viernes, 27 de diciembre de 2013

EL PAÑUELO DE LA VIRGEN MARÍA


EL PAÑUELO DE LA VIRGEN MARÍA


Arrodillada frente a la cruz esta mujer a quien llamaban María, una y mil veces me pasaba por su rostro helado, pálido, casi blanco. Yo absorbía sus lágrimas que, primero lentamente y luego como una cascada, vertían sus ojos. No pude con mi genio. Con sutileza, aproveché el viento que comenzaba a correr suavemente y me solté de la mano de esta mujer tan angustiada. Caí al suelo para ver si lograba entender lo que ocurría y vi el rostro del que llamaba Hijo... sí el de la cruz... ¡no, no! Esto no es para mí ¿qué cosas habrá hecho este reo para merecer tanto castigo? Mucho he visto en mi vida, pero jamás un rostro que no parecía rostro. No comprendo cómo esta mujer decía que era su Hijo. ¿Cómo lo reconoció? ¿Estaría segura que era éste? Porque se podría decir que el madero que lo sostenía y Él eran uno solo. ¿Cómo puede una madre soportar tanta crueldad?

No me importó que me estrujara entre sus manos, que me mordiera hasta sacarme un trozo de tela. Más que pena y rabia, ella sentía un profundo dolor. 

Sus amigos sostenían su cuerpo frágil,  la consolaban, la miraban, pero no había palabras que pudieran calmarla.

Jamás olvidaré sus ojos que, a pesar del llanto, destilaban tanto amor.

Sólo soy un pañuelo, un retazo de tela que ella misma bordó, lavado muchas veces y secado a la sombra o a pleno sol. Quisiera ayudar a esta madre tierna que tiene en sus brazos a su Hijo, que dicen es Dios.

Aún estoy en sus manos, pero no me estruja mientras llora en silencio. Ya no siento su dolor, estoy más tranquilo, diría que me siento en paz. Es que ahora sus manos me deslizan suavemente sobre el rostro inerte del que llaman... el Señor.

¿Qué pasa? Estoy suavemente perfumado, siento calma apoyado sobre este rostro y en cada caricia que doy, descubro que el que acaricia no soy yo...

Soy un pañuelo bendito por las manos de una madre y de su Hijo el Señor... ¡No! No me laven por favor. Llevo el perfume de Cristo y el llanto de María, quiero quedarme en sus manos para poder llorar yo... 


LA VIRGEN MARÍA Y EL MELOCOTONERO


LA VIRGEN MARÍA Y EL MELOCOTONERO

Deseando hacer proselitismo, un pastor protestante se acercó a un campesino que estaba plantando un melocotonero. Tras saludarle, le preguntó si había oído el sermón de su párroco el domingo anterior en la misa dominical. El labrador dijo que sí y que le gustó mucho porque había sido una exhortación a venerar a la Virgen María, Madre nuestra. Entonces el pastor respondió con palabras de menosprecio sobre el culto a la Virgen.

El labrador, sereno, le interrumpió:
¿Le gustan a usted los melocotones?
Sí... claro que sí... ¿pero a qué viene eso ahora?
Lo comprenderá en seguida. Quien quiere los melocotones tiene que querer también al melocotonero; quien ama el fruto tiene que estimar también la planta. E igualmente, quien de verdad ama al Hijo no puede despreciar a la Madre; es decir, quien ama bien al Señor, por fuerza tiene que amar y venerar a la Virgen.
El pastor no supo qué responder al sencillo pero acertado y piadoso argumento.

ORACIÓN PARA EL AÑO QUE TERMINA Y EL AÑO QUE COMIENZA


Oración para el año que termina y el que empieza

Gracias señor por todo cuanto me diste en el año que termina.

Gracias por los días de sol y los nublados tristes por las tardes tranquilas y las noches oscuras.

Gracias por lo que nos prestaste y luego nos pediste.

Gracias señor por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y todo lo hermoso, por todo lo dulce, por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños y de las personas buenas.

Gracias por la soledad y por el trabajo, por las inquietudes y las dificultades, por las lágrimas, por todo lo que nos acerco a ti.

Gracias por habernos conservado la vida, por habernos dado techo, abrigo y sustento.

ORACIÓN DE AÑO NUEVO 2014


Oración de Año Nuevo
Autor:  Padres Columbanos


Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad. Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. 

Al empezar un año mas, detengo mi vida ante el nuevo calendario, aun sin estrenar, y te presento estos días que solo Tu sabes si llegare a vivirlos.

Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. 

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de compresión y paz.

Cierra tus oídos a toda falsedad; mis labios o palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi, encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad.

Amen.

ORACIÓN PARA EL FIN DEL AÑO


Oración para el fin del año

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de Ti.

Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.

Amén

ORACIÓN PARA PEDIR LA FELICIDAD EN EL AÑO NUEVO



Oración para pedir la felicidad en el año nuevo

Te pedimos, Señor, paz y felicidad en el nuevo año. Que seamos felices, Señor, en esta tierra nuestra: Ella nos sustenta y rige.

Que seamos felices, Señor, con el perdón: Nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.

Que seamos felices, Señor, con la justicia: Sin ella no hay humanidad.

Que seamos felices, Señor, con la ternura: Es el único sol necesario para alumbrar días y noches.

Que seamos felices, Señor, en este nuevo año de 2014
Lo necesitamos. Es deseo y don tuyo.

Amén.

jueves, 26 de diciembre de 2013

PENSAMIENTO MARIANO 23


PENSAMIENTO MARIANO

Una madre es algo tan grande y tan hermoso  que hasta Dios mismo quiso tener una.....María! 

NUEVE BENDICIONES AFECTUOSAS A LA VIRGEN MARÍA


NUEVE BENDICIONES AFECTUOSAS
A LA VIRGEN MARÍA

1. ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

2. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros pechos virginales, con cuya leche se alimentó el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

3. ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo en que reposó y durmió dulcemente el hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

4. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros santísimos brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

5. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditas vuestras hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

6. ¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros ojos virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

7. Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros oídos castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

8. Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos ósculos en el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

9. ¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendita vuestra lengua angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS PARA VERSE LIBRE DE PELIGROS


Oración al Niño Jesús para verse libre de peligros.

Señor Dios, rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la Tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. ¿Quién podrá pues resistir a tu Majestad? Señor Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes, tú has dicho: "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.

PLEGARIA PARA OBTENER SERENIDAD AL NIÑO JESÚS



Plegaria para obtener serenidad al Niño Jesús

Niño Jesús: Tú eres el Rey de la Paz, ayúdame a aceptar sin amarguras las cosas que no puedo cambiar.

Tú eres la fortaleza del cristiano; dame valor para transformar aquello que en mí debe mejorar.

Tú eres la sabiduría eterna; enséñame en cada instante cómo debo obrar para agradar más a Dios y hacer mayor bien a las demás personas. Te lo suplico, por los méritos de tu infancia a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS DE BELÉN



ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN
DE JUAN XXIII

Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.

Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.

NAZARETH


Nazareth
Luis Girol Martínez 

La tarde,
está enviando tinieblas,
recelosa de su marcha.

El Niño Jesús
juega, juega...
jugando estaba en la plaza.

En el taller,
San José puso fin a su jornada.

La virgen
-alma de armiño-
borda y ora, borda y canta.

El Niño Jesús
ya no juega:
mirando está en lontananza.

¿Qué divisará Jesús
que su mirada se apaga?
¿Acaso ve ya la cruz?...

El Niño Jesús ha vuelto
a los juegos de la infancia;
y... juega... juega que juega en la plaza. 

NAVIDAD, NAVIDAD


Navidad, Navidad 

July Mouriño


Navidad, Navidad,
ya pasaron nueve meses,
hoy María nos mostró
a Jesús que se encarnó. 

Navidad, Navidad,
en el cielo hay claridad
pues hoy brillan las estrellas,
iluminan la Humildad. 

Navidad, Navidad,
Dios mostró su humanidad,
cantan ángeles el Gloria,
vemos la Misericordia. 

Navidad, Navidad,
que hoy los niños por nacer
salten todos de alegría,
como en el encuentro aquel
de María e Isabel,
cuando Juan saltó de gozo
saludándola a María 
y reconociéndolo a El.

LA NAVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO



Autor: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
Manifestación del Verbo de Dios a los hombres, 25 de diciembre

La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

Con la solemnidad de la Navidad, la Iglesia celebra la manifestación del Verbo de Dios a los hombres”. En efecto, éste es el sentido espiritual más importante y sugerido por la misma liturgia, que en las tres misas celebradas por todo sacerdote ofrece a nuestra meditación “el nacimiento eterno del Verbo en el seno de los esplendores del Padre (primera misa); la aparición temporal en la humildad de la carne (segunda misa); el regreso final en el último juicio (tercera misa)” (Liber Sacramentorum). 

Un antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana del solsticio de invierno “Natalis solis invicti”, esto es, el nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más large del año, readquiría nuevo vigor. 

Al celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentída por el pueblo, porque coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño Jesús. 

En oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el nombre de Epifanía, que quiere decir “manifestación”; después la Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano. 

Los textos de la liturgia navideña, formulados en una época de reacción contra la herejía trinitaria de Arrio, subrayan con profundidad espiritual y al mismo tiempo con rigor teológico la divinidad y realeza del Niño nacido en el pesebre de Belén, para invitarnos a la adoración del insondable misterio de Dios revestido de carne humana, hijo de la purísima Virgen María. 

martes, 24 de diciembre de 2013

PENSAMIENTOS PARA LEER EN NOCHEBUENA


Pensamientos para leer en Nochebuena

Si en tu corazón hay un poco más de amor, es Navidad.
Si has decidido perdonar a alguien, es Navidad.
Si buscas a Dios de verdad, es Navidad.
Su aumenta el gozo de tu fe cristiana, es Navidad.
Si en tu alma florece la esperanza, es Navidad.
Si trabajas por la justicia entre los hombres, es Navidad.
Si tienes deseos de vivir y los comunicas a los demás, es Navidad.
Si sabes sufrir con amor, es Navidad.
Si eres perseguido o se ríen de ti por causa del Evangelio, es Navidad.
Si te alegras de ser hijo de Dios en la Iglesia, es Navidad.
(Pbro. José Luis Fernández Martín)

ORACIÓN PARA LA CENA DE NAVIDAD


ORACIÓN PARA LA CENA DE NAVIDAD

Papá: Hoy, Nochebuena, tenemos de manera especial y como centro de nuestra familia, a Jesucristo, nuestro Señor. Vamos a encender un cirio en medio de la mesa para que ese cirio nos haga pensar en Jesús y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo Jesucristo.

Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás.
Señor, te damos gracias. 
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.
Señor, te damos gracias.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
María, te damos gracias.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
San José, te damos gracias.

Gracias Padre, por esta noche de paz, noche de amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo. Te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar y bendigas las manos que los prepararon, por Cristo Nuestro Señor, Amén.

CEREMONIA PARA ACOSTAR Y ARRULLAR AL NIÑO DIOS




Ceremonia para acostar y arrullar al Niño Dios

Preside el Papá o la Mamá.

Papá: Para prepararnos a recibir a Dios, que se hizo hombre para salvarnos, reconozcamos que somos pecadores y que necesitamos su salvación.

Todos:Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. 
Por eso, ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

Papá o Mamá:Recordemos lo que pasó aquella bendita noche hace casi dos mil años. Leer Evangelio de San Lucas 2, 1-14.

Todos: Te alabamos, Señor.

Papá: Antes de colocar al Niño Jesús en el Nacimiento, _______(el más pequeño de la familia) va a dárnoslo a besar. (Ya que todos lo hayan besado, se colocará al Niño Dios en el pesebre).

Villancico: Se canta o se escucha mientras se besa al Niño. Al acabar, se hacen las peticiones.

Peticiones:

Papá: Pidámosle al Niño Dios, que así como es el centro de este nacimiento hoy, sea todos los días, el centro de nuestra vida.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Papá: Que Jesús, que pudiendo haber nacido rico quiso nacer pobre, nos enseñe a estar contentos con lo que tenemos.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Papá: Que Jesús, que vino a perdonarnos, nos enseñe a no ser rencorosos con los demás.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Papá: Que Él, que vino a fundar la mejor familia del mundo, haga que en la nuestra reine siempre el amor, la unión y el deseo de ayudarnos mutuamente y a las demás familias.
Todos: Te lo pedimos, Señor.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE BELÉN


BENDICIÓN DE LA CENA DE NAVIDAD


ORACIONES DE NAVIDAD





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