Terapia espiritual en 3 pasos para enfrentar la depresión
En las grandes crisis existenciales sólo existe una tabla de salvación para no ahogarse en el mar de la depresión... ¡La terapia espiritual!
Por: Rafael Ruiz | Fuente: PildorasdeFe.net
Caminar hacia la depresión siempre lleva a la destrucción.
Hay un momento en la vida en el que, quizás afortunadamente, a cada persona le llegan problemas que no logrará solucionar ni con dinero, ni con amistades influyentes, ni con brillantes cualidades personales, y ante esos tremendos problemas sólo existe una tabla de salvación para no ahogarse en el mar de la depresión y de la desesperanza: la terapia espiritual. Esto cura todo lo que la naturaleza no logra remediar. Los demás remedios resultan todos ineficaces en casos graves, muy frecuentes en la actualidad, por cierto.
Un universitario exclamaba: "Yo ya no necesito de Dios ni de la religión".
Este tipo de ideas trae una penosa consecuencia: que la mayoría de la gente cuenta ahora con muy pocas reservas espirituales de las cuales poder disponer en un tiempo de congoja mental, emocional o física. Y ese gigantesco vacío de Dios que hay en la gente actual complica seriamente sus problemas y dificulta inmensamente su curación.
El papá de este Joven, un profesional muy equilibrado y curtido en las luchas de la vida, le respondió: "No digas «YA no necesito de Dios y la religión»" ¿Por qué mejor no dices: «me parece que TODAVÍA no descubro que los necesito?» Porque en la vida te llegarán problemas tales que, si Dios no te echa una mano, perecerás apabullado por ellos, y ningún ser humano, ni tu estabilidad económica, ni siquiera tu miseria, serán capaz de librarte de sofocante peso".
A continuación se exponen 3 recomendaciones para dejar atrás la depresión con un enfoque espiritual:
1.- Sigue el camino sobrenatural.
La dimensión natural es seguir el camino que indica la propia naturaleza, pero existen otros dos caminos: la dimensión preternatural, que es el camino a la destrucción, pero la dimensión sobrenatural es el camino al Creador.
Si una persona me hiere, el camino natural es perder la confianza y cuidarse de nuevas agresiones, el camino preternatural es odiar y vengarse, pero el camino sobrenatural es, además de perdonar, ofrecer el perdón y hacer oración y ayuno por la persona que nos hirió para que también ella crezca.
2.- Hazte acompañar en tu caminar espiritual
Dice el dicho: Dime con quien andas, y te diré quién eres. Una de las más graves tragedias de nuestro tiempo es que los ignorantes espirituales instalados en los colegios, universidades, periódicos, televisión, cine y demás medios de comunicación han hecho un lavado cerebral tan desastroso a nuestra gente, que muchas personas han llegado a imaginarse que son simplemente animales, sin dimensión espiritual o sobrenatural, destinados a vivir gorditos y bien atendidos en esta vida, como pollitos en el gallinero con clima controlado y televisión por cable, o como unos gorilas con bolsas de marca y vestuario de moda, o quizás, como unos perritos acomodados con la mejor tecnología y los mejores estudios, sin proyección hacia la eternidad ni deberes para con un Dios Creador y Juez.
Así que lo que debes hacer es conseguir un guía espiritual, si no tienes uno al alcance, puedes por lo menos, leer la vida de los Santos.
3.- Sirve a los demás.
En la dimensión espiritual, el vacío siempre invita al desastre. Por eso cuando se está vacío de Jesús y de principios espirituales se va camino del fracaso, aun cuando es un camino rodeado de comodidades o incluso de carencias, esto no es lo que marca la diferencia.
En una ocasión, recomendaba a un estudiante que sirviera a otros para aliviar su tristeza, y como respuesta me decía: le hablaré a mi padre para que me consiga un puesto de practicante en una empresa, y, como no se mucho de mi carrera todavía, así aprenderé y tendré mejores oportunidades aunque no me paguen. ¡Qué lejos estaba de servir! El servir significa darse a los demás, dar tu tiempo en una casa hogar de niños; compartir lo que dejas de comer cuando ayunas, con un indigente (que bien conoces, porque hay miles); participar en la limpieza de tu casa…
Y recuerda siempre, que ¡la depresión se asusta cuando te acercas a los sacramentos!