Páginas
- Página principal
- EL SANTO ROSARIO
- EL SANTO ROSARIO - PROMESAS
- ¿QUÉ ES EL SANTO ROSARIO?
- LETANIAS DEL ROSARIO EN IMAGENES
- MAYO, MES DE MARÍA - ORACIONES
- ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA
- GIFS DE LA VIRGEN MARÍA
- LA INMACULADA CONCEPCIÓN
- INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
- VIRGEN DE LA MERCED
- NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
- NUESTRA SEÑORA DESATANUDOS
- NUESTRA SEÑORA VIRGEN DE FÁTIMA
- NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ
- NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
- VIRGEN ROSA MÍSTICA
- VIRGEN MARÍA DOLOROSA
- VIRGEN MARÍA AUXILIADORA
- VIRGEN MARÍA PARA COLOREAR
- VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
- SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
- NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
- MEDITACIONES DE LA VIRGEN MARÍA
- MAYO, MES DE MARÍA
- NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
- VIRGEN DE LOURDES Y SANTA BERNARDITA
- SEMANA SANTA - IMÁGENES
- ADVIENTO 2024 - LECTURAS Y MEDITACIONES
- NAVIDAD 2024 - NOVENA Y MEDITACIONES
- NAVIDAD - PESEBRES NAVIDEÑOS
- TARJETAS DE FELIZ NAVIDAD Y MERRY CHRISTMAS
martes, 26 de diciembre de 2017
lunes, 25 de diciembre de 2017
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 25 DICIEMBRE
Los cinco minutos de María
Diciembre 25
El día de Navidad contemplamos a Jesús en la cuna, pero también se nos presenta la dulce Madre absorta en la contemplación de su divino Hijo, en éxtasis sublime frente a la gloria de la divinidad.
Pobre, muy humilde, muy necesitada en las cosas materiales, pero inmensamente rica al poseer a Dios.
Madre mía: Hoy te recuerdo en Belén cuando te llegó el tiempo de ser madre y diste a luz a Jesús, lo envolviste en pañales y lo acostaste en un pesebre porque para ti y tu Hijo no había lugar en el albergue. Hoy como nunca te siento madre y te consagro mi amor y mi ternura. Haz nacer a tu Hijo Jesús en mi corazón.
* P. Alfonso Milagro
FELIZ NAVIDAD!!!
¡Feliz Navidad!
Si te sientes feliz en Navidad,no te extrañes.
Tienes derecho y razón de ser feliz.
Por: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Si te sientes feliz en Navidad, no te extrañes.
Tienes derecho y razón de ser feliz.
Si en Navidad sientes deseos de hacer las paces con todo el mundo,
hazlo sin dudar.
Los ángeles te lo indican:
Paz a los hombres de buena voluntad.
Si tienes deseos
de hacer las paces con Dios en Navidad,
¿por qué esperar?
Es el momento más adecuado.
No todos los días sientes los mismos deseos.
Es mejor pedir perdón a un Niño
que a un Hombre.
Mejor acudir al tribunal de la Misericordia
que al de la Justicia.
Si te sientes triste en Navidad,
no has entendido.
¿Triste cuando Dios viene a tu encuentro
lleno de amor y ternura?
Si sigues odiando en Navidad,
no has comprendido.
Navidad es la fiesta del Amor,
del Perdón, de la Paz,
por si no lo sabías.
LA NATIVIDAD DEL SEÑOR, 25 DICIEMBRE
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
Solemnidad Litúrgica, 25 de diciembre
Por: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net
Manifestación del Verbo de Dios a los hombres
Con la solemnidad de la Navidad, la Iglesia celebra la manifestación del Verbo de Dios a los hombres. En efecto, éste es el sentido espiritual más importante y sugerido por la misma liturgia, que en las tres misas celebradas por todo sacerdote ofrece a nuestra meditación “el nacimiento eterno del Verbo en el seno de los esplendores del Padre (primera misa); la aparición temporal en la humildad de la carne (segunda misa); el regreso final en el último juicio (tercera misa) (Liber Sacramentorum).
Un antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana del solsticio de invierno "Natalis solis invicti", esto es, el nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más large del año, readquiría nuevo vigor.
Al celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentída por el pueblo, porque coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño Jesús.
En oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el nombre de Epifanía, que quiere decir "manifestación", después la Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano.
Los textos de la liturgia navideña, formulados en una época de reacción contra la herejía trinitaria de Arrio, subrayan con profundidad espiritual y al mismo tiempo con rigor teológico la divinidad y realeza del Niño nacido en el pesebre de Belén, para invitarnos a la adoración del insondable misterio de Dios revestido de carne humana, hijo de la purísima Virgen María.
EL EVANGELIO DE HOY LUNES 25 DICIEMBRE 2017, LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Lecturas de hoy Natividad del Señor
Hoy, lunes, 25 de diciembre de 2017
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (52,7-10):
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es rey!» Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6
R/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (1,1-6):
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo. Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y el será para mí un hijo»? Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,1-18):
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy lunes, 25 de diciembre de 2017
Fernando Prado, cmf
Saludos, amigos,
El día de Navidad es un día para dejarse envolver por el Misterio. Dios. Él, que siendo grande se hizo pequeño, rompe con nuestras pretensiones. Él, que siendo rico se hizo pobre, nos invita a ser agradecidos y a moderar nuestros deseos. Él, que siendo Dios se hizo hombre, ha proclamado la cercanía y la projimidad como características propias de la naturaleza divina.
Este es el gran misterio que celebramos: la projimidad de Dios para con el hombre. Dios, enamorado de nuestra fragilidad y pobreza, ha decidido confiar y creer en nosotros. Se ve que la humanidad, aun con su pecado, ha sido considerada digna de su amor. Dios se ha puesto en nuestras manos. ¡Qué locura!
Así, aun en medio de tanta oscuridad –lo más maravilloso siempre sucede de noche- Dios ha querido acercarse a nosotros con su luz. No es una luz fuerte. Dios ha querido manifestarse débil como un niño. No se impone. Respeta nuestra libertad. Incluso acepta que esta luz no se reciba.
Pero los que la reciben, son agraciados con el poder de saber que son hijos de Dios y, por tanto, herederos de la promesa: “Sabed que yo estaré con vosotros, todos los días, hasta el fin de los tiempos”. Confiados en las palabras de quien es verdaderamente la Luz de las gentes, los cristianos no caminamos a ciegas, sino guiados por esa cercana luz y sintiendo la compañía de esa alegre y confortadora presencia.
Pidamos hoy la gracia de acoger ese misterio de cercanía en nuestra vida. Que descubrir un año más a este Dios que se hace cercano nos inunde con su luz y que haga nuevo el milagro de encender en nosotros la alegría serena de saber que este Dios-con-nosotros camina con nosotros, todos los días, hasta el fin de los tiempos.
Que tengamos un buen día de Navidad. Que el Señor nos bendiga con su cercanía.
Un saludo cordial de vuestro hermano
Fernando Prado, cmf.
domingo, 24 de diciembre de 2017
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 24 DICIEMBRE
Los cinco minutos de María
Diciembre 24
En familia humana el elemento cohesivo, que une estrechamente a todos los integrantes del hogar es, a no dudarlo, la madre, con su ternura, su intuición, su entrega sin reservas.
En la familia de Dios es también ella, la dulce Madre buena, la Virgen María, la que unirá a los hijos de Dios, la que impedirá la dispersión, la que construirá la verdadera comunidad de la Iglesia.
En ella y por ella desaparecen los “yoes” y los “túes” y aflora el “nosotros”; todos juntos, hijos de un mismo Padre Dios y de una misma Madre, la Virgen María.
“María, convertida en mansión estable del Espíritu de Dios” (MC 26), ayúdanos a pronunciar el “nosotros” en toda circunstancia.
* P. Alfonso Milagro
ORACIÓN PARA BENDECIR LA MESA EN NAVIDAD
Oración para bendecir la mesa en Navidad
(ACI).- Las fiestas de Navidad suelen ser ocasión para reunir en casa a familiares y amigos. Compartimos una sencilla oración publicada por la Diócesis de Málaga en España para bendecir la mesa.
Bendice, Señor, nuestra mesa en esta noche de Luz.
Quienes vamos a cenar celebrándote sabemos que la fiesta eres Tú que nos invitas a nacer siempre de nuevo.
Gracias por el pan y el trabajo, por la generosidad y la esperanza.
Llena nuestra mesa de fuerza y ternura para ser personas justas, llena de paz nuestras vidas y que la amistad y la gratitud alimenten cada día del año.
Tú eres bendición para nosotros, por eso, en esta noche fraterna, bendice la tierra toda, bendice nuestro país.
Bendice esta familia y esta mesa.
Bendícenos a cada uno de los que estamos aquí.
Amén.
ORACIÓN FAMILIAR PARA PONER AL NIÑO JESÚS EN EL PESEBRE
Oración familiar para poner al Niño en el pesebre
(ACI).- Antes de la medianoche del 24 de diciembre, cuando estés reunido o reunida con tu familia para colocar la imagen del Niño Dios en el pesebre, te invitamos a recitar esta breve oración para pedirle a Jesús que también nazca en tu corazón y en el de tus seres queridos.
Lector 1:
Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:
En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por nuestros amigos, vecinos y por las personas que trabajan con nosotros.
Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.
Hoy, al contemplar el pesebre, recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.
Lector 2:
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tú nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.
(En este momento alguien de la familia pone al Niño Jesús en el pesebre, o si ya está allí, se coloca un pequeño cirio o una velita delante de Él).
Lector 3:
Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre.
Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.
Amén.
Rezar: 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, 1 Gloria.
Para finalizar se puede entonar algún villancico y todos se dan un abrazo de paz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)