miércoles, 2 de diciembre de 2020

IMÁGENES CON LAS MEDITACIONES PARA CADA DÍA DE ADVIENTO 2020 - COMPARTELAS

 





























 Lecturas de hoy Miércoles de la 1ª semana de Adviento

Hoy, miércoles, 2 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (25,6-10a):

EN aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos,

en este monte, un festín de manjares suculentos,

un festín de vinos de solera;

manjares exquisitos, vinos refinados.

Y arrancará en este monte

el velo que cubre a todos los pueblos,

el lienzo extendido sobre a todas las naciones.

Aniquilará la muerte para siempre.

Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros,

y alejará del país el oprobio de su pueblo

—lo ha dicho el Señor—.

Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios.

Esperábamos en él y nos ha salvado.

Este es el Señor en quien esperamos.

Celebremos y gocemos con su salvación,

porque reposará sobre este monte la mano del Señor».


Palabra de Dios



Salmo

Sal 22,1-3a.3b-4.5.6


R/. Habitaré en la casa del Señor por años sin término


V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. R/.


V/. Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.


V/. Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R/.


V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,29-37):

EN aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.

Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.

La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».

Los discípulos le dijeron:

«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».

Jesús les dijo:

«¿Cuántos panes tenéis?».

Ellos contestaron:

«Siete y algunos peces».

Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.

Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.


Palabra del Señor.



«‘¿Cuántos panes tenéis?’. Ellos dijeron: ‘Siete, y unos pocos pececillos’»


Rev. D. Joan COSTA i Bou

(Barcelona, España)

Hoy contemplamos en el Evangelio la multiplicación de los panes y peces. Mucha gente —comenta el evangelista Mateo— «se le acercó» (Mt 15,30) al Señor. Hombres y mujeres que necesitan de Cristo, ciegos, cojos y enfermos de todo tipo, así como otros que los acompañan. Todos nosotros también tenemos necesidad de Cristo, de su ternura, de su perdón, de su luz, de su misericordia... En Él se encuentra la plenitud de lo humano.

El Evangelio de hoy nos hace caer en la cuenta, a la vez, de la necesidad de hombres que conduzcan a otros hacia Jesucristo. Los que llevan a los enfermos a Jesús para que los cure son imagen de todos aquellos que saben que el acto más grande de caridad para con el prójimo es acercarlo a Cristo, fuente de toda Vida. La vida de fe exige, pues, la santidad y el apostolado.

San Pablo exhorta a tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús (cf. Fl 2,5). Nuestro relato muestra cómo es el corazón: «Siento compasión de la gente» (Mt 15,32). No puede dejarlos porque están hambrientos y fatigados. Cristo busca al hombre en toda necesidad y se hace el encontradizo. ¡Cuán bueno es el Señor con nosotros!; y ¡cuán importantes somos las personas a sus ojos! Sólo con pensarlo se dilata el corazón humano lleno de agradecimiento, admiración y deseo sincero de conversión.

Este Dios hecho hombre, que todo lo puede y que nos ama apasionadamente, y a quien necesitamos en todo y para todo —«sin mi no podéis nada» (Jn 15,5)— necesita, paradójicamente, también de nosotros: éste es el significado de los siete panes y los pocos peces que usará para alimentar a una multitud del pueblo. Si nos diéramos cuenta de cómo Jesús se apoya en nosotros, y del valor que tiene todo lo que hacemos para Él, por pequeño que sea, nos esforzaríamos más y más en corresponderle con todo nuestro ser.

INTENCIONES DE ORACIÓN 2020: EL PAPA FRANCISCO DESTACA IMPORTANCIA DE LA VIDA DE ORACIÓN



VIDEO#12 intenciones de oración 2020: El Papa destaca importancia de la vida de oración

Redacción ACI Prensa


Este 1 de diciembre la Santa Sede divulgó el video con la intención de oración del Papa Francisco para este mes de diciembre de 2020 en el que destaca la importancia de la vida de oración.

En este nuevo video, el Santo Padre recordó que “el corazón de la misión de la Iglesia es la oración” y añadió que “la oración es la llave para que podamos entrar en un diálogo con el Padre”.

“Cada vez que leemos un pequeño pasaje del Evangelio escuchamos a Jesús que nos habla, conversamos con Jesús, escuchamos a Jesús y respondemos y esto es la oración”, explicó el Papa.

En esta línea, el Pontífice dijo que a través de la oración “cambiamos nuestros corazones” y advirtió que “podemos hacer muchas cosas, pero sin oración no funciona”.

“Recemos para que nuestra relación con Jesucristo se alimente de la Palabra de Dios y de una vida de oración”, pidió el Santo Padre.

El video de las intenciones de oración del Papa es una iniciativa de la Red Mundial de Oración del Papa.

Como se explica en su sitio web, la Red Mundial de Oración del Papa es una obra pontificia que tiene como misión movilizar a los cristianos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia.

 

IMÁGENES DE TARJETAS DE FELIZ NAVIDAD

 















 

domingo, 29 de noviembre de 2020

PAPA FRANCISCO: DIOS TE HARÁ ESPERAR, PERO NO TE DECEPCIONA



Papa Francisco: Dios te hará esperar, pero no te decepciona

POR MIGUEL PÉREZ PICHEL | ACI Prensa

Foto: Vatican Media



El Papa Francisco reflexionó este domingo 29 de noviembre durante el rezo del Ángelus en el Vaticano sobre el Adviento, que da inicio precisamente hoy.

El Papa recordó que el Adviento es una preparación de la Navidad y, por lo tanto, “es un tiempo de espera y de esperanza”.

Subrayó que “para un cristiano, lo más importante es el encuentro continuo con el Señor. Estar con el Señor. Y así, habituados a estar con el Señor de la vida nos preparamos al encuentro, a estar con el Señor en la eternidad”.

“Este encuentro definitivo”, continuó el Obispo de Roma, “vendrá al final del mundo y viene cada día para que, con su gracia, podamos cumplir el bien en nuestra vida y en la de los otros. Nuestro Dios es el ‘Dios-que-viene’. No os olvidéis de esto”.

Francisco hizo hincapié en que “Dios es un Dios que viene, que viene continuamente: ¡Él no decepciona nuestra espera! El Señor no decepciona nunca. Nos hará esperar, tal vez. Nos hará pasar algún momento en la oscuridad para madurar nuestra esperanza, pero nunca decepciona. El Señor siempre viene. Siempre está a nuestro lado. A veces no se hace ver, pero siempre viene”.

Dios, señaló, “vino en un momento concreto de la historia, y se ha hecho hombre para tomar sobre sí nuestros pecados. La fiesta de la Navidad conmemora esta primera venida de Jesús en un momento histórico”.

“Vendrá también al final de los tiempos como juez universal. Y viene también en una tercera modalidad: viene cada día a visitar a su pueblo, a visitar a cada hombre y mujer que lo acoge en la Palabra, en los Sacramentos, en los hermanos y en las hermanas”.

El Pontífice también recordó que “Jesús, nos dice la Biblia, está en la puerta y llama. Está en la puerta de nuestro corazón y llama”. A continuación, el Papa se dirigió a los fieles y preguntó: “¿Sabes escuchar al Señor que llama, que ha venido hoy para visitarte, que llama a tu corazón con una inquietud, con una idea con una inspiración? Vino a Belén, vendrá en el fin del mundo, pero cada día viene a nosotros. Estad atentos, escuchad lo que tenéis en el corazón cuando llama el Señor”.

También se refirió al actual momento de pandemia y el sufrimiento que causa en muchas personas. “La espera confiada del Señor hace encontrar consuelo y valentía en los momentos oscuros de la existencia”, como el actual. “¿Y de dónde nace esta valentía y esta apuesta confiada? Nace de la esperanza. Y la esperanza no decepciona. Es la virtud que nos lleva adelante mirando al encuentro con el Señor”.

Por eso, en este momento más que en ningún, conviene recordar que “el Adviento es una llamada incesante a la esperanza: nos recuerda que Dios está presente en la historia para conducirla a su fin último y a su plenitud, que es el Señor Jesucristo. Dios está presente en la historia de la humanidad, es el ‘Dios con nosotros’. Dios no está lejano, está siempre con nosotros, hasta el punto de que muchas veces llama a la puerta de nuestro corazón”.

“El Señor camina a nuestro lado para sostenernos. El Señor no nos abandona nunca; nos acompaña en nuestros eventos existenciales para ayudarnos a descubrir el sentido del camino, el significado del cotidiano, para infundirnos valentía en las pruebas y en el dolor”.

“En medio de las tempestades de la vida, Dios siempre nos tiende la mano y nos libra de las amenazas. Esto es bello”.

El Papa concluyó: “María Santísima, mujer de espera, acompañe nuestros pasos en este nuevo año litúrgico que empezamos, y nos ayude a realizar la tarea de los discípulos de Jesús, indicada por el apóstol Pedro: dar razones de la esperanza que hay en nosotros”.

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