domingo, 3 de julio de 2016

YO TAMBIÉN TENGO QUE SER MISIONERO? EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 3 DE JULIO 2016



¿Yo también tengo que ser misionero?
¿Yo también tengo que ser misionero?


Tiempo Ordinario. ¡Seamos apóstoles con nuestra vida, con nuestro testimonio, con nuestra palabra, y nunca nos avergoncemos de ser lo que somos: católicos, hijos de Dios! 


Por: P . Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-12. 17-20


En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa." Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios está cerca de vosotros." En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid: "Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca." Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad. Regresaron los 72 alegres, diciendo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." El les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos."

Oración introductoria

Señor, humildemente inicio mi oración pidiendo tu luz. Estoy seguro de que, al igual que a los 72 discípulos, tu gracia es capaz de encender la llama de mi amor a la misión que me has dado.

Petición

Jesús, hazme un discípulo misionero y de tu amor.

Meditación del Papa

Jesús envía a setenta y dos discípulos a la gran mies que es el mundo, invitándoles a rezar para que el Señor de la mies, mande obreros a su mies; pero no les envía con medios potentes sino "como corderos en medio de lobos", sin bolsa ni cayado, ni sandalias. San Juan Crisóstomo, en una de sus homilías, comenta: "Siempre que seamos corderos, venceremos y aunque estemos rodeados de muchos lobos, conseguiremos superarlos. Pero si nos convertimos en lobos, seremos derrotados, porque nos faltará la ayuda del Pastor [...] Jesús envió a los "setenta y dos discípulos" y estos partieron con una sensación de miedo por el posible fracaso de su misión. También Lucas destaca el rechazo recibido en las ciudades en las que el Señor ha predicado y ha realizado signos prodigiosos. Pero los setenta y dos vuelven llenos de alegría, porque su misión ha tenido éxito; han constatado que, con la potencia de la palabra de Jesús, los males del hombre son vencidos, (Benedicto XVI, 26 de octubre y 7 de diciembre de 2011).

Reflexión

El Evangelio del domingo pasado nos hablaba de la vocación y de las exigencias del seguimiento de Cristo. Y hoy nos habla de la misión. Dos realidades inseparables entre sí. No hay vocación sin misión. Más aún, la vocación es para la misión.

Marcos, en el capítulo 3 de su evangelio, nos dice que "Jesús llamó a los que Él quiso para que estuvieran con Él y para mandarlos a predicar". Toda vocación tiene dos fases inseparables: "estar con Jesús" para conocerlo, para amarlo, para aprender de Él. Y luego, la segunda fase, obligada: "para enviarlos a predicar". (Mc 3, 14).

Todo llamado es también, por naturaleza, un "enviado". Y "enviado" es la traducción literal de la palabra griega "apóstol" y del vocablo latino "misionero". Las tres expresan exactamente la misma realidad con tres nombres distintos. Son la misma cosa.

Pero, además, todo cristiano es un "llamado" y un elegido. Dios Padre llamó a Jesús desde la nube y lo proclamó su "Hijo predilecto", en quien tiene puestas todas sus complacencias al ser bautizado por Juan en el Jordán (Mt 3, 18). Y del mismo modo, todo cristiano recibe una llamada –en latín se dice "vocación"- en el bautismo: una vocación a la santidad y, en consecuencia, también a la misión.

Las últimas palabras de Jesús que nos reportan los tres evangelios sinópticos son, en efecto, una clarísima llamada a la misión. Mateo nos dice que el Señor, antes de su ascensión al cielo, convocó a sus discípulos en un monte de la Galilea y allí les dio sus últimas instrucciones: "Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28, 19).

Marcos nos refiere unas palabras muy semejantes, con una pequeña precisión que las hace aún más explícitas: "Id por todo el mundo –les dice Jesús a sus apóstoles- y predicad el Evangelio a toda criatura" (Mc 16, 15). Y el discurso final que nos transmite Lucas, en el Cenáculo: "Así estaba escrito: que el Mesías padeciese y resucitase de entre los muertos al tercer día, y que se predicase en su nombre... a todas las naciones" (Lc 24, 46-47).

El Evangelio de hoy nos presenta la misión de los setenta y dos. También este dato, visto exegéticamente, nos resulta muy interesante. Mateo, al presentarnos el discurso de la misión, nos habla sólo de los doce apóstoles (Mt 10, 5ss); mientras que Lucas nos dice que Jesús envió a la misión a setenta y dos discípulos. Además del número, multiplicado por el evangelista médico, cambia de nomenclatura: en Mateo, Jesús se dirige exclusivamente al grupo de los doce; mientras que Lucas alarga la misión a un grupo de "discípulos" –que debían ser, en nuestro lenguaje actual, unos "laicos"- que seguían y escuchaban al Señor durante su vida pública, y que serían luego los primeros miembros de la Iglesia junto con los doce.

La misión, por tanto, es una tarea de todos: de los sacerdotes, de las religiosas y de todos los cristianos en general. Todos, en razón de nuestro bautismo, estamos llamados a la misión. El Vaticano II, en el decreto "Apostolicam actuositatem", nos dice que "la vocación cristiana es, por su misma naturaleza, un vocación también al apostolado" (AA, 2). Más aún, no sólo es un deber, sino un "derecho" que todo seglar tiene a hacer apostolado, y éste deriva de su misma unión con Cristo Cabeza. En efecto –continúa el documento- "insertos por el bautismo en el Cuerpo místico de Cristo, robustecidos por la confirmación con la fortaleza del Espíritu Santo, es el mismo Señor el que los destina al apostolado" (AA, 3).

Todos: chicos y grandes, hombres y mujeres, sacerdotes y laicos, estamos llamados a la misión. Sin distinción de edades, de razas, de culturas, de clases sociales. Todos debemos ser misioneros. Y para eso no hace falta irnos para Haití o al África. Podemos y debemos serlo en nuestro medio ambiente: en casa, en el colegio, en la universidad, en el trabajo, en la oficina, en la calle. También en el mar o en la discoteca, ahora que inician las vacaciones. Todos tenemos el derecho y el deber de proclamar públicamente, con valentía y con santo orgullo nuestra fe católica y la alegría de vivir en gracia, en amistad con Dios.

Propósito

¡Seamos apóstoles con nuestra vida, con nuestro testimonio, con nuestra palabra, y nunca nos avergoncemos de ser lo que somos: católicos, hijos de Dios, discípulos de Jesucristo!

ESPARCIR LAS SEMILLAS


Esparcir las semillas




Hace ochocientos años un sacerdote llamado Domingo misionó en el sur de Francia. Tuvo un grupo de colaboradores con quienes convivía en un convento.  También tuvo un sueño.  Quería ver al mundo entero aprovechándose de la salvación que ganó Jesucristo.  Con la autorización del papa, Domingo dispersó a sus compañeros para predicar el evangelio por Europa.  Dijo: “La semilla almacenada pudre”.   Con esta acción Domingo imitó el empeño de Jesús en el evangelio hoy.

Jesús tiene un gran número de discípulos, tanto mujeres como hombres. Se puede imaginar de qué tipos de gente son.  Unos son bien educados; conocen las Escrituras como los nombres de sus hijos.  Otros están atraídos a Jesús porque con él las Escrituras les hacen sentido por primera vez.  Unos hablan con tanta facilidad que parecen como los vendedores de medicinas naturales.  Otros prefieren quedarse callados como soldados marchando a la batalla.  No es que todos sean bien preparados a anunciar el Reino de Dios, pero Jesús se fija en la necesidad de la gente.  Le llama la mies.  Como la mies necesita los rayos del sol, a la gente le falta escuchar del amor de Dios para cada uno.  Por eso les manda a los discípulos a predicar el Reino.

También en nuestro tiempo vemos la falta de la predicación del Reino.  La vida se ha hecho en una prueba para ganar tanto como posible por la satisfacción personal.  Se considera el trabajo más que nada como el medio para ganar el dinero.  La intimidad matrimonial se hace en modo de garantizar el placer físico.  Aún los hijos son producidos para aumentar el sentido de logro personal. Sí, creen que Dios los ama, pero no entienden que su amor imponga límites al yo para que el espíritu crezca.  No se dan cuenta que el trabajo  –sea instruyendo en escuela o construyendo carreteras –  es modo de colaborar con Dios para el bien de todos.  No aceptan a hijos como regalos para cuidar de modo que crezcan como miembros responsables de la familia de Dios.  Le hace falta a la gente escuchar este mensaje no sólo de los predicadores sino de sus compañeros.

Hay mucho testimonio en contra del evangelio.  Las noticias son repletas con historias de orgullo y desgracia.  Atletas abusan sus cuerpos con drogas.  Parejas no casadas cohabitan sin vergüenza.  Si vamos a contrarrestar la atracción de estas nuevas tendencias, nuestro testimonio del amor de Dios tiene que ser auténtico.  Tenemos que mostrar cómo el cumplimiento de la vida resulta del cuidar a los demás sin la preocupación para fortuna, fama, o afecto.  Por esta razón Jesús pide a los enviados que no busquen los mejores alojamientos sino que acepten con la gratitud lo que se les ofrezcan.  Quiere que marchen sin recursos para mostrar cómo Dios provee para aquellos que lo amen.

Los judíos cuentan la historia del rabí de una aldea campesina.  Cada viernes por la noche en el mes antes de su día más santo este rabí desvaneció.  No sabiendo a dónde se fue, la gente decía que estaba en el cielo hablando con Dios por ellos.  Una noche un joven, no creyendo el pretexto común, decidió a seguir al rabí.  Lo vio caminando en ropa común al bosque.  Allá tumbó un árbol y lo corto en leña.  Llevó la leña a la casa de una viuda pobre y se le ofreció.  Cuando la viuda reclamó que no tenía para pagarle, el rabí dijo que le prestaría el dinero.  Entonces el rabí le hizo un fuego en la cocina para calentar su casa y se fue.  Desde entonces cuando la gente dijo que el rabí fue al cielo, el joven respondió: “al cielo o a un lugar más alto”.

Podemos ver a Jesús en la persona de este rabí.  Pues Jesús cambió su apariencia para vivir como uno de nosotros.  Aún más al caso,  Jesús como el rabí Jesús nos hizo gran sacrificio gratis para salvarnos del apuro del pecado.  Podemos ver a Jesús en su persona, pero ¿podemos vernos a nosotros mismo?  Como seguidores de Jesús, queremos imitar su generosidad por compartir el tiempo, talento, y tesoro con los necesitados.  De esta manera la gente sabrá del amor de Dios.


* Carmelo Mele O. P.

EL SEÑOR ME ACOMPAÑA


El Señor me acompaña


Para orar al Señor, trata de concentrarte, poniéndote ante él por un sencillo acto de fe en su presencia. Recuerda que “su bondad y su misericordia te acompañan a lo largo de tu vida” (Sal 23) y que “el Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha” (Sal 121).

Ilumíname, Señor, para que reconozca tu presencia y para que me deje guiar por ti en medio de las oscuridades de mi vida. No dejes que me aparte de tu lado, porque sin ti mi vida pierde su rumbo. Cuando escapo de tu presencia al final todo se vuelve confuso, sin sentido. Toca mi interior con tu Espíritu, para que crea en ti con toda mi alma y confíe en tus promesas. Estarás siempre conmigo y podré salir adelante, aunque hoy no vea, aunque hoy no te sienta, aunque mi pequeñez no te reconozca. Abre mis ojos, Señor, para que te descubra siempre conmigo. Amén. (P. Fernández).

Para robustecer tu fe en el Señor que te ama y te acompaña, nada mejor que leer con atención la Biblia. Al inicio del capítulo 43 de Isaías encontramos esta perla deslumbrante: “Tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo. No temas, porque yo estoy siempre contigo”. Medítalo, y agradece al Padre que siente inmensa ternura por ti.


* Enviado por el P. Natalio

IMÁGENES DE LA EUCARISTÍA











sábado, 2 de julio de 2016

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza



Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía¡

CON LA MIRADA EN EL CIELO


Con la mirada en el cielo



Don Bosco vivió con una mirada fija en el Cielo y otra en las realidades de este mundo para orientarlo a la felicidad que no tiene fin. Pero trabajó sin cansancio en cambiar las situaciones de desprotección y abandono de niños y jóvenes pobres. En sus escritos hay pensamientos que brotaron de su profunda visión de fe. Son joyas de sólida espiritualidad. He aquí algunos:

La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un rinconcito de paraíso lo arregla todo.

Qué aire celestial traen estas consignas que san Juan Bosco repetía en las homilías y confesiones, y a veces al oído de un muchacho triste en un rincón del patio. Son pensamientos simples pero nos invitan a pensar en otra dimensión, con parámetros de eternidad. ¿Por qué no enriquecerte con estas perspectivas de la vida en abundancia?


* Enviado por el P. Natalio

MARÍA ES UNA MUJER CON EL CORAZÓN EN EL CIELO


María es una mujer con el corazón en el cielo
Alegria, distintivo de los cristianos. María nuestro mejor ejemplo


Por: Juan J. Ferrán, L.C. | Fuente: Catholic.net 




María es una mujer alegre. La alegría es la virtud de los resucitados, de los que tienen a Dios, de los que han puesto su corazón en el cielo. Vemos esta alegría en María Magdalena cuando descubre al Resucitado, en los discípulos de Emaús cuando reconocen a Cristo en la fracción del pan, en los apóstoles cuando Cristo resucitado se les presenta en el Cenáculo.

La alegría no puede abandonar nunca a quien cree en Dios. Y éste debería ser el rostro de nosotros los cristianos que ya vivimos de alguna forma nuestra fe en la resurrección. Por el contrario, la tristeza, como vivencia habitual y permanente, no entra nunca, pase lo que pase, en la vida de quien cree en Cristo.

María es una mujer con el corazón en el cielo. María veía todo a través del cielo. ¿Qué importancia tenían el sufrimiento, las carencias, las luchas, los sacrificios, los esfuerzos, las renuncias, los momentos difíciles, cuando todo eso se ve desde el cielo? Ninguna. Todo es parte de ese camino hacia el cielo, ese camino estrecho que tanto asusta al ser humano, que conduce a Dios. Ella ha sido nuestra precursora en este camino, dándonos ejemplo. Sigamos a María en esta vida que sin duda es para todos "un valle de lágrimas", pero tengamos siempre el corazón arriba, junto a Dios, con espíritu de resucitados.

Dios nos ha dado a María como Madre, Abogada, Intercesora, Mediadora, Amiga y Compañera. En la espiritualidad cristiana debe haber un gran sitio para María en el corazón de cada cristiano. De lo contrario nuestra espiritualidad estaría incompleta, sería muy pobre. Podríamos proponer algunos caminos o medios de espiritualidad mariana para nuestro corazón de cristianos.

El amor tierno y filial a María. María debe convertirse en la vida de un cristiano en objeto de ternura, de cariño, de afecto. A María hay que quererla como se quiere a una madre. Lejos de nuestra espiritualidad una actitud seca, austera, distante, fría hacia quien nos ama tanto, hacia quien aboga tanto por nosotros ante Dios, ante quien tanto nos cuida, ante quien vigila nuestros pasos para que no caigamos en el mal. De ahí la necesidad de tener con María momentos de encuentro, diálogos cordiales, intimidad y confianza. No puede pasar un día en nuestra vida que no nos dirijamos a Ella con la sencillez de un niño a contarle a nuestra Madre del Cielo nuestros problemas, nuestras alegrías, nuestras luchas, nuestros planes.

Pero la devoción a María no debe quedarse sólo en un afecto y amor, porque entonces se empobrecería. Debe convertirse en imitación de sus virtudes. Para nosotros María es la obra perfecta de Dios y en Ella resaltan con luz muy especial todos aquellos aspectos de una vida que agradan a Dios. Aunque nunca seremos tan perfectos como Ella, sin embargo podemos seguir sus pasos para llegar a Cristo a través de María. Su mayor deseo es que amemos a su Hijo, que seamos como Él, que vivamos su Evangelio. ¡Qué María sea nuestra guía en este camino!

Y no olvidemos esas formas de oración particular centradas en María como pueden ser el Santo Rosario. Una devoción que hay que llegar a gustar y gozar, metiendo el corazón en cada Avemaría, en cada invocación, en cada recuerdo de María. En casa en familia, ante el Santísimo, en los viajes, el rosario debe ser nuestro acompañante.

ESTAMPA CON ORACIÓN AL CORAZÓN DE MARÍA


viernes, 1 de julio de 2016

SE LE PERDIÓ UN DIENTE


Se le perdió un diente




El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.

Un hombre rico pero muy avaro estaba llorando. Un amigo lo vio y se acercó preocupado por su lamentable situación:
—Pero Samuel, ¿qué te pasa?
—Es que a mi peine se le ha roto un diente, y ahora tengo que comprarme uno nuevo.
—Pero hombre, no es para tanto, total, puedes seguir peinándote con ese peine aunque le falte un diente.
—No, no lo entiendes, es que era el último diente que le quedaba...

San Pablo recomienda que seamos ricos en buenas obras, que demos con generosidad y sepamos compartir las riquezas. “Así —dice— adquirirán para el futuro un tesoro que les permitirá alcanzar la verdadera Vida” (1Tm 6, 17-19). Encerrarte en ti mismo te dejará atrofiado y no te realizarás jamás. Una señal de madurez es entregarte más a los demás que a ti mismo.


* Enviado por el P. Natalio

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Oración de la consagración de las familias de todo el mundo al Sagrado Corazón de Jesús 

(realizada el 3 de Junio de 2007 en Barcelona (España) por el Cardenal De Giorgi)



Señor Jesucristo, Redentor del mundo,
Amigo de los sencillos y de los pecadores, 
que en la Cruz te has dejado traspasar
tu Corazón Sagrado 
para salvarnos del pecado
y darnos la abundancia de la gracia divina.
Mira compasivo nuestra debilidad, y ten piedad.
Libéranos del pecado y del mal, 
y condúcenos a la auténtica paz,
que se encuentra por la conversión 
y la acogida de tu Palabra.
Tú que nos invitas a seguirte
y a amarte como discípulos, 
porque así encontraremos el descanso 
y la felicidad que tanto deseamos,
no nos dejes nunca de tu mano poderosa,
y sostennos bondadoso en todos nuestros caminos.

Hoy consagramos humildemente a tu Corazón
nuestras vidas y nuestras familias,
y encomendamos a tu misericordia todas las familias del mundo.
porque queremos vivir siempre con la confianza puesta sólo en Ti, 
que eres el Amor infinito,
y porque te queremos servir de todo corazón a Ti y a nuestros hermanos por amor a Ti.
Haz, Señor, que todos podamos encontrar en Ti
el Amigo verdadero y el Maestro bondadoso y humilde,
y que en tu Corazón Sagrado aprendamos el amor generoso y sacrificado hacia todos.
Amén.

ESTAMPAS CON ORACIONES Y JACULATORIAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS









PRIMER VIERNES DEL MES DE JULIO, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - 1 DE JULIO


PRIMER VIERNES DEL MES DE JULIO
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Viernes 1 de Julio del 2016


Breve Consideración: Jesús a Santa Margarita María de Alacoque: " Sabes, hija mía, que soy un Maestro santo, y que enseño la santidad; soy puro y no podría soportar la más leve mancha. De ahí que aborrezca las almas tibias y cobardes. Aquí tienes, en mi Sagrado Corazón, un divino  purgatorio de amor, en el que te puedes purificar de toda las miserias del camino; entra en ese edén delicioso y coge, como te agrade, que ha de ser tu tabernáculo de santidad."


ORACIÓN
Plegaria de Reparación.

!Oh Sagrado Corazón! Bien debido tienes el tributo de amor de todos los corazones, a quienes has querido y obligado hasta lo infinito. !Ay!, y no recibes de ellos más que ingratitudes y desvíos, sobre todo del mío, que tan merecido tiene tus enojos. Pero como eres un Corazón todo bondad, de esa misma bondad quiero valerme para mi perdón... !Oh dulcísimo Corazón! Si el dolor y la confusión de un alma que reconoce su error es capaz de satisfacerte, perdona a este mi corazón, confundido por sus propias infidelidades y sinceramente arrepentido de ellas.
Corazón de mi Dios, a quien sólo agrada el perdonar, perdona a este pobre y miserable corazón...Todas mis potencias se juntan en una para ofrecerte humildemente este homenaje de reparación.

!Oh Corazón de Jesús! Yo te entrego y consagro, en este instante, todo mi amor, en su propio manantial, que es mi corazón y te lo entrego con irrevocable voluntad, aunque con viva confusión, pues menosprecié por tanto tiempo la riqueza de tus bienes.
Suplico a los más ardientes serafines que ofrezcan al Señor las llamas en que se abrasan, y reparen con ellas la poquedad del amor de todas las criaturas, y en especial del mío. Amén.

(De Santa Margarita María de Alacoque)




SÉPTIMA PROMESA: 
Las almas tibias se enfervorizarán por esta devoción.


(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.



Una palabra de Margarita María de Alacoque a sus hermanos asociados: "Gocen todos los que no tienen vuestra vocación con subir al Tabor; en cuanto a nosotros, considerémonos predestinados de no conocer otro camino que el del Calvario, avalorado con los azotes y las espinas del Maestro, y sin más iruición que la de haber perdido la vida en su Corazón, que es la fuente de vida"

Un Padre Nuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.


ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (tres veces)
Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

LA ORACIÓN TIENE EFECTOS CURATIVOS


La oración tiene efectos curativos




Un nuevo estudio realizado por un investigador cristiano, revela que la curación física puede ocurrir como resultado de poder de la oración.

El doctor Andrew Newberg, director de investigación de Thomas Jefferson Hospital y Medical College en Pennsylvania, dirigió el estudio, en el que los escáneres cerebrales de resonancia magnética, demostraron que hay poder en la oración.

El estudio también encontró que el efecto de la oración es muy parecido a un entrenamiento físico para el cerebro.

“Cuando nos fijamos en la forma cómo funciona el cerebro, parece que es muy fácilmente capaz de participar en prácticas religiosas y espirituales…. sólo tiene sentido, si Dios está allá arriba y nosotros estamos aquí abajo, que nuestro cerebro es capaz de comunicarse con Dios“, dijo Newberg a Christian Post.

En uno de sus estudios, Newberg tenía pacientes ancianos con problemas de memoria, oraron cada día durante 12 minutos por ocho semanas. Los resultados de la resonancia aparecieron positivos y dramáticamente diferentes, después de concluir el experimento. Además, los resultados de pruebas revelaron que el beneficio de la oración, puede en realidad formar el cerebro.

En 2012, The Huffington Post informó que Newberg llevó a cabo otro estudio, que las formas en que la oración y la meditación afecta al cerebro humano. Su investigación demostró que cuando una persona se dedica a la oración, hay un aumento de la actividad en los lóbulos frontales y el área del lenguaje del cerebro, conocida por convertirse en activa durante la conversación. Encontró que para el cerebro, orar a Dios es similar como hablar con la gente.

Para llevar a cabo este estudio, se inyectó a los participantes con un tinte radiactivo inocuo mientras estaban en profunda oración o meditación. El tinte emigró a diferentes partes del cerebro en la que el flujo de sangre era el más fuerte.

Newberg llegó a la conclusión que, independientemente de la religión, la oración crea una experiencia neurológica entre las personas.


*Fuente: Familia Cristiana

GARY SINISE, SU CONVERSIÓN - TESTIMONIO DE COMO ENTRÓ A LA IGLESIA CATÓLICA

Gary Sinise, su conversión
En la Nochebuena del 2010, en una íntima y tranquila ceremonia, entró oficialmente en la Iglesia católica


Por: Varios | Fuente: catoly.com // religionenlibertad.com 



Gary Alan Sinise, famoso actor y director estadounidense, es un católico converso. Gary es reconocido por aparecer en películas como Forrest Gump y La milla verde; o en series como CSI Nueva York. Nació en Illinois el año 1955, y comenzó su carrera como actor en el año 1982. Sinise está casado con la actriz Moira Harris desde 1981, y tienen tres hijos: Sophia Ana, McCanna Anthony, y Ella Jane. Además… ¡Toca en una banda!
Desde los años 90 su mujer Moira fue poco a poco recuperando sus raíces Católicas, hasta que en el año 2000 se confirmó. Después de eso, y con su mujer como referencia, el famoso actor fue profundizando en su propia espiritualidad, en especial tras los sucesos del once de septiembre del 2001, cuando fue invitado como apoyo a los hombres y mujeres que fueron a Irak. Su conversión oficial llegaría en nochebuena del año 2010. Según sus propias palabras: La Iglesia ha sido una roca para mí y para mi familia en los momentos difíciles y de mucha oscuridad (Gary Sinise).
Gary ha creado una fundación para materializar el soporte a los soldados que vuelven de la guerra en mal estado, con diversos programas de ayuda- La fundación de Gary colabora con los Caballeros de Colón, -una orden Católica con presencia en Estados Unidos-.
El ejemplo del capellán que murió el 11-S 
En su testimonio Sinise destacó el ejemplo del padre franciscano Mychal Judge, capellán del Departamento de bomberos de Nueva York, que murió ayudando a las víctimas de los atentados terroristas. “Su plegaria sencilla, ‘Señor, llévame cuando tú decidas que tengo que irme. Permite que encuentre a quien Tú quieras. Dime lo que quieras que diga y mantenme en tu camino’… es muy especial para mi mujer y para mí”,dijo Sinise.
“En su última homilía, realizada el 10 de septiembre, un día antes de su muerte, el padre Mychal dijo… cada uno de nosotros no sabe a lo que Dios nos llama. Pero Él te necesita. Me necesita. Nos necesita a todos nosotros”,añade el actor. “El padre Mychal dio su vida por los demás al día siguiente. He conocido a muchas personas abnegadas y valientes que me inspiran todos los días a llevar a cabo mi misión”,añade.


Una conversión repentina 
A finales de los 90, Moira -su esposa-, estaba en una representación de una obra irlandesa en la que se volvió a conectar con el lado católico de su familia irlandesa. Moira no creció en un hogar religioso pero su madre era católica de nacimiento y su padre protestante metodista.
Sinise cuenta que su familia estaba trabajando en Carolina del Norte cuando se acercó un huracán. “En el momento en que estábamos en la carretera conduciendo un coche alquilado y tratando de escapar de la tormenta, con rayos y truenos, un viento fortísimo y lluvia, Moira, de repente, se gira hacia mí y me dice, ‘Cuando volvamos a casa me convertiré al catolicismo y los niños irán a una escuela católica’”.
Tras dos años de catequesis, el Domingo de Pascua de 2000, la mujer de Sinise se confirmó en la Iglesia católica “y los niños y yo estábamos a su lado. Nos sentíamos muy orgullosos de ella”.
En 2010, en Nochebuena, Sinise dijo a su mujer y a sus hijos que iban a ir a una cena especial. Sin saberlo los suyos, había ido a catequesis privadas para ser confirmado. Así que antes de ir a cenar, la familia se detuvo para ver a un sacerdote “y en una íntima y tranquila ceremonia en Nochebuena, rodeado de mi familia y de mis seres queridos… entré oficialmente en la Iglesia católica –recordó-. Fue una noche muy especial en nuestras vidas”.
“La Iglesia ha sido una roca para mí y para mi familia en los momentos difíciles y de mucha oscuridad”, cuenta Sinise.
Además de su fundación Sinise ofrece conciertos con su banda Teniente Dan, entreteniendo a las tropas en casa y en el extranjero. Viaja regularmente a zonas de guerra para encontrarse con miembros del servicio y también visita hospitales militares de EEUU en Alemania, San Antonio, San Diego y Bethesda, Maryland.

ESTAMPA CON ORACIÓN DE EL ANGELUS


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...