Da gracias...
Da gracias, por la vida misma
aunque la tuya no sea la más perfecta,
Dios te la dio y el tenerla es ya un milagro.
Aprende a valorarla para hacerla llevadera,
no hagas de ella algo vano y vacío.
Da gracias por el aire que respiras,
es tan natural y vital y ni cuenta te das
de que sin él con seguridad no vivirías.
Por cada respiro que des, recuerda y ten presente
que Dios lo creó pensando en ti.
Da gracias por la luz del sol,
es la que te permite que veamos el día en esplendor,
la que da vida a la hermosura de la creación
y da calor a los seres vivos de la tierra.
Da gracias por la noche,
Dios la hizo para darnos descanso
para que la tierra repose del afán del día,
y es cuando realmente puedes relajarte y meditar
para poder reponer fuerzas para seguir adelante.
Da gracias por el agua que cae del cielo,
Dios la envía para hacer de nuestro suelo
uno fértil y productivo,
y es la misma agua que al estar sedientos
calma nuestra sed.
Da gracias por las pruebas que llegan a ti,
no te lamentes cuando éstas llegan,
más bien tómalas de un modo positivo,
las pruebas purifican tu espíritu
y te hacen más fuerte para enfrentarte a la vida.
Da gracias por todo lo que eres,
no te quejes de que no siempre es como quieres.
Dios permite todo lo que llega a tu vida,
pero lo permite porque tiene su razón de ser.
Nada pasa sólo porque sí,
al final verás y entenderás la razón.
Da gracias a Dios por todo,
por las cosas grandes y aún por pequeñeces,
Él, muy agradecido nos recompensará.
Da siempre gracias...
sentirás alivio y paz si las das de corazón.