miércoles, 4 de marzo de 2020

CÓMO REZAR BIEN EL AVEMARÍA


Cómo rezar bien el Avemaría
La fórmula del avemaría es un excelente vehículo, para tener un encuentro filial con nuestra Madre del cielo


Por: P. Evaristo Sada LC | Fuente: laoracion.com




Cuando queremos hablar con la Virgen María podemos decirle lo que queramos de manera sencilla y natural, lo que brote del corazón, y cuanta más devoción pongamos, mejor. La fórmula del avemaría es un excelente vehículo, probado millones de veces durante siglos, para tener un encuentro filial con nuestra Madre del cielo. El avemaría nos ofrece palabras y actitudes adecuadas para venerarla, invocarla, decirle algo que sabemos que a ella le agrada y que a nosotros nos hace bien.



Pasos para rezar el Ave María
Propongo algunos pasos para rezar bien el Ave María o para renovar el modo en que lo hacemos. Rezando esta oración con la debida calma y con viva conciencia, poco a poco el Espíritu Santo irá afinando la sensibilidad de nuestra relación filial con Ella, de tal modo que apenas pronunciemos las primeras palabras del avemaría, brotarán del corazón profundas resonancias que favorecerán el contacto de fe y amor con la Santísima Virgen.

1) La recordamos
Lo primero es acordarse de élla. Simplemente con la memoria o con la ayuda de una imagen nos colocamos espiritualmente en su presencia. Se trata de ponerse delante de la Virgen María que está en el cielo, no de una estampa o de una estatua de mármol o de yeso, sino de su persona; las imágenes sólo nos hacen presente a la persona, como las fotografías de los grandes momentos o de nuestros seres queridos.

2) Acto de fe, amor y confianza filial
Teniéndola ya presente, establecemos un contacto de fe y amor con María; si no, la oración mariana por excelencia no será oración. Nos acercamos a ella con la confianza y el cariño con los que todo buen hijo se acerca a su madre, con el deseo de darle afecto, mostrarle gratitud y también de obtener de ella lo que necesitamos, seguros de que nos mirará con amor y nos escuchará con atención.


3) La veneramos
Le decimos que estamos aquí para expresarle afecto, respeto, admiración. Adoramos sólo a Dios, a María la veneramos como Madre de Dios, esposa del Espíritu Santo, Madre de Cristo, Su cooperadora en la Redención y también madre nuestra. Ella nos lleva siempre a Jesús, que es "el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de Él: María muestra el Camino, es su Signo" (Catecismo 2674)

La Constitución Dogmática Lumen Gentium, nos enseña que: "ninguna criatura puede compararse jamás con el Verbo Encarnado nuestro Redentor; pero así como el sacerdocio de Cristo es participado de varias maneras tanto por los ministros como por el pueblo fiel, y así como la única bondad de Dios se difunde realmente en formas distintas en las criaturas, así también la única mediación del Redentor no excluye, sino que suscita en sus criaturas una múltiple cooperación que participa de la fuente única. La Iglesia no duda en atribuir a María un tal oficio subordinado: lo experimenta continuamente y lo recomienda al corazón de los fieles para que, apoyados en esta protección maternal, se unan más íntimamente al Mediador y Salvador."

Te propongo que antes de seguir leyendo, te prepares de esta manera y reces luego un Ave María. Verás cuánto ayuda. Y esto vale igual para las personas más avanzadas en la vida de oración.

4) La alabamos
En la primera parte del avemaría la exaltamos, la elogiamos, celebramos a la humilde esclava del Señor por las maravillas que ha hecho Dios en ella y por medio de ella, en todos los seres humanos. Usamos las palabras del arcángel Gabriel, las de santa Isabel, y nos unimos a su asombro, a su admiración llena de afecto, al contemplar un alma tan bella y dócil al Espíritu Santo, tan humilde esclava del Señor.


Dios te salve, María.
Llena eres de gracia.
El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres.
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

5) Le suplicamos
En la segunda parte del avemaría la invocamos. María dio su sí a Dios en la Anunciación, lo sostuvo durante la infancia y la juventud de Jesús en su vida oculta en Nazaret, y al acompañarlo discretamente en la vida pública, y lo renovó en silencio manteniéndose en pie hasta el final junto a su Hijo crucificado. Desde entonces, Ella se ha ocupado de proteger e interceder como la mejor de las madres por los hermanos de su Hijo.

La Lumen Gentium lo explica así: "Una vez recibida en los cielos, no dejó su oficio salvador, sino que continúa alcanzándonos por su múltiple intercesión los dones de la eterna salvación. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que peregrinan y se debaten entre peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz. Por eso, la Bienaventurada Virgen en la Iglesia es invocada con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora."

Santa María, Madre de Dios.
Ruega por nosotros pecadores.
Ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

VATICANO PIDE COLABORAR CON COLECTA DEL VIERNES SANTO A FAVOR DE TIERRA SANTA


Vaticano pide colaborar con colecta del Viernes Santo a favor de Tierra Santa
Redacción ACI Prensa
 Foto: Mercedes De La Torre / ACI Prensa





Como cada año, la Iglesia Católica universal destinará la colecta del Viernes Santo a favor de Tierra Santa y de Medio Oriente, por lo que el Vaticano animó a los fieles a ser solidaridarios.

“La Iglesia sigue trabajando por la salvaguardia de la presencia cristiana y por dar voz a quien no la tiene. Lo hace, ciertamente, en el campo pastoral y litúrgico, que es fundamental para la vida de nuestras pequeñas comunidades. Pero continúa también, en modo serio, en su empeño por garantizar una educación de calidad”, indicó el Cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

En una carta enviada a los obispos del mundo el 26 de febrero, Miércoles de Ceniza, y dada a conocer este 4 de marzo, el Purpurado recordó “las pruebas sufridas a lo largo de los siglos por la Iglesia que vive en Tierra Santa y en todo el Medio Oriente”.

“Esas pruebas aún no han terminado, como lo muestra la tragedia de la continua y progresiva reducción del número de fieles locales, con el consiguiente riesgo de ver desaparecer las diversas tradiciones cristianas que vienen de los primeros siglos”, señaló.

El Cardenal Sandri denunció que “largas y destructivas guerras han producido y continúan produciendo millones de refugiados y condicionan fuertemente el futuro de enteras generaciones, que se ven privadas de los bienes más elementales, como el derecho a una paz justa, a una infancia tranquila, a una instrucción escolar orgánica, a una juventud dedicada a la búsqueda de un trabajo, a la formación de una familia, al descubrimiento de la propia vocación, a una vida adulta fructífera y digna, a una vejez serena”.

En esta línea, la autoridad vaticana señaló que “gracias a la generosidad de los fieles de todo el mundo” la Iglesia sigue trabajando “por la salvaguardia de la presencia cristiana y por dar voz a quien no la tiene”.

En concreto, el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales puntualizó cinco ámbitos en los que la Iglesia trabaja gracias a la colecta del Viernes Santo a favor de Tierra Santa.

El primero es el campo pastoral y litúrgico, que es fundamental para la vida de nuestras pequeñas comunidades; seguido de la educación de calidad a través de las escuelas, que son fundamentales para conservar la identidad cristiana y para construir una convivencia fraterna, especialmente con los musulmanes.

El tercer ámbito es la creación de oportunidades de trabajo. El cuarto ámbito es la ayuda material donde se presentan formas de pobreza endémica, o bien, necesidades sanitarias y emergencias humanitarias unidas a los flujos de refugiados y de trabajadores migrantes extranjeros.

Finalmente, está el cuidado de los santuarios, que resultaría imposible sin la Colecta “pro Terra Sancta”. El Purpurado recordó que en estos lugares se conserva la memoria de la divina revelación, del misterio de la encarnación y de nuestra redención; además de ser donde la comunidad cristiana local encuentra los fundamentos de su propia identidad.

En esta línea, el Cardenal Sandri describió que “en torno a los santuarios y gracias a su presencia, encuentran un trabajo digno muchos de los fieles cristianos dedicados a acoger a los millones de peregrinos que en estos últimos años llegan, cada vez más numerosos, para visitar los Santos Lugares”.

“La Tierra Santa es el lugar físico en el que Jesús ha vivido esta agonía y este sufrimiento transformándolos en acción redentora gracias a un amor infinito. En Getsemaní lo hace hasta sudar sangre. En el Cenáculo, la ofrenda de sí mismo que realizará en la Cruz, la anticipa a través del don de la Eucaristía, pero también a través del lavado de los pies y del mandamiento del amor fraterno. A lo largo de la Vía Dolorosa aún podemos imaginar los lugares del doble proceso y de la condena de Jesús. Podemos verle mientras recorre el camino llevando la Cruz ayudado por el Cirineo, y llegar al Gólgota para ser clavado, y entregarse en las manos del Padre confiandonos a María, y morir colocado en un sepulcro nuevo y vacío de donde resucitará al tercer día”, describió.

Con la colecta que se hace en el Viernes Santo cada año, la Custodia franciscana de Tierra Santa puede cumplir su misión de preservar los Santos Lugares y fomentar la presencia cristiana a través de actividades de solidaridad. Por ejemplo, al mantener estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales.

Los territorios que se benefician con la colecta son Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.

La Custodia de Tierra Santa recibe la mayor parte de la colecta y el resto es destinado por la Congregación para las Iglesias Orientales que lo utiliza para la formación de seminaristas, sustento del clero, actividades escolares, formación cultural y subvenciones en las diversas circunscripciones eclesiásticas de Medio Oriente.

En concreto, la Custodia de Tierra Santa tiene casi 1150 empleados entre Israel y Palestina quienes trabajan en 15 escuelas, 4 casas para peregrinos, 80 santuarios y 25 parroquias.

Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la recaudación total de la colecta en 2019 fue de 8.279.209,64 dólares de los cuales 3.276.252,00 dólares se destinaron a la formación académica, espiritual y humana de los seminaristas y sacerdotes; y cuando fue posible de los laicos, bajo la jurisdicción de la Congregación para las Iglesia Orientales.

Las ayudas comprenden becas, tasas universitarias, gastos de salud, entre otros, de las que se benefician más de 300 estudiantes. La Congregación para las Iglesias Orientales contribuye también al sustento del Pontificio Instituto Oriental, una institución académica de enseñanza superior.

Por último, la Congregación para las Iglesias Orientales indicó que “la generosidad de los fieles católicos hacia los hermanos y hermanas de Medio Oriente puede resolver tantos problemas, pero la oración y el apoyo moral son aún más necesarios”.

Por ello, el dicasterio vaticano invitó a “adoptar, aunque si no se conoce el nombre, a un cristiano de Medio Oriente, para rezar por él/ella durante todo el año 2020”.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 4 DE MARZO DE 2020

Lecturas de hoy Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, miércoles, 4 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura de la profecía de Jonás (3,1-10):

EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50,3-4.12-13.18-19

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio segun san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 4 de marzo de 2020
Edgardo Guzmán, cmf

Queridos amigos y amigas:

El libro de Jonás es una especie de larga parábola cuyo mensaje principal es la universalidad de la salvación: la misericordia de Dios no se limita solo a su pueblo elegido, sino que abraza a toda la humanidad. Por segunda vez, el profeta viene mandado por Dios a la capital del reino asirio: Nínive, que era una ciudad inmensa. Para anunciar la destrucción de la ciudad a causa del mal comportamiento de sus habitantes. En la primer llamada Jonás responde huyendo de la misión que Dios le confía: ¿Cómo puede un pequeño hombre profetizar la destrucción de una “superpotencia” enemiga en su propio territorio?

En su calidad de profeta Jonás anuncia la palabra de amenaza y de atención en nombre de Dios (v.4) y su predicación toca el corazón de los habitantes de Nínive y del mismo rey. «Los ninivitas creyeron en Dios». Es interesante notar que el cambio de vida, la conversión brota porque «creyeron en Dios». El cambio de comportamiento es sostenido por la esperanza de que el arrepentimiento sincero del ser humano toca el corazón de Dios que ofrece perdón y reconciliación.

Mientras la gente se reúne entorno a Jesús, él les responde a los que «por ponerlo a prueba le han pedido un signo del cielo». Jesús rechaza un signo que apague la curiosidad y la sed de lo sorprendente, en su respuesta deja intuir su propia identidad divina «aquí hay uno que es más que Jonás». Les está diciendo que él mismo es el Signo del cielo, el Mesías prometido y largamente esperado por el pueblo de Israel, pero que ahora no lo reconocen porque se presenta de un modo muy diverso respecto a lo que la gente esperaba de él.

Jesús es un llamado viviente a la conversión, como lo fue Jonás para los habitantes de Nínive, lo sigue siendo él para su comunidad de discípulos. Jesús huye de los signos que llamen la atención, nos ofrece su palabra y la misericordia de Dios. En la Cuaresma estamos invitados a no quedarnos en una práctica superficial de este tiempo, contentándonos con pequeñas acciones, como especie de “floreros cuaresmales”, para tranquilizar nuestra conciencia. El llamado a la conversión debe llegar a lo más profundo de nuestra vida. Ser capaces de descubrir los signos de la presencia del amor de Dios y responder a ellos con gratuidad. De esa forma comenzará a brotar en nosotros el deseo de una vuelta sincera al Señor.

Fraternalmente, Edgardo Guzmán CMF

eagm796@hotmail.com

BUENOS DÍAS!!!!



martes, 3 de marzo de 2020

EXPLICACIÓN DEL PADRENUESTRO

El Padrenuestro
Explicación de las partes del Padrenuestro


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net




Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras ncesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 3 DE MARZO DE 2020


Lecturas de hoy Martes de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, martes, 3 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55,10-11):

ESTO dice el Señor:
«Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que cumplirá mi deseo
y llevará a cabo mi encargo».

Palabra de Dios



Salmo
Sal 33,4-5.6-7.16-17.18-19

R/. El Señor libra de sus angustias a los justos

V/. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

V/. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.

V/. Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.

V/. Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy martes, 3 de marzo de 2020
Edgardo Guzmán, cmf


Queridos amigos y amigas:

El profeta Isaías en la primera lectura de hoy nos invita a no perder nuestra confianza en la Palabra de Dios. Porque no es letra muerta, es Palabra viva y vivificante, capaz de realizar lo que anuncia. La Palabra de Dios es eficaz, tiene una fuerza performativa, es capaz de alcanzar su objetivo. Como la lluvia y la nieve que no vuelven al cielo sino después de empapar la tierra. A veces nos puede parecer que Dios está ausente, que no dice nada, que está en silencio, pero en esa aparente ausencia es cuando nos habla y se hace visible.

El capítulo 55 del libro de Isaías, texto que estamos reflexionando, se ubica al final de una sección de distintos oráculos donde se retoman los temas como el retorno a la tierra prometida, la salvación, la potencia de la Palabra de Dios. El profeta es llamado para dar esperanza a un pueblo que está en crisis porque se encuentra en el exilio. Esta experiencia pone a prueba la promesa de Dios. Isaías hace un llamado a la esperanza en la Palabra de Dios a saber confiar y esperar en sus promesas liberadoras.

Este tiempo de Cuaresma es un tiempo propicio para redescubrir la centralidad de la Palabra en nuestra experiencia cristiana. Jesús es la Palabra encarnada del Padre, es el pan que nos da vida. Dios al darnos a su Hijo, nos da su Palabra y en ella nos entrega el Espíritu. Por eso, con insistencia se nos pide durante este tiempo de preparación a la Pascua acompasar nuestra vida al ritmo de la Palabra de la Dios. Estamos invitados hacer una “lectura creyente” de la Biblia, para no quedarnos solo en la letra del texto, sino para alcanzar la voz de Dios que nos habla.

En el Evangelio se nos presenta la oración del Padrenuestro en la versión de Mateo, que se ubica en el “Sermón de la Montaña”. Se introduce con una especie de catequesis sobre los modos de oración. Jesús al enseñar a sus discípulos la oración del Padrenuestro no les está dando una fórmula mágica para recitar de memoria. Jesús les está transmitiendo su propia experiencia de Dios. Lo que fue central y decisivo en su vida: la experiencia de un Dios Padre, Abbá. «Así lo capta en sus noches de oración y así lo vive a lo largo del día». Vive a Dios como un padre cercano, lleno de bondad y compasión que hace salir su sol sobre buenos y malos, que se da a conocer a los pequeños, defiende a sus pobres, cura a los enfermos y busca a los perdidos. Lo llamaba con una expresión poco habitual en su tiempo: Abbá, «Padre mío querido».

El Padrenuestro no es solo una oración para recitar de forma mecánica e inconsciente. Es ante todo la invitación hacer una experiencia de Dios. En esta breve oración se condensa lo más íntimo de la experiencia de Jesús, su fe en el Reino de Dios y el anhelo de la transformación de nuestro mundo. Desde las primeras generaciones cristianas se adoptó esta oración como el mejor signo de identidad, propio de los seguidores de Jesús. Es una súplica llena de confianza al Padre querido, que reúne dos grandes anhelos centrados en Dios: «Santificado sea tu nombre. Venga tu Reino» y tres grandes gritos de petición centrados en las necesidades básica del ser humano: «danos pan», «perdona nuestras deudas», «no nos dejes caer en la tentación». Podríamos decir que el Padrenuestro no es solo una oración para ser rezada, sino sobre todo para ser vivida. ¿Qué lugar le doy a la Palabra de Dios en mi vida? ¿Soy capaz de captar el corazón del Padrenuestro?

Fraternalmente, Edgardo Guzmán CMF

eagm796@hotmail.com

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sábado, 29 de febrero de 2020

LAS TENTACIONES DE LA IGLESIA DE HOY - EVANGELIO COMENTADO DE HOY DOMINGO 1 DE MARZO DE 2020


LAS TENTACIONES DE LA IGLESIA DE HOY
La primera tentación acontece en el «desierto»




Después de un largo ayuno, entregado al encuentro con Dios, Jesús siente hambre. Es entonces cuando el tentador le sugiere actuar pensando en sí mismo y olvidando el proyecto del Padre: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». Jesús, desfallecido pero lleno del Espíritu de Dios, reacciona: «No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de Dios». No vivirá buscando su propio interés. No será un Mesías egoísta. Multiplicará panes cuando vea pasar hambre a los pobres. Él se alimentará de la Palabra viva de Dios.

Siempre que la Iglesia busca su propio interés, olvidando el proyecto del reino de Dios, se desvía de Jesús. Siempre que los cristianos anteponemos nuestro bienestar a las necesidades de los últimos, nos alejamos de Jesús.

La segunda tentación se produce en el «templo»

El tentador propone a Jesús hacer su entrada triunfal en la ciudad santa, descendiendo de lo alto como Mesías glorioso. La protección de Dios está asegurada. Sus ángeles «cuidarán» de él. Jesús reacciona rápido: «No tentarás al Señor, tu Dios». No será un Mesías triunfador. No pondrá a Dios al servicio de su gloria. No hará «señales del cielo». Solo signos para curar enfermos.

Siempre que la Iglesia pone a Dios al servicio de su propia gloria y «desciende de lo alto» para mostrar su propia dignidad, se desvía de Jesús. Cuando los seguidores de Jesús buscamos «quedar bien» más que «hacer el bien», nos alejamos de él.

La tercera tentación sucede en una «montaña altísima»

Desde ella se divisan todos los reinos del mundo. Todos están controlados por el diablo, que hace a Jesús una oferta asombrosa: le dará todo el poder del mundo. Solo una condición: «Si te postras y me adoras». Jesús reacciona violentamente: «Vete, Satanás». «Solo al Señor, tu Dios, adorarás». Dios no lo llama a dominar el mundo como el emperador de Roma, sino a servir a quienes viven oprimidos por su imperio. No será un Mesías dominador, sino servidor. El reino de Dios no se impone con poder, se ofrece con amor.

La Iglesia tiene que ahuyentar hoy todas las tentaciones de poder, gloria o dominación, gritando con Jesús: «Vete, Satanás». El poder mundano es una oferta diabólica. Cuando los cristianos lo buscamos, nos alejamos de Jesús.



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt (4,1-11)

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 1° DE CUARESMA, 1 DE MARZO DE 2020



Lecturas de hoy Domingo 1º de Cuaresma - Ciclo A
Hoy, domingo, 1 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (2,7-9;3,1-7):

EL Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo.
Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.
El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.
La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la mujer:
«¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?».
La mujer contestó a la serpiente:
«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios:
“No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”».
La serpiente replicó a la mujer:
«No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió.
Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R/.

V/. Oh, Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,12-19):

HERMANOS:
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...
Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que tenía que venir.
Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos.
Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno:
pues el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir de muchos pecados, acabó en justicia.
Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo.
En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos.
Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,1-11):

EN aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero él le contestó:
«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”».
Jesús le dijo:
«También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los
reinos del mundo y su gloria, y le dijo:
«Todo esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces le dijo Jesús:
«Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».
Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy domingo, 
1 de marzo de 2020
Fernando Torres cmf


A vueltas con las tentaciones

      Al comienzo de la Cuaresma la Iglesia siempre nos propone la misma lectura del Evangelio: el relato de las tentaciones de Jesús. Nos podría dar pie para hablar de las tentaciones y de ahí pasaríamos a hablar del pecado. Pero lo cierto es que ese evangelio se orienta hacia otro punto: las tentaciones fueron para Jesús la oportunidad para descubrir o reafirmar su propia identidad. ¿Cuál era su relación con Dios, a quien llamaba Padre-Abbá? ¿Cómo debía realizar su misión de anunciar el Reino? ¿Se debería servir del poder y de la fuerza para arrastrar a las masas a creer en él y en el Reino que anunciaba? Todas estas cuestiones son las que están en juego en el relato de las tentaciones. Todas esas cuestiones fueron cruciales para Jesús. Fue un momento clave en su vida. Comprendió que su futuro no era ser “carpintero” en Nazaret. Se dio cuenta de que su vocación era hacer presente en el mundo, en su mundo, el amor de Dios, de ese Dios que era para él Padre de Amor y Misericordia. Pero, ¿cómo? Sin duda que Jesús reflexionó muy seriamente sobre este punto. Era el sentido de su vida, su mismo futuro, lo que estaba en juego. 

      Esa reflexión, que sin duda no tuvo lugar en una noche, nos la han relatado los evangelistas en un estilo novelado, hablando de las tentaciones que sufrió Jesús. Sin duda que Jesús se planteó esas cuestiones al inicio de su vida pública. O al final de aquellos treinta años de vida escondida en Nazaret. Para él la conclusión fue clara: no se trataba de usar el poder que Dios le había conferido ni de abusar de su nombre. Aquel a quien Jesús conocía como Padre reconoce y respeta la libertad humana. El Dios de Jesús no manipula las conciencias de nadie. Quiere ser aceptado libremente como Dios y Padre de todos. A partir de ese momento la misión de Jesús estuvo caracterizada por la sencillez del anuncio, por la cercanía con todos, por el encuentro humano, lleno de misericordia y compasión, con todos los hombres y mujeres, especialmente con los que sufrían. Por eso, Jesús terminó revelando a Dios más por su estilo de vida, por su forma de comportarse que por sus discursos. Estos, los discursos, no son más que un reflejo de su vida, de su experiencia de Dios. 

      También nosotros podemos ver las tentaciones que padecemos desde esa perspectiva. Son la oportunidad para clarificarnos sobre quiénes somos, sobre el sentido de nuestra vida, sobre lo que queremos ser. Son momentos clave en los que nos encontramos en un cruce de caminos. Tenemos que tomar una decisión que marcará nuestras vidas, nuestro futuro, nuestra forma de ser. Al ser tentados nos damos cuenta de que somos libres, de que hay otras posibilidades por las que podemos optar. Es un momento en el que nos hacemos libres y dueños de nuestra vida. En nuestras manos está la decisión. Y de ella somos responsables. 



Para la reflexión

      ¿Nos hemos sentido alguna vez en esas encrucijadas en que nuestro futuro depende de nuestra decisión? ¿Somos conscientes de las consecuencias para nuestra vida de la decisión que tomamos? ¿Recurrimos a la oración para tener más luz en esos momentos?

IGLESIAS DE TIERRA SANTA DARÁN LA COMUNIÓN SOLO EN LA MANO POR TEMOR AL CORONAVIRUS


Iglesias de Tierra Santa darán la Comunión solo en la mano por temor al coronavirus
Redacción ACI Prensa
Crédito: Patriarcado Latino de Jerusalén





El administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, anunció que los sacerdotes en Tierra Santa deberán dar la Comunión únicamente en la mano, así como tomar otras medidas de precaución ante la rápida propagación del coronavirus.

“La amenaza del nuevo coronavirus (COVID-19) nos llevó a emitir algunas pautas de precaución, ya que el virus se propagó rápidamente a muchas áreas y países de todo el mundo”, indica Mons. Pizzaballa en un comunicado emitido el 27 de febrero, un día después del inicio de Cuaresma.

El Prelado dijo que ante la situación que se vive en su territorio y después de escuchar a las autoridades, decidieron emitir dos medidas básicas de precaución para la celebración de las Misas: “Recibir la comunión solo en las manos” y “evitar que los fieles beban del cáliz (a excepción de los celíacos)”.


Otra sugerencia, anunció el Arzobispo, es “vaciar las fuentes de agua bendita, especialmente en lugares sagrados y santuarios”.

Mons. Pizzaballa comentó que son miles de peregrinos de diferentes partes del mundo que llegan a Tierra Santa para visitar lugares sagrados e iglesias y, en algunos casos, los peregrinos también están en contacto con las iglesias y comunidades locales. 

“Durante este tiempo de Cuaresma, pedimos la misericordia del Señor, mientras oramos por todos los afectados por esta enfermedad y pedimos un descanso eterno para los que han muerto”, agregó el Prelado.

El Patriarca Latino de Jerusalén es el representante del Vaticano en las ciudades santas de Israel y los territorios palestinos, así como en Jordania y Chipre.

Entre los templos históricos en Tierra Santa se encuentra la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, la Iglesia de la Natividad de Belén y la Basílica de la Anunciación de Nazaret.


La agencia Reuters informó que Israel ya ha confirmado este viernes 28 de febrero “tres nuevos casos de coronavirus, elevando el número total de casos israelíes a seis”. 

Según el informe del 28 de febrero de la Organización Mundial de la Salud, actualmente ya son 51 los países donde se han detectado casos del nuevo coronavirus.

A nivel mundial hay más de 83 652 casos confirmados, de los cuales 78 961 se encuentran en China y donde han fallecido 2791 personas; fuera de este país hay 4691 casos confirmados con 67 fallecidos.

BIENVENIDO MARZO!!!










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