jueves, 15 de octubre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 15 DE OCTUBRE DEL 2020 - SANTA TERESA DE ÁVILA

 



Lecturas de hoy Santa Teresa de Jesús

Hoy, jueves, 15 de octubre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (15,1-6):


El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría. Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud; lo alimentará con pan de sensatez y le dará a beber agua de prudencia; apoyado en ella no vacilará y confiado en ella no fracasará; lo ensalzará sobre sus compañeros, para que abra la boca en la asamblea; lo llena de sabiduría e inteligencia, lo cubre con vestidos de gloria; alcanzará gozo y alegría, le dará un nombre perdurable.


Palabra de Dios




Salmo

Sal 88,2-3.6-7.8-9.16-17.18-19


R/. Contaré tu fama a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré


Cantaré eternamente las misericordias del Señor,

anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,

más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.


El cielo proclama tus maravillas, Señor,

y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles.

¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?

¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R/.


Dios es temible en el consejo de los ángeles,

es grande y terrible para toda su corte.

Señor de los ejércitos, ¿quién como tú?

El poder y la fidelidad te rodean. R/.


Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:

caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;

tu nombre es su gozo cada día,

tu justicia es su orgullo. R/.


Porque tú eres su honor y su fuerza,

y con tu favor realzas nuestro poder.

Porque el Señor es nuestro escudo,

y el Santo de Israel nuestro rey. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-30):


En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»


Palabra del Señor 





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 
15 de octubre de 2020
CR
Queridos hermanos:

En tiempo recios, ¡cómo agradecemos que alguien nos ayude a distinguir el día de la noche, la verdad de la mentira, el bien del mal! Hace años, el cardenal Martini dijo que los peores tiempos de la Iglesia no han sido aquellos en los que se han cometido muchos pecados, sino aquellos en los que se ha perdido el don del discernimiento, los tiempos en los que todo ha dado igual.

La liturgia nos regala hoy la fiesta de Teresa de Jesús, una mujer "sabia" en tiempos no menos recios que los nuestros, una mujer que supo discernir. Ella no fue alumna de la Universidad de Salamanca o de la de Alcalá, pero se doctoró en la universidad de la oración y de la vida. La Iglesia la considera "doctora de la fe". Naturalmente, este doctorado no tiene nada que ver con un título académico. Es un don del Padre. Jesús lo dice en el evangelio de hoy: "Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla". Teresa, que no fue una mujer de temperamento débil o apocado, sí fue una creyente inundada por la sencillez que viene del Espíritu.

¿Qué podemos aprender hoy de su experiencia espiritual para iluminar nuestra vida? Quiero resaltar tres lecciones:

1) Sin amistad con Dios no hay transformación posible (ni personal ni social). La oración es la más profunda, arriesgada y necesaria aventura que puede emprender el ser humano;

2) Toda religiosidad naufraga cuando no es curada por la humanidad de Cristo.

3) La humildad, la audacia y la fortaleza son virtudes esenciales para afrontar las crisis (incluidas las de la Iglesia).

A la oración se suele llegar tarde, como si la seducción de Dios siempre fuera el enamoramiento postrero después de habernos dejado seducir por otras muchas realidades. A veces llegamos demasiado tarde y, entonces, tenemos la impresión de haber malgastado la vida.

La humanidad de Cristo nos sitúa otra vez en la órbita de Dios después de nuestros devaneos religiosos y humanistas, esclavos de todas las modas que desfilan por la pasarela de las ideologías.

La humildad, la audacia y la fortaleza son virtudes de las personas sabias, de los ancianos, difícilmente asumibles en tiempos en los que "ser joven" parece más una meta que una etapa del camino de la vida.

Dejemos que la Santa nos acompañe durante esta jornada. Para ello, os propongo acercarnos a uno de sus mejores poemas:




VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿Qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

FIELES PODRÁN VENERAR LOS RESTOS DEL BEATO CARLO ACUTIS HASTA EL 19 DE OCTUBRE



Carlo Acutis: 

Fieles podrán venerar sus restos por más días

Redacción ACI Prensa

 Foto: Diocesi di Assisi - Nocera Umbra - Gualdo Tadino



El cuerpo del Beato Carlo Acutis permanecerá visible para la veneración de los fieles hasta el 19 de octubre.


La Diócesis de Asís informó en un comunicado que extenderá el periodo de veneración en el Santuario de la Expoliación para permitir a los numerosos fieles devotos del Beato Carlo venerar sus restos mortales también durante el próximo fin de semana.

De este modo, el Obispo de Asís, Mons. Domenico Sorrentino celebrará la Misa prevista el sábado 17 de octubre a las 10:30 a.m. con la participación de representantes diocesanos, pero al final de la Eucaristía no será cerrada la tumba.

El cierre de la tumba se llevará a cabo en cambio el lunes 19 de octubre después del rezo del Ángelus, informó la Diócesis de Asís.

El período de veneración comenzó el 1 de octubre y el horario actual de la apertura de la iglesia es de las 10:00 a.m. a las 7:00 p.m.

El Beato Carlo, llamado el ciberapóstol de la Eucaristía, falleció a los 15 años en 2006 debido a una leucemia.

Con la apertura de su tumba en Asís se han difundido imágenes del cuerpo del adolescente, vestido con jean y camiseta, y con un rosario en las manos.

El estado en que se han conservado sus restos ha hecho que en las redes sociales muchas personas afirmaran que se trataba de un cuerpo incorrupto.

Sin embargo, en declaraciones recientes a ACI Prensa/EWTN, el rector del Santuario de la Expoliación, en Asís, P. Carlos Acácio Gonçalves Ferreira, explicó que el cuerpo de Acutis “se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro. Conserva todos los órganos”.

Indicó que “se han hecho trabajos sobre el rostro, y es bonito que por primera vez en la historia se podrá ver a un santo vestido con pantalones jeans, zapatillas de deporte y sudadera. Eso es un gran mensaje”. “Podemos sentir su santidad no como una cosa lejana, sino como algo al alcance de todos porque el Señor es Señor de todos”, expresó.

Por su parte, el postulador de la causa de beatificación de Carlo Acutis, Nicola Gori, explicó en una entrevista a ACI Stampa -agencia en italiano del Grupo ACI- que “lo que vemos no es el rostro real del joven, sino una máscara de silicona bien hecha que despierta asombro y reflexión”.

Nicola Gori reconoció que “ciertamente, se ha prestado mucha atención al cuerpo de Carlo y su estado de conservación”, y confirmó que “no podemos hablar de incorrupto, pero lo que vemos es verdaderamente a Carlo en sus restos mortales que, con su presencia, libera ese deseo de mirar a Cristo que fue el verdadero amigo de su vida”.

En esta línea, Gori destacó el interés que hubo “en abrir la tumba y exhibir los restos mortales para la veneración de los fieles”, y agregó que “la imagen de Carlo que parece dormir plácidamente nos habla a todos mucho más que mil palabras”. 

SANTA TERESA DE ÁVILA, SANTA PATRONA DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS, 15 DE OCTUBRE

 



Santa Teresa de Jesús (Ávila)

 Virgen y Doctora de la Iglesia

(1515-1582)


"En la cruz está la gloria, Y el honor,

Y en el padecer dolor, Vida y consuelo,

Y el camino más seguro para el cielo"


Reformadora del Carmelo, Madre de las Carmelitas Descalzas y de los Carmelitas Descalzos; "mater spiritualium" (título debajo de su estatua en la basílica vaticana); patrona de los escritores católicos y Doctora de la Iglesia (1970): La primera mujer, que junto a Santa Catalina de Sena recibe este título.


Nació en Ávila, España, el 28 de marzo de 1515.

Su nombre, Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila Ahumada. En su casa eran 12 hijos. Tres del primer matrimonio de Don Alonso y nueve del segundo, entre estos últimos, Teresa. Escribe en su autobiografía: "Por la gracia de Dios, todos mis hermanos y medios hermanos se asemejaban en la virtud a mis buenos padres, menos yo".

De niños, ella y Rodrigo, su hermano, eran muy aficionados a leer vidas de santos, y se emocionaron al saber que los que ofrecen su vida por amor a Cristo reciben un gran premio en el cielo. Así que dispusieronse irse a tierras de mahometanos a declararse amigos de Jesús y así ser martirizados para conseguir un buen puesto en el cielo. Afortunadamente, por el camino se encontraron con un tío suyo que los regresó a su hogar. Entonces dispusieronse construir una celda en el solar de la casa e irse a rezar allá de vez en cuando, sin que nadie los molestara ni los distrajese.

La mamá de Teresa murió cuando la joven tenía apenas 14 años. Ella misma cuenta en su autobiografía: "Cuando empecé a caer en la cuenta de la pérdida tan grande que había tenido, comencé a entristecerme sobremanera. Entonces me arrodillé delante de una imagen de la Santísima Virgen y le rogué con muchas lágrimas que me aceptara como hija suya y que quisiera ser Ella mi madre en adelante. Y lo ha hecho maravillosamente bien".

Sigue diciendo ella: "Por aquel tiempo me aficioné a leer novelas. Aquellas lecturas enfriaron mi fervor y me hicieron caer en otras faltas. Comencé a pintarme y a buscar a parecer y a ser coqueta. Ya no estaba contenta sino cuando tenía una novela entre mis manos. Pero esas lecturas me dejaban tristeza y desilusión".

Afortunadamente el papá se dio cuenta del cambio de su hija y la llevó a los 15 años, a estudiar interna en el colegio de hermanas Agustinas de Ávila. Allí, después de año y medio de estudios enfermó y tuvo que volver a casa.

Providencialmente una persona piadosa puso en sus manos "Las Cartas de San Jerónimo", y allí supo por boca de tan grande santo, cuán peligrosa es la vida del mundo y cuán provechoso es para la santidad el retirarse a la vida religiosa en un convento. Desde entonces se propuso que un día sería religiosa.

Comunicó a su padre el deseo que tenía de entrar en un convento. Él, que la quería muchísimo, le respondió: "Lo harás, pero cuando yo ya me haya muerto". La joven sabía que el esperar mucho tiempo y quedarse en el mundo podría hacerla desistir de su propósito de hacerse religiosa. Y entonces se fugó de la casa. Dice en sus recuerdos: "Aquel día, al abandonar mi hogar sentía tan terrible angustia, que llegué a pensar que la agonía y la muerte no podían ser peores de lo que experimentaba yo en aquel momento. El amor de Dios no era suficientemente grande en mí para ahogar el amor que profesaba a mi padre y a mis amigos".

La santa determinó quedarse de monja en el convento de Ávila. Su padre al verla tan resuelta a seguir su vocación, cesó de oponerse. Ella tenía 20 años. Un año más tarde hizo sus tres juramentos o votos de castidad, pobreza y obediencia y entró a pertenecer a la Comunidad de hermanas Carmelitas.

Poco después de empezar a pertenecer a la comunidad carmelitana, se agravó de un mal que la molestaba. Quizá una fiebre palúdica. Los médicos no lograban atajar el mal y éste se agravaba. Su padre la llevó a su casa y fue quedando casi paralizada. Pero esta enfermedad le consiguió un gran bien, y fue que tuvo oportunidad de leer un librito que iba a cambiar su vida. Se llamaba "El alfabeto espiritual", por Osuna, y siguiendo las instrucciones de aquel librito empezó a practicar la oración mental y a meditar. Estas enseñanzas le van a ser de inmensa utilidad durante toda su vida. Ella decía después que si en este tiempo no hizo mayores progresos fue porque todavía no tenía un director espiritual, y sin esta ayuda no se puede llegar a verdaderas alturas en la oración.

A los tres años de estar enferma encomendó a San José que le consiguiera la gracia de la curación, y de la manera más inesperada recobró la salud. En adelante toda su vida será una gran propagadora de la devoción a San José, Y todos los conventos que fundará los consagrará a este gran santo.

Teresa tenía un gran encanto personal, una simpatía impresionante, una alegría contagiosa, y una especie de instinto innato de agradecimiento que la llevaba a corresponder a todas las amabilidades. Con esto se ganaba la estima de todos los que la rodeaban. Empezar a tratar con ella y empezar a sentir una inmensa simpatía hacia su persona, eran una misma cosa.

En aquellos tiempos había en los conventos de España la dañosa costumbre de que las religiosas gastaban mucho tiempo en la sala recibiendo visitas y charlando en la sala con las muchas personas que iban a gozar de su conversación. Y esto le quitaba el fervor en la oración y no las dejaba concentrarse en la meditación y se llegó a convencer de que ella no podía dedicarse a tener verdadera oración con Dios porque era muy disipada. Y que debía dejar de orar tanto.

A ella le gustaban los Cristos bien chorreantes de sangre. Y un día al detenerse ante un crucifijo muy sangrante le preguntó: "Señor, ¿quién te puso así?", y le pareció que una voz le decía: "Tus charlas en la sala de visitas, esas fueron las que me pusieron así, Teresa". Ella se echó a llorar y quedó terriblemente impresionada. Pero desde ese día ya no vuelve a perder tiempo en charlas inútiles y en amistades que no llevan a la santidad. Y Dios en cambio le concederá enormes progresos en la oración y unas amistades formidables que le ayudarán a llegar a la santidad.

Teresa tuvo dos ayudas formidables para crecer en santidad: su gran inclinación a escuchar sermones, aunque fueran largos y cansones y su devoción por grandes personajes celestiales. Además de su inmensa devoción por la Santísima Virgen y su fe total en el poder de intercesión de san José, ella rezaba frecuentemente a dos grandes convertidos: San Agustín y María Magdalena. Para imitar a esta santa que tanto amó a Jesús, se propuso meditar cada día en la Pasión y Muerte de Jesús, y esto la hizo crecer mucho en santidad. Y en honor de San Agustín leyó el libro más famoso del gran santo "las Confesiones", y su lectura le hizo enorme bien.

Como las sequedades de espíritu le hacían repugnante la oración y el enemigo del alma le aconsejaba que dejara de rezar y de meditar porque todo eso le producía aburrimiento, su confesor le avisó que dejar de rezar y de meditar sería entregarse incondicionalmente al poder de Satanás y un padre jesuita le recomendó que para orar con más amor y fervor eligiera como "maestro de oración" al Espíritu Santo y que rezara cada día el Himno "Ven Creador Espíritu". Ella dirá después: "El Espíritu Santo como fuerte huracán hace adelantar más en una hora la navecilla de nuestra alma hacia la santidad, que lo que nosotros habíamos conseguido en meses y años remando con nuestras solas fuerzas".

Y el Divino Espíritu empezó a concederle Visiones Celestiales. Al principio se asustó porque había oído hablar de varias mujeres a las cuales el demonio engañó con visiones imaginarias. Pero hizo confesión general de toda su vida con un santo sacerdotes y le consultó el caso de sus visiones, y este le dijo que se trataba de gracias de Dios.

Nuestro Señor le aconsejó en una de sus visiones: "No te dediques tanto a hablar con gente de este mundo. Dedícate más bien a comunicarte con el mundo sobrenatural". En algunos de sus éxtasis se elevaba hasta un metro por los aires (Éxtasis es un estado de contemplación y meditación tan profundo que se suspenden los sentidos y se tienen visiones sobrenaturales). Cada visión le dejaba un intenso deseo de ir al cielo. "Desde entonces – dice ella – dejé de tener medio a la muerte, cosa que antes me atormentaba mucho". Después de una de aquellas visiones escribió la bella poesía que dice: "Tan alta vida espero que muero porque no muero".

Teresa quería que los favores que Dios le concedía permanecieran en secreto, pero varias personas de las que la rodeaban empezaron a contar todo esto a la gente y las noticias corrían por la ciudad. Unos la creían loca y otros la acusaban de hipócrita, de orgullo y presunción.

San Pedro Alcántara, uno de los santos más famosos de ese tiempo, después de charlar con la famosa carmelita, declaró que el Espíritu de Dios guiaba a Teresa.

La transverberación. Esta palabra significa: atravesarlo a uno con una gran herida. Dice ella: "Vi un ángel que venía del tronco de Dios, con una espada de oro que ardía al rojo vivo como una brasa encendida, y clavó esa espada en mi corazón. Desde ese momento sentí en mi alma el más grande amor a Dios".

Desde entonces para Teresa ya no hay sino un solo motivo para vivir: demostrar a Dios con obras, palabras, sufrimientos y pensamientos que lo ama con todo su corazón. Y obtener que otros lo amen también.

Al hacer la autopsia del cadáver de la santa encontraron en su corazón una cicatriz larga y profunda.

Para corresponder a esta gracia la santa hizo el voto o juramento de hacer siempre lo que más perfecto le pareciera y lo que creyera que le era más agradable a Dios. Y lo cumplió a la perfección. Un juramento de estos no lo pueden hacer sino personas extraordinariamente santas.

En aquella época del 1500 las comunidades religiosas habían decaído de su antiguo fervor. Las comunidades eran demasiado numerosas lo cual ayudaba mucho a la relajación. Por ejemplo el convento de las carmelitas de Ávila tenía 140 religiosas. Santa Teresa exclamaba: "La experiencia me ha demostrado lo que es una casa llena de mujeres. Dios me libre de semejante calamidad".

Un día una sobrina de la santa le dijo: "Lo mejor sería fundar una comunidad en que cada casa tuviera pocas hermanas". Santa Teresa consideró esta idea como venida del cielo y se propuso fundar un nuevo convento, con pocas hermanas pero bien fervorosas. Ella llevaba ya 25 años en el convento. Una viuda rica le ofreció una pequeña casa para ello. San Pedro de Alcántara, San Luis Beltrán y el obispo de la ciudad apoyaron la idea. El Provincial de los Carmelitas concedió el permiso.

Sin embargo la noticia produjo el más terrible descontento general y el superior tuvo que retirar el permiso concedido. Pero Teresa no era mujer débil como para dejarse derrotar fácilmente. Se consiguió amigos en el palacio del emperador y obtuvo una entrevista con Felipe II y este quedó encantado de la personalidad de la santa y de las ideas tan luminosas que ella tenía y ordenó que no la persiguieran más. Y así fue llenando España de sus nuevos conventos de "Carmelitas Descalzas", poquitas y muy pobres en cada casa, pero fervorosas y dedicadas a conseguir la santidad propia y la de los demás.

Se ganó para su causa a San Juan de la Cruz, y con él fundó los Carmelitas descalzos. Las carmelitas descalzas son ahora 14,000 en 835 conventos en el mundo. Y los carmelitas descalzos son 3,800 en 490 conventos.

Por orden expresa de sus superiores Santa Teresa escribió unas obras que se han hecho famosas. Su autobiografía titulada "El libro de la vida"; "El libro de las Moradas" o Castillo interior; texto importantísimo para poder llegar a la vida mística. Y "Las fundaciones: o historia de cómo fue creciendo su comunidad. Estas obras las escribió en medio de mareos y dolores de cabeza. Va narrando con claridad impresionante sus experiencias espirituales. Tenía pocos libros para consultar y no había hecho estudios especiales. Sin embrago sus escritos son considerados como textos clásicos en la literatura española y se han vuelto famosos en todo el mundo.

Santa Teresa murió el 4 de octubre de 1582 y la enterraron al día siguiente, el 15 de octubre. ¿Por qué esto? Porque en ese día empezó a regir el cambio del calendario, cuando el Papa añadió 10 días al almanaque para corregir un error de cálculo en el mismo que llevaba arrastrándose ya por años.



IMÁGENES DE SANTA TERESA DE ÁVILA, 15 DE OCTUBRE

 

























 

NADA TE TURBE, NADA TE ESPANTE!!!





  

miércoles, 14 de octubre de 2020

LA VIRGEN COSTURERA



 La Virgen costurera

La costura que corría por mano del pobre lego tomó tal fama, que pronto pudo restaurar a la santa efigie


Por: Fernán Caballero | Fuente: Wikipedia


Un lego de convento, de corazón muy sencillo y sano, tenía un entrañable amor a la Virgen, y vivía con el pesar de no tener en su celda ninguna imagen de la Señora a la que dirigir sus oraciones, dar culto y cuidar. Encontrose un día en un zaquizamí del convento una efigie de la Señora; pero tan deteriorada y estropeada por el tiempo y el polvo, que daba pena verla. Fuera de sí de gozo, se la llevó a su celda, la limpió muy bien, y conoció que si un buen pintor la restauraba, quedaría hermosa y como nueva. Entonces cayó de rodillas y le dijo:

-¡Madre mía! Bien sabéis cuánto deseo que esta vuestra santa imagen sea restaurada, y que en ella se os rinda culto; pero soy tan pobre, que si vos no me ayudáis, no podré hacerlo. Así, os suplico que trabajéis conmigo para que esto pueda hacerse.

En seguida se fue en casa de una señora muy caritativa, y le pidió que le diese costura para que una pobrecita, con lo que ganase cosiendo, pudiese vestirse decentemente. La señora se la dio. Compró en seguida hilo, agujas, dedal y tijeras, lo llevó todo a su celda, lo presentó a la Señora, diciéndole:

-Señora, habéis sido muy buena costurera, y es preciso que me ayudéis con vuestras benditas manos, para reunir lo que necesito para restaurar vuestra efigie.

La Virgen se sonrió, y el lego se fue a sus quehaceres. Cuando volvió se encontró la costura hecha, tan bien cosida y tan olorosa, que la señora quedó muy satisfecha, y se la pagó muy bien.

La costura que corría por mano del pobre lego tomó tal fama, que pronto pudo restaurar a la santa efigie.

Al guardián y demás religiosos llamó la atención el cómo un pobre lego podía sufragar esos crecidos gastos, y un día se escondieron para ver lo que en la celda hacía. Entonces vieron que se hincó de rodillas ante la Señora, y le presentó unas ropas sin hacer, y que la Señora alargó sus benditas manos, y las tomó con un semblante dulce y complacido.

Entonces el guardián y los religiosos, asombrados, se postraron de rodillas, exclamando:

-Bienaventurados los sencillos y pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

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* Fernán Caballero era el seudónimo utilizado por la escritora española Cecilia Böhl de Faber

ESTAMPA CON ORACIÓN PARA LA CANONIZACIÓN DEL BEATO CARLO ACUTIS


 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL NÚMERO 13 EN LAS APARICIONES DE LA VIRGEN DE FÁTIMA?



 ¿Por qué es importante el número 13 en las apariciones de la Virgen de Fátima?

Redacción ACI Prensa

 Crédito: Iglesia en Valladolid (CC BY-SA 2.0)



Las principales apariciones de la Virgen María en Fátima (Portugal) sucedieron los 13 de cada mes, un número con un gran significado que muestra la relación de la Madre de Dios con la salvación del mundo.

En un artículo de National Catholic Register, el escritor y autor del libro “Fruits of Fatima — Century of Signs and Wonders”, Joseph Pronechen, indicó que los números tienen un “gran significado y simbolismo para el pueblo judío”.

“Se daban significados particulares a los números en el Antiguo Testamento que continuaron en el Nuevo y fueron mencionados por los Padres de la Iglesia”, agregó.

Pronechen resaltó que el número trece en las apariciones de la Virgen de Fátima tienen una conexión con la historia bíblica de Ester, que fue considerada por los Padres de la Iglesia “como una representación de la Santísima Virgen María” en el Antiguo Testamento.

Ester fue parte de los judíos exiliados a Persia, donde su tío Mardoqueo, un diligente servidor del rey, la cuidaba. El rey Asuero necesitaba una reina y de entre todas las mujeres decidió escoger a Ester.

“Amó a Ester más que a todas las demás mujeres; de todas las vírgenes ella ganó su favor y devoción, de modo que él puso la corona real en su cabeza y la hizo reina” sin saber que era judía, citó Pronechen en el artículo.

Amán, quién estaba celoso de la posición de Mardoqueo, logra con engaños ser la mano derecha del rey y decreta que el 13 del mes judío de Adar todos los judíos en el reino debían morir.

Pronechen indicó que, frente a esta sentencia, Ester revela su origen judío y los planes de Amán al rey, quien “se indignó por la fechoría, dio muerte al villano y dio la orden de salvar a los judíos”.

El día 13, “día en que los enemigos de los judíos esperaban ganar poder sobre ellos, se convirtió en un día en el cual los judíos ganaron poder sobre sus enemigos”, señala el escritor. “Ester salvó a su pueblo. Ellos vivieron”, agregó.

Pronechen resaltó que esta relación muestra que, en su aparición en Fátima, la Virgen María “vino a salvar a su pueblo mostrándoles el camino correcto a seguir”.

Además, señaló que en la Enciclopedia Católica New Advent se recuerda que Ester “proviene del hebreo que significa ‘estrella’ y ‘felicidad’” y resaltó que Sor Lucía Dos Santos, una de los tres videntes de Fátima, indicó al P. Thomas McGlynn que la Virgen “siempre tenía una estrella en su túnica”.

“El cielo nuevamente estaba haciendo la conexión para decirnos que María vendría a Fátima también para salvar a su pueblo y a la Iglesia del mal”, agregó.

Asimismo, indicó que la Virgen nos dirige a rezar el Rosario, mensaje que se refleja especialmente durante su aparición en Fátima el 13 de octubre, mes que la Iglesia dedica al Santo Rosario, donde se identificó como Nuestra Señora del Rosario.

El escritor resaltó que en una conversación entre Sor Lucia y unos frailes carmelitas, ella señaló que “el escapulario y el Rosario son inseparables. El escapulario es un signo de consagración a Nuestra Señora”.

“Fue en el siglo XIII cuando Nuestra Señora le dio el Rosario a Santo Domingo. Y fue nuevamente en el siglo XIII cuando también le dio a San Simón Stock el escapulario marrón”, indicó Pronechen.

Finalmente, resaltó que la Virgen María lleva a los fieles a la Sagrada Eucaristía, y sus apariciones el 13 de cada mes tiene una relación con el Espíritu Santo, al ser trece personas en total, ella y los doce apóstoles, los que se encontraban en la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.

“El número ’13’ conectado con Fátima, ya sea directa o indirectamente, es otra de las razones por las que el mensaje y el significado de Fátima debe ser relevante para nosotros”, concluyó.

PAPA FRANCISCO EVITA SALUDAR DE CERCA A LOS FIELES POR AUMENTO DEL COVID19 EN ITALIA



 Papa Francisco evita saludar de cerca a los fieles por aumento del COVID-19 en Italia

Redacción ACI Prensa

Foto: Captura VaticanMedia



El Papa Francisco evitó saludar de cerca a los fieles que participaron en la Audiencia General por el aumento de casos positivos de COVID-19 en Italia.

Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 14 de octubre, el Santo Padre se disculpó por no haber saludado de cerca, como es habitual, a las personas que estaban presentes en el Aula Pablo VI.

“Yo quisiera hacer, como hago habitualmente, bajar y acércame a ustedes para saludarlos. Pero con las nuevas normas es mejor mantener las distancias. También con los enfermos, les saludo de corazón desde aquí”, dijo el Papa quien aconsejó estar “a distancia prudente como se debe hacer”.

En esta línea, el Papa explicó “cuando yo voy, todos se acercan, y allí se provocan aglomeraciones, y el problema es que hay peligro de contagio”.

Por ello, el Pontífice añadió la importancia de permanecer “así, cada uno con las mascarillas, manteniendo las distancias” para poder “ir hacia adelante con las audiencias”.

“Discúlpenme si hoy les saludo de lejos, pero creo que, si todos como buenos ciudadanos cumplimos los requerimientos de las autoridades, esto será una ayuda para terminar con esta pandemia. Gracias”, concluyó el Papa.

Tras el aumento de casos positivos de coronavirus en Italia, el Gobierno endureció nuevamente las restricciones, por ejemplo, están prohibidas las reuniones de más de seis personas en casa, el máximo de 30 invitados en bodas y bautizos y el uso obligatorio de mascarilla al aire libre.

Por su parte, el Vaticano informó el 12 de octubre que hay cuatro Guardias Suizos positivos de COVID-19 que se suman a otros tres ciudadanos vaticanos positivos al Coronavirus y aseguró que “se están realizando los controles necesarios entre quienes pudieron haber estado en contacto directo con ellos”. 

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 14 DE OCTUBRE DEL 2020

 

 Lecturas de hoy Miércoles de la 28ª Semana del Tiempo Ordinario

Hoy, miércoles, 14 de octubre de 2020



Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (5,18-25):

Si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley. Las obras de la carne están patentes: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, envidias, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, discordias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo, como ya os previne, que los que así obran no heredarán el reino de Dios. En cambio,

el fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Contra esto no va la ley.

Y los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y sus deseos. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 1,1-2.3.4.6


R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida


Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,

ni entra por la senda de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

sino que su gozo es la ley del Señor,

y medita su ley día y noche. R/.


Será como un árbol

plantado al borde de la acequia:

da fruto en su sazón

y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. R/.


No así los impíos, no así;

serán paja que arrebata el viento.

Porque el Señor protege el camino de los justos,

pero el camino de los impíos acaba mal. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,42-46):

En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!»

Un maestro de la Ley intervino y le dijo: «Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.»

Jesús replicó: «¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!»


Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 14 de octubre de 2020

CR

Queridos amigos y amigas:


No tiene ningún sentido dividir a la gente en buenos y malos como suelen hacer las películas mediocres. Primero, porque ningún ser humano puede juzgar a su hermano. Segundo, porque el bien y el mal nos atraviesan a todos por dentro.

Jesús es implacable contra los fariseos y maestros de todos los tiempos que se preocupan por dar una "buena imagen electoral" y pasan por alto el derecho y el amor de Dios, o que abruman a la gente con cargas insoportables mientras ellos (¿o nosotros?) no mueven ni un dedo.

Son palabras enérgicas, de las más contundentes transmitidas por los evangelios, y, sin embargo, no parece que tengan demasiado efecto en nosotros. A veces, en nuestra iglesia, hay personas que se sienten con la obligación moral de señalar lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, de marcar una línea nítida entre lo permitido y lo prohibido, de censurar conductas "escandalosas", de llamar a cada cosa por su nombre.

¿Cómo podemos saber si estas actitudes "proféticas" son genuinamente evangélicas o no? La carta a los gálatas nos ofrece una pista. Donde hay Espíritu surgen frutos espirituales: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, amabilidad, autocontrol, etc. Donde hay "carne" (hoy diríamos "ser humano que se deja llevar por lo suyo") surgen otros frutos: fornicación, impureza, contiendas, celos, rencores, sectarismo etc.

Esto puede parecer demasiado simple. Y, sin embargo, a esta simplicidad suelen llegar después de muchas vueltas, los hombres y mujeres espirituales. Hace tiempo que me he desenganchado de los maestros que presumen de decir las cosas claras y que van dejando un rastro de rencor, enemistades, sectarismo.

PINTURA ANDINA DE LA VIRGEN MARÍA ELEGIDA POR CORREO DE ESTADOS UNIDOS PARA ESTAMPILLA NAVIDEÑA



 Pintura andina de la Virgen elegida por correo de Estados Unidos para estampilla navideña

Redacción ACI Prensa

Crédito: Unsplash.



El Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS) lanzará el 20 de octubre una estampilla de Navidad usando una pintura de la Virgen María de más de 200 años de antigüedad proveniente de Perú, y que se expone en uno de los museos de arte más destacados del mundo.

En la galería 757 del Museo Metropolitano de Arte (MET) en Nueva York (Estados Unidos) se expone la pintura de Nuestra Señora de Guápulo, una pintura de la escuela cusqueña y de autor desconocido que data del siglo XVIII.


Pintura de Nuestra Señora de Guápulo. Créditos: Dominio Público


“La imagen ricamente vestida y adornada representada en esta obra se originó como una copia de la Virgen de Guadalupe española, encargada en 1584 por una cofradía de comerciantes en Quito (Ecuador)”, indica el MET.

Durante el último cuarto del siglo XVII, una pintura de esta advocación mariana, que toma el nombre de la ciudad de Guápulo (Ecuador) donde estaba el santuario que albergaba la imagen, recorrió los Andes en búsqueda de donaciones.

“Una copia pintada de la escultura fue transportada por los Andes con la misión de recolectar limosnas para la construcción de un nuevo santuario, lo que resultó en una demanda de copias producidas localmente” como la que fue pintada por el autor cusqueño, agregó el museo.

El director de arte del MET, Greg Breeding, se basó en esta imagen de la Virgen para crear una de las 17 estampillas que el servicio postal ofrece para la Navidad de este año.

“Vestida con una túnica piramidal salpicada de joyas y sosteniendo un cetro tejido con rosas y hojas, una Virgen María coronada mira a un Niño Jesús adornado de manera similar en su brazo izquierdo. Un rosario rojo cruza el centro de su vestido y baja a su derecha”, describe el servicio postal.

Cada dos años se publica un sello navideño que representa una imagen tradicional de Jesús y María, y con la Virgen de Guápulo es la segunda vez que una imagen religiosa peruana llega a las estampas del USPS.

En 2006, la imagen “La Madona y el Niño con el Ave” atribuida al pintor peruano Ignacio Chacón apareció en la estampa navideña. La pintura de la escuela cusqueña se encuentra actualmente en el Museo de Arte de Denver (Estados Unidos).


La escuela cusqueña de arte

La escuela de arte originada en Cusco (Perú), fue una de las corrientes más importantes durante el Virreinato del Perú y se caracterizó por la representación de imágenes religiosas, por el uso de los rojos, amarillos y colores tierra y por el acabado en oro de las imágenes, especialmente las relacionadas a la Virgen María.

Las pinturas de esta escuela fueron muy conocidas y en el siglo XVIII llegaron a distribuirse por el Virreinato del Perú, llegando incluso a los actuales territorios de Colombia, Ecuador, Chile y Argentina.

BIENVENIDOS!!!

 





 
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