martes, 13 de diciembre de 2016

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJES

































SIETE LECCIONES PARA NAVIDAD


Siete lecciones para Navidad
(La felicidad no está en las cosas)



En Navidad los regalos adquieren un valor tan importante que los deseos de grandes y chicos se ven reflejados solo en objetos materiales; pero la Navidad va mucho más allá de esto, debe trascender en nuestros corazones.

Para ello, los expertos del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana, nos comparten las siguientes ideas para sorprender a los hijos con verdaderos regalos de amor. Es muy fácil, son gratis, no necesitan de un empaque especial y están ahí al alcance de su mano:

1. Si su anhelo es que su hijo sea feliz, no le dé todo lo que pide. Valórelo, priorícelo y sintonícelo con sus objetivos educativos.

2. Los niños no se pueden sobornar. Los regalos nunca suplirán la falta de tiempo o atención de los padres. ¿Será que los hijos prefieren un juguete o ir con su padre a patinar, a jugar al futbol, montar en bici, ir al cine o, sencillamente, compartir los dos la fantasía de un cuento…? En ocasiones, disfrutar con los hijos será el mejor juguete que puedan recibir de sus padres. ¡Y eso es gratuito!

3. Acostumbrar a los hijos a pasar la Navidad con lo que se tiene, ya es el mejor regalo que les podemos hacer. No se trata de que sufran, pero sí de que vivan la realidad y acepten con ilusión lo poco o mucho que puedan recibir como regalo.

4. Lo que ellos piden para la Navidad no siempre es lo que más les conviene. Cuando se es niño no hay criterio ni límites para pedir; por eso, la tarea de pensar qué regalar debe ser responsabilidad de los padres.

5. Hable con ellos acerca de lo que han pedido en su carta al Niño Dios o a los Reyes. En muchas ocasiones nos sorprenderán los motivos por los que han elegido sus regalos, tanto por su acierto como por su desacierto. Aproveche su capacidad de entusiasmo para sugerirles alternativas más enriquecedoras.

6. Navidad es sinónimo de familia. Es un buen momento de ser sincero consigo mismo y reflexionar sobre el papel de padre o madre. Seguro que hay cosas que se pueden mejorar. Es un tiempo para ser humilde y recapacitar.

7. La felicidad no está en las cosas; más bien es un estado del alma producto de la paz espiritual que se gana con las buenas acciones y del bienestar consigo mismo y con la familia.

La Navidad es amor y está colmada de tradiciones que deben trascender a los hijos para que prevalezcan más allá del tiempo. Es la oportunidad de inculcar en ellos la grandeza de los buenos sentimientos.

***************

*Artículo editado para LaFamilia.info. Tomado de Apuntes de Familia, edición 14-12/11. Autora: Marcela Ariza de Serrano. Instituto de la Familia. Universidad de La Sabana.

LA VIOLENCIA Y LA PAZ


La violencia y la paz


Si tú sabes mirar al otro con un poquito de amor, si tú sabes preferir la esperanza a la sospecha, si tú estás persuadido que te corresponde tomar la iniciativa antes que el otro, si todavía la mirada de un niño llega a desarmar tu corazón, entonces... ¡vendrá la paz!

Estamos inmersos en medio de la violencia y no nos damos cuenta. Las personas caminan apuradas sin disfrutar el paisaje, van de prisa hacia ninguna parte, no se miran, no se observan, se evaden, se atropellan, se distraen. No ven a los pobres, a los niños, a los que sufren, van ensimismados en sus ruidos, en sus radios, en sus celulares, en sus problemas, que sin saberlo, son los problemas de todos. Hay un mar de violencia en nuestras calles: los conductores están a las carreras, a los bocinazos, a los insultos, no se cede el paso cortésmente, no les importa el peatón, que siempre alerta, tiene que correr para llegar a la vereda. (Hernán Pérez E.)

Si tú puedes alegrarte del gozo de tu vecino, si la injusticia que golpea a los otros te indigna tanto como la que tú puedes sufrir, si para ti el extranjero es un hermano, si tú puedes dar gratuitamente un poco de tu tiempo, por amor, entonces... ¡vendrá la paz!  Que el Señor te dé un corazón pacífico. 


* Enviado por el P. Natalio 

LA NAVIDAD, SU VERDADERO SIGNIFICADO



La Navidad, su verdadero significado
En estos días nuestro mundo está sumergido en una vorágine mercantilista que poco tiene de cristiano, recordemos el verdadero significado de la Navidad y preparemos nuestros corazones como un pesebre adecuado para que Nuestro Señor repose en él.


Por: . | Fuente: apologeticauniversal.blogspot.com/ 




1.- LA FIESTA DE LA NAVIDAD: 

La fiesta de Navidad fue instituida por la Iglesia en el siglo IV y es originaria de la Iglesia latina y mas propiamente de la Sede Apostólica de Roma.

Por falta de documentos exactos sobre el nacimiento de nuestro Señor, no existe una certeza absoluta acerca del año, que algunos escritores sagrados y profanos señalan entre el 747 y 749 de la fundación de Roma (del 7 al 5 A.C.), y del día, que han hecho oscilar entre el 25 de marzo y el 17 de diciembre.

Hay pruebas del este griego y del oeste latino donde los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica, incluso en los siglos II y III. De hecho, las pruebas indican que la atribución a la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar su muerte y resurrección.

Para profundizar más sobre este tema, pueden leer el siguiente artículo: "Calculando la Navidad: la auténtica historia del 25 de diciembre"

2.- EL 25 DE DICIEMBRE Y LA NAVIDAD: 

La Navidad se celebra el 25 de diciembre. Navidad no es el 24 de diciembre, es TODO el 25 de diciembre. Eso sí: Navidad NO ES LA CELEBRACION DE UNA FECHA, SINO DE UN HECHO, el nacimiento del Salvador, evento absolutamente decisivo en la historia de la salvación. Es entonces una conmemoración del significado de ese hecho. Se lee en las profecías:

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: "Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, príncipe de la Paz." (Is 9, 5)
Ese hecho fue de tal magnitud que todo el cielo lo celebró:

De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: "Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia". (Lc 2, 13-14)
Nosotros, los beneficiados con este hecho, tenemos no solamente motivos sino una verdadera obligación de celebrarlo.

Como lo importante es el significado, todo lo anterior se resume en que debemos ser conscientes de que hubo un día en el que Dios encarnado llegó a nuestras vidas, las cuales deben estar listas para fructificar bajo su luz ("Yo soy la luz del mundo" dijo Jesús en Jn 8, 12), de aquí que la temporada de adviento sea de penitencia y reflexión (ese es el sentido del color morado en los trajes de los sacerdotes en las misas, el mismo color de la cuaresma). Como dijo el Santo Padre Juan Pablo II:

"Jesús nace para la humanidad que busca libertad y paz; nace para todo hombre oprimido por el pecado, necesitado de salvación y sediento de esperanza."


3.- LA NAVIDAD CRISTIANA Y LA NAVIDAD CONSUMISTA:

Navidad es una fiesta que está bajo un ataque tremendo en estos últimos tiempos. Santa Claus ha tomado el lugar de Jesús-niño y el mall o el centro comercial ha tomado el lugar del templo. Que triste que el Domingo antes de Navidad los estacionamientos de las Iglesias estén vacíos y en los centros comerciales sea una hazaña encontrar un lugar donde estacionar el automovil. Dice la Palabra de Dios:"Donde está tu tesoro, allí esta tu corazón" (Mat.6:21) ¿Dónde está tu corazón? ¿En un centro comercial?…. ¿Cuando llegue la tribulación a tu vida, a donde vas a ir a buscar consuelo y paz? ¿Al centro comercial?

Navidad es una fiesta de cumpleaños donde se le compran regalos a todos menos al niño que se festeja. Donde se hace una fiesta y no se invita al homenajeado, donde hoy -tristemente- se trata de que no se mencione el nombre del niño que nació, su nombre es Jesús.

El Apóstol Pablo, un hombre que un día fue su enemigo y que se rindió a El, dice que: frente a ese nombre se doblará toda rodilla en el cielo, en la tierra, y hasta en el infierno y a este "nombre sobre todo nombre" lo queremos borrar de nuestras vidas.

Para más confusión y desconsuelo en los últimos años, hemos visto surgir ciertos lideres de distintas denominaciones cristianas que se han sumado a la campaña de enemigos de la Navidad. Ellos, desde estaciones radiales gritan: ¡Es una fiesta pagana!, y basan su "guerra santa" contra la celebración del nacimiento de Jesús, en la creencia de que en la antigua Roma ese día la fiesta del "sol invicto"... al diablo no le faltan "casualidades". Otros estudiosos de la Palabra de Dios reclaman que Jesús no nació en esta fecha y proponen como solución al tema el olvidarse de esta fiesta. Pobres predicadores que quieren privar al cristianismo de lo más hermoso de Aquel que le dio vida, la sensibilidad.


Para los que unen sus fuerzas con el enemigo aclaremos algunos puntos:

Los cristianos no celebramos fechas, celebramos hechos. Nosotros nos alegramos y celebramos el hecho de Aquel que no cabe en el universo quiso nacer de una virgen en este pequeño planeta del inmenso universo para reconciliar al hombre con su Creador.

Como todo hecho neotestamentario, la Navidad tiene precedencia bíblica. Inclusive, el día 25 de Diciembre ya era celebrado en el antiguo pacto.

En 1 Macabeos 4, 52-53 leemos:

"52 El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al despuntar el alba y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido"
Obviamente los no católicos no incluyen este libro en su canon, no lo consideran libro de inspiración divina, pero no pueden negar su valor histórico.

Judas Macabeo y sus hermanos ordenaron a los sacerdotes que purificaran el santuario y echaran fuera el altar profanado. En su lugar se edificó un nuevo altar y en la madrugada del 25 de Quisleu, correspondiente a nuestro mes de diciembre, fue consagrado. La fachada del templo fue adornada, se encendieron luces y fue grande la alegría en el pueblo.

También en la madrugada del 25 de quisleu, los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús. Así como el altar profanado fue echado fuera y se construyó un altar nuevo, así también el sacrificio antiguo y una ley profanada por preceptos humanos fueron anulados con el nacimiento del Mesías y un nuevo altar con un sacrificio perfecto fue instaurado para regocijo y salvación de toda la humanidad.

Este es el verdadero sentido de la Navidad, cuyo centro es Jesús y no un evento comercial o una fiesta pagana. Rescatemos la Navidad para Cristo y cantemos con los ángeles de Belén: "Gloria a Dios en las alturas y Paz en la tierra a los hombres que confían en Él."

¿Hemos de limitarnos a llenarnos de signos exteriores, como hermosos adornos, guirnaldas y enormes árboles de navidad?, ¿hemos de limitarnos a servir opulentas cenas y entregar costosos regalos?, ¿hemos de limitarnos a arreglarnos y vestirnos lo mejor que podamos?, todo eso tan sólo son adornos para el exterior.


Recordemos lo que el Señor Jesús nos dijo:

"Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida depravada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso..." Lucas 21, 34

"¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes son como sepulcros bien pintados, que se ven maravillosos, pero que por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre. Ustedes también aparentan como que fueran personas muy correctas, pero en su interior están llenos de falsedad y de maldad. " (Mt 23, 27-28)

"El Señor le dijo: "Así son ustedes, los fariseos. Ustedes limpian por fuera las copas y platos, pero el interior de ustedes está lleno de rapiñas y perversidades. ¡Insensatos! " (Lc 11, 39-40)
La dureza de la expresión es significativa, porque el que se concentra tan sólo en lo exterior, está irrespetando a Dios, siendo que lo sensato es preparar nuestro corazón para que el Señor venga, hacer renovación de nuestro interior, renovación que no es posible sin el Señor. Por eso pide el salmista:

"Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu." (Sal 51, 12)
Y es que el Señor no rechaza el corazón que se convierte honestamente:

"Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré, pues no desdeñas a un corazón contrito." (Sal 51, 19)
En fin, que esta temporada de Adviento camino de la Navidad, y la Navidad misma, sean ocasión especial para que el Señor nos regale un corazón sensato:

"Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato." (Sal 90, 12)

"Les daré un corazón nuevo y pondré en su interior un espíritu nuevo. Quitaré de su carne su corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Así caminarán según mis mandamientos, observarán mis leyes y las pondrán en práctica; entonces serán mi pueblo y yo seré su Dios." (Ez 11, 19-20)
Así es que tiene sentido la Navidad. Así es que tienen sentido los adornos y las celebraciones, pero en la sencillez que gusta al Señor que es la que conviene a nuestra naturaleza y todo como testigos de una realidad eterna y no pasajera.

Que esta Navidad sea otra ocasión para el nacimiento de Jesús pero en nuestro corazón, lo que supone que nazcamos a la nueva vida como El mismo nos lo enseñó:

"En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba". Nicodemo le dijo: "¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al vientre de su madre para nacer otra vez?" Jesús le contestó: "En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu". (Jn 3, 4-6)

PAPA FRANCISCO CRITICA A SACERDOTES SEDUCIDOS POR EL CLERICALISMO


La dura crítica del Papa Francisco a los sacerdotes "seducidos" por el clericalismo
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 13 Dic. 16 / 06:12 am (ACI).- El Papa Francisco comentó las lecturas del día en la homilía de la Misa que celebró en la Casa Marta y criticó el clericalismo de algunos sacerdotes, porque “aleja de la Iglesia”.

El Santo Padre, hablando de los sacerdotes y ancianos del pueblo de Israel, recordó que “tenían autoridad jurídica, moral y religiosa” por lo que “decidían todos”. Desarrollaban una especie de “prepotencia y tiranía hacia el pueblo”.

“Es una ley que han rehecho muchas veces: muchas veces hasta llegar a los 500 mandamientos. ¡Todo estaba regulado, todo! Una ley científicamente construida, porque esta gente era sabia, conocía el bien”.

“Pero era una ley sin memoria: habían olvidado el primer mandamiento que Dios ha dado a nuestro Padre Abraham: ‘camina en mi presencia y se perfecto’. Ellos no caminaban, se quedaron quietos siempre en sus propias convicciones. Y no eran perfectos”.

Según Francisco “habían olvidado los Diez mandamientos de Moisés” con “la ley hecha por ellos mismos” y así borraron “la ley hecha por el Señor”.


El Pontífice aseguró que la víctima fue “el pueblo humilde y pobre que confía en el Señor”, esos “que son descartados”. Se sienten “condenados”, “abusados” por “quien es vanidoso, orgulloso, soberbio”. Y “un descartado de esta gente” fue Judas.

“Judas fue un traidor, tuvo un pecado feo. Pecó fuerte, pero el Evangelio dice: ‘Arrepentido, fue a devolver las monedas”. “¿Y ellos qué hacen?”, se preguntó.

“’Pero tú has sido nuestro socio. Tranquilo. ¡Nosotros tenemos el poder de perdonarte todo! ¡No! ¡Organízate como puedas! ¡Es problema tuyo!’ Y lo dejaron solo: ¡descartado! El pobre Judas traidor y arrepentido no fue acogido por los pastores porque estos habían olvidado el significado de ser pastor. Eran intelectuales de la religión, aquellos que tenían el poder, que llevaban adelante las catequesis del pueblo con una moral hecha de su inteligencia y no por la revelación de Dios”.

Francisco continuó: “Un pueblo humile, descartado y golpeado por esta gente”. Y también hoy día suceden estas cosas porque “existe el espíritu del clericalismo”. “Los clérigos se sienten superiores, se alejan de la gente” y “no tienen tiempo para escuchar a los pobres, a los que sufren, a los encarcelados, a los enfermos”.

El Santo Padre aseguró que “¡el mal del clericalismo es una cosa muy fea!”. “Es un tipo nuevo de esta gente. Y la víctima es la misma: el pueblo pobre y humilde que espera al Señor”.

“El Padre –continuó–  ha buscado siempre acercarse a nosotros. Ha enviado a su Hijo. Estamos esperando en una actitud alegre, exultante. Pero el Hijo no ha entrado en el juego de esa gente: el Hijo fue a los enfermos, a los pobres, los descartados, los publicanos, los pecadores, las prostitutas”.


“También hoy Jesús nos dice a todos nosotros y a todos los que han sido seducidos por el clericalismo: 'Los pecadores y las prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos'", concluyó.

Lectura comentada por el Papa:

Evangelio

Mateo 25:1-13
1 «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio.
2 Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes.
3 Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite;
4 las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas.
5 Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron.
6 Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!"
7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.
8 Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan."
9 Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis."
10 Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta.
11 Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!"
12 Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco."
13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 13 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Diciembre 13



Muchas páginas se han escrito para describir la psicología masculina y la femenina, y el tema no se ha agotado.

Se ha dicho que el hombre es el cerebro, que la mujer es el corazón. 

Que el hombre es un código que corrige y la mujer un Evangelio que perfecciona.

Se sostiene que el hombre es capaz de todos los heroísmos y la mujer lo es de todos los martirios.

Que el hombre es fuerza, empuje y acción, y que la mujer es calor, motor y contemplación.

Pero el santo, el hombre santo, es a la vez hombre y mujer; en sí reúne todo lo bueno del hombre y todo lo bueno de la mujer.

El santo es capaz de todo, porque se sitúa en Dios, y Dios le da la fuerza necesaria para todos los heroísmos, todos los martirios, todas las acciones apostólicas, todas las contemplaciones de amor.

San Pedro inicia su segunda carta dirigiéndola “a todos los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe preciosa como la nuestra” (2 Pe 1,1). Es decir que todos, hombres y mujeres, cada uno con su modo de ser, con sus características psicológicas, temperamentales o caracterológicas, todos estamos llamados a la santidad, aunque cada uno de nosotros vayamos por nuestro propio camino.


* P. Alfonso Milagro

BIENVENIDOS!!!


lunes, 12 de diciembre de 2016

ORACIÓN A LA VIRGEN DE GUADALUPE



ORACIÓN A LA VIRGEN DE GUADALUPE


¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

LA MIEL EN EL FUEGO


La miel en el fuego


Para conservar a un amigo se necesitan tres cosas: honrarlo cuando está presente, valorarlo cuando está ausente y ayudarlo cuando lo necesita. A veces, por irreflexión, los perdemos, porque fallamos en algunos de estos tres requisitos, como en la graciosa anécdota que te presento:

Nasrudín calentaba miel en el fuego, cuando un amigo llegó de improviso. La miel comenzó a hervir y Nasrudin convidó a su visitante. Estaba tan caliente, que el otro se quemó. - ¡Haz algo! - exclamó el amigo. Entonces Nasrudín tomó un gran abanico y lo agitó por encima de la olla... con el propósito de enfriar la miel.

“La amistad es una puerta que se abre, una sonrisa que te alienta, una mirada que te comprende, una lágrima que se une a tu dolor, una palabra que te anima, y una crítica que te mejora. Es un encuentro que te regocija, un favor sin recompensa, y un esperar... sin cansancio”. Valora a tus amigos y acéptalos como son.


* Enviado por el P. Natalio 

LA VIRGEN DE GUADALUPE Y NUESTRA IDENTIDAD


La Virgen de Guadalupe y nuestra identidad
La Virgen de Guadalupe fue el principal elemento de solidaridad, de cohesión, de integración, de identidad, de pertenencia, que pudo abrazar a tantas raíces culturales distintas, e integrarlas en una nueva nación, pluricultural, mestiza y variada


Por: Federico González W y Guadalupe Sol | Fuente: Yo Influyo 




Un hecho histórico

“No hizo nada igual con ninguna otra nación”
(Non fecit taliter omni nationi)
fueron las palabras de Benedicto XIV cuando se le presentó la imagen de la Virgen de Guadalupe y admirando su belleza aprobó las obras del patronato de Guadalupe en México.
La aparición de la Virgen de Guadalupe está documentada en un libro escrito en náhuatl por Antonio Valeriano llamado Nican Mopohua (Aquí se narra), escrito en la época de las apariciones.

“Diez años después de tomada la ciudad de México se suspendió la guerra y hubo paz entre los pueblos, así como empezó a brotar la fe, el conocimiento del verdadero Dios, por quien se vive. (…) en el año de 1531, a pocos días del mes de diciembre, sucedió que había un pobre indio de nombre Juan Diego según se dice, natural de Cuautitlán” (…) Cuando llegó a la cumbre, vio a una señora, que estaba allí de pie y que le dijo que se acercara. Llegado a su presencia, se maravilló mucho de su sobrehumana grandeza: su vestidura era radiante como el sol” 1.

La petición de la Sra. del Cielo, como Juan Diego la llamó cariñosamente fue:

“Deseo vivamente que se me erija aquí un templo para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre; a ti, a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra” y más adelante en otra de las apariciones le dijo la frase que se encuentra escrita en la Basílica de Guadalupe, con la que son acogidos todos los que la buscan “¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa”.

El final, todos lo conocemos, la Virgen le dio una prueba para que la llevara al Obispo Fray Juan de Zumárraga que fueron unas rosas de Castilla, y al entregarlas apareció su imagen hace 474 años en el Ayate de Juan Diego, la que hoy se venera en la Basílica de Guadalupe.

Identidad y memoria 

A partir del siglo XVI se inició en México un proceso de mestizaje racial, pero sobre todo cultural, que involucró a personas de muy distintos orígenes y características: españoles, mexicas, tlaxcaltecas, otomíes, africanos, chinos y filipinos. Pero cabe preguntar, ¿cuál fue el principal elemento de solidaridad, de cohesión, de integración, de identidad, de pertenencia, que pudo abrazar a tantas raíces culturales distintas, e integrarlas en una nueva nación, pluricultural, mestiza y variada?, La Virgen de Guadalupe2.

“Testimonios históricos del siglo XVII indican que para entonces los nacidos en México se reconocían distintos y originales, y eso era motivo de orgullo y satisfacción. Se mencionaban los caballos que esta tierra daba, la hermosura de las mujeres, el clima benigno, la grandiosidad del paisaje, la corrección y dulzura del idioma, los grandes palacios e iglesias, pero había algo más que ostentaban los mexicanos con una gran alegría, casi con un sentido de revancha frente a los nacidos en otras tierras: la Madre de Dios había tenido una especial consideración con esta región del mundo, y como prueba de su especial favor les había hecho don de su propia imagen, impresa en la tilma de un natural del país” 3.

Ciencia y símbolos guadalupanos

Sin duda una tela tan antigua y con el peso de la historia que tiene, ha sido punto de interés de diferentes científicos, incluso no creyentes.

El Dr. José Aste Tomson utilizó una tecnología digital de imágenes para estudiar las corneas de la imagen de Guadalupe directamente del Ayate. Se ampliaron las fotografías y descubrió 13 pequeñas imágenes.

En entrevista para Yo Influyo declaró: “Las mismas imágenes están en las dos corneas, no están del mismo tamaño pero sí en las mismas posiciones. Algo así sucede con nuestros ojos cuando algo se refleja en nuestras córneas, si lo que se refleja está más cerca de un ojo sale más grande, y así están en la Virgen.

“El primer personaje que descubrí fue un indígena que esta sentado casi desnudo, con las piernas cruzadas en actitud de mucho interés. (…) ahí en los mismos ojos está la figura de la cabeza de un hombre bastante anciano, demacrado, que por comparación con pinturas parece ser el Obispo Zumárraga, junto a él hay un joven, posiblemente el traductor del Obispo, después esta propiamente Juan Diego, que se le podría reconocer porque está desplegando una capa o tilma frente a precisamente el que sería el Obispo.

“Detrás de él aparece una mujer de raza negra, hay el personaje que ya había sido descubierto y que en esa época se pensó que sería Juan Diego pero con estas ampliaciones se ve que es español. Y lo más interesante que hay en la pupila, en el centro, está un grupo familiar, formado por el padre, la madre, tres niños y dos adultos más”.

El Dr. quiso destacar que la Virgen de Guadalupe da un mensaje a favor de la familia, al mantener en sus ojos la imagen de ésta familia completa que fue testigo de la maravilla del Ayate.

También en entrevista para Yo Influyo Mons. Pedro A. Díaz Rivera5 dijo “es una imagen que dice mucho a los indígenas, toma su cultura porque apareció con aquellos símbolos de las deidades indígenas, aquello que era importante para el indígena, el color de su vestimenta era el color que utilizaban los principales, apareció el sol, la luna y las estrellas, pero ella esta sobre la luna, se viste de las estrellas, el sol esta atrás, es más que sus deidades, y les esta hablando en su propio lenguaje. (…) y al mismo tiempo su actitud es reverente, dice no soy una diosa, aparece como una mujer embarazada, se presenta como la portadora del Dios por quien se vive”.

El material del que está hecho el Ayate, el cual es confeccionado con la fibra del maguey llamada ixtle, que se obtiene mediante un rústico y laborioso proceso. Es un enigma el cómo se ha mantenido intacto a pesar de los cientos de años que tiene..

“Los expertos coinciden en que la Virgen de Guadalupe quiso mostrarse a los antiguos pueblos indígenas con un atuendo lleno de símbolos (a manera de códice) que los habitantes de estas tierras pudieron entender fácilmente” 6.

Algunos de los símbolos que destacan en el Ayate de Guadalupe son:
- La estatura de la Virgen en el Ayate es de 143 centímetros y representa a una joven cuya edad aproximada es de 18 a 20 años.
- Lleva el cabello suelto, lo que entre los aztecas era señal de una mujer glorificada con un hijo en el vientre.
- Está embarazada. Su gravidez se constata por la forma aumentada del abdomen, donde se destaca una mayor prominencia vertical que trasversal, corresponde a un embarazo casi en su última etapa.

La flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin: es el símbolo principal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo náhuatl y representa la presencia de Dios, la plenitud, el centro del espacio y del tiempo.

En la imagen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios y marca el lugar donde se encuentra Nuestro Señor Jesús en su vientre.

Forjadora de una nación

Mucho se ha escrito de la identidad del mexicano, ha sido difícil definirnos como nación unida y a pesar de nuestros contrastes culturales, educativos, económicos y sociales si existe un punto de unión que no distingue raza, ni clase social: es la identificación con la Virgen de Guadalupe.

Símbolo de encuentro entre todos los mexicanos, incluso entre los no creyentes. Su mensaje es de paz, de reconciliación, de solidaridad y de unidad.

Mexicanos volad presurosos
del pendón de la Virgen en pos,
y en la lucha saldréis victoriosos…

Entrevistas: Federico González W y Guadalupe Solis.
Investigación y redacción: Ma. Teresa Guevara de Urrutia.


FELIZ FIESTA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE!!


¡Feliz Fiesta de la Virgen de Guadalupe!
Por Abel Camasca


 (ACI).- “No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, le dijo la Virgen de Guadalupe al afligido Juan Diego un 12 de diciembre de 1531. Ella, la Emperatriz de América y Patrona de México, quiso dejar su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del Amor de Dios para creyentes y no creyentes.

Con motivo de esta gran celebración, las puertas de Basílica de San Pedro se abrirán hoy para que el Papa Francisco junto a miles de fieles latinoamericanos y 750 sacerdotes concelebrantes festejen una gran Misa criolla en castellano.


La historia de la Virgen del Tepeyac

Solo diez años después de la conquista de México, los misioneros tenían poco éxito en la evangelización y conversión de los nuevos pueblos, en gran parte por el mal ejemplo de los que llamándose cristianos, abusaban de los nativos.

El 9 de diciembre de 1531 la Virgen se le apareció a un humilde indio, convertido al cristianismo, llamado Juan Diego, en un lugar denominado Tepeyac. María se presentó como “la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios”.


La Reina del Cielo le encomendó que en su nombre le pidiese al Obispo Capitalino, el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una Iglesia en el lugar de la aparición.

El Obispo no aceptó la idea y la Virgen le pidió que insistiera. Al día siguiente, Juan Diego volvió a encontrar al Prelado, quien lo examinó en la doctrina cristiana y le pidió pruebas objetivas del prodigio.

El martes 12 de diciembre, la Virgen se le presentó y consoló a Juan Diego diciéndole “No temas…”  porque su tío ya estaba curado. Luego lo invitó a subir a la cima de la colina del Tepeyac para que recogiera flores y se las trajera.

A pesar de la estación invernal y la aridez del lugar, San Juan Diego encontró flores muy hermosas y la colocó en su “tilma”. La Virgen entonces le mandó que se las presentara al Obispo.

Estando frente al Prelado, el Santo abrió su “tilma” y dejó caer las flores. En el tejido apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe y el Obispo y demás presentes cayeron de rodillas con gran asombro. Luego el Obispo pidió perdón.

Al día siguiente fueron al monte del Tepeyac, donde de inmediato la gente se ofreció para elevar el templo. Juan Diego pidió permiso y fue presurosamente a ver a su tío Juan Bernardino, que había estado muy grave de salud, y al llegar vio que su pariente estaba recuperado.

Allí Juan Diego le contó lo sucedido y el tío respondió diciendo que la Virgen también se le había aparecido y que Ella le había pedido que contara lo de su curación al Obispo.

Con el manto, la Virgen trajo reconciliación entre nativos y españoles porque con los símbolos que allí aparecen, las dos culturas podían entender perfectamente el mensaje del Cielo. De igual modo, les ayudó a comprender que la fe cristiana no es propiedad de nadie, sino un don de amor para todos.


En los 7 años después de las apariciones, hubo una conversión de 8 millones de nativos. Lo que es un promedio de 3 mil hombres diarios y que hace recordar a la predicación de San Pedro en el día de Pentecostés, en el que también se convirtieron 3 mil hombres aquella fecha.

Cada año se acercan a la venerada imagen alrededor de 20 millones de fieles y en el día de su fiesta, se calcula que casi tres millones acuden al santuario.

“Mucho quiero, ardo en deseos de que aquí tengan la bondad de construirme mi templecito, para allí mostrárselo a ustedes, engrandecerlo, entregárselo a Él, a Él que es todo mi amor, a Él que es mi mirada compasiva, a Él que es mi auxilio, a Él que es mi salvación”, dijo la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego.

“Porque en verdad yo me honro en ser madre compasiva de todos ustedes, tuya y de todas las gentes que aquí en esta tierra están en uno, y de los demás variados linajes de hombres, mis amadores, los que a mí clamen, los que me busquen, los que me honren confiando en mi intercesión. Porque allí estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus diferentes miserias, sus penas, sus dolores”, añadió la Madre de las Américas.

*******************



Historia de la Virgen de Guadalupe

Un sábado de 1531 a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que residía a la ciudad de México a asistir a sus clases de catecismo y a oír la Santa Misa. Al llegar junto al cerro llamado Tepeyac amanecía y escuchó una voz que lo llamaba por su nombre.

Él subió a la cumbre y vio a una Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual con palabras muy amables y atentas le dijo: "Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los que me invoquen y en Mí confíen. Ve donde el Señor Obispo y dile que deseo un templo en este llano. Anda y pon en ello todo tu esfuerzo".

De regresó a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le repitiera el mensaje. Esta vez el obispo, luego de oir a Juan Diego le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que era su voluntad que se le construyera un templo.

De regreso, Juan Diego halló a María y le narró los hechos. La Virgen le mandó que volviese al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo. La madrugada del 12 de diciembre Juan Diego marchó a toda prisa para conseguir un sacerdote a su tío pues se estaba muriendo. Al llegar al lugar por donde debía encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla. De pronto María salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba.

El indio avergonzado le explicó lo que ocurría. La Virgen dijo a Juan Diego que no se preocupara, que su tío no moriría y que ya estaba sano. Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo.

Una vez ante Monseñor Zumarraga Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe. Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó una ermita en el lugar que había señalado el indio.

Pio X la proclamó como "Patrona de toda la América Latina", Pio XI de todas las "Américas", Pio XII la llamó "Emperatriz de las Américas" y Juan XXIII "La Misionera Celeste del Nuevo Mundo" y "la Madre de las Américas".

La imagen de la Virgen de Guadalupe se venera en México con grandísima devoción, y los milagros obtenidos por los que rezan a la Virgen de Guadalupe son extraordinarios.

INTERPRETACIÓN DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE


Interpretación de la Imagen de la Virgen de Guadalupe


Los pueblos mesoamericanos desde tiempos remotos ya veneraban en el cerro del tepeyac a una deidad llamada Tonantzin (que quiere decir Nuestra Madrecita), por esta razón, fue más fácil la asimilación el mensaje traído por la Virgen María como verdadera Madre de Dios y Madre nuestra.

El nombre de “SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE” ella misma lo dio a Juan Bernardino, tío de Juan Diego, cuando se le apareció para sanarle de sus enfermedades.

Cabello: Lleva el cabello suelto, lo que entre los aztecas es señal de virginidad. Es Virgen y Madre.

Rostro: Su rostro es moreno, ovalado y en actitud de profunda oración. Su semblante es dulce, fresco, amable, refleja amor y ternura, además de una gran fortaleza.

Manos: Sus manos están juntas en señal de recogimiento, en profunda oración. La derecha es más blanca y estilizada, la izquierda es morena y más llena, podrían simbolizar la unión de dos razas distintas.

Embarazo: Su gravidez se constata por la forma aumentada del abdomen, donde se destaca una mayor prominencia vertical que transversal, corresponde a un embarazo casi en su última etapa.

Edad: Representa a una joven que su edad aproximada es de 18 a 20 años.

Estatura: La estatura de la Virgen en el ayate es de 1.43 centímetros.

El cinto: El cinto marca el embarazo de la Virgen. Se localiza arriba del vientre. Cae en dos extremos trapezoidales que en el mundo náhuatl representaban el fin de un ciclo y el nacimiento de una nueva era. En la imagen simboliza que con Jesucristo se inicia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.

Los rayos: La Virgen está rodeada de rayos dorados que le forman un halo luminoso o aura. El mensaje transmitido es: ella es la Madre de la luz, del Sol, del Niño Sol, del Dios verdadero, ella lo hace descender hacia el “centro de la luna” (México de nátuahl) para que allí nazca, alumbre y dé vida.

La luna: La Virgen de Guadalupe está de pie en medio de la luna, y no es casual que la palabra México en nátuahl son “Metz – xic – co” que significan “en el centro de la luna”. También es símbolo de fecundidad, nacimiento, vida. Marca los hilos de la fertilidad femenina y terrestre.

La flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin: es el símbolo principal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo nátuahl y representa la presencia de Dios, la plenitud, el centro del especio y del tiempo. En la imagen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios y marca el lugar donde se encuentra Nuestro Señor Jesucristo en su vientre.

El ángel: Un ángel está a los pies de la Guadalupana con ademán de quien acaba de volar. Las alas son como de águila, asimétricas y muy coloridas, los tonos son parecidos a los del pájaro mexicano tzinitzcan que Juan Diego recordó, anunciándole la aparición de la Virgen de Guadalupe. Sus manos sostienen el extremo izquierdo de la túnica de la Virgen y el derecho del manto.

ORACIONES A LA VIRGEN DE GUADALUPE


Oraciones a la Virgen de Guadalupe

Oración I

¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Oración II

Dios de poder y de misericordia, bendeciste las Américas en el Tepeyac con la presencia de la Virgen María de Guadalupe. Que su intercesión ayude a todos, hombres y mujeres, a aceptarse entre sí como hermanos y hermanas.

Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el mundo. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración III

Santa María de Guadalupe, Mística Rosa, intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice, oye a todos los que te invocan en sus necesidades. Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos: "Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios", alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe. Tú eres nuestra dulce esperanza en las amarguras de esta vida. Danos un amor ardiente y la gracia de la perseverancia final. Amén.

Oración IV

Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra. Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia. Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.

Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras. Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la más tierna, la más compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe.

Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros.

Oración V

Virgen de Guadalupe, Madre de América. Tiende tu protección sobre todas las naciones del Continente y renueva su fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Suscita propósitos de equidad y rectitud en sus gobernantes. Protege a los hermanos de Juan Diego para que no sufran discriminación. Cuida a los niños. Guarda la unidad de las familias... Que desde esta tu Imagen manifiestes siempre tu clemencia, tu compasión y tu amparo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración VI

Virgen Santísima de Guadalupe, Madre y Reina de nuestra patria. Aquí nos tienes humildemente postrados ante tu prodigiosa imagen. En Ti ponemos toda nuestra esperanza. Tú eres nuestra vida y consuelo. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada podremos temer. Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena e intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el momento de la muerte, para que alcancemos la eterna salvación del alma. Amén.

**************

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe


¡Oh Virgen de Inmaculada,
Madre del verdadero Dios y Madre de Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
De una plena fidelidad a Jesucristo a su Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos
Los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios
y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
Para que estén muy unidas, y bendice a la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión,
Enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestra culpas
y pecados en el sacramento de la Penitencia,
que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos, 
Que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
Con nuestros corazones libres de mal y de odios,
Podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén

Juan Pablo II

México, enero de 1979
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...