.

“De hecho fue algo gracioso: él me mira y dice ‘¿lo hiciste?’. Y yo digo ‘por supuesto que no’. Entonces me pregunta ‘¿tienes un buen abogado?’. Y yo estoy como que ‘uh, sí, él es fenomenal’. Así que entonces él dijo ‘déjalo ir. Sigue adelante. Dios no te va a dar nada que no puedas manejar, y está en sus manos ahora. Esto es algo que no puedes controlar. Así que déjalo ir’. Y ese fue un punto de inflexión”, dijo Bryant.

Una decisión de 2004 de depositar una confianza más profunda en Dios no significó que la vida de la estrella de básquet estuviera después libre de dificultades, o definida por la virtud.

En 2011, Vanessa Bryant pidió el divorcio a Kobe, alegando diferencias irreconciliables. Pero Bryant dijo que decidió no rendirse en su matrimonio, y dos años después su esposa retiró su solicitud de divorcio.

“No voy a decir que nuestro matrimonio es perfecto”, dijo Bryant a GQ en 2015.

“Aún peleamos, como toda pareja casada. Pero sabes, mi reputación como atleta es que soy extremadamente decidido, y que trabajaré duro. ¿Cómo podría hacer eso en mi vida profesional si no era así en mi vida personal, cuando eso afecta a mis hijas? No tendría ningún sentido”, añadió.

Bryant y su esposa habrían asistido regularmente a una parroquia de Orange County, California.

Además, el basquetbolista había conectado su fe católica con un compromiso familiar de ayudar a los pobres, a través de la Fundación Familiar Kobe & Vanessa Bryant. La fundación ayudó a financiar refugios para jóvenes sin techo, así como otros proyectos dirigidos a servir a los más pobres.

“Tienes que hacer algo que tenga un poco más de peso, un poco más de significado, un poco más de propósito”, dijo en 2012, de acuerdo a Los Angeles Times.

La falta de hogar, dijo, “es algo que se deja de lado porque es fácil culpar a quienes no tienen hogar y decir ‘bien, tú tomaste esa mala decisión. Esto es donde estás. Es tu culpa’”.

“En la vida todos cometemos errores y dar un paso atrás y permitir que alguien viva de esa forma y de alguna manera lavarte las manos… eso no es correcto”, señaló.

Los arreglos para el funeral de Bryant aún no han sido anunciados.

Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 27 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 27 de enero de 2020


Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (5,1-7.10):

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos: ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de Israel."»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá. El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país.
Los jebuseos dijeron a David: «No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos.»
Era una manera de decir que David no entraría. Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. David iba creciendo en poderío, y el Señor de los ejércitos estaba con él.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 88,20.21-22.25-26

R/. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Un dia hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.» R/.

«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.

«Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder:
extenderé su izquierda hasta el mar,
y su derecha hasta el Gran Río.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 27 de enero de 2020
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Posiblemente una de las primeras confesiones de “fe” en Jesús fue la de “Hijo de David”. San Pablo le designa como “nacido del linaje de David según la carne” (Rm 1,3). Las genealogías de Mt 1 y Lc 3, a falta de mejor recurso, hacen a Jesús descendiente “legal” de David, en cuanto hijo “legal” de José. Pero no es imposible que María fuese de una rama davídica siquiera muy colateral. Los cristianos de primera hora, judeocristianos, difícilmente habrían aceptado como mesías a un no davídida.

Pero estos judeocristianos, en su lectura del AT, iban más allá; David era para ellos figura histórica y simbólica, gran destinatario de las promesas de Yahvé: no conocería la corrupción del sepulcro (Sal 16,10), tendría un trono asegurado a perpetuidad (Sal 45,7), y traería prosperidad y paz para los suyos, en un reinado universal y “hasta que falte la luna” (Sal 72,7). Por ahí percibieron pronto que tales promesas solo se cumplían en el Resucitado (cf. Hch 2,30), el “verdadero David”. Al leer pasajes veterotestamentarios como el que nos ocupa hoy, debieron de exclamar: “ahora ya sabemos de quién hablaba la Escritura”. Jesús proporciona unas gafas nuevas, diferentes, para leer el AT. Y los cristianos de hoy no debiéramos decir jamás que el AT no nos dice nada: en Jesús casi todo queda aclarado. Hoy se nos invita a que, como los hombres de Hebrón a David, nosotros digamos a Jesús: “tú serás nuestro pastor”.

El pasaje evangélico de Jesús exorcista podría haberse escrito en estos términos: David venciendo a Goliat se llama ahora Jesús venciendo a Satanás por el poder del espíritu; Jesús es “más fuerte” que el mal, lo desarma y nos libera del temor a sus amenazas. Pero, ahora como entonces, puede haber personas tercas, endurecidas. Dado que Jesús removía muchas cosas, y en ese sentido resultaba “incómodo”, algunos prefirieron pecar contra la luz, interpretando torcidamente sus acciones. El misterioso dicho de Jesús sobre el pecado imperdonable, quizá hasta hoy no satisfactoriamente descifrado, algo deja claro: la libertad permite al ser humano cerrarse a la salvación; puede empecinarse en su ceguera, negándose a reconocer y aceptar lo evidente.

Esto puede darse en cosas pequeñas, pero también en relación con la globalidad del mensaje cristiano. Tal vez la petición del Padre Nuestro “no nos dejes caer en la tentación” tendría aquí su explicación: que no caigamos en el error radical de cerrarnos a la acción salvífica de Dios, ni a sus pequeñas manifestaciones cotidianas.

Vuestro hermano

Severiano Blanco cmf

FELIZ SEMANA!!!




domingo, 26 de enero de 2020

UN ÁNGEL A TU LADO


Un ángel a tu lado



Que siempre tengas un Ángel a tu lado
velando por ti en todo lo que hagas,
recordándote que debes seguir creyendo
en días más luminosos encontrando la
forma para que tus deseos y tus sueños,
te lleven a lugares mas bellos.
Dándote esperanza, que es mas confiable
que el sol, otorgándote la fuerza de
la serenidad como guía.

Que siempre tengas un Ángel a tu lado,
alguien que te sostenga si te caes
estimulando tus sueños, inspirándote
felicidad, tomándote de la mano y
ayudándote a superar las dificultades.
Todos los días nuestras vidas se
encuentran en permanente cambio,
las lágrimas aparecen tanto
como las sonrisas.

A lo largo de los caminos recorridos, que la
distancia sea más placentera que solitaria.
Que recibas dones que nunca terminen,
alguien maravilloso a quien amar y un
amigo del alma en quien confiar.
Que siempre aparezca el arco iris
después de la tormenta y que 
siempre te abrigue la esperanza.

Ojalá siempre tengas amor, consuelo, aliento
y que siempre haya un Ángel a tu lado!

No hay montaña demasiado alta de escalar,
si tu crees que puedes llegar a la cima !
No hay río demasiado ancho de atravesar,
si tienes Fe en Dios y en tí !

EL PAPA FRANCISCO RECUERDA A LOS ENFERMOS OLVIDADOS DE LEPRA, ESTAMOS CERCA DE ELLOS


El Papa recuerda a los enfermos olvidados de lepra: “Estamos cerca de ellos”
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



Al finalizar el rezo del Ángelus este domingo 26 de enero, el Papa Francisco recordó a las personas enfermas de lepra con motivo del Día Mundial de los afectado por la Enfermedad de Hansen, nombre médico de esta enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium leprae.

“Se celebra hoy la Jornada Mundial de los afectados por la Enfermedad de Hansen. Estamos cerca de todas las personas que están afectadas y de todos los que, de diferentes formas, cuidan de ellos”, fueron las palabras del Pontífice.

A pesar de no ser una enfermedad altamente contagiosa, los enfermos de lepra han sido históricamente estigmatizados y recluidos en leproserías como forma de evitar la propagación de la enfermedad.

Sin embargo, hoy se sabe que muchas aquellas personas supuestamente afectadas por lepra, en realidad padecían sífilis, causada por otra bacteria, la cual sí es muy contagiosa.

Hoy la lepra es tratable y curable mediante un tratamiento de poliquimioterapia, a pesar de lo cual, los enfermos siguen siendo víctimas de una estigmatización social que incluso llega a complicar la curación del afectado.

Cada año se diagnostican unos 200 mil nuevos casos de lepra. Es una enfermedad que puede tardar años en mostrar sus primeros síntomas. A pesar de ello, según la Organización Mundial de la Salud, en los últimos 20 años se 16 millones de personas se han curado de la enfermedad.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 26 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 3º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 26 de enero de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (8,23b–9,3):

EN otro tiempo, humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero luego ha llenado de gloria el camino del mar, el otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;
habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo;
se gozan en tu presencia, como gozan al segar,
como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor, el yugo de su carga,
el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,1.4.13-14

R/. El Señor es mi luz y mi salvación

V/. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

V/. Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

V/. Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,10-13.17):

OS ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir.
Pues, hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros. Y os digo esto porque cada cual anda diciendo: «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo».
¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en nombre de Pablo?
Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.

Palabra de Dios



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,12-23):

AL enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retirá a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos,porque está cerca el reino de los cielos».
Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.
Les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy domingo, 26 de enero de 2020
Fernando Torres cmf


El primer anuncio del Evangelio

      El Evangelio de hoy nos recuerda el momento en que Jesús comenzó a predicar. El evangelista Mateo nos lo presenta como el momento en que se cumple una antigua profecía de Isaías: “El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande”. Pero para ser sinceros, las palabras son mayores que la realidad. Lo que sucedió fue algo muy sencillo. En una esquina del mundo de aquel tiempo, lejos, muy lejos, de Roma, que era el centro de aquella civilización, un hombre salió a los caminos y comenzó a predicar. Su mensaje era muy sencillo: “Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos”. Al principio casi nadie le hizo caso. Apenas unos pocos pescadores --los últimos de la sociedad--, algunas mujeres –igual de mal valoradas– y gente por el estilo. Jesús no era más que un judío marginal y sólo los marginados le hicieron un poco de caso. 

      Si ése fue el modo como Dios quería presentar su salvación a todo el mundo, desde nuestra cultura actual, le diríamos que se equivocó de medio a medio. Hoy hubiésemos planteado toda una campaña en los medios de comunicación, de lanzamiento simultáneo en los países más ricos y desarrollados del mundo (en los países pobres se lanzaría más tarde), que ofreciese con claridad los contenidos más importantes y orientados ante todo a captar la atención de los destinatarios. Para ello, se trataría de ofrecer en primer lugar los aspectos más suaves, fáciles y gratificadores del mensaje. Con suficiente antelación se habría preparado a un gran número de predicadores, conferenciantes y escritores que se entregarían a la tarea de presentar el mensaje de un modo más cercano a la gente. Pero Dios no hizo eso. Más bien lo contrario. En Jesús se acercó a los últimos. Nunca estuvo muy preocupado por el número de sus seguidores ni por su nivel social. Ni siquiera les puso las cosas fáciles. Sus primeras palabras, ponen frente al oyente una exigencia radical: “Convertíos” o lo que es lo mismo, “cambiad de vida”. Pero algo encontraron en él aquellas gentes sencillas y humildes que le siguieron. Con dudas y vacilaciones, pero le siguieron. 

      Hoy, también nosotros somos una pequeña comunidad. No ocupamos el centro del mundo. No tenemos los medios de comunicación a nuestro alcance. Ni falta que nos hacen. Apenas tenemos el Evangelio en medio de nosotros y la fuerza de Jesús para hacer lo que él hizo. Primero, escuchar su mensaje y tratar de convertirnos, de comenzar a vivir de acuerdo con el Evangelio. Y, segundo, ser portadores de ese Evangelio para todos los que nos rodean. No hay que temer porque seamos pocos o pobres. Así es como Dios quiere hacer presente su mensaje en el mundo. En nuestras manos está.



Para la reflexión

      Hemos escuchado a Jesús que nos llama a convertirnos, ¿qué significa eso para nosotros? ¿Qué tengo que hacer para convertirme y vivir como cristiano? ¿Qué deberíamos hacer como comunidad para ser testigos de Jesús en nuestro barrio?

FELIZ DOMINGO



sábado, 25 de enero de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SÁBADO 25 DE ENERO DE 2020, LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO


Lecturas de hoy Conversión de San Pablo
Hoy, sábado, 25 de enero de 2020


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (22,3-16):

En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crié en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran. Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Yo pregunté: "¿Quién eres, Señor?" Me respondió: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues." Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz. Yo pregunté: "¿Qué debo hacer, Señor?" El Señor me respondió: "Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer." Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: "Saulo, hermano, recobra la vista." Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: "El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados."»

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 116,1.2

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R/.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (16,15-18):

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy sábado, 25 de enero de 2020
José Luis Latorre, cmf


Conversión de San Pablo

Queridos amigos

El evangelio de esta fiesta ha comenzado diciendo: “Jesús se apareció a los once y les dijo: id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”, es decir el mandado de la misión universal, ya que todos los hombres y todos los pueblos tienen que descubrir el amor salvador de Dios, la máxima felicidad para la que hemos sido creados. San Pablo dice que “Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. De ahí que ningún hombre ni pueblo puede quedar al margen del anuncio del Evangelio. Ya dice el Papa Francisco que está todavía lejos que el Mensaje de Jesús sea conocido por todos. De ahí la importancia de la evangelización hoy.

El anuncio del Evangelio surge cuando uno se ha sentido tocado interiormente, ha tenido una experiencia profunda de Jesús, se ha sentido atraído y fascinado por el mismo Señor. La fe nace de un encuentro, no de una idea. Anunciamos lo que antes hemos oído, visto y experimentado en la oración íntima con Jesús. Cuando hablamos sin antes haber meditado en el corazón, como María, somos como una campana que suena o un címbalo que retiñe sin influir en nadie. Los cristianos de hoy, los cristianos de las prisas, tenemos que detenernos y buscar esos momentos de paz, silencio y oración con el Señor para luego poder decir una palabra que llegue al corazón de los demás. Y entonces se cumplirá el Evangelio de hoy: “les acompañarán signos” que son las obras del Espíritu Santo que vence al mal, inmuniza contra las toxicidades del mundo e inspira los lenguajes nuevos para transmitir el Evangelio.

Pablo es un buen ejemplo de todo esto que acabamos de decir: él no conoció a Jesús con los ojos del cuerpo, lo conoció con los ojos de la fe. El encuentro con Jesús Resucitado camino de Damasco transformo completamente su vida y la orientó definitivamente. En la vida de Pablo –como en nuestra vida- hubo un antes y un después de su encuentro con Jesús. En Damasco Pablo se sintió renacer –nacer de nuevo- que le convirtió en un instrumento fecundo al servicio del Evangelio. Él dirá: “para mí la vida es Cristo y ¡ay de mi si no evangelizare !”. Identificarse con Jesús y darlo a conocer –evangelizar- eran una misma cosa y una misma pasión en él; eran la razón y el sentido de su nueva vida.

El ejemplo de Pablo es fuente de inspiración constante para todos los cristianos de todos los tiempos. No podemos concebir la vida cristiana sin ser misioneros, sin dar a conocer lo que nosotros hemos recibido, sin que nos preocupe el que haya tantos millones de personas que no conocen todavía a Dios. Los cristianos de hoy ya no podemos pensar salvarnos solos, nos salvamos todos juntos y en comunidad, y lo hacemos ayudándonos mutuamente. Pablo tuvo que romper con muchas costumbres judías que no encajaban ya con el Mensaje de Jesús; dejar atrás viejas prácticas religiosas que no tenían nada que ver con la novedad traída por Jesús. Así lo repite constantemente en sus cartas a los gentiles convertidos al Evangelio. Igual nos recuerda a nosotros hoy: necesitamos cambiar formas de pensar y vivir la fe y estar más abiertos y dóciles a los nuevos aires del Espíritu que sopla en la Iglesia. El Papa Francisco ha traído un nuevo estilo de entender el Evangelio y de vivirlo. Los buenos cristianos son los que no ponen resistencias y, aunque cueste cambiar, intentan escuchar la voz del Papa y ponerlo por obra.

José Luis Latorre, Misionero Claretiano

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO,25 DE ENERO


25 de Enero
La Conversión de San Pablo


La Sagrada Biblia, en el capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles, narra así La Conversión de San Pablo:La Conversión de San Pablo
"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.
Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".

Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.

Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.

Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".

El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".

Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.

Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".

Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

Apóstol San Pablo: que tu conversión sea como un ideal para todos y cada uno de nosotros. Que también en el camino de nuestra vida nos llame Cristo y nosotros le hagamos caso y dejemos nuestra antigua vida de pecado y empecemos una vida dedicada a la santidad, a las buenas obras y al apostolado.

Si lo que busco es agradar a la gente, no seré siervo de Cristo.

FELIZ FIN DE SEMANA¡¡



viernes, 24 de enero de 2020

¿POR QUÉ EXACTAMENTE 12 APÓSTOLES?


¿Por qué exactamente 12 Apóstoles?
Doce indica la perfección de gobierno.


Por: Javier Ordovàs | Fuente: Catholic.Net




El Nuevo Testamento está plagado de detalles narrativos y descriptivos muy precisos que contribuyen a su veracidad e historicidad y, por tanto, aumentan la credibilidad.

Los cuatro evangelistas al redactar sus textos tuvieron la excelente oportunidad de contrastar y corroborar sus afirmaciones con testigos directos de lo que narran, de ahí la enorme concordancia entre los textos de los evangelistas,  que compartieron los mismos testigos.

Es un lujo de detalles respecto a lugares en los que Jesucristo estuvo, comarcas, personas con las que se relacionó, con sus nombres propios, hasta el número exacto de panes y peces que utilizó en la primera y segunda multiplicación de los panes, así como el número exacto de cestos y piezas que se recogieron después del milagro. Alguien tuvo que contarlos.

O los 153 peces grandes que se recogieron de la pesca milagrosa (Jn 21,1-14). Alguien se tomó el interés de contarlos con tanta precisión.

En Lc 10,1-9: ¨Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir¨. Y en n. 17: ¨Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre».

También se tomaron la molestia de hacer el recuento de esos 72.

Pues en esa misma dirección de minuciosidad en los detalles, cuando Cristo eligió a los doce Apóstoles, los evangelistas no solamente especifican su número sino, también los nombres y, en bastantes casos, los detalles de cómo fue la llamada personal que Jesucristo les hizo.

Al narrar la elección de los doce eran conscientes de la importancia de ese hecho y dato concreto. Conocían la Biblia y la intención de Cristo al decidirse por ese número.

El número 12 es usado 187 veces en la Biblia. ¨Doce¨ indica la perfección de gobierno, el servicio, la potestad y la protección, características de un sistema perfecto de gobierno: 12 Patriarcas, 12 hijos de Israel, 12 tribus,  12 Jueces.

Cuando Jesucristo elige exactamente a 12, está respetando la tradición del pueblo hebreo y, al mismo tiempo, está exponiendo con claridad que se trata de un nuevo pueblo (no sólo los hebreos), una Nueva Ley,  y un nuevo edificio (universal), basado en esas doce columnas.

Ese nuevo edificio es la Iglesia de Cristo: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

Y claramente les dice: «cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel» (Mat. 19:28).

Tan claro quedó esto para los primeros cristianos que en el Nuevo Testamento aparece 31 veces la expresión ¨los doce¨ refiriéndose a los apóstoles.

Y en  Apocalipsis 21:14 se nos dice que ¨los doce cimientos del muro de la Nueva Jerusalén tendrán inscriptos sobre ellos los nombres de los doce discípulos¨.

Hasta el punto de que, al fallar y morir Judas, eligen a su sustituto para seguir siendo doce:

"Conviene entonces que elijamos a uno que reemplace a Judas. Y el elegido debe ser de los que estuvieron con nosotros todo el tiempo en que el Señor convivió con nosotros, desde que fue bautizado por Juan Bautista hasta que resucitó y subió a los cielos".

Los discípulos presentaron dos candidatos: José, hijo de Sabas y Matías. Entonces oraron diciendo: "Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos eliges como apóstol, en reemplazo de Judas".

Echaron suertes y la suerte cayó en Matías y fue admitido desde ese día en el número de los doce apóstoles (Hechos de los Apóstoles, capítulo 1).

Pablo, siendo una figura tan importante que fue llamado apóstol, sin embargo no era considerado uno de los doce. Más bien, se puede considerar a Pablo como carisma promovido por el Espíritu Santo dentro de la Iglesia que, a lo largo de la historia, tantos otros carismas ha promovido y promueve actualmente.

¡ESTOY AHOGADO! ¿DIOS ME HA ABANDONADO?


¡Estoy ahogado! ¿Dios me ha abandonado?
Sabemos ciertamente que la Escritura dice que las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan


Por: P. Miguel A. Fuentes, IVE | Fuente: TeologoResponde.org




Pregunta:

Estimado Padre: Tengo una hermosa familia; buena y piadosa esposa y dos hijas. Yo en lo personal me considero católico practicante y muy consciente de la presencia de Dios en todo lo que nos rodea. Estoy en una muy difícil situación, pues desde hace año y medio no tengo trabajo. Mi trayectoria profesional fue de excelencia y lo que hago y propongo estoy seguro es de muy alta calidad. En todo este tiempo desempleado he pedido mucho a Dios que me ayude y también he solicitado la intercesión de la Virgen y de algunos santos, incluso, algo que nunca se me había ocurrido, he hablado con mi ángel de la guardia. Pero el tiempo pasa y se me agotan los fondos de sobrevivencia, de tal manera que me acerco a un colapso económico con sus secuelas de infelicidad para mi familia. En ésta situación creo como que Dios me ha volteado la mirada, no entiendo que espera de mí. El sermón de la Misa del domingo anterior me puso muy reflexivo, pues el sacerdote se refirió a no esperar ‘magia’ en nuestra relación con Dios. Hasta ahora he pensado que Dios tiene injerencia en nuestra vida y que respetando nuestra libertad y responsabilidad, busca nuestro bien, y que le gusta que toquemos su puerta y le pidamos como a un Padre que es. Dentro de mi desesperación he pensado en obviar la presencia de Dios en lo referente a mi vida profesional y económica y circunscribirla a la conducta de cumplir con la práctica religiosa y pedirle ayuda para no pecar. Padre aconséjeme para no desesperar en esta situación tan agobiante. Gracias anticipadas.
Respuesta:

Muchas personas sienten que el peso del trabajo, problemas familiares, económicos, legalidad, desempleo, etc., los ahogan y no encuentran salida por ninguna parte (aún siendo un cristiano practicante), sienten que no pueden con todo esto y más cuando le vienen más de 2 o 3 problemas de esos juntos. Esto puede sucederle a cualquiera de nosotros en algún momento de nuestra vida.

Para los planes de Dios sobre cada uno de nosotros no existen respuestas teológicas concretas. No sé qué pueda querer Dios de usted, ni hasta donde lo probará con el infortunio.

Sabemos ciertamente que la Escritura dice que las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan. No le voy a mentir diciendo que ya van a terminar sus sufrimientos. Eso hacen los horoscopistas que mienten a la gente y juegan con su sed de esperanza y su credulidad. Pero a pesar de mentirle no le solucionan nada.



7 principios claros que debemos tener claros:

1.- Todo sucede para el bien de los que Dios ama (Romanos 8,20). Aunque allí no se dice qué se incluye en ese ‘todo´: va desde los dones materiales de Dios, hasta la cruz y el martirio.

2.- Dios no permite que seamos probados más allá de nuestras fuerzas.

3.- Muchas veces las aguas nos llegan hasta el cuello, pero no nos ahoga.

4.- Muchas veces Dios espera que le pidamos lo que necesitamos, incluso con sacrificios, penitencias y votos generosos, y luego actúa. Porque quería suscitar en nosotros esos actos que nos han de santificar.

5.- La cruz está en el camino ordinario de toda persona llamada a la santidad. Y debemos aceptar con paciencia y resignación nuestras cruces; para eso podemos leer con fruto el Libro de Job.

6.- Esto no nos exime de poner de nuestra parte todos los medios materiales para encontrar una salida. Precisamente muchas veces la gracia que Dios nos da no es el encontrar la salida de nuestros problemas sino la gracia de intentarlo una vez más, lo cual también viene de Dios.

7.- En nuestra debilidad se manifiesta la fuerza de Dios, como dice San Pablo. A veces Dios espera a que estemos completamente abatidos y recién allí actúa, para que se vea que ha sido su mano la que nos salvó y no nuestras fuerzas.


Se que no es sencillo, pero si es tu caso, nunca dejes de orar.
"Siempre y por cualquier motivo, den gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Efesios 5,20)

Cuente con mis oraciones.

En Cristo y María.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY VIERNES 24 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Viernes de la 2ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, viernes, 24 de enero de 2020



Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (24,3-21):

En aquellos días, Saúl, con tres mil soldados de todo Israel, marchó en busca de David y su gente hacia las Peñas de los Rebecos; llegó a unos apriscos de ovejas junto al camino, donde había una cueva, y entró a hacer sus necesidades.
David y los suyos estaban en lo más hondo de la cueva, y le dijeron a David sus hombres: «Este es el día del que te dijo el Señor: "Yo te entrego tu enemigo." Haz con él lo que quieras.»
Pero él les respondió: «¡Dios me libre de hacer eso a mi Señor, el ungido del Señor, extender la mano contra él!»
Y les prohibió enérgicamente echarse contra Saúl, pero él se levantó sin meter ruido y le cortó a Saúl el borde del manto, aunque más tarde le remordió la conciencia por haberle cortado a Saúl el borde del manto.
Cuando Saúl salió de la cueva y siguió su camino, David se levantó, salió de la cueva detrás de Saúl y le gritó: «¡Majestad!»
Saúl se volvió a ver, y David se postró rostro en tierra rindiéndole vasallaje.
Le dijo: «¿Por qué haces caso a lo que dice la gente, que David anda buscando tu ruina? Mira, lo estás viendo hoy con tus propios ojos: el Señor te había puesto en mi poder dentro de la cueva; me dijeron que te matara, pero te respeté y dije que no extendería la mano contra mi señor, porque eres el Ungido del Señor. Padre mío, mira en mi mano el borde de tu manto; si te corté el borde del manto y no te maté, ya ves que mis manos no están manchadas de maldad, ni de traición, ni de ofensa contra ti, mientras que tú me acechas para matarme. Que el Señor sea nuestro juez. Y que él me vengue de ti; que mi mano no se alzará contra ti. Como dice el viejo refrán: "La maldad sale de los malos...", mi mano no se alzará contra ti. ¿Tras de quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién vas persiguiendo? ¡A un perro muerto, a una pulga! El Señor sea juez y sentencie nuestro pleito, vea y defienda mi causa, librándome de tu mano.»
Cuando David terminó de decir esto a Saúl, Saúl exclamó: «Pero, ¿es ésta tu voz, David, hijo mío?»
Luego levantó la voz, llorando, mientras decía a David: «¡Tú eres inocente, y no yo! Porque tú me has pagado con bienes, y yo te he pagado con males; y hoy me has hecho el favor más grande, pues el Señor me entregó a ti y tú no me mataste. Porque si uno encuentra a su enemigo, ¿lo deja marchar por las buenas? ¡El Señor te pague lo que hoy has hecho conmigo! Ahora, mira, sé que tú serás rey y que el reino de Israel se consolidará en tu mano.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 56,2.3-4.6.11

R/. Misericordia, Dios mío, misericordia

Misericordia, Dios mío, misericordia,
que mi alma se refugia en ti;
me refugio a la sombra de tus alas,
mientras pasa la calamidad. R/.

Invoco al Dios altísimo,
al Dios que hace tanto por mí.
Desde el cielo me enviará la salvación,
confundirá a los que ansían matarme,
enviará su gracia y su lealtad. R/.

Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.
Por tu bondad que es más grande que los cielos,
por tu fidelidad que alcanza las nubes. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,13-19):

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges –Los Truenos–, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy viernes, 24 de enero de 2020
José Luis Latorre, cmf


Llamados y enviados

Queridos amigos

Marcos nos narra hoy que Jesús escogió entre sus discípulos a un grupo de doce para que estuvieran con Él y enviarlos a anunciar el Reino de Dios. Es un grupo bastante plural por lo que podemos saber, pero unido por una misma llamada y una misma misión recibidas de Jesús. Recibieron una invitación a dejar un estilo de vida y elegir otro; tuvieron que dar un paso adelante y desprenderse de una vida hecha, confortable y cómoda. Pasaron de ser simples discípulos a vivir la maravillosa experiencia de estar siempre en la compañía de Jesús, vivir la cercanía continua con el Maestro y experimentar la ternura y amistad del amigo que está totalmente pendiente de ellos.

La comunión en el grupo de los Doce seguramente no debió ser nada fácil. Tuvieron que aprender del Maestro el respeto, el amor desinteresado, el perdón, el servicio, la aceptación mutua. Para los apóstoles el compartir la vida con Jesús día a día fue la escuela donde fueron profundizando e interiorizando el sentido de sus vidas; la experiencia del día a día fue el aprendizaje donde los Doce fueron descubriendo a qué les había llamado el Maestro. En el contacto personal con Jesús los apóstoles se fueron afianzando en su seguimiento y en qué consistía la misión a la que les había llamado. Esta experiencia de los Doce con Jesús es un modelo excelente para los cristianos de todos los tiempos: vivir la comunión en la diversidad y construirla día a día, vivir la propia vocación como una llamada de Jesús a la misión de anunciar el Evangelio en el día a día y en la situación concreta que vive cada uno, darse cuenta de que la comunión y la amistad con Jesús es imprescindible para luego poder hablar de Él; reconocer que hay que evangelizar “con autoridad”, es decir desde el testimonio de una vida vivida con coherencia y honestidad, y en comunión con los hermanos. Allí donde no hay unidad y comunión no puede fructificar la Palabra de Dios que se anuncia; los cristianos hoy tenemos que actualizar las palabras del libro de los Hechos: “en el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo; no había más que un solo corazón y un alma sola”.

El Señor nos invita a redescubrir nuestra vocación cristiana y la belleza de haber comprometido toda la vida por Él y por los valores que nos propone en el Evangelio. Pero es muy importante que no olvidemos que el encuentro con Él es fundamental pues nadie da lo que no tiene. Sentir y experimentar la presencia de Jesús en nuestra vida nos impele a compartir con los demás lo vivido. Como dice San Juan en su primera carta: “lo que hemos visto, lo que hemos oído, lo que palparon nuestras manos acerca del Verbo de la vida, os lo damos a conocer para que vuestra alegría sea completa”. Como nos recuerda el Papa Francisco “cristianos con Espíritu”, hombres y mujeres con profunda experiencia de Jesús, hombres y mujeres de oración, de Eucaristía, de lectura orante de la Palabra; personas forjadas junto al Sagrario y en horas de Adoración.

José Luis Latorre, Misionero Claretiano
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