martes, 11 de febrero de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 11 DE FEBRERO DE 2020, NUESTRA SEÑORA DE LOURDES


Lecturas de hoy Martes de la 5ª Semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 11 de febrero de 2020


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (8,22-23.27-30):

En aquellos días, Salomón, en pie ante el altar del Señor, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo y dijo: «¡Señor, Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, fiel a la alianza con tus vasallos, si caminan de todo corazón en tu presencia. Aunque, ¿es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo y lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que he construido! Vuelve tu rostro a la oración y súplica de tu siervo Señor, Dios mío, escucha el clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo. Día y noche estén tus ojos abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu nombre. ¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio! Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 83,3.4.5.10.11

R/. ¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R/.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. R/.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Fliate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido. R/.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-13):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos (los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Y añadió: «Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas.»

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy martes, 11 de febrero de 2020
Alejandro Carbajo Olea, cmf


Queridos hermanos, paz y bien.

“Ubi societas, ibi ius”, decían los latinos. Donde hay un grupo social, ahí hay normas. Y las normas, en el tiempo de Jesús, eran muchas y muy estrictas. Resultaba complicado cumplirlas todas. Incluso, muchas habían perdido el significado o sentido que tenían cuando se instauraron. Basta recordar, siquiera brevemente, el origen del “sabath”, del descanso del sábado, recuerdo y agradecimiento por la liberación de la esclavitud en Egipto, y que había acabado transformándose en una nueva esclavitud.

Jesús vino a dar sentido a todas las normas. No vino a derogarlas, sino a colmarlas de significado. Y eso se nota en algunos momentos de manera especial. Hoy y mañana va a discutir sobre algunas costumbres que se habían convertido en “excusas” para eludir los deberes que el sentido común y las relaciones familiares generan.

Claro que hay que lavarse las manos antes de comer. Sobre todo, en los tiempos del “coronavirus”. Y lavar los platos y los cubiertos. Claro que hay que ayudar a la Iglesia, los donativos son necesarios. Pero no se puede poner por encima de las obligaciones de los hijos con los padres, por ejemplo. Si se pierde de vista el significado profundo de la norma, o si la cumplimos con una finalidad espuria, entonces estamos faltando a la misma norma. No se puede jugar con las personas. Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer, porque tenemos que hacerlo. No para que nos vean, no para que piensen que somos buenos, ni para aparentar. Hay que hacer las cosas, como se solía decir antes, “por el amor de Dios”, Y, entonces, todo irá bien.

Hoy celebramos la memoria de Nuestra Señora de Lourdes. Pinchando aquí  puedes leer algo de la historia de esta fiesta. Es el día de los enfermos; en las iglesias se suele impartir el sacramento de la Unción de Enfermos. Oremos por los que carecen de salud, y también por sus cuidadores. Que sientan cerca el consuelo del Señor, y que sumen sus dolores al sufrimiento de Cristo, para contribuir al crecimiento del Reino de Dios.

Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.

OFICIO DE LECTURA DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

Oficio de Lectura 
NUESTRA SEÑORA DE LOURDES 2020


En el año 1858 la Virgen María Inmaculada se apareció a Bernardita Soubirous, cerca de Lourdes (Francia), dentro de la cueva de Massabielle. Por medio de esta humilde jovencita, María llama a los pecadores a la conversión, suscitando un gran celo de oración y amor, principalmente como servicio a los enfermos y pobres.

El siguiente es el formulario que corresponde a oficio de lectura de la liturgia de las horas para NUESTRA SEÑORA DE LOURDES el día de hoy, martes, 11 de febrero de 2020. Otras celebraciones del día: MARTES V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO .


Si el Oficio de lectura se reza antes de Laudes, se empieza con el Invitatorio, como se indica al comienzo. Pero si antes se ha rezado ya alguna otra Hora del Oficio, se comienza con la invocación mostrada en este formulario.

Cuando el Oficio de lectura forma parte de la celebración de una vigilia dominical o festiva prolongada (Principios y normas generales de la Liturgia de las Horas, núm. 73), antes del himno Te Deum se dicen los cánticos correspondientes y se proclama el evangelio propio de la vigilia dominical o festiva, tal como se indica en Vigilias.

Además de los himnos que aparecen aquí, pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.

Si el Oficio de lectura se dice inmediatamente antes de otra Hora del Oficio, puede decirse como himno del Oficio de lectura el himno propio de esa otra Hora; luego, al final del Oficio de lectura, se omite la oración y la conclusión y se pasa directamente a la salmodia de la otra Hora, omitiendo su versículo introductorio y el Gloria al Padre, etc.

Cada día hay dos lecturas, la primera bíblica y la segunda hagiográfica, patrística o de escritores eclesiásticos.
Cuando el salmo 23 se ha dicho en el Invitatorio, aquí se dice el Salmo 94.


Invocación
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno
Himno 1
Alabemos a Dios que, en su Palabra,
nos revela el designio salvador,
y digamos en súplica confiada:
«Renuévame por dentro, mi Señor.»
No cerremos el alma a su llamada
ni dejemos que arraigue el desamor;
aunque dura es la lucha, su palabra
será bálsamo suave en el dolor.
Caminemos los días de esta vida
como tiempo de Dios y de oración;
él es fiel a la alianza prometida:
«Si eres mi pueblo, yo seré tu Dios.»
Tú dijiste, Jesús, que eras camino
para llegar al Padre sin temor;
concédenos la gracia de tu Espíritu
que nos lleve al encuentro del Señor. Amén.

Salmodia
Antífona 1: María ha recibido la bendición del Señor y la misericordia de Dios, su salvador.

Salmo 23
ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
— ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
— El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
— Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.
— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
— El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.
— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
— El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.

Antífona 2: El Altísimo consagra su morada.


Salmo 45
DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar.
Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los montes con su furia:
el Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios lo socorre al despuntar la aurora.
Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;
pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:
Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas,
prende fuego a los escudos.
"Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos,
más alto que la tierra".
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Antífona 3: ¡Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María!

Salmo 86
HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
"Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí".
Se dirá de Sión: "uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado".
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
"Éste ha nacido allí".
Y cantarán mientras danzan:
"todas mis fuerzas están en ti"

Versículo
V. Dichosos los que escuchan la palabra de Dios.
R. Y la cumplen.

Lecturas
Primera Lectura
Del primer libro de las Crónicas 17, 1-15

ORÁCULO DEL PROFETA NATÁN

En aquellos días, morando ya David en su casa, dijo a Natán, profeta: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el arca de la alianza del Señor está bajo pieles.» Respondió Natán a David: «Haz todo cuanto tienes en tu corazón, porque Dios está contigo.» Pero aquella misma noche vino la palabra de Dios a Natán en estos términos: «Vete y di a mi siervo David: Así dice el Señor: No serás tú quien me edifique Casa para que habite yo en ella. Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que hice subir a los israelitas hasta el día de hoy; sino que he andado de tienda en tienda y de morada en morada. En todo el tiempo que he ido de un lado para otro con todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los Jueces de Israel, a los que mandé me apacentaran a mi pueblo: Por qué no me edificáis una Casa de cedro? Di, pues, ahora esto a mi siervo David: Así habla el Señor de los ejércitos: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel. He estado contigo donde quiera que has ido, he eliminado a todos tus enemigos de delante de ti y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra. Fijaré un lugar a mi pueblo Israel, y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado, y los malhechores no seguirán oprimiéndole como al principio, y como en los días en que instituí Jueces sobre mi pueblo Israel. Someteré a todos tus enemigos. El Señor te anuncia que te edificará una casa. Cuando se cumplan tus días para ir con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas y consolidaré su reino. Él me edificará una casa y
yo afirmaré su trono para siempre. Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo, y no apartaré de él mi amor, como le aparté de aquel que fue antes de ti. Yo le estableceré en mi casa y en mi reino para siempre, y su trono estará firme eternamente.» Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, habló Natán a David.

Responsorio Breve
R. Bienaventurada eres, Virgen María, por haber llevado al Señor, creador del mundo. * Engendraste al que te hizo, y permaneces virgen para siempre.

V. Alégrate, María, llena de gracia; el Señor está contigo.

R. Engendraste al que te hizo, y permaneces virgen para siempre.


Segunda Lectura
De una carta de santa María Bernarda Soubirous, virgen
(Carta al padre Gondrand, año 1861: cf. A. Ravier, Les ècrits de sainte Bernadette Soubirous, París 1961, pp. 53-59)

LA SEÑORA ME HABLÓ

Cierto día fui a la orilla del río Gave a recoger leña con otras dos niñas. En seguida oícomo un ruido. Miré a la pradera; pero los árboles no se movían. Alcé entonces la cabeza hacia la gruta y vi a una mujer vestida de blanco, con un cinturón azul celeste y sobre
cada uno de sus pies una rosa amarilla, del mismo color que las cuentas de su rosario. Creyendo engañarme, me restregué los ojos. Metí la mano en el bolsillo para buscar mi rosario. Quise hacer la señal de la cruz, pero fui incapaz de llevar la mano a la frente.
Cuando la Señora hizo la señal de la cruz, lo intenté yo también y, aunque me temblaba la mano, conseguí hacerla. Comencé a rezar el rosario, mientras la Señora iba desgranando sus cuentas, aunque sin despegar los labios. Al acabar el rosario, la visión se desvaneció.
Pregunté entonces a las dos niñas si habían visto algo. Ellas lo negaron y me preguntaron si es que tenía que hacerles algún descubrimiento. Les dije que había visto a una mujer vestida de blanco, pero que no sabía de quién se trataba. Les pedí que no lo
contaran. Ellas me recomendaron que no volviese más por allí, a lo que me opuse. El Domingo volví, pues sentía internamente que me impulsaban... Aquella Señora no me habló hasta la tercera vez, y me preguntó si querría ir durante quince días. Le dije que sí, y ella añadió que debía avisar a los sacerdotes para que edificaran allí una capilla. Luego me ordenó que bebiera de la fuente. Como no veía ninguna fuente, me fui hacia el río Gave, pero ella me indicó que no hablaba de ese río, y señaló con el dedo la fuente. Me acerqué, y no había más que un poco de agua entre el barro. Metí la mano, y apenas podía sacar nada, por lo que comencé a escarbar y al final pude sacar algo de agua; por tres veces la arrojé y a la cuarta pude beber. Después desapareció la visión y yo me marché.
Volví a ir allí durante quince días. La Señora se me apareció como de costumbre, menos un Lunes y un Viernes. Siempre me decía que advirtiera a los sacerdotes que debían edificarle una capilla, me mandaba lavarme en la fuente y rogar por la conversión de los pecadores. Le pregunté varias veces quién era, a lo que me respondía con una leve sonrisa. Por fin, levantando los brazos y los ojos al cielo, me dijo: «Yo soy la Inmaculada Concepción.» En aquellos días me reveló también tres secretos, prohibiéndome absolutamente que los comunicase a nadie; lo que he cumplido fielmente hasta ahora.


Lc 1, 46. 49. 48
R. Proclama mi alma la grandeza del Señor, * porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
V. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.
R. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.

Oración
Oremos:

Dios de misericordia, remedia con el amparo del cielo nuestro desvalimiento, para que, cuantos celebramos la memoria de la inmaculada Virgen María, Madre de Dios, podamos, por su intercesión, vernos libres de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

Amén.

Conclusión
Después de la oración conclusiva, por lo menos en la celebración comunitaria, se añade:

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

PELICULA BERNADETTE EL MILAGRO DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES ✅�� || PELICU...

FELIZ MARTES !!!





lunes, 10 de febrero de 2020

PARTICIPA DE LA SEGUNDA FECHA DEL ROSARIO MUNDIAL POR LA PAZ 2020


Participa de la segunda fecha del Rosario mundial por la paz 2020
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Mater Fátima Brasil



El próximo 20 de febrero de 2020, el movimiento Mater Fátima realizará la segunda fecha de la oración mundial del Rosario, cuando se cumplan 100 años de la muerte de Santa Jacinta Marto; y cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, podrá unirse.

El movimiento Mater Fátima está compuesto por laicos, sacerdotes, obispos, religiosos y todos aquellos que desean vivir y difundir el mensaje de la Virgen Fátima.

El 4 de abril de 2019, en el marco del centenario de la muerte de San Francisco Marto, la oración mundial por la paz se celebró por primera vez en la parroquia de Fátima (Portugal), con transmisión a todo el mundo. Esta vez, la iniciativa tendrá lugar el 20 de febrero, conmemorando los cien años de partida de Santa Jacinta Marto.

Como se explicó a ACI Digital -agencia en portugués del Grupo ACI-, Evelly Andressa, miembro de Mater Fátima Brasil, la iniciativa “tiene la intención de hacer una peregrinación a todos los santuarios marianos de todo el mundo. Por este motivo, este año, el sitio elegido para la transmisión del Rosario Mundial fue el Santuario de Guadalupe, en México”.

Sin embargo, enfatizó que, “a pesar de que la transmisión se realizó desde allí, todos los católicos, sacerdotes, obispos y laicos están invitados a unirse al mundo entero con sus parroquias y comunidades”.

En este sentido, indicó que cualquiera que quiera unirse a la oración mundial puede “hablar con su párroco para que el 20 de febrero, un jueves, tenga una Hora Santa, es decir, una hora de adoración a Jesús, y durante esta hora, todos rezan el Santo Rosario por las intenciones de Nuestra Señora, y terminan con una Consagración al Inmaculado Corazón”.

Además, dijo, “si no hay Hora Santa en su parroquia o comunidad, puede unirse espiritualmente y rezar” en grupos o individualmente.

Este año, las intenciones de cada misterio del Rosario para Mater Fátima serán: Por los niños, por el fin del aborto y por todas las madres que abortaron; por los jóvenes, por la castidad, por las vocaciones; por familias, por parejas, por familias destruidas; por el Papa y por todos los sacerdotes y religiosos; y por la conversión de todos los pecadores, por la paz en el mundo y por la consagración del mundo entero a los Sagrados Corazones de Jesús y María.


Como explica Mater Fátima Brasil, este movimiento “es la respuesta de nuestro tiempo a la llamada de Nuestra Señora, hecha hace más de cien años, a los tres pastores pequeños”.

También recuerda que “Nuestra Señora de Fátima, como una verdadera Madre, nos dejó algunas recomendaciones maternas con su visita: Que recemos el Santo Rosario todos los días, hagamos penitencias, ayunemos y adoremos a Jesús en el Santísimo Sacramento (como una forma de reparación por tantos pecados)”. Por ello, indica, que “Mater Fátima parece tomar el llamado de esta Madre a los corazones”.

Para obtener más información sobre esta iniciativa visite materfatima.org.

HOY ES LA FIESTA DE SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO, MÁRTIR, 10 DE FEBRERO

José Sánchez del Río, Santo
Mártir, 10 de febrero


Por: n/a | Fuente: ACI Prensa




Niño Mártir

Martirologio Romano: En Guadalajara, México, San José Sánchez del Río, de catorce años, mártir, que murió apuñalado dando vivas a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe, durante la Guerra Cristera († 1928).

Fecha de beatificación: 20 de noviembre de 2005, por el Papa Benedicto XVI, como parte de un grupo formado por él y otros 8 mártires méxicanos.
Fecha de canonización: 16 de octubre de 2016, por S.S. Francisco

Breve Biografía

Mártir con catorce años. Así se resume la vida de José Luis Sánchez del Río, quien fue beatificado junto a otros doce mártires por disposición del Papa Benedicto XVI.

Nacido en Sahuayo, Michoacán, el 28 de marzo de 1913, hijo de Macario Sánchez y de María del Río, José Luis fue asesinado el 10 de febrero de 1928, durante la persecución religiosa de México por pertenecer a «los cristeros», grupo numeroso de católicos mexicanos levantados en contra la opresión del régimen de Plutarco Elías Calles.

Un año antes de su martirio, José Luis se había unido a las fuerzas «cristeras» del general Prudencio Mendoza, enclavadas en el pueblo de Cotija, Michoacán.

El martirio fue presenciado por dos niños, uno de siete años y el otro de nueve años, que después se convertirían en fundadores de congregaciones religiosas. Uno de ellos revela el papel decisivo que tendría para su vocación el testimonio de José Luis, de quien era amigo.

«Fue capturado por las fuerzas del gobierno, que quisieron dar a la población civil que apoyaba a los cristeros un castigo ejemplar», recuerda el testigo que entonces tenía siete años. «Le pidieron que renegara de su fe en Cristo, so pena de muerte. José no aceptó la apostasía. Su madre estaba traspasada por la pena y la angustia, pero animaba a su hijo», añade.

«Entonces le cortaron la piel de las plantas de los pies y le obligaron a caminar por el pueblo, rumbo al cementerio --recuerda--. Él lloraba y gemía de dolor, pero no cedía. De vez en cuando se detenían y decían: "Si gritas ´Muera Cristo Rey´" te perdonamos la vida. "Di ´Muera Cristo Rey´". Pero él respondía: "Viva Cristo Rey"».

«Ya en el cementerio, antes de disparar sobre él, le pidieron por última vez si quería renegar de su fe. No lo hizo y lo mataron ahí mismo. Murió gritando como muchos otros mártires mexicanos "¡Viva Cristo Rey!"».

«Estas son imágenes imborrables de mi memoria y de la memoria del pueblo mexicano, aunque no se hable muchas veces de ellas en la historia oficial».

El otro testigo de los hechos fue el niño de nueve años Enrique Amezcua Medina, fundador de la Confraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo, con casas de formación tanto en México como en España y presencia en varios países del mundo.

En la biografía de la Confraternidad que él mismo fundara, el padre Amezcua narra su encuentro --que siempre consideró providencial-- con José Luis.

Según comenta en ese testimonial, haberse cruzado con el niño mártir de Sahuayo --a quien le pidió seguirlo en su camino, pero que, viéndolo tan pequeño le dijo: «Tú harás cosas que yo no podré llegar a hacer»--, determinó su entrada al sacerdocio.

Más tarde, al seminario de formación de los Operarios en Salvatierra, Guanajuato lo bautizó como Seminario de Cristo Rey y su internado se llamó «José Luis», en honor a la memoria de este  santo mexicano.

Los restos mortales de José Luis descansan en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en su pueblo natal.



El grupo de los 9 mártires beatificados por Benedicto XVI el 20 de Noviembre de 2005, es completado por:

Anacleto Gonzalez Flores, Laico, 1 abril
José Dionisio Luis Padilla Gómez, Laico, 1 abril
Jorge Ramon Vargas González, Laico, 1 abril
Ramón Vicente Vargas González, Laico, 1 abril
José Luciano Ezequiel Huerta Gutiérrez, Laico, 3 abril
José Salvador Huerta Gutiérrez, Laico, 3 abril
Miguel Gómez Loza, Laico, 21 marzo
Luis Magaña Servin, Laico, 9 febrero
José Sanchez Del Rio, Laico, 10 febrero

Ese mismo día también fueron beatificados los mártires:
Andrés Sola Molist, Sacerdote, 25 abril
José Trinidad Rangel Montano, Sacerdote, 25 abril
Leonardo Pérez Larios, Laico, 25 abril
Dario Acosta Zurita, Sacerdote, 25 julio

(Las fechas indicadas corresponden a la de sus mártirios)

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 10 DE FEBRERO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 5ª Semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 10 de febrero de 2020



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (8,1-7.9-13):

En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de los israelitas, para trasladar el Arca de la Alianza del Señor desde la Ciudad de David (o sea Sión). Todos los israelitas se congregaron en torno al rey Salomón en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la fiesta de los Tabernáculos. Cuando llegaron los ancianos de Israel, los sacerdotes cargaron con el Arca del Señor, y los sacerdotes levitas llevaron la Tienda del Encuentro, más los utensilios del culto que había en la Tienda. El rey Salomón, acompañado de toda la asamblea de Israel reunida con él ante el Arca, sacrificaba una cantidad incalculable de ovejas y bueyes. Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza del Señor a su sitio, el camarín del templo, al Santísimo, bajo las alas de los querubines, pues los querubines extendían las alas sobre el sitio del Arca y cubrían el Arca y los varales por encima. En el Arca sólo había las dos Tablas de piedra que colocó allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor pactó con los israelitas al salir del país de Egipto, y allí se conservan actualmente. Cuando los sacerdotes salieron del Santo, la nube llenó el templo, de forma que los sacerdotes no podían seguir oficiando a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba el templo. Entonces Salomón dijo: «El Señor quiere habitar en las tinieblas; y yo te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 131, 6-7. 8-10

R/. Levántate, Señor, ven a tu mansión

Oímos que estaba en Éfrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. R/.

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,53-56):

En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos terminaron la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Palabra del Señor.




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 10 de febrero de 2020
Alejandro Carbajo Olea, cmf


Queridos hermanos, paz y bien.

Comenzamos las reflexiones de esta semana contemplando el arca de la alianza en el templo de Jerusalén, por un lado, y por otro, a Jesús en camino.

El templo de Jerusalén era un lugar de peregrinación, alrededor del cual se reunían los fieles. Un símbolo, el símbolo mucho tiempo esperado. La culminación del éxodo, de la liberación del pueblo de Israel, y la llegada a la tierra prometida. Y depositar en este templo el Arca de la Alianza era el culmen, tan largamente esperado. Ofrendas, sacrificios, bailes, cánticos… Un gran día de fiesta, sin duda.

La superación del templo de Jerusalén, su culminación, fue Jesús. Todo lo que el templo representaba en el Antiguo Testamento, lo encarna Jesús en el Nuevo. Lo vemos en este pasaje evangélico de hoy. Su fama se ha extendido, y todos quieren verlo, y que sane a los enfermos. Se arremolinan a su alrededor. Y Jesús se pone a ello, como siempre, en cuerpo y alma. Basta con tocar el borde de su manto para ser sanado.

Los hebreos reconocían la presencia divina en las Tablas de la Ley, guardadas en el Arca y por ello respetaban el templo y acudían allí a orar. Hoy no necesitamos un lugar concreto para dar gloria a Dios. Gracias a Él, en todas partes podemos encontrarlo. Por supuesto que hay lugares sagrados, las iglesias, las capillas, pero es posible adorarlo en cualquier lugar. Es un buen día para plantearse con qué ánimo y dónde busco a Jesús. ¿Lo busco siempre, en todos los momentos de mi vida, o solo cuando me encuentro mal? ¿Lo veo presente en los acontecimientos de mi vida? ¿Comienzo la jornada en su presencia, con una oración? Que no se nos olvide. Aprovechemos que Dios se encuentra siempre cerca de nosotros.

Que no se nos olvide, por otra parte, que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Tenemos que cuidarlo, evitar aquello que nos perjudica, y dar gracias por todo lo que podemos hacer. Hay cosas que nos dañan, y hay otras que nos ayudan. Cada uno sabe lo que es. E, igual que vamos al médico cuando nos duele algo, podemos ir al sacramento de la Reconciliación, si tenemos dolor en el alma.

Hoy celebramos la memoria de santa Escolástica, hermana de san Benito. Aquí puedes leer algo de su vida. Un ejemplo para todos nosotros.



Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.

FELIZ SEMANA!!!




domingo, 9 de febrero de 2020

SI LA SAL SE VUELVE SOSA...


Si la sal se vuelve sosa...
Un mensaje que viene de Dios y que transforma el mundo con la fuerza humilde y firme de un poco de sal.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net







Cristo vino para ofrecer la salvación, para anunciar el Reino, para perdonar los pecados. Reunió a un grupo de discípulos. Constituyó a algunos de ellos como Apóstoles. Les envió a predicar.

Tras su Muerte y Resurrección, la venida del Espíritu Santo llevó a su punto culminante el nacimiento de la Iglesia. Desde entonces la sal está presente y actúa en un mundo necesitado de salvación y de esperanza.

Pero si la sal se vuelve sosa (cf. Mt 5,13)... El peligro existe. Ya en los primeros siglos hubo cristianos que quedaron atrapados por la mentalidad de este mundo y se apartaron del Evangelio. Buscaron sus propios maestros, dejaron que la presunción o las ideologías dominaran sus corazones, y surgieron herejías que dañaron a miles de corazones.

La historia de la Iglesia católica está marcada por el gesto de tantos bautizados que un día dejaron de mirar al Maestro, se apartaron del Papa y de los obispos que enseñan la verdadera doctrina católica, y buscaron sus propios intereses, no los de Cristo (cf. Flp 2,12; 1Co 1,17).

También hoy no resulta difícil encontrar a quienes dejan a un lado el Credo y los concilios, desde el primero (Éfeso) hasta el último (Vaticano II), y que elaboran sus propios “catecismos personales”. O quienes interpretan la Biblia según teorías incompatibles no sólo con la fe, sino con la sana filosofía. O aquellos que pactan con una modernidad enfermiza y acogen ideas propias de los hijos de las tinieblas.

La lista de errores ha sido y es desoladora. Unos, por falta de preparación. Otros, por deseos de aparecer y de ser aplaudidos por los hombres. Otros, simplemente, para sumarse a proyectos mundanizantes que nada tienen que ver con la fe católica, porque piensan de un modo semejante al de los modernistas condenados por san Pío X. Otros, porque suponen que serán acogidos si aceptan lo que ya tantos otros han aprobado: abortos, eutanasias, matrimonios que no lo son, y una larga lista de desórdenes morales y de atentados contra la justicia.

Mientras, millones de hombres y mujeres esperan la llegada de la sal verdadera, la que conserva, la que limpia heridas, la que perdona pecados, la que introduce en el dinamismo pascual de muerte y resurrección con Cristo.

¿Encontrarán en nosotros corazones creyentes y preparados, lámparas encendidas de quienes desean brillar con la luz de Cristo? La pregunta estremece, mas no debemos temer: la Iglesia ha pasado por oscuridades desoladoras en tantos momentos de su historia, pero la fidelidad de corazones abiertos a la gracia y fieles a la fe, ha permitido que la nave de la Iglesia superase tormentas y transmitiera a cada generación un mensaje que viene de Dios y que transforma el mundo con la fuerza humilde y firme de un poco de sal.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 5º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 9 de febrero de 2020


Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (58,7-10):

ESTO dice el Señor:
«Parte tu pan con el hambriento,
hospeda a los pobres sin techo,
cubre a quien ves desnudo
y no te desentiendas de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora,
enseguida se curarán tus heridas,
ante ti marchará la justicia,
detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor y te responderá;
pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”.
Cuando alejes de ti la opresión,
el dedo acusador y la calumnia,
cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo
y sacies al alma afligida,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad como el mediodía».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 111,4-5.6-7.8a.9

R/. El justo brilla en las tinieblas como una luz

V/. En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos. R/.

V/. Porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor. R/.

V/. Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre
y alzará la frente con dignidad. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,1-5):

YO mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado.
También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 9 de febrero de 2020
Fernando Torres cmf


Tu oscuridad se volverá mediodía

      Es hermoso ver como la Escritura se ayuda a sí misma a interpretarse. Todos conocemos las parábolas de Jesús sobre la sal y la luz. Son una llamada a todos sus seguidores a vivir en medio del mundo como los que dan vida y luz, como los que hacen descubrir el verdadero y auténtico saber y sentido de esta vida. Quizá Jesús se daba cuenta ya en su tiempo de la mucha gente que vive sin vivir, sin disfrutar, sin gozar de la vida, que viven en la oscuridad, que no descubren el camino hacia la salvación, la vida y la felicidad que es lo que Jesús nos ofrece.

      Así que los cristianos tenemos que ser la sal y la luz del mundo. Pero, ¿qué significa esto en la práctica? El mismo Evangelio nos da ya una pista: significa hacer “buenas obras” porque así todos darán gloria al Padre que está en el cielo. Pero otra vez nos encontramos con un problema: ¿cuáles son las buenas obras a que se refiere Jesús?

      La primera lectura, tomada del profeta Isaías, nos ayuda a entender el tipo de buenas obras que Dios quiere de nosotros. Es una lectura para leer y releer y no perder ni una coma. Cada palabra es un tesoro que puede ser aplicado perfectamente a nuestra situación actual y a todos los niveles, tanto a las relaciones personales dentro de la familia o con los amigos como a las relaciones en el trabajo, en nuestra ciudad o entre las naciones. “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo”. Son mensajes claros, sencillos. No es necesaria ninguna interpretación. También nos dice que hay que “desterrar la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia”. Y para completarlo esa especie de ruego: “no te cierres a tu propia carne”. Isaías nos invita a reconocer en el otro, en cualquier otro, no importa lo lejano que viva o que no pertenezca a nuestra religión, nación, cultura, raza o lo que sea, “nuestra propia carne”. 

      Entonces es cuando, como dice Isaías, “romperá nuestra luz como la aurora”, nos “brotará la carne sana” y nuestra “oscuridad se volverá mediodía”. O dicho en palabras de Jesús, seremos la sal del mundo y nuestra luz alumbrará a todos. Pero lo que está claro es que esa luz brotará de dentro de nosotros, de nuestro corazón. Cuando hagamos esas buenas obras, cuando seamos hermanos de nuestros hermanos. Sin distinciones, sin prejuicios. El mensaje de Jesús está ahí. Con toda su simplicidad. No hay que esperar una salvación que venga de fuera. Está en nuestra mano hacer que la luz brote en las tinieblas. Basta con que nos tomemos en serio lo que dice el profeta Isaías y lo llevemos a la práctica en nuestras vidas. 



Para la reflexión

      ¿Qué hacemos para partir nuestro pan con el hambriento, hospedar a los sin techo y vestir al desnudo? ¿Evitamos los gestos amenazadores y la maledicencia? ¿Cómo puede ser nuestra comunidad sal de la tierra y luz del mundo?

FELIZ DOMINGO!!




sábado, 8 de febrero de 2020

GRACIAS SEÑOR!!!


Gracias Señor



Gracias, Señor, por ese mundo lleno de cielo que sale a nuestro paso para llenar el corazón con su belleza.

Gracias por el pan que nos das para aplacar el hambre.

Por la risa del niño que se vuelve caricia.

Por el mar y la nube. Por el don de sentir a plenitud la vida.

Gracias por cada hora, aún cuando no todas sean iguales de buenas.

Gracias por el valor de la mariposa que enciende sin conciencia de su milagro, un pabilo de ensueño. Gracias, Señor, por los espejos maravillosos del mirar de nuestros padres y nuestras mentes. Por la amistad que prolonga ese sereno privilegio de ser hermanos.

Gracias por la lluvia fuerte, por la llovizna bienhechora, por haber puesto trinos y alas en las ramas. Gracias por cada gota de rocío y por el arco y por el árbol que madruga su júbilo en el fruto.

Gracias, Señor, por el ayer que se prendió al recuerdo. Por el hoy que vivimos y por el mañana que nos espera con sus brazos repletos de misterio. Gracias, a través de mis labios, desde mi alma, en nombre de aquellos que se olvidaron de dártelas, en nombre de los que somos y los que seremos.

Gracias por toda la eternidad

Amén
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