lunes, 20 de enero de 2014

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (San Agustín)

Respira en mí, oh Espíritu Santo,
Para que sea santo mi pensar.
Impéleme, oh Espíritu Santo,
Para que sea santa mi actitud.
Atráeme, oh Espíritu Santo,
Para que yo ame lo que es santo.
Fortaléceme, oh Espíritu Santo.
Protégeme, oh Espíritu Santo,
Para que jamás pierda lo que es santo.
Amén.

domingo, 19 de enero de 2014

ORACIÓN FRANCISCA POR LA PAZ



ORACIÓN FRANCISCA POR LA PAZ

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! 
Que allí donde haya odio, ponga yo amor; 
donde haya ofensa, ponga yo perdón; 
donde haya discordia, ponga yo unión; 
donde haya error, ponga yo verdad; 
donde haya duda, ponga yo fe; 
donde haya desesperación, ponga yo esperanza; 
donde haya tinieblas, ponga yo luz; 
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto 
ser consolado como consolar; 
ser comprendido, como comprender; 
ser amado, como amar.

Porque dando es como se recibe; 
olvidando, como se encuentra; 
perdonando, como se es perdonado; 
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

SALUDO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA


Saludo a la Bienaventurada Virgen María
(S. Francisco)

Salve, Señora, santa Reina, 
santa Madre de Dios, María, 
que eres virgen hecha iglesia 
y elegida por el santísimo Padre del cielo, 
a la cual consagró Él 
con su santísimo amado Hijo 
y el Espíritu Santo Paráclito, 
en la cual estuvo y está 
toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo; 
salve, tabernáculo suyo; 
salve, casa suya.

Salve, vestidura suya; 
salve, esclava suya; 
salve, Madre suya 
y todas vosotras, santas virtudes, 
que sois infundidas por la gracia 
e iluminación del Espíritu Santo 
en los corazones de los fieles, 
para que de infieles hagáis fieles a Dios.

EL PENSAMIENTO DEL DÍA


AQUÍ TRAIGO LA CURA PARA CURAR CUALQUIER ENFERMEDAD

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
¡Aquí traigo la cura para curar cualquier enfermedad!
El hombre no sólo es un cuerpo sano o enfermo. El hombre también es alma, espíritu.
 
¡Aquí traigo la cura para curar cualquier enfermedad!

- ¡Ya llegó! ¡Aquí traigo la cura para curar cualquier enfermedad! Para todo tengo remedio: para ardor de estómago, dolor de rodillas, malestar de cabeza... ¡Vengan por el remedio que han estado esperando!
Gritaba el brujo del Imperio, subido sobre un amplio tronco, poblado de retoños verdes, desde donde la multitud podía verle con facilidad.

Una horda de aldeanos se apiñaba a su alrededor. El vasallo, que paseaba por allí, permaneció observando la escena, por un breve espacio de tiempo.
- ¡Pidan lo que necesiten! ¿Qué enfermedad les achaca? ¡Pidan, pidan!

Una mujer alzó la voz:
- Tengo dos años con un dolor de huesos espantoso. No hay día que no me duelan. Nada me ha podido curar...
- ¡Señora! –exclamó el brujo- Aquí traigo lo que usted necesita. Tome. Hierva estas hojas y tómese dos tazas cada hora. Verá: en tres días, adiós dolores...

La gente permanecía sorprendida. Otra voz sonó:
- Llevo treinta días sin dormir. Cuando trato de cerrar los ojos, un ardor de estómago me hace pasar la noche en vela. Tengo hijos que mantener y en el trabajo no rindo, porque llego muy cansado...
- Pero, caballero... ¡Por qué no acudió conmigo antes! Lo que usted necesita es un masaje diario con este aceite de flor silvestre. Únteselo antes de acostarse y verá que en cinco escasos días dormirá más profundo que una piedra.

Parecía que el brujo tenía cura para todo y para todos, pues cientos de manos se alzaban y, en cuestión de minutos quedaban saciadas. El vasallo sintió deseos de acercarse también, para pedirle a aquel hombrecillo feo y encorvado algún remedio para su dolor de pies.

Y así, de entre la gente aglutinada alrededor del brujo, cuando éste seguía con sus entregas de mercancía, un joven apuesto alzó la mano. Elevando la voz, dijo:
- Si eres capaz de curarlo todo, dame algo para este mal que traigo...

El brujo fijó sus ojos en el joven y los aldeanos guardaron silencio.
- ¿Qué cosa te duele? – preguntó el brujo y el joven contestó:
- El alma.
- ¿El alma? Pero, jovencito, si yo no puedo curar esas cosas...
- Entonces – agregó el joven -, ¿por qué pregonas que eres capaz de curarlo todo cuando no tienes remedio para sanar lo más importante?

Y tan grande fue el enfado de aquel joven, que a punto estuvo de derribar de un puñetazo el cajón y los frascos que el viejo brujo exhibía. Una mano se lo impidió. Una mano suave que se posó sobre su hombro.
- ¿Te duele el alma?
Una chica de mirada pura y apacible posó su mano sobre el joven, que, al verla, respondió ruborizado:
- Sí. Llevo muchos años así y no he podido encontrar quién me cure.

Los aldeanos se quedaron sin habla y sin respirar. El brujo fruncía el ceño, en signo de disconformidad. Aquel chico le había dejado muy mal delante de la gente.

La chica le miró a los ojos.
- ¿Sufres soledad, no es así?
Y como el joven asintiera con la cabeza, ella afirmó:
- Lo que necesitas es orar.
El brujo se burló.
- Y ¿qué es orar? –preguntó el joven.
- Es saber que Alguien te escucha y te comprende. Es dialogar con Alguien a quien le interesas más que cualquier otra cosa. Es sentirte querido.

Y el joven, con el rostro iluminado y una leve sonrisa trazada sobre los labios, exclamaba:
- ¡Eso es justamente lo que anduve buscando durante años: que alguien me hiciese caso y se preocupara por mi!

El joven se alejó pegando brincos sobre su propia sombra, mientras que el brujo, delante de la atenta mirada de la multitud, recogía su tinglado para desaparecer de allí.



El hombre no sólo es un cuerpo sano o enfermo. El hombre también es alma, espíritu. Hay dolores que ni la medicina ni las terapias, ni los exhaustos tratamientos pueden aniquilar. Dolores del alma, que conocemos con el nombre de soledad o tristeza. Orar, orar mucho. No hay cura más fiable que la oración. 

sábado, 18 de enero de 2014

ANTE LAS TENTACIONES, LA VIRGEN MARÍA TE ACOMPAÑA



ANTE LAS TENTACIONES

Madre querida acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén.

A LA VIRGEN MARÍA



A LA VIRGEN  MARÍA

Madre, dame Tu mano y no me sueltes,
Déjame apoyarme en Ti al andar,
Enséñame el camino que sólo me conduzca
A Tu Hijo con quien anhelo un día estar.

Pídele a El que perdone mis falencias,
Mi falta de paciencia, también de piedad,
Que me dé fuerzas para sobrellevar el peso
De las injusticias que me hacen a menudo llorar.

Enjuga mis lágrimas con Tu dulzura de siempre,
Cubre con Tu manto mis penas y ansiedad,
Regálame la paz que de Tus ojos mana
Y muéstrame las huellas del amor y la humildad.

ORACIÓN A SANTA MARIA


ORACIÓN A SANTA MARIA
(L. de Grandmaison)

Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño, puro y cristalino como una fuente. Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas; un corazón grande para entregarse, tierno en la compasión; un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por ningún mal. Fórmame un corazón manso y humilde, amante sin pedir retorno, gozoso al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo; un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre, que con ninguna indiferencia se canse; un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido de su amor, con herida que sólo se cure en el cielo.

Amén.

EL PENSAMIENTO DEL DÍA


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA DE LA PAZ


Oración a María Reina de la Paz: 

¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz! Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios. Alcánzanos la gracia de no sólo decir: ¡Hágase en mí según Tu voluntad!, sino vivirla tal como Tú lo hiciste. Ponemos en Tus manos nuestras manos, a fin de que puedas conducirnos a Jesús en medio de todas las aflicciones y pesares. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén. Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias...

CUENTA SIEMPRE CON LA VIRGEN MARÍA

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
¡Cuenta siempre con Ella!
María nos abraza cuando tenemos miedo, cuando no sabemos a dónde ir.
 
¡Cuenta siempre con Ella!

La tormenta arreciaba en el bosque, mientras trataba de mantener lo menos dispersas posible mis pocas ideas de orientación.

Los relámpagos fotografiaban mi pavor y lo mostraban a todos los árboles que se asomaban por entre las copas vecinas para ver a aquel intruso.

EL corazón aceleraba. Mi indecisión inventaba precipicios a poca distancia que destrozaban mi ánimo empequeñecido.

Fue entonces, allí, que me topé con una ermita de la Virgen. Me metí sin precauciones y, encogido, esperé la aurora.

Aprendí la lección. Cuando mi vida tropieza y parece que caerá sin remedio, yo La miro. Me enamoré de Ella. Cada mañana le llevo una flor a su santuario.

María nos abraza cuando tenemos miedo, cuando no sabemos a dónde ir. ¡Cuenta siempre con Ella! 

viernes, 17 de enero de 2014

ATIENDE MI ORACIÓN


Atiende mi oración
Autor: J. Alonso Lockward 


Hoy que estoy triste 
y que la mente vaga en la nube 
del tiempo, 
déjame decirte que te quiero. 

Déjame reafirmar que solamente 
buscaré ser tu siervo. 
Que nada me interesa en esta tierra, 
que nada intento ser sin ti. 

Señor, 
ahora que retuerce 
mis telas interiores la tristeza, 
escucha mi oración. 

Te hablo 
desde el fondo del pez 
que me ha tragado 
y en este fango de cisterna rota, 
sin llanto y sin canción, 
con todas mis entrañas 
yo te alabo. 

Yo te alabo, Señor, 
aunque esté triste. 
Vacío de saber, 
lleno de nunca, 
lanzo el alma a tu cielo. 

Quiero que sepas
que mi amor es tuyo 
Ayer, cuando fui, 
Ahora cuando estoy 
Y mañana cuando no sé.

AMAR LA VIDA


Amar la vida


Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph. 

Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro. 

"¿Dónde aprendió a comportarse así?", le preguntó el profesor. "En la guerra", contestó Ralph. Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura. 

"Me acostumbré a vivir paso a paso" -explicó. "Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida". 

Nadie puede saber lo que habrá de suceder mañana. Qué triste sería el mundo si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida sería como una película que ya vimos. Ninguna sorpresa, ninguna emoción. Pienso que lo que se requiere es ver la vida como lo que es: una gran aventura. 
Al final, no importará quién ha acumulado más riqueza ni quién ha llegado más lejos. Lo único que importará es quién lo disfrutó más. Eso es, creo yo, lo que se pondrá en la balanza a la hora de hacer el recuento final.

EL PENSAMIENTO DEL DÍA


ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE LOURDES


ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
 A LA VIRGEN DE LOURDES


Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, Vos habéis aparecido dieciocho veces a Bernardita en la gruta de Lourdes, para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la eucaristía y a la vida en la Iglesia.

Para mejor responder a vuestra llamada, yo me consagro por vuestras manos a vuestro hijo Jesús…

Hacedme dócil al espíritu; y por el fervor de mi fe, por la manifestación de mi vida, por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje con Vos en confortar a los que sufren, en reconocimiento a los hombres, en trabajar por la unidad de la Iglesia y por la paz del mundo.

Con toda confianza, oh Señora mía, yo os dirijo esta plegaria y os pido que la acojáis y la atendáis. Amén.

Nuestra Señora de Lourdes, rogad por nosotros.

Santa Bernardita, rogad por nosotros.

LA AMISTAD


LA AMISTAD


Toda mi vida he buscado la amistad en mucha gente, 
la necesidad de ser querida y aceptada,
y eso me esfuerzo a perseguirlo. 

Desde entonces me he esforzado siempre por dar lo mejor de mi, 
y empecé a transformar lo que yo era en lo que  yo pensé que seria aceptado. 

Estoy aprendiendo a abrir los ojos de mi alma  para poder reconocer todo lo que me rodea  y para poder saber lo que es la amistad para mi. 

Que puedo decir? 
Ahorita es un momento en el que estoy conectada con Dios. La amistad va creciendo poco a poco. 

La amistad se ve con la vida,  y es bonito tener un amig@ que camine  por ella junto a mi.

Para mi la amistad es un regalo que sale de un corazón que quiere y se que es agradecido. 

Se da gratuitamente, salen de las personas que verdaderamente siente en ellas el amor de Dios. 

No se compara y no se exige,  nace y se cultiva con lo que se da en esa amistad. 

Es un amor concreto, que perdona, y acepta a la persona tal como es, la lleva en el corazón, en el pensamiento  y en las oraciones. 

Yo siento que por medio de todos mis amig@s  Dios me esta amando.

La verdadera amistad, no se acaba con las pruebas, 
NI CAMBIA POR LA DISTANCIA, mas bien CRECE, 
se FORTALECE. 

Me gusta pensar que otros reciban de mis mejores amigos
La verdadera amistad no finge ni lleva la corriente, 
nos enseña lo mejor de nosotros con amor. 

La amistad esta siendo una reflexión del amor que 
Dios nos tiene. 

Todos somos billionarios, poseemos del mayor tesoro 
que Dios nos da,  que es el amor concretizado en la amistad. 
Yo siempre daré generosidad genuina,  siempre voy a compartir la sabiduría de mi alma,  siempre verdadera y bien intencionada, 
toda mi persona corre a ayudar, a sostener y a apoyar. 

No hay nada mejor que tener a un amigo que este bien conectada con Dios o con su ser.  Por que otra vez de ella brota el amor 
que Dios nos tiene. 

Y nos lo da a nosotros, para que lo consideremos un DON. 
No hay nada mejor que dar con amor y misericordia. 
Solo sabiendo lo tanto que valgo, 
podré valorar a las demás personas. 

PENSAMIENTOS SOBRE LA AMISTAD EN IMÁGENES










jueves, 16 de enero de 2014

RUEGO A LA VIRGEN DEL CARMEN


Ruego a la Virgen del Carmen
Noemí Alas


Santa Madre, misericordia 
de aquellos cuyas almas
soñaron horizontes salados
cuerpos a mitad de camino
con sus ojos abiertos 
hacia el lecho marino
de marea y de espuma 
piedad para aquellos hombres 
de la mar ,piedad por las viudas
y por los que hoy yacen en el fondo 
del mar.

ROSA MÍSTICA


Rosa Mística
Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv


Rosa Mística, fragancia del Eterno
que perfumas mi templo en tu presencia
aroma suave de su complacencia
que floreces en el frío del invierno.

Eres la flor que adorna mi plegaria
el pensamiento que bendice mi conciencia
la suavidad y el color de la paciencia
la faz de una inocencia legendaria.

Alabo en la mañana tu belleza
la armonía que la gracia te regala
y el cándido fulgor de tu pureza.

Resplandece inmaculada la realeza
pues la luz que de Ti brota no se iguala
y proclama al universo tu grandeza.

DIEZ CLAVES PARA LA PAZ


Diez claves para la paz


1. Mira a todos con respeto y benevolencia.

2. No hables mal contra nadie, no condenes a ninguna persona a ningún grupo, a ningún pueblo, a ninguna institución.

3. Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar, para convivir, para comenzar una vida nueva cada día.

4. Desea simplemente la paz con todos, la colaboración, la convivencia, el gozo de la fraternidad y del servicio.

5. Trata de simplificar los problemas en vez de agrandarlos; no acumules las sombras, busca en todo los resquicios de luz y los caminos de la esperanza.

6. Ten el valor de negarte a colaborar con cualquier proyecto violento, 
apártate de los que enseñan y practican el odio, la venganza, el amedrentamiento y la violencia.

7. Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, de concordia, de
convivencia, de misericordia y de consuelo.

8. Apoya a los que trabajan sinceramente por la paz, en la verdad, libertad y justicia.

9. Dedica algún tiempo a trabajar tú también por la paz, con serenidad,
esperanza y generosidad.

10. Pide a Dios que te dé el espíritu de la sabiduría de la bondad, de la
fortaleza y de la generosidad para ser instrumento de su bondad y de su amor en un mundo renovado donde todos podamos vivir en la verdad, el amor, la libertad y la fraternidad.
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