miércoles, 8 de mayo de 2013

NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN - 8 DE MAYO

Autor: . | Fuente: ACI Prensa
Nuestra Señora de Luján
Advocación Mariana, 8 de mayo




Nuestra Señora de Luján
Patrona de la Argentina

A 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires se halla la villa de Luján. En 1630 no había en aquel paraje ningún rastro de población y sólo era frecuentado por las caravanas de carretas y las rescuas de mulas tucumanas que bajaban o subían del puerto de Buenos Aires.

Sucedió que un portugués dueño de una estancia, a cuarenta leguas de la ciudad, trató de erigir en ella una modesta capilla dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen. Para esto le pidió a un amigo de Brasil que le envíe una imagen pequeña de la Virgen en aquel misterio. Su amigo le envió dos imágenes en bulto: una que representaba a María en su Inmaculada Concepción y que hoy se venera en el santuario de Luján y otra que tenía en sus brazos al Niño Jesús y ahora es venerada en Sumampa.

Partió entonces de Buenos Aires el encargado de conducir las imágenes. En la tarde del tercer día se detuvo la caravana para pasar la noche y al día siguiente el conductor de las imágenes preparó los bueyes para proseguir el viaje pero éstos no se movían. Vinieron en su ayuda troperos y peones pero no tuvieron suerte. Finalmente juzgaron que era necesario aliviar el peso de la carreta. Descargaron las imágenes y en ese momento los bueyes pudieron moverse con facilidad. Queriendo cerciorarse si el obstáculo provenía de las imágenes las pusieron nuevamente en la carreta y no se pudo mover. Entonces viendo que las imágenes se querían quedar en aquel lugar decidieron que una de ellas permaneciera en la Cañada y la entregaron al dueño de esas tierras. La fama del prodigio corrió hasta Buenos Aires y no faltaron quienes emprendieron un viaje a Luján para contemplar la imagen.

En 1887 la imagen fue coronada canónicamente por el Papa León XIII

GRACIAS MARÍA



Gracias María...

María, ayúdanos a darnos cuenta de las maravillas que Dios va haciendo en nosotros: la vida, la familia, la educación, los amigos...

Ayúdanos a admirarnos con sencillez de lo bueno de cada día y a ser sencillamente agradecidos.

Que no nos pueda el orgullo de ser más que los demás, sino que sintamos el deber de poner lo que tenemos al servicio de los demás.

 Ojalá aprendamos que ‘amor con amor se paga’, y hagamos de nuestra vida un acto de servicio a Dios y al prójimo.

¡Santa María, mujer agradecida, ruega por nosotros!



MARÍA PROVOCA LA PRIMERA SEÑAL

Autor: P. Fintan Kelly | Fuente: Catholic.net
María provoca la primera "señal"
Además de la gran confianza que María mostró en su Hijo, ella fue el medio que Dios usó para dar comienzo a la manifestación de Jesús.
 
María provoca la primera

Ojalá puedas leer en el Evangelio Jn 2, 1-12, cuando María le pide a su Hijo que les falta el vino en una boda donde fueron invitado en Caná.

A mí me llama poderosamente la atención ese detalle de María de acercarse a visitar a su prima santa Isabel tras tener conocimiento de su estado de gestación, también su fina observación en las bodas de Caná, en una situación de tanto embarazo para aquellos jóvenes esposos. Todo ello habla de un corazón amable, sencillo, bondadoso, atento, comprensivo, servicial en nuestra madre del cielo".

Una contemplación superficial del episodio de la boda de Caná nos dice que lo más milagroso fue el hecho de que Jesús mostró su dominio absoluto sobre la materia, convirtiendo agua en vino. Sin embargo, el Evangelista nos da a entender que no fue así al decir "Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzó a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos" (Jn 2, 11).

Según el Evangelista la finalidad intrínseca de este milagro fue el convencer a sus discípulos que Él era lo que decía que era: el Hijo de Dios. Así manifestó su "gloria" que era su divinidad, pues María le obligó a "hacer llegar su hora" de mostrar su gloria o divinidad.

Independientemente de la gran confianza que María mostró en su Hijo, como hemos comentado antes, está el hecho de que ella fue el medio que Dios usó para dar comienzo a la manifestación de Jesús de Nazaret como su Hijo. Aquí María aparece como aquella que hace conocer a Cristo. Uno podría pensar que tal vez su misión fuese solamente traer al Hijo al mundo y después dejarlo manifestarse como le pareciera mejor. Dios en su providencia quería hacer las cosas de otra manera: quería dar a conocer a su Hijo al mundo por medio de su Madre. Nosotros podemos no estar de acuerdo con esta metodología, pero no se puede negar que Él quiso adoptarla para manifestar a su Hijo.

Parece ser que el Padre sigue usando esta metodología para dar a conocer a su Hijo. Son elocuentes las múltiples apariciones de la Virgen en estos dos últimos siglos. Pensemos en Lourdes, Fátima...

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


ACTO DE CONSAGRACIÓN AL
INMACULADO CORAZÓN DE MARIA.



¡Oh Inmaculado Corazón de María!, Reina de Cielo y tierra, y Madre tierna de todos los hombres, de acuerdo con tu fervoroso deseo revelado en Fátima, yo consagro a ti mi patria, mis semejantes y a mi mismo.

Reina en nuestros corazones, Madre queridísima, para que seamos verdaderamente seguidores de Cristo sus enseñanzas, en lo próspero y en lo adverso, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte.

Quiero expiar por todos mis pecados y por los de todos los hombres. Deseo la bendición de Dios sobre mi patria y el mundo entero, paz entre las naciones, con amor y justicia por todos los hombres. Amén

FLORECILLAS A MARÍA - 8 DE MAYO - SRA. DE LUJAN


FLORECILLAS A MARIA
Flor del 8 de mayo: Virgen prudentísima
Fiesta de Nuestra Señora de Luján

Meditación: “Se turbó, preguntándose qué podría ser éste saludo” (Lucas 1,29). Prudentísima porque turbada calló, porque obedeció, porque creyó y supo entregarse como esclava de Dios. ¡Qué modelo para nuestra locuacidad, nuestra poca fe y nuestro orgullo!. “Las vírgenes prudentes llenaron sus lámparas de aceite” (Mateo 25,4). María la llenó con fe. “Feliz porque haz creído”. La llenó con amor. “Mi Amado es mío y yo soy suya” (Cantar de los cantares 2,16). La llenó de esperanza. “Guardaba todas las Palabras de Jesús en su Corazón” (Lucas 2,51). 

Oración: ¡Oh Virgen de Luján que señalas el camino de nuestro peregrinar!. Haz que la prudencia de tu Corazón la cultivemos también hoy, para que nuestras lámparas se aviven con una ardiente llama de fe, el pabilo de la esperanza y el aceite del Amor, como verdaderos templos de Dios. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).


Florecilla para este día: Reflexionar sobre si cumplo lo que Dios quiere de mi, si hago Su Voluntad, o la mía.

martes, 7 de mayo de 2013

IMAGENES CON MENSAJES - VIRGEN MARIA

























Con María...esperado Pentecostés


Autor: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.netCon María...esperado Pentecostés ¿Cómo reconoceré la Espíritu Santo, Señora? Porque Él te dará la fuerza que necesites para cumplir la Voluntad de Dios.   

Aquí te espero, Señora mía, en este punto de mi vida y unos días antes de Pentecostés para que tú, Madre querida, me enseñes, me expliques, me acompañes a recibir al que nos ha prometido Jesús…
Quiero encontrarte hoy Señora, mas, ¿dónde te busco?… mi alma comienza a susurrarte amorosamente un Ave María: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo… Sí, Madre, el Señor es contigo y eres llena de gracia… llena de gracia, esa gracia que enamora al mismo Dios, y ha sido sembrada en tu alma por el Espíritu Santo… tú le conoces bien, Señora, háblanos de El…
Y mi corazón te busca, y tú, siempre atenta, te llegas a mi alma y a mis sueños y me cuentas… me enseñas… me amas…
- Hija querida, para que tu corazón entienda lo que significa albergar al Espíritu Santo, lo primero y mas necesario es que sea un corazón de puertas abiertas… un corazón que espera, un corazón que confía mas allá de los límites, un corazón que pide a Jesús a cada instante "Señor, aumenta mi fe"… 

- Es bien cierto Señora, tú has hallado gracia delante de Dios por tu oración silenciosa, perseverante, confiadísima, y por tus virtudes, delicadamente sembradas en el alma de quien debía recibir al Salvador del mundo, y aceptadas por ti con alegría, y vividas con fe, no como carga u obligación, sino como signo de amor… Señora, tú conoces bien al Espíritu… no en vano la Iglesia nos dice que eres su fiel esposa…
- Así es hija, el Espíritu llego a mí el día de la Encarnación como propuesta de amor… Y me inundó el alma… mi vida no fue la misma a partir de aquel día, es que las personas ya no son las mismas luego que El entra en sus almas… 

- ¿Cómo es esto, Señora? ¿Cómo sabemos que El ha llegado a nuestra alma?, lo sabemos por fe, sí, que lo hemos recibido en el Bautismo y en la Confirmación, pero… ¿como nos damos cuenta en nuestra vida diaria, en la rutina, de que nos estamos dejando guiar por El o si hacemos oídos sordos a sus consejos, a las santas inclinaciones que sugiere a nuestra alma?
- No eres la primera que me hace esta pregunta… Hace ya tiempo me la hizo Tomas… sí, Tomas, el Mellizo, el Apóstol, el que no había creído cuando Jesús se presentó a sus compañeros…, pero ven, vamos a Jerusalén, así lo ves por ti misma… 

Mi corazón cierra los ojos al mundo y te sigue, es una sensación hermosa, seguirte, adondequiera que vayas, seguirte, no hay camino más hermoso, María, no hay camino mas seguro…
Jerusalén se presenta ante nuestros ojos quieto y sin ruido, apenas está por salir el sol, uno que otro habitante va saliendo a sus diarias tareas, entramos las dos a la ciudad sin ser vistas… Llegamos a una construcción de dos plantas, que en nada se diferenciaba del resto de las viviendas… Allí se reunían los Apóstoles y algunas mujeres… Quizás era la misma casa en que se celebró la Ultima Cena, pero no quise preguntar…, era demasiado fuerte toda la situación, preferí seguirte sin preguntas… 

Entraste, delicadamente, como entras en las almas de los que te aman, te sigo…, era el día de Pentecostés, la fiesta de la cosecha, la plenitud y la abundancia, habían transcurrido 50 días desde el Domingo de Pascua…, los Apóstoles estaban ya reunidos en oración en el piso superior…Te dedicaste a prepararles unos alimentos, te ayudé en lo poco que yo sabía, en realidad, solo atinaba a mirarte, extasiada… Cuando todo estuvo listo, subiste a alimentar a tus amigos, a tus hijos… y recordé como alimentas a todos tus hijos, proporcionando a tus devotos todo lo necesario para el cuerpo y el alma…
Los hombres habían hecho un alto en la oración y agradecieron tu gesto maternal… Cuando bajaste, noté que te seguía Tomas, el Mellizo… el hombre estaba un poco turbado y sus ojos denotaban una gran preocupación…
Señora mía- te dijo, y su voz rebosaba de amor y respeto- necesito preguntaros algo…
Dime hijo, te escucho… 

Señora, bien sabes lo que me ha sucedido con el Maestro, cuando me negué a creer en su Resurrección… cuando se presentó ante mí yo me sentí avergonzado a causa de mi incredulidad y lo que más me dolió fue la expresión de sus ojos cuando me dijo "En adelante no seas incrédulo sino hombre de fe"… su mirada reflejaba dolor por mi falta de fe… Señora, no quiero fallarle de nuevo al Maestro, Él nos dijo que nos enviaría el Paráclito, el Espíritu Santo y yo… yo tengo miedo de no reconocerlo… tu sabes, Madre…
Madre… la palabra revoloteaba en el aire y lo perfumaba, sí Madre, Madre nuestra, Madre de la Iglesia, Madre que escucha y aconseja, Madre que calma y consuela… Madre
Tomas, hijo, no temas…-contestó la llena de gracia- no temas… tu corazón debe tener abierta sus puertas al amor de Dios, confiar… Él conoce tus debilidades, pero también conoce tu amor… solo pide, hijo mío, solo pide a Dios luz para el alma, luz para tu corazón, y el Espíritu te dará todo lo que pides y más, mucho más…
¿Cómo lo reconoceré, Señora?
Porque El te dará la fuerza que necesites para cumplir la Voluntad de Dios… 

¿Cómo sabré que es lo que Dios espera de mí?
Hijo, lo que Dios espera de ti es que ames como Jesús te ama… el amor, además de mandamiento es camino, y es mandamiento porque es camino… ama, hijo, pero ama como Jesús te ama, con esa intensidad…. No esperes realizar grandes milagros u obras para sentir que estás cumpliendo la voluntad de Dios…. Se puede cumplir la voluntad del Padre en las cosas más sencillas, y se puede desobedecer al Padre también en las cosas más sencillas… La madre, cumple la voluntad de Dios amando, cuidando, alimentando a sus hijos, siendo su amiga y serena consejera…. El padre, cumple la voluntad de Dios protegiendo a su familia, velando por su unidad, siendo faro en las tormentas del alma, llevando calma y paz… un trabajador cumple la voluntad de Dios siendo fiel en su labor, respetando a los demás, buscando siempre la paz…
Tomas te miró con rostro aliviado, te abrazó con infinita ternura y vi como gruesas lágrimas surcaban el rostro del hombre… qué hermosa imagen me regalabas al corazón, Madre querida, un hombre que se abraza a ti y puede llorar… toda la angustia del alma, se transforma en lágrimas y caen sobre tu manto… Y retornan al hombre hechas consejo y camino… 

Subimos nuevamente al piso superior, y Pedro comenzó nuevamente las oraciones… De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa, y aparecieron unas lenguas, como de fuego, que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos… Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran… 

Los hombres estaban entre maravillados y emocionados, y comenzó a escucharse el griterío de la gente que había llegado atraída por el ruido del viento y se agolpaba fuera de la casa… Los Apóstoles bajaron y se acercaron a las personas que allí estaban y comenzaron a proclamar las maravillas de Dios en distintos idiomas, así, cada uno de los presentes les escuchaba en su propia lengua nativa…
Tan opuesta esta escena a la de la Torre de Babel, donde el orgullo de los hombres provocó el nacimiento de las distintas lenguas y no podían entenderse… aquí, gracias al Espíritu, las diferentes lenguas no eran obstáculo para el mensaje, sino canal por el que llegar a todo hombre…
Tú, Señora mía, te quedaste arriba… yo te pregunté, tímidamente…
¿Y ahora, Madre? 

Pues, acabas de presenciar el nacimiento de la Iglesia… Una Iglesia que proclama el amor de Dios en toda lengua y a toda cultura… Una Iglesia de puertas abiertas y corazón orante… una Iglesia que es cuerpo de Cristo… y, como todo cuerpo, tiene muchos miembros…
Explícame esto, Señora… 

Hija, todos acaban de ser bautizados en el único Espíritu, y así lo serán los que vayan creyendo el mensaje de Jesús… pero cada uno tiene un lugar dentro del cuerpo Místico de Cristo… para que entiendas… un cuerpo no es solo ojos, o manos, o pies, eso no seria un cuerpo, un cuerpo esta formado por muchos miembros, unos mas notables, otros menos notables, pero todos igualmente necesarios y dignos… algunas personas piensan que porque no es evidente en ellos alguna habilidad especial, no pueden encontrar la voluntad de Dios para ellos, nada más lejos de la realidad… mira, no se trata de las cosas que se hacen, sino del amor con que se hacen…. Tiene mas mérito a los ojos de Dios una mamá que sirve un plato de arroz a sus hijos con infinito amor en la intimidad del hogar, que una persona que alimenta a diez solo para que los demás vean su generosidad…, no se trata de las escalas del mundo sino de las escalas de Dios ¿puedes entenderlo? Todos los bautizados han recibido un don especial del Espíritu Santo… Encontrar ese don, a veces dormido dentro del alma, es todo un esfuerzo, implica idas y venidas en el interior de uno mismo, pero luego de la búsqueda y del esfuerzo, el don despliega las alas… todas las personas son muy capaces para algo, según los dones del Espíritu, algunos serán favorecidos con el don de la sabiduría, otros de la inteligencia, otros de la fortaleza, otros del consejo, para otros habrá espíritu de ciencia y en otros de piedad, y para otros habrá un santo temor de Dios…, pero encontrar esos dones dentro del alma, supone un esfuerzo, nadie pretenda descubrirlos mágicamente… además, luego de encontrarlos hay que hacerlos dar fruto, pues recuerda lo que dijo Jesús "Al que tiene se le dará más y al no tiene, aun lo poco que posee le será quitado" se refería aquí a los dones del Espíritu…
Te acercas a mí, tu mirada me da paz, mucha paz… bajamos, la gente se agolpa a la puerta de la casa, salimos sin ser vistas… Un hombre reparó en ti y te reconoció, se acercó y te dijo…
Señora… Señora… 

Me alejé para que hablaran solos… Cuando te retiraste, el hombre tenía la mirada como iluminada, y una sonrisa llena de paz… Los primeros devotos tuyos, Señora, los primeros sencillos y fieles devotos…
Volvemos juntas a mi realidad de todos los días… se acerca el domingo de Pentecostés, quiero esperarlo en oración y con las puertas de mi corazón abiertas, como tu me enseñaste… Debemos despedirnos…
-Gracias, Madre -susurra mi alma sin ganas de dejarte- gracias… cada vez que mi corazón te encuentra termina fortalecido, gracias…
- Nos vemos, querida, nos vemos en la misa de Pentecostés, te estaré esperando… 

Vuelvo a mi realidad, mientras mi corazón te da el último abrazo y se despide de ti…
Tú susurras algo, que no alcanzo a escuchar… Me quedo con la duda ¿Qué dijiste María, que mi apuro no me dejó oír?... Un pensamiento me viene al corazón, quizás dijiste…"Hija, algún día comprenderás que no hay despedidas entre nosotras, que siempre estamos juntas, que siempre estoy a tu lado, aunque muchas veces, tu angustia, tu soledad, tu tristeza, no te permita verme"…. 

Amigo que lees estas líneas… espero que tengas un hermoso domingo de Pentecostés… que tu corazón se llene de fuerza para multiplicar los hermosos dones con que el Espíritu ha adornado tu alma…

 

NOTA:
"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna." 

ORACIÓN BREVE A MARÍA SANTÍSIMA




 Oración breve a Marìa Santìsima


¡Oh María, Hija humildísima del Padre, Madre Purísima del Hijo, Esposa amadísima del Espíritu Santo! Yo te amo y te ofrezco todo mi ser para que lo bendigas. Madre admirable, Consuelo del que llora, Abogada dulcísima de los pecadores, ten piedad de todos aquellos a quienes amo; y por tu Inmaculado Corazón, Sagrario de la Santísima Trinidad, Asiento de tu poder, Trono de Sabiduría y Piélago de bondad, alcánzanos que el Espíritu Santo forme en nuestro corazón un nido en que repose para siempre, Alcánzame lo que con todo el fervor de mi alma te pido, por los merecimientos de Jesús y los tuyos, si es para gloria de la Trinidad Santísima y bien de mi alma, ¡Virgen Santa, Esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre! Amén.

 


FLORECILLAS A MARIA: 7 DE DE MAYO


FLORECILLAS A MARIA
Flor del 7 de mayo: Madre amable
 
Meditación: “Cómo se me concede que venga a mí la Madre de Mi Señor” (Lucas 1,43). María es diligente y amorosa, consuela, ayuda, fortalece, sirve…igual que su Hijo. “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. A cada uno pedirá Dios cuenta de nuestros prójimos; nadie está tan aislado que pueda labrarse, abstrayéndose de toda otra alma, su propia salvación. Busquemos dar amor, consolando afligidos, visitando enfermos, corrigiendo con dulzura a los que se equivocan, siendo a semejanza de María con humildad y amor testimonios del Amor. “Ora y labora”.
 
Oración: ¡Oh tierno Corazón de María!. Haz que tus hijos demuestren a todos lo que es el Amor, lo que es el Señor en nosotros, para servir y siempre decirte si. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
 
Florecilla para este día: Procurar ser amable con los demás.

lunes, 6 de mayo de 2013

SUGERENCIAS PARA VIVIR EL MES DE MAYO JUNTO A LA VIRGEN MARÍA


SUGERENCIAS PARA VIVIR EL MES DE MAYO
JUNTO A LA VIRGEN MARÍA 


Sugerencias de obsequios espirituales que se pueden ofrecer al Señor, por medio de la Virgen, para cada día del mes de mayo.
 Recibe, Madre, las flores de nuestro amor y nuestra alegría.Para que tu gozo sea cumplido.




1. Prontitud para el trabajo, empezando por levantarme sin pereza.

             2. Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.

             3. Examinar mi consagración a Cristo y a su Corazón.

             4. Poner los medios para estar en gracia de Dios.

             5. Estudiar cómo debo guardar la pureza de pensamiento y obras.

             6. Procurar ser amable con los demás.

             7. Reflexionar si cumplo lo que Dios quiere de mi.

             8. Aceptar algo del Magisterio, o de la Religión, que me moleste.

             9. Hablar de la Virgen.

            10. Recordar algo que me desagrade de otros, y disculparlos.

            11. Repetir mi juramento cristiano de lealtad a Cristo y al Papa.

            12. Estar un rato comparando mi vida con la de María.

            13. Desprenderme de algo en beneficio de otra persona.

            14. Hacer con especial cuidado el examen de la noche.

            15. Hacer con especial cuidado el ofrecimiento de obras.

16. Comulgar pidiendo fortaleza en las tentaciones.

            17. Proponer hacer los cinco primeros sábados.

            18. Recitar con devoción el Ángelus.

            19. Visitar algún enfermo.

20. Rezar todos los días las tres Avemarías al levantarme y acostarme.

21. Dar un donativo para alguna necesidad.

            22. Encomendar a la Virgen mis dificultades y aceptar su decisión.

            23. Pedir al Ángel de la guarda remordimiento por mis pecados de omisión.

            24. Ofrecer algunas mortificaciones por el fruto de mi apostolado.

            25. Descubrir en qué tengo respeto humano, y vencerlo.

            26. Ver si todas mis lecturas y espectáculos los aprobará la Virgen.

            27. Meditar un rato en el valor de la castidad.

            28. Revisar si en todas mis ocupaciones y diversiones imito a Cristo.

            29. Pensar con alegría en el cielo, y prepararme para la muerte, quizá repentina.

            30. Rezar el Rosario con devoción.

            31. Quitar de mi algo que moleste a los demás.

 Guarda en tu corazón las flores que te ofrecemos. Para que ahora y siempre nuestro amor y nuestra alegría, nuestra castidad y nuestra esperanza, sean la prenda bendita de tu gozo y del nuestro.


MARIA, MADRE DEL SILENCIO


María, madre del silencio
J. M. Márquez

 Madre de nuestro silencio,
tesoro de calma y serenidad,
te amamos por tu rostro lleno de luz,
por tu mirada llena de ternura,
por lo profundo de tus palabras silenciosas, por tu transparente disponibilidad.

Que en nuestras tareas cotidianas
nos abras a lo profundo de las cosas que no se ven, nos ilumines con tu luz transparente, nos ensanches el corazón con el amor y la verdad de lo que es importante, nos contagies tu disponibilidad ante las sorpresas de Dios.

Madre del silencio,
enséñanos a callar...
enséñanos a contemplar...


 

FLORECILLAS A MARÍA - 6 DE MAYO



FLORECILLAS A MARIA
Flor del 6 de mayo: Madre Inmaculada

Meditación: “Alégrate, la llena de Gracia, el Señor está contigo” (Lucas 1,28). Gracia plena, es María; siempre estuvo llena de Gracia, por lo que no tiene mancha de pecado. Nunca se halló privada de la Gracia sobrenatural y santificante de Dios, pues Ella sería el Vaso Puro que llevaría al mismo Dios. Así se presentó en Lourdes como la Inmaculada Concepción, título que por Dogma la misma Iglesia le había reconocido.

Oración: ¡Oh María, Gracia plena!. Permítenos que nos alegremos con vos ya que el Señor te eligió y nos regaló tu Corazón, para que pongamos en El el nuestro como ofrenda al Dios Eterno. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Cómo debo guardar la pureza de pensamientos y de obras.

PARA MEDITAR LAS PALABRAS DEL AVE MARÍA

Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Para meditar las palabras del Ave María
Dios te salve, Bendita. Y bendícenos a nosotros. Dios te salve, María, llena eres de gracia.
 
Para meditar las palabras del Ave María
Vamos a meditar las palabras del Ave María, para que al repetirlas disfrutemos mas el Rosario


Dios te salve

Te saludo con todo mi amor
y con toda la alegría de mi corazón.´
Dios te salve, Bendita.
Y bendícenos a nosotros,
los hijos de la Bendita entre todas las mujeres.
Todos tus hijos del mundo,
en las ciudades populosas, en los valles y montañas de los cinco continentes
te saludan a diario cuando rezan el avemaría.
Yo me uno a ese coro de hijos amantes y felices,
Oh Madre bendita.
Sí, bendita mil veces, bendita para siempre.
Dios te salve…


María

Me encanta pronunciar tu nombre porque es el tuyo: María, Virgen María, Santa María de Guadalupe.
Tu nombre ha poblado de bellas iglesias
las ciudades y las montañas.
Lo pronuncian con grandísimo amor y ternura
los jóvenes, los adultos y los niños,
Tu nombre lo llevan con orgullo santo
millones de mujeres del mundo cristiano.
Porque te aman y porque quieren parecerse a Ti.
Necesitamos de verdad en nuestro mundo
muchas Marías que tengan un corazón
parecido al tuyo.
María bendita, míranos con tus ojos de cristal,
con tus ojos purísimos de paloma,
y llénanos de tu perfumada presencia,
de tu ternura inmensa, de tu fe y de tu amor.
Dios te salve, María…


Llena eres de gracia

Cántaro que rebosa de la gracia, de la vida de Dios,
de su amor inefable, de su santidad.
Más santa y pura que todos los santos,
más que los querubines y serafines.
Por eso la belleza de tu alma y de tu rostro
son el encanto de tu Dios.
Y el encanto de nosotros también.
Nos colma de tanta alegría
saber que nuestra madre es tan santa,
tan bella, tan pura y tan sencilla.
Así te saludó el ángel: Llena de gracia,
impresionado de tu alma.
Dios te salve, María, llena eres de gracia…


El Señor es contigo

Esta frase de la Biblia
siempre va después del “No tengas miedo”.
Desde que naciste Dios ha estado contigo,
porque te cuidó como a su perla preciosa,
a su rosa exquisita.
Él te preparó desde muy niña con sus manos santas
para que fueras después su Madre santa.
Todo el amor infinito de Dios
cuidando una flor llamada María.
Estuvo contigo en tus años de infancia
cuidando a la niña más bella,
más santa, más querida.
Te cuidó en la adolescencia preparando tu alma
y tu cuerpo bendito y santísimo para la maternidad.
El Señor está contigo: Te lo dijo un arcángel
y él sabía lo que decía.
Contigo estuvo en los años de tu embarazo,
dentro de tu seno, haciéndose un niño
por amor a nosotros.
Toda tu vida terrena estuvo contigo.
Y Tú estuviste con Él.
Fuiste madre, nueva Eva, corredentora.
Estuvo contigo en la cruz, muriendo junto a Ti.
También estuviste Tú con Él,
hasta que murió en el patíbulo
y pasó de los brazos muertos de la cruz
a los brazos vivos y amorosos de su madre.
Estuvo contigo en los años de tu soledad,
santificando a su madre amadísima,
para que llegara al cielo resplandeciente como el sol y blanca como la luna.
Contigo está y estará por toda la eternidad en el cielo.
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
El Señor es contigo….


Bendita Tú eres entre todas las mujeres

¿Qué es Eva comparada contigo?
¿Qué son las mujeres de la tierra junto a Ti?
Tú eres la imagen perfecta, única
de la mujer que quiso crear.
Por eso, las mujeres, si no se llaman Marías,
al menos deben serlo, parecerse a Ti
que eres el modelo preciosísimo
de la mujer cristiana.
Querer llamarse como Tú es una buena elección.
Pero parecerse a Ti debe ser su ideal.
Modelo de niña y mujer,
adorable modelo de madre y esposa.
Porque Tú pasaste por todas las etapas
del crecimiento de la mujer,
enseñando cómo se puede ser una gran mujer,
una mujer santa, un apóstol de Jesús,
y, además, una mujer feliz...
Con muy poco presupuesto, en una casita humilde,
pero donde estaba Dios,
y donde Dios está nada hace falta.
La pobre casita de María rebosaba de amor,
de santidad y de felicidad.
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
El Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres…


Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Bendita la flor, bendito también el fruto.
Jesús, el amado del Padre
ha nacido de Ti como la rosa del rosal.
La rosa pertenece al rosal.
Jesús te pertenece, es tuyo, hijo tuyo,
fruto de tus purísimas entrañas.
Y Tú eres de Jesús, toda de Jesús,
pues Él, además de ser hijo tuyo,
es tu Dios omnipotente,
del que te consideras su esclava.
Jesús y Tú sois, además, de nosotros.
Jesús, porque Tú nos lo diste,
en un gesto de amor único y lleno de misericordia…
Y Tú nos perteneces porque Él te convirtió en Madre,
en Madre nuestra.
Entre las palabras que siempre meditas
en tu corazón, están éstas:
“Ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre”.
Para nosotros esta sola frase constituye
todo un evangelio, una buena nueva.
Si Jesús es nuestro, si María es nuestra,
¿qué dificultad nos podrá derrotar?
¡Qué poco felices nos atrevemos a ser
cuando nos han dado la llave de la felicidad,
de la felicidad completa y eterna!
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
El Señor es contigo,
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.


Santa María

Si María es tu nombre,
santa, santísima es tu sobrenombre,
La cualidad que siempre va con tu nombre.
Por eso tu nombre nos produce inmensa alegría
y al mismo tiempo gran respeto.
Santa María, dulce María, eres bellísimo jardín
donde crecen las flores más bellas.
Espiga dorada pletórica de fruto,
mística rosa, perfumada y más pura
que todas las rosas del mundo.
Santa María, dulce Madre, Virgen pura,
Reina bellísima y sencilla campesina
de la entrañable campiña de Nazaret.


Madre de Dios

Te amamos como Madre nuestra
y te veneramos como madre de Dios,
grandeza incomparable que te ennoblece
y nos llena de orgullo santo,
porque nuestra madre es también madre de Dios.
Para tan alto privilegio se requería
una Madre virgen
una virgen santa
una mártir del alma
una criatura llena de gracia
y una humildísima esclava del Señor,
que supiera decir: Hágase en Mí según tu palabra.
¿Cómo pudiste poseer al mismo tiempo
la máxima grandeza
y la más fina y profunda humildad?
Dios te consideró digna madre suya.
Aceptó ser Hijo de tus entrañas.
Te hizo grande el que todo lo puede
y tú te hiciste pequeña como una esclava
al completo servicio de tu Señor.
Madre y esclava del Señor.
Como Madre de Dios
me infundes un respeto inmenso.
Como esclava del Señor una ternura infinita.


Ruega por nosotros, pecadores

Somos tus hijos pecadores
Somos hijos pródigos que hemos recorrido
los senderos del pecado y del hastío.
Fuimos hijos de una madre pecadora,
antes de ser aceptados por una Madre Inmaculada.
Ruega a tu Hijo omnipotente,
Tú que eres la omnipotencia suplicante.
Ruega siempre para que no nos engañe más
el padre de la mentira.
Dile a Jesús que no tenemos vino,
que se nos ha terminado la alegría y el amor.
Pide para nosotros el milagro de la resurrección
cuando caemos muertos de cansancio y de dolor.
El que dijo ser la resurrección y la vida es hijo tuyo.
El que dijo ser la Verdad y la Vida, te llama Madre.
Entonces, suplícale que nos otorgue
la resurrección y la vida.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores…


Ahora…

El día de hoy,
El día de las oportunidades de santificarnos
o de pecar.
Hoy, el día al que le basta su afán.
El único día que tenemos en las manos.
Que lo llenemos de amor y de bondad.
Ahora líbranos de caer en la tentación.
Hoy que sepamos amar a nuestros prójimos,
Hoy que no endurezcamos el corazón,
Hoy que oigamos la voz del Espíritu Santo.
Ahora, en este presente que se transforma
constantemente en futuro.
Hoy, que el día de hoy amemos, nos santifiquemos,
Seamos instrumentos de la paz de Jesús.
Hoy, en esta pequeña vida que es el día presente.


Y en la hora de nuestra muerte. Amén.

En ese momento en el que se juega
nuestra salvación eterna.
Ese último día que sepamos decir
un último “Te amo en este mundo”
para repetirlo en la otra vida por siempre.
Ruega por los que en ese momento
no están preparados,
para que si no vivieron en gracia,
mueran en gracia de Dios
y no vayan al eterno dolor.
Ruega por los niños cuyo primer día de vida
coincide con el de su terrible muerte.
Así como lograste que el buen ladrón
se arrepintiera el día de su muerte,
consigue esa misma gracia a los pecadores
más rudos, a los que no aceptan a tu Hijo.
Une a la misericordia de Dios, tu bondad maternal
para salvarles de las garras de Satanás,
de la eterna condenación.
Ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.



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  • P. Mariano de Blas LC
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