viernes, 12 de octubre de 2018

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 12 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Nuestra Señora del Pilar
Hoy, viernes, 12 de octubre de 2018



Primera lectura
Lectura del primer libro de las Crónicas (15,3-4.15-16;16,1-2):

En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,1.3.4.5

R/. El Señor me ha coronado, 
sobre la columna me ha exaltado

El Señor es mi luz y mi salvación, 
¿a quién temeré? 
El Señor es la defensa de mi vida, 
¿quién me hará temblar? R/.

Si un ejército acampa contra mí, 
mi corazón no tiembla; 
si me declaran la guerra, 
me siento tranquilo. R/.

Una cosa pido al Señor, eso buscaré: 
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; 
gozar de la dulzura del Señor, 
contemplando su templo. R/.

Él me protegerá en su tienda el día del peligro; 
me esconderá en lo escondido de su morada, 
me alzará sobre la roca. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,27-28):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 12 de octubre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

En esta fiesta de Nuestra Señora del Pilar en la que homenajeamos a la Madre de Jesús la liturgia nos regala este texto evangélico en el que Jesús homenajea a su madre dando relieve al vínculo de la fe frente al vínculo de la carne y la sangre. Y es que ésta idea racial había sido para Israel una permanente raíz de malentendidos. Se vinculaba tanto la salvación con el hecho de pertenecer al pueblo elegido, que se caía en un nacionalismo religioso excluyente. Jesús anuncia un Dios para todos, sin exclusiones, al que se llega desde la fe, no reivindicando el "pedigree" religioso. El evangelio de Juan -en especial el episodio de la samaritana-, es prototípico al respecto.

Nosotros también podemos caer en ese riesgo. "Al cielo iremos los de siempre", decía una chiste del humorista Mingote, ironizando sobre esa actitud del creyente tradicional que se fía más de la herencia recibida y las costumbres adquiridas que de la auténtica respuesta personal.

Dios no es una 'póliza de seguros' que se pueda conseguir a cambio de cumplir ciertos ritos o mantener ciertas conductas. Quien se acerca a Dios así corre el riesgo de manipular hasta lo más sagrado en beneficio propio. Y puede ser que tenga todos los papeles en regla, pero lo más probable es que Dios le diga: "No te conozco". Pues lo que son medios para el encuentro con Dios los ha convertido en arneses y correas para sentirse seguro. Y lo que son vías para recibir la justicia salvadora los han transformado en sistemas para sentirse justo, para autojustificarse.

Este fue el conflicto religioso de fondo con los fariseos: El pasaje del fariseo y el publicano cuando oran en el templo nos indica por donde van las preferencias de Dios.

Por tanto, universalismo sin excluisones, apertura, humildad de corazón, sentirse herederos de un don gratuito. Para que Jesús no tenga que volvernos a decir: "los publicanos y las prostitutas os precederán en el reino de los cielos..."

FELIZ VIERNES





jueves, 11 de octubre de 2018

LA VIRGEN Y EL SANTO ROSARIO


La Virgen y el Santo Rosario 



Mientras Santo Domingo predicaba el Rosario cerca de Carcasona, le presentaron un albigense poseído del demonio. Lo exorcizó el Santo en presencia de una gran muchedumbre. Se cree que estaban presentes más de doce mil hombres. Los demonios que poseían a este infeliz fueron obligados a responder, a pesar suyo, a las preguntas del Santo y confesaron:

1. Que eran quince mil los que poseían el cuerpo de aquel miserable, porque había atacado los quince misterios del Rosario.
2. Que con el Rosario que Santo Domingo predicaba causaba terror y espanto a todo el infierno y que era el hombre más odiado por ellos a causa de las almas que arrebataba con la devoción del Rosario.
3. Revelaron, además, muchos otros particulares.

Santo Domingo arrojó su Rosario al cuello del poseso y les preguntó que de todos los santos del cielo, a quién temían más y a quién debían amar más los mortales.

A esta pregunta los demonios prorrumpieron en alaridos tan espantosos que la mayor parte de los oyentes cayó en tierra, sobrecogidos de espanto. Los espíritus malignos, para no responder, comenzaron a llorar y lamentarse en forma tan lastimera y conmovedora, que muchos de los presentes empezaron también a llorar movidos por natural compasión. Y decían en voz dolorida por la boca del poseso: “¡Domingo! ¡Domingo! ¡Ten piedad de nosotros! ¡Te prometemos no hacerte daño! Tú que tienes compasión de los pecadores y miserables, ¡ten piedad de nosotros! ¡Mira cuánto padecemos! ¿Por qué te complaces en aumentar nuestras penas? ¡Conténtate con las que ya padecemos! ¡Misericordia! ¡Misericordia! ¡Misericordia!”

El Santo, sin inmutarse ante las dolientes palabras de los espíritus, les respondió que no dejaría de atormentarlos hasta que hubieran respondido a sus preguntas. Le dijeron los demonios que responderían, pero en secreto y al oído, no ante todo el mundo. Insistió el Santo, y les ordenó que hablaran en voz alta. Pero su insistencia fue inútil: los diablos no quisieron decir palabra. Entonces, el Santo se puso de rodillas y elevó a la Santísima Virgen esta plegaria: “¡Oh excelentísima Virgen María! ¡Por virtud de tu salterio y Rosario, ordena a estos enemigos del género humano que respondan a mi pregunta!” Hecha esta oración, salió una llama ardiente de las orejas, nariz y boca del poseso. Los presentes temblaron de espanto, pero ninguno sufrió daño. Los diablos gritaron entonces: “Domingo, te rogamos por la pasión de Jesucristo y los méritos de su Santísima Madre y de todos los santos, que nos permitas salir de este cuerpo sin decir palabra. Los ángeles, cuando tú lo quieras, te lo revelarán. ¿Por qué darnos crédito? No nos atormentes más: ¡Ten piedad de nosotros!”

“¡Infelices sois e indignos de ser oídos!”, respondió Santo Domingo. Y, arrodillándose, elevó esta plegaria a la Santísima Virgen: “Madre dignísima de la Sabiduría, te ruego en favor del pueblo aquí presente –instruido ya sobre la forma de recitar bien la salutación angélica–. ¡Obliga a estos enemigos tuyos a confesar públicamente aquí la plena y auténtica verdad al respecto!”

Había apenas terminado esta oración, cuando vio a su lado a la Santísima Virgen rodeada de multitud de ángeles que con una varilla de oro en la mano golpeaba al poseso y le decía: “¡Responde a Domingo, mi servidor!” Nótese que nadie veía ni oía a la Santísima Virgen, fuera de Santo Domingo.

Entonces los demonios comenzaron a gritar:

“¡Oh enemiga nuestra! ¡Oh ruina y confusión nuestra! ¿Por qué viniste del cielo a atormentarnos en forma tan cruel? ¿Será preciso que por ti, ¡oh abogada de los pecadores, a quienes sacas del infierno; oh camino seguro del cielo!, seamos obligados –a pesar nuestro– a confesar delante de todos lo que es causa de nuestra confusión y ruina? ¡Ay de nosotros! ¡Maldición a nuestros príncipes de las tinieblas!

¡Oíd, pues, cristianos! Esta Madre de Cristo es omnipotente, y puede impedir que sus siervos caigan en el infierno. Ella, como un sol, disipa las tinieblas de nuestras astutas maquinaciones. Descubre nuestras intrigas, rompe nuestras redes y reduce a la inutilidad todas nuestras tentaciones. Nos vemos obligados a confesar que ninguno que persevere en su servicio se condena con nosotros. Un solo suspiro que Ella presente a la Santísima Trinidad vale más que todas las oraciones, votos y deseos de todos los santos. La tememos más que a todos los bienaventurados juntos y nada podemos contra sus fieles servidores.

Tened también en cuenta que muchos cristianos que la invocan al morir y que deberían condenarse, según las leyes ordinarias, se salvan gracias a su intercesión. ¡Ah! Si esta Marieta –así la llamaban en su furia– no se hubiera opuesto a nuestros designios y esfuerzos, ¡hace tiempo habríamos derribado y destruido a la Iglesia y precipitado en el error y la infidelidad a todas sus jerarquías! Tenemos que añadir, con mayor claridad y precisión –obligados por la violencia que nos hacen–, que nadie que persevere en el rezo del Rosario se condenará. Porque Ella obtiene para sus fieles devotos la verdadera contrición de los pecados, para que los confiesen y alcancen el perdón e indulgencia de ellos.”

Entonces, Santo Domingo hizo rezar el Rosario a todos los asistentes muy lenta y devotamente. Y a cada avemaría que recitaban –¡cosa sorprendente!– salía del cuerpo del poseso gran multitud de demonios en forma de carbones encendidos. Cuando salieron todos los demonios y el hereje quedó completamente liberado, la Santísima Virgen dio su bendición –aunque invisiblemente– a todo el pueblo, que con ello experimentó sensiblemente gran alegría.

Este milagro fue causa de la conversión de muchos herejes, que llegaron hasta ingresar en la Cofradía del Santo Rosario.


(De "El Secreto admirable del Santísimo Rosario" 
 San Luis M. G. de Monfort)

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 11 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
11 Octubre



Siempre que reces el Padre nuestro deberás poner tu atención en aquella petición: Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos; ella podrá servirte de guía en el modo como tú debes perdonar a los que te ofenden, a fin de que perdón amplio y sincero sea la guía del perdón que tú recibas de Dios.

Perdona de corazón a tus ofensores, si quieres que también el Señor te perdone a ti. 

No permitas que por pequeñas cosas, como puede ser una desatención, un olvido, se quebrante la caridad que debe animar siempre las relaciones fraternas entre los hijos de Dios.

No guardes nunca rencor en tu corazón por nada y contra nadie; purifica tu corazón de todo sentimiento que no sea el amor de Dios y a tus hermanos.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 10 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
10 Octubre



Si constatas que no siempre tus oraciones son escuchadas, ¿no será porque no están hechas en comunidad, en comunión con otros, en unión y reunión con otros? De ahí que en ciertas ocasiones, antes de ponerse en oración, los discípulos de Jesucristo debamos ponernos en unidad como condición previa, y eso es lo que nos cuesta.

No basta, pues, orar; es preciso disponerse a orar bien, a orar en unidad e corazón, un unidad de sentimientos, en unidad de espíritu, para conseguir que Jesús se ubique en medio de nosotros y así nuestra oración, mejor dicho en este caso ya la oración de Jesús, sea escuchada infaliblemente por el Padre de los cielos.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 9 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 Octubre



Reunirse en el nombre de Jesús es reunirse por él, a causa de él, convocados por su Palabra y animados por su mismo Espíritu, impulsados por su mismo amor; si esto se da, ya estamos en el plano sobrenatural, y si todos los unidos en un mismo espíritu nos unimos en una misma oración, allí entre nosotros se ubica Jesús, presente entre nosotros como verdadero Dios, animando, orientando y vivificando desde adentro a ese grupo de sus discípulos.

Si dos o tres de ustedes se reúnen en mi nombre... Aquí se afirma la eficacia de la plegaria común en la Iglesia; pero plegaria común no significa oración de toda la Iglesia, pues dos o tres ya forman una comunidad orante, que ofrece la plegaria de la Iglesia y , por tanto, en esa reducida comunidad eclesial de dos o tres que oran.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 11 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 27ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 11 de octubre de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (3,1-5):

¡Insensatos gálatas! ¿Quién os ha embrujado? ¡Y pensar que ante vuestros ojos presentamos la figura de Jesucristo en la cruz! Contestadme a una sola pregunta: ¿recibisteis el Espíritu por observar la ley o por haber respondido a la fe? ¿Tan estúpidos sois? ¡Empezasteis por el espíritu para terminar con la carne! ¡Tantas magníficas experiencias en vano! Si es que han sido en vano. Vamos a ver: Cuando Dios os concede el Espíritu y obra prodigios entre vosotros, ¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley o porque respondéis a la fe?

Palabra de Dios


Salmo
Lc 1,69-70.71-72.73-75

R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado a su pueblo

Nos ha suscitado una fuerza de salvación 
en la casa de David, su siervo, 
según lo había predicho desde antiguo 
por boca de sus santos profetas. R/. 

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos 
y de la mano de todos los que nos odian; 
realizando la misericordia 
que tuvo con nuestros padres, 
recordando su santa alianza y el juramento 
que juró a nuestro padre Abrahán. R/.

Para concedernos que, libres de temor, 
arrancados de la mano de los enemigos, 
le sirvamos con santidad y justicia, 
en su presencia, todos nuestros días. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,5-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle.” Y, desde dentro, el otro le responde: “No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos.” Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 11 de octubre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Hay tres verbos que sólo practican los sencillos: pedir, buscar, llamar. Si a estos verbos se les añade el adverbio "insistentemente" tenemos esbozado el programa de un verdadero seguidor de Jesús.

Pedir supone reconocer que no tenemos todo lo que necesitamos, tomar conciencia de nuestros límites, admitir que Alguien tiene más que nosotros. Piden los pobres y los mendigos. No piden los autosuficientes.

Buscar implica experimentar la atracción de algo que tira de nosotros, admitir que hay un tesoro por el que merece la pena arriesgarse, sentir el aguijoneo de muchas preguntas para las cuales no existen respuestas prefabricadas. No buscan los que han sucumbido a la rutina, los perezosos y los desesperanzados.

Llamar es dirigirse a alguien con la confianza de que vamos a ser escuchados, invocar una presencia que nos supera y que al mismo tiempo se hace cargo de nosotros. No llaman los que temen que no haya nadie al otro lado de la puerta, los que no está preparados para entrar en el caso de que se abra.

Insistentemente significa todos los días, a todas horas, no sólo en ciertos momentos críticos, o cuando no encontramos otra cosa mejor.

Estas lecciones esenciales se pueden explicar así, con un lenguaje un poco árido, o se pueden explicar diciendo: "Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la medianoche ...". Evidentemente, Jesús elige el modo más eficaz. Y por eso nos remueve por dentro.

Cuando uno pide, recibe; cuando busca, encuentra; cuando llama, se le abre. ¿Qué recibimos y encontramos? La síntesis de todo lo que podemos recibir y encontrar es el Espíritu Santo; es decir, todo lo que necesitamos para decir "Abbá" y para reconocer con nuestros labios y nuestro corazón que "Jesús es Señor".

FELIZ JUEVES





lunes, 8 de octubre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 Octubre



Derribó a los poderosos de sus tronos y elevó a los humildes. Si nosotros queremos ser grandes a los ojos de Dios y ser amados por él, debemos humillarnos ante los hombres, reconociendo nuestra pequeñez y miseria.

Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. María se coloca en la línea de todos los pequeños, los humildes, los hambrientos de Israel; los que por estar vacíos de sí mismos, están llenos de Dios.


P. Alfonso Milagro

POR QUÉ CASARSE POR LA IGLESIA CATÓLICA?

¿Por qué casarse por la Iglesia Católica?
Hay que entender que el matrimonio no es solamente una institución humana y social, sino que es parte del Plan de Dios


Por: Daniel Alberto Robles Macías | Fuente: ConMasGracia.org 



He sido testigo de muchas parejas católicas que por ignorancia o desinterés deciden casarse únicamente ante una autoridad civil, sin considerar la unión también por la Iglesia. Lo que provoca muchas consecuencias en el camino espiritual.
Y es que casarse por la Iglesia es justamente obtener la validez y bendición del Dios junto con toda la comunidad católica que es testigo. Pero ¿cuándo un matrimonio es válido antes los ojos de la Iglesia? El Código de Derecho Canónico en su canon 1108 nos dice: “Solamente son válidos aquellos matrimonios que se contraen ante el Ordinario del lugar o el párroco, o un sacerdote o diácono delegado por uno de ellos para que asistan, y ante dos testigos, de acuerdo con las reglas establecidas en los cánones que siguen”.   
Asimismo, el artículo 1630 del Catecismo de la Iglesia Católica nos habla de un elemento que es indispensable dentro de esta unión, el consentimiento mutuo que debe ser expresado“El sacerdote (o el diácono) que asiste a la celebración del matrimonio, recibe el consentimiento de los esposos en nombre de la Iglesia y da la bendición de la Iglesia. La presencia del ministro de la Iglesia (y también de los testigos) expresa visiblemente que el Matrimonio es una realidad eclesial”.  Siendo ésta la forma eclesiástica para que un matrimonio sea declarado válido.
Ahora bien, ¿Por qué es importante casarse por la Iglesia? El Catecismo de la Iglesia Católica en el número 1631 nos enumera los beneficios de hacerlo:
1.- El matrimonio sacramental es un acto litúrgico. Por tanto, es conveniente que sea celebrado en la liturgia pública de la Iglesia. Es decir, que al celebrar este sacramento instituido por el mismo Cristo, es Él mismo quien través de sus ministros lo preside y lo hace posible. Todo de acuerdo a los ritos establecidos para que se lleve a cabo. Haciendo testigos a todos los que acompañan a la feliz pareja.
2.- El matrimonio introduce en un ordo eclesial, crea derechos y deberes en la Iglesia entre los esposos y para con los hijos. Al celebrar la unión dentro de la Iglesia, la pareja que ahora se convierten en una sola carne y pasa a formar parte de la familia de Cristo, contraen también obligaciones y derechos entre sí mismos y con sus hijos.
 3.- Por ser el matrimonio un estado de vida en la Iglesia, es preciso que exista certeza sobre él (de ahí la obligación de tener testigos). El papel de los testigos es importante, pues ellos harán constar la unión de la pareja, dar fe que la boda sí se llevó a cabo.
4.- El carácter público del consentimiento protege el “Sí” una vez dado y ayuda a permanecer fiel a él. Aquí debemos entender que la Iglesia será un soporte importante para el nuevo matrimonio, quien los ayudará a ser fieles ante los compromisos que se han jurado frente a Dios.
Por lo que, si una pareja sólo se casa por lo civil y omite hacerlo por la Iglesia, su matrimonio no será válido ante Dios, aunque el Estado así lo considere. Deben saber que viven en una situación irregular y, por lo tanto, no pueden ser admitidos en la participación de la Sagrada Comunión, pues entre ellos no hay sacramento de unión. Así lo afirma el canon 1055 § 2 del Código de Derecho Canónico al decir: “Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento”.
Hay que entender que el matrimonio no es solamente una institución humana y social, sino que es parte del Plan de Dios desde que concibió al hombre y a la mujer. El que las parejas se casen por la Iglesia no se trata de un mero capricho de algunos, sino que este acto eleva la seriedad y grandeza que tiene el matrimonio para Dios mismo.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 8 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 27ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 8 de octubre de 2018




Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (1,6-12):

Me sorprende que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó a la gracia de Cristo, y os hayáis pasado a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, lo que pasa es que algunos os turban para volver del revés el Evangelio de Cristo. Pues bien, si alguien os predica un evangelio distinto del que os hemos predicado –seamos nosotros mismos o un ángel del cielo–, ¡sea maldito! Lo he dicho y lo repito: Si alguien os anuncia un evangelio diferente del que recibisteis, ¡sea maldito! Cuando digo esto, ¿busco la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿Trato de agradar a los hombres? Si siguiera todavía agradando a los hombres, no sería siervo de Cristo. Os notifico, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano; yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 110,1-2.7-8.9.10c

R/. El Señor recuerda siempre su alianza

Grandes son las obras del Señor, 
dignas de estudio para los que las aman. R/.

Justicia y verdad son las obras de sus manos, 
todos sus preceptos merecen confianza: 
son estables para siempre jamás, 
se han de cumplir con verdad y rectitud. R/.

Envió la redención a su pueblo, 
ratificó para siempre su alianza, 
su nombre es sagrado y temible. 
La alabanza del Señor dura por siempre. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,25-37):

En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»
Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?»
Él contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.»
Él le dijo: «Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida.»
Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?»
Jesús dijo: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta." ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?»
Él contestó: «El que practicó la misericordia con él.»
Díjole Jesús: «Anda, haz tú lo mismo.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 8 de octubre de 2018
 CR


Queridos amigos

A lo largo de esta semana iremos leyendo los fragmentos principales de la Carta de San Pablo a los Gálatas. Pablo, hoy, sale al paso de un problema: la situación de desconcierto creada por los que han predicado "otro" evangelio distinto del de Jesucristo. Este es un problema de siempre. Surge cada vez que nuestra predicación (o nuestro criterio, o nuestro punto de vista) nace más de nuestra particular manera de entender a Dios y de vivir la fe o de una mera proyección psicológica, que realmente de las fuentes comunes de revelación de Dios. A menudo, lo que consideramos evangélico no es más que un fruto de nuestra necesidad de imponernos a otros, o de ser aceptados, o de nuestras ideas, o de justificar nuestra mediocridad. Cada vez que enarbolamos frases rotundas como: "Esta clarísimo en el evangelio que" o "Hay que cortar por lo sano" es como para echarse a temblar solemos estar más frente a nuestra particular interpretación del Evangelio que del Evangelio mismo. Y es que el Evangelio  suele tener un tono exigente, pero al mismo tiempo es profundamente liberador. Apela a la inteligencia de las personas ("¿Qué os parece?) y también a su libertad ("Si quieres"). Jesús tiene toda la fuerza del mundo para "imponer" el evangelio por decreto ley, porque sí, porque yo soy el que mando, y, sin embargo, procede por la vía de la seducción. Lo comprobamos en el evangelio de hoy. Más que la parábola del buen samaritano en sí misma podemos fijar nuestra atención en las preguntas que Jesús hace al Maestro de la Ley: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos? Y también dos recomendaciones: "Haz esto y tendrás la vida", "Anda, haz tú lo mismo".

Jesús no cuenta la parábola para humillar al maestro de la ley, sino para conectar con lo mejor de este hombre, para abrirle un horizonte más amplio, para hacerle ver la buena noticia, con la que "tendrá vida".

¡De qué manera tan distinta sonaría el evangelio en nosotros si surgiese de este modo y no como un arma arrojadiza al servicio de nuestros intereses, por nobles que aparezcan, sino como un instrumento de liberación, una manifestación del amor de Dios que quiere llegar al corazón de cada uno, que quiere “que todos los hombres de salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. Nunca desde la imposición o el acorralamiento, sino desde la libertad y es descubrimiento personal.

FELIZ SEMANA




domingo, 7 de octubre de 2018

POR QUÉ SE LLAMAN MISTERIOS LAS ESTACIONES DEL ROSARIO?


¿Por qué se llaman "misterios" las estaciones del Rosario?
¿Te has hecho esta pregunta? 

Por: Verónica Palacio | Fuente: pazestereo.com 




Entre las diferentes acepciones con los cuales podemos definir la palabra misterio, encontraremos múltiples opciones, sin embargo aquí presentamos la definición que mas se ajusta a la respuesta que buscamos: “Cada uno de los pasos de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, cuando se consideran por separado”.

El termino misterio pasó a designar las imágenes de Jesucristo, y, cuando la imaginería mostraba una serie de imágenes con las diversas etapas de su vida, se designó “misterio” a cada una. De ahí pasó al rosario.

Los misterios Gozos son aquellos que “narran desde la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen y recorren la infancia de Jesús”.

Los misterios de Dolorosos “narran la Pasión y muerte de Jesús en la Cruz”.

Los misterios de Gloriosos “narran desde la Resurrección y Ascensión de Jesús, la venida del Espíritu Santo y la Asunción de la Virgen y su Coronación en los cielos”.


Por ultimo, los misterios de la Luz o luminosos que “completan el camino de la Redención contemplan el bautismo de Jesús, las Bodas de Caná (la familia), la Transfiguración y finalmente el gran misterio de la Institución de la Eucaristía”. 


Guía para rezar el Santo Rosario

Tras una oración introductoria, se enuncia el “misterio” que corresponda, por ejemplo, en el primer misterio: “La Encarnación del Hijo de Dios”.

Después de una breve pausa de reflexión o de un ofrecimiento personal, se rezan: “un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 Octubre



En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. Por esa dignidad tan grande a la que María ha sido elevada, ella será bendita por todas las generaciones. En verdad, todas las generaciones. En verdad, todas las generaciones cristianas de todos los siglos han cantado las glorias de aquella Virgen humilde que fue llamada a ser Madre de Dios.

Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. La Virgen de Nazaret dijo su sí al plan de Dios, y tras ese sí el Verbo de Dios se se hace hombre.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 7 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Domingo 27º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 7 de octubre de 2018


Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (2,18-24):

El Señor Dios se dijo: «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.» 
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 127,1-2.3.4-5.6

R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida

Dichoso el que teme al Señor 
y sigue sus caminos. 
Comerás del fruto de tu trabajo, 
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda, 
en medio de tu casa; 
tus hijos, como renuevos de olivo, 
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, 
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

Que veas a los hijos de tus hijos. 
¡Paz a Israel! R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,9-11):

Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al gula de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avengüenza de llamarlos hermanos. 

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,2-16):

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?»
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron: «Moisés Permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 7 de octubre de 2018
 Imprimir Fernando Torres cmf


¡Trátala como a tu propia carne!

      La primera lectura recuerda lo que fue el principio de todas las cosas. Lo cuenta de una forma romántica. Quizá no fue exactamente así, pero lo más importante está recogido en esa historia: hombre y mujer se encontraron y se reconocieron uno al otro. La mirada no se detuvo en los ojos. Llegó al corazón. Comenzó entonces una historia que dura hasta nuestros días. Ambos se sintieron llamados a formar una sola carne, no sólo en orden a la procreación, sino, más allá, a vivir unidos en el amor y convertirse así en signo del amor con que Dios nos ama.

      Pero la realidad no ha sido siempre así a lo largo de la historia. La realidad es que el hombre ha tratado mal a la mujer muchas veces. Durante siglos el hombre no ha considerado a la mujer como su igual. A lo más una compañera de cama pero no alguien digno de situarse a su mismo nivel, con quien poder dialogar. El hombre se ha sentido dominador y ha visto a la mujer como una más de sus pertenencias, uno más de los objetos a su disposición. En nuestros días hay muchos hombres todavía que tratan a las mujeres como objetos de placer o como esclavas que deben tener limpia la casa y preparada la comida pero a las que no hay que dejar decidir ni pensar ni tomar decisiones por sí mismas. Eso sucede en muchos países, pero también en el nuestro. Los malos tratos, los abusos, las violaciones, los asesinatos, son signos de esa realidad. Hay mucho sufrimiento, a veces callado y en silencio, pero siempre demasiado, en las mujeres de muchas familias.

      Jesús nos invita en su Evangelio a remontarnos hasta la misma creación. Para darnos cuenta de que al principio no fue así. Dios creó a hombres y mujeres iguales. Son carne de la misma carne. Por eso la mujer no puede ser una posesión más del hombre como quien tiene un coche o una casa. En la primera lectura, escuchamos cómo el hombre recibe el encargo de Dios de poner nombre a los animales. Y lo hace, pero se da cuenta de que no están a su nivel. Son animales, no personas. Es al encontrarse con la mujer, formada a partir de sí mismo, cuando dice: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! En la mujer el hombre se reconoce y en el hombre la mujer se reconoce. Los dos se necesitan mutuamente para engendrar hijos pero también para ser felices, para vivir en la plenitud del amor a la que Dios nos ha llamado. 

      Hoy que hay tantos divorcios, que la familia parece estar en crisis, Jesús nos invita a volver al principio, a redescubrir la voluntad original de Dios y a intentar hacerla realidad en cada una de nuestras familias. De esa manera cada matrimonio, cada familia, se convertirá en un signo del amor con que Dios nos ama a todos, núcleo donde la vida se recrea diariamente en el amor. 



Para la reflexión

      ¿Conoces casos de violencia familiar cerca de ti? ¿Qué has hecho para tratar de ayudar a esas parejas a respetarse mutuamente? En tu casa, ¿el marido y la mujer os tratáis con el respeto y el cariño debidos? ¿Sois signos del amor de Dios para los que os ven?

FELIZ DOMINGO





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...