domingo, 4 de septiembre de 2016

NOVENA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO, DEL 2 AL 10 DE SEPTIEMBRE


2 de septiembre: Se inicia la Novena a Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela

 (ACI).- Los venezolanos celebran a Nuestra Señora de Coromoto el 2 de febrero (Fiesta de la Presentación del Señor), el 8 (Natividad de la Virgen María) y 11 de septiembre. El Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto fue declarado basílica por Papa Pío XII el 24 de mayo de 1949.


El 7 de octubre de 1944 el Papa Pío XII la declaró “Patrona de la República de Venezuela” y su coronación canónica se realizó el 11 de septiembre de 1952 por los tres siglos de la aparición.

A pocos días de celebrar su fiesta te dejamos una novena en su honor:



Primer Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Primer Día

Dios te Salve María, Reina excelsa y elevada por Dios a incomparable grandeza, por haber sido enriquecida con todos los privilegios del poder del padre, con toda la preferencia del entendimiento del Hijo, y con todas las gracias y dones del Espíritu Santo, te confesamos como Emperatriz del Universo, Reina de los ángeles y de los hombres; en los cielos y en la tierra no hay pura criatura de mayor grandeza y majestad que Tu. Dios te salve, a Ti llamamos los peregrinos de este valle de lágrimas, para que te dignes aplicarnos tus soberanos favores y nos hagas dignos servidores de tu Divino Hijo, Jesucristo Nuestro Señor. Ayúdanos, Señora, para que en las luchas de carne contra el espíritu, salgamos vencedores mediante tu divino y maternal auxilio, y podamos un día entrar triunfante en la Gloria del Cielo. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


Segundo Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Segundo Día

Dios te Salve, Madre de Misericordia, a quien Dios Padre hizo dispensadora de sus bondades; Dios Hijo Tesorera de sus merecimientos infinitos y Dios Espíritu Santo, Señora de sus dones y gracias, para que lo administrase en beneficio del género humano. Salve, Virgen Madre, que llevaste en tu purísimo seno al Señor de la Creación, al Supremo Ser, de quien los cielos y tierra no son más que débiles obras de sus omnipotentes manos. Salve María, fuente de gracia, que alcanzas el perdón de nuestras culpas y eres nuestra fiel protectora en todas las penas y tentaciones que nos afligen en este valle de amargos dolores. Ruega, Señora, por nosotros. Acepta las humildes plegarias que te dirigimos en nuestras tribulaciones y necesidades, y haznos dignos de cantar un día tus santas alabanzas en medio de los bienaventurados en la Gloria Eterna. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.



Tercer Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Tercer Día

Dios te Salve, Vida; por quien el mundo alienta y respira, ya que eres Madre del Autor de la Vida. Por Ti, divina Señora, el hombre culpable, recibió después de su caída la promesa de un Salvador y por tu augusta mediación, recibimos la vida de la gracia. ¡Ave, Reina de los Cielos! Eres la alegría y el encanto de los coros celestiales, la Reina de los Patriarcas, la anunciada por los Profetas, la esperanza de los Santos Padres, la fortaleza del innumerable ejército de los mártires, la luz gloriosa de los Confesores, la fuente bendita de nuestra vida, la bendita entre todas las mujeres, la cantada por las grupos de vírgenes y la ensalzada y alabada por todas las generaciones. Concédenos por la Pasión y Muerte de tu Divino Hijo y por los méritos de tu bendito Corazón, que no perdamos la vida de la gracia por el pecado y no muramos de muerte eterna; pero que, viviendo en santo amor de Dios, con fe viva, esperanza firme y ardiente caridad, nos veamos libres de toda culpa de pecado y merezcamos entrar un día en la Vida Eterna. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.



Cuarto Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Cuarto Día

Dios te Salve, dulzura inefable, rico panal de miel celestial de gracia, labrado por la omnipotente mano de Dios, para ser paraíso de sus deleites; gusto y alegría de los corazones que aman la tierra y encanto y admiración de los espíritus celestiales.

¡Virgen bendita! Eres Madre dichosísima en cuyo purísimo ser el dulcísimo Creador derramó la infinita suavidad e inefable dulzura de su divinidad. Con tu bondadoso auxilio suavizas nuestras penas, nos ayudas a reprimir nuestras pasiones, nos fortaleces en toda tentación y derramas sobre nuestras almas el suave rocío de tu dulce consuelo.

¡Virgen purísima! En ti puso Dios la plenitud de sus gracias y misericordias, para que fueses dulzura y alivio de cuantos clamaren a Ti desde este valle de lágrimas y duelo.

Ya que eres la alegría de los que te invocan no nos dejes en el llanto y pesar; más, atráenos con tu amabilidad y dulzura maternales para que, apartándonos de los embaucadores gustos y deleites de este mundo, evitemos todo mal y merezcamos entrar un día en el Gozo Eterno. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


Quinto Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Quinto Día

Dios te Salve, esperanza nuestra; anhelo constante de los Patriarcas, blanco de los ardientes deseos de los Profetas, sagrario seguro donde se refugian los pecadores para alcanzar el perdón de Dios, pues tus ruegos aplacan el justo enojo.
Eres, Señora, estrella luminosa que guía al cristiano en la noche borrascosa de esta vida; eres el faro luminoso que le indica los escollos donde podría zozobrar su alma, y le señalas el puerto de la segura salvación.

Iris de paz, que anuncias la misericordia divina, intercede por nosotros, a fin de que, por medio de la recepción del Santo sacramento de la Penitencia y de un verdadero dolor de nuestras culpas alcancemos de Dios el perdón y misericordia, y seamos admitidos en el Reino de la Gloria. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.




Sexto Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Sexto Día

Dios te Salve, Abogada nuestra, que nos amas tanto que sólo cuidas de nuestro bien y nos concedes tus innumerables beneficios y nos favoreces con tus constantes auxilios y santas aspiraciones.

A tus ruegos y divina intercesión se aplaca la Justicia Divina enojada por nuestra culpa. Por tu mediación, Dios conserva y derrama sus gracias sobre este mundo y nos aplica con eficacia los méritos infinitos de Jesucristo Nuestro Señor y Salvador.

Derrama, ¡Oh bondadosísima María! En nuestro corazón, tus luces divinas, para que conociendo y agradeciendo tus inmensos beneficios, podamos cantar tus alabanzas por los siglos de los siglos, en la Vida Eterna. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


Séptimo Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Séptimo Día

Dios te Salve, Virgen Clemente, toda llena de afabilidad; cuyo mirar tierno y compasivo es consuelo y alivio del alma dolorida.
Eres, María, estrella benignísima que señalas al náufrago el puerto de la salvación; eres el refugio del pecador, la salud del enfermo, el consuelo del triste, la alegría del desconsolado y la paz y la esperanza del que muere.

Haznos ¡oh Virgen sacrosanta! Imitadores de tu excelsa clemencia infundiendo en nuestros corazones la divina caridad con nuestro prójimo.

¡Divina Mediadora nuestra! Acoge propicia nuestras súplicas y despáchalas favorablemente, pues nadie ha solicitado tu protección sin que no haya recibido de tu bondad y clemencia un pronto y eficaz socorro.

¡Madre clemente!, después del cautiverio de esta vida, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, y haz que seamos dignos de gozarte en la eternidad. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.




Octavo Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Octavo Día

Dios te Salve ¡oh piadosa!, a quien Dios adornó con las más generosa piedad que te inclinaba a dirigirle todos los pensamientos, deseos y actos de tu vida; te inspiraba un celo ardiente para la gloria de su culto divino, a la par que llenaba tu corazón de tierna compasión para el alivio y consuelo de las almas. Ave, piadosa Madre de las consolaciones. Guárdanos siempre bajo el manto protector de tu misericordia, para que nuestras almas no sean presa de los enemigos de nuestra eterna salvación.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que con tu divino auxilio, salgamos victoriosos de toda tentación y vivamos siempre en el servicio y culto del Señor; y que, con el sostén de tu gracia, merezcamos rendirle eternos cultos de amor y alabanza en la Gloria Celestial. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


Noveno Día de la Novena a Nuestra Señora de Coromoto

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

Acto de Contición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

Oración Inicial

Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.

Se dice:

– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:

– Dame fortaleza contra tus enemigos.

Noveno Día

Dios te Salve, ¡oh siempre dulce Virgen María!, cuya virginidad y nombre fue dulcedumbre castísima de Dios, delicia suave para los hombre, gustosa suavidad para los ángeles.

¡Oh cándida azucena!, zarza eterna a quien Jesús, -fuego divino-, al nacer de Ti, no ofendió tu virginal pureza.

Virgen sin semejante, que posees a un tiempo la gloriosa aureola de la virginidad y la incomparable dignidad de Madre de Dios, por eso, tu excelso nombre, MARÍA, es símbolo de gracias y purezas.

Purifícanos, Señora, con tu virtud del asqueroso lodo de toda mancha impura. Presérvanos de la inmunda servidumbre de viles apetitos y colócanos en la apetecible y dulcísima esclavitud de tu sagrado amor, sirviendo a Jesús en toda pureza y castidad, seamos dignos de alcanzar las promesas de su divina gracia en la Gloria Eterna. Amén.

(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)

Reza una Salve.

Oración Final

Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.

Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 2 de septiembre de 2016

INVOCACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús



Amor del Corazón de Jesús, abrásanos.

Caridad del Corazón de Jesús, derrámate en nosotros.

Fuerza del Corazón de Jesús, sostennos.

Misericordia del Corazón de Jesús, perdónanos.

Paciencia del Corazón de Jesús, no te canses de nosotros.

Reino del Corazón de Jesús, establécete en nosotros.

Voluntad del Corazón de Jesús, dispón de nosotros.

Celo del Corazón de Jesús, inflámanos.

Virgen Inmaculada, ruega por nosotros al Corazón de Jesús.

Amén

UN SALUDO GRANDE


Un saludo grande


Jesús comenzó a predicar a la gente diciendo: “El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”. Estas palabras siguen resonando aún hoy y convocan a los creyentes a volver al Señor, abandonar los caminos equivocados y confesar con humildad sus pecados en el sacramento de la reconciliación.

Una devota del Padre Pío estuvo tres semanas en San Giovanni Rotondo para confesarse con él. No lo logró y ya se volvía a Suiza muy triste, cuando recordó que el Padre Pío siempre bendecía desde su ventana. Se animó pensando recibir su bendición y, mientras iba corriendo, se decía: “quiero un saludo muy grande”. Al llegar, la gente se estaba yendo, pues el Padre había dado ya su bendición. La señora no se desanimó y se arrodilló, diciendo para sí: “no importa, yo quiero un saludo muy grande”. Pasaron unos minutos, se abrió la ventana del P. Pío y éste, luego de dar su bendición, agitó una sábana a modo de saludo. La devota del padre comenzó a llorar emocionada. Era el saludo “muy grande” que le había pedido.

El sacramento de la reconciliación o confesión es una excelente respuesta al llamado a la conversión que te hace la Palabra de Dios. Te animo a acercarte a este sacramento, que purifica el corazón, tranquiliza la conciencia, te da consuelo espiritual, ayuda a conocerte más a ti mismo, y es fuente de gracia para superar las tentaciones.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 2 DE SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Setiembre 2


La vida es una mezcla continua de alegrías y de dolores, de éxitos y fracasos, de mañanas llenas de luz y de noches cargadas de oscuridad.

¡Cuántos fracasos, cuántos apagones en la vida de todo hombre, aún en la vida de los héroes, aún en la vida de los santos! No hay que extrañarse, por lo tanto, de que también los tengamos nosotros, aunque no seamos ni lo uno ni lo otro.

Pero esos héroes y esos santos se hicieron tales porque supieron armonizar y equilibrar esos momentos; ni se dejaron abatir por las tinieblas ni se desubicaron por la luz de los éxitos.

Eso también tú lo puedes hacer; y, si lo puedes, lo debes.

Nunca te deslices por la cuenta de los vulgares pensamientos y de las acciones innobles.

Deberás caminar siempre con los pies en el suelo; pero que tu corazón mire hacia el cielo. Hacia allá, como estrella orientadora, fija tu ideal: hacerte cada vez mejor asemejándote a Dios.

“¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes -les preguntó- ¿quién dicen que soy?”. Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 13-16). Muchos y muchas veces te preguntarán quién crees que es Cristo. ¿Qué les vas a responder?


* P. Alfonso Milagro

ORACIÓN PARA OFRECER AL CORAZÓN DE JESÚS LA COMUNIÓN REPARADORA DEL PRIMER VIERNES DE MES


Oración para ofrecer al Corazón de Jesús la comunión del primer viernes


Oh Corazón de Jesús, te ofrezco la Comunión de este (*) Viernes de mes, a gloria y honor tuyo, a fin de que cumplas en mí la Gran Promesa de la perseverancia final. Concédeme, por los méritos de tu Corazón, una buena y santa muerte y la gloria del Cielo que has prometido a tus devotos. Amén.

(*) Puede decirse primer, segundo, tercero, etc.



Recopilado por José Gálvez Krüger

ESTA ES LA NOVENA DE EMERGENCIA QUE LA MADRE TERESA DE CALCUTA REZABA EN APUROS


Esta es la “Novena de emergencia” que la Madre Teresa rezaba en apuros

 (ACI).- Ante la gran cantidad de problemas que afrontaba con frecuencia y en medio de un acelerado ritmo de vida, la Beata Madre Teresa de Calcuta inventó una manera de invocar la intercesión de la Virgen María a la que nombró “Novena de emergencia” (Flying Novena).

Mons. Leo Maasburg, amigo y consejero espiritual de la Beata, que será canonizada el 4 de septiembre, explica en su libro ‘Madre Teresa de Calcuta: Un retrato personal’, que esta era “su rápida arma espiritual”.

Las novenas son oraciones que se rezan nueve días y son bastante comunes entre la Congregación de las Misioneras de la Caridad. Sin embargo, este rezo promovido por la Madre Teresa consistía en recitar diez Memorares en un solo día, de forma rápida, con el propósito en mente.

Un Memorare es una oración de intercesión a la Santísima Virgen, comúnmente atribuida a San Bernardo de Claraval, que la Madre Teresa hacía con frecuencia.


Mons. Maasburg explicó que la Madre Teresa siempre oraba diez Memorares porque “daba la colaboración de los cielos tanto por sentado, que siempre añadía un décimo Memorares de inmediato, en acción de gracias por el favor recibido”.

Esta “Novena de emergencia” tenía una cosa en común con las novenas de nueve días e incluso con las de nueve meses: la confianza abogando por la ayuda divina, como hicieron los apóstoles durante nueve días junto con “María, la madre de Jesús, y las mujeres” (Hechos 1:14) a la espera de la ayuda prometida por el Espíritu Santo.

La Madre Teresa utilizaba esta oración constantemente para pedir por la curación de un niño enfermo, antes de conversaciones importantes, cuando los pasaportes desaparecían, para solicitar la ayuda celestial cuando las provisiones se acababan, etc.

El P. Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de la Madre Teresa, señaló en una ocasión que la Madre Teresa enseñaba que el Memorares “expresa de manera efectiva su confianza en el poder de la intercesión de María como mediadora de todas las gracias”.

“Fluye desde el amor y la confianza que tenía en María; era una forma sencilla de presentarle sus peticiones. La rápida respuesta que recibía era su inspiración para recurrir a la Madre del Cielo cada vez con mayor confianza a través de las palabras del Memorares”, añadió.



La oración es la siguiente:

“Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando Vuestro Socorro, haya sido desamparado por Vos.

Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.

Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas ante la necesidad, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén”.
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