miércoles, 28 de octubre de 2015

BENDITA SEA TU PUREZA


 BENDITA SEA TU PUREZA


Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada Maria,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

¡ OH ! María, sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Ti.

DIEZ MANERAS DE EMPEZAR A REZAR EL ROSARIO HOY MISMO


10 maneras de empezar a rezar el rosario hoy mismo  
Esta lista te ayudará si, como yo, quieres rezar el Rosario todos los días, pero no estás muy seguro de cómo empezar  




Octubre es el mes del Rosario. Me enseñaron a rezar el Rosario en la escuela católica, pero no fue hasta que estuve en la universidad que realmente me enteré de la belleza de esta oración. Todavía no lo rezo todos los días, pero yo sé que no soy la única que lucha con eso. Esta lista te ayudará si, como yo, quieres rezar el Rosario todos los días, pero no estás muy seguro de cómo empezar.

1.- Comienza con sólo una decena por día

Si tienes hijos o estás aprendiendo cómo rezar el Rosario, comienza con sólo rezar una decena al día. Cuando yo estaba enseñando catecismo, enseñé a los niños a rezar el Rosario rezando una decena al final de la clase. Una vez que estés cómodo meditando una decena, se puede pasar a añadir más.

2.- Utiliza la Palabra de Dios como tu compañera

Marcos Hart dijo que el Rosario es su Estudio Bíblico favorito. Le pregunté "¿Cuáles de los misterios?" Él dijo: "Todos los 20 misterios del rosario nos ofrecen algo único... esa es la mejor parte. Dependiendo del día o de dónde estemos en nuestro caminar de fe, el Espíritu Santo revelará algo diferente para nosotros"

3.- Ora en todo el día.

Puedes hacer una decena en la mañana, rezar la segunda durante tu pausa para el café de media mañana, agregar otra en la mitad de la tarde, rezar la cuarta antes de la cena, y la última mientras te preparas para el descanso nocturno. Es una buena manera de orar constantemente.

4.- Ora al caminar o correr

Algunas personas rezan el rosario mientras caminan como parte de una meditación en movimiento. Es cierto que que trotar y correr pueden dejarnos sin aliento para la oración, pero si vas a trotar o correr a un ritmo lento, puedes tener suficiente energía mental para meditar y orar. Ofrece una Ave María cuando estés a punto de sentirte exhausto.

5.- Ora durante los traslados matutinos al trabajo, horas de mayor tráfico y tiempo de transporte

La mayoría de los viajes al trabajo son unos 30-40 minutos dependiendo de donde vivas. En vez de quejarte por el tráfico, reza el Rosario y ofrece un Ave María por cualquier persona que te interrumpa. No te prometo que esto te quitará las molestias durante el camino, pero es mucho mejor que ir haciendo gestos duros o comentarios airados. Puedes usar también un CD con el rosario en audio, de manera de orar con éste mientras conduces a tu trabajo.

6.- Ora durante la Adoración

En la universidad me gustaba pasar la primera media hora de adoración rezando el Rosario. Y aun cuando no pudiese estar toda una hora, me quedaba al menos durante el tiempo suficiente para orar una decena. El Rosario nos ayuda a enfocar la mente y mantenernos al tanto de dónde estamos en el momento presente. Si rezas el rosario completo pausadamente y meditando con cuidado cada misterio, es posible hacer que dure toda la Hora Santa.

7.- Ora antes de dormir.

Si temes quedarte dormido antes de terminar de orar, pídele a tu ángel de la guarda que termine el Rosario por ti si en algún momento te vence el sueño.

8.- Ora con tu familia y amigos

Orar en grupo siempre es una buena manera de orar, porque no tienes que hacer todo el rosario solo. Los rosarios grupales normalmente ocurren en retiros, pero se puede rezar el Rosario en familia después de la cena o conseguir algunos amigos que quieran reunirse y rezar un rosario en la capilla o para luchar con la oración por una buena causa (por ejemplo, en la lucha provida podrían orar en grupo frente de una clínica de aborto).

9.- Ora durante las tormentas o tiempos de ansiedad

Cuando el huracán Issac estaba pasando cerca de Texas, recé el Rosario a su paso por mi ciudad. Rezar el Rosario durante las tormentas me ayudó a calmarme. El mismo efecto calmante sucede cuando rezo el Rosario durante los ataques de ansiedad. Es un gran ejercicio de puesta a tierra, ya que puedes ver el Rosario en tus manos, sentir las cuentas entre los dedos, y escuchar las oraciones mientras rezas. Algunos Rosarios incluso emanan un agradable aroma a flores.

10.- Ora con intenciones y gratitud.

Una forma de rezar el Rosario es dedicar cada decena a una intención especial. La mayoría de la gente empieza el Rosario ofreciendo el primer Padrenuestro por las intenciones del Santo Padre, luego ofreciendo las primeras 3 Avemarías por el aumento de la esperanza, la fe y el amor. Lo que elijas para meditar depende de ti, pero aquí hay algunas sugerencias.

En los misterios Gozosos, orar por los miembros de la familia, personas que conoces que están viajando, familia o amigos que acaban de tener niños, estudiantes que se están graduando, niños que son bautizados, y por los niños desaparecidos.

En los misterios Dolorosos, orar por las personas que sufren de ansiedad. Ora por las personas que luchan con las adicciones. Oremos por los que son perseguidos por sus creencias. Oremos por los que sufren de depresión, y no olvidemos rezar por las almas de los fieles difuntos.

En los misterios Luminosos, orar por las conversiones. Ora por las personas que están discerniendo acerca del matrimonio o están punto de casarse. Ora por un aumento de las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. Oremos por los que ya son sacerdotes / monjas / monjes y recemos también por una mayor devoción a la Sagrada Eucaristía.

En los misterios Gloriosos, ora por tus seres queridos que han fallecido. Oremos por las almas de los niños abortados. Ora por los niños que murieron en abortos involuntarios. Ora para tener una relación más estrecha con Cristo. Ora por una muerte feliz.

También es una buena idea para orar con gratitud. Da gracias por algo con cada Ave María, no importa cuáles misterios estés meditando. Puedes hacerlo de la siguiente forma

En los misterios Gozosos, orar agradeciendo por todas las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Ora por tu familia, tus amigos, los lugares a los que tienes que ir, y las cosas que haces a diario.

En los misterios Dolorosos, orar agradeciendo lo que has aprendido de una mala situación. Oremos por las veces que Dios nos ayudó en un momento de gran necesidad. Reza en gratitud por las personas en tu vida que han fallecido. Reza en gratitud por la gente está siendo un testimonio de fe, aun a costa de sus propias vidas.

En los misterios Luminosos, orar agradeciendo por los grandes acontecimientos de tu vida, las cosas que has hecho por medio de la ayuda de Dios. Incluso si se trata de algo tan pequeño como graduarte de la escuela secundaria o aprobar un examen. Reza en agradecimiento por los momentos que cambiaron tu vida para mejor.

En los misterios Gloriosos, ora en alabanza por los santos hombres y mujeres que están intercediendo por ti. Reza en gratitud por las victorias que has alcanzado con la ayuda de Dios.

Espero que estas pequeñas sugerencias te ayuden a empezar a rezar el Rosario hoy mismo.


martes, 27 de octubre de 2015

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LOS HIJOS


IMÁGENES DE LOS MISTERIOS DOLOROSOS DEL SANTO ROSARIO










ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA



¡Oh Virgen naciente, esperanza y aurora de la salvación para todo el mundo!, vuelve benigna tu mirada maternal hacia todos nosotros, reunidos aquí para celebrar y proclamar tus glorias.

¡ Oh Virgen fiel, que fuiste siempre solícita y dispuesta a recibir, conservar y meditar la Palabra de Dios!, haz que también nosotros, en medio de las dramáticas vicisitudes de la historia, sepamos mantener siempre intacta nuestra fe cristiana, tesoro preciado transmitido por nuestros padres.

¡Oh Virgen poderosa, que con tu pie aplastas la cabeza de la serpiente tentadora!, haz que cumplamos, día tras día, nuestras promesas bautismales, con las que hemos renunciado a Satanás, a sus obras y seducciones, y sepamos dar al mundo un gozoso testimonio de esperanza cristiana.

¡ Oh Virgen clemente, que siempre has abierto tu corazón maternal a las invocaciones de la humanidad, a veces lacerada por el desamor y hasta, desgraciadamente, por el odio y la guerra! enséñanos a crecer, todos juntos, según las enseñanzas de tu Hijo, en la unidad y en la paz, para ser dignos hijos del único Padre celestial. Amén.

domingo, 25 de octubre de 2015

DULZURA DE LOS ÁNGELES, VIRGEN MARÍA




DULZURA DE LOS ÁNGELES
(de la liturgia bizantina)

Dulzura de los ángeles, alegría de los afligidos, 
abogada de los cristianos, Virgen madre del Señor, protégeme y sálvame de los sufrimientos eternos.

María, purísimo incensario de oro, que ha contenido a la Trinidad excelsa; en ti se ha complacido el Padre, ha habitado el Hijo, y el Espíritu Santo, que cubriéndote con su sombra, Virgen, te ha hecho madre de Dios.

Nosotros nos alegramos en ti, Theotókos; tú eres nuestra defensa ante Dios. Extiende tu mano invencible y aplasta a nuestros enemigos. Manda a tus siervos el socorro del cielo.

IMÁGENES CON MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA





ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO


REINA Y MADRE DE SUS QUERIDOS HIJOS, LA VIRGEN MARÍA


Reina y Madre de sus queridos hijos
Meditaciones del Rosario. Quinto Misterio Glorioso. La Coronación de la Virgen como Reina del Cielo y de la Tierra. Bellísima reina, Madre del amor hermoso.


Por: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 




Voy a escribir una carta destinada a la Virgen María en el cielo. Una forma muy sencilla y profunda de manifestar el aprecio y cariño a una persona es a través de una carta. Lo importante no es mi carta sino la que tú escribas a María desde el fondo de tu corazón.

Querida y respetable señora, queridísima madre:

Sé que estoy escribiendo a la mujer más maravillosa del mundo.
Y esto me hace temblar de regocijo, de amor y de respeto.

Cuántas mujeres en el mundo, queriendo parecerse a ti, llevan con orgullo santo el dulce nombre de María. Cuantas iglesias dedicadas a tu nombre.

Tú eres toda amor, amor total a Dios y amor misericordiosísimo a los hombres, tus pobres hijos. Eres el lado misericordioso y tierno del amor de Dios a los hombres, como si tu fueses la especie sacramental a través de la cual Dios se revela y se da como ternura, amor y misericordia.

Estoy escribiendo una carta a la Madre de Dios: Esa es tu grandeza incomparable. Eres la gota de rocío que engendra a la nube de la que Tú procedes.

Me mereces un respeto total, al considerar que la sangre que tu hijo derramó en el Calvario es la sangre de una mártir, es tu propia sangre; porque Dios, tu hijo, lleva en sus venas tu sangre, María.

Pero el respeto que me mereces como Madre de Dios se transforma en ímpetu de amor, al saber que eres mi madre desde Belén, desde el Calvario, y para siempre.

Y por eso, después de Dios me quieres como nadie. Yo sé que todos los amores juntos de la tierra no igualan al que Tú tienes por mí. Si esto es verdad, no puedo resistir la alegría tremenda que siento dentro de mi corazón.

Pero ese amor es algo muy especial, porque soy otro Jesús en el mundo, alter Christus.
Tú lo supiste esto antes que ningún teólogo, desde el principio de la redención. No puedo creer que me mires con mucho respeto.

Para ti un sacerdote es algo sagrado. Agradezco a tu Hijo, al Niño aquél, maravilla del mundo, que todavía contemplo reclinado en tus brazos, su sonrisa, su caricia y su abrazo que quedaron impresos a fuego en mi corazón para siempre.


Oh bendito Niño que nos vino a salvar.
Oh bendita Madre que nos lo trajiste.

Contigo nos han venido todas las gracias, por voluntad de ese Niño. Todo lo bueno y hermoso que me ha hecho, me hace y me hará feliz, tendrá que ver contigo. Por eso te llamamos con uno de los nombres más entrañables: Causa de nuestra alegría.

He sabido que tu Hijo dijo un día: "Alegraos más bien de que vuestos nombres estén escritos en el cielo" Sí. Escritos en el cielo por tu mano, Madre amorosísima. Cuando dijiste sí a Dios, escribiste nuestos nombres en la lista de los redimidos. Y esta alegría nos acompaña siempre, porque Tú tambien como Jesús estás y estarás con nosotros todos los días de nuestra vida.

¡Qué hermosa es la vida contigo, junto a ti, escuchándote, contemplando tus ojos dulcísimos y tu sonrisa infinita! También como a Dios, yo te quiero con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas.

Sigo escribiendo mi carta a la que es puerta del cielo. ¡Cómo he soñado desde aquel día, en que experimenté el cielo en aquella cueva, en vivir eternamente en ese paraíso! Junto a Dios y junto a ti, porque eso es el cielo. La puerta de la felicidad eterna, sin fin, tiene una llave que se llama María.

Cuanto anhelo ese momento en que tu mano purísima me abra esa puerta del cielo eterno y feliz.

Oh Madre amantísima, eres digna de todo mi amor, por lo buena que eres, por lo santa, santísima que eres, la Inmaculada, la llena de gracia, por ser mi Madre, por lo que te debo: una deuda infinita, porque, después de Dios, nadie me quiere tanto, por tu encantadora sencillez.

Yo sé, Madre mía, que, después de ver a Dios, el éxtasis más sublime del cielo será mirarte a los ojos y escuchar que me dices: Hijo mío, Y sorprenderme a mí mismo diciendo: Madre bendita, te quiero por toda la eternidad.

Oh Virgen clementísima, Madre del hijo pródigo -Yo soy el hijo pródigo de la parábla de tu hijo- que aprendiste de Jesús el inefable oficio de curar heridas, consolar las penas, enjugar las lágrimas, suavizar todo, perdonar todo. Perdóname todo y para siempre, oh Madre.

Bellísima reina, Madre del amor hermoso, toda hermosa eres,María. Eres la delicia de Dios, eres la flor más bella que ha producido la tierra. Tu nombre es dulzura, es miel de colmena. Dios te hizo en molde de diamantes y rubíes. Y después de crearte, rompió el molde. Le saliste hermosísima, adornada de todas las virtudes, con sonrisa celestial...

Y cuando Él moría en la cruz, nos la regaló.
Por eso, Tú eres toda de Jesús por derecho.
y toda de nosotros por regalo.

Todo tuyo y para siempre.


CONCLUSIÓN:

Asistimos hoy al desamparo de muchas madres que sufren antes de crear hijos, que siguen sufriendo al engendrarlos, y sufren mucho más al tener que educarlos, por no mencionar a las madres que suprimen a algún hijo. Todas tienen una Abogada en el cielo, que les ayuda misericordiosamente por ser Ella también mujer y madre. Todas las que deseen saber cómo es, cómo ama y cómo se realiza una mujer deben mirar al cielo y contemplar a su celestial patrona e intercesora, la redentora de la mujer, de su maternidad, de su amor y de su felicidad en la tierra y en el cielo.



Oración:

El cielo es tu sitio, Virgen María. Y el cielo es también el sitio para tus hijos. No permitas que los hijos de una madre que vivió y murió de amor, vivan y mueran de hastío. Llévanos al cielo. Haznos vivir en la tierra como quienes están de paso hacia la felicidad eterna. Que dejemos pasar lo pasajero y nos aferremos a lo eterno. Amén.

martes, 20 de octubre de 2015

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA



Madre mía: Desde que amanece el día, bendíceme; 
en lo rudo del trabajo, ayúdame; 
si vacilo en mis buenas decisiones, fortaléceme; 
en las tentaciones y peligros, defiéndeme; 
si desfallezco, sálvame y al cielo llévame.
Amén.


ACEPTÓ SER MADRE TUYA POR SIEMPRE


Aceptó ser madre tuya por siempre
Rosario. Quinto Misterio Doloroso.

Meditaciones del Rosario. Quinto Misterio Doloroso. Muerte de Jesús. Me amó y se entregó a la muerte por mí


Por: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 




La agonía de Jesús no fue un deslizarse sin retorno hacia la muerte. Su agonía fue consciente y eficaz; pues durante la misma hizo su testamento, maravilloso testamento.

Al llegar a la cima la cruz yace sobre el suelo. Ya no le pesará más. Espera el abrazo de clavos en manos y pies. De ahora hasta el fin cruz y crucificado se harán uno en un abrazo de muerte. Le arrancan las vestiduras, tan pegadas estaban a la carne viva. Y ya no es dueño de nada, salvo de su humanidad desnuda, arada por los latigazos y la cruz. Así se presenta como espectáculo al mundo. ¿Qué le quedaba de dignidad a este Hombre-Dios? Su dignidad era un amor infinito, escondido tras aquella telaraña del desprecio infinito de los hombres.

El primer clavo penetró en la mano izquierda, rompiendo todo a su paso y salpicando sangre a los ojos de los verdugos. Luego la mano derecha: Dolor sobre dolor hasta el máximo de la resistencia. Pero faltan los pies. Carne sensible, leño seco, clavo inerte ensamblados de tal forma que la carne se vuelve seca e inerte como el clavo y el leño.

Si fueron tres horas de dolor, resultaron eternas para el que las sufría, como eterno era el amor por quienes lo soportaba. Tres horas de dolor sublime, eternidad de amor divino. ¿Será tan difícil amar entrañablemente a un ser que de forma tan heroica, tierna y total nos ha amado? Ese amor es tan tuyo como mío, hermano que caminas por la vida. Toda la existencia lo tendrás y, si no lo matas, será tuyo por toda la eternidad. Dios te amó y se entregó a la muerte por ti.

Había dicho grandes mensajes al mundo. Parecía haber concluido de hablar. Pero no. Todavía le quedaban en el corazón sublimes revelaciones. María había sido hasta ese momento la fiel Eva que le acompañó siempre: A Belén, a Egipto, hasta el Calvario. Era su Madre, su joya, su fortaleza. Pero ahora se le ocurre –divina ocurrencia- regalárnosla a nosotros. El regalo impresiona por el donador: Dios; y por el receptor: pobres pecadores; y por la joya misma: María. Regalo sublime es poco decir. La joya más preciosa es un mineral; la flor más bella es un vegetal. El regalo aquí tiene vida y un corazón, el que más y mejor ha amado en la tierra. ¡Cuánto amor supuso este regalo! Realmente nos quiere Jesús.

Y María, acostumbrada a la obediencia total, dijo nuevamente a Jesús: “Sí. He aquí la esclava del Señor, he aquí la madre de los hombres”. Y dijo sí a cada uno de sus hijos. Me dijo a mí: “Acepto ser madre tuya por siempre”. De Madre del Primogénito a madre de millones ... Un gracias inmenso debería oírse a lo largo y a lo ancho del mundo de parte de sus pobres, miserables, felicísimos hijos. La herencia recibida de María enriquece inmensamente al más pobre ser humano, pues puede decir con verdad: “¡Madre mía!”

De pronto se escucha una petición, una queja, una súplica: Tengo sed”. El Creador de mundos pedía un poco de agua, porque estaba realmente muriendo de sed. Sed del amor de los hombres. Dios-Amor desea que los hombres le digan: “Te amo, Dios mío” ¿Quién no se lo puede decir?

Sed de que todos se salven, de que todos sin excepción se santifiquen, se arrepientan. Es una sed de que otros se sacien. No es sed para Sí mismo. Dios tiene sed de que los sedientos hallen el agua viva; de que los sedientos de paz, de amor, de felicidad beban a raudales en la fuente inmortal que salta hasta la vida eterna. Lo dijo muy claro en la cruz: Tiene sed de que tú y yo nos salvemos. Y como muchos no le harían caso, por eso Jesús murió de sed en la cima del monte Calvario. La libertad humana que le dijo no fue el golpe de gracia, y lo que le hizo morir en el Gólgota.

“¡Dios mío, Dios mío!¿por qué me has abandonado? Esta pregunta taladró el cielo y resonó en las puertas del Paraíso. Se la dirigía a quien había proclamado: “Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias”. Da por hecho el haber sido abandonado. ¿Por qué...? Era, más bien, el grito doloroso de todos los desesperados, suicidas, abandonados, moribundos sin esperanza. Jesús quiso sentir lo que sentirían todos esos desgraciados en los momentos más trágicos de su vida, para obtener de su Padre un alivio y una esperanza. Jesús quiso pedir al Padre en nombre de todos los desgraciados del mundo que se compadeciera. El Padre le respondió: “Todo el que tenga fe en Ti, Hijo predilecto, encontrará la paz y la salvación”.

A ese mismo Padre al que al inicio de su vida le dijo: “He aquí vengo para hacer tu voluntad”, le susurra ahora, en la antesala de la muerte: “Misión cumplida. He reconciliado a la Humanidad contigo. He cumplido tu voluntad hasta los azotes, la corona de espinas, los clavos y el estertor de la muerte. ¿Estás complacido de tu Hijo predilecto?”

Tan complacido estaba que le extendió sus brazos y su pecho para que reclinara su cabeza y así muriera, pronunciando la última palabra que brotó de su alma: “En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu”. Luego se dejó caer en aquellos brazos, y expiró. Dios murió, Dios murió, La Vida murió. ¿Por qué tenía que morir? ¿Por quién murió el Hijo de Dios? Por sus hermanos, por todos, por amor a ellos. Cristo me amó y se entregó a la muerte por mí.

LA HISTORIA DE LA VIRGEN DE LA NUBE


La historia de la Virgen de la Nube
Una devoción estrechamente relacionada a la historia de Ecuador y Perú, que rinden su tributo de amor a María en esta advocación


Por: Redacción | Fuente: Varios 




Nuestra Señora de la Nube es una advocación mariana del Ecuador. La imagen de la Virgen María, se presenta como una reina, en su mano derecha sujeta un cetro; la azucena representa su coraza y el olivo su fruto, símbolo de su vinculación con Israel; su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús que lleva al mundo en sus manos. Le sirve de pedestal la luna y las nubes.

Dice esta historia que en 1696, el obispo don Sancho de Andrade y Figueroa de Quito estaba enfermo y desahuciado por lo que el pueblo de Guápulo, de gran devoción a la Virgen María, decidió organizar una novena por su salud; una procesión del Rosario salió camino a la catedral el 30 de diciembre y de repente una imagen de María apareció, formada por las nubes. Cerca de 500 personas fueron testigos del maravilloso hecho, mientras el obispo se curó repentinamente.

La aparición

En la tarde del 30 de diciembre fue sacada en procesión de rogativa con el acompañamiento de unas quinientas personas. A eso de las 4:45 de la tarde, habiendo llegado al final del pretil de San Francisco, al concluir la segunda decena del rosario, se hizo la señal con la campanilla para que todos se arrodillasen para entonar el “Gloria Patri”. De repente, se vio claramente en el cielo, en dirección al caserío de Guápulo, una figura formada por nubes, de gran tamaño.

Fue entonces que el presbítero José de Ulloa y la Cadena, capellán del Monasterio de la Limpia Concepción de Quito, exclamó a voz en cuello: “¡La Virgen, la Virgen!”, y todos volvieron la mirada hacia el lugar señalado, viendo nítidamente sobre los aires, la figura de María Santísima dibujada por las nubes:

“Estaba la imagen de pie sobre otra nube más oscura y densa que le servía como pedestal o trono. Llevaba corona en las sienes y en la mano derecha un ramo de azucenas a manera de cetro. Con la izquierda estrechaba al Divino Niño Jesús, hacia quien tenía dulcemente inclinada la cabeza. Sobre los cabellos y espalda flotaba un airoso velo formado igualmente de una nube. Vestía una cándida túnica de sencillos y ondulantes pliegues, media oculta por un manto de amplitud majestuosa y regia”.


La aparición duró lo suficiente para que todos pudieran darse cuenta perfectamente de ella y, terminada la procesión, muy a la usanza española, se levantó un acta. En ella, declara la máxima autoridad local: el Presidente de la Audiencia y otros testigos calificados, como consta en el proceso que hasta hoy se conserva en el Archivo Arzobispal de Quito.

El pueblo católico del Ecuador rinde su tributo de amor a María, con la advocación de Virgen de la Nube.

La fiesta de la Virgen de la Nube reúne a los migrantes

Al iniciar cada año, concretamente, cada primero de enero miles de creyentes de Ecuador y del exterior llegan a la ciudad de Azogues para venerar y participar de todos los actos preparados por los franciscanos, entre los que se destaca la procesión.

La devoción por la Virgen de la Nube de Azogues no tiene fronteras. Los feligreses llegan de todas partes del país y del extranjero para agradecer por los favores recibidos. En la romería los ecuatorianos que viven en el exterior, regresan para agradecer los favores recibidos. La festividad religiosa es una tradición desde 1912.

Los confesionarios se repletan. La afluencia se incrementa cada primero de enero. En esa fecha, la iglesia no da abasto para recibir a los miles de fieles que la visitan y los hermanos franciscanos, con el apoyo de religiosos de otras comunidades, confiesan en esta festividad de la Virgen a miles de penitentes.

Nuestra Señora de la Nube en Perú

En el Perú, como un homenaje a la cuna de nacimiento de sor Antonia Lucía del Espíritu Santo, se decidió colocar este lienzo para acompañar al Señor de los Milagros en la parte posterior de las andas sagradas el 20 de octubre de 1747. Ambas salen en procesión multitudinaria en Lima en el mes de octubre. Muestra a sus pies, en posición orante al obispo favorecido de su mano, Sancho de Andrade y Figueroa, y sobre el terreno se observa una pequeña iglesia, que algunos identifican como la parroquia de Guápulo o el santuario de Las Nazarenas.

Si bien la creencia popular ubica a la Virgen de la Nube como un culto de 1800, la Madre Antonia, fundadora del monasterio de Las Nazarenas y ecuatoriana de nacimiento, habría traído la devoción en el siglo XVII. En esa época circularon también en el Ecuador muchos óleos retratando a esta Virgen y uno de ellos podría haber llegado al Perú.

sábado, 17 de octubre de 2015

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO


ORACIÓN A LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO


¡Oh Madre del Perpetuo Socorro!, en cuyos brazos el mismo Niño Jesús parece buscar seguro refugio; ya que ese mismo Dios hecho Hijo tuyo como tierna Madre lo estrechas contra tu pecho y sujetas sus manos con tu diestra, no permitas, Señora, que ese mismo Jesús ofendido por nuestras culpas, descargue sobre el mundo el brazo de su irritada justicia; sé tú nuestra poderosa Medianera y Abogada, y detenga tu maternal socorro los castigos que hemos merecido. En especial, Madre mía, concédeme la gracia que te pido.

AMÉN.

CINCO CLAVES PARA CONOCER Y AMAR A MARÍA


Clave para conocer y amar a María 
5 claves que nos pueden que ayudar en este camino de conformación con Jesús a través de Santa María


Por: Luisa Restrepo | Fuente: Catholic-link.com 




María es nuestra Madre y en nuestro camino de cercanía y encuentro con el Señor Ella cumple un papel dinámico y fundamental. Para poder recorrerlo es necesario aumentar nuestro amor filial para que sea Ella quien nos lleve de su mano hacia su hijo El Señor Jesús.

Hoy, con la ayuda del hermoso libro de María Vallejo-Nágera: “De María a María”, les queremos presentar 5 pasos para conocer y amar a María. En esta hermosa obra la autora nos describe su proceso de acercamiento a la Virgen María, nos cuenta cómo es su relación con Ella y nos invita a descubrirla, conocerla y amarla cada vez más.

María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres.Papa Francisco
Les dejamos 5 claves que nos pueden que ayudar en este camino de conformación con Jesús a través de Santa María:



1. Buscar que María nos lleve de su mano en nuestro proceso de Conversión y Fe:

Convertirse todos los días como el primero –valga la redundancia– es la primera clave para amar a María. El Señor nos pide cada día que le amemos. Y la mejor manera es a través de su Madre, la Virgen María. Si buscamos a nuestra Madre, el Señor se hará cercano a nosotros. María es la primera creyente, con su fe alienta nuestro camino para que cada día crezcamos en confianza en Dios y en sus promesas.

2. Reconocer su presencia amorosa en nuestras vidas:

La Virgen María ¿está realmente presente en nuestras vidas? ¿actúa hoy de forma real?  La Madre de Dios, que es Madre de todos también –así lo quiso Él– actúa en cada uno de sus hijos de una manera distinta. Unas veces es más visible que otras, pero el amor es el mismo. Para ello, el Señor nos la regaló para pedirle por nuestras preocupaciones y nuestras ocupaciones. Así Ella estará presente en las situaciones más cotidianas de nuestra vida, para que hagamos frente junto a Ella, a todos nuestros problemas.

3. Tener siempre presente que María es Madre de Dios y Madre nuestra:

Juan Pablo II dijo una vez: “La maternidad virginal, reconocida y proclamada por la fe de los Padres, nunca jamás podrá separarse de la identidad de Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios, dado que nació de ella”. María es un nuestra madre y como buena madre no se cansa de esperar. Ella sabe que somos humanos y que fallamos. Aun así,  no nos deja solos.


4. Para amarla debemos acercarnos a San José el Padre de Jesús y esposo de La Virgen María:

San José es el perfecto intercesor, fue el mejor padre, el mejor amigo de la Virgen y su mayor protector. Supo proteger a su Sagrada Familia y llevar a cabo la misión que le había mandado el Señor. Por eso, ahora nosotros podemos pedirle que nos ayude con las cosas de nuestras familias y las de nuestros amigos, pues no dudará en echarnos una mano cuando lo necesitemos. El lazo amoroso y espiritual que unía al Patriarca con la Virgen María hace que podamos agarrarnos fuerte a sus manos y, a su vez, al regazo de Nuestra Madre. El Papa Francisco tiene una estatua de san José durmiendo en su habitación y cuentan que, cuando recibe documentación con asuntos graves, los deja –literalmente– bajo su cuidado. Él es el protector de la Virgen y el padre adoptivo de Jesús. Son muchos los santos que le han venerado, admirado y le han pedido intercesión, contándose como numerosísimos los milagros atribuidos a él a lo largo de  XXI siglos de fe.

5. Acudir a Ella rezando El Santo Rosario:

El rosario es un fiel aliado para conocer los sentimientos y los amores de la Virgen. Desgranar las cuentas con una oración pausada y recogida nos permite comprender que la Virgen se vale de dichos ruegos para pedir abundantes gracias a Jesús. El Rosario es un instrumento esencial para todos los cristianos que desean cooperar con la misión evangelizadora de la Virgen María en el mundo.

viernes, 16 de octubre de 2015

DIOS TE SALVE


La Salve



Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues,
Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos,
y después de este destierro
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

IMÁGENES CON MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA











martes, 13 de octubre de 2015

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


CONSAGRACIÓN
 A LA VIRGEN MARÍA


¡Oh Madre, quiero consagrarme a Ti!
Virgen María, hoy consagro mi vida a Ti, 
siento necesidad constante de tu presencia en mi vida.
Para que me protejas, me guíes y me consueles.

Se que en Ti mi alma encontrará reposo,
y la angustia en mi no entrará.
Mi derrota se convertirá en victoria, 
mi fatiga en fortaleza. Amén

CON EL SANTO ROSARIO VENCEREMOS


Con el Santo Rosario venceremos




Santo Domingo de Guzmán, realizando un exorcismo a un poseso albigense en presencia de una gran muchedumbre, invocó a la Santísima Virgen para que obligara a los demonios a contestarle a cuál de los santos del cielo temían más y cuál debía ser más amado y honrado por los hombres. Los demonios que invadían al hereje comenzaron a gritar: “¡Oh enemiga nuestra! ¡Oh ruina y confusión nuestra! ¿Por qué viniste del cielo a atormentarnos en forma tan cruel? ¿Será preciso que por ti, ¡oh abogada de los pecadores, a quienes evitas el infierno; oh camino seguro del cielo!, seamos obligados –a pesar nuestro– a confesar delante de todos lo que es causa de nuestra confusión y ruina? ¡Ay de nosotros! ¡Maldición a nuestros príncipes de las tinieblas!”.

“¡Oíd, pues, cristianos! Esta Madre de Cristo es omnipotente y puede impedir que sus siervos caigan en el infierno. Ella, como un sol, disipa las tinieblas de nuestras astutas maquinaciones. Descubre nuestras intrigas, rompe nuestras redes y reduce a la inutilidad todas nuestras tentaciones. Nos vemos obligados a confesar que ninguno que persevere en su servicio se condena con nosotros”.

“Un solo suspiro que ella presente a la Santísima Trinidad vale más que todas las oraciones, votos y deseos de todos los santos. La tememos más que a todos los bienaventurados juntos y nada podemos contra sus fieles servidores”.

De igual manera los malignos confesaron que muchos cristianos que la invocan al morir y que deberían condenarse, según las leyes ordinarias, se salvan gracias a su intercesión. Aseguraron que si la Madre de Dios "no se hubiera opuesto a nuestros designios y esfuerzos, ¡hace tiempo habríamos derribado y destruido a la Iglesia y precipitado en el error y la infidelidad a todas sus jerarquías!”. Luego añadieron que “nadie que persevere en el rezo del Rosario se condenará. Porque ella obtiene para sus fieles devotos la verdadera contrición de los pecados, para que los confiesen y alcancen el perdón e indulgencia de ellos”.

Promesas del Rosario dadas por la Santísima Virgen al Beato Alano de La Roche:

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.

15. La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.

lunes, 12 de octubre de 2015

LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL PILAR



La imagen de la Virgen del Pilar
Zaragoza, España


La devoción pilarista sostiene que la columna no ha variado jamás su emplazamiento 






De acuerdo con una antiquísima tradición, venerada y viva a lo largo de los siglos, la Virgen María cuando todavía moraba en este mundo, es decir, antes de subir en cuerpo y alma a los cielos, vino a Zaragoza para confortar y alentar al Apóstol Santiago que, a la sazón, se encontraba a las orillas del río Ebro, predicando en Evangelio. Este hecho, desde fecha inmemorial, se sitúa en al noche del 2 de enero del año 40 de la era cristiana. Esta tradición queda artística y maravillosamente expresada en el conjunto que compone la Santa Capilla.

Nada queda de la apariencia de la posible efigie de la Virgen, que acaso resultase destruida en el incendio de 1434-1435, que dejó en cenizas (según queda documentado) el retablo que había en la Capilla.

La imagen que se conserva de la Virgen del Pilar es una efigie de madera, monoxila, en bulto redondo, de 36 cm. de altura, labrada según los cánones de la mejor escultura gótica europea de la primera mitad del siglo XV, por Juan de la Huerta (según estudios de María del Carmen Lacarra). Representa a María como Reina y Madre, coronada, con regio vestido gótico de gran recato, abotonado desde la cintura y con cuello alzado y también abotonado; es una larga vestidura ceñida por un cinturón con hebilla, abrochado a la altura de su lugar natural; por debajo del vestido asoma discretamente el final puntiagudo del calzado de sus pies, el derecho más visible que el izquierdo, algo retraído; una gran pieza de paño, que sirve a la vez de capa y tocado, sobre la cual ciñe la sencilla corona, la envuelve casi por completo y deja ver parte del peinado suavemente ondulado de su cabello; la mano derecha sostiene un amplio pliegue de este ropaje que, extendido desde el costado izquierdo de la Virgen, cubre todo su abdomen en un primer plegamiento, y la parte alta de su pierna derecha y casi toda la izquierda, en otro interior.

El Niño, a quien la Madre mira desde atrás, reposa sentado sobre la mano izquierda, en cuenco, y la cadera materna, sostenido por el brazo de María; aparece desnudo y despreocupado, en posición casi frontal, algo girado a su derecha, y con las piernas, cruzadas, el talón izquierdo sobre la pierna derecha; sujetar por debajo de las alas abiertas cuerpo de un avecilla, acaso paloma simbólica de la divinidad o del alma humana, cuya cabeza apunta al cinturón de la Virgen; el Niño extiende el brazo derecho que cruza el pecho de su Madre, para asir al borde del manto. Las partes visibles del cuerpo de María (rostro, cabello y manos) y del Niño tuvieron pigmentos de entonación naturalista. La imagen fue restaurada, por iniciativa del Cabildo Metropolitano, en septiembre de 1990, por el Instituto del Patrimonio Histórico Español.

La imagen de la Virgen está sobre un pilar, mejor dicho, sobre una columna de jaspe de 1,70m.de altura y un diámetro de 24 cm.; está forrado en bronce y después con plata.

La devoción pilarista sostiene que la columna no ha variado jamás su emplazamiento desde la fecha en que la tradición sitúa la venida de María, aún en vida, a César Augusta, en la que con poco éxito predicaba el Evangelio Santiago el Mayor.

En 1596 Felipe II donó, como manifestación de su devoción mariana y pilarista, los dos ángeles de plata que siguen haciendo guardia de honor a la Virgen, y son los únicos elementos artísticos de la antigua Capilla que permanecen en la dieciochesca de Ventura Rodríguez.

Fueron recibidos en el Santuario el 24 de marzo del mismo año. Su artífice fue el platero Diego Arnal. Está documentado hasta el peso y el valor de los metales preciosos (141 marcos y 6 onzas de plata por valor de 992 libras jaquesas y 5 sueldos; y 5,5 libras de oro para los escudos, por valor de 5 libras jaquesas y 10 sueldos) y el precio de las hechuras (6 libras jaquesas por encarnar los rostros y las manos, y 1.000 libras por la hechura de los ángeles.

A los 10 días de recibirlos el Cabildo determinó poner velas blancas en los candeleros que portan los ángeles; y desde entonces se conserva la tradición e reservar para los ángeles del Camarín de la Virgen las velas de cera más pura.

La imagen de la Virgen del Pilar, que los fieles contemplan en su camerino de la Santa Capilla está, coronada con corona imperial y en el centro de la misma, con una aureola de brillantes. A sus pies, rodeando el pilar, viste uno de los muchos mantos ofrecidos por los fieles.

Los días 2, 12 y 20 de cada mes la Imagen aparece sobre la columna, sin el manto, dejando ver la guarnición semicilíndrica de plata labrada. En estos días se recuerdan: La fiesta de la Venida de la Virgen (2 de enero); La fiesta del Pilar (12 de octubre) y la fiesta de la Coronación Canónica ( 20 de mayo de 1905).
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