miércoles, 19 de abril de 2017

CARTA DE UNA SUEGRA A SU FUTURA NUERA


Carta de una suegra a su futura nuera
6 cosas que quiero decirte, aún sin conocerte todavía


Por: Ashley Willis | Fuente: sixseeds.patheos.com/ashleywillis/ 




Querida futura nuera:

En donde quiera que te encuentres, quiero que sepas que ya queremos conocerte y que ya desde este momento te amamos.

Desde que nació nuestro hijo, no solo oramos por él, sino que hemos orado específicamente también por ti. Sabemos que Dios tiene planes maravillosos para ambos que se harán realidad algún día. Mientras esperamos pacientemente el día de su boda, tu suegro y yo queremos que sepas algunas cosas:


1.- Cuando te cases con nuestro hijo, serás mucho más que nuestra nuera, serás nuestra HIJA.

Nosotros creemos que cuando dos personas se enamoran y se unen en matrimonio, realmente forman UNO solo. Te convertirás no solo en la amada esposa de nuestro hijo, sino también en nuestra hija. No te vemos solo como una mujer que se unirá legalmente a nuestro hijo, te vemos como su hermosa esposa que lo será de por vida.

"De la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste exclamó: "Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada". (Génesis 2,22-23)


2.- Apoyamos tu autonomía de pareja.

Para decirlo en pocas palabras, quiero resistir y no ”meterme en sus asuntos”. Cuando ustedes se casen, serán una familia independiente. Tu suegro y yo queremos apoyarlos de la mejor manera que podamos, pero también quiero respetar tu privacidad y marcar límites saludables. Te prometo llamar antes de visitarlos y tratar de ofrecer consejo solo cuando me lo pidan.

"Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne". (Génesis 2,24)


3.- Queremos ser bendición para ustedes.

Ante cualquier cosa, queremos bendecirlos a ti y a nuestro hijo tantas veces sea posible. Dios nos ha  bendecido con ustedes dos y queremos extender esa bendición a ustedes también. La relación entre suegros y nuera muchas veces se representa en forma negativa, pero no queremos ser así. Estamos con ustedes, no contra ustedes. Por eso, pueden venir a buscarnos para apoyarles en cualquier cosa.

"Y ahora te has dignado bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre en tu presencia. ¡Oh Señor! Tú eres el que bendice y mi casa, pues, será bendita para siempre". (1 Crónicas 17,27)


4.- Todos cometeremos errores.

Cuando dos familias se integran, puede ser complicado y desastroso. Todos cometeremos algún error. Alguna vez diremos alguna palabra que pueda herir sin querer, o no haremos algo que sea necesario. En esos momentos prometo pedirte perdón y decirte con sinceridad si mis sentimientos fueron heridos alguna vez. Te pido que tú también hagas lo mismo con el fin de que persevere la paz en nuestras familias. Quiero que sepas que siempre podrán comunicarse libremente con nosotros pase lo que pase.


5.- Si, soy su madre, pero quiero ser tu AMIGA.

Yo sé que tienes tu propia madre y no quiero tomar el lugar especial que guarda en tu corazón. Quiero ser tu amiga, una amiga mayor. Quiero que vayamos a desayunar y de compras. Quiero cuidar a nuestros nietos y darte una oportunidad para descansar un momento. Quiero estar disponible y que me llames si necesitas alguien de experiencia con quien hablar. Realmente deseo que seamos amigas. Lo espero con todo el corazón.

"El aceite y los perfumes alegran el corazón, la dulzura de la amistad reconforta el alma". (Proverbios 27,9)


6.- Soy tu guerrera de oración.

Seguiré orando para que Dios prepare tu corazón mientras creces, querida hija. Oro para que recibas sabiduría y conozcas al Señor. Oro para que Él inunde tu vida de bendiciones. Que proteja tu corazón y mente de todo pecado. Oro para que en el caso que cometas errores, y todos lo hacemos, sepas que puedes buscar Su Perdón y Misericordia y que realmente serás perdonada. Cuando tengas roto el corazón, oro por que se lo entregues a Dios. Solo Él puede colmarlo. Ni siquiera mi hijo podrá llenar ese vacío. Eres hija de Dios. Vales mucho. Oro para que siempre lo recuerdes.

Mantén la esperanza porque Dios tiene un magnífico plan para tu vida. Yo oraré de la misma manera por nuestro hijo y por ti. Y estaré esperando el día en que  te traiga a casa para conocerte por primera vez. Me será difícil esperar. Pero mientras llega ese día, querida hija, tienes que saber que ya eres muy amada por tu familia.

Con amor y muchas bendiciones,

Tu suegra y amiga...

Artículo originalmente publicado en Ashey Willis's Blog
Adaptado y traducción al español por Patricia Rocha, para PildorasdeFe.net

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