domingo, 12 de marzo de 2017

A LOS JÓVENES ESPOSOS


A los jóvenes esposos



Cuando Dios regala a una familia un hijo, la alegra con una preciosa donación, confiando que los padres de la criatura la cuidarán con responsabilidad hasta la edad adulta. Se ha escrito mucho sobre cómo educar a los niños y a los adolescentes. Por eso, cuando encuentro sobre el tema una orientación luminosa, breve y perfecta, siento el deseo de compartirla para que todos aprovechen ese condensado de sabiduría. Lee y medita.

Si el supremo Creador te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que confía a tus cuidados. Haz que ese hijo hasta los diez años, te admire. Hasta los 20, te ame. Y hasta la muerte, te respete. Sé para ese hijo hasta los diez, su padre. Hasta los 20 años, su maestro y hasta la muerte, su amigo.

Qué metas simples pero exigentes: ser para el hijo un padre, un maestro y un amigo, poniendo sin embargo el acento hasta los diez años, en la paternidad protectora, hasta los veinte en la docencia del difícil arte de vivir honestamente, y hasta la muerte en la amistad que todo lo comparte con humildad y sabiduría. Gracias, hermano/a, por acercarte a este sitio web. Hasta mañana.


* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO: LA CRUZ NO ES UN ADORNO, SINO EL SÍMBOLO DE LA FE CRISTIANA


Papa Francisco: La cruz no es un adorno para llevar, sino el símbolo de la fe cristiana
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 12 Mar. 17 / 06:58 am (ACI).- En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco invitó a los fieles a que en Cuaresma se contemple “devotamente la imagen del crucifijo”, porque no es un adorno más para llevar, sino “el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de Jesús, muerto y resucitado por nosotros”.

“La cruz cristiana no es un utensilio de la casa o un adorno para llevar, sino la cruz cristiana es un recordatorio del amor con que Jesús se sacrificó para salvar a la humanidad del mal y del pecado”, expresó el Santo Padre a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.


En sus palabras previas a la oración mariana, Francisco reflexionó sobre el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, que relata el episodio de la Transfiguración del Señor.

Jesús “toma a parte a tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. Sale con ellos a un monte alto y viene este singular fenómeno: el rostro de Jesús ‘brilló como el sol y sus vestimentas se tornaron blancas como la luz’”.

De este modo, indicó Francisco, “el Señor hizo resplandecer en su propia persona aquella gloria divina que se podía recibir con la fe, en su predicación y en sus gestos milagrosos. Y a la transfiguración le acompaña, sobre el monte, la aparición de Moisés y de Elías, ‘que conversaban con Él’”.

El Papa explicó que “la luminosidad que caracteriza este evento extraordinario simboliza su finalidad: iluminar las mentes y los corazones de los discípulos a fin de que puedan comprender claramente quién es su Maestro”.

Esta luz, dijo el Papa, ilumina toda persona de Cristo, quien quiere preparar a los suyos frente a lo que sucederá en Jerusalén.

“Ahora firmemente en el camino de Jerusalén, donde tendrá que sufrir la pena de muerte por crucifixión, Jesús quiere preparar a los suyos para este escándalo demasiado fuerte para su fe y, al mismo tiempo, anunciar su resurrección, manifestándose como el Mesías, el Hijo de Dios”, señaló.

“De hecho, Jesús se estaba mostrando como un Mesías diferente a lo esperado, a aquel que se imaginaban: no un rey poderoso y glorioso, sino un siervo humilde y desarmado; no un señor de gran riqueza, un signo de bendición, sino como un hombre pobre que no tiene donde reclinar la cabeza; no un patriarca con una numerosa descendencia, sino un célibe sin casa y sin nido”.

“Es realmente una revelación de Dios al revés”, afirmó el Papa, e indicó que “el signo más desconcertante” es la cruz.

“Pero precisamente a través de la cruz, Jesús alcanzará la gloriosa resurrección” y que será definitiva. “Jesús transfigurado en el monte Tabor quiso mostrar a sus discípulos su gloria, no para evitarles pasar por la cruz, sino para indicar a dónde lleva la cruz. El que muere con Cristo, con Cristo resucitará. Y la cruz es la puerta de la resurrección. Quien lucha junto a Él, con Él triunfará”, afirmó.

Francisco dijo que “este es el mensaje de esperanza que la cruz de Jesús contiene, exhortando a la fortaleza de nuestra existencia”.

Por ello, animó a los cristianos para que en este tiempo de Cuaresma, contemplen “devotamente la imagen del crucifijo: es el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de Jesús, muerto y resucitado por nosotros. Nos aseguramos de que la cruz marque las etapas de nuestro camino cuaresmal para comprender cada vez más plenamente la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el que el Redentor nos ha salvado, a todos nosotros”.

“La Virgen ha sabido contemplar la gloria de Jesús escondida en su humanidad. Ella nos ayude a estar con Él en la oración silenciosa, a dejarnos iluminar por su presencia, para llevar en el corazón, a través de las noches más oscuras, un reflejo de su gloria”, concluyó.

TRANSFIGURACIÓN, LO QUE CRISTO ES

Transfiguración, lo que Cristo es
Segundo domingo Cuaresma. ¿Sabemos nosotros llenar esos pozos de tristeza con la auténtica felicidad, que es Cristo?


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




La Transfiguración del Señor es particularmente importante para nosotros por lo que viene a significar. Por una parte, significa lo que Cristo es; Cristo que se manifiesta como lo que Él es ante sus discípulos: como Hijo de Dios. Pero,además, tiene para nosotros un significado muy importante, porque viene a indicar lo que somos nosotros, a lo que estamos llamados, cuál es nuestra vocación.

Cuando Pedro ve a Cristo transfigurado, resplandeciente como el sol, con sus vestiduras blancas como la nieve, lo que está viendo no es simplemente a Cristo, sino que, de alguna manera, se está viendo a sí mismo y a todos nosotros. Lo que San Pedro ve es el estado en el cual nosotros gloriosos viviremos por la eternidad.

Es un misterio el hecho de que nosotros vayamos a encontrarnos en la eternidad en cuerpo y alma. Y Cristo, con su verdadera humanidad, viene a darnos la explicación de este misterio. Cristo se convierte, por así decir, en la garantía, en la certeza de que, efectivamente, nuestra persona humana no desaparece, de que nuestro ser, nuestra identidad tal y como somos, no se acaba.
Está muy dentro del corazón del hombre el anhelo de felicidad, el anhelo de plenitud. Muchas de las cosas que hacemos, las hacemos precisamente para ser felices. Yo me pregunto si habremos pensado alguna vez que nuestra felicidad está unida a Jesucristo; más aún, que la Transfiguración de Cristo es una manifestación de la verdadera felicidad.

Si de alguna manera nosotros quisiéramos entender esta unión, podríamos tomar el Evangelio y considerar algunos de los aspectos que nos deja entrever. En primer lugar, la felicidad es tener a Cristo en el corazón como el único que llena el alma, como el único que da explicación a todas las obscuridades, como dice Pedro: "¡Qué bueno es estar aquí contigo!". Pero, al mismo tiempo, tener a Cristo como el único que potencia al máximo nuestra felicidad.

Las personas humanas a veces pretendemos ser felices por nosotros mismos, con nosotros mismos, pero acabamos dándonos cuenta de que eso no se puede. Cuántas veces hay amarguras tremendas en nuestros corazones, cuántas veces hay pozos de tristeza que uno puede tocar cuando va caminando por la vida.

¿Sabemos nosotros llenar esos pozos de tristeza, de amargura o de ceguera con la auténtica felicidad, que es Cristo? Cuando tenemos en nuestra alma una decepción, un problema, una lucha, una inquietud, una frustración, ¿sabemos auténticamente meter a Jesucristo dentro de nuestro corazón diciéndole: «¡Qué bueno es estar aquí!»?

Hay una segunda parte de la felicidad, la cual se ve simbolizada en la presencia de Moisés y de Elías. Moisés y Elías, para la mentalidad judía, no son simplemente dos personaje históricos, sino que representan el primero la Ley, y el segundo a los Profetas. Ellos nos hablan de la plenitud que es Cristo como Palabra de Dios, como manifestación y revelación del Señor a su pueblo. La plenitud es parte de la felicidad. Cuando uno se siente triste es porque algo falta, es porque no tiene algo. Cuando una persona nos entristece, en el fondo, no es por otra cosa sino porque nos quitó algo de nuestro corazón y de nuestra alma. Cuando una persona nos defrauda y nos causa tristeza, es porque no nos dio todo lo que nosotros esperábamos que nos diera. Cuando una situación nos pone tristes o cuando pensamos en alguien y nos entristecemos es porque hay siempre una ausencia; no hay plenitud.

La Transfiguración del Señor nos habla de la plenitud, nos habla de que no existen carencias, de que no existen limitaciones, de que no existen ausencias. Cuántas veces las ausencias de los seres queridos son tremendos motivos de tristeza y de pena. Ausencias físicas unas veces, ausencias espirituales otras; ausencias producidas por una distancia que hay en kilómetros medibles, o ausencias producidas por una distancia afectiva.

Aprendamos a compartir con Cristo todo lo que Él ha venido a hacer a este mundo. El saber ofrecernos, ser capaces de entregarnos a nuestro Señor cada día para resucitar con Él cada día. "Si con Él morimos -dice San Pablo- resucitaremos con Él. Si con Él sufrimos, gozaremos con Él". La Transfiguración viene a significar, de una forma muy particular, nuestra unión con Cristo.

Ojalá que en este día no nos quedemos simplemente a ver la Transfiguración como un milagro más, tal vez un poquito más espectacular por parte de Cristo, sino que, viendo a Cristo Transfigurado, nos demos cuenta de que ésa es nuestra identidad, de que ahí está nuestra felicidad. Una felicidad que vamos a ser capaces de tener sola y únicamente a través de la comunión con los demás, a través de la comunión con Dios. Una felicidad que no va a significar otra cosa sino la plenitud absoluta de Dios y de todo lo que nosotros somos en nuestra vida; una felicidad a la que vamos a llegar a través de ese estar con Cristo todos los días, muriendo con Él, resucitando con Él, identificándonos con Él en todas las cosas que hagamos.

Pidamos para nosotros la gracia de identificarnos con Cristo como fuente de felicidad. Pidámosla también para los que están dentro de nuestro corazón y para aquellas personas que no son capaces de encontrar que estar con Cristo es lo mejor que un hombre o que una mujer pueden tener en su vida.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 12 DE MARZO 2017


Los cinco minutos de María
Marzo 12



Dios toma la iniciativa y sale al encuentro del hombre para salvarlo. Pero Dios no salva al hombre sin la colaboración del hombre. “El que te creó a ti, no te va a salvar sin ti” decía San Agustín.

María vio en el ángel al enviado de Dios y sus palabras fueron escuchadas por María como palabras de Dios. Por eso su respuesta no fue dirigida tanto al ángel cuanto a Dios, a cuya disposición su puso incondicionalmente.

María, enséñanos a ponernos a disposición de Dios y a colaborar en nuestra salvación y en la de nuestros hermanos.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ DOMINGO


sábado, 11 de marzo de 2017

EXPERIENCIAS DEL MÁS ALLÁ


“Experiencias del más allá”



Este es el título de un libro del P. Ángel Peña sobre experiencias de personas dadas clínicamente por muertas, que han podido vislumbrar un poco del más allá. El infierno existe, al igual que el cielo y el purgatorio. Esto se comprueba de modo existencial, no con documentos de la Iglesia o vidas de santos. Que sepas aprovechar estos testimonios para vivir de cara a la eternidad.

Dorothy estaba para dar a luz, y dice: “Mientras estaba tendida en la mesa de operaciones, esperando a que el médico me hiciera la cesárea, empecé a desfallecer. Se lo dije al anestesista y me dio oxígeno, pero eso no me sirvió de nada. Recuerdo haber oído que le gritaba al doctor que me estaba bajando la presión... Y me encontré en el cielo. Allí todo era maravilloso. Había una paz infinita. Jesús empezó a hablarme y me decía: “Dottie, te dejo aquí en la tierra con una finalidad”. En ese momento, me lo explicó todo. Mientras me hablaba, yo pensaba por qué me habría elegido a mí para revelarme esas cosas. Cuando terminó de hablar, me alejé flotando de ese hermoso lugar y volví a sentir mi cuerpo en la mesa de operaciones. Me llevaron otra vez a la habitación”.

En la actualidad, este tema ha sido estudiado por investigadores de todo el mundo, cardiólogos, siquiatras, pediatras, anestesistas, sicólogos, teólogos, sociólogos y otros  especialistas médicos o estudiosos de otras disciplinas. Todos están de acuerdo en que estas experiencias son reales y que no son fruto de alucinaciones o de imaginaciones arbitrarias. Que reafirmen tu fe.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 11 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 11


Según leemos en el Evangelio, una buena mujer alabó a María por ser la madre de Jesús. Jesús no negó aquella alabanza, pero puntualizó que era más dichosa aún por escuchar la Palabra de Dios y practicarla (Lc 11, 27-28).

Nuestra vida debe acomodarse al espíritu del Evangelio; sus máximas y normas son las que deben regir nuestra vida; nuestros criterios han de ir por las líneas que nos traza. Debemos juzgar los acontecimientos con la escala de valores que el Evangelio nos propone.

María, ayúdanos a escuchar la Palabra de Dios en las Escrituras y en los acontecimientos de nuestra vida.


* P. Alfonso Milagro

LA CUARESMA CON LA VIRGEN MARÍA

La Cuaresma con María

De la misma manera que el antiguo pueblo de Israel marchó durante cuarenta años por el desierto para poder ingresar a la Tierra Prometida, la Iglesia, Nuevo Pueblo de Dios, se prepara para vivir y celebrar la Pascua del Señor. A lo largo de cuarenta días nos vamos disponiendo para acoger cada vez más profundamente en nuestras vidas el misterio central de nuestra fe. A este tiempo especial de preparación para la Pascua lo llamamos "Cuaresma".

En efecto, la Cuaresma no es un viejo residuo de anticuadas prácticas ascéticas. Tampoco es un tiempo depresivo y triste. Se trata de un momento especial de purificación, para poder participar con mayor plenitud del misterio pascual del Señor (cf. Rm 8,17).

Tiempo de conversión

La Cuaresma es un tiempo privilegiado para intensificar el camino de la propia conversión. Este camino supone cooperar con la gracia para dar muerte al hombre viejo que actúa en nosotros. Se trata de romper con el pecado que habita en nuestros corazones, alejarnos de todo aquello que nos aparta del Plan de Dios y, por consiguiente, de nuestra felicidad y realización personal.

En efecto, la vida cristiana no es otra cosa que hacer eco en la propia existencia de aquel dinamismo bautismal, que nos selló para siempre: morir al pecado para nacer a una vida nueva en Jesús, el Hijo de María (cf. Jn 12,24). Esa es la opción del cristiano: la opción radical, coherente y comprometida, desde la propia libertad, que nos conduce al encuentro con Aquel que es Camino, Verdad y Vida (cf. Jn 14,6), encuentro que nos hace auténticamente libres y nos manifiesta la plenitud de nuestra humanidad.

Todo esto supone una verdadera renovación interior, un despojarse del hombre viejo para revestirse del Señor Jesús. En palabras de Pablo VI: "Solamente podemos llegar al reino de Cristo a través de la metanoia, es decir, de aquel íntimo cambio de todo el hombre –de su manera de pensar, juzgar y actuar– impulsados por la santidad y el amor de Dios, tal como se nos ha manifestado a nosotros este amor en Cristo y se nos ha dado plenamente en la etapa final de la historia".

Esta es la gran aventura de ser cristiano, a la cual todo hijo de María está invitado. Camino que no está libre de dificultades y tropiezos, pero que vale la pena emprender, pues sólo así el ser humano da respuesta a sus anhelos más profundos, y encuentra su propia felicidad.

Viviendo la Cuaresma

Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal. Ante todo, está la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la oración, el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre a la acción del Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa (cf. Lc 1,38).

Asimismo, también debemos intensificar la escucha y meditación atenta a la Palabra de Dios, la asistencia frecuente al sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía, lo mismo que la práctica del ayuno, según las posibilidades de cada uno (cf. SC,110).

La mortificación y la renuncia en las circunstancias ordinarias de nuestra vida, también constituyen un medio concreto para vivir el espíritu de Cuaresma. No se trata tanto de crear ocasiones extraordinarias, sino más bien, de saber ofrecer aquellas circunstancias cotidianas que nos son molestas, de aceptar con humildad, gozo y alegría, los distintos contratiempos que se nos presentan a diario. De la misma manera, el renunciar a ciertas cosas legítimas nos ayuda a vivir el desapego y desprendimiento.

De entre las distintas prácticas cuaresmales que nos propone la Iglesia, la vivencia de la caridad ocupa un lugar especial. Así nos lo recuerda San León Magno: "Estos días cuaresmales nos invitan de manera apremiante al ejercicio de la caridad; si deseamos llegar a la Pascua santificados en nuestro ser, debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de esta virtud, que contiene en sí a las demás y cubre multitud de pecados".

Esta vivencia de la caridad debemos vivirla de manera especial con aquel a quien tenemos más cerca, en el ambiente concreto en el que nos movemos. De esta manera, vamos construyendo en el otro "el bien más precioso y efectivo, que es el de la coherencia con la propia vocación cristiana" (Juan Pablo II).

María modelo y compañera

En este camino que nos prepara para acoger el misterio pascual del Señor, no puede estar ausente la Madre. María está presente durante la Cuaresma, pero lo está de manera silenciosa, oculta, sin hacerse notar, como premisa y modelo de la actitud que debemos asumir.

Durante este tiempo de Cuaresma, es el mismo Señor Jesús quien nos señala a su Madre. Él nos la propone como modelo perfecto de acogida a la Palabra de Dios. María es verdaderamente dichosa porque escucha la Palabra de Dios y la cumple (cf. Lc 11,28).

Caminemos en compañía de María la senda que nos conduce a Jesús. Ella, la primera cristiana, ciertamente es guía segura en nuestro peregrinar hacia la configuración plena con su Hijo.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 10 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 10



Si María es toda ella modelo para nuestra vida, lo es especialmente en la oración. La oración de María se resume en aquella palabra “fiat” (“hágase”), con la que respondió al Ángel y aceptó ser Madre del Dios Redentor.

Ella pronunció la oración perfecta: “Aquí está la humilde esclava del Señor, la servidora del Señor, para hacer su voluntad”
Así tiene que ser nuestra oración: dispuestos a aceptar la voluntad de Dios, dejemos que el Señor desarrolle en nosotros sus planes y los proyectos que Él tiene sobre nuestra vida.

María, maestra de la fe, ábrenos los ojos para descubrir que el Señor quiere hacer en nosotros cosas maravillosas.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 9 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 9




La comunión con nuestros hermanos, los hombres, se realiza en el amor de nuestra Madre, en su Corazón.

Si los hermanos cristianos estamos separados, es nuestra Madre la que debe conseguirnos la unidad; solamente ella podrá alcanzarnos que cumplamos el precepto que su Hijo nos dejó: “Ámense los unos a los otros”.

No olvidemos que, para acercarnos a Dios, es preciso acercarnos primero a los hermanos; para comulgar con Dios, previamente hay que comulgar con los hermanos.

María, contágianos tu confianza en Dios, para que seamos servidores de su proyecto.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA



miércoles, 8 de marzo de 2017

DIOS HABLA E INVITA

Dios habla e invita



Ojalá tuvieras un oído atento y un corazón sensible para escuchar al Señor. Él, en la Sagrada Escritura, llama a una vida más plena y envía a hacer presente a Jesús en medio del mundo.

No hay cristianos de primera y cristianos de segunda. Todo cristiano es elegido, llamado y enviado por Jesús, para ser protagonista activo en la construcción de una sociedad más humana y cristiana. Cada uno en los sectores que le son propios: la vida familiar, las instituciones civiles, el mundo de los que sufren, enfermos, ancianos,  encarcelados. También en los esfuerzos políticos para construir una patria de hermanos; en las periferias pobres de las ciudades; en las fábricas, las oficinas, y las organizaciones sindicales, barriales y deportivas; en el mundo empresarial y financiero; en la educación y la cultura, en las artes y los medios de comunicación.

Si estás enamorado de Jesús, con sinceras convicciones y coherencia de vida, puedes y debes ser evangelizador y misionero, un enviado y profeta… aunque te sientas poco preparado. También a ti como a Amós, aquel sencillo pastor de bueyes y cultivador de higos, Dios te dice al corazón: “Anda y  profetiza a mi pueblo”. (APC).


* Enviado por el P. Natalio

ESTE PAÍS TENDRÁ UNO DE LOS MONUMENTOS MÁS GRANDES DEDICADO A LA VIRGEN MARÍA


Este país tendrá uno de los monumentos más grandes del mundo dedicado a la Virgen María



ZAGREB, 07 Mar. 17 / 04:20 pm (ACI).- Una imagen de Nuestra Señora de Loreto que tendrá una altura de 17 metros se construye en la ciudad de Primosten en Croacia, un monumento que será de los más grandes del mundo construido en honor a la Virgen María.

“Este proyecto es único en Croacia y más allá”, dijeron desde la Municipalidad de Primosten, según informa el diario Total Croatia News.

“Ha sido objeto de gran interés y la bendición nos la ha dado la Santa Sede y el Papa Francisco”, agregaron.

Los habitantes de Primosten son conocidos por tener una particular devoción a la Virgen de Loreto. En honor a ella realizan una celebración especial los días 9 y 10 de mayo.

El tamaño de la imagen permitirá que, con el cielo despejado, pueda ser apreciada desde la costa italiana que se encuentra cerca.

La construcción de la imagen se hace en colaboración con La Vía Lauretana, una iniciativa que permite conectar los santuarios marianos en Europa, un esfuerzo conjunto con el Itinerario Europeo Cultural de la Iniciativa del Consejo de Europa.

En este sentido, el alcalde de Primosten, Stipe Petrina, se ha reunido con diversos líderes de la Vía Lauretana para ayudar a unir los santuarios marianos en Italia y Croacia, para promover el turismo sostenible y el desarrollo.

Nuestra Señora de Loreto es una advocación mariana ligada a la historia de la traslación de la casa donde vivió la Virgen María, hacia Loreto en Italia, en donde actualmente se erige un santuario en su honor.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 8 DE MARZO

Los cinco minutos de María
Marzo 8




Hermosa y plena de sugerencias la letra del canto a María ya ampliamente difundido entre el pueblo devoto: “Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”.

Es que hacer el camino de la vida solo y sin compañía resulta molesto y pesado, mientras que un buen compañero de viaje ayuda a realizar el camino con más energías y con mayor entusiasmo.
Pero si la que nos acompaña en el camino de la vida es nada menos que la dulce Virgen María, entonces el peregrinar se transforma en algo placentero y atrayente.

Por otra parte, nadie puede caminar mejor que ella en el camino que nos conduce a Jesús y, por Jesús, al Padre celestial.
María, cuida con amor y ternura a tus hijos que todavía peregrinan hacia la casa de Dios Padre.


* P. Alfonso Milagro

ABRAZANDO LA CRUZ... PARA TI MUJER


Abrazando la cruz...para ti mujer
En cualquier parte del mundo existe el dolor... y a ti, te ha alcanzado su dardo.


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Me han dicho que sufres, y que sufres mucho. Que sabías que había dolor en el mundo pero nunca pensaste en que a ti te alcanzaría... ¡Y en qué forma!

Quisiera llegar a tu corazón, mujer que sufres.

En cualquier parte del mundo existe el dolor, y a ti, seas del lugar que seas, te ha alcanzado su dardo. No se quién eres...tal vez la luna ha besado ya tus cabellos dejando en ellos sus rayos de plata y tus ojos tienen la profundidad de la experiencia de una larga vida compuesta de muchas realidades y ya muy pocos sueños...
Tu corazón sufre lo que jamás imaginaste, la amargura sin igual que te ha proporcionado ese hijo o hija en el que pusiste todas tu esperanzas, al que meciste en tus brazos, el que apretaste contra tu corazón para que nadie lo hiriese ¡por el que tanto te sacrificaste! y ahora... tu sola mujer, puedes conocer toda la magnitud de tu dolor.

También puede ser que seas joven, muy joven. Aún esperas, mejor dicho, esperabas mucho de la vida... aún resuenan en tus oídos las notas de aquella marcha nupcial en la mañana radiante en que unías tu vida a la de aquel hombre, que ahora ya, ¡no tienes a tu lado!... o tal vez, y permíteme que te diga que así es más profunda tu tragedia, lo tengas junto a ti y sin embargo la inmensidad de un abismo os separa... tal vez teniéndolo a tu lado te sientes infinitamente sola.

No lo se, quizá tengas el gran dolor de una madre que ve la cuna vacía... Oh, mujer, yo no lo se pero tu si sabes cual es tu historia y por qué te duele tanto el corazón, por qué hay veces que te pesa tanto la vida...

Yo no me atrevo a entrar en tu alma pero me acerco a ti con respeto y cariño. Quisiera llevar hasta ti, no el remedio a tus penas, pero si un poco de serenidad y paz, aún a pesar de tu dolor. Quiero pedirte que seas valiente y que no pierdas tu fe. Si te acercas a un Cristo clavado en una Cruz se abrirán tus ojos, pues no hay dolor como su dolor y que como bien dicen los teólogos de la Verdad: era suficiente solo una gota de sangre, la más ligera humillación, un solo deseo que hubiera brotado de su corazón, para la redención completa de la Humanidad y sin embargo...¡contémplalo! está en la Cruz para que sepas que su corazón te comprende, que pasó por todos tus dolores y más y ese Cristo es tu Dios que muere en un Cruz para que cuando sufras lo tengas muy presente.

Míralo bien. Dile que le das tu corazón herido para que de tus espinas florezcan rosas fragantes que deseas poner en sus llagados pies ¡clavados en la Cruz para esperarte! Se valiente.

Quisiera que grabaras en tu memoria pero sobre todo en tu corazón estas palabras hermosas y llenas de gran sabiduría: "No es el sufrir sino la manera de sufrir, lo que dignifica". Es preciso tratar bien a las espinas ¡más sufre el que las pisa que el que las besa!. Pasa por la vida heroicamente y poniendo tu alma adolorida en el Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, hallarás el consuelo que jamás imaginaste.

Quiero que seas valiente y que sonrías...Se que eso cuesta mucho pero aún voy a atreverme a pedirte más: que si hay alguien o algo que tienes que perdonar, que perdones. Perdona a quién robó tu calma, tu felicidad, a quién no tuvo reparo en destrozar tu vida, tus sueños, a quién te hundió en la soledad y el abandono. A quién te hizo mucho daño...¡perdónalo!.

Arranca de tu corazón hasta la más leve sombra de rencor y verás cuánta más luz hay en tu vida. Verás que así te sientes más buena y mucho más valiente para caminar con tu cruz. No lleves tu pesada cruz arrastras, abrázala contra tu corazón, esa cruz pesa mucho ya lo se, pero abrazada a ella ya es diferente y serás la mujer fuerte de la que nos habla el Evangelio, una mujer nueva y total.

¡Que el Señor nos de fuerza a todos, cuando el dolor nos alcanza, para abrazar nuestra cruz!

DIOS Y LA MUJER

Dios y la mujer



Satanás es un ángel caído y no puede cambiar sustancialmente ni en su ser ni en la forma que tiene de actuar. Por eso vemos que en estos tiempos está usando nuevamente la misma arma que usó en el Paraíso terrenal.

Efectivamente el demonio quiso corromper a Eva y así se adueñó de la Humanidad. Hasta que vino Cristo y rescató la Humanidad de las manos del Maligno, y dio a la mujer el lugar que le corresponde, como lo podemos ver en el Evangelio puesto que el Señor quiso hacerse acompañar de mujeres que lo consolaron y que fueron las destinatarias también del primer anuncio de su Resurrección.

Ése es el verdadero puesto que Dios le ha dado a la mujer como reina del hogar, reina de la familia y como Madre de los vivientes, pues eso significa “Eva”. Es decir, que la mujer es madre por naturaleza, aunque no haya engendrado físicamente. La mujer está hecha para amar, y tanto en el bien como en el mal, es todo corazón.

Ahora bien, en estos tiempos el diablo y sus secuaces vuelven a querer corromper a la mujer porque saben muy bien que corrompiendo a la mujer, se adueñan de la Humanidad entera.

Pero esta vez están cometiendo un error táctico imperdonable, pues quieren volver a la mujer poco menos que un varón, quieren que las mujeres se vuelvan algo así como marimachos, y ése es su error, puesto que las mujeres que tienen inteligencia, se dan cuenta de que estos grupos de presión, detrás de los cuales está el mismo demonio, no buscan el bien de la mujer, sino todo lo contrario, hacer a la mujer un ser frío que no cumple la misión que Dios le ha dado en la Creación, que es la de ser una “ayuda adecuada” como se lee en el Génesis.

Es lógico que el diablo esté apurado por poner todo patas arriba, pues quiere mostrarse cuanto antes como señor del mundo por medio de su hijo predilecto, el Anticristo, que lo negará todo y que podría llamarse “Negación”. No estamos lejos de ese tiempo, y la cuna para su nacimiento ya está casi preparada.

Pero como los demonios son oscuridad, no ven claro, y temen esta derrota. Y será una mujer, la Madre de Dios, quien pondrá las cosas en su lugar.

Dios es orden. Satanás es desorden. Por lo tanto cuando veamos orden, sepamos que allí reina Dios. Cuando veamos desorden, inversión de los sexos, pecado, maldad, allí reina Satanás.

Y para terminar citaremos aquí unos versículos del Apocalipsis que viene muy bien tenerlos presentes porque se están cumpliendo actualmente:

Y me dijo: "No selles las palabras proféticas de este libro, porque el Tiempo está cerca. Que el injusto siga cometiendo injusticias, y el manchado siga manchándose; que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose. Mira, vengo pronto y traigo mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su obra." (Apocalipsis 22, 10-12)



© Sitio Santísima Virgen

FELIZ MIÉRCOLES


martes, 7 de marzo de 2017

FORTALEZA EN LA LUCHA


Fortaleza en la lucha



Sufrir tentaciones o pruebas es una situación normal del hombre. Surgen de nuestra naturaleza inclinada al mal, o también del enemigo de Dios o de ese mundo que vive al margen de la ley divina. La tentación es una incitación a pecar. También los santos pasaron por tentaciones. Pero lucharon y triunfaron.

Abba Poimén contaba que el famoso ermitaño Juan Colobos había rogado a Dios que le quitara sus pasiones y lo convirtiera en un ser libre de toda inquietud. Y le fue concedido. Pero, después de un tiempo fue a ver a un Anciano para decirle: —Yo me veo descansando, sin tener ningún combate. Y el Anciano le aconsejó: —Ve y suplica a Dios para combatir nuevamente con la misma aflicción y la misma humildad que tenías antes, ya que es a través de los combates como progresa el alma. Entonces suplicó a Dios y, cuando se produjo el combate, ya no rogó para que lo eximiera de la lucha, sino que le rogó: —Señor, dame fortaleza en los combates.

Las tentaciones te ofrecen una ocasión favorable para vivir la fe en el Señor, acrecentar la humildad y expresarle tu gratitud. Son oportunidad de crecimiento. Aprovéchalas, pero no las busques. “Quien busca el peligro, en él perecerá”. Sé valiente y ten ánimo, con el Señor triunfarás.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 7 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 7


María Santísima habló muy poco; sus palabras, de las que nos queda constancia en el Evangelio, son escasas; pero si no nos animó con sus palabras, sí lo hizo muy elocuentemente con su vida y sus ejemplos.

Las palabras que pronuncias, con las que proclamas tu fe en Jesucristo, y fundamentalmente tus acciones, darán testimonio de tu vida cristiana. Las palabras mueven y los ejemplos arrastran; sé cristiano con tus palabras, pero no lo seas menos con tus ejemplos.
Gracias María, porque al pronunciar tu sí, la humanidad entera comienza su retorno a Dios.


* P. Alfonso Milagro
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